Los cainitas eran una rama de los ofitas, situada también en el siglo II, y tributaba veneración a Caín por ser un reprobado del Dios de los judíos. A todas las personas a quienes consideraban que Dios había condenado les dedicaban un piadoso culto. Esta secta nunca contó con gran número de partidarios dentro de los seguidores de sectas gnósticas.
Evangelio de los cainitas
El llamado Evangelio de Judas es realmente el evangelio de la secta gnóstica de los cainitas. Son mencionados por San Ireneo de Lyon, hacia el año 180, y en el siguiente siglo por Epifanio de Salamina y por un anónimo atribuido a Tertuliano. Los cainitas se llaman así porque veneran a Caín como un ser de origen celestial, en tanto que desprecian a su hermano Abel por su debilidad. También manifiestan su admiración por Esaú, Coré, los habitantes de Sodoma y, también por Abraxas, en general, por todos aquellos que en el Antiguo Testamento aparecen enfrentados al Dios creador, el que para ellos no es el verdadero Dios, sino un personaje angélico de jerarquía inferior.
Con estos antecedentes no es de extrañar que pusieran su evangelio bajo el nombre de Judas. Sobre Jesucristo parecen haber tenido distintas interpretaciones, ya que algunos de ellos creen que Judas entregó a Jesús porque éste quería destruir la Verdad. Otros, en cambio, agradecen a Judas porque con su acción frustró la acción de las potencias espirituales que querían impedir la Pasión de Jesús y la salvación del género humano.
Cainismo
El cainismo es un tipo de conducta agresiva observada en algunos animales, principalmente aves rapaces, que consiste en la aniquilación directa del hermano o los hermanos menores por parte de un hermano o los hermanos mayores más fuertes.
A partir de entonces pasa a acaparar la comida y atención de sus padres. En algunas especies, como el águila real (Aquila chrisaetos), los progenitores no se inmutan cuando presencian esta actividad, mientras que en otros animales las conductas cainitas se producen cuando los padres se han ausentado del nido. El nombre hace referencia a Caín, personaje bíblico que mató a su hermano Abel por celos.
Entre los cucos se produce una conducta similar, aunque en estos casos el pollo asesino no es el mayor (aunque sí el más grande) ni los que mata son hermanos biológicos, sino adoptivos. Los cucos hembra no construyen nidos, sino que ponen un huevo en cada nido de otras aves que encuentran. La cría de cuco sale del huevo enseguida, cuando apenas tiene fuerza y movilidad suficiente como para arrojar el resto de huevos fuera del nido. Posteriormente, los padres y constructores del nido crían sin saberlo al usurpador y asesino de sus auténticos hijos.
Otra conducta parecida es el canibalismo intrauterino practicado por algunos tiburones ovovivíparos, en los que las crías más fuertes devoran los huevos de los padres aún sin eclosionar y a sus hermanos más débiles antes de abandonar el cuerpo de su madre.