segunda-feira, 24 de abril de 2023

Arnold Krumm-Heller - Astrologia I

Era en la vehemencia de la juventud, cuando nos rebelábamos contra las enseñanzas de la Biblia. Aquellos Capítulos del Génesis, nos movían a indignación, pensando que un Dios todopoderoso hiciera primero la Luz y luego el Sol cuando esto era anticientífico. Hasta los alumnos más pequeños de la Escuela Primaria, sabían que toda Luz proviene del Sol, y que no podía existir la primera sin la presencia del segundo. Entonces poníamos de ignorante al mismo Dios del Génesis, y en el caso más benévolo, aceptábamos toda esta leyenda como un error de traducción. Pero luego, veríamos también, que en los relatos de otras Religiones se hacía la misma mención, como si todas las Religiones se hubiesen puesto de acuerdo en este punto para sostener tan tremendo disparate, y nuestra protesta salía de límite porque no queríamos pasar entre el rebaño de ignorantes, Sin embargo, con el transcurso de los años, pudimos leer la tradición mas hermosa que se ha escrito acerca de la Creación del Mundo. Es la de los Aztecas. Para ellos, existía el Fuego, pero un Fuego muy débil y tenue, casi sin acción. Entonces Tezcalipoca se compadece de los humanos y toma posesión de ese Fuego haciéndolo reaccionar y convirtiéndolo en Sol. Según observamos, para los Mexicanos, también existió primera mente la Luz o Fuego y sólo al posesionarse de ella un Dios, o los Dioses, es cuando el Sol es creado.

¡El Fuego!; pero ¿qué era el Fuego para los primeros hombres cuando lo veían arder en las sombras de la noche? Un compuesto de Luz, y de Humo, porque es esto tan sólo lo que se advierte cuando nos fijamos en ese fenómeno del Fuego. Luego, si nos acercamos, se siente calor. De esto modo podemos afirmar que existe un trío de LUZ, CALOR Y HUMO. Este Humo es parte material. El Calor, tiene condición de Alma o mediadora energía, y la Luz, es la parte espiritual, es decir, Fuego, frío, fosfórico, pero que alumbra y resplandece y está silente en todo cuanto es... El Fuego, era siempre una especie de nexo o de puente entre el mundo material y el espiritual. Él es el que levanta el dedo señalando la creación, al salir de él el mundo material como brote fecundo del Humo y la Luz.

Ahora parecíamos entrever algo del secreto encerrado en el Inri de los Rosa Cruz. Inri: el fuego todo renueva, o luz, la constante, crea, podríamos decir. Si preguntamos a alguien: ¿Veis la Luz? Nos responderían seguidamente en tono afirmativo, pero es cierto, ciertísimo, que no ven la Luz. La Luz nadie la ha visto, excepto los Iniciados, y por eso este hecho de ver la Luz, juega un papel tan importante dentro de la Masonería. Lo que todo el mundo ve, no es la Luz, es el fuego que la produce.

Sucede, sin embargo, que vemos los objetos del mundo físico, mediante la Luz, ahora que , la Luz misma, en sí, nadie la ve. Si miramos al vacío, vacío estaría el espacio que abarcara nuestra mirada y nada podríamos distinguir él si no interponerse algún objeto. La luz nos hace ver las cosas sólidas, líquidas y gaseosas; pero la Luz misma es materialmente invisible. Pertenece al mundo superfísico que es al que nos llevan en la Iniciación. Pero si mirarnos al Sol y nos obstinamos en decir que estamos viendo la Luz, decimos mal. Lo que vemos, es un cuerpo en flama, una substancia ardiente y luminosa de la que sale la Luz. Y queda pendiente la pregunta: ¿Qué es la Luz? ¿De donde proviene?

La primera idea, seria suponer que un Sol Central es el que carga al nuestro, al de nuestro sistema, de ese Fuego Vivo que le es peculiar, y si así se sostuviera serían muchos los adeptos para esta teoría, ya que es bien racional y bien lógica y tantas veces ha -sido sostenida hasta por los mismos Teósofos, Pero … es un error, un completo error. La Luz no proviene de ningún Sol... como nuestros pensamientos no provienen del cerebro material. Es el cerebro un instrumento de la mente, como el Sol es un instrumento de la Luz.

Repetimos: La Luz no proviene de ningún Sol…

La verdad es muy otra, y está muy distante de cualquier hipótesis o teoría y en ella se encierra uno de los Grandes Secretos Iniciáticos, rara vez publicado, porque es muy difícil de comprender y aceptar si no es por aquél que haya recibido la verdadera Iniciación. En esto consiste precisamente la Iniciación, en recibir la Luz, y tan sólo al recibirla, es cuando se le comprende. La Luz, pues, no sale de ningún Planeta, ni brota de ningún cuerpo celeste. Ella es, tan sólo, la emanación de los signos zodiacales, pero pongamos cuidado, no digo, de las constelaciones, que no es lo mismo, aunque haya relación, es algo del ambiente de ellos donde viven ciertos y determinados SERES. Estos Seres, son llamados ELEMENTARIOS, los cuales pueblan todo el espacio. Son los Ángeles Superiores, luminosos y resplandecientes, los vehículos, y son con los que se debe comunicar y nos comunicamos, al verificarse la Iniciación.

Sabemos perfectamente, que esta teoría es uno de los más grandes escollos que presentan nuestras enseñanzas, pues no podemos ofrecer científicamente una prueba clara de nuestro aserto, ofreciendo experimentos materiales, ya que la Luz no es material. Esos Seres, a que nos referimos, pueblan el inmenso espacio interplanetario y de ellos mana la Luz, de la que sólo los humanos vemos sus efectos. Dadas estas afirmaciones, pudiéramos decir también que la tierra no es la tierra, porque ella sería el efecto de los Gnomos, o que el agua no es el agua, porque ella sería la consecuencia de los espíritus del agua. Pero no es así, estos son seres inferiores que moran en esas formas de materia, mientras que los Ángeles o Arcángeles son ya Entidades Superiores que se han convertido en los elementos mismos. Ellos SON los elementos, puesto que ya el YO de ellos, es REALIDAD...

Si entramos en una habitación en plena oscuridad, donde la luz penetre tan sólo por una rendija, vemos esta luz y danzando en ella, millones de partículas de polvo. Pero si la habitación se encuentra totalmente limpia, es decir, exenta de esa polvoreda minúscula, entonces no veríamos la Luz, ya que ella, en el sentido material, es invisible. Sin embargo, vemos la Luz en sus efectos dentro de la Naturaleza, y es porque ésta también se encuentra saturada de polvo. Mientras mas alto es el punto que examinamos en el aire, menos polvo hallamos. En la Ciudad, por ejemplo, hay 1/4 de millón por centímetro cúbico cuadrado. En la Torre Eiffel, sólo 150.000, y en Riga, sólo algo mas de 200 partículas. Subiendo algo más, ya se encuentran en mayores cantidades, pues es polvo que viene de otros cuerpos celestes. La cola de los cometas, no es mas que polvo ardiente. La misma lluvia y el granito, los tenemos en nuestra tierra, gracias al polvo. Suponiendo que el aire es completamente puro, sin partículas de polvo, donde haya podido posarse agua, tendríamos a la Atmósfera llena de humedad y esto nos obligaría a cubrirnos con trajes de goma.

El color azul del cielo, os también debido a la Luz que se refleja en las partículas de agua adheridas al polvo flotante. Mismo el polvo que se forma por combustión de la materia debido a su desgaste, sale de igual manera de los demás Planetas y hasta el Sol, Se podría decir que esos Planetas atrajeran esas partículas de polvo, como sucede con el Sol, por la fuerza de su Luz. Esta es, pues, la Luz material ya que la espiritual es bien distinta.

Hemos levantado la punta del velo de un Gran Secreto Iniciático, pero no lo ponemos a discusión. Hay cosas indiscutibles mientras la mente no pueda formar un juicio exacto sobre su existencia. Sólo lo esbozamos, para que nuestros lectores, mediten sobre ello y así podrán irse acercando a la GRAN LUZ...

También el problema de los invisibles superiores, reside en la Clave de la Astrología, y por este hecho el Astrólogo ha de ser un verdadero Iniciado, para que sepa lo que son, en sí, los signos zodiacales, pues, aunque trabajan con ellos, muchos pseudo-astrólogos, no saben lo que son. Astrólogos iniciados hay pocos. Los demás, que sólo se dedican a la Horoscopia de una manera fría y material, no pasan de ser simples remedos de lo que es tan grande, tan real, tan santo y superior entre los humanos… El verdadero astrólogo ha de saber por experiencia, lo que es la Luz Astral, la que manejamos en nuestras operaciones de Magia, y no sólo hablar de esas cosas por haberlas leído. ¿Y porqué el Hombre ha de aspirar a ver la Luz?, porque el Hombre es un Ángel, porque el Hombre, a pesar de tener envoltura carnal temporalmente, con el Hombre principia la Jerarquía de los Ángeles. Inferior a él, son los Elementales, es decir, los Gnomos del elemento Tierra, los Silfos del aire, las Ondinas del agua, y las Salamandras del Fuego, pero, he aquí que esas cuatro legiones espirituales -aunque sean mas bajas que el Hombre, por cuya razón los Rosa Cruz las dominan- tienen su doble o legiones correspondientes en los planos superiores, entre las Jerarquías Angélicas, así como las Salamandras, que actúan en el fuego, tienen su correspondencia en los Ángeles de la Luz, que son la LUZ MISMA… San Lucas en el Capítulo 11, sobre todo en el Versículo 36, habla de esos cuerpos resplandecientes y de la lumbre que habita dentro de nosotros, Jesús dice: YO SOY LA LUZ DEL MUNDO, porque él también pertenecía a esas Entidades Luminosas que no encarnan ya, aunque él lo hiciera para salvar a la Humanidad, por una excepción.

La Ciencia moderna, mediante sus investigaciones, ha probado ya que la materia en sí, no es más que ondulaciones de luz y llegará el día en que la Filosofía Rosa Cruz, que sostiene que todo es Luz, venza a aquella mala definición Budista y teosófica de que todo sea Maya o Ilusión. Por eso la idea Budista es de pesimismo, mientras que la idea cristiana es francamente optimista.


ASTROLOGÍA

Abrimos hoy esta sección. Reiteradas peticiones de nuestros discípulos para que publicásemos un Curso completo sobre Hermetismo Astrológico o Astrología Hermética, nos han inducido a publicar una serie de artículos sobre esta Ciencia, tan complicada como sacra, en los que daremos a conocer el fondo de religiosidad inmenso que la envuelve. Vamos a explicarnos con toda sinceridad, como sabemos y hemos aprendido en el transcurso de nuestras Iniciaciones y muy grato nos será que cuánto digamos acerca de tema tan trascendente, llegue al lector con toda precisión.

No será un curso para principiantes, sino para todos aquellos que ya tengan nociones generales de Astrología, y que ya conozcan algunos autores, que aunque hayan aprendido mal, con mi curso, tengan ocasión de corregir esos errores.

Cuando un hombre es materialista por temperamento, por inclinación y se aparta de toda obra espiritual, resbalando hacia el campo de lo efímero y superfluo, sin otro aliciente en la vida que el ganarás el pan, podemos decir que el tono de su evolución así lo requiere y que habrá de venir en nuevas y sucesivas etapas a suavizar esas asperezas para entrar en un camino mas limpiamente progresivo. Pero cuando se es francamente espiritualista, cuando se sabe que mas allá de la materia existe un algo, real y positivo, aunque de forma abstracta, cuando se conciben y se palpan Leyes que se escapan a la percepción de quien no ha entrado por el camino del Espíritu, entonces es forzoso vivir con arreglo a este conocimiento para no contraer una grave responsabilidad y no formar Karma, como dicen los Teósofos orientales.

¡Karma! He aquí una palabra de que tanto se ocupan y preocupan los Teósofos, Y llevan razón, pues el Karma, como Ley infaliblemente recíproca se nos imprime al nacer en la frente, con caracteres indelebles y matemáticos y no es posible hallar otro camino para seguir su huella y conocerle, que el de la Astrología. Si la Vida es eso, cancelación de Karma, tributo obligado de un pasado mas o menos remoto, no nos queda otro recurso que irle conociendo para afrontar su empuje y el único Libro que lleva nuestra cuenta, es aquél que - como dice el Profeta- escribe en su Mano con signos de estrellas. No hay otro recurso que acudir, pues, a la Ciencia del Astrólogo, Pero el hombre-tipo mas expuesto humanamente a caer en garras del materialismo y de irse deslizando sin sentir por un camino erizado de supersticiones y de prejuicios, es el Astrólogo, Preguntareis la razón y os diremos, que todo aquel que se ocupa de esta Ciencia y no ha tenido la verdadera preparación religiosa interna que se requiere para tan altos fines, no puede llevar un camino recto, con firme tanto y pie seguro, sin que se enrede en los recodos tortuosos del sendero.

Una vez, en Barcelona - aún lo recordamos - asistimos al Centro Teosófico, a una conferencia sobre Astrología. El orador, bastante ignaro y poco documentado sobre el tema, aconsejaba tenazmente no seguir ese camino que señalaba como una vía segura de Magia Negra. No faltaba del todo la razón al conferenciante. La Astrología es Magia Negra y eficazmente dañina, en manos inexpertas y nunca nos cansaremos de llamar la atención sobre esos Horóscopos, mal comprendidos y peor descifrados, que pueden inducir a cambiar una ruta prescrita por la razón y el criterio más sanos.

Nadie, con la simple Astrología, puede señalar, como lo han hecho algunos, tesoros escondidos, o enterrados y si lo hacen los que se llaman Astrólogos, deben ser descalificados y señalados como charlatanes sin escrúpulos. Es una pena que se preste esta hermosa ciencia, a ser explotada por gente falta de delicadeza, pero Rosa Cruz, los citará con nombres si no se enmiendan.

Astrología, no es Horoscopía. Astrología, es ante todo, Religión, en el sentido rectilíneo de la palabra y según nuestras normas. No es confesión religiosa, es Religión en sí. Es decir, religare, volverse a unir o a ligar con la Causa Primera, con la fuente divina, de la el hombre es una micro-emanación, no tiene mas que un camino, un sólo camino, el de la Astrología Religiosa, cuando queremos valernos de la razón pura y de la mente. Pero no hay que llamarla Magia Negra, desde un punto de vista unilateral, cuando es ella una Ciencia verdaderamente, Y además, Ciencia Sacra, con toda la albura de lo que es santo y es divino. Esto es cuanto queremos y necesitamos probar en la serie de artículos a que nos referirnos. Nos preguntaba un discípulo, ávido de esta Ciencia, cual era el mejor tratado que se había escrito... Una sonrisa paternal se dibujó en nuestros labios y hubimos de responderle que no había mas que uno, único y esencial, del cual todos los demás eran leves remedos y que quien no conocía a fondo el tratado base, no podría ser jamás un buen Astrólogo… Astrología, es la Ciencia del Cielo, Ciencia Divina, y sólo Grandes Iniciados podrían haber escrito ese sublime tratado que, por Ley de Justicia, exigía estar al alcance de todos. En él, habría de ir la Clave Oculta de esta Ciencia, y de él podrían todos aprender. Este trabajo, que pasa por nuestra Biblioteca y resbala por nuestra mesa de trabajo, muchas veces desapercibido, es la Biblia, Dicho lo que antecede, vamos ahora a conducir al Lector a través de la Astrología Sagrada, pero de una manera sencilla, ya que sencillas son las cosas más grandes que el hombre toca.

En el Nombre del Padre + del Hijo + del Espíritu Santo +. Estas 3 frases unidas a las 3 cruces apuntadas, nos vienen desde los Grandes Misterios y si bien el Sacerdote Católico, las hace y repite -de una manera rutinaria, sin llegar a la comprensión de cuanto ellas significan, el Astrólogo, en cambio, no puede dar un paso si no basa toda su actuación en la fuerza y verdadero significado de esta simbología, según iremos explicando.

Tenemos pues, el número 12. Doce son las horas del día y doce las de la noche. Doce son los meses del año y doce son también, los Apóstoles que acompañaron al Nazareno. A todo ello, indudablemente, nos referimos cuando hablamos de las 12 constelaciones zodiacales, o por mejor decir, de los 12 signos del Zodíaco, pues las constelaciones no corresponden, exactamente a cada uno de esos signos. Los Signos son rítmicos, matemáticos, iguales, mientras que las constelaciones son diferentes. Esta es la razón, de que las Casas hayan de ser también matemáticamente iguales, Ahora hemos pasado, en la fecha 22 de Noviembre, al Signo de Sagitario. Hasta el 21 de dicho mes, habíamos estado en Escorpión y el Sol continuaba aún en este último Signo, cuando como astrólogos, ya habíamos tenido necesidad de pasarnos al nuevo Signo. Téngase en cuenta, y es muy importante esta observación: Tenemos 12 Signos Zodiacales, pongámoslos escritos sobre el papel dejando arriba a los Gemelos. Luego, a la derecha, coloquénse Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario Capricornio, Acuario, Piscis, Aries y Tauro. Seguidamente, comencemos nuestro trabajo haciendo las tres cruces en el nombre del Padre del Hijo, y del Espíritu tu Santo. Dos líneas, de Gemelos a Sagitario y de Piscis a Virgo, han de formar la Cruz del lujo. Las de Cáncer a Capricornio y de Aries a Libra, la Cruz del Padre. Y las últimas, de Leo a Acuario y de Tauro a Escorpión, la del Espíritu Santo. Hagamos la primera Cruz, verde la segunda, azul y la tercera roja. Así tendremos la base en estas tres Cruces.

A cada uno de los Signos, corresponde un Planeta en la siguiente forma: Aries, tiene a Marte, pero Piscis, a Júpiter y a Neptuno. Acuario, a Urano y a Saturno. Capricornio, a Saturno. Sagitario, a Júpiter. Escorpión, a Marte. Libra, a Venus. Virgo a Mercurio, Leo al Sol. Cáncer a la Luna. Los Gemelos, a Mercurio y Tauro a Venus. Si preguntamos a los Astrólogos el porqué de esta correspondencia, responderán ciertamente que lo ignoran. . . que así están en todos los libros de Astrología y de este modo lo enseñan los diferentes tratados. Es decir, lo de siempre, algo de rutina y pereza de pensar. Hemos dicho que una de las cruces es la de Acuario a Leo (Urano al Sol) y de Escorpión a Tauro (Marte a Venus) ¿Porqué se encuentra esta Cruz apoyada en Urano, el Planeta mas distante, y porqué tiene un Signo mas Saturno que Urano? Vamos a responderlo, Urano, en griego, es el Cielo, pero es también Principio, Fuente, Origen. Uranos, creó el Cielo y la Tierra, y se unió con esta última (Gea) para que brotara Cronos (el tiempo). ¿Quien nos da el tiempo? El Sol, Por eso lo eterno, lo original, el principio, radica en el Cielo y en las Aguas (Acuario). Así lo dice la Biblia: "Las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios era llevado sobre las Aguas"(Acuario). Luego salimos al Signo de Leo que es el que nos comunica las fuerzas del Cielo. Esta manifestación, se ve en nosotros. Marte está representado por el hombre y Venus por la mujer, es decir, el par de opuestos, dualidad de fuerzas contrarias, potencia masculina y femenina, en oposición. Escorpión, representando la muerte, unido a Tauro que representa la Vida, Origen, causa, principio, espíritu de Dios, el Padre en acción, o sea, el Padre nuestro que estás en los Cielos -(Urano). Lo eterno, lo infinito, lo inconmovible, es el Padre en el Cielo, es Uranos y la primera manifestación que estuvo con él fue el Tiempo (Saturno) que es lo finito, lo temporal, lo que se conmueve. Vénganos tu Reino, es decir, hágase finito lo que es infinito, que es lo que representan unidos Urano y Saturno. Entre ellos, surge la frontera de Cielo y Tierra. Es este el primer paso. Ya iremos quitando velos en artículos sucesivos, de Revista en Revista, y así iremos salvando a esta Ciencia tan sacra, que se llama Astrología, del ambiente de materialismo en que la vemos envuelta. No olvidemos que la base de la Astrología ha de ser la universalidad, la igualdad para todas las criaturas nacidas bajo las mismas circunstancias en nuestro planeta. No es posible que alguien tenga menos ocasiones de desplegar sus facultados por el hecho de haber nacido en un lugar diferente.

Todas las leyes de la Naturaleza han de ser universales, si no tienen aplicación general, no pueden ser leyes de Justicia y entonces se ven los errores de los hombres, que transegas en esas leyes, por ignorancia.

Es bien difícil poder explicar con nuestro lenguaje común, una Ciencia, tan trascendental como la Astrología, sobre todo, en su aspecto esotérico. Es forzoso que nos valgamos de un símil o ejemplo.

Cuando Pickart relató su ascensión a la estratosfera, manifestó que había visto a los Alpes y a las ciudades Suizas como un juguete de niños y a los ríos como minúsculos hilillos plateados. Supongamos ahora que Pickart se hubiera alejado de nosotros con una velocidad miles de veces mayor que la luz y se hubiera aumentado su poder visual a medida que se distanciaba de la Tierra. Al colocarse fuera del Universo, todos los Planetas no habrían sido para él más que puntitos luminosos perdidos en la inmensidad. Ni los Alpes, ni las ciudades, serían ya visibles y todo se habría extinguido ante su vista, no habiendo sido nuestro mundo, para él, otra cosa que una estrella mas entre el conjunto de las demás estrellas. Sin embargo, de entre toda esta inmensidad, se destacaría la figura de un hombre, tal como nosotros, con todas las extremidades, del cual brotaría Luz por su cabeza, su cuello y partes sexuales, etc. Esta Luz que alrededor de este hombre se habría convertido en un Aura al alejarse mas y mas, tomaría la figura de un Círculo. Si aún seguimos con este hombre a través de los Universos y lo colocamos en un punto fuera de todos ellos, aún se hubiera despendido de él otro hombre mas grande y así seguiríamos esforzando nuestra imaginación hasta donde, como un imposible, pudiera tener término el viaje de Pickart.

Si bien nuestros Lectores reconocerán que hayamos hecho una figura imaginativa, ese ser descrito por la persona de Pickart, existe ya. Es el Adam-Kadmon, el hombre arquetipo, el hombre celeste como le llamó la Blavatski, la luz del mundo, como le llaman otros, mientras los Cabalistas lo relacionan con los Sephirotes. El Aura convertida entonces en cinturón o círculo, es el Zodíaco y ese Zodíaco es tan difícil de ser descrito que los Antiguos lo denominaban como Círculo Imaginativo, pero de ese Círculo, cargado con el Hombre Universal, se irradian fuerzas que se concentran en ciertas constelaciones que llevan el mismo nombre, repartidas en todo el firmamento entre las que circulan constantemente los Planetas. Círculo Zodiacal y Planetas, son los Grandes Arquitectos del Universo y fueron y son los constructores de nuestra Tierra. De ellos depende vida y muerte, salud y enfermedad, éxito y fracaso, y su estudio se denomina ASTROLOGÍA. Ahora bien, es tan armónico el ser que hemos descrito, que los puntos luminosos de la Cabeza corresponden a Piscis, están en iguales proporciones, en absoluta armonía, y al surtir sus efectos sobre los hombros, produjeron un Círculo, cuyo centro es el Hombre y del cual parten 12, Secciones que llamamos Casas. Estas Casas tienen que ser iguales, estrictamente iguales, porque sólo de este modo, puede generalizarse con ellas en sus efectos, a fin de que abarque a toda la Humanidad. En la Astrología, que era Ciencia Sagrada y Secreta en los Antiguos Misterios, se sabía que cuando el Sol estaba en todo su apogeo, había de tener mayor fuerza y como esto tenía necesidad de ocurrir al levantarse el cielo, la importancia habría de ser mayor, pues el Sol ascendía y descendía diariamente. Comprendieron entonces, que la parte del ascendente habría de tener también su importancia y con ese nacimiento hicieron la primera Casa. Pero como el Círculo tenía 360 grados, dieron a cada Casa 30 grados, poniendo la primera en el medio, es decir, 15 grados por cualquier lado del Ascendente.Los antiguos astrólogos no veían ni calcularon más que el Cielo.

Pero los humanos lo mecanizaron todo, parece que intencionadamente tergiversaron la Ciencia Real y hoy conocemos Efemérides, es decir Libros cálculos, donde esos cálculos están hechos de antemano, que el Astrólogo Moderno no tiene mas que copiar. Por esta causa, debe exigirse que un Astrólogo sepa trabajar y hacer un Horóscopo como lo hicieron los Antiguos, sin ayuda de Efemérides ni tablas calculadas previamente, aunque tenemos la seguridad -y a ello retamos a los Astrólogos de España- que modernamente nadie es capaz de hacer un Horóscopo sin el auxilio de esas Tablas y Efemérides. Sin embargo, hasta tanto esto no se haga, no puede llamarse nadie verdadero Astrólogo, pues este cometido requiere una clarividencia especial que ponga al hombre en contacto con el Adam-Kadmon.

Puesto que ya no existen verdaderos Astrólogos, sino calculadores de segundo orden, pongámonos en esa esfera, a esa altura, porque de otro modo, no sería posible hacer un estudio como lo estamos haciendo, por medio del cuál tratamos de enseñar. Esto es, en las Efemérides, están señalados la 2,3,10,11 y 12 Casas más el Ascendente y no hay mas que colocar frente a ellas las Casas restantes, sus opuestos, para que tengamos las 12 Casas. En las mismas Efemérides, sale la posición de los Planetas y lo único que es preciso, es conocer algo de Aritmética, colocar a éstos dentro de las Casas, y por consecuencia, entre los signos zodiacales.

Todo esto es bien sencillo y no se necesita alta escuela, por cuya razón, simples obreros, sin otra preparación mas importante, pueden convertirse en Horoscopistas de un momento a otro. Aceptamos que, dado los tratados actuales de Astrología, sólo se pueda hacer un Horóscopo imperfecto, pero cuando se conoce que los Antiguos Astrólogos, los verdaderos Iniciados, tenían Casas iguales y que en un momento de maldad o mala intención encajaron Casas desiguales, los ignorantes de esta Ciencia, observamos que nuestro estudio no nos da buen resultado si no vamos directamente a tomar las normas antiguas. Un ejemplo vamos a poner de cuanto decimos, con casas desiguales. Supongamos a un hombre que haya nacido en Jokmak (Laponia) a 66,3 de latitud y 18,55, de altitud, el 22 de Agosto de 1885, a las 6,30 de la tarde.

Resulta entonces:

1 Casa 20º 16’ de Sagitario

2 Casa 29º 26’ de Tauro

3 Casa 7º 39’ de Géminis

10 Casa 10º 20’ de Sagitario

11 Casa 12º 55’ de Sagitario

12 Casa 14º 10’ de Sagitario


Sabemos que cada Casa tiene su actividad, por ejemplo, la Casa 1 es inherente a la Salud, el Carácter, a la Inteligencia. La 7 con el Matrimonio, Desgracia ó Suerte, Rivales, Etc. Ahora, entre la segunda y la tercera están los Padres, los Hijos, los Amigos, los Especuladores. En la sexta, las Enfermedades, En la octava, la Muerte, las Herencias. En la décima, los Honores, la Protección, etc. Los astrólogos, tienen colocadas todas las circunstancias en estas Casas, Vemos, pues, con este ejemplo, que ese pobre hombre, como todos los que nacen en aquellas regiones, no tienen mas que primera y séptima Casas, pues el medio del cielo se acerca al Ascendente. Eso es elocuente y nos prueba lo disparatado e injusto del Sistema para los Lapones.

Esta prueba, sola, debe convencer al Astrólogo, de que todas las Obras que tenemos escritas en inglés y francés y el 95 por ciento en español, no tienen utilidad y que solamente son aprovechables para una pequeña cantidad, y sólo aquellas que se han publicado en los últimos años en Alemania, sobre Casas iguales y, naturalmente, todos los manuscritos Rosa Cruz, que enseñan la verdadera Astrología. Hemos querido ofrecer a los Astrólogos que nos lean, ese ejemplo a resolver, sin mayores explicaciones, y cuando se den cuenta de su falta de conocimientos, si quieren ser buenos Astrólogos, y no solo horoscopistas malos,que sigan nuestros pasos....