quarta-feira, 31 de janeiro de 2018

Salón Rosacruz


Catálogo del Salón Rosacruz de 1892

Los Salones de la Rosa-Cruz

A finales del siglo XIX, Occidente se maravilla ante los nuevos poderes que le aportan la ciencia y la industria. La ciencia triunfa y el hombre presume de que la modernidad va a traerle la felicidad. Sin embargo, algunas mentes esclarecidas, filósofos, místicos y artistas, se inquietan por las perspectivas que ofrece este progreso. Esta tendencia se afirma especialmente en los Simbolistas, un movimiento artístico que agrupa a artistas de todas las disciplinas. Muchos de ellos expondrán en los Salones de la Rosa-Cruz.

Joséphin Péladan (1858-1918) se pondrá de su lado. Él mismo, plantea el problema en estos términos: “¿Acelera la velocidad material la vida interior, y el hombre con alas, no tendrá el mismo corazón y las mismas penas?”. El Siglo XIX es también el del despertar de los ocultistas, que quieren restaurar la sabiduría del pasado. Joséphin Péladan se sitúa en el centro de los movimientos simbolistas y ocultistas. Como artista, se coloca en la esfera de influencia de los simbolistas, y como ocultista, se presenta como un iniciado de la Rosa-Cruz.

Es a su hermano Adrien (1844-1885), uno de los primeros homeópatas franceses, a quien Joséphin Péladan debe su entrada en una rama de la Rosa-Cruz de Toulouse. A esta Orden pertenecía también el Vizconde Louis-Charles-Edouard de Lapasse (1792-1867), un alquimista de Toulouse presentado como un alumno del Príncipe Balbiani de Palermo, presunto discípulo de Cagliostro.

El Gesto estético de la Rosa-Cruz

En París, Joséphin hace amistad con Stanislas de Guaïta. El encuentro de los dos hombres hace nacer un proyecto: renovar la Orden de la Rosa-Cruz, que entonces estaba a punto de desaparecer. Entonces fundan la Orden Kabbalistica de la Rosa-Cruz (1888). Gracias a la ayuda de Papus (Dr. Gerard Encausse), la Orden conoce un rápido desarrollo. Sin embargo Joséphin Péladan reprocha a sus colaboradores una tendencia demasiado pronunciada hacia el ocultismo y rechaza el aspecto masónico que quieren dar a la Orden. Entonces decide trabajar de manera diferente y crea en mayo de 1891 la Orden de la Rosa-Cruz, del Templo y el Grial, (llamada también Orden de la Rosa-Cruz Católica), cuyo proyecto ya había trazado en su primera novela en 1884. En junio, bajo el nombre de Sâr Mérodack, Péladan se presenta como el Gran Maestro de este movimiento cuyo nacimiento es anunciado por Le Figaro.

La Orden instaurada por Joséphin Péladan es menos una sociedad iniciática que una hermandad que reúne a artistas. Su objetivo es restaurar en todo su esplendor el culto por el ideal, con la Tradición como base y la Belleza como medio.

La actividad esencial de la Orden de la Rosa-Cruz del Templo y el Grial se consagra pues a la organización de exposiciones y veladas dedicadas a las bellas artes. El primer Salón de la Rosa-Cruz, organizado del 10 de marzo al 10 de abril de 1892, es su primer “gesto estético”.

El Simbolismo y el arte ideal

La época en la que los salones rosacruces abren sus puertas está en plena efervescencia artística. Estamos en el centro de lo que en la historia del arte se llama el Simbolismo. Los pintores de este movimiento quieren convertirse en místicos del arte. Se oponen al realismo académico, y bajo su impulso, se celebran muchos salones privados al margen de las manifestaciones oficiales. Los Salones de la Rosa-Cruz estuvieron entre los más prestigiosos de ellos.

Para Péladan, “no hay otra verdad que Dios, no hay otra belleza que Dios”. El arte es la búsqueda de Dios por medio de la belleza. Para él, el arte tiene una misión divina, por eso la obra perfecta no debe solamente satisfacer al intelecto, debe ser un trampolín que eleve el alma. Considerando que el hombre es atraído naturalmente por la belleza, Péladan lo califica “de animal artístico”. Esta búsqueda de la belleza está motivada por la nostalgia de una armonía perdida, que instintivamente el hombre busca en todas las cosas.

En su libro “El Arte idealista y místico”, Joséphin Péladan precisa que el verdadero artista es el que posee la facultad de sentir, por medio de la contemplación, el influjo celestial del verbo creador con el fin de hacer de él una obra de arte.

Erik Satie

El primer salón abre sus puertas el 10 de marzo de 1892, en la galería Durant-Ruel, en la calle Lepelletier de París. Sesenta artistas respondieron al llamamiento hecho por Péladan y el catálogo de la exposición incluye 250 obras. Rémy de Gourmont en su crónica del Mercure de Francia dijo de este salón que es “la gran manifestación artística del año”.

El público acude y la muchedumbre es tan importante, que la policía debe intervenir para regular la circulación. Después del cierre de sus puertas, se contabilizaron más de 22.000 visitantes. El éxito fue considerable y la presencia de artistas extranjeros le dio una repercusión mundial. El salón se inaugura con gran ceremonia, con una música compuesta especialmente por Erik Satie, el compositor oficial de la Orden. Los días son prolongados por las Veladas de la Rosa-Cruz, dedicadas a la música y al teatro.

La héxada estética

Hubo en total seis salones de la Rosa-Cruz. Cada uno de ellos se realizó bajo los auspicios de un dios Caldeo. El último tuvo lugar en 1897, en la prestigiosa galería Georges-Petit. Ante la multitud de solicitudes, se tuvo que organizar una inauguración particular para los 191 críticos de arte y cronistas. Al día siguiente, 15.000 visitantes se acercaron a este templo del arte. Tras la clausura del sexto Salón, el Gran Maestro anunció el paso a estado durmiente de la Orden.“Rindo las armas”, dirá J. Péladan, “la fórmula de arte que he defendido se admite ahora en todas partes; ¿porqué se acordaría uno del guía que ha mostrado el vado, cuando el río ya ha pasado?”.

Entre los 193 artistas que expusieron en los salones, podemos citar a:

L.O. Merzon, más conocido por el público por haber dibujado los famosos billetes de 50 F y de 100 F.
Henri Martin, cuyo deseo de expresión mística le acerca a veces a Gustave Moreau.
Charles Filiger, André Breton poseía algunos de sus lienzos y encontraba en él un acento precursor del Surrealismo.
Jean Delville del que algunas de sus obras están inspiradas en los Grandes Iniciados de E. Schuré.
Émile Bernard, amigo de Toulouse-Lautrec y de Gauguin, se incorporará al grupo de Pont-Aven. Es considerado como uno de los padres del Simbolismo.
Georges de Feure, el más elegante de los simbolistas. Fue igualmente un creador del Art Nouveau (Arte Nuevo).
Eugène Grasset, uno de los más interesantes ilustradores y propagadores del Art Nouveau.
Ferdinand Hodler, cuyo cuadro Hartos de vivir tuvo mucho éxito en el salón rosacruz.
Fernand Khnopff, a quien J. Péladan consideraba como un maestro. Convertido en su amigo, será el primer discípulo belga de J. Péladan y durante el segundo salón, expondrá su famosa tela inspirada en un poema de C. Rossetti, Será igualmente uno de los fundadores del Grupo de los XX.
Carlos Schwabe, después de haberse alejado de J. Péladan ilustró magníficamente El sueño de Zola.
Y muchos otros como: Edgard Maxence, Félicien Rops, George Minne, Alphonse Osbert, Eugène Delacroix, Gaetano Previati, Alexandre Séon, Jan Toorop, Georges Rouault, Antoine Bourdelle.

El apogeo del Simbolismo

Su esfuerzo no fue inútil, como precisa Pierre Jullian, “en general, los simbolistas, a pesar de algunas diferencias de oficio, no se apartaron demasiado de los edictos de Péladan: no hay anécdotas, naturalezas muertas, paisajes pintorescos; pero se renovó enteramente la pintura religiosa”. Curiosamente, en 1898, año en que se organizó el último salón rosacruz, el movimiento simbolista comenzó a declinar.

En Francia, la revista Entretiens Idéalistes, fundada a finales de 1906 por Paul Vulliaud, admirador de Péladan, intentará en 1907 dar continuación a los Salones creando la Exposición de pintores y escultores idealistas. De esta tentativa sin futuro nació la “Confrérie de la Rosace”, fundada en marzo de 1908 por el Hermano Angel, que trabajó con el mismo espíritu que Péladan pero con medios muy modestos.

Joséphin Péladan, escritor

Después de los Salones de la Rosa-Cruz, Joséphin Péladan prosigue sus conferencias sobre arte, en Francia y Europa. Se dedica también a la escritura. El conjunto de su obra no comporta menos de noventa volúmenes que incluyen novelas, obras de teatro, estudios sobre arte o esoterismo.

También es autor de multitud de artículos para revistas artísticas. Tres de sus obras serán galardonadas por la Academia Francesa y en 1917, a falta de un voto, estuvo a punto de suceder a Octave Mirebeau en la Academia Goncourt. Paul Verlaine pensaba que tenía un talento considerable y Anatole France veía en él a un escritor nato. Otros como Alfred Jarry, Paul Valéry, André Breton, Raymond Queneau, Montherlant o Kandinsky apreciaban su obra. Olvidado por el gran público, el Sâr Mérodack Péladan se había vuelto más modesto. Cuando Alexandra David-Néel lo encontró más tarde en el Mercure de France, no se llamaba ya Sâr, sino simplemente Sr. Joséphin Péladan. Continuó su actividad literaria hasta su muerte el 27 de junio de 1918.

Si lo desea puede obtener más información sobre la historia de la Rosa-Cruz a través del libro “Historia y Misterios de los Rosacruces”, escrito por Christian Rebisse.




sexta-feira, 26 de janeiro de 2018

Mutus Liber Comentários de Eugène Canseliet F. C. H. aluno de Fulcanelli

MUTUS LIBER... O livro mudo! Tal é o título surpreendente e breve do tratado de alquimia que se compõe só de imagens, e que apresentamos como curiosidade, se não como um interesse, de todos os iniciados. Eis aqui a explicação que segue imediatamente a estas duas primeiras palavras sobre a prancha inicial, que traduzimos aqui e a qual se mostra bastante promissora dos frutos a recolher:
... no qual, porém, toda a Filosofia hermética inteira é representada em figuras hieroglíficas, que é consagrado a Deus misericordioso, três vezes muito bom e muito grande, e só dedicou os filhos da arte, para o autor cujo nome é Altus.
Não nos foge o duplo sentido cabalístico, isto é, o jogo que o latim permite, entre o dativo plural de solus e o genitivo singular de sol semelhantemente ortografados, e que faz com que possamos entender, tanto dedicado aos filhos da arte e do sol como e só dedicado aos filhos da arte: solisque filiis artis dedicatus.
Não encontramos no trabalho mais do que as poucas palavras das duas páginas, penúltima e última; isto, a décima quinta, que leva o número 14 e, por outro lado, a oração em palavras latinas que repetem com insistência e cujo conselho imperativo parece cômico o bastante, em um livro onde a leitura ordinária não tem ocasião de se exercer:

ORA LEGE LEGE LEGE RELEGE LABORA ET INVENIES
Ora, lê, lê, lê, relê, trabalha e encontrarás

Conselho caridoso, encorajador e preciso que, perseguido com humildade e paciência, dá a chave que se abre o jardim dos filósofos e a escada de acesso ao mundo desconhecido do subconsciente universal. A alquimia dispensa, precisamente, este estado de consciência ou graça real, que se harmoniza, no sábio, com a fecunda dualidade Amor e Conhecimento, geratriz do desejo permanente de melhora.
Advertimos, agora, sobre a última página deste Livro Mudo, a declaração exortadora que se oferece,duas vezes inscrita em bandeirolas, como forma de conclusão; fórmula de despedida que estaria preenchida de uma ironia muito amarga e se revelaria um humor severo, até mesmo, se não afirmasse absolutamente o poder didático, ao mesmo tempo rico e generoso, de um livro que oferece, mais que qualquer outro, a aparência rude da impenetrabilidade:

OCCULATUS ABIS!
Caminhai com vigilância.

Do latim para o francês, é evidente o anagrama de Jacobus Sulat que é o titular do privilégio concedido por de Luis XIV, para a primeira edição "em S. Gemain, o vigésimo terceiro de novembro, o ano da graça de mil seiscentos sessenta seis".

Prancha 1


Esta primeira prancha é também a página de título, da qual o tema principal é o personagem profundamente adormecido, que renova, em este último quarto do século de XVII, o sonho, profético do patriarca Jacob, nos tempos do Gênesis. Beatífico, nosso herói sorri em sua visão interior, semelhante ao filho de Isaac, a cabeça apoiada sobre a pedra da que lhe serve de almofada,e da qual o dativo latino Rupellae (em La Rochelle), situado exatamente abaixo do nó que retém os dois fortes ramos da roseira, lembra adequadamente que não se trata aqui de nenhuma pedra ordinária.
É necessário, oh! convir com isto que, no estado de vigília, apesar de toda a aparência, o homem dorme tão profundamente, que as estridências de todas as trombetas dos anjos do céu não seriam suficientes para lhe despertar a visão exata das coisas da terra. Por outro ponto de vista, no domínio operativo, não é menos certo que o assunto da Arte, nosso mineral eleito, também está imerso na letargia muito próxima à morte, e deve sofrer um violento choque de ondas, do qual nos dão perfeitamente a expressão simbólica o grito, o brado, o som agudo dos instrumentos de metal.

Prancha 2


É evidente que Pierre Dujols tem razão quando nos adverte que esta imagem não se encontra em seu devido lugar. Várias, dentre as seguintes, deveriam precedê-la, até a oitava, com a qual está diretamente relacionada, e à qual precede, então, em sua alegoria da fase intermediária, onde Netuno protege o sol e a lua em sua infância, com a intenção de aproximá-los para a união geratriz do Mercúrio filosófico. É a inelutável lei natural, de que a geração se realiza completamente no seio das águas, em um lugar totalmente fechado e escuro.
Em obstetrícia, não se diz simplesmente "as águas" para designar os líquidos nos quais o feto humano está imerso? Michael Maier não hesita em nos mostrar, sobre seu emblema XXXIV, a copulação do sol e da lua dos sábios na água pura de uma caverna, agregando, com relação ao bebê filosofal, que é concebido nos banhos: in balneis concipitur.

Prancha 3


A terceira gravura nos provê com os detalhes e o complemento do que há pouco vimos. Nesta oportunidade é circular e apresenta seus campos concêntricos sobre a imensidão borbulhante das ondas, uniformemente convertida por Manget em nuvens, entre o sol e a lua, sob a poderosa égide de Júpiter, instalado sobre sua Águia cuja cabeça peculiar parece ser a mesma da Fênix. O soberano dos deuses se assenta no mais alto, no seio do Empíreo, que o médico de Genebra identificou com as sombras Cimérias, no nível dos dois astros que iluminam a terra, cada um seu orbe.
Sobre os dois grandes luminares do céu, sobre suas virtudes inestimáveis, concorrentes à existência sã na terra, Alexander Sethon, denominado Cosmopolita, vitupera a debilidade inconcebível dos homens que, em sua maior parte, passam da desatenção adquirida pelo hábito, para o esquecimento lentamente instalado na sujeição:
Nesta santa e mui verdadeira ciência, encontra-se nas trevas noturnas aquele para o qual não luz o sol; vive na espessa obscuridade aquele para o qual, à noite, a lua não aparece.

Prancha 4


A quarta prancha desvela, positivamente, um dos maiores arcanos da obra física.
A influência cósmica, em um imenso leque de franjas retilíneas, alternando-se, rajadas e entremeadas, e cai, desde o centro do céu, de um ponto que fica situado entre o sol e a lua.
Não há autor que tenha indicado tão sinceramente o agente principal do movimento e das transformações, tanto na superfície como no centro da terra. É, em realidade, a intervenção deste agente cósmico que diferencia a alquimia da química, orgulhosamente empírica e paralela. 
O segredo é mostrado até o ponto importante que Magophon fez um esforço muito grande sem dúvida contra si mesmo para dissimulá-lo quando terminou de escrever estas poucas linhas, porém muito significativas:
Sem o concurso do céu, o trabalho do homem é inútil. Não se enxertam árvores nem se semeia o grão em todas as estações. Cada coisa a seu tempo. A Obra filosofal é chamada de Agricultura Celeste, e não sem razão; um dos maiores autores firmou seus escritos com o nome Agrícola, e outros dois excelentes adeptos são conhecidos sob os nomes de Grande Camponês e o Pequeno Camponês.

Prancha 5


A quinta prancha nos faz adentrar no laboratório, onde nós reconhecemos os nossos dois coletores de orvalho que vertem, agora, a sua provisão do grande prato da cena precedente na cucúrbita. Este rápido encadeamento do trabalho proclama que é preciso empregar, em todo seu frescor, o líquido que, quanto a nós, filtramos imediatamente com minúcia.
Estamos aqui em presença da tão secreta destilação que vemos expressa sem rodeios, pelas diversas manipulações do infatigável trabalho. Elas nos mostrarão quanto com razão, que o destilatório (alambique) foi ainda designado sob o nome de rosário.
A destilação foi detida, então, no momento preciso em que a delicadíssima fração correria o risco por sua vez, de partir para o frasco da recepção. Esta parte é retirada pela esposa da cucúrbita com uma colher, para encerrá-la em um recipiente com gargalo, que mostra então, por sua transparência,quatro partículas de coagulação. Logo passa o frasco para um homem de constituição atlética,despido, erguido e em desequilíbrio, o pé direito apoiado sobre uma pequena elevação. Esta era,para Altus, um modo muito sábio de retratar Vulcano, o qual ninguém ignora que era coxo. Infeliz esposo de Vênus, não é dela, das suas próprias mãos, de quem recebe a garrafa, enquanto aperta contra si um jovem menino inanimado?
Seria um erro acreditar que este homem musculoso atenta, de qualquer forma que seja, contra a vida do menino, dado que concorrerá, muito pelo contrário, para ser devolvida mais tarde. O massacre dos inocentes não se situa neste começo da Grande Obra; o simbolismo poderá parecer cruel em nosso tempo, onde a verdadeira sensibilidade tem dado o lugar ao mais bobo sentimentalismo,enquanto que, por outro lado, nunca se negociou tão barato com a existência humana.

Prancha 6


"A prancha seis é a continuação da quinta", nos afirma Magophon, que, nisso, tem tanta razão quando faz a observação de que "as operações sempre são efetuadas por um homem e por uma mulher, simbolizando as duas naturezas".
Esta é também a nossa opinião, que se encontra confirmada pela particularidade, bastante surpreendente, que o casal, aplicado às manipulações, muda de vestimentas em cada uma delas e parece, também, não ser sempre composto dos mesmos indivíduos. Certamente, se é bem o alquimista e sua fiel companheira, um e a outra, nas suas transformações, sublinham as que sofrem no curso da longa Obra ambos protagonistas minerais.
Ante ao forno complicado, que acharemos novamente em seguida, as tampas desses dois pares de vasos de fundo circular, continuam chamando a nossa atenção. Já era a sua forma de cucúrbitas pequenas sem bico, e é agora esta espécie de levitação, na intenção de suscitar toda reflexão fecunda no interessado. Assim coberto, o recipiente cilíndrico assegura a circulação lenta e fechada da verdadeira coobação, da qual Sulat nos assinala a grande importância.

Prancha 7


A operação que vemos no alto e à esquerda reúne o produto das duas destilações realizadas, com o resultado da confortação imediatamente precedente; esta foi aplicada ao extrato nebuloso já concentrado e animado pelo fogo da lua. A operadora recolocou o vaso, sem dúvida resfriado, sobre o grande prato, que vimos e sem dúvida veremos novamente mais adiante, ao mesmo tempo em que o seu companheiro verte o segundo destilado conservado no grosso frasco de bojo redondo.
Eis aqui o lugar onde diremos algumas palavras acerca da destilação, que os autores têm apresentado como uma das fases mais importantes da Grande Obra. Porém, estas descrições são muito freqüentemente confusas e não parecem se aplicar ao fenômeno físico conhecido por essa palavra. Há, pois, certamente um sentido particular que a Cabala deve nos permitir reconhecer.
O termo francês distiller (destilar) vem do grego e está formado pelo advérbio diz, dis, duas vezes e pelo substantivo stílh, stilé, por pouco que seja, uma quantidade muito pequena.
Já a forma em que os gregos escreviam a palavra çíle, com o episemon, mostraram um valor especial e forçaram a considerá-la atentamente. Realmente, èpishmon, episemon, significava marca distintiva, sinal, o que está assinalado.
O sentido oculto de destilar, de destilação, traduz a operação secreta que consiste em fazer cair muito pouca água na terra em dois intervalos consecutivos. Trata-se, em suma, de embeber, de praticar estes embebimentos ou destilações das que falam os tratados, e isso faz com que a terra, até então estéril, seja saturada, impregnada, amaciada, adubada, sustenta seu gérmen e torna-se fértil.

Prancha 8


Esta oitava prancha é completada, ou melhor, detalhada pela terceira, da qual deveria segui-la imediatamente. Ela reúne as partes principais da alegoria perfeita do Mercúrio que dois anjos apresentam de um modo glorioso. O tema da Obra é deste modo, personificada pelo deus mitológico que cobre com um pétaso alado e singular, e que se encontra erguido, tendo a seus pés dois astros herméticos. Encerrado no ovo filosofal, e sob os raios do astro cósmico, é levado sobrenaturalmente no seio do elemento exterior, que lhe é especialmente familiar. De fato, o vento o levou em seu ventre, - portavit eum ventus in ventre suo -, de acordo com o aforismo freqüentemente retomado pelos autores que expressam, desta forma, o caráter volátil do meio no qual o Mercúrio filosófico é concebido e desenvolvido.
À esquerda e à direita da composição, distribuídos em dois grupos, dez pássaros em vôo convergem sobre o ovo vítreo, dos quais os dois primeiros carregam em seus bicos, na extremidade de um ramo vegetal: um, o sinal do tártaro, o outro o do amoníaco.
Deste modo encontramos novamente o segundo sal cujo espessamento elevou a esta quádrupla potência, assinalada por dois pares de asteriscos e confirmada, por outro lado, pela lua, em sua ligação com Saturno aguçado com ferro, da mesma maneira que podemos rever na figura que precede.

Prancha 9


O leitor sério e atento não se surpreenderá se lhe dissermos que esta nona prancha não está mais em seu lugar do que a quarta, que haveria de precedê-la imediatamente. É fácil entender que esta segunda parte da preparação prévia para a Obra fica situada próxima àquela que assistimos sobre a estampa que porta a cifra número quatro. O precioso líquido agora é submetido à ação do fluido universal, em grandes pratos circulares onde parece cobrir um lodo grosso e preto.
Estas duas frações da fase preliminar da Grande Obra devem ser efetuadas sempre na estação que designam os dois animais de suas imagens, apesar da declaração de Magophon - a propósito da quarta prancha - pronunciada com o tom, um pouco falaz, de uma franqueza benévola.
Que o Carneiro e o Touro correspondem aos dois princípios, Mercúrio e Enxofre, é um fato inegável, o que nos conduz aos dois atores da via seca. Na realidade, estes serão sujeitos mais tarde à ação do agente cósmico que trata, de antemão, de acumular e de reter, e sem a qual a obra do sábio não seria mais que uma sucessão banal de operações relevantes só para a química.

Prancha 10


Um significado importante e concernindo é dado ao vaso da natureza; reaparecem os dois signos nas pranchas VI e VII e que, vertidos de seus respectivos frascos, ocupam agora os dois pratos de uma balança. Este utensílio foi depositado sobre a mesa, da mesma maneira que acontecerá,novamente, na décima terceira imagem. Como nos mostra o seu ástil e a agulha em ângulo oblíquo de trinta ou quarenta cinco graus à frente do gancho de suspensão, não estaria aí a indicação sutil de proporções que iria do simples ao duplo? Em todo caso, a posição que apresentam, de novo e singularmente, estando a balança à espera da pesagem, os pratos são nivelados, na prancha XIV. Há lugar para estarem perplexos, de tal sorte que também se estaria fortemente inclinado para deduzir que os dois ingredientes seriam de pesos semelhantes, ou que a balança ordinária não seria de nenhuma ajuda.
À esquerda, pois, o asterisco do amoníaco e, à direita, a corola do ouro filosófico; evocando esta o enxofre e aquela o sal. Com uma habilidade muito grande a mulher os verte juntos, no mesmo frasco imediatamente marcado com os dois hieroglíficos. O operador que dispõe amplamente do mercúrio, enriquecido sobre a prancha precedente e conservado em um frasco bojudo, o operador,dizíamos, acrescenta este primeiro princípio aos outros dois já misturados, e se aplica, com sua companheira, a estabelecer da melhor forma possível as proporções e os pesos da natureza.

Prancha 11


Primeiramente, esta composição parece muito semelhante à oitava.
Apesar disto Mercúrio ou Hermes, em seu ovo transparente, ergue-se sobre a terra de seu nascimento, que é agora luminosa, como a diáfana substância que constitui, de acordo com Savinien de Cyrano de Bergerac, a superfície ordinariamente inconcebível do sol. É um verdadeiro prazer ler o que o filósofo nos diz com respeito a esta terra sublimada que é o do matraz de Jacob Sulat e das planícies grandes do dia, a que também é semelhante aos flocos de neve ardente.
O deus Mercúrio, em vez do pétaso habitual, nesta oportunidade também, porta uma espécie de boina. Este ornamento, perfurado por dois olhos abertos e flanqueado por asas desdobradas, toma assim o aspecto de uma coruja em vôo.
Eis aqui curiosamente manifestado o conhecimento que simboliza o pássaro noturno, consagrado a Minerva e elevado sobre um vaso no anverso das moedas de Atenas. Ilimitado saber dado pelo Mercúrio dos filósofos que não têm a menor relação com o mercúrio metal ou o mercúrio do comércio. Aquele dos sábios, no grau de exaltação que atingiu aqui, torna-se um verdadeiro e profundíssimo espelho, fonte de reflexão do presente eterno e imutável.

Prancha 12


Semelhante à prancha precedente, que parecia renovar a oitava, a que se apresenta agora, ante nossos olhos, também se assemelha à nona, quase à identidade.
Se o carneiro e o touro, que são vistos nas duas imagens representam, sem dúvida alguma, os dois personagens principais da Grande Obra, quer dizer o mercúrio e o enxofre também simbolizam, e não menos certamente, os dois meses mais ricos da estação primaveril. O movimento das ondas tornou-se considerável, o qual é transmitido ao doce licor e intimamente agitado, ilustrando um modo positivo o primeiro parágrafo da Tábua de Esmeralda:
É verdade, sem engano, certo e muito verdadeiro: O que está embaixo é como o que está encima e o que está encima é como o que está embaixo, para realizar os milagres da Unidade.
As ondas são as águas que Deus separou, ou melhor, sublimou, no começo do Livro do Gênesis e que os antigos alquimistas, em sua criação microcósmica, chamaram de as águas celestes. Porque seria necessário não tomar por nuvens, carregadas de chuva e impelidas pelo vento, a espessa fervura que, sobre a presente estampa, a lua regulariza ainda mais que o sol. A exemplo do Mestre lembramo-nos freqüentemente da condição, sine qua non e exterior, que o senhor des Marez teve,ele mesmo, a intenção de que fosse compreendido e respeitado.
O casal de alquimistas, tendo enchido seu frasco volumoso com o líquido, mais rico ainda após esta segunda exposição, novamente entrega-o ao deus Mercúrio que Magophon, sobre a nona prancha, já viu comparando o mesmo "cozido desta água divina de uma camponesa". O mercúrio filosófico, tal como dizem todos os autores e comprova a experiência, procura avidamente o espírito universal do qual nosso licor está carregado até a saturação, até permitir facilmente sua incrível, e completamente natural, cristalização.

Prancha 13


Notar-se-á sem dúvida, ao examinar esta imagem que é dividida entre a prática e o simbólico, que se parece com a décima; em suma, que se sucedem seis pranchas que, à primeira vista, parecem idênticas. Isto não é exato como já se viu, e desta vez também, revelam-se ao exame variantes muito significativas.
O homem que verte simultaneamente sobre cada um dos pratos da balança não tem mais do que dois asteriscos no frasco da sua mão direita, enquanto que do frasco que sustenta com mão esquerda cai um sol minúsculo, no lugar e posto do flosculus previamente dado.
Os dois pequenos signos radiados que ficam no recipiente, constituem juntos o famoso RE, que são os dois terços do RER, e a metade do RERE inicial.
Embora o recipiente tenha também recebido sua sobre-abundante quantidade do influxo da segunda exposição, ainda está inclinado quase até a horizontal, para ser fechado, não deverá escapar ao observador a dupla singularidade: primeiro, que o símbolo do amoníaco desapareceu, e logo, que a superfície do banho mercurial não tenha mudado, quando deveria ser plana e perpendicular à vertical. Não existem aqui duas indicações particulares, concorrentes a estabelecer que o matraz ordinário dos laboratórios não é mais do que o símbolo do ovo em cuja composição o misterioso sal do amoníaco se encontra absorvido?

Prancha 14


Os três fornos que ocupam o retângulo superior desta penúltima prancha correspondem separadamente a cada um dos três personagens situados diretamente abaixo, a fim de evocar juntas as três partes principais e claramente diferentes da última cocção. Estas duas mulheres, com seu fuso preso na cintura, e este menino que deixou a sua raquete e a bola, com a atenção e o cuidado que dispensam para o bom funcionamento da lâmpada de calefação, expressam como é necessário que o calor seja mantido e bem regulado, no curso desta meticulosa operação. É assim com muita destreza e simultaneamente, vemos arrancar, com as tenazes, a parte queimada do pavio e abastecer de combustível o reservatório.
Em seguida aos dois astros minerais em exaltação, uma apreensão invisível atrai duas cúpulas sobre dois discos de borda fina, que se prolongam em uma manopla com cabo. Em uma escala menor,estes tampos se mostram bastante semelhantes aos recipientes que se percebem nos fornos imediatamente superiores. Derrama-se um magro e espesso filete que cobre a placa da esquerda,mas falha na da direita e resvala para fora. Aqui, a falta que assinala a mulher é grave, dois dedos erguidos em imitação aos chifres do diabo; ali, o sucesso que o homem mostra com o indicador;levando vez ou outra a mão esquerda à boca na pantomima do silêncio.
Este disco, contando com uma empunhadura, surge como o espelho com respeito ao qual os antigos autores se mostraram tão discretos e no qual o alquimista surpreende todos os segredos da Natureza.
A lua maravilhosa é constituída pelo Mercúrio dos sábios elevado ao ponto mais extremo de sua purificação. Este mercúrio solar é visto no interior do frasco, sob o hieróglifo famoso, completado,porém com o ponto central que faz do círculo, o símbolo do ouro e do sol.

Prancha 15


Eis a última figura e a terceira que leva, ainda que laconicamente, o idioma habitual das letras impressas:

OCCULATUS ABIS
Caminhai com vigilância

O sonho se realizou e a escada de comunicação com as esferas reputadas inacessíveis, tendo terminado o seu ofício, é abandonada, encostada no chão. No curso de nosso exame das quatorze gravuras anteriores, foi possível conceber em que consiste a subida e depois a descida, o ascenso e o descenso operativos, entre o céu e a terra por meio da escada da Filosofia. O instrumento simbólico,coberto na gravura pelo casal em oração, não mostra mais que onze degraus, em vez dos doze que os anjos do princípio deixaram aparecer, de acordo com tratado chamado de Escada dos Filósofos.
Os trabalhos de Hercules, ou do alquimista, estão terminados e o herói, um pouco cansado, não obstante seu poder parece à primeira vista estar dormindo na pele do leão terrível de Neméia, tendo próximo a ele sua maça que lhe é inútil doravante.







Mutus Liber Historia Parte 2


Afirma a ancestral sabedoria chinesa que uma imagem vale mais que mil palavras, e essa observação é particularmente correta quando nos referimos as imagens herméticas ou alquímicas que os Sábios deixaram para o deleite e edificação dos amantes de sua Ciência. São chamados “livros mudos”, mas sua mudez é muito distinta da habitual, pois é particularmente eloqüente quando logramos penetrar em seu aparente silêncio.
A Obra Decades Qvator Emblematvm Sacrorvm Ex, ou a Iesv et Rosae Crucis Vera – Os Emblemas Rosacruzes de Daniel Cramer são um dos primeiros tratados rosacrucianos. Este surpreendente “livro mudo” veio à luz em 1617, um ano depois da publicação das “Bodas Alquímicas de Christian Rosenkreutz”. Centrado no simbolismo do coração, os 40 emblemas parecem descrever um processo de purificação e aperfeiçoamento que atravessa a alma ou o homem interior através de 40 passos. Daniel Cramer, pastor protestante, foi um grande conhecedor do conteúdo esotérico das escrituras. A Obra foi dedicada a Felipe II. Ediciones Obelisco (Edição em Espanhol).
Outra obra de importante relevo, e bem dentro da tradição rosacruciana é o conhecido MUTUS LIBER, ou O Livro Mudo da Alquimia.
Reconhecidamente uma das obras mais importantes da tradição alquímica. Composto de 15 pranchas, gravadas por Altus (La Rochelle, 1677), descreve os passos para realização da Grande Obra apenas por imagens. É possivelmente o único livro conhecido, desde o apogeu da civilização egípcia, que se propõe condensar a sabedoria hermética, como prática empírica e caminho espiritual, praticamente sem o uso da palavra.
A publicação em 1614, 1615 e 1616 dos primeiros manifestos rosacruzes (Fama, Confessio e Bodas Alquímicas) deu-se início a uma nova vertente esotérica que procurou definir-se mais auto-conscientemente como tributária de uma visão esotérica do Cristianismo. Dedicaram-se a normatizar e a regular a própria forma das alegorias e dos símbolos alquímicos, retirando a espontaneidade e sua marca intransferivelmente pessoal e solitária, colocando em seu lugar as regras e valores hierárquicos próprio das sociedades secretas que se propõem administrar politicamente a vivência do mundo espiritual. A produção típica desse movimento é o que se costuma chamar de Alquimia Espiritual.
“A alquimia simboliza tudo o que o homem pode aspirar a atingir espiritualmente em seu presente estado. As promessas do ouro, da longevidade e da saúde são todas símbolos da regeneração interior. Remetem à Idade do Ouro da tradição indo-européia, presente tanto nos escritos platônicos quanto na tradição da Índia Antiga. A alquimia é o grande símbolo do caminho iniciático, caminho solitário e penoso, cheio de impasses, mas que é o único caminho a seguir para que possamos voltar à Casa.” Adam McLean
“Não são fábulas. Você o tocará com suas mãos, o verá com seus olhos, o Azôto, o Mercúrio dos filósofos, que sozinho é suficiente para obter a nossa Pedra… A Escuridão aparecerá na face do Abismo; a Noite, Saturno e o Antimônio dos sábios aparecerão; o negrume e a cabeça de corvo dos alquimistas, e todas as cores do mundo, aparecerão na hora da conjunção; e também o arco-íris, e a cauda do pavão. Finalmente, após a matéria passar de cor de cinzas para branca e amarela, você verá a Pedra Filosofal, nosso Rei e Supremo Dominador, sair de seu vítreo sepulcro para montar em sua cama ou trono com seu corpo glorificado… diáfana como cristal; compacta e muito pesada, derrete ao fogo qual resina, e com a fluidez da cera, mais ainda que a do mercúrio vulgar… com a cor do açafrão quando pulverizada, mas vermelha como rubi quando em uma massa integral…” – H. Khunrath, Amphitheatrum

Texto do blog dos Rosacruzes.

Biografia Eugène Canseliet



Eugène Léon Canseliet (Sarcelles, 18 de dezembro de 1899 - Savignies, 17 de abril de 1982) foi um alquimista francês. Nasceu às vinte horas de uma segunda-feira, em 18 de Dezembro de 1899, na cidade de Sarcelles. Era filho de Henri Joseph Canseliet (1862 - 1921) e de Aline Victorine Hubert (1868 - 1935). Visando aprender desenho, vai para Marseille em 1915 e torna-se aluno no Palais des Beaux-Arts Place Carli. Em Marseille conhece Fulcanelli, um alquimista de 76 anos, que residia na rua Dieudé. É nesta época que conhece também o pintor Jean-Julien Hubert Champagne (1877 - 1932).
De 1920 a 1923 foi o director da fábrica de gás de Sarcelles, da Companhia Georgi. Como discípulo de Fulcanelli, teria operado então, pelas suas mãos, uma transmutação alquímica de chumbo em ouro no laboratório do primeiro andar da fábrica, diante de três testemunhas: o pintor Julien Champagne, o químico Gaston Sauvage e o próprio Fulcanelli.
É na fábrica que redige os dois livros de Fulcanelli, seguindo as notas que este lhe entregara. Em outubro de 1925, prefacia o primeiro livro, "O Mistério das Catedrais", publicado em 1926. E, em abril de 1929, prefacia o segundo o livro, "As Mansões Filosofais", publicado em 1930.
Autor de diversos livros de alquimia, entre os quais se destaca Deux Logis Alchimiques, e de diversos artigos publicados em revistas, faleceu em um sábado, 17 de abril de 1982, na cidade de Savignies, e foi enterrado em La Neuville-Vault, numa campa próxima do seu amigo Philéas Lebesgue.


Mutus Liber Historia Parte 1



O Mutus Liber, como o nome diz, é um livro mudo, sem palavras. Editado originalmente por Eugene Canseliet (1958), e tendo seu autor permanecido anônimo, O Livro Mudo da Alquimia é uma das mais relevantes e belas produções da tradição pictórica do hermetismo medieval. O livro consiste de uma série de figuras que ilustram todo o trabalho alquímico.
A importância desta obra legou-lhe diversas edições e até mesmo uma versão em cores. O "Mutus Liber" é um livro composto por 15 gravuras reportando para o método da Grande Obra alquímica. Não é verdade que este livro não tenha palavras pois, logo na primeira página aparecem referências codificadas à bíblia e, na folha 14, existe uma expressão latina conhecida dos alquimistas: "Ora, lege, lege, lege, relege, labora et invenies" ("Reza, lê, lê, lê, relê, trabalha e encontrarás").
O facto por detrás do conceito aceite de que o livro é mudo deve-se no entanto à total incompreensão dos seus sinais por parte dos leigos em alquimia. Na verdade, apenas os entendidos poderiam descortinar as revelações das gravuras.
Note-se que, para além da impressão original datada do século XVII, muito poucas edições mais tardias têm efectivamente valor. Citando um mero exemplo, logo na primeira placa, na edição original, aparece, entre roseiras emaranhadas, um paisagem campestre. Porém, em muitas edições posteriores, a paisagem que aparece foi modificada e observam-se agora cascatas. Este simples pormenor transforma uma cópia mais agradável visualmente numa obra totalmente apócrifa pois, no mundo da alquimia, existem dois caminhos para alcançar o conhecimento. O primeiro é o caminho seco; o segundo é o caminho húmido. Um destes caminhos é mais rápido e perigoso e o outro mais lento porém mais seguro.
Assim deve ser visto o Mutus Liber: uma complexa composição de imagens, relatando por sinais apenas absorvíveis pelos os iniciados na matéria, em que nada está representado por acaso. Assim, para os coleccionadores, apenas as edições mais fiéis têm interesse real.

História

Muitos acreditam que o Mutus Liber foi criado por um certo Altus. Este nome aparece logo na primeira chapa e reporta directamente ao anagrama de Jacob Saulat (ou Jacob Tollé, sieur des Marez), que declarou ter descoberto o manuscrito ao solicitar o privilégio de editá-lo, às suas expensas, recebendo a concordância de Louis XIV em Saint-Germain, a 23 de novembro de 1676. J. Van Lennep acrescenta na sua Alchimie (p. 231) que as armas mostradas na prancha 15 do livro eram as do sieur Saulat des Marez. Bem que esta razão possa parecer coincidência, estes anagramas eram frequentes no mundo da alquimia e do editorismo da época. Frequentemente, para as pessoas não serem perseguidas por Roma nem verem as suas obras adicionadas ao Index, utilizavam homónimos e jogos de palavras para enganar as autoridades. Assim, um anagrama tão flagrante é quase aceite pela generalidade como apontando para o verdadeiro autor do Mutus Liber.

Fonte:BECHTEL, Guy Os grandes livros misteriosos.
































sexta-feira, 19 de janeiro de 2018

Ordem Esotérica de Dagon



Baseado no artigo de Fra. Zebulon, Dunwich Lodge, E.O.D
Dos Arquivos do Círculo Iniciático dos Sete Caos
Tradução de Pássaro da Noite


A Ordem Esotérica de Dagon é uma rede internacional de magistas, artistas e outros visionários que estão explorando os ocultos mistérios inerentes nos escritos de horror e fantasia do escritor da Nova Inglaterra Howard Philips Lovecraft (1890-1937). O ‘Mito de Cthulhu’, como é geralmente conhecido, depende de um número de contos de Lovecraft, mais aqueles de outros escritores que empregaram dispositivos fictícios semelhantes. A premissa básica do ‘Mito de Cthulhu’ é que existe um grupo de entidades trans-dimensionais, conhecidos como os Grandes Antigos os quais, ‘quando as estrelas estão alinhadas’, podem entrar no nosso mundo via portões psíquicos ou físicos.

Os Grandes Antigos representam um conhecimento antigo que precede a civilização humana, e, para a percepção humana são tanto imensamente poderosos quanto alienígenas. Nos contos dos ‘Mitos de Cthulhu’ existe uma rede de conspiração mundial de cultos que adoram os Grandes Antigos e procuram apressar seu retorno à terra. A inspiração de Lovecraft para seus escritos vieram de seus sonhos, e suas cartas (ele manteve uma volumosa correspondência com colegas escritores, mostram que ele tinha um pesadelo cada noite de sua vida. No extrato seguinte de suas cartas, ele descreve um pesadelo sobre Nyarlathotep, um dos Grandes Antigos: “Enquanto eu era sugado para dentro deste abismo, emitia um ghincho retumbante, e a imagem cessou. Eu estava em grande dor, a fronte da cabeça pulsando e os ouvidos tilintando, mas eu tive um único impulso automático – escrever e preservar a atmosfera de terror sem comparação, e antes que percebesse, eu tinha pulado para luz e estava rabiscando desesperadamente... quando totalmente acordado, eu lembrei todos os incidentes, mas havia perdido a esquisita trilha de medo – a sensação da presença do hediondo desconhecido.”

Embora Lovecraft tenha escrito numerosas estórias de horror, ele não tinha crença ou fascinação particular com a ocorrência do fantástico. Enquanto ele veementemente negava a existência dos fenômenos ocultos, seus sonhos davam a ele acesso a uma larga variedade de experiências ocultas e conceitos, que ele não foi capaz de aceitar, e, portanto rotulou os Grandes Antigos como mal, e as práticas de seus cultistas como ‘blafemeas’. Entretanto ocultistas reconhecem o poder das imagens nascidas no sonhos. A capacidade de experimentar sonhos lúcidos que são internamente consistentes e contíguos uns com outros é o elemento primário do xamanismo.

De fato em algumas culturas os xamãs potenciais são reconhecidos pelas características de seus sonhos. O sonho como um portal psíquico para as ‘vibrações’ dos Grandes Antigos entrarem na consciência humana é o conceito que recorre muitas vezes nos contos de Lovecraft. Seus protagonistas algumas vezes assistiam a ‘sabbaths astrais’ nos quais eram iniciados em cultos secretos, assistiam a mistérios de tremer a sanidade e recebiam os benefícios dúbios do Conhecimento Antigo. Tais experiências são comuns entre magistas trabalhando em qualquer sistema, tanto quanto eventos espontâneos e o resultado de sonhos desejados, usando sigilos por exemplo, e experimentação com agentes psico-ativos.

Muitos dos Grandes Antigos aparecem para aqueles que buscam o Conhecimento Antigo através dos sonhos (para aqueles cuja busca no ‘desconhecido’ sintonizam-nos com as transmissões dos Grandes Antigos), e o mais proeminente dos Antigos é Cthulhu, um ser cefalóide alado que vive nos ‘sonhos de morte’ dentro de uma cripta da cidade antiga de R’Lyeh, abaixo do Oceano Pacífico.

A história ‘O Chamado de Cthulhu’ de Lovecraft relata os eventos envolvendo a breve aparência de R’Lyeh, que é precedida por uma onda mundial de insanidade, como certos indivíduos ‘sensitivos’ captaram das transmissões-sonho do grande Cthulhu. Nos ‘Mitos’, ele é o senhor dos sonhos e age como um tipo de intermediário entre a consciência humana e a real natureza alienígena dos Grandes Antigos tais como Azathoth ou Yog-Sothoth.

Sua cidade, R’Lyeh, foi recentemente identificado com Nam-Madol, uma cidade-ruína de pedras consistindo de ilhotas artificiais na ilha Pacífica de ‘Ponape’. Nos Mitos, R’Lyeh é construída ao longo de linhas sobrenaturais de geometria não-euclideana, com estranhos ângulos e perspectivas, nas quais um incauto poderia ser engolido. Toda a cidade é uma série de portais para outras dimensões, e pode ser vista como uma forma dos Túneis de Set de Kenneth Grant.

Ângulos sobrenaturais e matemáticos também foram de interesse de Austin Osman Spare, que percebeu tais coisas em sonhos, mas não pode estabelecê-las em papel. R’Lyeh é o portal psíquico para a camada mais profunda da consciência e sonhos formam a interface pela qual existe este tráfico em mão-dupla de imagens da consciência desperta para a Mente Profunda.

Nas estórias de Lovecraft, muito do Conhecimento Antigo é preservado numa coleção de grimórios, dos quais o mais infame é o Necronomicon (O Livro dos Nomes Mortos), que ao passar dos anos, apareceu em várias formas.

O Necronomicon é reconhecido com o arquétipo dos ‘Livros Astrais’ – chave primária do discurso que são ‘segredados’ no mundo dos sonhos e os quais podem ser ‘aterrados’ em formas fragmentados pelos artistas, magistas e outros visionários. Novamente, isto é uma experiência oculta e recorrente, existindo aí uma grande variedade de trabalhos que tem sido recebido clarividentemente ou canalizados por várias entidades. Dentro da ‘Ordem Esotérica de Dagon’ existe uma ‘Escola de Sonho’, contatada através do sonhar, que consiste em uma variedade de lugares, alguns dos quais são tirados dos contos do Mito de Cthulhu, e nos quais iniciados podem ter acesso a artefatos e livros extraordinários.

Há alguns anos atrás, por exemplo, em um monastério cyclope no topo do ‘Platô de Leng’, me foram mostradas uma série de imagens do Tarot, de detalhes tão intrincados e vívidas cores que apesar de ser quase impossível para mim desenhá-los, é bem fácil para mim recordá-los na mente, mesmo enquanto escrevo este artigo.

O ‘guardião’ das imagens estava muito desejoso em mostra-las, mas como ele cinicamente comentou naquele momento, sabia que eu não seria capaz de traduzi-los do mundo dos sonhos para o mundo físico. O mundo dos Sonhos Lovecraftiano tem sua própria topologia, tendo ligações ambos com lugares terrenos e com lugares que só são acessíveis para sonhadores intrépidos e habilidosos.

Ao explorá-los, é possível conversar com seus habitantes sobre o Conhecimento Ancião, visitar lugares desconhecidos e viajar através do tempo e espaço, usando uma forma de exploração astral que de novo, é primariamente xamânica, aquela da mudança de forma.

Imagens relacionadas a mudança de forma ocorrem do começo ao fim do Mito de Cthulhu, tal como a transição do humano ao ‘Ser Profundo’ – uma raça de batráqueos marinhos que são servos de Cthulhu, relacionado ao deus Dagon., ou a transição de humano em um Ghoul. O conceito mágico relacionado com tais transformações é aquele da Ressurgência Atávica – a revificação de encarnações primevas da consciência humana, das profundezas da mente para o estado da consciência desperta.

Lovecraft mostrou o caminho para acessar estados específicos de consciência os quais relacionam com nossos ancestrais reptilianos e o assim chamado ‘cérebro de dragão’ – o sistema límbico primitivo que é o berço de nossa consciência primal. Outra chave para abrir os segredos do Conhecimento Ancião é a técnica de adivinhação via bola de vidro ou cristal. Tanto a adivinhação na bola de cristal ou vidro que estão sintonizadas para transmitir certas vibrações produzidas nos contos dos Mitos de Cthulhu, muitas vezes em um processo de duas vias. A pessoal que usa estes dispositivos percebem outras dimensões, mas ao mesmo tempo, os habitantes destas dimensões tornam-se cientes, e eventualmente ameaçam o observador. Esta era a única maneira que Lovecraft podia aceitar o processo de tornar-se receptivo às imagens e ‘transmissões’ da mente profunda, como sendo carregadas com ameaça, insanidade e eventualmente morte. Todas as técnicas até agora descritas tendem a ser a dos praticantes solitários, e são introspectivamente orientadas (para dentro do observador). Mas Lovecraft também fez uso extenso dos ‘frienzied rites’, que são, de novo, reminiscentes do xamanismo, Vodu ou até mesmo Bruxaria. Tais feitiços físicos são relacionados com os pontos de poder físico, tipicamente círculos de pedra, prédios especialmente construídos ou estranhas divisas. Eles comumente envolvem sacrifício humano ou animal, procriações incestuosas, e no ‘Dunwich Horror’, um ‘casamento sagrado’ entre a entidade conhecida como Yog-Sothoth e uma cultista fêmea. Lovecraft alude continuamente a natureza ‘degenerada’ dos cultistas de Cthulhu, provavelmente referindo suas atitudes para consecução intelectual e de raça. Mas existe também uma consciência da degeneração das práticas cultistas enquanto a influência dos Grandes Antigos espalha-se no mundo, dada a propagação do materialismo e o decaimento das comunidades ruralistas.

A entidade Nyarlathotep aparece ocasionalmente como o mítico ‘black man’ ou líder dos cultos de reunião sabháticas, sugerindo um avatar humano como base de adoração cultista, usando as gnoses mais físicas como dança flagelação, sexo, canto, tambores, hiper-ventilação e sangramento. Comentaristas modernos sobre a magia dos Mitos de Cthulhu assumiram erroneamente que o Terror é a principal gnose emocional, porque isto era o freqüente sentimento experimentado pelos protagonistas de Lovecraft, inclusive ele mesmo. Embora medo possa ser inicialmente empregado, ele logo atinge um nível ineficaz para gnose.

Todavia, o emprego de feitiçaria física tem levado a uma larga variedade de experimentos pelos iniciados da ‘Ordem Esotérica de Dagon’ em todo o mundo, tais como o uso dos trabalhos terrenos pelo uso da ‘Serpent Mound’ no Vodu Gnóstico, perfeitos pela Loja de ‘Yig’ em Cincinatti (Yig é a deidade serpente nos Mitos). Evocações dos ‘Seres Profundos’ também têm sido feitas em um lago de Wisconsin. Alguns iniciados da ordem estão atualmente interessados no uso de mantras e ‘fala primal’, tanto quanto padrões chave de sons usados como um background para a evocação das entidades dos Mitos. Magistas ocidentais parecem Ter a tendência de tentar e encaixar os Mitos de Cthulhu em sistemas lógicos de correspondência. O executor literário de Lovecraft, August Derleth, também tentou colocar os Antigos em um tipo de estrutura, dando a eles associações elementais e ligando-os a lugares e formas particulares.

Isto pode ser feito apenas em um pequeno alcance, antes de perder-se o ‘sabor’ dos Grandes Antigos, o qual reside em sua natureza altamente mutante.

Lovecraft deixa bem claro que humanos não podem perceber claramente os Grandes Antigos, e as entidades são raramente descritas em termos objetivos ou coerentes. Invés disto, eles são aludidos em sua verdadeira natureza que são ‘primais e não - dimensionais’ – eles mal podem ser percebidos, e ‘espreitam’ eternamente nos limite da consciência. As energias mais poderosas são aqueles que não podem ser nominadas, entendidas ou concebidas claramente. Elas mantêm-se tenuas e intangíveis. Muito parecido com o sentimento de acordar de um pesadelo aterrador, mas incapaz de se lembrar o porquê. Lovecraft entendeu isto muito bem, provavelmente porque muito de seus escritos foram evoluídos de seus sonhos. Os Grandes Antigos ganham seu poder da intangibilidade e indefinição. Uma vez que eles são formalizados em sistemas simbólicos e relacionados com meta-sistemas intelectuais, parte da sua intensidade primal é perdida. William Burroughs coloca desta forma: “Tão cedo quanto você nomeia algo, você remove seu poder... Se você puder olhar a Morte no rosto ela perderá o poder de lhe matar. Quando você pede a Morte por suas credenciais, seu passaporte é indefinido.” – ‘The Place of Dead Roads’. É esta mesma intangibilidade dos Grandes Antigos que dá-lhes seu poder, e permite ao magista mais envergadura para exploração pessoal de suas naturezas. É geralmente concordado que as magias mais ‘poderosas’ são encontradas nos cultos xamânicos primais e sobreviventes. A ‘Ordem Esotérica de Dagon’ é preocupada em reunir o conjunto de técnicas que possam ser vistas como ‘primais’, magia xamânica ‘negra’, como o escopo amplo para desenvolvimento e expansão futura. Ela alude a sobrevivência da sabedoria de base estelar (‘quando as estrelas estiverem certas’), e as raízes que se estendem por todo o mundo; e um conhecimento antigo que permanece enterrado dentro de nossa mentes, ainda que possa ser interceptado, tanto conscientemente, quanto inconscientemente no caso de Lovecraft.


Nota: Este ensaio apareceu originalmente em ‘Starry Wisdom’, uma coleção de ensaios dos membros da ‘Esoteric Order of Dagon’, Pagan News Publications, 1990. Desde então, a E.O. D. tem movimentado novamente para o despertar, e mesmo agora, seus tentáculos podem estar rastejando até você!

quarta-feira, 17 de janeiro de 2018

Gnose Conhecimento Salvador


A palavra grega gnose significa simplesmente "conhecimento". Mas na literatura gnóstica não se trata de modo algum de um saber qualquer. A gnose é um conhecimento dotado de maravilhosos prestígios.

Poucos podem possuir este conhecimento, um entre mil, dois entre dez mil.

Simão, o Mago, começa assim sua grande "Revelação" (Apophasis):

Isto é o que se expressa na Revelação da Voz e do Nome, que provém do Pensamento e do Grande Poder Infinito. Por isso será selado, escondido e conservado na morada onde a raiz do Todo tem seus fundamentos.

A gnose, posse dos iniciados, opõe-se à vulgar pistis (crença) dos simples fiéis. É menos um "conhecimento" propriamente dito que uma revelaçãosesecreta e misteriosa. As seitas gnósticas pretendem possuir livros de origem alógena, ou seja, de origem exterior e superior ao mundo no qual nos debatemos. Tais livros são atribuídos a personagens influentes, verdadeiros enviados celestes. Eis aqui, como exemplo, o que se afirma explicitamente no Livro Sagrado do Grande Espírito, uma das obras usadas na seita dos setianos:

"Este é o livro que escreveu o grande Set (um dos filhos de Adão). Depositou-o nas montanhas elevadas sobre as quais o sol não sai nem poderia sair jamais. Desde os dias dos profetas, dos apóstolos e dos predicadores, nem sequer (seu) nome esteve nem nunca pôde estar nos corações. Ninguém jamais o ouviu. Este livro foi escrito pelo grande Set aos cento e trinta anos, depositou-o na montanha denominada Charax para que fosse manifestado nos últimos tempos e nos últimos instantes".

Todos os gnósticos cristãos pretendem herdar, por vias misteriosas, os ensinamentos secretos dados por Jesus a seus discípulos: Basílides, por exemplo, pretendia receber de Matias as doutrinas esotéricas reveladas a este apóstolo pelo Salvador. Os sectários gnósticos fizeram circular muitos Evangelhos apócrifos: o Evangelho segundo os Egípcios, o Evangelho de Maria. O Apócrifo (no sentido literal da palavra grega: "Livro secreto") de João, etc. Gnose implica transmissão de ensinamentos secretos, de "mistérios" reservados a um pequeno número de "iniciados", à "geração de fé inabalável".

Em que se distingue das outras doutrinas teosóficas ou ocultas? "Chama-se ou pode ser chamada gnosticismo -também gnose- toda doutrina ou atitude religiosa fundada na teoria ou na experiência da obtenção da salvação pelo conhecimento". A gnose traduz sempre uma necessidade individual de salvação, de liberação:

"...a gnose - escreve Puech - é uma experiência ou refere-se a uma eventual experiência interior destinada a converter-se em estado inamissível (latim: inamissibilis, que não pode se perder"), através do qual, no curso de uma iluminação que é regeneração e divinização, o homem se cobra em sua verdade, volta a recordar e adquire outra vez consciência de si mesmo, ou seja, conhece simultaneamente sua natureza e sua origem autênticas. Através desta experiência conhece-se ou reconhece-se em Deus, conhece Deus e aparece ante si mesmo como emanado de Deus e alheio ao mundo, adquirindo assim, com a posse do seu "eu" e da sua verdadeira condição, a explicação do seu destino e a certeza definitiva da sua salvação, ao descobrir-se merecidamente salvo para toda a eternidade.

Teódoto, um discípulo de Valentim, nos diz que possuir a gnose é saber "o que fomos e o que chegamos a ser, onde estávamos, onde fomos arrojados, para onde vamos e de onde nos chega a redenção, qual é o nascimento e qual é a ressurreição".

A gnose responde sempre a uma angústia subjetiva do indivíduo, obcecado pelos grandes enigmas metafísicos. A Pistis Sophia ("Fé e Sabedoria"), a mais célebre das obras gnósticas em língua copta, contém uma longa enumeração dos conhecimentos dos quais se beneficiam as almas eleitas: Por que foram criadas a luz e as trevas, o caos, os tesouros da luz, os ímpios, os bons, as emanações da luz, o pecado, o batismo, a cólera, a blasfêmia, a injúria, o adultério, a pureza, a soberba, o riso, a difamação, a obediência e a humildade, a riqueza, a escravidão, porque existem os répteis, os animais selvagens, o gado, as pedras preciosas, o ouro, a prata, as plantas, as águas, o ocidente e o oriente, as estrelas, etc.. Ou seja, ao revelar-lhe o mistério que cobre sua origem e seu destino, a gnose permite ao homem compreender o significado de todas as coisas.

Um "conhecimento" tal, uma "iluminação" semelhante, convertem seu beneficiário em um ser influente:

Pois o homem é um ser vivente divino, que não deve ser comparado com os demais seres viventes terrestres, e sim com os que habitam acima, no céu, e que se chamam deuses. Ou melhor, se é necessário se atrever a dizer a verdade, é ainda acima destes deuses que se encontra o homem realmente homem, ou existe ao menos uma completa igualdade de poder entre uns e outros.

Efetivamente, nenhum dos deuses celestes abandonará a fronteira do céu nem descerá sobre a terra, mas o homem eleva-se até o próprio céu, o mede e o conhece de um extremo a outro, capta tudo com exatidão e supremo prodígio, sequer tem necessidade de abandonar a terra para estar no céu: tão longe se estende seu poder.

É conhecida a famosa passagem de São Paulo, frequentemente invocada pelo esoterismo cristão:

Conheço um homem em Cristo que há catorze anos foi levado até o terceiro céu (subiu com seu corpo ou sem ele, eu ignoro, só Deus sabe) e sei que este homem foi elevado até o Paraíso e que ouviu palavras inefáveis que estão proibidas de revelar a um homem.

Graças à iluminação da qual foi beneficiário, o gnóstico se serve da própria angústia para alcançar o conhecimento definitivo.

É amarga, efetivamente - nos diz Simão -, a água que encontramos depois do Mar Vermelho (Simão interpreta um versículo do Êxodo): porque ela é o caminho que conduz ao conhecimento da vida, caminho que passa através de dificuldades e amarguras. Mas transformada por Moisés, ou seja, pelo Verbo, esta água amarga converte-se em doce.

A gnose - simbolizada pelo fogo iluminador e gerador - arranca a alma do escolhido do pesado "sono" em que se encontrava submergida: daí o emprego de métodos de adestramento espiritual destinados a engendrar estados especiais de consciência e de supra consciência. No entanto, constitui, uma vez alcançado, um conhecimento total, imediato que o indivíduo possui inteiramente ou que carece absolutamente. É o "conhecimento" em si, absoluto, que abarca o Homem, o Cosmos e a Divindade. E é só através deste conhecimento - e não por meio da fé ou das obras - que o indivíduo pode ser salvo: sejam quais forem os traços característicos do gnosticismo como filosofia religiosa, a gnose se encontra definida por esta posição geral e também pela atitude existencial da qual procede. É por sua condição de experiência vivida que a gnose manifesta sua verdadeira originalidade.

Paradoxalmente, em alguns gnósticos cristãos se adverte o desejo de conhecer a origem do mal: em uma das versões do mito de Sophiao erro desta "sabedoria" consistiu em querer contemplar a Divindade insondável. Outra entidade mítico-metafísica, Horos, "o Limite", dará a Sophia consciência dos limites da sua natureza. Basílides anuncia o advento final da "grande Ignorância" que se apoderará de todos os seres existentes, os quais já não tratarão de conhecer o que lhes acontece: "São imortais todos os seres que permanecem no lugar que lhes corresponde". Mas tal atitude é completamente excepcional no gnosticismo.

O gnóstico salva-se mediante o conhecimento, mas de que deve ser salvo? Esta pergunta nos exige estudar a atitude do gnóstico a respeito do seu corpo, do mundo visível e da existência sensível em geral.

Finalidade da Gnose


O objetivo da Gnose (ou ciência do autoconhecimento revelador) não é algo que se apóia em quimeras insubstanciais ou heresias dogmáticas, como pretenderam entender os servos do dogmatismo religioso de todos os tempos. Muito pelo contrário, a Gnose foi, é e sempre será o SUMMUM DO CONHECIMENTO ETERNO...

O objetivo da Gnose (ou ciência do autoconhecimento revelador) não é algo que se apóia em quimeras insubstanciais ou heresias dogmáticas, como pretenderam entender os servos do dogmatismo religioso de todos os tempos. Muito pelo contrário, a Gnose foi, é e sempre será o SUMMUM DO CONHECIMENTO ETERNO, que permitiu a todas as formas filosóficas, místicas ou religiosas adentrar no terreno das verdades absolutas e, deste modo, oferecer à humanidade um caminho a seguir para chegar ao reino imutável da verdade.

É certo, como bem expôs o V. M. Samael Aun Weor, que a verdade é “o desconhecido de momento em momento e por isso apóia-se na profunda intimidade de cada ser humano”.

“A VERDADE, entendida como tal, não poderia jamais estar presa em um livro ou ser pronunciada em um discurso, cada um deve evocá-la, criá-la e desenvolvê-la”… E, por isso, somente através de um esforço supra-humano, aqueles que perseveram na busca poderão um dia encarná-la e, desta forma, conseguir cristalizar, dentro de si mesmos, o mistério da ENCARNAÇÃO DO SER.

Cristalizar o SER da filosofia secreta não é questão de conceitos ou de pareceres ideológicos. Trata-se, pois, de uma disciplina voluntariamente assumida, praticada de uma maneira incessante até se conseguir, depois de múltiplos esforços físicos, éticos ou espirituais, sentir e vivenciar em nosso continente psicobiológico o tremendo realismo que conforma nosso espírito divino. Para se conseguir algo, é necessário conhecer a metodologia que há de nos levar a tal fim e, tratando de conseguir isso que é a raiz de nossa existência, isso que está além do tempo e da relatividade (com todas suas variantes), é óbvio que necessitamos de um guia sólido capaz de nos garantir o triunfo final como prêmio para nossas inquebrantáveis lutas.

É mais que suficiente dizer que não é nosso objetivo redefinir a Gnose, porque ela, em si mesma, é AUTO-SUFICIENTE, AUTODIDATA E AUTOCOGNOSCITIVA. Daí emerge a idéia de que “a Gnose pertence à intimidade sagrada de cada indivíduo”. Queremos apenas apontar, ante o veredicto solene da consciência pública, os parâmetros que identificam filosoficamente e metafisicamente as posturas que o gnosticismo de todos os tempos sustentou dentro do marco doutrinário.

Muito se diz, hoje em dia, sobre o mundo das seitas ou das pseudo-religiões que constituem hoje um verdadeiro labirinto ideológico. Por todas as partes elevam-se vozes contra muitas doutrinas que, oferecendo um paraíso terreno, só conseguem submergir o homem em um inferno de confusões constantes que termina, invariavelmente, no mais terrível cepticismo e desencanto moral e espiritual.

Alguns sábios filósofos disseram: “a Gnose sempre aparece em momentos cruciais, em que a humanidade se sente despojada de seus princípios divinos e proporciona, então, ao homem, uma nova visão sobre o porquê da sua existência e da própria criação”. A Gnose vive nos fatos e desfalece nas abstrações subjetivas do intelectualismo. A Gnose desvela de forma científica tudo aquilo que está contido nos diversos tratados que emanaram de homens ou mulheres que no mundo conheceram o SER.

O Talmud hebraico, a Bíblia Cristã, o Bhagavad Gita, o Dhammapada, o livro das Mutações, o Alcorão, etc., etc., etc., são todos obras sacratíssimas que foram reveladas pelo SER a esses poucos que ousaram “deixar tudo para encontrar tudo”… Inquestionavelmente, estes poucos souberam interpretar as sagradas doutrinas porque não se deixaram encurralar pelo racionalismo especulativo, fugindo, a todo o momento, das interpretações literais que só produzem fanatismos dolorosos que enlouquecem as massas. Os gnósticos desprezam a letra que mata e buscam o espírito que vivifica. Para compreender as verdades eternas, temos que nos liberar de toda classe de preconceitos sociais, de tradições dogmáticas e de medos de toda natureza para então poder experimentar o cru realismo disso que é divino…

Isto que chamamos no jargão religioso de DEUS (o criador) y el HOMEM (a criação) constituem um binômio indissolúvel que infelizmente se rompeu quando este último esqueceu do primeiro e caiu na adoração de si mesmo e das formas materiais que condicionam seu sonho permanente.

A Gnose sempre nos convidará ao despertar e para isso insiste, de forma reiterativa, sobre a necessidade de ativar todos os mecanismos psíquicos e biológicos dos quais estávamos dotados desde o amanhecer da criação, para um dia abrir nossos olhos e testemunhar a majestade que envolve o Pai de todas as coisas…

Diremos, para terminar esta introdução, que “DEUS NÃO TEM FILHOS PREFERIDOS, MAS SIM FILHOS QUE O PREFEREM”.

O Apocalipse Cristão enfatiza: “Desde os tempos dos profetas, o céu se toma por assalto e só os valentes o tomaram”.