quarta-feira, 26 de abril de 2023

Christian Rebisse - Linaje Martinista

Linaje Martinista 

Louis Claude de Saint-Martin falleció el 13 de octubre de 1803. Había iniciado a Jean Antoine Chaptal, un químico a quien debemos el descubrimiento de algunos procedimientos para la fabricación del alumbre y de la tintura del algodón, así como el procedimiento de vinificación que lleva el nombre de "Chaptalización". Chaptal tuvo varios hijos, de los cuales una hija por su matrimonio se convirtió en la Sra. Delaage. Esta última tuvo un hijo, Henri Delaage, autor de numerosos libros sobre la historia de la iniciación antigua. H. Delaage fue iniciado por alguien cuyo nombre no nos es conocido, probablemente su padre o su madre, pues cuando su abuelo (Chaptal) murió, el joven Henri Delaage solo tenía 7 años y era demasiado joven para recibir esta iniciación. Henri Delaage transmitió esta iniciación a Gérard Encausse, en 1882. 

Hacia mediados de 1803 Louis Claude de Saint-Martin estuvo alojado en casa de su amigo el Abad de la Noue, en Aulnay. Había iniciado a éste mucho tiempo antes de su muerte. Este eclesiástico, sacerdote libre y hombre de una cultura enciclopédica, inició al abogado Antoine-Louis Marie Hennequin. Este último inició a Hyacinthe Joseph-Alexandre Thabaud de Latouche, más conocido por su nombre de escritor Henri de Latouche, quien inició a su vez a Honoré de Balzac y a Adolphe Desbarolles, el Conde de Authencourt, a quien debemos un célebre tratado de quiromancia. Este último inició a la sobrina de Henri de Latouche, Amélie Nouël de Latouche, Marquesa de Boisse-Mortemart, la cual a su vez inició a su sobrino, Augustin de Chaboseau, en 1886 (3). 

Christian Rebisse - Los Elus-Cohen

EL MARTINISMO 

Historia de una Orden Tradicional 

El "Hada electricidad" 

En 1889 se inauguró en París la 4° Exposición Universal, que conmemoraba el centenario de la Revolución Francesa de 1789. Fue la gran exposición donde triunfó el "hada electricidad". La clave de esta exposición fue la inauguración de la Torre Eiffel, el gigantesco monumento metálico que se iba a convertir rápidamente en el símbolo del materialismo triunfante, de la tecnología y de la industria. ¿Era la encarnación de una nueva Torre de Babel? ¿Una nueva "Maison Dieu" "Casa de Dios" desde lo alto de la cual el hombre se arriesgaba a tener una mala caída… ? Por esa misma época, el Martinismo se reorganizaba y publicaba la revista "La Iniciación".  ¿En base a qué fundamentos podrían apoyarse los Martinistas de aquella época para elevar su Templo y quiénes fueron los artífices de esa reconstrucción? Es a partir del encunetro de Gérard Encausse (Papus) y de Agustín Chaboseau, ambos poseedores de una iniciación que les fue transmitida directamente por Louis-Claude de Saint Martin (1743-803), cuando nace la Orden Martinista.  

Los Elus-Cohen 

Louis Claude de Saint-Martin fue discípulo de Martines de Pasqually. Este había creado, hacia 1754, la "Orden de los Elus-Cohen". Martines de Pasqually proponía a sus discípulos trabajar para su reintegración a través de la práctica de la teurgia. Esta ciencia se basaba en un ceremonial de gran complejidad, y aspiraba a lo que Martines de Pasqually llamaba la reconciliación del "menor", el hombre, con la Divinidad. Esta teurgia se basaba en la relación del hombre con las jerarquías angélicas. Los ángeles constituían, según Martines de Pasqually, el único apoyo de que disponía el hombre después de su caída para conseguir la reconciliación (reintegración) con lo Divino. Contrariamente a lo que se piensa, el Martinismo no es la prolongación de la orden de los Elus-Cohen y, con mayor motivo, Martines de Pasqually no debe considerarse como el fundador de la Orden Martinista. En 1772, incluso antes de haber concluido la organización de su propia orden, Martines de Pasqually parte para Santo Domingo. De ese viaje no regresará, pues muere en 1774. Después de la desaparición de Pasqually, algunos de sus discípulos continuaron la labor de difundir las enseñanzas dándoles un tono particular. Entre esos discípulos se distinguen dos, Jean-Baptiste Willermoz y Louis-Claude de Saint-Martin. 

Jean Baptiste Willermoz, un ferviente adepto de la franc-masonería y de la teurgia,, entró en relación con la "Estricta Observancia Templaria" alemana. En 1782, con el congreso masónico que esta orden celebró en Wilhelmsbad, J. B. Willermoz hizo integrar las enseñanzas de Martines de Pasqually en los grados altos de esta orden, los de "Profeso" y "Gran Profeso". Sin embargo, él no transmitió a esta orden las prácticas teúrgicas de los Elus Cohen. Durante ese congreso, la Estricta Observancia Templaria cambió su nombre por el de los "Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa". 

En cuanto a Louis Claude de Saint-Martin, abandonó la franc-masonería. Dejó a un lado la teurgia, la vía externa, a favor de la vía interna. En efecto, juzgaba que la teurgia era peligrosa, y la invocación angélica la juzgó como poco segura cuando sale al exterior. Por otro lado, se podría poner en boca de Saint-Martin la frase de Angelus Silesius que, en su poema Queribínico, dice: "Alejaos, Serafines, ¡no podéis reconfortarme! Alejaos, ángeles, y todo lo que se puede ver relacionado con vosotros; yo me lanzo solo en el mar increado de la Deidad pura". La herramienta y el crisol de esta misteriosa comunión debe ser, según Saint-Martin, el corazón del hombre. Quería "entrar en el corazón de la Divinidad, y hacer entrar la Divinidad dentro de su propio corazón", y con este sentido es por lo que se llamó a esta vía, preconizada por Saint-Martin, la "vía cordial". La evolución en la actitud de Saint-Martin se debió en gran parte al descubrimiento de la obra de Jacob Boehme. En su diario personal, dice: "A mi primer maestro es a quien debo mis primeros pasos en la vía espiritual, pero es al segundo a quien debo los pasos más significativos que he conseguido dar". Enriqueció las ideas de su primer maestro y las de su segundo maestro para construir con ambas un sistema personal. Louis Claude de Saint-Martin transmitió una iniciación a algunos discípulos escogidos. (1) 

Recordemos igualmente que tampoco Louis Claude de Saint-Martin es, él mismo, el creador de una asociación que lleva el nombre de Orden Martinista. Por el contrario, se sabe que se constituyó alrededor de él un grupo (sobre 1795) al cual algunos de sus amigos se referían como "Círculo íntimo", "Sociedad de los íntimos". Balzac, en "El lirio en el valle", nos da testimonio de la existencia de grupos de los discípulos de Saint-Martin: "Amiga íntima de la Duquesa de Borbón, Mme. De Verneuil formaba parte de la sociedad santa cuya alma era M. Saint-Martin, nacido en Touraine, y llamado el Filósofo Desconocido. Los discípulos de ese filósofo practicaban las virtudes aconsejadas por las altas (especulaciones) de la iluminación mística" (2). La iniciación transmitida por Louis Claude de Saint-Martin perduró hasta principios de siglo a través de diferentes filiaciones. A finales del siglo XIX, dos hombres eran depositarios de esa iniciación: el Doctor Gérard Encausse y Augustin de Chaboseau, cada uno para una filiación diferente. Examinemos rápidamente esas filiaciones. 

Arthur Edward Waite - MARTINISMO MODERNO

MARTINISMO MODERNO 

Se podrá haber visto que he dependido de documentos impresos, ninguna otra cosa ha sido válida para investigar en Inglaterra, pero que las fuentes de mucho de lo que hemos citado están en los archivos de la Orden Martinista. Estos parecen formar, sin embargo, una pequeña parte de aquellos que han sido certificados como extensivos a diferentes períodos. Hemos dicho que (1 a)(1) los archivos de los Sacerdotes Elegidos fueron depositados en 1781 con Savalette de Langes, quien fue el presidente de los "Philalethes"(2), los que después de su muerte fueron vendidos indiscriminadamente, junto a aquellos del "Philalethes" y el "Rito Filosófico Escocés" y fueron adquiridos por prácticamente nada por tres hermanos, quienes devolvieron dos a sus propios cuarteles, reteniendo los del Sacerdocio Elegido, como pertenecían al Rito; esta restitución tuvo lugar en 1806, luego dos custodios los entregaron a otro miembro, llamado Destigny, en 1809, en su regreso a Santo Domingo, éste siendo un heredero de Martínez de Pasqually y teniendo por otra parte derecho sobre ellos, Destigny también estaba en posesión de los Archivos Indios del Oeste sobrevivientes; que en 1812 fue enriquecido por los del Oriente de Avignon, que fueron recogidos en Italia antes de la revolución, que el total remanente que guardaba en 1868 fue transferido a M. Villarial, un año antes de su muerte, en cuya posesión continuaron hasta fines del año 1899. Ellos comprenden los registros de once Orientes -Logias de otro modo- de la Orden, aquellas de Leogana en las Indias Occidentales habían sido perdidas por el fuego y aquellas de Lyons habían llegado a las manos de Papús, en otras palabras a la Orden Martinista. Como observamos -los archivos de Lyons fue narrado por Papús como y donde las transcripciones fueron derivadas por él. Su informe ha sido resumido en el segundo capítulo. He especificado también los documentos en las manos de M. Mathers, he sido por mi mismo un descendiente de Rodolfo de Salzman, a quién mencioné previamente como uno de los del Círculo de Estrasburgo. Ellos han dicho incluir la correspondencia de Saint Martin con Salzman, con Mme. De Boecklin, el conde de Divonne y otros. Pero existen dueños de otras colecciones como D'Effinger, Tommyer, Munier (1 a)- quienes no siempre fueron mencionados a nosotros. De cada uno y de todos ha sido dicho que nada ha sido escuchado de ellos por sobre veinte años y que intervino la Gran Guerra. Nosotros hemos prometido para el mismo período una Historia General de la Orden de Ellus Cohens y un estudio de Willermoz basados en los archivos de Lyons, pero ellos no han aparecido y no se les ha visto. En vista de la salud del material bien puede decirse que aún faltan muchas cosas que decirse de la vida definitiva de Saint Martin, especialmente en su tiempo temprano y tardío. He presentado un mero bosquejo y en algún sentido un suplemento a un trabajo formal extendido. 

Queda hablar brevemente de la Orden Martinista. Aprendimos de Camille Flammarion que entre 1860 y 1870 fue instruido por un literato llamado Henri Deelage, quien también es mencionado por Eliphas Levi; quien escucha mucho de Deelage relacionado con su abuelo M. Chaptal, quien conoció a Saint Martin aparentemente muy bien. Estos son los simples hechos que deben ser agregados, pero el principio de la vida oculta de Papús aparentemente tomado, conocido y recibido por Deelage algunos mese antes de su muerte, que está definido como una "pobre presentación" (pauvre depot) constituida por diez cartas y algunas cosas puntuales, el moderno Martinismo firma SI que se traduce como Silencioso Incógnito, otros dicen los Únicos Silenciosos Desconocidos. Deelage escribió en este tiempo dos o tres libros ocultos que fueron fantásticos en materia e imposibles en estilo. Ellos no sugieren conexión de él con otra sociedad para la exposición de las enseñanzas místicas de Saint Martin, ya se secreta o públicamente, y distinto a como Papús lo entiende, falla en explicar a los previos custodios el porque estos signos fueron firmados o cual era su significado. Esto llevó a Papús, sin embargo, a creer y proclamar en términos de certidumbre que Saint Martin inició por sí mismo a M. de Chaptal y estableció o reconstituyó la Orden Martinista en 1884. Entre 1887 y 1890 produjo rituales para la Orden, la estructuró en tres grados, que he alabado en muchas ocasiones por su sinceridad, simplicidad y reserva en cuanto a sus derechos. Ellos fueron definidos así: Asociado, Iniciado Martinista e Iniciador, el último implica por su título comunicar una licencia para la propagación de la Orden por todo aquel que llegue a ostentar este alto rango. Cualquier persona que detente este tercer grado puede construir un nuevo centro. El modo adoptado fue usualmente, lo que es conocido técnicamente como "comunicación", es decir se realizaba personalmente y no en Templo o Logia. A mi cierto entender, la recepción fue siempre dispuesta por correo. Es obvio que después de este modo una gran cantidad de miembros podían estar asegurados en un corto período de tiempo, asumiendo cualquier fervor razonable entre los participantes y cualquiera cosa pintoresca o atractiva en la que ellos pudieran actuar. Además no existieron pagos de ninguna especie. Por otra parte, no hubo honorarios de ninguna especie. Esta no es la cuestión que la Orden Martinista extiende rápidamente en Francia, y en suma a los delegados constituidos automáticamente por el tercer grado se constituyeron logias en varios pueblos. Existieron también en varios países, Inglaterra no fue una excepción, mientras que la Orden fue especialmente exitosa en América del Norte y del Sur. Hemos escuchado también de su propagación en Egipto y Asia. En 1891 un Consejo Supremo fue constituido en París y reguló la Orden en su totalidad. Deviene como un centro también para numerosos intereses colaterales, todo organizado cuidadosamente, incluyendo grupos esotéricos y facultades de ciencias y filosofía, que por lo visto tuvieron exámenes y se otorgaron grados a su mérito. Papús fue un infatigable trabajador y antes del término del siglo extrajo todo lo que puede ser conocido y así fue la cabeza de un movimiento que puede ser llamado colosal con respecto a su magnitud. Las razones de esto se pueden encontrar en: fue una forma de iniciación hecha sin demanda sobre la masonería; recibe a ambos sexos; posee aspectos religiosos distintos, sin dogmas y se sitúa ajena al sectarismo; fue en algún sentido una "cosa" cristiana. Como tal esto puede apelar a las multitudes en Francia, quienes habían perdido la fe en la Iglesia Latina y aún poseyendo interese espirituales. Además trajo los sellos y talismanes de las ciencias ocultas, que claman ser enseñadas y también reconciliarse con la ciencia reinante de hoy. Por tanto, estas aparentes justificaciones, si no estas garantías, fueron en espiritismo, investigación psíquica, las escuelas de Nancy y Salpetriere no a hablar de menor reconocimiento, aunque no menos trascendente la Escuela del Magnetismo Animal. Per habiendo entregado esta apreciación ha establecido virtualmente a la Orden Martinista en polo separado de Saint Martin el místico. En escritos tanto tempranos como posteriores, Papús afirma continuamente que cuando la disciplina de Pasqually siguió su propio camino, habiendo dejado a su propio maestro, él no sólo estableció un Rito masónico, como otros han dicho previamente, sino que una Orden propia que se difundió totalmente en Rusia. Ahora, teniendo las así llamadas evidencias fuera de la corte en muchos casos. Las he examinado a fondo desde hace tiempo y tomado estos totalmente aparte: no existe necesidad de retrasar el desarrollo. Los historiadores masónicos fueron desatinados sobre términos y títulos cuando ellos inventaron un Rito sobre Saint Martin, y Papús fue leído con un prisma mientras declaraba al místico a la cabeza de una Orden propalada como de su propiedad. Yo dejo esto hasta aquí, sin embargo, es difícil de entender como se fue a engañar a sí mismo. No se escapó a la dura crítica, pero a mi parecer tuvo una incapacidad constitucional para pronunciarse válidamente en cuestiones de evidencias y que se usaran cosas sesgadas para probar cosas respecto a él. Los hechos sostienen que en 1899 o aproximadamente, la Orden Martinista pudo decirse haber alcanzado su cenit, pero esto hace sembrar, pienso yo, las semillas de su propia destrucción. Se comienza a invadir el campo masónico y se acerca peligrosamente a la posición de un aspecto no autorizado del trabajo masónico. Prácticamente la rama entera de la Orden en Norteamérica, alcanzando a dos mil integrantes, rompe con el Supremo Consejo en París, y se reincorpora independientemente por su cuenta. Unos pocos continuaron bajo la antigua obediencia, entre otras la novelista Margaret B. Peeke, quien fue recompensada por Papús con el grado de Rosacruz. No hay estadísticas anteriores a mí, pero parece cierto que en Francia -cuando la francmasonería, como tal, puede ser llamada excesivamente fuerte la fuente tomada pudo haber sido escasamente menos que desastrosa, aún en consecuencia no siendo enmendado. Los años pasaron y pienso que "L'Initiation", una publicación oficial Martinista, llega a un final antes que la gran guerra. Pero esta gran conflagración llevó a la ruptura de cualquier cosa que pertenezca a los interese de organizaciones de tipo ocultistas. El Gran Maestro Papús, muere en el curso de la guerra en el heroísmo de un servicio físico. La paz de Versailles fue por fin firmada y no mucho tiempo después, por consiguiente, los viejos intereses comienzan a emerger: parece también como si la tensión recaída sobre sí misma dio nacimiento automáticamente a las nuevas aventuras por la huella de los pensamientos y los sueños. El ocultismo en París se caracterizó por actividades de cualquier tipo- nuevos movimientos, asociaciones, periódicos, incluyendo muchos órganos oficiales para una u otra dedicación, pero muchos de ellos de escaso desarrollo. Podemos imaginar que la Orden Martinista no permaneció en suspenso, pero ahora parece una sombra de lo que fue antes, está dividida por obediencias rivales y ha alcanzado uniones con desacreditados Ritos masónicos. Sea que osara emerger en una radiante luz y desde un centro nuevo, no remoto; pero todas las apariencias, al menos, sugieren que su tiempo terminó. Una vez a la cabeza de la mayoría de los movimientos franceses de tipo oculta, es ahora solo una de unos pocos, y yo no se en que forma el gracioso espíritu de Saint Martin puede decirse que hubiera defendido esto. Si siempre aquellos que se movían en este círculo y los que se regulaban en su centro hubieren realizado lo que el dejó para siempre en el Santuario Masónico Oculto por la Iglesia Mística de la Teosofía Cristiana hubieran encontrado esta luz brillando directamente a través del fin del Misticismo verdadero, pero nunca en los Orientes Menfis ni en los Mizraim o en ninguna sustituida forma de masonería que está sin Dios en el mundo. Mientras tanto tiendo a creer que los hombres y mujeres de mente espiritual en Francia, quienes no están bajo la obediencia de Roma, recordarán a Saint Martin como uno quien a su propio modo desarrolló una gran cadena que comienza en el mundo cristiano, con Dionisio de Aeropagite y unió a través de eslabón a eslabón a través de todas las edades siguientes. 

Arthur Edward Waite - VIDA Y ESCRITOS POSTREROS

VIDA Y ESCRITOS POSTREROS

Fue en Estrasburgo y, yo pienso, a través del fin de su estadía en esta ciudad de bendita memoria que Saint Martin escribió otro de sus más sugestivos tratados, "Le Nouvel Homme", "la aspiración que", como nos dice, "está para describir lo que nosotros podríamos esperar en la regeneración". Presenta tres épocas de simbolismo, la primera corresponde a la historia de Israel, considerada como de elección universal, la propia naturaleza de la hombres estando en la Tierra Prometida, mientras es necesario a las naciones perversas e idólatras que han gobernado allí después que los altares del Señor fueron instalados en su lugar y la proclamada por la elevada parte de nuestra naturaleza. La segunda época es la de la vida de Cristo, que puede ser concebida y nacida dentro de nosotros por el trabajo de nuestra redención. Todos los estados de la vida divina en Palestina están guiados a ilustrar la historia del Hombre Nuevo desde el momento de su nacimiento entre nosotros hasta su mística muerte, y desde el descenso a los infiernos al último y gran misterio en la montaña de la Ascensión. Al segundo advenimiento pertenece la tercera época de simbolismo, la del Apocalipsis, el nuevo cielo y la nueva tierra declarada entre nosotros, el tabernáculo de Dios con los hombres, la Jerusalén Celestial construida sobre nuestro ser espiritual. La estadía en Estrasburgo llega a su fin en 1791, y quizás por un año Saint Martin fue el principal en París, donde escribió su prístino libro titulado "Ecce Homo", para prevenir a las personas contra las profecías y maravillas del momento, para indicar el "grado de degradación" en el que hombre había caído y de la presión por las maravillas bajas, como algunas de sonambulismo, parece ser el primer ejemplo. La tesis en este sentido es un extraño pero fructífero comentario, respecto a la transmutación de los intereses por parte de uno que por un momento integró la Escuela de Mesmer y fue amigo y camarada de trabajo de Puysegur. Ecce Homo fue parcialmente escrito como un consejo para la duquesa de Bourbon y muy probablemente en su propia casa. Aparece antes que "Le Nouvel Homme", aunque compuesto subsecuentemente: ambos trabajos, sin embargo, fueron publicados en 1792, durante el Reino del Terror, no obstante Saint Martin permaneció en parís durante este régimen... "Las calles cerca de la casa se transformaron en un campo de batalla; la casa en si misma fue un hospital donde los heridos fueron traídos y, por otra parte, también fueron sometidos en cada momento a la invasión y el pillaje. En el medio de todo esto hube de partir, a riesgo de mi vida, a cuidar a mi hermana, a media legua de mi vivienda". Se puede inferir por un registro posterior que la "vivienda" era la de la duquesa. No hay lugar aquí para hablar de las teorías políticas de Saint Martin o sus sentimientos acerca de la Revolución Francesa y de ciertas cosas sin importancia que le ocurrieron durante este período. Estoy preocupado sólo de las profundas influencias de su vida y pensamientos. Un escritor sobre errores y verdades ha tenido algo que decir obviamente algunas veces sobre las bases de los gobiernos, la autoridad de los soberanos y sobre la jurisprudencia, mientras que un buscador de la religión y la teosofía que ha pasado través de las crisis mundiales hasta el final del siglo dieciocho en su propio centro y corazón, no podía fallar en tener su parte en esto o de no dejarnos sus reflexiones sobre ello. Tenemos consideraciones filosóficas y religiosas sobre la Revolución Francesa, Luz sobre la Asociación Humana y unos pocos panfletos que no están titulados. 

Saint Martin tuvo también impuestas sobre él actividades de otra especie, como por ejemplo cuando fue llamado a la Escuela Normal, instituto para entrenar profesores para la instrucción pública. Estas cosas no dejan marcas tras él. En septiembre de 1792, la salud de su padre lo llama nuevamente a Amboise, donde permanece por un año, o un considerable tiempo después de la muerte de su padre. Oímos luego de él en "Petit Bourg", una casa de campo de la duquesa de Bourbon y después en París en la primavera de 1794, cuando "un decreto en contra las clases privilegiadas y proscritas" entre los que figuraba él, forzó su retorno a Amboise, hasta que esto fue cambiado en enero de 1795, cuando el trabajo de la Escuela Normal lo trajo de vuelta a la capital por un período. Este tiempo parece estar dividido entre París y su pueblo natal hasta 1799, y menciono este año porque el 24 de diciembre Saint Martin sufre mucho con la muerte del barón Kirchberger de Liebestorf, un espíritu emparentado con quien mantuvo durante cinco años, como ya he dicho, "las más memorables, hermosas, fascinantes de todas las correspondencias teosóficas". 

Aparece publicada en inglés mucho después, en 1863, pero la edición fue sacada de impresión por décadas, y yo pregunto ¿dónde podríamos encontrar un mejor regalo por una traducción hecha al día de hoy por uno que conoció a Saint Martin, su trabajo y su período? Contiene la verdadera médula, espíritu y quintaesencia del misticismo francés y ha sido referida frecuentemente en mis notas. Su devoción a Jacob Bohme fue la guía mental característica de su vida avanzada; está siempre presente en sus correspondencias descritas anteriormente, pero nunca ha estado capacitado para ver cambios en sus propios puntos de vista: podría ser verdad decir que profundizó en ellos, pero él estaba en terreno místico seguro. Ya antes el teósofo teutónico lo entregaba desde su propia luz. Yo no pienso que esto lo podía haber ayudado a alterar para mejor una línea de "L'Homme de Desir", aunque él ha dejado en registros que en la luz de Jacob Bohme podría haber escrito "Le Nouvel Homme" en forma diferente o quizás no igual del todo. En el año 1800 apareció "L'Esprit des Choses", en París en dos volúmenes, con un epígrafe en latín sobre el título en el que afirmó que "el hombre es el espejo de la totalidad de las cosas". Concerniente a este sugestivo trabajo, Saint Martin entregó tres puntos de información:: 1) Que fue proyectado originalmente bajo el título de Revelaciones Naturales, reunido de notas originales con adiciones posteriores; 2) Que abraza el círculo total de las cosas físicas y científicas espirituales y divinas; 3) Que es una especie de introducción a los trabajos de Jacob Bohme. Esto último puede ser llamado indicativo de intencioso, y Saint Martin, yo no lo dudo, fue consciente que si propia intimidad estuco enlazada a través esponsales espirituales con su gran semejante alemán, pero estas contribuciones a la alta literatura del alma no hay dos místicos tan distintos uno del otro en lo que a sus formas y modos se refiere. Esta es la pregunta, por consiguiente, de penetrar bajo la superficie, cuando eso que abrazamos es el corazón de unión común a todos quienes han seguido la gran búsqueda de la experiencia en Dios. Es cierto que Saint Martin desarrolló diariamente en la consciencia esta unión con Bohme, y cuando el continuó en su propia forma de entregar su propio mensaje le parece indudable que él fue siguiendo el mensaje de su precursor. Para "L'Esprit des Choses" el hombre es el órgano del Orden Divino, el hombre es el espejo de todas las cosas. La Naturaleza está sonámbula y cuando nos involucramos con ella, supongo que esto puede ser inferido, espera en nuestro despertar y se despierta en nosotros. Estas cosas y muchas otras son nociones que fueron de Saint Martin desde el principio. Ocasionalmente hay elevadas y profundas cosas que previamente no se habían oído, pero no son de Bohme o ningún otro que no sea el propio místico francés, como que el alma proviene del alma del Señor y el Nombre es declarado dentro. Prácticamente no existe material de la vida externa de Saint Martin después de 1799, el retrato histórico no nos dice prácticamente nada y sabemos de él sólo por sus libros. En los últimos años de su vida trabajó celosamente en las traducciones de Bohme: Aurora, Los Tres Principios, Cuarenta Preguntas y La Trina ociosidad del Hombre, pero él había comenzado esto mucho antes. No estamos al tanto de estas versiones, pero "Le Ministere de L'Homme Esprit", publicada en 1802 fue su último trabajo original, es en algunos aspectos el más importante de todos y desde su propio punto de vista fue escrito más claramente que el resto, aunque percibía las reminiscencias de las nociones e intereses humanos comunes. Ha sido tomado para ilustrar la intención de enlace de su "primera escuela" con el teósofo teutónico, pero de nuevo la especie de matrimonio es que de la amistad a la raíz de todos los grandes místicos y sus grandes temáticas. Para el resto, el libro está escrito sobre la base de sus propios escritos anteriores, la sustancia que presenta en sus páginas de apertura, como entrega también un sumario de Bohme e indica repentinamente ciertos puntos salientes de correspondencia doctrinaria entre este último y Martínez de Pasqually exhibida en "La Reintegration des Etres". Aparte de todos los sistemas y autoridades, el ministerio es un libro de innumerables luces desplegadas, algunas de ellas pertenecen al orden de primera magnitud. Es posible nombrar solamente las "intimidades de inmoralidad ", de muerte y de acceso a la vida, de la senda que fue abierta en la regeneración, de vida espiritual y de comunicación, del Sabbath logrado por la naturaleza, el Sabbath del alma y el de la palabra. Está también la doctrina de la palabra eterna, como pasada a través del alambique de la mente del místico francés, las relaciones con el universo y el hombre, como es la medida de todas las cosas y es la verdadera Palabra de Vida, en oposición a los que Saint Martin llamó la Palabra de Muerte. 

El misterio ha dado término a su canción del cisne, pero más que su última contemplación, en que abrió muchas bondades de pensamiento y miró a través de muchas vías de visión. El 18 de enero de 1803, grabó en sus notas que en esta fecha completó sus sesenta años y que se abre ante él un nuevo mundo. "Mis esperanzas espirituales se dan en continuo desarrollo. Yo avanzo gracias a Dios, a través de esas grandes beatitudes que me fueron mostradas hace mucho tiempo, y me puedo coronar con todas las joyas con que yo he sido rodeado continuamente en mi vida terrestre". 

Una nota agregada en el verano dice que ha recibido ciertas advertencias de un enemigo físico y a través del cual podría traerle lo mismo que le habría traído a su padre antes de él. Él requirió solamente de la ayuda de la Providencia, que le permitió prepararse adecuadamente para este evento. El 13 de octubre de 1803, en Aulnay, cerca de Sceaux, en la casa de un amigo -conde Lenoir La-Roche- después de un golpe de apoplejía, pasó sin dolor a la ausencia en un acto final de oración. 

Arthur Edward Waite - EL HOMBRE DE DESEOS

EL HOMBRE DE DESEOS 

Después de la publicación de "Le Tableau Naturel", Saint Martin permanece un tiempo en París y su intermitente correspondencia con Willermooz es escasamente inteligible en la ausencia de las comunicaciones posteriores. Willermooz evidentemente pasó a través de un período de gran esfuerzo, conectado quizás con consecuencias complicadas en la Convención masónica de Wilhemsbad en 1782 y el destino de la Estricta Observancia. No hay una alusión que sugiera vagamente la transformación histórica de este Rito al de prior de Lyons en 1778 y de este modo la creación de los Caballeros Beneficiarios de la Ciudad Santa. Pero no existe seguridad en el tema, y para el resto aprendemos sólo del breve interés de Saint Martin en el descubrimiento de Mesmer, su conexión con una sociedad instituida a través del cometa de una estación y su presencia en ciertas curas magnéticas operadas por Puysegur. Un sencillo informe destaca que él no había tomado parte en la convención de París, convocada por el Rito de los Philalethes, Nos remontamos de este modo al mes de abril de 1785, cuando Saint Martin recibió nuevas de Willermooz que en su respuesta del día 29 expresa su éxtasis en la enseñanza que le sol ha salido sobre Israel, afirma que el hombre esto para sí, de aquí en adelante, un hombre de Dios que vencerá como el ungido, el único salvador; suplica a él el perdón , mientras que los errores pueden ser pensados a estar conminados contra él sobre su propio ser, atribuye todas las diferencias que han surgido entre ellos debido a su propia ignorancia, se condena a si mismo por su temeridad al haber publicado muchas cosas; pregunta a Willermooz para interceder por él con algo que parece llamarse "La chose", cuyo lugar ha tomado sin preguntar, ora para ser iluminado sobre las faltas de su propio corazón los errores de su mente y de su trabajo, se sitúa a si mismo bajo las órdenes y términos de su maestro, amigo santo, padre Dios y Jesucristo. Se ve evidente en una palabra que Saint Martin estuvo listo a situarse al lado de todas sus visiones previas e inferencialmente a aquellas que siempre los han dispuesto hacia el camino interno de los místicos que hacía aquel de su primer maestro. Por lo tanto ¿qué había ocurrido? Se ha anticipado el evento inevitable en el tercer capítulo. De acuerdo con el Dr. Papús, los archivos en su poder muestran que antes de prolongar la ruptura con Willermoz consiguió el término de sus trabajos, que obtuvo "fenómenos de una gran importancia" que culminó en 1785, o "trece años después de la muerte de su iniciador Martínez de Pasqualli". Más explícitamente el ser quien es descrito por Willermoz como "el Agente Desconocido asumió el trabajo de la iniciación" - por otro lado, quizás "La chose"- se materializó en Lyons y dio instrucciones que- como hemos visto- fueran llevadas al escrito. Ocurrencias de esta especie son innumerables al día de hoy, supongo que nos estamos en posición de simpatizar con los éxtasis de Saint Martin, sus lágrimas o cambios bruscos. Su próxima carta, fechada en mayo 13, indicaba que había sido tranquilizado y consolado por Willermoz, por el cual él ruega a Dios. Espera ahora una citación a Lyons, que puede ser vista y oída por si mismo. Mientras tanto él y su correspondencia permanecían unidos a través del tiempo y la eternidad. El 30 de junio hace preparaciones para un viaje y encontrarse con Willermoz, inmediatamente después de escribir la carta con esta fecha. ¿Qué es lo que sigue?, sabemos poco o nada, excepto que quince meses después Saint Martin está en París lamentando su imprudencia de haber hablado libremente con respecto a ciertos hermanos y así también prejuiciar las funciones de sus amigos. En enero de 1787 se encuentra en Londres, donde permaneció por alrededor de seis meses, haciendo amistad con William Law, el astrónomo Herschel, Divonne y el príncipe ruso Galitzin, con quienes residió. Fue en Londres también, como nos explica, que escribió su tercer libro: "L´Homme de Desir", pensado en publicarse hasta 1790 en Lyons. Es importante no sólo por ser éste unos de los escritos más inspirados de Saint Martin, sino que también por mostrar más allá el debate que, por cuanto las experiencias que lo esperaban en Lyons, ellas entibian el ardor encendido a través de sus primeras indicaciones y ha retornado a su propia senda con un aumento del sentido de la dedicación. Sólo puedo decir que el hambre y la sed de Dios están en todas estas páginas. No es de sugerir, sin embargo, que esté desprovisto de todos los intereses de la fenoménica de Lyons: sólo sus cartas escritas a Willermoz mientras estaba en Inglaterra ofrece una indicación contraria; pero parece que el interés fue abandonado. En julio de 1787, Saint Martin pasaba por París camino a Amboise, cuando su padre es golpeado por la parálisis. En septiembre fue nuevamente a Lyons, pero no estaba presente Willermoz. Después hace una segunda visita a Italia, específicamente a Siena y Roma. 

En la primera parte de 1788, Papús reporta que las apariciones del Agente han cesado de acuerdo a una carta de Willermoz. En abril de ese año, Saint Martin estaba en París y alrededores para visitar, junto a su padre quien aún está vivo, el lugar de nacimiento de ambos. 

En junio se fue a Estrasburgo, donde residió por tres años, la etapa más feliz de toda su vida. Tiempo después dijo: "Estaba aquí bajo los auspicios de Rodolfo Selzmann, dispuesto místicamente, y de Madame de Boecklin, su más querida e íntima amiga mujer, donde hizo su primera instrucción sobre los escritos de Jacob Boehme, aquí comenzó a intimar con el Caballero de Silferhielm, un discípulo de Swedemborg, y todos sus horizontes se amplían bajo la influencia del teósofo teutónico. 

El 16 de diciembre de 1789 preguntó a Willermoz si podía participar en la "iniciación" adherida al Régimen Rectificado sin pertenecer a sus Logias Simbólicas. No creo que Papús supiera que significó esto, y por consiguiente no ofreció palabras o comentarios al respecto. Pero el Régimen Escocés Antiguo y Rectificado fue la Estricta Observancia, así transformada, en Lyons y rectificada en Wilhemsbad; más especialmente fueron estos los grados de trabajo de este Rito y su suplemento con el grado de San Andrés. Después de esto fue el noviciado y la Caballería de la Ciudad Santa, y aún más allá de ellos hubieron otros dos grados finales, que no es mi propósito especificar por su nombre, ya que estuvieron y aún están ocultos. Estas son las referencias que ofrece Saint Martin bajo el vago título de "iniciaciones". Aparentemente él no tuvo una exacta respuesta, y el 4 julio de 1790, pidió a Willermoz avisar al interior de la Orden su rescindimiento. -es decir, el noviciado y caballería- de todas las listas y registros en los que pudo haber estado inscrito su nombre desde 1785. Apunta a que él en espíritu nunca fue integrado. Su interior, aparentemente fue la permanecer entre los Cohens -i.e. sacerdote elegido- pero como nominalmente llamamos imaginación de su carta de total separación, las referencias a su simple modo de vida y sobretodo sus concluyentes palabras, en que registra una esperanza que ha sido separada siempre de su complicado camino que constantemente le han fatigado. Es un elocuente comentario sobre la manifestación de Lyons, las instrucciones dictadas por "la chose", los viajes astrales de D'Hauterive y las clarividencias de los "lúcido", quienes parecen haber asistido a las operaciones. No existen más cartas de Saint Martin a Willermoz, y previamente en este año en el mismo temprano mes, el Agente ha recibido "en demanda" y ha destruido "más de ochenta folios" de sus instrucciones dictadas, el mismo no haciendo no habiendo sido "publicado" como Willermoz sostenía en una carta citada por Papús. Prosigue que "el Agente Desconocido comanda el trabajo de iniciación"; habiendo desatado este trabajo, y sea si o no, como se sugiere -pero Papús parece dudarlo- las manifestaciones continuaron en intervalos hasta 1796, parece ser que no existe registro de los procedimientos y toda la cosa carece de enseñanza. El Sacerdote Elegido perdió sus marcas, con todo su ceremonial, todos su poderes ocultos, Pasqually marcó una falla y el maestro que emergió de lo oculto, llenado aquellas altas autorizaciones adscritas, se permitió a si mismo, por una neta carencia en recursos, ser engatusado por los emisarios de Robespierre. "Mientras tanto la estrella de Saint Martin creció en influencia más y más". El "Hombre de deseos" fue reimpreso muchas veces y en los altos círculos de la sociedad, en Estrasburgo y París, en el palacio de la duquesa de Bourbon, en medio de las convulsiones de la revolución, él enseñaba el camino de los místicos. 


Arthur Edward Waite - UNA DOCTRINA DE CORRESPONDENCIAS

UNA DOCTRINA DE CORRESPONDENCIAS 

Hemos visto que Saint Martin completó su experimento literario en la primera parte del año 1774, y que en el otoño de ese año realizó una corta visita a Italia, en la compañía de un hermano de Willermoz. Ellos retornaron aparentemente a Lyons, donde aparentemente Saint Martin pudo haber estado ocupado por algún tiempo en su trabajo para la prensa. Apareció en 1775 bajo el seudónimo de "Filósofo Desconocido", y llevó la impresión de Edimburgo, que sin embargo, puede ser entendido como Lons. No sabemos cuando dejó esta ciudad, pero estuvo en parí en el término de julio, en Lyons nuevamente en el otoño, en Tours en una rápida visita y luego en Bordeaux en 1776. Retorna a París en marzo de 1777. Pasqually murió en Puerto Príncipe el 20 de septiembre de 1774, habiendo nominado a Caignet de Estere como su sucesor, también estando residente en las Indias Occidentales. 

Los Templos del Sacerdocio Elegido fueron dejados a sus propios recursos, y la poderosa cadena de la Estricta Observancia se mueve a través de numerosas formas bajo esta obediencia. Willermoz aparece -como se ha expuesto previamente- como Gran Prior de Auvergne, y no habiéndose aprovechado de nada en atención a las instrucciones de Pasqually concernientes a la Magia Ceremonial, él se fue, presumiblemente, sumergiendo más y más en la Masonería, especialmente en sus Altos Grados. Sea como fuere, la simpatía pudo haber existido originalmente entre él y Saint Martin cuando estuvieron puramente en base a correspondencia - sus caminos ahora estaban divididos, y el nacimiento místico fue dispuesto del lugar supeditado oculto sobre él de su antiguo Maestro. No existen evidencias de relaciones esforzadas, cuando Saint Martin escribió desde París el 30 de julio de 1775, para disuadir a Willermoz a suponer que {el estaba buscando la última conversión a su propia visión o fue presumiblemente a pronunciar un juicio sobre él. Al mismo tiempo ciertas materias, la naturaleza de las que emerge en la letra, se hicieron necesarias para la paz de ambos que indican que más que un amigo fue un huésped, aunque para la causa de la Orden y sus miembros él podrán retornar a Lyons y permanecer allí un tiempo dado. Podría no aparecer, en otras palabras, que existió hostilidad entre él mismo y Willermoz. Cuando, por lo tanto, él tomó hospedaje aislado, podría ser explicado a que fue para desarrollar sus experimentos químicos. Sea que el dispositivo sirvió sus propósitos, nosotros no los sabemos, pero después obtuvo el término de los dos correspondientes; donde no puede haber más relación de uno sobre el otro durante diez años. Ellos continuaron escribiéndose ocasionalmente y permanecieron como amigos. Se ha sugerido que "Des Erreurs…" echo mano al bolsillo personal de Saint Martin, pero la evidencia que pruebe esto no puede ser sustentada, porque no se puede comprobar ningún suceso con esto. Por el contrario, existen indicaciones que estaba en buenos términos con su padre y de aquí infiero que él no contaba con pocos medios. Se ha sugerido también que el autor del libro mantuvo un profundo secreto, caso distinto a "Las cosas naturales…", porque eso fue bien conocido antes de la publicación. Uno de sus biógrafos ha dicho también que él "parece saber mucho y estuvo suplicando en todas partes". Sus propias notas biográficas generan testimonios sobre el distinguido círculo de su conocimiento y este también fue el objetivo de hacer estas cartas. Es innecesario desarrollar este punto y, como para el resto, su vida en los círculos sociales e intelectuales durante los siete años entre 1775 y 1782 dejó pequeñas huellas tras ellos, y al final del período se escribe su segundo libro. En una de esas intimidades inconvertibles que parecen abrir por un momento su corazón completo de ideal superior, Saint Martin dice que su trabajo tuvo su fuente y dirección en la divinidad. El alude a su trabajo en la vida más que a los libros, pero todo lo que escribió es verdad y el "Tableaux Naturel des Rapports qui existent entre Dieu, l'homme et l'universe" fue seguramente emprendido para la justificación de los medios de su explicación de las caminos de Dios. Fue escrito en París, como él nos lo dice, una parte en la casa del Marqués de Lusignan en Luxemburgo y la otra parte en la casa del Marqués de La Croix. La publicación toma lugar en dos partes aparentemente en forma previa, en un volumen exaltado en 1782, en el simbólico Edimburgo, que en esta ocasión es más parecido al medio de París, que el de Lyons. Hemos visto que "Des Erreurs…" confesó llamar a reservas y toda la atmósfera de un documento truncado publicado por un Templo de los Misterios, o al menos un Colegio Secreto. El "Tableau naturel…" en su superficie no tiene nada, pero adopta otro aire de misterio. El completo estado de publicaciones anónimas que recibieron de una misteriosa persona está en numerosos agregados marginales en, una mano diferente, que han apreciado diferente al resto del trabajo, y al imprimirles les han colocado acotado por comillas para distinguirles de las del resto del texto. Cuando el barón de Liebistorf se adentró en los temas, Saint Martin admitió que los pasajes referidos pertenecían a él y que los editores lo separaron del resto del trabajo; que él dio la explicación con se preparó a los escritores, y que él permitió esta forma. Parece que los párrafos entre comillas son las partes más enigmáticas del trabajo y sugieren derivaciones de las instrucciones ocultas de Pasqually; parece también que Saint Martin realiza una respuesta para corresponder a quienes no han sido iniciados y así por lo tanto, él no cubre completamente los hechos, se realiza esto como lo mejor a hacer sin descubrir su fuente. En cualquier caso los párrafos fueron escritos (expresados) por él mismo y, para el resto, su consecuencia no esté en proporción a su oscuridad. "Le Tableau…" compara el universo a un gran templo: "las estrellas son sus luces, la tierra es su altar, todos los seres corpóreos son su holocausto y el hombre, quien es el sacerdote del Eterno, ofrece los sacrificios" Siguiendo este simbolismo en donde él mismo es el jefe de los holocaustos y debe ser el sentido en que se dice también que el universo es "como un gran fuego iluminando desde el comienzo de las cosas para la purificación de todos los cuerpos corruptos". Finalmente esto es una gran alegoría o fábula que puede dar lugar a una gran "moralidad". Cuando se afirma, por otra parte, que el mundo es ilusorio, presumiblemente se refiere a los sentidos superficiales aparte de los internos significativos. Dios es la significación y Dios la gran moralidad, la creación no es pura sin su signo visible, pero si un canal a través del cual sus pensamientos son comunicados a los seres inteligentes. Existe sólo un modo de comunicación para el hombre caído, llamado a través de signos y emblemas. Pero esto y la total significancia universal son formales expresiones de amor de Dios para criaturas corruptas y evidencian que Él está trabajando incesantemente para remover "la separación de lo contrario de su felicidad". Como es verdad que Él no hace un mundo en vano, continúa que un día vendrá cuando no existan separaciones hacia delante. Así el fin surge con todos los verdaderos pensamientos implícitos en la doctrina de la unidad, todos los caminos verdaderos serán caminos que guiarán a Dios mismo -Uno, Inmutable y Eterno- el testigo desde la inmortalidad a este nuestro fin de ser. Este es el Gran Trabajo y este es su desempeño "a través de la restauración en nuestras facultades de la misma ley, el mismo orden, la misma regularidad para que todos los seres sean dirigidos en la naturaleza", o, en otras palabras, a través de la acción no más allá de nuestro propio nombre, pero si la del Dios Viviente. Es un trabajo a futuro en esta reactivación, para esto es "el agente de impedimento que sólo el hombre y cada ser libre pueden borrar dentro y alrededor de ellos las huellas del error y del crimen". La reivindicación del futuro es por consiguiente el trabajo mayor en todas las criaturas caídas. La misma lección es comunicada en lenguaje simbólico cuando se dice que "el objeto del hombre en la Tierra, es el de emplear todos los derechos y poderes de su ser en sutilizar tanto como sea posible el medio de intervención entre él mismo y el verdadero sol, de tal forma que prácticamente no habiendo oposición puede ser un pasaje libre y que los rayos de luz pueden alcanzarlo sin refracción". Veremos que en su "Des Erreurs…" el instrumento por el cual caímos, es también por el cual podemos ascender; la maldad en el hombre es originada en la voluntad del hombre, y por consiguiente puede ser sellada afuera su "crimen" y es definido como "el abuso del conocimiento que el posee concerniente en la unión del principio del mismo con el universo". Su pena fue la privación y, es obvio que, Saint Martin pudo no atravesar luz en la naturaleza real del extenso conocimiento: por otro lado el pudo haber deshecho el crimen en su propia persona. Él está al menos convencido cuando discute la legendaria caída y más aún cuando comunica sus propios pensamientos aparte de cualquier otro sistema normal. Cuando nos dice que la verdad está en Dios, que está escrita en todo cuanto nos rodea, que sus mensajes son significantes para nuestra lectura, que la luz interna nos guía a la luz externa, que el principio del ser y de la vida está dentro de nosotros, que no parece que la regeneración de nuestras "virtudes" sea posible y que nosotros podemos ascender a la demostración del Principio Activo e Invisible, desde que el universo deriva en su existencia y sus leyes: nosotros estamos luego en la presencia del místico quien habla de las autorizaciones de nuestro propio discernimiento. 

Arthur Edward Waite - LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD

LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD 

La correspondencia entre Saint Martin y Willermoz continuó por dos años y cinco meses, pero ellos nunca se habían encontrado. A comienzos de septiembre de 1773. Saint Martin permaneció en Lyons y se domicilió en la ciudad por casi un año, durante parte de él, fue aparentemente huésped de su rico hermano masón. Sus propios recursos eran pequeños y hay indicios que no se llevaban de lo mejor con su padre, sin duda debido al hecho que por segunda vez había abandonado una carrera en su vida. Hemos visto que había un Templo de Sacerdocio Elegido en Lyons, que también era un centro histórico importante de la Masonería en Francia y Willermoz era un miembro activo y oficial de todos los Ritos. Saint Martin, por otro lado, se preocupaba poco o nada por el procedimiento ceremonial, para un Ritual que él encontró vacío y una hueca pompa de títulos. Por su propia evidencia, los oficios de la magia Ceremonial le eran menos sólo un poco menos desagradables, sin embargo su alta opinión de las influencias que obraban entre ellos dentro del círculo al que pertenecían. Él afirma que no había "virtud" en actividades de este tipo, que él tenía poco "talento" para sus operaciones, que él "experimentaba todas las veces una inclinación tan fuerte al camino interno secreto, que ese externo nunca me sedujo mucho, ni siquiera en mi juventud", y que él exclamaba más que nunca a su Maestro: "¿se puede necesitar todo esto para encontrar a Dios?" Siendo tal el caso no hay necesidad de causar sorpresa que Saint Martin puso en registro mucho después su opinión que la "primera estadía en Lyons en 1773", no fue mucho más provechosa que otras que él tuvo después, especialmente en 1785. Era importante, sin embargo, de otra y muy diferente manera, pues marcaba el inicio de su vida literaria. "Fue en Lyons", nos dice, "que yo escribí el libro "Des erreurs y de la Verité", en parte por vía de ocupación y porque estaba indignado con los así llamados filósofos, habiendo leído en Boulanger que el origen de las religiones tenía que ser buscado en el terror ocasionado por las catástrofes naturales. Escribí unas treinta páginas al comienzo, que mostré a un círculo que estaba instruyendo en la casa de M. Willermoz, y ellos me rogaron que continuara. Fue compuesto hacia fines de 1773 y al comienzo de 1774, en el espacio de cuatro meses y al lado de la cocina, pues no había otro lugar donde abrigarse". Fue por lo tanto en la residencia durante esos meses con su amigo masón que él estaba como pensionista en alguna otra parte y no muy bien ubicado según sus medios. La tarea era ejecutada con gran expedición, teniendo en cuenta su tema y la profunda búsqueda demandada a través de su extensión: por cierto, su aplicación debe haber sido incesante, el resultado comprendió casi quinientas páginas. El próximo punto que es necesario hacer notar, pues las razones aparecerán inmediatamente, es que está escrito en primera persona, lo que ocurre continuamente, de modo que el Filósofo Desconocido cuyo nombre aparece en el título está con el lector desde el comienzo hasta el final. La nota individual era característica de los escritos de Saint Martin a través de su vida literaria, pero va a observarse que aunque presente nunca insistente, nunca fue tocado por el egocentrismo. Él hablaba desde la totalidad del corazón, como de una fuente inagotable, y aún puesto en registro su sentimiento que no había suficiente papel en el mundo para contener todo lo que el tenía que entregar, podría sólo reducirlo a escritura. Él también tenía una cierta sagrada ternura hacia los niños de su mente, aún cuando él moraba en sus imperfecciones. En una palabra, él era un típico hombre literario de la mejor clase, además de un verdadero místico. 

Se nos dice en otras partes que sus obras y especialmente las primeras en el tiempo, fueron fruto de unión afectiva al hombre, y en lo que respecta a "Des Erreurs et de la Verité", estando preocupado solamente con hacer la guerra a la filosofía materialista, él no podía permitir al lector ver precisamente adonde estaba siendo guiado, porque lo habría puesto inmediatamente en oposición, "las escrituras han caído en tal descrédito entre los hombres" 

Sigue que no solamente son no son citadas en la obra, de la misma forma Cristo mismo se le refiere en una forma velada, como la Causa Activa e Inteligente, el Agente, el Guía del Hombre, etc. Sería fácil enumerar otros puntos que muestran que la primera obra de Saint Martin fue delineada, pensada y escrita de su propia base, sólo con una reserva, que la raíz de su doctrina es presentada como viniendo de una fuente secreta que él estaba bajo compromiso en lo concerniente a ella y que debido a esta se le imponía una reserva, de modo que sus dilucidaciones podían sólo llevarse hasta cierto punto. Aquí hay un punto claro en lo que respecta a la fuente misma no tenemos dudas concerniente a ella desde el año 1899, cuando el importante "Traite de la Reintegration des Etres" de Martínez de Pasqually fue publicado por primera vez en Francia. Es posible revisar cada punto de reticencia registrado por Saint Martin y ver lo que yace detrás de él con referencia a este tratado, entendiéndose que Pasqually por su propia parte derivaba de otros instructores, para nosotros desconocidos con quienes él parece haber estado en comunicación personal, ya sea en el cuerpo o fuera de él, no podemos decirlo. Habiendo presentado la historia literaria de Des Erreurs, de esta manera, tengo ahora que contratarlo con la visión opuesta dada por el Dr. Papús sobre la alegada autoridad de sus archivos martinistas. Él afirma que el libro Des Erreurs era debido casi enteramente a un "origen invisible", que el ser a quien en 1895, él había certificado como "siempre designado bajo el enigmático nombre de La Chose" era llamado el Filósofo desconocido, que él fue quien dio nacimiento a la obra en su mayor parte , que él dictó 166 cuadernos de instrucción, que algunos de estos fueron transcritos por Saint Martin, que el "Filósofo Desconocido "dio órdenes para que Saint Martin asumiera este nombre, y que el llamado "Agente" por si mismo destruyó cerca de 80 cuadernos en 1790 para evitar que cayera en manos de los emisarios de Robespierre, "quienes estaban haciendo esfuerzos para adquirirlos". Continúa que Saint Martin ha dado una cuenta por completa falsa de su primer libro, y a pesar de su nota personal y prevalente, no puede ser llamada obra suya, Sin embargo, he comparado estas declaraciones y los que lo conocen bien prefieren esta versión de archivos extensos sin publicar y no disponibles para la inspección, como el Dr., Papús se refiere expresamente a documentos reservados para el único uso del comité directivo a la cabeza de su Consejo Supremo. Cuando, por lo tanto, él establece después que los archivos incluyen varias hojas de instrucciones comunicadas por el "Agente Desconocido" y anotadas por mano de Saint Martin, tenemos que mirarla a la luz de revelaciones posteriores suministradas por el Presidente de la Orden Martinista, recordando que en 1899 promete producir nuevas pruebas en un volumen dedicado al místico. El volumen apareció en 1902 y contenía cincuenta cartas no publicadas de Saint Martin, las mismas que he referido. Ellos hicieron un prefacio a través de un resumen bibliográfico escrito sobre los documentos. En ninguno de los casos hay un rayo de luz arrojado sobre las demandas previas: ellos eran de verdad el sujeto de alusión sólo en una simple sentencia. Pero nosotros obtuvimos inesperadamente iluminación en otros aspectos. Por cuanto no hay evidencias de comunicaciones dictadas por el Agente Desconocido durante la vida de Pasqually o en los diez años que siguieron a su muerte, decimos por el Dr. Papús, aunque no existe alusión al hecho de las cartas de Saint Martin, que en 1785, el Agente en cuestión, quien parece haber permanecido en espera desde que la muerte del Gran Soberano acaeció, comienza a manifestarse en Lyons, donde él dictó "aproximadamente 100 folios", siendo éstos en su mayoría quemados en 1790. Los archivos de la Orden, esto es agregado, incluye la cantidad de éstos que fueron salvados. En lugar de, por otra parte, de ser nunca vistos, transcritos y anotados una cantidad de instrucciones escritos antes de 1785, estamos hablando sólo de enseñanzas que parecen haber sido "escuchadas" y haber sido incorporados en este trabajo por el autor de "Des Erreurs…" 

Veremos que el fundamento ha cambiado completamente y que nos acercamos a los posibles hechos de este caso. No dudo que Willermoz y su círculo reciben comunicaciones psíquicas en una u otra condición psíquica, inducidos por prolongadas operaciones inspiradas por el intento, o por la ayuda de "lúcidos", por la intervención de quienes son admitidos. No dudo que ellos fueron llevados a escritos, y como los nuevos que tomaron lugar traídos por Saint Martin a Lyons con la toda la celeridad posible, es cierto que él los leyó, pudo haber transcrito y anotado, pero todo fue en años subsecuentes a la publicación de "Des Erreurs…". Sin embargo, prefiero no ir en contra del Dr. Papús quien selló una vida laboriosa con una heroica muerte en la causa de los enfermos y heridos durante la Gran Guerra. Estamos además, personalmente informados y nuestras relaciones fueron siempre cordiales. Pero él fue desafortunadamente un muy inexacto escritor, y en la presente monografía puede ser extendido al doble esta medida si analizo los errores que colman sus libros relacionados con temas Martinistas. Cómo vemos en los archivos, él nos habla que en 1895 le habían permitido ver aquellos que se encontraba en posesión de un cierto M. Cavernier y transcribió algunos de ellos, dedicándose una semana a esta labor. 1(a) En 1899 parece como si algunos originales hubieren llegado a su poder, sin embargo no nos explica como. Percibo que en este año se encuentra confuso con respecto a las fechas, extendiéndose y precisando en la naturaleza de las comunicaciones psíquicas. Por 1902 ha hecho mejores progresos con ellos y modificó sus afirmaciones en conformidad, pero sin retractarse de nada. Concibo que de esta forma el cuestionamiento puede disminuir, salvo y hasta que los presentes custodios de los archivos puedan decidir proceder más allá en el trabajo de su publicación. Me parece que he adoptado un motivo razonable y neutro en consideración con los hechos sin acusar a nadie. Bajo la protección de Pasqually, el Rito de los sacerdotes Elegidos fue de instrucción oculta, así como oculta su práctica y la sucesión -tal como hemos podido ver- de Grados Acumulativos, la enseñanza fue por supuesto bajo compromiso, y que parte de ésta que Saint Martin sintió permitido extender más allá en este primer libro. La chose (cosa) puede ser referida a la Guía de Pasqually en secreto, sin embargo, la comunión fue establecida, suponiendo que Papús está en lo correcto en su entender de este término. Pero las explicaciones pueden haber cubierto también instrucciones de otros orígenes, los "Predecesores" alrededor de los que Pasqually instruyó a Willermoz el 13 de Abril de 1718. El resumen de la instrucción recibida de todas las fuentes está revelado en el Tratado sobre la Reintegración del Gran Soberano. Hemos visto que esto es reflejado también dentro del primer trabajo de Saint Martin, como a través del alambique de una mente original, dispuesta siempre a las más elevadas elecciones del alma humana. Un trabajo de comparación podría sostener este hecho en mente, pero esta no es la oportunidad de intentarlo en el presente escrito. La teoría de Saint Martin del bien y del mal está basada en la doctrina de dos principios desiguales, entre los que no existe cooperación o analogía. De estos dos el inferior parece ser el mal por el sólo acto de nuestras propias voluntades, siendo uno de oposición a la Voluntad Eterna de Dios, en donde está la unidad esencia. El hombre en este estado primigenio es el más antiguo de todos los seres que se encuentra en conciencia al igual que la naturaleza, pero él fue el último que ingresó en este esquema. El viene de afuera del centro, es lo que se dice, desde la Voluntad Divina, pero permaneció en su presencia, y su función fue intentar llevar todas alas cosas de vuelta hacia la unidad. Pero él cayó desde este alto estado, fue privado de todos sus antiguos derechos, mientras otro Agente fue comisionado para tomar su lugar. Este Agente es la causa inteligente y activa y, bajo la cual, con el Gran Jefe o Guía, es comisionado para llevar el orden del universo. La inferencia es que este orden fue llevado a ser originalmente por las manos del hombre, hasta que en su separación podría reconciliarse con este único curso. Puede ser inferido que Él o Lo que ha sido llamado a regular en sustitución del hombre, ha aparecido como líder dentro de la unidad, de otra forma el Reconciliador y Reparador, mientras su más importante cargo desde que se verificó la caída es la reconciliación de nuestra carrera descendente. Hemos pasado de la unidad a la separación por el trabajo de nuestra propia voluntad, hemos renunciado a nuestra propia vocación y olvidado nuestros títulos, pero El que repara restituye, en virtud de una capacidad de restitución que siempre ha permanecido con nosotros. Esto continúa a que en el momento de la reintegración el estado del hombre será totalmente crístico. Las exposiciones de Saint Martin, fueron como las de Masonería "veladas por alegorías e ilustradas por símbolos". La naturaleza de la caída se ve nublada de esta forma, desde el momento que él dice que el hombre desciende en la región de los padres y de las madres, de otra forma, dentro del círculo de la generación física, en lugar de esas generaciones espirituales. Esto es una parábola de la unidad original y su subsecuente divorcio, de la supresión entre sujeto y objeto, o del amante y del amado en otra forma de metáfora. Ahora, el camino de divisiones el camino del error, pero el de la verdad es el camino de la unión, o está a lo menos, como yo entiendo a Saint Martin, en los testimonios que él trae a la luz. En un primer sentido este primer trabajo es parecido a una recopilación, pero aquí está la raíz de todo. Habiendo observado su siguiente presentación, su originalidad en pensamiento y estilo y -no lo menos importante- sus opiniones estudiadas y alusiones a una vía oculta de conocimiento, puedo entender el extraordinario efecto que tuvo sobre las mentes preparadas de la Francia de 1776.