sábado, 7 de outubro de 2023

Lección XVI Fenómenos Psíquicos

Por cuestión de conveniencia al considerar las varias fases del fenómeno de Fuerzas Ocultas operativas en el Cosmos, hemos dividido las mismas en tres clases generales, como sigue: (1) Fenómeno Psíquico, que consiste en la manifestación de las fases generalmente conocidas como Clarividencia, Clariaudiencia, Psicometría, Telepatía, etc., cuya característica distintiva es el “conocer” de eventos en forma diferente que a través de los sentidos ordinarios; (2) Mentalismo, que consiste en las manifestaciones de Influencia Mental, Poder de la Mente, Fuerza del Pensamiento, Magia Mental, etc., cuya característica distintiva es el ejercer la influencia de una mente sobre otras mentes; (3) Invocación y Evocación que consiste en el “llamado” a seres sobrenaturales, o el “convocar” a entidades desincorporadas; elementales; entidades de pensamiento vitalizadas, etc., del Plano astral. Estas manifestaciones, y la fuerza que las produce han sido llamadas “Ocultas” debido al hecho de que ellas pertenecen a las fases menos entendidas de las fuerzas y fenómenos naturales. La palabra “Oculto” significa: “secreto o escondido de los ojos o entendimiento; no visto o entendido; misterioso, invisible, desconocido, no detectado, etc.” Para muchas personas, Ocultismo es considerado como concerniente con fuerzas, cosas, y manifestaciones sobrenaturales. Esto es erróneo, porque no hay nada sobre-natural-nada fuera o sobre la naturaleza, de lo que nunca hayamos tenido conocimiento alguno. Cada cosa en el Cosmos es natural, y bajo leyes naturales. La Ley es lo único sobre-natural que hay o puede haber-y podemos saberlo solamente como estando en actual existencia; no podemos saber nada de su naturaleza interna, porque no es una “cosa” con atributos, cualidades o limitaciones, como entendemos esos términos. Todo en el Cosmos es natural-lo desconocido también como lo comúnmente conocido. Por tanto, cuando decimos “oculto” queremos decir meramente alguna cosa natural, fuerza, o manifestación, no conocida comúnmente o reconocida por los hombres. Cuando una cosa, fuerza, o manifestación resulta comúnmente conocida, cesa de ser considerada como “oculta”. La electricidad fue una vez considerada como una fuerza “oculta”-pero hoy día es comúnmente conocida y empleada, aunque su naturaleza real es aun un misterio. Al ocultista entrenado y adelantado las así llamadas Fuerzas Ocultas son tan familiares y naturales como son las manifestaciones de fuerza común al conocimiento de la raza. Las Fuerzas Ocultas son simplemente fuerzas más finas de la naturaleza, que no son reconocidas, conocidas o entendidas por la persona promedio de la raza, hoy día. 

Queremos que esto sea plenamente entendido. No hay fuerzas sobrenaturales, cosas, o manifestaciones-todas son naturales, y bajo leyes naturales. Procedamos ahora a una consideración de la clase de fenómenos ocultos que hemos agrupado bajo el subtítulo, “Fenómenos Psíquicos”, y que son por separado conocidos como Clarividencia, Clariaudiencia, Psicometría, Telepatía, etc., cuya característica distintiva es “saber” de eventos a través de canales diferentes a los sentidos ordinarios. Estas varias fases no son sino modificaciones de un fenómeno general-Percepción Astral.

La mayoría de los escritores modernos sobre el tema de Fenómenos Psíquicos ponen gran tensión sobre las “vibraciones, ondas, corrientes, etc.”, por las que impresiones psíquicas son transmitidas de una mente a otra, o por las que uno “percibe” ocurrencias en puntos del espacio alejados. No tenemos objeciones a estos términos, porque ellos representan las mejores palabras disponibles para describir los detalles actuales de la manifestaciónpero estas palabras deben ser usadas comprensiblemente. La idea, tan comúnmente avanzada, de que estas “vibraciones” o “ondas” o “corrientes” no son sino formas de vibraciones etéreas similares en naturaleza a las ondas de luz, calor, electricidad, magnetismo material, etc., es erróneo, y da un matiz materialista a fenómenos que son de un plano mucho más alto que aquel de fuerzas y substancias materiales. 

Mientras hay una semejanza general entre todos los planos del Cosmos Manifiesto, debido a la Ley de Analogía que causa “correspondencias” en todos los planos-“como encima, sea debajo”-y “de uno conoce a todos”-aun las vibraciones, ondas y corrientes de interés en Fenómenos Psíquicos y Mentalismo pertenecen a un plano enteramente diferente de aquel de esos de interés en la manifestación de luz, calor, electricidad, etc., que pertenecen a planos inferiores. 

En las lecciones precedentes, le hemos mostrado que hay tres Principios manifestándose y activos en el Cosmos, a saber, Substancia, Movimiento, y Consciencia. En cada uno de esos tres Principios, hay manifiestas correspondencias que podemos llamar “vibraciones”, “ondas”, “corrientes”, etc. En el plano de Substancia, tenemos vibraciones y ondas de materia, que resultan en las varias formas, figuras, y acciones de objetos materiales. Esto es causado por el Principio de Movimiento actuando sobre el Principio de Substancia. 

Mucho de lo que llamamos energía o fuerza no es sino la apariencia de grados refinados de Substancia energizada por Movimiento. Electricidad, por ejemplo, no es sino una forma refinada de Substancia, así energizada. El Éter, mismo, no es sino una refinada forma de substancia, casi tendiente a Energía Pura, pero sin pasar sobre la línea que divide Energía de Substancia. Hay también vibraciones y ondas de Movimiento Puro, que pueden ser considerados, mentalmente, como independientes de Substancia, aunque nunca podemos conocerlas como tal. Hay un plano de Movimiento Puro, que es impensable excepto para mentes que han sido entrenadas para captar el asunto. E, igualmente, hay vibraciones, ondas, y corrientes en el Principio de Consciencia, producidos por la acción de Movimiento sobre ese Principio. Y es a este plano al que las “vibraciones, ondas y corrientes” relacionadas con Fenómenos Psíquicos propiamente pertenecen. Ellas no son “ondas en el Éter”, porque el Éter está en el plano material. Ellas son “ondas, en el Principio de Mente” mismo, que es totalmente otra cosa. 

Sin intención de dirigirle a una amplia discusión de los detalles científicos del asunto, llamaríamos su atención a este hecho que serviría para darle una imagen mental sencilla del fenómeno-un resumen general de una figura en la que Ud puede completar detalles a medida que proceda en el estudio y trabajo experimental a lo largo de estas líneas. Este enunciado general es como sigue: Se sabe que el Cosmos es prácticamente un gran Cerebro-Mundo, en el que los Pensamientos se convierten en Cosas, tomando Forma Substancial. Con un Cosmos mental en naturaleza-consistiendo en realidad de nada más que Una Mente Universal en la que todas las cosas particulares no son sino Centros de Consciencia-no puede Ud ver que debe haber una Circulación de Consciencia, o Corriente de Pensamiento, así como hay una circulación de agua en y por las corrientes del océano; o como hay una circulación aire por razón de las corrientes en eso; o como hay una circulación de electricidad, luz, y toda otra forma de lo que llamamos energía. Consciencia es un Principio, así como es Substancia o Movimiento, y lo que es verdad de un Principio es verdad de los otros dos, de acuerdo a la Ley de Analogía. Por tanto, hay Vibraciones, Ondas, y Corrientes de Consciencia, así tan ciertamente como hay manifestaciones correspondientes en el plano material. Y se pueden usar estos términos, muy apropiadamente-siempre evitando el error de confundirlos con las correspondencias materiales.

En Clarividencia, Clariaudiencia, Psicometría, y Telepatía, tenemos varias formas de manifestación de la existencia de estas Ondas y Corrientes Mentales, por lo que así las llamaremos para evitar la necesidad de términos más largos. Pero ¿Cómo recibe y registra la mente de la persona las impresiones recibidas a través de estas corrientes Mentales? Se conoce como un hecho que ninguna mente puede recibir impresiones sin la agencia y medio de alguna forma de órgano material, aunque ese órgano material puede ser extremadamente sutil y refinado. Y esta regla se mantiene verdadera en el caso de los fenómenos que estamos ahora considerando. Y tales órganos existen, y son llamados los Órganos de Sentido Astral. En las lecciones que tratan sobre el Plano Astral, Ud ha sido informado de la existencia del Cuerpo Astral, la sutil contraparte del Cuerpo Físico. Este Cuerpo Astral está dotado con contrapartes de los sentidos físicos, los que puede usar en percibir los objetos e impresiones del Plano Astral. De esta manera el Sentido Astral resulta posible. La persona promedio no ha usado estos Sentidos Astrales suficientemente bien para desarrollarlos para uso activo, pero este desarrollo es posible para aquellos quienes tengan suficiente interés y paciencia para emprender la tarea. Pero aquí y allá se encuentran personas cuyos Sentidos Astrales manifiestan su existencia en un grado no conocido a la persona promedio. Estas personas resultan muy sensibles a las impresiones del Plano Astral, y aunque, como una regla, están desentrenadas y no comprenden la naturaleza del fenómeno, aun aportan pruebas concluyentes de la existencia de las facultades en cuestión. No intentaremos “probar” la existencia de Fenómenos Psíquicos en estas lecciones. No tenemos el espacio a nuestra disposición, ni está dentro del alcance de este trabajo en particular. Evidencia de tal naturaleza como para convencer cualquier persona desprejuiciada se puede encontrar en muchos libros sobre el tema, notablemente los reportes de la Sociedad Inglesa para la Investigación Psíquica. Además muchas personas han experimentado estos hechos en sus propias vidas.

Consideremos primero el fenómeno generalmente llamado “Clarividencia”, que es definido como: “Una facultad o poder por el que el clarividente es capaz de ver mentalmente cosas ocultas a la vista; para ver y describir cosas que suceden a cierta distancia”. Con la excepción de casos en los que las personas en efecto viajan en su Cuerpo Astral a escenarios distantes, y allí atestigua con sus Sentidos Astrales los eventos que realmente ocurren allí, toda Clarividencia proviene de una causa general, y en la misma forma general. Supongamos que un evento ocurra en un lugar distante. En la manifestación de ese evento, ocurre una constante, regular y continua serie de estados conscientes por parte de todas las cosas relacionadas a eso. No solamente por parte de todas las cosas vivientes hay consciencia manifestada, sino que hay una consciencia manifestada por todas las cosas inanimadas presentes en el escenario,-cosas inorgánicas también como orgánicas, en la forma usual de estos términos. Como hemos dicho en la página 24 (Lección IV): “Aquellos que han estudiado a lo largo de líneas ocultas se han puesto al tanto de la existencia de mente y consciencia en los así llamados objetos inanimados-los minerales, metales, etc., y aun en los átomos-y finalmente en el Éter. Todo en el cosmos Manifiesto tiene algún grado de Consciencia”. Siendo esto así, se deduce que tal Consciencia debe seguir la ley natural, y transmitir ondas o corrientes-ondas y corrientes de Consciencia-las que viajan y circulan en el Plano Astral donde ellas pueden ser percibidas por aquellos órganos astrales en sintonía para recibirlos. Así como los Marconigramas pueden ser recibidos solamente por instrumentos afinados al propio grado de receptividad, así pueden estas corrientes ser recibidas solamente por aquellos quienes estén a tono con ellos. Uno cuyos Sentidos Astrales sean suficientemente sensibles, y entonados, puede recibir y registrar estas corrientes, así como el ojo físico registra las ondas de luz del éter, o el oído las ondas de sonido del aire. No hay necesariamente una proyección del Cuerpo Astral a la escena del suceso-los Sentidos Astrales pueden registrar las impresiones recibidas de las corrientes de Consciencia. A aquellos quienes pueden dudar la racionalidad de percibir cosas y eventos sobre miles de kilómetros, diríamos que eso es simplemente una correspondencia Astral al fenómeno Físico de Vista, por medio de la cual se reciben impresiones desde estrellas distantes, sobre billones de kilómetros-sobre distancias tan vastas que se requieren siglos para que las ondas de luz viajen. Y, recuerde esto-el ojo físico nunca en realidad ve los objetos externos mismos, sino meramente ve los efectos producidos sobre los nervios por las ondas de luz. Ni una persona deja de ver el objeto de afuera, sino que también deja de ver aun las ondas de Luz mismas-meramente ve ciertas vibraciones de substancia Nerviosa que ocurren en el cerebro por la acción de las vibraciones de luz. Y esto es en todo sentido no menos maravilloso que el fenómeno de Sensación Astral que acabamos de describirmeramente un poco más común y familiar, eso es todo. Si tuviéramos tan completo y común desarrollo de los Sentidos Astrales como tenemos de los físicos, no consideraríamos más extraordinario ver eventos que ocurran en India, que presenciar los cambios en el planeta Marte. Uno es tan natural como el otro. Clariaudiencia no es sino otra fase de Sensación Astral, por la que los Sentidos Astrales reciben la impresión de sonidos, en lugar de vistas. El principio envuelto es el mismo.

Hasta ahora hemos hablado solamente de Clarividencia en su fase de percibir objetos distantes. Hay otras fases, a cuya consideración pasaríamos ahora. Pero antes de dejar esta fase, deseamos ponernos directamente en cuenta en relación a la naturaleza de la mayoría de casos de genuina Clarividencia. A pesar de las opiniones de muchas autoridades capaces, creemos que la manifestación de la forma anterior de Clarividencia Distante es muy rara y poco común. Creemos que pocas personas en algún momento experimenten esto, aun espontáneamente. Creemos que la mayoría de casos registrados de Clarividencia Distante son instancias o de Telepatía de un alto orden, o si no de real Proyección Astral, la que creemos que es mucho más común de lo que usualmente se cree. Creemos que un gran número de casos de Clarividencia se deben a la proyección inconsciente del Cuerpo Astral al lugar distante, aun si acaso por un momento, porque el tiempo es prácticamente aniquilado en la Proyección astral. La Clarividencia de Eventos Pasados, es explicado por las Enseñanzas Arcanas como resultado del hecho de que en el Cerebro Cósmico los eventos dejan sus registros e impresiones, así como los eventos de la experiencia de un hombre deja registros e impresiones en su cerebro. Estos impresiones registradas constituyen la Memoria subconsciente, en el caso de ambos, el cerebro del hombre y el Cerebro Cósmico-“de uno conoce a todos”-“como encima, sea debajo”. 

En el Plano Astral están preservados los registros del Cosmos-la Memoria Cósmica Subconsciente, de hacho. Cada cosa, acción, pensamiento, hecho, o actividad de cualquier clase, grado o descripción, que haya sido manifestado desde la Aurora del Día Cósmico, están registradas en la gran Memoria Subconsciente del Cosmos que no olvida. Todos los ocultistas saben esto, y han llamado a este Registro de Memoria Subconsciente por diferentes nombres. Algunas mentes, peculiarmente a tono, ocasionalmente entran en relaciones conscientes con esta Memoria Cósmica Subconsciente, y son capaces de registrar, generalmente más o menos imperfectamente, lo que ellas perciben allí. Esto puede hacerse, o a través de percepción psíquica de corrientes mentales que surgen de estos estados de Memoria Subconsciente, o si no por real contacto con ellas en el Cuerpo Astral. Pero, el fenómeno es bien menos común de lo que es generalmente supuesto, y muchos casos son explicables sobre la hipótesis de Telepatía-o sea que las impresiones son impresiones de pensamiento, o emanando de la mente de alguna persona que ahora vive en el físico, o si no algunas corriente de pensamiento persistentes que han mantenido sus coherentes propiedades sobre largos periodos de tiempo. Clarividencia del Futuro es un nombre no apropiado. Ello implica la existencia actual en algún lugar de una precognición o Previsión del Futuro-lo que no existe. Si tal existiera, entonces Fatalidad o Predestinación sería verdad. La Mente Cósmica no conoce antes la manifestación-porque el conocer causa la manifestación. Pero el fenómeno que se conoce por el nombre de Clarividencia del futuro, existe, aunque las teorías en relación a ella son erróneas. Es verdad que ocasionalmente individuos parecen capaces de predecir con más o menos seguridad, los eventos que después resultan verdaderos al menos parcialmente. 

El secreto consiste en el hecho de que las Leyes de Tendencia Ordenada y Secuencia estando operativas, deben siempre estar en existencia las “sombras lanzadas por los eventos que se aproximan”-esto es causas activas operando en la dirección de producir ciertos efectos. Entre estas causas activas, Deseos y Figuras Mentales en las mentes de seres humanos vivientes juegan una importante parte.

El Clarividente que percibe las evidencias de estas causas activas en el Astral es a menudo capaz de hacer muy buenas suposiciones o conjeturas intuitivas de los eventos que seguirán. Así como uno puede predecir algo que sucederá mañana, de algo que esté sucediendo hoy. Pero no hay certeza sobre la predicción, en ninguno de los casos. Porque debe haber, y generalmente hay, otras causas que jugarán su parte al tiempo de acción, y así frustrar la predicción entera. Clarividencia del futuro percibe probables efectos de causas existentes-pero no más. El futuro no está en existencia en la mente de cualquier ser-ni aun en la Mente del Cosmos. No cometa equivocaciones sobre esto. Aun la Astrología puede indicar solamente “probabilidades” del futuro. 

Psicometría, o la recepción de impresiones de objetos inanimados, por los que uno entra en intimidad (o conexión psíquica) con el ambiente previo del objeto-aprendiendo así su previa historia, datos particulares de su ambiente, etc., se explica por el hecho de que en la consciencia del objeto (porque todos los objetos poseen un grado de consciencia) está preservada una memoria de su pasado ambiente, historia, etc., que puede ser leída por la mente en sintonía con las impresiones. No sólo esto, sino que el objeto está aunastralmente conectado por filamentos psíquicos con su previo ambiente, y el Clarividente puede así entrar en intimidad con el último y sus recuerdos almacenados. El objeto da al Clarividente “el cabo suelto” del ovillo psíquico de memoria y asociación, el que él entonces desenreda.