segunda-feira, 24 de abril de 2023

J. M. RAGÓN - GRADOS MASÓNICOS

PRIMERA PARTE

INSTRUCCIÓN PRELIMINAR

GRADOS MASÓNICOS

PRIMERA SERIE


La Masonería, conocida con el nombre de rito francés o rito moderno, consta en Francia de siete grados divididos en dos series.

La primera serie, denominada Masonería simbólica1, o Masonería azul a causa del color del cordón de Maestro, se compone, como en toda Francmasonería, de tres grados :


Aprendiz.

Compañero.

Maestro.


Estos grados son de incumbencia de las Logias.

Las Logias constituidas en Francia pertenecen al rito francés o al escocés, que difiere algo del primero y, a veces, a los dos. Cuando digamos Logia nos referimos siempre a la antigua y verdadera Masonería, compuesta de los tres primeros grados, cuyo uso es general en Francia y el extranjero, sin los cuales no puede existir Francmasonería2. Durante mucho tiempo, han sido y serán toda la Masonería, es decir, un pacto de unión entre todos los hombres, una fraternidad universal en que se admite a los masones y a los extranjeros con tal de que sean masones o sean dignos de llegar a serlo.

(1) El epíteto simbólico, impuesto exclusivamente a los tres primeros grados por los inventores de los altos grados y empleado irreflexivamente por sus sucesores, debería significar que su alta Masonería no tiene símbolos. Pero entonces, ¿qué nombre daríamos a los velos que cubren los misterios de sus grados? Esta denominación, en la que se sobreentiende la verdadera Masonería, es, pues, ingenua, en una crítica de los altos grados, porque, cuando no se trata de la Masonería simbólica, es que se trata de la Masonería material de los arquitectos mundanales.

Puesto que se tiende a que haya varias Masonerías, es menos ilógico distinguirlas por el color de sus cordones.

En los jeroglíficos o pinturas simbólicas se designa ordinariamente el aprendizaje por medio del color azul, el grado de compañero, por el color amarillo, y el de Maestro, por el negro (el de la primera cámara).

(2) Cuando la iniciación, en presencia de un culto ostensible, nacido de ella, tuvo necesidad de recurrir a un nuevo velo para perpetuar la pureza de su dogma, los iniciados supusieron la edificación de un templo alegórico y espiritual como objeto de asociación. Entonces modificaron sus denominaciones •. Los útiles de la mayoría de los términos de los albañiles (masones) se convirtieron, naturalmente, en símbolos y en lenguaje de los iniciados, que tomaron, más tarde, en Inglaterra el título de freemason y freemasonry, albañil libre, albañilería libre, y en Francia el de Franc-Maçon y Franche-Maçonnerie.

Dícese que fue a partir del siglo dieciséis cuando la iniciación antigua, que iba perdiendo poco a poco su nombre e insignias, tomó el de Francmasonería, y que las insignias modernas nacieron bajo este nuevo velo. Sabido es que los misterios de Eleusis sobrevivieron a todos los demás; todavía brillaban con gran esplendor cuando habían desaparecido ya los cultos secretos de las divinidades de los Dáctilos, de los Curetes, de los sacerdotes de Adonis, de los Cabires, y hasta los de Egipto. Fueron suprimidos por el despiadado Teodosio, el verdugo de los tesalonicenses, a quienes mandó asesinar; pero no desaparecieron hasta el año 396 de nuestra era. Pronto sólo pudieron ser propagados por medio de la tradición y envueltos en el sello de un gran secreto.