domingo, 8 de março de 2020

El Lado Oscuro Del Eden (Kenneth Grant)


Existe un mapa de la consciencia, con sus senderos luminosos y oscuros en la forma de un glifo qabalístico conocido como el Árbol de la Vida. Tiene sus raíces en la tierra primordial del Edén, pero sus ramas se extienden dentro de las dimensiones extraterrestres. Este Árbol es un concepto familiar a místicos y magos por igual, sin embargo tiene otro lado, un Lado Oscuro el cual es mencionado de pasada en los manuales contemporáneos de ocultismo; como si los antiguos escritos Árabes y Judíos hubieran contenido alusiones a meras figuras retóricas y fantásticos monstruos.
El Lado oscuro del Edén interpreta el simbolismo del Árbol de la Muerte, el "otro lado" del Árbol de la Vida que forma las bases de la Tradición Oculta Occidental.
Kenneth Grant, cuyos tres libros anteriores de magia (Trilogía Typhoniana) han infundido nueva vida y significado a los antiguos y olvidados misterios, provee aquí un exhaustivo examen del otro lado del Árbol, el lado Oscuro, frecuentado por oscuras fuerzas que se filtran hoy insidiosamente dentro de la frontera de la consciencia humana, amenazándola con irrumpir violentamente.
El Lado Oscuro del Edén, es una explicación del Culto de Choronzón, y la primera exposición iniciada de los Misterios del Sendero de la Mano Izquierda en relación con el Ocultismo Occidental.
Aquí por primera vez, la cabeza de una Organización Mágica genuina, la ORDO TEMPLI ORIENTIS (O.T.O.) revela las doctrinas esotéricas de la Magia "negra" del Sendero de la Mano Izquierda, así como las aplicaciones prácticas de la fórmula psicosexual de la que generalmente se conoce muy poco. El libro está ilustrado no sólo por los Sigilos Demoníacos del otro lado, los cuales hacen de él un verdadero grimorio de la Doctrina Oscura, sino también por curiosos trabajos de sideralismo o arte estelar, traídos de la consciencia del Nuevo Aeón que impregna la O.T.O. y las otras órdenes ocultas que están en armonía con la Tradición Typhoniana.

… para la BABALON superior
para la BABALON inferior…
“Mi incienso es de maderas y gomas resinosas; y no hay sangre en ello:
Porque mi cabello los Árboles de Eternidad…”
La Diosa Nuit (AL-I.59)

La opinión que parece ser mantenida por determinados sectores es que yo he revelado "un poco demasiado" de los Misterios en mis libros anteriores y que el Velo de Isis ha sido levantado casi hasta una altura indecorosa. Por lo tanto, yo reitero el hecho de que los Misterios, la verdadera Gnosis, son de una naturaleza predominantemente psicosexual. Yo solamente he hecho disponible -quizás por primera vez de una forma clara- el conocimiento que hasta ahora ha estado oculto. De acuerdo con este hecho yo no hago apología por haber aclarado estos Misterios a aquellos que poseen el discernimiento necesario. Que existen los Misterios de la Oscuridad es innegable, pero también existen las claves para su entendimiento. Quizás esto pueda ser reclamado más para el presente libro, que para la trilogía que lo precede, donde ciertas fórmulas operativas fueron retenidas.
Las claves del ocultismo práctico, ya sea misticismo o magia, pueden ser aprehendidas intelectualmente por el estudio de libros pero, es en los planos internos donde su trabajo efectivo puede ser revelado. A menos que los contactos requeridos sobre los planos internos sean establecidos de una manera apropiada ninguna cantidad de lectura descubrirá los "secretos" que son literalmente indescifrables y por lo tanto están verdaderamente ocultos. Las salvaguardas son automáticas y a prueba de locos.
En vista de lo anterior, bien puede preguntarse porqué uno va a arriesgarse a exponer los misterios en un nivel, cuando su completa comprensión sólo es posible en otro que no está generalmente disponible. La respuesta es que existe un gran cuerpo de individuos -un cuerpo que está creciendo más rápidamente que en cualquier otro tiempo de la historia humana- que necesita un indicador, una mera indicación para incrementar su sensitividad a las influencias de los planos internos.
Desarrollar el trabajo de su predecesor es la tarea de un iniciado que represente una Orden mágica particular. En el ejemplo presente esa Orden es la O.T.O. (Ordo Templi Orientis) y la tarea requiere la exposición de la corriente mágica conocida como "93" o Thelema, la cual fue recibida por Aleister Crowley de una fuente extraterrestre, y que él encarnó en "El Libro de la Ley" y otros escritos. (1)
El presente trabajo, por lo tanto, está basado sobre un grimorio extremadamente siniestro, conocido como "LIBER 231", (2), continúa para transmitir la "Corriente 93" tal como fue restablecida por Crowley en el siglo XX.
Es inevitable que durante el proceso de la evolución de una Corriente que ciertos aspectos puedan quedar obsoletos, imprácticos o equivocados, y tengan que ser rechazados en favor de significados más eficientes. Esto se aplica con particular fuerza en la esfera de la iniciación mágica tal corno se desarrolla en órdenes tales corno la O.T.O., acerca de la cual es necesario decir aquí unas pocas palabras. El sistema de iniciación empleado por la O.T.O., de la cual Crowley fue en su día la Cabeza, estaba basado en una estructura masónica. Crowley no alteró esta estructura aunque él revisó los rituales de los grados inferiores de la Orden después de que hubiera sido inculpado por infringir los derechos de la Francmasonería ortodoxa.
Desde aquellos días (c.1945) el sistema completo de Logia y Trabajos rituales han sido abandonados. Eran manifiestamente pesados -debido a su alcance internacional en continua expansión- y llegó a ser impracticable para los miembros, reunirse en un tiempo y lugar determinados para propósitos de trabajo mágico. Pero sobre todo la estructura masónica ya no estaba de acuerdo con la consciencia y actitudes del Nuevo Aeón. En otras palabras, la fórmula masónica está "Fuera de la Verdad" y ya no representa más el Modelo Universal de consecución mística y mágica.
Los sistemas de Masonería del Viejo Aeón, estaban basados sobre el Cuadrado, y fundamentados sobre un concepto de supremacía masculina simbolizado por Osiris, Salomón y otras figuras patriarcales. La nueva O.T.O. está fundamentada sobre el Círculo, la Diosa, la Madre "cuyo hijo es su símbolo". Esto es así, mostrando el renacimiento de una antigua tradición (de hecho la más antigua) carácter en el que está implícita la adoración de la Diosa Primordial, quien no conociendo a Dios fue desechada como atea, y por lo tanto -a través de la misma lógica curiosa- diabólica.(3).
La evolución psíquica, corno otras formas de evolución, se desarrolla de una forma espiral, y el aparente renacimiento del Culto de la Madre y su Hijo es, bajo una profunda investigación, viendo cómo ha progresado, porque el "Niño" no es ya más el Hijo, sino la Hija.
Este avance en los tipos es demasiado abstruso para discutirlo aquí; ha sido explicado en mi Trilogía, desarrollado en el presente libro y mencionado aquí con objeto de refutar ciertas críticas de la nueva O.T.O. que han sido dirigidas contra ella por aquellos que fallan en entender la evolución espiralmente progresiva y la reencarnación de la fórmula mágica.
La O.T.O.", retiene sus once grados, los cuales son ahora considerados como círculos menores sobre el borde del Gran Círculo o rueda que está en proceso de revolución continua. Todos los grados -equidistantes del eje inmóvil- son por lo tanto equivalentes. Ellos suben y bajan rítmicamente, siempre aproximándose o alejándose de uno de los dos horizontes, el lugar del orto y el lugar del ocaso, el lugar del nacimiento (manifestación) y el lugar de la muerte (no-manifestación).
La muerte era la gran ilusión del Aeón anterior, el Aeón de Osiris. Ahora sin embargo, en este Aeón de Horus, que es el Aeón del Niño Eterno, la vida y la muerte son vistas como un fenómeno continuo, o como el Día y la Noche en el proceso de Auto-iluminación.
La doctrina ha sido explicada en detalle en mi Trilogía Tiphoniana. Las semillas de ello existían en los escritos inspirados de Crowley, pero él personalmente parecía incapaz de concebir un sistema de iniciación fuera de la estructura postulada por la francmasonería. Este es el porqué, él perpetuó el sistema antiguo y rígido descrito en EQUINOX Vol.III nº1, el cual fue sostenido después de su muerte por su incuestionable discípulo Karl J. Germer. Fue por tanto dejado al presente escritor, conducir la promoción del nuevo esquema, y esto es lo que él ha estado haciendo durante los veinticinco últimos años.
Las observaciones anteriores han sido sugeridas por las muchas cartas relacionadas con la "Corriente 93" y con la O.T.O. recibidas después de la publicación de mis anteriores libros. Es de esperar que la función de la nueva Orden, nuevamente organizada, pueda ahora finalmente haber sido clarificada. Debo dar especialmente las gracias y reconocimientos a Mr. Michael Bertiaux, Cabeza del Culto de la Culebra Negra, por el material al que me he referido en la introducción de la Parte I, y en otras partes. A Mr. Gary Straw y Mss. Margaret Coock y a los editores del "Cincinaty Journal of Ceremonial Magick" por el permiso para citar partes del "Liber Pennae Praenumbra" y material perteneciente al Culto de Maat; a Mr. Michael Magee por dar soporte al trabajo de la O.T.O. en su revista "Sothis", y a Mr. John Symonds por permitirme usar escritos de Crowley. Finalmente, deseo agradecer a los siguientes artistas, los cuales generosamente han permitido la inclusión de sus dibujos o pinturas: Steffi Grant, Margareth Coock, Janice R. Ayers, Jan Bailey, Michael Bertiaux, Allen Holub, David Smith, y Frederick Seaton.

NOTAS

(1) Ver bibliografía; CROWLEY Aleister.
(2) Primera publicación en Equinox Vol. I nºVII LONDON 1912. El número 231 es la suma de los números de las cartas del Tarot, 0 - 21; es por tanto la extensión del nº 22. Liber 231 (o CCXXXI como es nombrado usualmente) trata de los 22 Atus de Thoth aplicados a los 22 Senderos del Árbol de la Vida y las 22 celdas de los Qliphoth. Crowley trató abiertamente de los Atus (ver Libro de Thoth) pero de las 22 celdas de los Qliphoth y de los túneles de Set debajo de los senderos, él no escribió. Este libro por tanto completa el trabajo que él dejo inacabado.
(3) Hubo en aquel primitivo escenario social, desconocimiento del padre en la tierra, y por tanto, no hubo padre o imagen de "dios" en el cielo, porque los "dioses" son sólo proyecciones psíquicas.