sábado, 5 de dezembro de 2015

LA SABIDURIA ANTIGUA PARTE 2

SEGUNDA PARTE
EL ADVENIMIENTO DE LAS ESCUELAS
DE MISTERIOS



Desde los tiempos más remotos, la creencia en un Ser superior y supremo, que se manifiesta en la totalidad de lo que el ser humano sólo manifiesta en parte, ha sido una verdad y creencia básica compartida por todos los humanos. El hombre primitivo, abriéndose paso por el lodo y el fango de los pantanos paleozoicos, se golpeaba el velludo pecho con sus largos y deformes brazos y elevaba su grito hacia un Dios desconocido. Y hasta los velludos antropoides de nuestros días, según nos cuentan los exploradores, tienen ciertos rudimentos de prácticas religiosas. Sin alma pero sapientes, elevan al cielo sus caras semihumanas y juntan sus manos como para rezar. Nadie sabe desde cuándo existe el espíritu de veneración - el intenso deseo de expresar la gratitud por el simple privilegio de existir -, pero no cabe duda de que es tan antiguo como la historia misma. Los primeros escritos que se conocen se refieren a los dioses. Probablemente, los primeros edificios fueron templos, pues día a día vamos cobrando conciencia cada vez mayor de que toda estructura existente en la naturaleza es un santuario construido sin acompañamiento de voces humanas o golpes de martillo. Pero no sólo es un santuario, sino también un altar. Y no sólo es un altar, sino también la ofrenda que se hace en el altar. No hay voz, no hay pueblo que no rinda culto a algún Dios, a alguna presencia sentida en silencio, a algún poder visto en el cielo.

La totalidad de los seres humanos se dividen en cuatro clases generales, pero cada ser humano vive únicamente en una parte de si mismo, o, más bien, reduce las restantes partes para hacer resaltar por encima de ellas su parte predominante. La más baja de tales divisiones es la de la naturaleza física; los que en ella residen son de “tierra”, son “terrestres”; no viven más que para la satisfacción de su naturaleza física. Su idea del cielo es la de un lugar donde hay mucha comida, mucho fasto y poco a ningún trabajo que realizar. Son los Sudras Brahmánicos, quienes nacidos en cadenas, están condenados a vivir y morir atados a los grillos de la baja calidad orgánica. La misma estructura de sus carnes y huesos les impide tanto la fineza o perfección del cuerpo como la del alma. Las mentes de tales seres sólo funcionan en parte. Sus cuerpos antes parecen prisiones que lugares de residencia. Se diferencian de los otros temperamentos como el caballo de tiro se diferencia del caballo árabe de pura raza. Lo mismo que caballos de tiro, tales seres viven para llevar a cabo las tareas más bajas, sumidos en el tráfago de sus mediocres destinos.
Son los trabajadores que, en verdad, se ganan el pan con el sudor de su frente. Si se les da opulencia, no son capaces de mantenerse en ella. Si se los rodea de lujo, son incapaces de apreciarlo. Son los seres oscuros, terrestres, que deben inclinarse por siempre ante la inteligencia. No aman a Dios porque no lo comprenden. Son como los velludos antropoides, que elevan los brazos hacia elementos desconocidos.

La segunda división es la de los artesanos, de los que trabajan con la mente y con las manos. Son los hombres pardos del mito hindú. Compran, venden y permutan. A su torpeza básica se agrega un poco de astucia e inteligencia. Con esta astucia e inteligencia, dominan a quienes no las poseen. Son los mezquinos tenderos, y también los que procuran trocar gradualmente el trabajo manual por el trabajo mental. No disponiendo del organismo mental apto para razonar, dependen, en su religión, de aquellos quienes piensan por ellos.
Son éstos quienes dejan que la clerecía resuelva sus problemas espirituales, sintiéndose incapaces de cargar con el honor de los pensamientos profundos. Como resultado de esto, su idea de la eternidad es más bien abstracta y su credulidad es empleada en beneficio comercial de cierto tipo de mentalidades que considera legítimo el capitalizar la ignorancia ajena.

La tercera clase es la de los científicos. Con el microscopio, el telescopio y otros aparatos más complicados, los representantes de este tipo llegan a los límites de lo conocido y hacen la guerra al caos ilimitado. Los que hacen esta guerra por la causa de la ciencia son, las más de las veces, pensadores concretos que van hasta donde los llevan sus instrumentos, y en el límite, se detienen a la espera de que instrumentos más poderosos les permitan continuar el camino. En lo religioso, la mayoría de estas mentalidades son ateas, salvo el caso de que tengan dos normas de vida, una para los seis días de trabajo en el laboratorio, y otra para el séptimo día, en que van a la iglesia. Los milagros de la teología no pueden ser sometidos al análisis químico. En consecuencia, el mundo científico los toma cum grano salis, de donde deriva la controversia actual entre ciencia y teología, que cada generación transmite a la desvalida posteridad, la que siempre llega al mundo en el momento oportuno para entrar en debate.

El cuarto grupo, el más elevado de todos, abarca a filósofos, músicos y artistas que viven en un mundo mental de carácter abstracto, rodeados de sueños y visiones desconocidas e irrecognoscibles para los otros tres tipos. Se han elevado por encima del mundo de la educación académica y han alcanzado el mundo del idealismo creador, que, al presente, constituye la función más alta de la mente humana. Este mundo es el lugar de residencia del genio, de la invención, de las cosas que las mentalidades inferiores pueden aceptar pero no analizar. En lo religioso, estos espíritus son deístas.

Los más de entre ellos son monoteístas. Varios de ellos son místicos u ocultista, y aun cuando todavía no hubieren llegado al plano del reconocimiento de sus doctrinas, no por eso dejan de pertenecer al tipo superior de inteligencias, capaz de atravesar el velo que separa la sombra de la sustancia.
En toda naturaleza humana hay cierta expresión de instinto primitivo. Junto al apetito de comida, que expresa el hambre de la naturaleza material y el apetito de libertad, que expresa el hambre de la naturaleza intelectual, nos encontramos con la apreciación de lo desconocido; esa aspiración da testimonio de la existencia de un germen latente de la naturaleza espiritual que, de alguna manera y en algún lugar de la constitución de todo ser viviente, dormita en forma aparentemente inanimada.

En cuanto el ser humano fue capaz de razonar, volvió su mente sobre sí mismo.
Trató de hallar una solución al misterio de su propia existencia, misterio que día a día le revelaba con mayor plenitud su propia inteligencia en pleno desarrollo. ¿Qué soy yo?. ¿Por qué estoy aquí?. ¿Qué hay más allá de la línea del horizonte de lo por venir?. Estos fueron los grandes problemas con que se enfrentó el hombre primitivo; y estos son también los grandes problemas con que se enfrentan el hombre y la mujer de nuestros días. Las religiones fueron evolucionando gradualmente, a medida que el hombre trataba de explicarse a sí mismo. En un tiempo, las religiones fueron pocas y sencillas, hoy son numerosas y complejas. Esto nos revela en sí mismo la facultad de constante desarrollo de la mente humana. El hombre primitivo no podía contar más allá de los dedos de su mano; más tarde, la mente humana comprendió la matemática, y con esta ciencia puede ahora realizar cálculos infinitos con cierto grado de inteligencia. La prueba más palpable de la evolución de la mente humana se halla en el desarrollo de los trabajos del hombre. El tronco ahuecado que usaba el primitivo para navegar ha llegado a ser el imponente vapor de nuestros días. Este gran desarrollo, que fue produciéndose a través de las edades, no es resultado de ninguna transformación milagrosa de sustancias naturales, sino del crecimiento gradual de la mente humana, la cual va complicando cada vez más sus actividades, formas y relaciones, como consecuencia de sus funciones eternamente en aumento.

La religión es el resultado de muchas edades de hambre espiritual, cuando el alma del hombre primitivo, hallándose a sí misma insuficiente, se postró con pavor ante la inmensidad de la naturaleza, en cuya grandiosidad infinita aquélla vio un poder mucho más grande que el suyo propio. El salvaje se volvió a los vientos y halló en ellos algo superior a él mismo. Tembló de pavor ante la voz del trueno; quedó postrado de terror cuando las grandes tormentas rugían a través del mundo primitivo y los cráteres de los volcanes vomitaron piedras ígneas y cenizas candentes. Ofreció sacrificios a los dioses del éter para que lo perdonaran.; lloró y clamó en la cumbre de las montañas y ofreció incienso a los astros, como no hallaba a Dios en ninguna parte, le ofrendó sacrificios en todas partes. Vio que las cosechas se quemaban por falta de agua, que sus hijos se enfermaban delante de él.
Sus esperanzas eran destruidas por una cosa desconocida, innombrada, que él no entendía, y la que era el factor determinante de todo pensamiento y de toda acción de su vida. No cabe duda de que fue en esa forma que se originó la primera religión, tal y como la concibe el ser humano primitivo. Recordemos las palabras de Pope: “Io, el pobre indio, cuyo espíritu inculto ve a Dios en las nubes y lo oye en el viento”.

El hombre es pequeño; la naturaleza es grande. El hombre es finito; la naturaleza es infinita. El hombre parece, en su lucha contra la naturaleza, un frágil barquichuelo batido por las olas. En los interminables giros y ciclos de pulimento de la naturaleza el hombre antiguo reconoció la presencia del poder. Se dio cuenta que había algo que era más grande que él mismo, que existía un poder supremo. Anheló procurárselo para sí y durante millones de años luchó, como Hiawatha y el rey Maize, para extraer de ese poder desconocido el secreto de su grandeza. Como Isis, conjuró a Ra a que revelara su nombre, y trató una y otra vez de descorrer el velo de la Virgen del Mundo. Descubrió que algunas de sus acciones lo destruían, mientras que otras le traían paz y bienestar. Trató de discernir entre ellas y en el por qué de tal distinción, consciente de que su propia existencia dependía de la sabiduría con que escogiese.
Dándose al fin cuenta de que no podría dominar a la naturaleza por la fuerza, trató de dominarla por la obediencia. Nuestros códigos religiosos son resultado de los experimentos primitivos con que la mente humana, luchando por subsistir, fue conociendo gradualmente la voluntad de la naturaleza y amoldándose a esa voluntad.

Tenemos hoy día el privilegio de poder echar una ojeada retrospectiva a la historia del género humano y de valernos de la experiencia acumulada en las edades históricas. Los santos, los sabios y los redentores vivieron y murieron luchando con el problema del destino humano. Los frutos de sus trabajos se conservan para nosotros en las escrituras y filosofías de todas las naciones. ¿Qué son los así llamados Libros Sagrados?. ¿No son únicamente el resultado de la contribución al conocimiento del mundo, que hicieron aquellos que, habiendo dedicado sus vidas a los problemas de la humanidad y habiendo aprendido a resolverlos, peregrinaron solos y sin temor por los mundos causales que el hombre llama “naturaleza?”.El hombre fue creando paulatinamente el cuerpo o institución que llama “religión”.

Un templo mental: sostenido por cierta cantidad de columnas, una columna por cada fe humana. El este, el oeste, el norte y el sur han contribuido a la fuerza o a la belleza de ese templo. El edificio, no obstante, es una cosa material. Es la ofrenda del hombre a lo Desconocido. Del mismo modo en que el espíritu entra en el cuerpo cuando el embrión alcanza cierto grado de evolución, el espíritu de la Verdad entra en el cuerpo religioso cuando ésta se halla preparada para tal advenimiento. El mundo tiene muchas religiones, pero la naturaleza no tiene más que una sola Verdad. Toda fe y doctrina son otras tantas contribuciones al conocimiento de esa sola Verdad. Todas las doctrinas expresan un solo ideal a través de una multitud de lenguas. Hay una Babel en la Tierra, pero hay una sola en los cielos. Toda fe busca de respuesta a la única pregunta: “¿Cuál es el fin de la existencia?”. Cada respuesta es diferente. Reunidas todas ellas en su diversidad, es la Verdad lo que queda establecido. La Verdad es la suma de todas estas cosas. La realidad es todas las cosas en todos los seres humanos.

La Sabiduría Antigua es el lado invisible, espiritual de la religión, lo que vivifica el cuerpo de la religión. Es el espíritu único que habla a través de una multitud de lenguas. Es aquella presencia que entra cuando su templo ha sido construido por el cuerpo de sus trabajadores. Vivifica el cuerpo de la fe, le confiere animación y no simplemente una serie de envolturas o esqueletos. Como los dioses de la India, tiene muchos brazos y muchas cabezas, pero un solo corazón.

En la época prístina de la diferenciación humana, el hombre no podía gobernarse a sí mismo, pero estaba regido por quienes la naturaleza había encargado que lo cuidasen y lo llevasen al grado de evolución en que fuese ya capaz de cuidar de sí mismo. Se nos dijo que cuando nuestro sistema solar comenzó a actuar, los espíritus de seres sabios provenientes de otros sistemas solares vinieron hacia nosotros y nos mostraron las rutas de la sabiduría, para que tuviéramos por derecho de nacimiento el adquirir ese conocimiento que Dios da a todos los seres de su Creación. Dícese que fueron esos espíritus de seres sabios provenientes de otros sistemas solares los que fundaron las Escuelas de Misterios de la Sabiduría Antigua, pues esta Sabiduría era el conocimiento de la voluntad de la naturaleza con respeto a sus criaturas. El arte más elevado de todos los mundos es el arte de ser natural, pues lo que es natural sobrevivirá. Durante edades enteras, la religión se fundó en hipótesis falsas. Trató de llenar el mundo de milagros y de cosas antinaturales. Trató de tiranizar y de dogmatizar. Por esta razón, está fracasando. La religión es, no cabe duda, un cuerpo, pero actualmente es un cuerpo sin alma. No ha construido su tabernáculo de acuerdo a la ley. No sirve honestamente ni inteligentemente a las necesidades del género  humano, sino que antes bien se enreda a sí misma y enreda a sus miembros o feligreses en interminables disentimientos de credos, doctrinas y códigos, habiendo olvidado enteramente el espíritu de la Verdad. Como consecuencia de esto, uno de los elementos más importantes de la vida humana está desapareciendo gradualmente de la faz de la Tierra; y a falta de una religión honesta, inteligente, bien intencionada y progresista, tenemos una edad de materialismo extremado, en que el Dios de los hombres se trueca, de figura dorada de un Dios desconocido, en moneda dorada de “uso práctico” diverso.

La Sabiduría Antigua nos dice que sólo hay una religión y que el germen de esta religión fue plantado en las almas de las cosas en el comienzo del mundo. Este germen llegó a ser un poderoso árbol, con sus raíces en el cielo y sus ramas en la tierra, como el banyan de la India. Del mismo modo en que todas las ramas penden del mismo tronco, todos los credos y religiones dependen de una misma fuente, de una misma luz, por todo lo que han sido, son o serán por siempre jamás. Algunas ramas son largas y fuertes; otras, cortas y débiles, pero a través de todas ellas corre la misma vida. Esa vida es luz, y esa luz es la vida del ser humano.

La Sabiduría Antigua no sabe, ni de cristianos, ni de gentiles, ni de paganos. No reconoce más que la existencia de varias ramas pendientes de un mismo árbol; cada rama es en sí misma incompleta, pero forma parte del árbol de la Fe. El árbol no pide nada a las ramas; lo único que espera es que las ramas sean fieles al árbol y den Testimonio veraz de la vida que corre por el árbol. La Antigua Sabiduría es la vida que corre por el Árbol de la Fe. Nosotros no vemos la vida. Sólo vemos las hojas y las ramas que dan testimonio de la vida, pero a su debido tiempo se cumple el milagro del árbol. La vida del árbol es glorificada en el brote y en la flor. La vida del árbol se consuma en el fruto. La gloria de la vida de ese árbol está en la nueva semilla que testimonia plenamente el poder creador de todo lo que acaba de producirse y ha ocurrido antes. Este árbol es, ciertamente, el Árbol de la Vida, pues sin los sentimientos elevados y excelsos, el ser humano no vive, sino que simplemente existe. Si alguna de las ramas de ese árbol no da frutos, el Maestro nos dice que hay que cortarla y arrojarla al fuego. Es deber de todo ser viviente al realizar tareas verdaderamente constructivas, en reconocimiento de la vida divina que alienta en él. La mejor manera de glorificar a Dios es la de que sus criaturas glorifiquen en sí mismas Su espíritu.

En remotos pasados, los dioses se acercaban a los hombres, y mientras los Maestros de las esferas invisibles de la naturaleza trabajaban con la humanidad todavía infantil en este Planeta, los dioses escogían entre los hijos del hombre a quienes fuesen los más sabios y veraces. Y con éstos trabajaron, preparándolos para que pudieran continuar la labor de los dioses, cuando las jerarquías espirituales se hubiesen retirado a los mundos invisibles. Con estos hijos del hombre, especialmente instruidos e iluminados, dejaron los dioses la llave de su gran sabiduría, que era el conocimiento del bien y del mal. Dispusieron que esos hombres así instruidos fuesen sacerdotes y mediadores entre ellos (los dioses) y la humanidad que basta entonces no había abierto los ojos que le permitiesen atisbar el rostro de la Verdad y poder vivir.

Amparados por la divina prerrogativa, estos iluminados fundaron lo que conocemos actualmente como los “Misterios Antiguos”. Estas fueron escuelas de verdades religiosas, en que la religión se usaba en el sentido que implica sabiduría divina. Podían entrar en estas  “universidades” espirituales los hombres más valiosos y capaces. Al principio, estas escuelas fueron reconocidas públicamente. Se construyeron grandes templos para alojar a los sacerdotes y para efectuar los procesos y rituales de iniciación. Se registraron los arcanos místicos en esculturas, tábulas de arcilla y en rollos de papiro. Generación tras generación se iluminó con la sabiduría encerrada en estos documentos conservados en los repositorios sagrados.
Paulatinamente, fue produciéndose una separación en las Escuelas de Misterios. El fervor y propósito de los sacerdotes de propagar sus doctrinas, en muchos casos excedió aparentemente su inteligencia.

De resultas de esto, se permitió a muchos aspirantes entrar en los templos antes de que realmente estuviesen preparados para la sabiduría que debían recibir. El resultado fue que estos espíritus poco preparados, fueron ganando gradualmente más autoridad, pero se manifestaron al fin incapaces de mantener la institución, siendo ineptos para establecer relación con los poderes espirituales que se hallan detrás de toda empresa de orden material. Y de este modo, las Escuelas de Misterios fueron desapareciendo. La Jerarquía Espiritual, servida a través de todas las generaciones por un número limitado de seguidores veraces y fieles, se desvaneció de la faz de la Tierra.
Mientras las colosales organizaciones de orden material, habiendo perdido el contacto con sus fuentes divinas, comenzaron a perder el rumbo y se fueron enredando cada vez más en ritos y símbolos los cuales ya no podían interpretar.

Un ejemplo concreto e interesante de la deterioración de las Escuelas de Misterios y sus ritos se halla en el juego de niños llamado La Comedia de Punch and Judy. Durante siglos la gente superficial de todas las naciones de Occidente rió con las curiosas travesuras de estas pequeñas figuras. El mundo hace tiempo que ha olvidado que este juego se originó entre los primeros místicos cristianos; Punch era Poncio Pilatos y Judy era Judas Iscariote.

El pequeño garrote que lleva Punch es una réplica degenerada de los antiguos cetros de los dignatarios romanos de la Tierra Santa. También es probable que la famosa escena entre Punch y el niño haya sido tomada de la antigua historia cristiana del degüello de los inocentes.

Es realmente digno de notarse cómo a través de las edades, sea por transmisión oral, sea por alegorías o símbolos, sea por ejemplos naturales, las verdades reveladas a los antiguos se perpetuaron hasta nuestros días, a pesar de que siempre fueron ocultadas a los ojos de los profanos. Se ha dicho que la sabiduría no está en ver las cosas, sino en ver a través de las cosas. Al menos para el ocultista, esto es doblemente verdadero. Durante la era de Atlántida, que describe Platón, la tarea de recopilar y ordenar la Antigua Sabiduría se llevó a cabo aceleradamente, pues los pobladores de la Atlántida fueron los exponentes más grandes de pensamiento concreto que jamás conoció el mundo.

Los habitantes de la Atlántida jamás entendieron a fondo la sabiduría que les era propia, pues aún en aquellos tempranos tiempos los dioses ya se habían retirado de la masa de la humanidad y sólo hablaban a los hombres a través de sacerdotes y oráculos. El método de comunicación de que se valieron los poderes espirituales se halla fielmente expuesto por Josephus en su descripción del Arca de la Alianza y de los sacerdotes que la servían. Esta arca era un oráculo, y los dioses hablaban al sumo sacerdote por medio del lenguaje de los símbolos. De los habitantes de la Atlántida, con sus Antiguos Misterios del Tabernáculo, hemos rescatado casi todo lo que sabemos en lo referente a la Sabiduría Antigua y sus  Misterios. De acuerdo con el Libro Sagrado, ellos eran los custodios de los registros espirituales que les habían sido dados por sus progenitores, los Reyes Serpientes, que reinaron sobre la Tierra.

Fueron estos Reyes Serpientes, quienes fundaron las Escuelas de Misterios, los cuales más tarde aparecieron como los Misterios Egipcios y Brahmánicos y bajo otras formas de ocultismo antiguo. Su símbolo era la serpiente, porque enseñaban a los hombres a usar la energía creadora que corre por la naturaleza y por sus propios cuerpos, en forma de línea “serpenteante” o de fuerza “sinuosa”. Eran los verdaderos Hijos de la Luz, y de ellos descendió una larga línea de adeptos e iniciados debidamente instruidos en la ley.

Éstos mantuvieron encendida la luz de las verdades divinas a través de muchas generaciones de ignorantes y descreídos. El mundo Atlántida se vino abajo en cuanto se apartó de la ley. Olvidó que la naturaleza es la regidora de todas las cosas y, por querer vivir antinaturalmente, fue destruido. Antes de su desintegración, como quiera que sea, la Sabiduría Antigua pasó al nuevo mundo de los arios, donde, desde el corazón del encumbrado Himalaya, sus adeptos, e iniciados comenzaron el proceso de la formación de un nuevo pueblo destinado a ser el tabernáculo viviente de los dioses.

No siempre el hombre fue un ser material. Hace muchas eternidades era una criatura espiritual, de poderes radiantes y gloriosos. Gradualmente fue tomando la vestidura de lo que nosotros llamamos “cuerpo”, y su radiosidad fue empañada, por las envolturas de arcilla. Poco a poco fue perdiendo el contacto con sus Padres, los Hijos de la Luz, y comenzó a moverse en las tinieblas. En la época en que el tercer ojo se cerró en el hombre, durante el antiguo mundo de los Lemures, el género humano perdió el contacto con sus maestros invisibles. El recuerdo de los maestros se fue esfumando de a poco, hasta que sólo quedaron mitos y leyendas. La mitología es el registro auténtico de aquellos períodos de transición en que las chispas divinas fueron asumiendo gradualmente las formas del cuerpo mortal.

Pero el hombre jamás ha sido dejado peregrinando a solas en su ignorancia. Cuando se rompieron los lazos que lo unían a los mundos invisibles, ciertos métodos para captar la voluntad de los dioses, fueron establecidos. Fue entonces, y a estos efectos, que cierta cantidad, de hombres y mujeres fue instruida en la transposición del abismo que ya separaba a los hombres de los dioses. El método para establecer esta comunicación era el máximo de los secretos del ocultismo antiguo. Este secreto fue conservado para la raza humana, pues llegará el tiempo en que todos los seres humanos volverán a ser capaces de comunicarse otra vez directamente con los dioses. Durante un gran intervalo de edades, esta sabiduría fue perpetuada en las Escuelas de Misterios, y un pequeño grupo de discípulos elegidos en cada generación tuvo el privilegio sagrado de conocer a los dioses. Esta sabiduría y el poder y conocimiento que tales discípulos han alcanzado, éstos la imparten, a su vez, a otro grupo de discípulos elegidos y amados. Y así la gran obra sigue adelante.

La capacidad de las Escuelas de Misterios, de comunicarse con los mundos invisibles, es la base de su poder; pues todas las jerarquías creadoras residen en los mundos invisibles, y es a estos mundos adonde deben recurrir los discípulos para consultarlas. La explicación está en que el género humano es el único, dentro de nuestra organización, que se halla equipado con un cuerpo físico y un, cuerpo mental. Los dioses propiamente dichos,  jamás han descendido a la sustancia física. De modo que al no tener cuerpo compuesto de elementos químicos densos, no pueden manifestarse aquí. Para comunicarse con ellos, los seres humanos tienen, pues, que aprender a funcionar conscientemente en sus propios cuerpos invisibles. Cuando el ser humano alcanza a hacer esto, puede comunicarse con los seres espirituales que residen en sus sustancias similares de carácter ultrafísico. Es así que, mientras la religión trata únicamente de fantasías, teorías y creencias, los iniciados de la Antigua Sabiduría se dirigen derechamente a la fuente principal de sabiduría y, conociendo la voluntad de los dioses, hacen de esa voluntad la ley de sus vidas. El iniciado ni adivina, duda, ni habla a solas. Trabaja con hechos, pues se siente uno con las verdades de la naturaleza.

Este sendero secreto de la iluminación espiritual es el camino que estableció el Logos planetario, al estatuir que Sus hijos aprenderán a conocer a través de Él y a cumplir Sus fines. El Logos está rodeado de una jerarquía de seres sobrehumanos y también de un grupo de grandes iniciados que pueden ser llamados el fruto del período del mundo humano. Estos grandes iniciados, con sus mentes divinamente inspiradas forman los poderosos pilares de la Casa de su Dios. Son los soportes del Templo del Progreso Humano. Estos grandes espíritus fueron llamados por los antiguos místicos judíos los “cedros del Líbano”. Son estos los árboles que se dice que cortó Salomón de los bosques de la tierra para usarlos como soportes de su templo divino.

Las verdades secretas de estos iniciados fueron recopiladas del norte, del este, del sur y del oeste. Los adeptos y místicos de todas las naciones dieron a sus discípulos los frutos de sus investigaciones mientras funcionaban en los mundos invisibles. Las Escuelas de Misterios, cumpliendo la antigua ley, han sido hechas a imagen de la Naturaleza, y hoy día las conocemos bajo el nombre de las Siete grandes Escuelas de Misterios. Todas estas son ramas de un mismo árbol, el árbol que crece en el centro del Huerto del Señor, y es regado por las aguas de los cuatro ríos (la sabiduría de los cuatro mundos). Del mismo modo en que todo rayo de luz se descompone en siete colores cuando atraviesa el prisma, esta antigua verdad, al atravesar el cuerpo prismático del mundo material, se descompone en un cuerpo séptuple. Este cuerpo es la así llamada serpiente de siete cabezas, pero, aunque habla a través de siete bocas, no tiene más que un cerebro, una vida, un origen.

Los sacerdotes de los Misterios se simbolizaban como serpientes, llamadas a veces hidras. De aquí se deriva la palabra (inglesa) hydrant (= boca de riego). La boca de riego lleva el agua, y, a través del cuerpo de hidra del iniciado, pasa el agua de la vida. De ahí que el iniciado sea como un tubo o canal a través del cual pasa el agua como a través de la boca de riego (hydrant).

Estas siete escuelas, compuesta cada una de doce iniciados y sus discípulos, dispuestos alrededor de un decimotercero hermano “excelso”, son los perpetuadores, ordenados por Dios, de la Antigua Sabiduría, en la forma en que vino en la alborada del mundo, cuando los dioses descendieron de la nebula del sol y fijaron su residencia en la isla sagrada del polo norte.

No estando destinado este escrito a fines de propaganda, no nombraremos a ninguna de estas escuelas, pero sí diremos que representan a los planetas y los siete grandes senderos. También representan los siete órganos vitales del cuerpo humano y las siete redomas que vuelcan su contenido sobre el mundo. Todos los discípulos que buscan  adquirir conocimiento de las leyes; de la naturaleza, tienen que obtener tal sabiduría a través de uno de estos siete canales, dispuestos por el Infinito para el desenvolvimiento de Sus tareas. Cada una de estas Escuelas de Misterios es invisible y desconocida. Sólo se las podrá encontrar al cabo de largas búsquedas y repetidas desilusiones. En reconocimiento a la dignidad de estas escuelas y a la santidad de la sabiduría que ellas representan, este escrito ha sido preparado con el fin de reproducir de manera simple alguna de las verdades maravillosas que tales escuelas sustentan.Cada cien años, se oye la voz de la Gran Escuela y viene al mundo alguien para dar testimonio de lo invisible. Ese “alguien” habla con la voz de la sabiduría y es amparado por las siete luces. Gradualmente, la Escuela de Misterios (las siete ramas consideradas como unidad) dispensa el pan bendito de la razón humana. Hoy más que nunca los seres humanos vuelven a buscar a sus dioses; o más bien diríamos que se apartan disgustados de nuestra era de materialismo que, lenta, pero ciertamente, está destruyendo todo lo que en la vida es belleza y espiritualidad. Nuestro materialismo está destruyendo las almas de los hombres; está rompiendo el corazón del mundo; está ahogando la mejor parte de nuestras naturalezas,y algo dentro del hombre se rebela contra esa opresión antinatural. Muchos que jamás pensaron antes en esto comienzan a preguntarse cuál será el fin de todo esto, hasta dónde el género humano podrá sumergirse en el materialismo sin que se derrumbe la estructura ética que sostiene nuestra era moderna.

En los últimos cincuenta años, se multiplicaron de a miles los peregrinos espirituales que han emprendido la búsqueda de la verdad, peregrinando por los valles y las colinas del alma humana, buscando la respuesta al enigma del destino. Tratan de encontrar a aquellos Maestros de Sabiduría de que habla la leyenda pero que no registra la historia, en toda esta búsqueda hay una gran incertidumbre, pero hay uno o dos hechos que resultan perfectamente claros. El primero: la mayoría de la gente ignora qué es lo que busca. Si encontrase, la verdad, no la reconocería. Los Maestros que buscan esa gente alternan con ellos todos los días; pero, al igual que Sir Launfal, las gentes se van a lejanas tierras, en procura de las cosas que hallarían en los umbrales de sus propias puertas. El segundo: si encontrasen la sabiduría, no la aceptarían. Todos ellos se sentirían contentos de tener el poder de los Maestros, pero pocos de ellos trabajarían desinteresadamente con una dedicación y un esfuerzo a toda prueba, por muchas edades, para obtener ese poder y consagrarlo sin reservas al bien de la humanidad.

Antes de pasar a nuestro próximo tema, hagamos un resumen de algunos puntos que deben ser recordados en lo concerniente a la Gran Obra y a sus “obreros” en el mundo.

1.- El instinto de la reverencia a lo desconocido es propio de toda vida humana.Parecería que ese instinto es propio también de varias especies de animales superiores, pues al vérselos echados a los pies de sus dueños dijérase que las almas de esos animales llenos de amor y ternura, hablan a través de los ojos levantados hacia el amo. El cariño del perro a su amo y el cariño del discípulo a su maestro van muy unidos. El perro sólo anhela que su amo le diga palabras cariñosas y daría su vida por éste. Esa es devoción verdadera. Desde el salvaje para arriba, la reverencia y la devoción a los dioses forma parte del código moral de la humanidad. Los seres humanos podrán negar esto, pero esto persiste ya bajo forma de fe, ya de temor, ya de superstición.

2.- El Hacedor de ese gran plan que llamamos vida, el ser del cual hemos sido diferenciados, confirió al hombre ciertas potencias que, despiertas en poderes dinámicos, dará a cada cual la facultad a través de la cual podrá reconocer ese “plan”. Aprendiéndolo por si mismo y aplicando su sabiduría, acaso alcance el hombre la posición de poder asistir a otros en la armonización de sus vidas con la misma ley.

3.- A fin de difundir esta sabiduría en forma sabia, entre las naciones de la Tierra, las Escuelas de los antiguos Misterios fueron establecidas, no por voluntad de los hombres, sino por voluntad de los propios dioses, los cuales trabajan a través de “canales” seleccionados de entre las criaturas más altamente evolucionadas de la Tierra.

4.- Habiendo establecido estas escuelas, las inteligencias superiores se constituyeron en los poderes centrales invisibles de ellas, y todavía siguen en comunicación con los Adeptos y Maestros que al presente rigen los destinos de estas órdenes secretas.

5.- Todo desarrollo espiritual tiene que ocurrir a través de uno de los siete canales dispuestos por la naturaleza a tal fin; en cierta etapa de su desarrollo espiritual, cada discípulo penetrará en el sendero planetario más adecuado para desenvolver las cualidades latentes dentro de sí.

6.- Estas siete escuelas, y sus ramificaciones en todas las partes del mundo,constituyen la Gran Logia Blanca. Esta es la institución divina establecida para conferir la Sabiduría Antigua a nuestro planeta. Está compuesta de todos los iniciados y adeptos del Sendero Blanco y forma el gobierno invisible de la Tierra.

7.- La Sabiduría Antigua contiene el conocimiento verdadero y seguro del plan por el cual fueron creados y establecidos los dioses, el ser humano y universo, por el cual estos se mantienen y por el cual se disolverán en un futuro en la eternidad. Es el conocimiento de todas las cosas en sus relaciones con Dios, la Naturaleza y ellas mismas, y es la única guía por la cual el ser humano puede ver la senda que debe seguir si quiere liberarse de la ignorancia y oscuridad del materialismo.

8.- Cualquier persona puede recorrer ese sendero, siempre que acepte y acate las obligaciones que la Sabiduría Antigua estatuye e impone a quien desee conocer los misterios de la vida y de la muerte. Si el ser humano quiere vivir la vida que tal Sabiduría indica, no sólo ha de conocer la doctrina que ella predica, sino que también ha de conocer a los Grandes que fueron elegidos por sus propias virtudes para enseñar a sus hermanos menores la sabiduría Antigua. 

LA SABIDURÍA ANTIGUA PARTE 1

PRIMERA PARTE
ADVERTENCIA A LOS ESOTERISTAS



Por más que hoy día sea grande el número de movimientos religiosos tanto heterodoxos como ortodoxos, son muy pocas las organizaciones de esa naturaleza que inspiran a sus feligreses a servir a sus semejantes, dándoles orientaciones a la vez prácticas y espirituales. Uno a uno, los diversos cultos están siendo absorbidos por el materialismo y el espíritu comercial del mundo en el cual por necesidad fueron establecidos. No debe extrañarnos esto, puesto que muy difícilmente podríamos separar nuestra religión de nuestra vida cotidiana. Podremos darle múltiples nombres, pero ello no obstará para que la religión siga reflejando las creencias y el carácter moral de quienes configuran su organización.

Las formas modernas de vida no son saludables, las organizaciones erigidas por gente insana no pueden ser normales. El comercialismo ha atacado todas las esferas de la sociedad, se ha infiltrado en todos los aspectos de la vida. El género humano de nuestra actualidad se ha enloquecido con la sed del dinero. Está enfermo de “ventajas personales”. No hará nada por servir al prójimo; en cambio hará todo lo posible para que su mediocridad se transforme de la noche a la mañana en un poder comercial. El esfuerzo identificado con la falta de ética de la competencia es la responsable absoluta de estas condiciones de vida.

La concusión ha eclosionado en todas las manifestaciones de la vida. No hay institución que no esté tocada, en cierta forma más o menos atenuada, de deshonestidad moral, y dado que no hay forma de vida que no esté comercializada y pervertida, tampoco podremos esperar que la religión haya escapado a esto.

La historia no registra prostitución mayor que la que hoy día se enmascara bajo el nombre de “psicología” y “nuevo pensamiento”. El arte de atontar al público ha evolucionado desde la bufonada innoble de la Edad Media hasta el pulcro fariseísmo del siglo veinte. Del mismo modo en que las gaviotas siguen al barco, esta verdadera maldición de los tiempos contemporáneos ha seguido la cresta de la ola de autosuficiencia y perversión moral que produjo nuestra era comercial.

Bien entendidas, esto es, aplicadas al servicio de la humanidad, la psicología, la metafísica y el “nuevo pensamiento” resultan muy recomendables; más aún, sus verdades constituyen necesidades candentes para la humanidad ignorante de nuestros días. Pero, ¿qué es lo que ha ocurrido? Esos nombres han sido utilizados para concitar toda clase de infamias, en lo mental, lo moral, lo espiritual y lo físico, a tal grado que hoy día sólo conocemos la prostitución y la comercialización de las verdades por las cuales estas ciencias fueron creadas. Sus resultados se basan en la premisa de que la gente con quien trabajan, es demasiado ignorante para cobrar conciencia de la injuria que se está cometiendo con ella.

No debe creerse que estamos atacando los principios que fundamentan esos cultos y filosofías, como así tampoco la verdad que tales cultos y filosofías representan. Ni atacamos a la gente sincera que trata de ayudar a otros a formar y desarrollar el carácter. Sólo atacamos a la perversión de la verdad y a las personas que, ocultando sus crímenes bajo el manto de la sabiduría, desvían deliberada y conscientemente al público buscando solamente el engrandecimiento y enriquecimiento propio.

En el capítulo 14, versículo 30 del Evangelio de San Juan, dice Jesús: “Ya no hablaré mucho con vosotros: porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada de mi.” La Antigua Sabiduría no es de este mundo, pertenece a una esfera totalmente distinta. No le interesa a ella mejorar la condición material del individuo desde el punto de vista de ubicar a éste en posiciones ejecutivas o de rodearlo de opulencia. La Antigua Sabiduría trata de formar el carácter del ser humano, sabiendo que si se lo lleva a hallarse y a dominarse a si mismo, se habrá logrado mucho más que si se lo convierte en líder o rector de multitudes.

La Verdad expresa la síntesis de la Sabiduría Divina. La Verdad es la eterna realidad de las cosas. La psicología y la metafísica, tal como se enseñan en nuestros días, no son verdaderas, y las cosas enseñadas bajo la denominación de “verdad” no son nada mejores que aquellos que las enseñan. Un hecho intelectual no es necesariamente una verdad, y su mala aplicación constituye siempre una falsedad.

Cuando el individuo trata de ganar eficiencia burocrática a expensas de otros; cuando asiste a una escuela nocturna con el fin de aprender a ser un ratero moral, cobra el privilegio de actuar “a su manera”, en la medida en que esté dispuesto a aceptar las consecuencias del karma. Recordemos que cuando Lucifer decidió rebelarse contra Dios, la deidad le permitió hacerlo. Es desmoralizador para una comunidad el que la gente crea que Dios da o autoriza a que se dé clases de astucia comercial, de “ventajerismo”, de impedir juicios hipotecarios, o que Él recomienda meditar en silencio con el fin de eliminar cónyuges indeseables. La psicología moderna ha hecho aparecer deshonesto a Dios, tan deshonesto como las personas que promulgan estas doctrinas. Todo esto obra con efecto destructivo sobre la vida y la salud del género humano. Veamos algunos puntos en que la Sabiduría Antigua era firme y la religión moderna es endeble. Los tomaremos del mundo que nos rodea, del mundo cotidiano, sin necesidad de entrar en abstracciones.

1.- En todo lo que se refiera a la adquisición de conocimientos, la Sabiduría Antigua dice: “Primeramente, purifica tu propia vida.” Esto quiere decir exactamente lo que dice. Hasta que el egoísmo no haya sido desterrado del alma del estudiante, éste no podrá tener ninguna aspiración de conocimiento que le sirva para propósito alguno más alto que el del estímulo mental. Los cultos psicológicos del mundo moderno pasan esto enteramente por alto y omiten subrayar las virtudes esenciales de la naturaleza humana; en cambio, ponen énfasis en los deseos, en los apetitos de cosas que no pueden ser alcanzadas por medios normales. En un tiempo los hombres morían por la Verdad; ahora la Verdad muere en manos de los hombres.

2.- Los apóstoles que murieron por su fe, los cristianos que cantaban en la arena mientras se soltaba sobre ellos a los leones hambrientos, o se los colgaba de estacas para que, convertidos en antorchas vivientes, iluminasen los jardines del palacio de Nerón, era gente que dio demostraciones vivas de sinceridad, humildad, honestidad y devoción a los primeros seguidores de Cristo. El propio Maestro fue guiado a la montaña por los demonios, y tentado por la visión de las fastuosas ciudades tendidas en los valles. Los antiguos iniciados fueron tentados por las cosas de este mundo. Buddha, junto a la cuna de su pequeño hijo renunció a las riquezas de la vida mundana y se decidió por la vida peregrina del asceta. La gran necesidad de misericordia inundó su alma, y lo sacrificó todo a su amor grande y desinteresado. Las voces mundanas tientan de continuo a los estudiantes; sólo los que son fuertes alcanzarán la sabiduría que buscan. El verdadero ocultista no aspira más que a la sabiduría. Cuando Salomón levantó sus manos a su Dios, Jehová habló desde los cielos para preguntarle qué quería, y Salomón respondió pidiéndole el don de la sabiduría. Jehová le preguntó si no deseaba alguna otra cosa; Salomón respondió: “No; solo quiero sabiduría”. Y Dios dijo a Salomón que por haber pedido únicamente la sabiduría, le daría además todas las otras cosas, y que a partir de ese día y hasta el fin del mundo, no habría rey más rico, más grande ni más lleno de bendiciones que él. Estos son puntos dignos de ser considerados a la luz de la psicología moderna.
No bien escuchamos las palabras de los exponentes modernos de las cosas divinas, echamos de ver que logran convertir a la gente al ofrecer al ignorante precisamente las mismas cosas que los maestros antiguos rechazaron como tentaciones del demonio. Los líderes de los nuevos cultos prometen repetidamente a sus discípulos las “ciudades de los valles”. Y los crédulos seguidores de tales “maestros modernos” se atropellan unos a otros para caer a sus pies y aprender cómo, a través de la “personalidad magnética” o la“gimnasia mental” se puede adquirir las posesiones terrenales que los “maestros modernos”les han prometido. El crimen no está en desear las cosas de este mundo, pues hasta cierto punto, esas cosas son necesarias y buenas. El hombre no estaría ubicado en su esfera si no esperase lograr algún provecho de su estudio y su experiencia. El crimen, el mal, está en simular que estas doctrinas pervertidas obedecen a una inspiración espiritual y el asumir que el deseo principal de Dios es hacer que la gente alcance la independencia económica.

3.- Compare el lector a los iniciados de otros tiempos, luchando para convertir a gente que no podía entenderlos, combatiendo la idolatría y la superstición, tratando de modelar un concepto más verdadero, más noble de la vida, peregrinando días y días por las ardientes arenas, como Moisés en el desierto, compare el lector a esas verdaderas mentes rectoras con las vanidosas mentes “rectoras” de nuestros días, y pregúntese luego a quién de ellos podría seguir. El género humano jamás ha deseado lo que le hace el mayor bien, pero, al igual que una criatura, tiende los brazos y llora pidiendo la luna. Hoy el género humano ignora qué es lo bueno para él; los individuos, en lugar de tratar de desarrollar simétricamente, armoniosamente, su constitución, han enloquecido tras un sistema de abracadabra filosófico que promete “algo” por nada, y permuta la sabiduría divina a precios módicos.

4.- Sin esfuerzo, no hay inspiración; nadie puede cumplir por nosotros las tareas que a nosotros están encomendadas. La Sabiduría Antigua exigía muchos años de purificación y de preparación antes de que sus adeptos pudiesen considerarse aptos para impartir aún la instrucción más elemental. En cambio hay muchos ocultistas modernos que enseñan volublemente la matemática pitagórica y la numerología, y si uno asistiera sus “clases” todos los días por espacio de una semana, quedaría pasmado, por cierto en grado extremo, de lo poco que estos saben. Los ocultistas modernos se extrañan que la mayoría de las  claves de los misterios pitagóricos se hayan perdido para el mundo. La respuesta es simple.Jamás Pitágoras instruyó a ningún discípulo suyo en ninguno de sus conceptos filosóficos, antes de que tales discípulos hubiesen pasado por cinco años de la más estricta disciplina: entre otras cosas, una de las prescripciones de tal disciplina era la de que, durante los cinco años, no debían pronunciar una sola palabra, de manera de que luego supiesen sujetar la lengua. Realmente, tendríamos mucho menos trabajo si nuestros psicólogos actuales dejasen de hablar durante cinco años dado que la mayoría de ellos no predica con más fundamento que el de la elocuencia que le da un estudio de dos semanas adquirido de alguien no mejor informado que ellos mismos.

5.- Hay otra clase de gente que discute el problema del infinito con la soltura más increíble, cuando todavía no ha llegado a ponerse de acuerdo con lo finito. Una de las reglas más interesantes de la Sabiduría Antigua es la de que ninguno de los iniciados debe discutir el Absoluto. Explican la hipótesis de la Causa Primera, pero establecen al fin que ningún ser humano, incluidos ellos mismos, conoce lo suficiente como para emitir una opinión o una definición inteligente al respecto; y ningún hombre sabio pretende discutir sobre lo que no conoce.
Cuando preguntaron a Buddha acerca de lo Absoluto, rehusó discutir el tema. El mismo silencio observó con respecto a los dioses, pues sentía que estaban por encima del plano de la inteligencia humana. Se le consideró, por consecuencia, ateo o, al menos, panteísta, cuando en realidad fue su respeto y reverencia a la deidad lo que lo llevó, en su sublime sabiduría, a dejar de pronunciar palabras cuya insuficiencia no haría más que profanar las cosas sagradas. Cuando los discípulos de Sócrates interrogaron a su maestro acerca de lo absoluto, éste rehusó discutir el tema, diciendo que ello sobrepasaba su saber, amen de que no tenía finalidad práctica en la vida cotidiana. Pero siempre habrá tontos que se zambullen donde los ángeles no se atreven a entrar. Mientras las inteligencias más grandes que produjo la humanidad no se atrevían a profanar con palabras lo que consideraban demasiado sagrado para ser abarcado por palabras, más de una persona sin información, ni idoneidad, ni nada mejor, trata de impresionar a los ignorantes con la discusión voluble de cosas que no conoce.

6.- Sólo hay una serie de verdaderos ejercicios en el mundo: los llamados ejercicios esotéricos. Todas las naciones los han adoptado, agregando alguna modificación necesaria a las particularidades de raza, color y cualidades orgánicas. Los cristianos tomaron los suyos de los judíos, los judíos de los egipcios, los egipcios de los brahmans, y, así sucesivamente ad infinitum. Al dar Buddha una fe a la India, no hizo más que dar una doctrina para la consideración del pueblo, pues, siendo él mismo un Brahman, siguió el culto brahmánico de los ejercicios esotéricos. Los así llamados ejercicios esotéricos son aquellas fórmulas dadas directamente por labios de los iniciados a sus discípulos, bajo la promesa del secreto más absoluto, con el fin de que tales discípulos practiquen esos ejercicios para la espiritualización, eterización y purificación de sus cuerpos.Uno de los peores crímenes de entre los que se cometen hoy en día es el de la enseñanza, por parte de “ocultistas” actuales, de prácticas dementes, homicidas y suicidas, encubiertas bajo la divisa de “instrucciones esotéricas”.
Si estas prácticas o  “instrucciones”,son llevadas a cabo persistentemente, ocasionarán con frecuencia la muerte del incauto estudiante. Una característica de la mente común de Occidente es el de su incapacidad para  concentrarse con intensidad durante el tiempo suficiente sobre ninguna cosa; esto resulta favorable cuando evita el caer víctima de los oculistas falsos de nuestros días. Las instrucciones esotéricas que han ido a parar a manos de gente inhábil, ha sido a consecuencia de la traición a los votos que cometieron algunos iniciados de grados inferiores los cuales no fueron merecedores de haber adquirido tales instrucciones. Para recibirlas de esas fuentes, el recipiente también tiene que convertirse en cómplice del crimen. No sólo eso, sino que, además, el estudioso que accede a escuchar las instrucciones falsamente obtenidas, anula toda posibilidad de adquirir cualquier bien que en otra forma podría obtener, para si mismo.
Nadie que haya recibido las instrucciones sin la necesaria, preparación y aprendizaje que prescribe la Gran Escuela, podrá alcanzar la penetración espiritual anhelada. Mucho aflige a los Maestros ver a gente que, pudiendo obtener mejor realización, chapucea con así llamados ejercicios esotéricos, reuniéndose en círculos, meditando teatralmente, revolviendo los ojos y esperando sentados en recintos oscurecidos a la espera de alguna visión etérea. Pero no es el solo hecho de que haya gente que hace esto lo que aflige a los Maestros. Lo peor es la comprobación de que existen discípulos cuyo poder de discriminación ha permanecido en un nivel tan bajo que les permita ser cómplices de tales absurdos. No queremos decir con esto que no verán cosas, oirán voces y obtendrán ciertos poderes mediúmnicos. Queremos decir que serán menos útiles después de haber obtenido tales poderes que antes de haberlos adquirido, pues tendrán que desaprender lo aprendido sin sabiduría.

7.- Los Maestros están siempre dispuestos a confiar en los discípulos y estudiosos que se muestren deseosos de recibir esa sabiduría que tan perentoriamente necesita el mundo. Si el estudioso desea convertirse en Maestro, se le propondrá una misión; que cumplir; naturalmente, si se prepara honesta, sincera e inteligentemente. La razón por la cual se imparten tantas falsas doctrinas radica en que la gente que tiene idea de ellas no se pregunta a sí misma si “esta teoría que tengo es verdadera”. ¿Estoy viviendo la clase de vida que me permita recibir en mi alma la Verdad?. ¿Soy desinteresado, franco, obediente, humilde y consagrado a mi tarea?. ¿He llegado a desarrollar mi mente de manera tal que ya pueda pensar?. ¿He abierto mi corazón de manera que ya pueda sentir?. Si no lo he hecho, la cosa que he recibido ha sido deformada por el cristal a través del cual reluce, de modo que lo único que podré dar al mundo es una imagen deforme, una representación deshonesta de la verdad. ¿Consagro mi vida actual, con todo lo que soy,desinteresadamente y sin reservas, a mi tarea, o no soy más que un chapucero intelectual?.
¿Soy un triunfador o un fracasado en la vida?. ¿Estoy rodeado de amigos o de enemigos hechos por mí mismo?. ¿Me respeta mi comunidad?. ¿Dejo que los demás vivan su propia vida o trato de imponer mis creencias a cuanta persona entre en contacto conmigo?. ¿He recibido o no he recibido, conscientemente y por encima de toda posibilidad de exageración mental, la instrucción personal de las verdaderas escuelas ocultistas?. Yo y sólo yo sé esto.
El resto del mundo, excepto unos pocos iluminados, tiene que creer en lo que digo. Si no he recibido tal instrucción, ¿soy lo suficientemente grande como para admitirlo y decir, con respecto a mis doctrinas, que no son más que opiniones personales mías; o proclamo tales opiniones como verdades universales, basado simplemente en el hecho de que yo creo en ellas?.El estudiante ha de plantearse todas estas preguntas, pues sólo él podrá responderlas; si no es honesto en punto a estas verdades fundamentales, puede llegar a perjudicar a mucha gente. Si cada maestro y discípulo se interrogase a sí mismo de ese modo, se evitaría muchas aflicciones, pues maestro y discípulo reconocerían que del mismo modo en que un árbol enfermo no puede dar buenos frutos, un cuerpo lleno de pecado o una mente pervertida, no pueden transmitir sabiduría. Lo igual engendra lo igual; el individuo excéntrico tiene ideas excéntricas, mientras que la mente sana ve las cosas sanamente.

8.- Los psicólogos de hoy día nos enseñan que una persona puede influir sobre otra y llevarla a hacer cosas contrarias a su naturaleza. Es por eso que todo estudioso de las Escuelas de Misterios ha de tener cuidado, si es que estudia con algún psicólogo de que este psicólogo no lo esté “psicologizando”. Si alguien le enseña a uno cómo aventajar al prójimo, cómo utilizarlo para los propios fines, habrá que tener cuidado en que ese alguien no descubra la credulidad de uno y la capitalice por medio de la demostración de lo “aplicable” que resulta su filosofía. Estas cosas obran de dos modos; si uno espera “psicologizar” a otros, tendrá que estar dispuesto a ser “psicologizado” por esos otros. Pues la regla que no obre de dos maneras es una regla bien pobre. Lo que la gente quiere es que se invierta esta regla para su beneficio. La psicología “psicologizó” al público hasta que, en la misma forma que los niños siguieron al flautista de Hamelín, las mentes infantiles siguen las enseñanzas falsas hasta perderse en lo desconocido.

9.- Entre los así llamados estudiantes de la verdad vemos los frutos del engaño que padece el mundo, enfermizos, nerviosos, incapaces de resolver sus propios problemas, lo pasan tratando de curarse los unos a los otros y esperando, como Micawbers espirituales, que ocurra algo. Hubo un tiempo en que esta gente fue útil, en que tales “estudiosos”fueron miembros inteligentes de su comunidad; pero actualmente se han enredado tanto en absurdos mentales que ya no prestan ninguna utilidad ni a sí mismos ni a la sociedad en general. Los más de entre ellos son como espantajos que asustan a sus semejantes apartándolos de la senda de la sabiduría.

10.- La Sabiduría Antigua es sana y sensata. Trata de resolver los problemas que nos acosan hoy día. Es espiritual y racional en el sentido más elevado de la palabra. Trata de capacitar en mayor grado a hombres y mujeres, para encarar los problemas de las generaciones futuras. Se basa en las leyes de causa y efecto. No tiene fórmulas “patentadas”, ni “fórmulas sintéticas”, sino que moldea firme y sólidamente los caracteres de quienes se unen y colaboran con ella. La Sabiduría Antigua no es impartida por maestros juglarescos, sino por grandes mentalidades que se han dedicado desde el comienzo del mundo a la promulgación de las verdades sagradas. La Antigua Sabiduría habla con la experiencia de la eternidad, puesto que ha guiado y dado el ser a miles de naciones y sepultando a otras tantas cuando se desviaron del camino recto. Las naciones de la antigüedad que todavía existen son aquellas que han conservado sus leyes, mientras que las naciones que han caído, que han desaparecido, son aquellas que ignoraron los mandamientos de la Sabiduría Antigua.
No hay honor más insigne que el de ser llamado al servicio de esta eterna Sabiduría,que existió antes de todo principio y que, al final, llegará a ser el cuerpo exotérico visible que rija el planeta. Al trasponer las puertas del templo de esta Sabiduría, el ser humano pasa de lo temporal a lo eterno, de la ignorancia a la sabiduría. Es fuerte y grande esta Sabiduría Antigua. Es la tierra humedecida por las aguas de la vida, donde arraigan las semillas de toda doctrina, fe y religión. Toda doctrina, toda fe y toda religión se nutren,crecen y dependen de ella, florecen y se glorifican; y el oscuro suelo, el misterioso humus de donde surgen es la Sabiduría Antigua. De ella vienen; a ella retornarán. Son temporales;ella es eterna.

A Linguagem Do Criador Na Visão Do Martinismo

Vários escritores, se referem a uma linguagem Cósmica ou uma linguagem do Criador, e até mesmo um vocabulário Divino. Alguns chegam afirmar que esta linguagem é compreendida e interpretada por eles.

O Martinista instruído compreende que o que lhe for transmitido, através do envoltório plástico se verdadeiras forem as suas pretensões e aspirações, provém inevitávelmente de uma única fonte a Providência Divina.

Sendo o Criador a Alma Universal, e tendo Este criado tudo o que existe no universo, desde o mais minúsculo grão de areia até a maior mais gigantesca galáxia, e tudo isto de acordo com Leis Inabaláveis pelas quais Ele expressa a Si próprio. Então nós podemos entender só o Criador, pode traduzir a síntese das suas Leis em palavras e as revelar atravéz de seus intermediários a todos aqueles que souberem ouvir e entender, porém que está acessível a todos indistintamente.

Praticar o Martinismo em suas diferentes manifestações, significa exercer de forma ordenada e coordenada princípios morais, espirituais e iniciáticos capaz de qualificar o buscador sincero a compreender o idioma Cósmico.

Assim, o idioma Cósmico é mais que um simples idioma é uma Lei, uma Lei de Poder e Autoridade Divina, sendo ao mesmo tempo um idioma de dinâmica, de condensação, de materialização e realização.

Visto do ângulo do Martinista, falar o idioma Cósmico ou melhor compreender esta linguagem única e Universal é reconhecer a presença do Criador em cada gota de orvalho, e em cada ato de amor fraternal e incondicional.

Só o iniciado que entende e domina as Leis Universais, que se submete ao poder absoluto destas Leis naturais pode se ajudar e se aprimorar, nutrindo seu coração na defesa da evolução espiritual contra o ateísmo e o materialismo.

O Criador sendo Ilimitado , não pode restringir sua comunicação a uma linguagem fonética ou vocálica. Porém pode fazer esta transmissão através de seus intermediários, que a cada nível descendente transforma o pensamento em sinais e símbolos naturais e compreensíveis a todos indistintamente.

Por conseguinte, a linguagem Cósmica praticada pelos seres espirituais se fazem transmitir de formas diferentes porém ao mesmo tempo compreensível para os níveis intermediários entre um e outra esfera.

A comunicação entre estes intermediários importa desta forma uma hierarquia. Os pensamentos são transferidos através de imagens simbólicas, quase emocionais

Quando os Martinistas empregam a Teurgia em suas práticas, estão na verdade criando as condições vibratórias adequadas para que a linguagem, ou idioma possa ser interpretado de forma mais clara e compreensível. Logicamente isto requer um estado vibratório absolutamente adequado e condições gerais quase perfeitas.

Tradicionalmente no Martinismo, o intermediário Teurgico entre os praticantes e os seres espirituais é chamado dentro na fraternidade como “La choise”.

Os Diferentes e Distintos Infernos Por Saint Martin

Infelizmente é verdadeiro afirmar que o Homem pode, por atos impróprios e falsas contemplações, acender em si um fogo prejudicial tanto ao próprio Homem quanto a todas as regiões em que terá que exercer o seu ministério; pois tudo é poder, e é a força respectiva dos diferentes poderes que fabrica todo o perigo, sofrimento e a assustadora oposição de todas as criaturas que combatem umas as outras aqui neste plano.


Primeiro, quando deixamos de viver nossa verdadeira vida, ou seja, tão logo deixamos de nos apoiar na região fundamental de nosso pacto primitivo, aprendemos que há uma espécie de inferno passivo, que pode, contudo, ser chamado de inferno divino, já que, para nós, é como o esforço da vida real contra a inércia ou o vazio onde descendemos através da indolência.


Mas se formos além, e ao invés de repousarmos na região de nosso pacto primitivo, nos apoiarmos ou nos unirmos às regiões desordenadas ou viciosas, rapidamente chegaremos a um inferno mais ativo, que possui dois níveis: em um destes níveis, devemos ordenar todas aquelas paixões que nos liga mais ou menos ao serviço de nosso inimigo; o outro é a exata porção ou estado do diabo propriamente dito, e aqueles que se identificam com ele.


O primeiro nível deste inferno ativo envolve, por assim dizer, todo o gênero humano, e, neste ponto de vista, talvez não há um único homem que não realize, diariamente, a obra do diabo, e quem sabe aquela de muitos diabos ao mesmo tempo; apesar que, neste nível, os Homens realizam tal obra sem ao menos suspeitarem disto, sem conhecimento. Isto porque ela não mostra a menor correspondência por parte do demônio, a ponto de manter todos os Homens a seu serviço, e de fazê-los executar tudo o que é possível, e ainda ao fingir tão bem e ao se manter atrás das cortinas, ele faz os homens agirem ao seu bel prazer, e os fazem até mesmo acreditarem que ele não existe.


Este inimigo, sendo espírito, dirige todo pensamento a um ponto fora da mente do homem, ao levá-lo de ilusão a ilusão, pois ele realmente trabalha o Homem no espírito, enquanto parece estar agindo somente na ordem externa das coisas; isto porque o Homem, que é espírito, apresenta naturalmente o caráter de sua própria existência ilimitada a tudo o que ele aborda.


O inimigo, a quem o Homem serve cegamente, o conduz por este caminho até o túmulo, com projeções e paixões sem fim, ludibriando-o tanto na sua existência transitória como em sua real existência; está é também a razão pela qual a Sabedoria Eterna com, a qual devemos sempre residir, é obrigada a se afastar da morada infectada do Homem.


Como, de fato, a Sabedoria Eterna poderia habitar entre os Homens? vendo como servem um mestre que não conhecem, e em quem não acreditam; e vendo que, em sua cegueira, julgam uns aos outros, corrompem uns aos outros, roubam uns aos outros, lutam e matam uns aos outros. Todos estes movimentos turbulentos A enchem de medo, Ela que fora ordenada a observar e habitar exclusivamente a paz, a ordem e a harmonia.


No segundo nível deste inferno ativo, os homens também servem o diabo, mas não inconscientemente, como antes; eles não mais estão na dúvida ou na ignorância de sua existência; eles participam, consciente e ativamente, em suas iniquidades. Felizmente, esta classe de traidores é a minoria, de outro modo o mundo teria afundado sob o peso das abominações do inimigo.


O divino, ou o inferno passivo, compreende toda região de sofrimento, exceto aquela da iniqüidade. Ali, portanto, a angústia sucede a angústia, como as ondas do mar. Mas, ali também, uma onda engole a outra e nenhuma tem domínio completo. Por esta razão, a esperança ainda é, de tempos em tempos conhecida neste inferno.
No primeiro nível do inferno ativo, não há, em princípio, espiritualmente, nem angústia nem esperança; não há nada além de ilusão; mas sob esta ilusão está o abismo, que rapidamente faz a veemência de seu remorso amargo ser sentido.


No segundo nível deste inferno ativo, não há nada além da iniqüidade, não há nem esperança, nem ilusão; ali, a unidade do mal é inquebrável.


Embora permanecer nos caminhos dolorosos do inferno divino seja algo desagradável, está à mercê da Sabedoria Divina permitir que os homens que se lançaram ali, permaneçam por pouco tempo. Se eles não fossem mantidos ali, nunca saberiam ou esqueceriam que mesmo lá os poderes ainda são divinos. Sim, este inferno se torna uma das fontes de nossa salvação, nos ensinando a tremer diante dos poderes de Deus, e regozijar, ainda mais, ao compará-los com o Seu amor.


A Sabedoria Suprema permite também que nada sobre este inferno, e nem sobre os dois níveis do inferno ativo, seja escondido do homem de desejo; visto que ele deve ser instruído em cada ramo conectado a seu ministério, já que ele, posteriormente terá que dar assistência a outros; mesmo àqueles que, apesar de ainda viverem, possam ter se afundado ou se naturalizado neste abismo ou inferno ativo.


Pois a existência destes membros ambulantes do demônio é um dos assustadores delírios que o trabalhador do Senhor deve conhecer; esta é a parte mais dolorosa de seu ministério. Mas para o profeta ser investido, ele não deve, como Ezequiel, engolir o livro escrito por dentro e por fora;? isto significa que ele deve ser preenchido com lamentações abundantes.
Sim, Deus permite até mesmo que Seus profetas sejam testados pelo Maléfico, para que aprendam a sentir por seus irmãos no cativeiro e redobrem seu ardor pela promulgação da lei.
Assim, para o trabalhador do senhor cumprir seu destino, que o conclama a ser espiritualmente útil a seus semelhantes, acima de todas as coisas é necessário abster-se de cair no inferno ativo; mas, além disso, é preciso trabalhar para se livrar do inferno passivo ou divino, se é que ele o tem abordado, descuidadamente; pois, enquanto estiver lá, não pode ser empregado na obra de modo algum.


É somente na medida em que ele se livra deste inferno passivo que as riquezas do pacto divino entram nele, podendo então vivificar outros homens, vivos e mortos. Com isto, o homem se torna não só o órgão de louvor (admiração), mas, até mesmo, de algum modo, seu objeto, quando manifesta aquelas maravilhas inexauríveis com as quais seu coração pode se expandir abundantemente; as quais, de fato, podem sair dele, assim como vemos toda espécie de maravilhas brilhantes que se desprendem ou surgem da luz no instante em que se acendem de sua fonte de fogo.

Lista De Métodos De Adivinhação

Os métodos de adivinhação são diversos e presentes em diversas culturas. Algumas pessoas dedicam suas vidas a eles, outras consultam por curiosidade ou diversão, enquanto outros não acreditam que haja algum fundamento por trás deles.

Esta é uma lista de métodos de adivinhação:

Abacomancia - Método de adivinhação através de um ábaco.

Actinomancia - Método de adivinhação através das irradiações das estrelas.

Acutomancia - Método de adivinhação através das formas ou desenhos de agulhas ou alfinetes atirados sobre água.)

Aeromancia - Método de adivinhação através dos ventos e das nuvens.

Agalmatomancia - Método de adivinhação através da inspiração divina mediante a estátuas de deuses.

Agromancia - Método de adivinhação através dos aspectos de um campo.

Ailuromancia - Método de adivinhação através de gatos e outros felinos.

Alectoromancia - Método de adivinhação através movimento das aves ao recolher grãos ou pedras dispostos em um círcluo contendo alfabeto.)

Aleuromancia - Método de adivinhação através dos biscoitos da sorte.

Alfitomancia - Método de adivinhação através de invocações obscuras e ingestões de determinadas massas geralmente podres.

Alomancia - Método de adivinhação através do sal.(Outro nome seria Halomancia.)

Amniomancia - Método de adivinhação através da membrana que envolve o bebe dutante o nascimento.

Antracomancia - Método de adivinhação através de carvão incandescente.*Antropomancia - Método de adivinhação através do coração de pessoas sacrificada.

Apantomancia - Método de adivinhação através de encontros inesperados com animais.

Aquileomancia - Método de adivinhação através de varetas de aquilégia.

Aracnomancia - Método de adivinhação através da teia de aranha.

Aritmancia - Método de adivinhação através dos números correspondentes as letras do alfabeto. (Outro nome ou método mais moderno seria a Numerológica.).

Aritmomancia - Método de adivinhação através dos números correspondentes as letras do alfabeto. Uma forma antiga de Numerologia.

Armomancia - Método de adivinhação através da inspeção de omoplatas.

Astragalomancia - Método de adivinhação através de fosfóros ou dados lançados ao ar.

Astragiromancia - Método de adivinhação através de fosfóros ou dados lançados ao ar.

Astromancia - Método de adivinhação através dos astros.

Aspidomancia - Método de adivinhação através de um demônio.

Aurospicina - Método de adivinhação através de entranhas dos animais.

Augúrio - Método de adivinhação através do vôo dos pássaros.

Austromancia - Método de adivinhação através de nuvens ou do vento.

Axinomancia - Método de adivinhação através do desgaste produzido pelo azeviche fundido.

Axiomancia - Método de adivinhação através fugitivo.

Belomancia - Método de adivinhação através de como as flechas ficam cravadas.

Bibliomancia - Método de adivinhação através da interpretação de palavras ou frases de um livro aberto ao acaso.

Búzios - Método de adivinhação por meio de pequenas conchas de mesmo nome.

Botanomancia - Método de adivinhação através da colheita de cinza e ramos e da folhagem das árvores.

Brizomancia - Método de adivinhação através dos sonhos. Uma forma antiga de Oniromancia.

Cafeomancia - Método de adivinhação através da interpretação da borra do café.

Capnomancia - Método de adivinhação através da fumaça lançada ao vento.

Cartomancia - Método de adivinhação através das cartas de baralho ou tarô.

Catroptomancia - Método de adivinhação através de espelhos.

Caomancia - Método de adivinhação através de imagens aéreas.

Capnomancia - Método de adivinhação através de queima de determinadas ervas.

Causinomancia - Método de adivinhação através do fogo.(Outro nome seria Piromancia.)

Ceromancia - Método de adivinhação através da cera derretida da vela que caiu na água.

Cibermancia - Método de adivinhação através de computadores.

Cleifomancia - Método de adivinhação através do movimento da chave suspensa por um cordão.

Cleromancia - Método de adivinhação através do lançamento de dados.

Clidomancia - Método de adivinhação através do movimento da chave suspensa por um cordão.

Craniomancia - Método de adivinhação através das inclinações de um cranio.

Crimomancia - Método de adivinhação através do movimento das pérolas quando um culpado se aproxima.

Cristalomancia - Método de adivinhação através de um cristal, como a bola de cristal.

Crivomancia - Método de adivinhação através peneira.

Cromniomanica - Método de adivinhação através de cebolas.

Dactilomancia - Método de adivinhação através de um anel de ouro.

Dafnomancia - Método de adivinhação através do som da queima de ramos de louro.

Dactilomancia - Método de adivinhação através do material usado para a criação de um anel do consultante.

Datilomancia - Método de adivinhação através do formato dos dedos.

Demonomancia - Método de adivinhação através da invocação de um demônio.

Dendromancia - Método de adivinhação através da observação de troncos e arbustos.

Dominomancia - Método de adivinhação através das pedras de um dominó, com respostas objetivas como sim ou não.

Enomancia - Método de adivinhação através da cor e da textura de um vinho.

Eromancia - Método de adivinhação através de um copo de água.

Eolomancia - Método de adivinhação através da direção da movimentação das nuvens e no vento.

Escapulomancia - Método de adivinhação através da interpretação de ossos de animais.

Esticomancia - Método de adivinhação através da interpretação de uma página de um livro aberta por acaso.

Estolisomancia - Método de adivinhação através da maneira de vestir e das características do consultante.

Falomancia - Método de adivinhação das características fálicas através da análise visual.

Filodoromancia - Método de adivinhação através do som de pétalas golpeadas contra a mão do consultante.

Gastromancia - Método de adivinhação através da ventríloquia.

Geomancia - Método de adivinhação através dos pontos vitais da terra.

Giromancia - Método de adivinhação através da seqüência de tombos e da desorientação de uma pessoa.

Glossomancia - Método de adivinhação através da interpretação do formato da língua de uma pessoa.

Gramatomancia - Procedimento adivinhatório pela obtenção ao acaso das letras do alfabeto.

Halomancia - Método de adivinhação através do desenho de sal derramado em uma superfície lisa.(Outro nome seria [[Alomancia))

Hariolomancia - Método de adivinhação através de idosos.

Hepatomancia - Método de adivinhação através do formato do fígado de animais sacrificados.

Heteromancia - Método de adivinhação através a forma do vôo das aves.

Hidromancia - Método de adivinhação através da aparência e do movimento da água além das batidas das ondas nas pedras.

Hieromancia - Método de adivinhação através das entranhas de animais.

Hipomancia - Método de adivinhação através do som do cavalgar de cavalos.

Ictiomancia - Método de adivinhação através da parte interna, cor e alimentação dos peixes.

Iridomancia - Método de adivinhação através da observação da íris dos olhos.

Lacomancia - Método de adivinhação através da interpretação dos dados.

Lampadomancia - Método de adivinhação através da interpretação de raios e trovões.

Lecanomancia - Método de adivinhação através da interpretação de pedras preciosas lançadas em uma bacia cheia de água.

Libanomancia - Método de adivinhação através da fumaça produzida por incensos.

Licnomancia - Método de adivinhação através da interpretação de figuras refletidas pela luz ou pela sombra das velas ou tochas.

Litomancia - Método de adivinhação através de pedras lanças á uma luz.

Mântica - Método de adivinhação através do modo extra-racional.

Melanomancia - Método de adivinhação através das manchas na pele e outros sinais de um indivíduo.

Miomancia - Método de adivinhação através de ratos e ratazanas em uma moradia.

Moedamancia - Método de adivinhaçao através de moedas.

Molibdomancia - Método de adivinhação através dos ruídos do chumbo sendo fundido.

Necromancia - Método de adivinhação através da comunicação aos mortos e seus espíritos ou cadáveres.(Outro nome seria Nigromancia.)

Nefelomancia - Método de adivinhação através do formato das nuvens.

Nigromancia - Método de adivinhação através da comunicação aos mortos e seus espíritos ou cadáveres.(Outro nome seria Necromancia.)

Nominomancia - Método de adivinhação através da primeira letra do nome de alguém.

Numerológica - Método de adivinhação através d (Outro nome ou método mais antigo seria a Aritmancia.)

Oculomancia - Método de adivinhação através dos olhos.

Ofiomancia - Método de adivinhação através das serpentes.

Oinomancia - Método de adivinhação através do vinho.

Onfalomancia - Método de adivinhação através do número de filhos de uma mulher.

Onicomancia - Método de adivinhação através de desenhos feitos de azeite.

Oniromancia - Método de adivinhação através dos sonhos.

Onomatomancia - Método de adivinhação através do significado de um nome.

Oomancia - Método de adivinhação através do rompimento da casca de um ovo.(Outro nome seria Ovomancia.)

Ornitomancia - Método de adivinhação através do canto e do voo de aves.

Ostracomancia - Método de adivinhação por meio da observação de conchas.

Ovomancia - Método de adivinhação através do rompimento da casca de um ovo.(Outro nome seria Oomancia.)

Partenomancia - Arte de adivinhar se um mulher é virgem somente pelo olhar.

Pegomancia - Método de adivinhação através do tempo que o fogo leva para queimar algum objeto de valor sentimental para o consultante.

Piromancia - Método de adivinhação através do fogo.(Outro nome seria Causinomancia.)

Podomancia - Arte de adivinhar pela leitura dos pés ou dos artelhos.

Prolactomancia - Adivinhação do futuro por meio do ânus do consultante.

Psicomancia - Método de adivinhação através da comunicação com os mortos.

Quiromancia - Método de adivinhação através das linhas e sinais da mão do consultante.

Rabdomancia - Método de adivinhação através de uma varinha mágica.

Rapsodomancia - Método de adivinhação através das tiragens de um poeta.

Runemal - Método de adivinhação através das runas.

Salimancia - Método de adivinhação através de figuras feitas de sal.

Selenomancia - Método de adivinhação através do movimentos e do estado da lua.

Sicomancia - Método de adivinhação através do tempo que uma pergunta escrita levaria para secar.

Tefromancia - Método de adivinhação através das cinzas criadas a partir de animais sacrificados.

Teimancia - Método de adivinhação através das folhas de chá.

Teomancia - Método de adivinhação através da inspiração divina.

Tiromancia - Método de adivinhação através das características físicas de um queijo.

Uromancia - Método de adivinhação através da urina.

Xilomancia - Método de adivinhação através do som de xilofones

Zoomancia - Método de adivinhação através do apetite e movimento dos animais.

sexta-feira, 27 de novembro de 2015

Ordem De Lotus

A Ordem do Lotus Negro (O.L.N) é uma sociedade ocultista de orientação neo-templária. Seus ensinamentos apresentam a convergência e a mescla de várias tradições diferentes principalmente do Templarismo Gnóstico, Budismo Tântrico e Hermetismo Egípcio.
A ordem apresenta-se ao público como uma confraria templária sem fins lucrativos, com finalidade religiosa e iniciática. A ordem mantém seu próprio sistema teológico, litúrgico e de ordenação sacerdotal.

A teologia gnóstica da O.L.N não segue um livro sagrado e nem possui dogmas centrais, no sentido de “verdades absolutas”, apenas normas místicas e diretrizes gerais que fundamentam os princípios filosóficos e espirituais de seus membros.

A O.L.N também recebe o nome de "Fraternidade Hermética da Luz" ou "Fraternitas Lucis Hermeticae (F.L.H)" e "Ordem Templária dos Guerreiros de Shambala", pois é seu principal objetivo alinhar os mistérios da antiga Ordem de Salomão ou Ordem dos Templários, como é mais conhecida, com a Trilha Sagrada do Guerreiro de Shambala. O simbolismo iniciático da ordem contém uma reunificação das tradições ocultas do Ocidente e do Oriente e busca fundir a tradição mágica ocidental com a sabedoria da espiritualidade oriental.

O segredo das iniciações superiores reside no treinamento e no uni-direcionamento da mente (sânscrito: egkagrata), na habilidade de manter a mente focada em um ponto sem oscilar. A vontade espiritual é algo que a humanidade adormecida nada sabe. Ela depende da correta compreensão do significado de Shambala, pois o caminho para Shambala passa diretamente por Atma (alma individual, ou "verdadeiro Eu").

A Fraternidade da Luz Hermética foi criada pelo afro-americano Pascal B. Randolph (1875-1875). Randolph foi um médico americano, ocultista, espiritualista, médium, e escritor. Ele ficou conhecido como a primeira pessoa a revelar a doutrina sexual dos rosacruzes na América do Norte.

Tendo viajado bastante Randolph estava ligado, tanto filosófico como magicamente, às correntes iniciáticas orientais, particularmente o tantrismo hindu-budista e as seitas  do esoterismo islâmico (sufis) existentes no Oriente Médio.

O sistema iniciático de bases tibetanas da F.L.H foi incorporado ao sistema maçônico da Ordo Templi Orientis (O.T.O). Poucos sabem mas a Fraternidade da Luz Hermética foi o sistema original de três graus da O.T.O pré-Crowleyana.

O autor do presente artigo que se oculta, há anos, sob o nome Dharmagupta afirma que apesar de não utilizar a sigla O.T.O é detentor de uma linhagem autorizada de um dos ramos da ordem.

Entretanto, devido a fragmentação do sistema O.T.O no mundo inteiro houve inevitável e gradativamente uma perda dos contatos  com a fonte de seus mistérios originais. Assim Dharmagupta decidiu reformular a ordem através de nova fórmula mágica que  contemplasse os ritos e práticas necessários para restabelecer a conexão espiritual perdida. Foi assim que nasceu a Ordem do Lótus Negro (O.L.N).

Randolph foi emissário de uma antiga tradição oculta hoje praticamente desaparecida. Essa corrente astral ou tradição oculta é denominada shambálica-turaniana a qual a Ordem do Lótus Negro trabalha em conexão espiritual. Foi essa tradição primordial que está na base da antiga religião chinesa, em seguida as suas manifestações complementares, como o Taoísmo e, posteriormente, o Confucionismo; e que, ademais pertencem às antigas tradições mongóis, o Shintoísmo japonés e o Bon Tibetano.

Assim a tradição magística da O.L.N representa o renascimento daquilo que se convencionou chamar de Xamanismo Hiperbóreo, testemunha tardia da Tradição Primordial e que uma vez, a milhares de anos, foi praticado na  Grande Turânia, na região central da Ásia Central. É através da corrente astral que recebem o comando vibratório da raiz espiritual.


Comunicação com Entidades Superiores


Randolph acreditava numa Presença Inteligente, do Poder e da Força que refletia no Universo através do Espelho Akáshico do Tempo (passado, presente e futuro). Ele afirmava que existem seres e inteligências sobre-humanas que habitam mundos invisíveis para a visão comum e que apenas aos iniciados foi dada a felicidade de contemplação. Esses mundos são esferas espaciais povoadas por inteligências superiores em formas fluídicas e mesmo sólidas. Randolph acreditava que podemos contatar estes seres sobre-humanos através dos ritos de Alta Magia. O contato com outras esferas de vida e consciência é possível, estando submetido às leis naturais que regem o Universo, seja ele visível ou invisível.

Os iniciados da Fraternidade da Luz Hermética visavam, principalmente, a comunhão voluntária com Poderes e Entidades Transcendentais além do Véu da consciência. Seus rituais esotéricos envolviam o uso de espelhos mágicos para desenvolver a clarividência, e outros poderes psíquicos. Randolph dizia que o iniciado pode ter acesso às dimensões habitadas pelos seres invisíveis e confirmar suas existências.

Somente com a exaltação da consciência, pode-se evocar as imagens desses seres poderosos no Espelho, pois elas são sobre-humanas. Através da prática assídua o iniciado desenvolve seu Corpo de Luz e transforma-se em um Ser de dupla-conscientização. Isso significa que sua consciência humana fica unida, simbioticamente, a uma Consciência Superior não-humana para com ela aprender e evoluir. Os tibetanos chamam isso de Tulkuísmo. A mente de um ser de alta envergadura espiritual prolonga-se - desde os planos invisíveis - na mente de seus "Tulkus".


Gnose Estelar Antediluviana


Embora não exista comprovação histórica a Ordem do Lótus Negro que Randolph ensinava uma síntese de conhecimento mágico oriundo dos povos de origem turaniana. Costuma-se chamar-lhe também de “Xamanismo da Mongólia” embora os mongóis receberam-no dos turanianos que viviam na Sibéria Oriental. Tanto os turânianos  como os mongólicos ,seus sucessores, foram chamadas de “raças amarelas”, devido à cor da tez de seus corpos. Através de migrações sucessivas os pré-históricos acádios, povo semita de origem turaniana, trouxeram a cultura asiática a Mesopotâmica. Muitos dos assustadores ritos taumatúrgicos dos feiticeiros babilônicos da era pré-semita foram preservados nos tabletes de barro e na vasta biblioteca do Rei Assurbanípal.

O  antigo Reino de Turânia pode representar a Hiperbórea em seu sentido amplo, uma esfera desconhecida para além do Norte muito distante (daí a palavra grega "hiper-boreas", literalmente o que está "ao norte do Vento Norte") o mundo do barbarismo e morada dos seres infernais. Lendas antediluvianas afirmam que a Hiperbórea foi habitada pelos últimos remanescentes da raça que precedeu a nossa e que se convencionou a chamar " a raça das sombras" (Pritis Lunares da Doutrina Secreta de Helena Petrona Blavatsky, HPB). Por ser uma raça de Seres Etéreos não deixou marcas e nem vestígios no Plano Físico.  A teosofia afirma que essa raça habitava o continente Boreal, que submergiu, seguindo depois o Astral.

Seja verdadeira ou não essa história sabemos hoje que as áreas de difusão geográfica da Magia Turaniana foram vastas e incluem a população mongólica assim como as práticas xamanísticas dos chineses, japoneses e outros povos do Extremo Oriente. Mais de uma autoridade aceita que pode muito bem haver uma continuidade de tradição transmitida entre os povos mongóis. Os akádios foram herdeiros de colônias mongólicas e turanianas na Ásia Central. Os turanianos deixaram traços de sua raça em índios norte-americanos e nos húngaros. Também, conforme demonstram alguns historiadores, os escandinavos pré-históricos herdaram das tribos do Norte uma considerável tradição mágica.


Shamballa - A Cidade dos Filhos de Deus


Para Blavastky os turânianos primitivos era a quarta sub-raça atlante e que diz que desde a sua origem estava imbuída do espírito de colonização, o que ela levou a cabo numa escala considerável.  Diz-se que essa raça deturpou-se com reis opressores que se proclamavam deuses, com idolatrias e com o uso da magia negra. A Ordem do Lótus Negro (O.L.N) acreditam que a Magia Turaniana seja, talvez, fragmentos deturpados de um antigo Culto Sabeano (ou Estelar) que existiu há cerca de 75.000 anos atrás e cujos princípios remontam um conhecimento mágico herdado da raça vermelha, isto é, da civilização Atlante que, possivelmente, receberam-no da desaparecida civilização Lemuriana a cerca de cem mil anos atrás. Lemúria é considerado o primeiro lugar onde a humanidade encarnou, e a medida que a civilização lemuriana progrediu, os habitantes desceram de um estado mais espiritual para as emoções mais egoístas.
Seja como for a Magia Turaniana foi levada pelos nômades ao Deserto de Gobi (entre a Mongólia e a China) ainda em tempos pré-históricos. Lá ela sobreviveu em cultos esotéricos ligados a lenda de Shamballa, a cidade invisível das areias de Gobi, governada pelo Rei do Mundo, guardada pelos terríveis gênios djins (criadores de miragens). Dizem os teósofos que Shamballa era a "morada dos deuses" ou dos mestres ascensos e foi habitada pelos últimos vestígios de uma raça que precedeu a nossa. Essa cidade teria sido o farol e o coração da Fraternidade Branca na Terra e se tornou a capital de um imenso império que compreendia o conjunto da Ásia Oriental e Central. Shamballa, a Cidade dos Filhos de Deus, esteve em seu apogeu 45.000 a.C e durou até o último período glacial (entre 12 e 16 mil anos atrás).
Não se sabe o que é lenda ou historicamente verdadeiro em relação ao antigo reino de Shamballa. Devemos também levar em conta que uma lenda não significa uma mentira, nem tão pouco uma verdade absoluta, o que devemos considerar é que uma história tão antiga, como a relacionada a Shamballa, para ter sobrevivido na mente das pessoas, deve ter no mínimo uma parcela de fatos verídicos. Independente de se levar Shamballa em conta os arqueólogos comprovaram que formas acadianas (mongólicas) puras da Magia Turaniana foram preservadas nos tabletes de argila de coleções, como as da Biblioteca do Palácio de Assurbanipal (Assíria). A maioria dos textos da Biblioteca Real formava uma obra colossal de Magia redigida em acadiano, isto é em língua derivada do turaniano, aparentada aos idiomas fenício e tártaro.
Atualmente não existe dúvidas que parte desse conhecimento, sobreviveu nas várias fraternidades gnósticas na região do Mar Morto até, pelo menos, o século II d.C.
A O.L.N criou um núcleo de ocultismo experimental orientado para a investigação da tradição mágica turaniana, e outras, ligadas a história oculta do planeta.

Os círculos da O.L.N.

A O.L.N contêm três círculos: o Templo Externo, o Templo Interno e o Templo Secreto. O Templo Externo está organizado no modelo das sete iniciações herméticas. As sete iniciações têm relação com a ascensão gnóstica do iniciado através das sete esferas planetárias ou chakras cósmicos do corpo de Adão Kadmon (o Homem Celeste). Na tradição ocultista as esferas planetárias encontram suas correspondências com os sete centros de energia do corpo (chakras) e com as forças astrológicas, angélicas e elementais da natureza.

No Templo Interno existem apenas três graus e mais três sub-graus totalizando nove graus ao todo. Os graus da O.L.N não são simbólicos mas sim níveis de realização espiritual que envolvem domínio mágico dos planos de vida e consciência relacionados aos mesmos.

Os três (03) graus ou níveis de competência mágica:

Sacerdócio do Primeiro Grau: Mestre do Templo
Sacerdócio do Segundo Grau: Ptah ou Hekau da Casa da Vida
Sacerdócio do Terceiro Grau: Epoptae dos Illuminati

O Templo Secreto é a cidade etérea de Shambala.

Ao atingir o grau de Epoptae dos Iluminati presume-se que o sacerdote transformou-se em um Demiurgo ou criador de mundos e planos dimensionais, sendo capaz de moldar a plasticidade da matéria astral à vontade, e precipitar manifestações na realidade ordinária.
Ele (ou ela) torna-se um Archote, um canal-vivo para o afluxo do akasha shambaliano, mantendo contato telepático com a Consciência Iniciática dos Mestres Ocultos (Siddhas) de nossa ordem.

A O.L.N mantêm um círculo externo denominado "Templo Estrela do Oriente" que oferece sessões públicas espiritualistas sempre aos domingos. Existem três tipos de práticas místico-ritualísticas que são oferecidas gratuitamente a comunidade:

Ritos de Harmonização com os Ancestrais
Ritos de Prosperidade e Abertura de Caminhos
Ritos de Cura e Ascensão Espiritual

Fraternidade Branca

As inteligências superiores e invisíveis que trabalham junto a O.L.N estão quase sempre relacionados com o momento de transição astrológica/cármica que nosso planeta atravessa. Muitos deles fazem parte da Grande Fraternidade Branca (que no presente não está manifestada sobre a Terra), constituída, em parte, daquelas almas altamente desenvolvidas, que atingiram aquele estágio do caminho da evolução que lhes confere a qualidade de membros do que a literatura ocultista denomina Governo Interior do Mundo.

Sobre isso é importante lembrar que a O.L.N foi criada por orientação e determinação dos Mestres Ocultos de diferentes ramos da Grande Fraternidade Branca (G.F.B). Eles são os irmãos ancestrais (Mestres e Guias) que junto as demais Hierarquias de Luz oferecem sua proteção, com suas irradiações espirituais.

Sobre Helio Monteiro

A Ordem do Lotus Negro (O.L.N) foi fundada em 2004 e passou por diversas modificações internas e externas até atingir o status atual de fraternidade iniciática sacerdotal. Ela é dirigida pelo seu Frater Superior e Hierofante dos Mistérios, Helio Monteiro (Dharmagupta), que é estudioso de Filosofia Yogui, Ocultismo Hermético e Budismo Tântrico desde a década de 1980. Nos anos de 2010 recebeu iniciação mística nos Ritos Tântricos da Ordem Adinatha. Helio também foi consagrado como mago-sacerdote da Igreja Gnóstica da linhagem apostólica de Krumm Heller (Huiracocha), Jorge Adoum, Paulo de Paula e Khaled Khan, 777.