La segunda ocultación (doble ocultación), es decir, la que es llamada en los libros, ocultación dentro de la ocultación, significa que no ve incluso la parte posterior del Señor; sino que uno dice que el Señor lo abandonó y no lo cuida, y a todos los sufrimientos que recibe los atribuye al destino ciego y a la naturaleza. Y esto conlleva a que las conductas de la Providencia se le hagan muy complicadas, hasta tanto que le causan corromperse Dios libre.
Es decir que reza y da caridad por sus aflicciones y no recibe respuesta para nada. Y justamente, cuando deja de orar por sus penas, entonces sí se le responde. Cada vez que se supera para creer en la Providencia y mejora sus hechos, él éxito se aleja de él y cae ferozmente. Y cuando se deprava, D's libre, y comienza a empeorar sus hechos, experimenta más éxito y respira con gran alivio.
No se gana el pan honestamente, sino casualmente, defraudando a los demás, o profanando el Shabat y demás. O que todos sus parientes que se dedican a la Torá y las Mitzvot, sufren de pobreza, y muchas enfermedades, humillados por la gente. Y a él, estos que se dedican a las Mitzvot, le parecen como faltos de buenos modales, tontos de nacimiento, y grandes hipócritas, hasta que le causa repulsión estar con ellos, aunque sea por un momento.
Y todos sus parientes malvados, que se burlan de su fe, tienen gran éxito, están sanos y plenos, no sufren de enfermedades, son inteligentes y de buenos modales, totalmente agradables en todo lo que hacen. No tienen preocupación alguna, y se encuentran seguros y tranquilos, siempre y en cada momento.
Y cuando la Providencia se presenta de esta manera al individuo, a esto se le llama, ocultación dentro de la ocultación, porque entonces, se encuentra sobre- cargado, hasta que no puede seguir fortaleciéndose en la creencia de que sus sufrimientos le llegan del Señor por un motivo secreto, hasta que falla y se desenfrena, diciendo que el Señor no cuida a Sus criaturas para nada, y que todo le llegó por el destino ciego y la naturaleza. Esto significa que ni siquiera ve la parte posterior.
Descripción de la ocultación de rostro
Recibe sufrimientos como falta de sustento, o mala salud, humillaciones, imposibilidad de llevar a cabo sus planes, y falta de satisfacción mental, como cuando se cuida de responder a su amigo.
Reza y no se le da contestación. Cuando mejora sus hechos, retrocede, y cuando los empeora, prospera.
No le acontece sustento honesto, sino sólo por medio de la defraudación y el robo, o profanando el Shabat.
Todos sus parientes honestos sufren de pobreza y enfermedades y toda clase de humillaciones, y sus parientes malvados que se burlan de él a diario, prosperan y se enriquecen en dinero y salud, y se encuentran sin preocupación alguna.
Todos sus parientes justos que observan la Torá y las Mitzvot, le parecen crueles y egoístas, extraños y necios innatos, maleducados, y grandes hipócritas, hasta que le causa repulsión pasar aunque sea un momento en el paraíso con ellos.
La primera ocultación (ocultación singular), es cuando Su rostro no está revelado, o sea que el Señor no lo trata conforme Su nombre de Bueno y Benévolo, sino, Dios libre, al contrario, porque recibe de Él sufrimientos, o que le falta sustento, y tiene muchos demandantes que le amargan la vida, y está lleno de problemas y preocupaciones todo el día. O que sufre, Dios libre, de enfermedades, y no es respetado por la gente. Cualquier cosa que empieza no la puede llevar a cabo, y anda constantemente insatisfecho.
He aquí que de esta manera el hombre no ve el rostro bueno del Señor, obviamente, si todavía cree que es el Señor quien le ha causado todas estas cosas, ya sea como castigo por todas sus transgresiones o para llegar a realzarlo en última instancia, como está escrito, que a los que ama, el Creador regaña, y también, que los justos comienzan con sufrimientos porque el Señor quiere darles una gran tranquilidad, al final. No obstante, este hombre no falla al decir que todo esto le había llegado del destino ciego y la naturaleza, Dios libre, sin cuentas o conciencia, sino que se fortalece al creer que es el Señor quien le causó todo esto, bajo Su supervisión. Este estado es considerado entonces, que ve, de todas maneras, la parte posterior del Señor.
Descripción de la revelación de rostro
Pero después que ha descubierto plenamente el condimento, o sea, la Luz de la Torá que el hombre aspira para su cuerpo, gracias a su fortalecimiento en la fe del Señor, entonces se hace apto para la Providencia, bajo la revelación de rostro del Señor, que significa que el Señor se comporta con él conforme Su nombre de Bueno y Benévolo.
Se encuentra, entonces, recibiendo del Señor, todo lo mejor y con gran tranquilidad, y se encuentra siempre satisfecho. Porque consigue ganar el pan fácil y plenamente. No tendrá problemas o preocupación alguna jamás, no tendrá ninguna enfermedad, será muy respetado ante los ojos de la gente, podrá llevar a cabo fácilmente cualquier plan que le surja a la mente, y prosperar en todo.
Y cuando le falta algo, reza y se le responde de inmediato. Porque le responde siempre a todo lo que le pida al Señor; ninguna oración le es rechazada. Y cuando refuerza sus buenos hechos, incrementa su éxito en gran medida, y cuando los descuida, se encuentra retrocediendo su éxito en la misma medida.
Todos sus parientes honestos, tienen sustento, y no saben de enfermedades. Y son bien respetados ante los ojos de la gente, y no tienen problemas. Experimentan siempre paz y tranquilidad. Y son inteligentes, personas de virtud y buena forma, hasta que él se bendice y se deleita al estar con ellos.
Y todos sus parientes que no siguen el camino de la Torá, carecen de sustento, están afligidos con muchas deudas, no tienen ni un momento de tranquilidad, sufren de enfermedades, están llenos de dolores, y son despreciados ante los ojos de la gente. Y éstos le parecen ignorantes y maleducados, malos y crueles con la gente, aduladores y mentirosos, hasta que le causa repulsión estar sentado con ellos.
Su nombre nos muestra que Él es Bueno y Benévolo con todas Sus criaturas, o sea, en todas las formas posibles de bondad, suficientes para todo tipo de receptores que se encuentran en el total de Israel, de seguro que el bien y deleite de uno no se parece al bien y deleite de su amigo.
Por ejemplo, el que se dedica a la sabiduría no se deleitaría del honor y la riqueza, y el que no se dedica a la sabiduría, no se deleitaría de los grandes logros y hallazgos que se encuentran en la sabiduría, sino que a éste le dará honor y riqueza, y al otro, logros maravillosos en la sabiduría.
El querer fortalecerse en la fe de Su providencia sobre el mundo, durante el tiempo de ocultación, lo lleva al hombre a reflexionar en los libros de la Torá, para tomar de ahí la luminiscencia y comprensión de cómo fortalecer su fe en la providencia del Señor. Y estas iluminaciones y reflexiones que recibe por medio de la Torá son llamadas "Torá-condimento", hasta que se junten en cierta medida y el Señor tomará piedad sobre él y le transfundirá espíritu desde las alturas, es decir, abundancia superior.
Descripción de la revelación del rostro
Recepción del bien y la tranquilidad. Alcanza su pan fácil y plenamente, jamás se sentirá presionado, no sabrá de enfermedad alguna, conseguirá honor, adonde quiera que vaya, y todos sus planes se cumplirán fácil y exitosamente.
Reza y se le responde de inmediato. Cuando mejora sus hechos logra gran éxito, y cuando los empeora pierde su éxito.
Todos sus conocidos honestos, tienen pleno sustento y son ricos y sanos; no sabrán de enfermedad alguna, y son muy respetados ante los ojos del mundo. Se encuentran tranquilos y en paz. Y sus conocidos que no son honestos, no tienen trabajo, están llenos de problemas y aflicciones, sufren de enfermedades y son despreciados ante los ojos de la gente.
Y a todos sus conocidos justos, los ve inteligentes, dueños de cuentas, bien educados con la gente, personas de virtud y buena forma, hasta que se deleita mucho de estar con ellos.
Cuerpo y Alma
Antes de que yo esclarezca esta exaltada materia, es importante para mí declarar que aunque todos los lectores parezcan considerar imposible de aclarar y allegar tal materia a la mente humana, excepto confiando en conceptos abstractos, filosóficos, como es por lo general el caso en tales escrutinios, desde el día que he descubierto la sabiduría de Cabalá y me he dedicado a esto, me he distanciado de la filosofía abstracta y todas sus ramas, como el Este del Oeste. Todo lo que escriba desde aquí en adelante será de una perspectiva puramente científica, en la precisión completa, y por medio del reconocimiento simple de cosas prácticas, útiles.
Aunque yo mencionaré sus palabras abajo, será sólo para indicar la diferencia entre lo que la mente humana puede evocar, y lo que puede entenderse usando la razón de la Torá y la profecía, lo cual está basado en fundamentos prácticos (como lo he mostrado en La esencia de la sabiduría de Cabalá).
También me gustaría aclarar a fondo los términos "cuerpo" y "alma", como ellos realmente son, ya que la verdad y la mente sana son una y la misma. Esto es porque la verdad está disponible para cualquiera, pero sólo mediante el espíritu de la Sagrada Torá, removiendo todos los conceptos distorsionados que han echado raíces entre la gente. Estos conceptos provienen principalmente de métodos tendientes a simplificar, en los cuales el espíritu de nuestra Sagrada Torá ha sido completamente eliminado.
Tres métodos en los conceptos de cuerpo y alma
En general, vemos que los métodos que abundan en el mundo acerca de los conceptos de cuerpo y alma, se resumen en tres:
1) El Método de Fe
El método de fe sostiene que todo lo que existe es el espíritu, o el alma. Ellos creen que hay órganos espirituales separados el uno del otro por la cualidad, llamada "las almas de las personas", y que tienen una realidad de existencia independiente, antes de que se vistan en un cuerpo humano. Después, cuando el cuerpo muere, la muerte no se aplica a ella, ya que un objeto espiritual es un objeto simple. Desde su punto de vista, la muerte es solo una separación de los elementos que comprenden al objeto.
Esto es posible con un objeto físico, que comprende varios elementos, que la muerte desintegra una vez más. Sin embargo, el alma espiritual, la cual es un simple objeto, que carece de cualquier complejidad, no puede ser separada de ningún modo, ya que esta separación, anularía su existencia. Por lo tanto, el alma es eterna y existe por siempre.
El cuerpo, como ellos lo entienden, es como un traje, vistiendo el objeto espiritual. El objeto espiritual se viste dentro de él y lo usa para manifestar sus fuerzas: las buenas cualidades y toda clase de conceptos. También, provee al cuerpo con vida y movimiento, y lo guarda de cualquier daño. Así, el cuerpo en sí mismo no tiene vida ni movimiento y contiene solamente materia muerta, como lo vemos, una vez que el alma lo abandona - en el momento de la muerte - y toda la manifestación de la vida que vemos en los cuerpos humanos son sólo manifestaciones de los poderes del alma.
2) El método de los creyentes en la dualidad
Los defensores del método de la dualidad creen que el cuerpo es una creación completa, erguido, con vida, nutriéndose, y resguardando su existencia en todo lo que se requiere. No necesita ayuda de ningún objeto espiritual.
Sin embargo, el cuerpo no se considera toda la esencia del hombre. La esencia primaria del hombre es el alma que percibe, que es un objeto espiritual, como opinan los partidarios del primer método.
La diferencia entre estos dos métodos radica sólo en el concepto del cuerpo. Siguiendo el extenso desarrollo en fisiología y psicología, ellos han encontrado que la Providencia ha asegurado todas las necesidades de la vida dentro de la máquina del cuerpo en sí mismo. Esto, desde su punto de vista, restringe el papel de la funcionalidad del alma dentro del cuerpo únicamente a conceptos y virtudes de tipo espiritual. Por lo tanto, si bien ellos creen realmente en ambos métodos, dicen que el alma es la razón del cuerpo, es decir, que el cuerpo es un resultado, que se extiende desde el alma.
3) El Método de los Contradictores
En este método, se niega la realidad espiritual, y solo se reconoce la materialista. Los partidarios de este método niegan completamente la existencia de cualquier clase del objeto espiritual abstracto dentro del cuerpo. Ellos han demostrado evidentemente que la mente del hombre, también, es sólo un producto del cuerpo, y ellos representan el cuerpo como a una máquina electrónica con alambres que se extienden desde el cuerpo hasta el cerebro y funcionan por sus contactos con cosas externas.
Igualmente, éstos envían sus sensaciones de dolor o placer al cerebro, y el cerebro instruye al órgano lo que debe hacer. Todo está dirigido por los alambres y cuerdas construidas para esta tarea. Alejan al órgano de las fuentes de dolor y lo acercan a las fuentes de placer. Así, ellos aclaran todas las conclusiones de los acontecimientos de la vida.
También, lo que sentimos como conceptos y racionalidades dentro de nuestras mentes sólo son imágenes de acontecimientos corpóreos dentro del cuerpo. Y la preeminencia del hombre sobre todos los otros animales es que nuestras mentes se han desarrollado hasta tal punto que los acontecimientos de todo el cuerpo son representados en nuestros cerebros como imágenes que experimentamos como conceptos y racionalidades.
Por lo tanto, la mente y todas sus deducciones sólo son productos que se extienden de los acontecimientos del cuerpo. Además, hay defensores del segundo método que están completamente de acuerdo con éste, pero le añaden el objeto espiritual, eterno, llamado "el alma que se viste dentro de la máquina del cuerpo. Esta alma es la esencia del hombre, y la máquina del cuerpo es sólo su vestimenta. Así, he presentado en términos generales todo lo que la ciencia humana ha concebido hasta ahora en los conceptos de "cuerpo" y "alma."
El significado científico de cuerpo y alma según nuestra Sagrada Torá
Ahora explicaré esta materia elevada según nuestra Sagrada Torá, como nuestros sabios nos lo han explicado. He escrito ya en varios sitios que no hay ni una sola palabra de nuestros sabios, ni siquiera en la sabiduría profética de la Cabalá, que se funde en bases teóricas. Esto es así porque es un hecho conocido que el hombre es naturalmente incrédulo, y cada conclusión que la mente humana juzga cierta, la juzga incierta después de algún tiempo. Por lo tanto, uno redobla los esfuerzos de su estudio e inventa otra inferencia, y la declara como cierta.
Pero si uno es un estudiante genuino, andará alrededor de este eje toda una vida, ya que la certeza de ayer se ha convertido en la duda de hoy. Así, cuando la certeza de hoy se vuelve la duda de mañana, es imposible determinar cualquier conclusión definida durante más de un día.
Revelado y Oculto
La ciencia de hoy ha entendido suficientemente que en la realidad no existe ninguna certeza absoluta. Sin embargo, nuestros sabios llegaron a esta conclusión varios miles de años antes. Por lo tanto, respecto a los asuntos religiosos, ellos nos han guiado y prohibido no solamente de abstenernos de sacar cualquier conclusión basada en la teoría, sino que hasta nos prohibieron ser asistidos por ello, incluso por vía de negociaciones.
Nuestros sabios dividieron la sabiduría en dos temas: lo revelado y lo oculto. La parte revelada contiene todo lo que conocemos de nuestra consciencia directa, así como los conceptos construidos sobre la experiencia práctica, sin cualquier ayuda del escrutinio, como nuestros sabios dijeron, "un juez sólo tiene lo que sus ojos ven."
La parte oculta contiene todos aquellos conceptos que hemos escuchado de gente confiable o que hemos adquirido nosotros mismos a través de un entendimiento general y la percepción de ellos. Sin embargo, no podemos abordarlos lo suficiente como para criticarlos con una mente sana, con el conocimiento franco. Y esto es considerado como "oculto", sobre lo cual nos aconsejaron aceptar las cuestiones con "fe sencilla." Y en todo a lo que se refiere a la religión, se nos ha prohibido estrictamente ni siquiera contemplar asuntos que podrían motivarnos a escudriñarlos y estudiarlos.
Sin embargo, estos nombres, "revelado" "y oculto", no son nombres permanentes, que se aplican a una cierta clase de conocimiento, como piensan los que no tienen educación. Más bien, se aplican sólo a la consciencia humana. Por lo tanto, uno se refiere a todos esos conceptos que ya ha descubierto y ha llegado a conocer a través de la experiencia real como "revelado", y considera todos los conceptos que aún deben ser reconocidos de esta manera como "oculto".
Así, a través de todas las generaciones, uno tendrá sólo estas dos divisiones. La parte revelada que se permitirá estudiar e investigar, ya que se funda en una base verdadera, y la parte oculta está prohibida incluso un jirón de escrutinio, puesto que no tiene uno ninguna base real.
Permitido y Prohibido cuando se utiliza la ciencia humana
Por consiguiente, nosotros, quienes seguimos los pasos de nuestros sabios, no se nos permite usar la ciencia humana, excepto con el conocimiento que ha sido probado por experiencias reales, y de cuya validez no tenemos duda. Por lo tanto, no podemos aceptar ningún principio religioso de los susodichos tres, y aún más lo concerniente a los conceptos de cuerpo y alma, los cuales son los conceptos fundamentales y el tema de la religión en su conjunto. Sólo podemos recibir conceptos de ciencias de vida tomadas de experimentos de los cuales ningún hombre puede dudar.
Claramente, tal prueba no puede encontrarse en ninguna materia espiritual, sino sólo en asuntos físicos, establecida por la percepción de los sentidos. Por lo tanto, se nos permite usar el tercer método, el cual se ocupa en asuntos del cuerpo, pero sólo hasta cierto punto, en todas aquellas deducciones que han sido probadas por experimentos, y que nadie duda. El resto de los conceptos, que combinan la razón de su método y otros métodos, están prohibidos para nosotros. Quién los usa, viola lo dicho, "No te vuelvas a los ídolos."
Sin embargo, este tercer método es extraño y repugnante al espíritu humano. No existe alguna persona realmente educada capaz de aceptarlo. Esto es así porque según ellos, se ha borrado la forma del hombre y ha desaparecido. Al hombre se le ha convertido en una máquina que anda y trabaja por otras fuerzas. Según ellos, el hombre no tiene una libertad de elección en absoluto, sino más bien es impulsado por las fuerzas de la naturaleza, y todas nuestras acciones son compulsivas. Por lo tanto, el hombre no tiene recompensa o castigo, ya que no hay ningún juicio, castigo, o recompensa que se aplica a alguien que no tiene ninguna libertad de voluntad
Tal cosa es completamente impensable, y no sólo para los religiosos, quienes creen en la recompensa y el castigo, ya que creer en Su Providencia, que todas las fuerzas de la naturaleza son dirigidas por Él, les asegura que todo tiene una causa buena y deseable. Sin embargo, este método es aún más extraño a los ojos de los que no son religiosos, quienes creen que a cada uno se le entrega en las manos de una naturaleza ciega, sin sentido ni objetivo. Estos seres inteligentes son como juguetes en sus manos, a quienes se les descarría y ¿quién sabe adónde? Por lo tanto, este método ha sido despreciado y es inaceptable para el mundo.
Pero usted debe saber que todos los métodos de aquellos que perciben la dualidad vinieron sólo para corregir este error antes mencionado. Por esta razón, han decidido que el cuerpo, que es sólo una máquina, según el tercer método, no es en absoluto el verdadero hombre. La verdadera esencia del hombre es algo totalmente diferente, invisible e imperceptible. Es una entidad espiritual, vestida y oculta dentro del cuerpo. Este es el "yo" del hombre el "sí mismo". El cuerpo y todas las cosas dentro de él son consideradas posesiones del YO eterno y espiritual, como ellos han escrito.
Sin embargo, por su propia admisión, este método está mutilado, puesto que ellos no pueden explicar como es que una entidad espiritual, el alma o el yo, puede mover el cuerpo o decidir algo acerca de éste. Esto es porque siguiendo la precisión filosófica en sí misma, lo espiritual no tiene contacto en absoluto con lo físico. No tiene absolutamente ningún impacto en él, como ellos han escrito.
La Acusación contra el Rambam (Maimonides)
Sin embargo, aún sin esta pregunta, su método habría estado prohibido entre Israel, como ya lo hemos explicado anteriormente. Es importante saber que la acusación entera a Rambam por el Mayor de Israel, y el juicio severo de quemar sus libros, no fueron porque ellos tuvieran alguna duda de la justicia y la piedad de Rambam mismo. Más bien, fue sólo porque él usó la filosofía y la metafísica, que estaban en su apogeo en esa época, como ayuda para sus libros. El Rambam quiso salvarlos, pero los sabios no estuvieron de acuerdo con él.
Huelga decir que, hoy nuestra generación ya ha reconocido que la filosofía metafísica no tiene un contenido verdadero que merezca que alguien le dedique su tiempo. Por consiguiente, ciertamente está prohibido que cualquiera tome algunas ideas de sus palabras.
La sabiduría de la Cabalá y la filosofía
¿Qué es la espiritualidad?
La filosofía ha atravesado por una gran cantidad de dificultades para probar que la corporalidad es el vástago de lo espiritual y que el alma engendra al cuerpo. A pesar de eso, sus palabras no resultan de ninguna manera aceptables para el corazón. Y su principal error es su percepción equivocada de la espiritualidad, que la espiritualidad dio nacimiento a la corporalidad, lo cual es indudablemente una mentira.
Todo padre debe tener alguna similitud con su progenie. La relación padre-hijo es la vía y el camino por el cual se extiende su continuidad Además, cada operador debe tener alguna relación con su operación para conectarse con ella. Dado que se dice que la espiritualidad niega cualquier incidente material, entonces tal camino no existe. Siendo así, ¿qué relación puede tener lo espiritual con lo material, para contactar con lo material y ponerlo en movimiento de alguna manera?
De cualquier modo, comprender el significado de la palabra "espiritualidad" no tiene nada que ver con la filosofía. ¿Cómo pueden discutir algo que nunca han visto o sentido? ¿En qué se basan sus fundamentos?
Si existe alguna definición que pueda explicar lo espiritual separado de lo material, sólo le pertenece a aquellos que han alcanzado y sentido algo espiritual. Estas personas son los cabalistas genuinos; siendo así, lo que necesitamos es la sabiduría de la Cabalá.
La filosofía en relación con Su Esencia
La filosofía ama interesarse en Él y probar cuáles reglas no se aplican a Él. Sin embargo, la Cabalá no tiene tratos de ningún tipo con Su esencia, porque ¿cómo puede definirse lo inalcanzable e imperceptible?. A decir verdad, una definición negativa es tan válida como una positiva. Por ejemplo, si uno ve un objeto a lo lejos y reconoce sus negativos, es decir, todo lo que no es, esto también se considera como ver y cierta medida de reconocimiento. Si un objeto está realmente fuera del alcance de nuestra vista, entonces ni siquiera son claras sus características negativas.
Por ejemplo, si vemos a lo lejos una imagen oscura, pero aún podemos determinar que no es ni una persona ni un pájaro, esto también se considera visión. Si hubiera estado aún más lejos, no podríamos determinar que no se trata de una persona.
Este es el origen de la confusión y la invalidez de la filosofía; a ella le gusta enorgullecerse de comprender todos los negativos acerca de Su esencia. Sin embargo, los sabios de la Cabalá cubren sus bocas en este punto, y no le dan a Él siquiera un nombre simple, porque no definimos con un nombre o una palabra aquello que no alcanzamos. Esto se debe a que la palabra designa algún grado de alcance. No obstante, los cabalistas se ocupan mucho de hablar acerca de Su iluminación en realidad, es decir que todas esas iluminaciones que han obtenido realmente son tan válidas como un alcance tangible.
Lo espiritual es una fuerza sin cuerpo
Esto es lo que los cabalistas definen como "espiritualidad" y sobre lo cual hablan. No tiene ni imagen ni espacio ni tiempo ni ninguna relación con lo material. En mi opinión, la filosofía generalmente ha cubierto con un manto aquello que no le es propio, ya que sustrajo definiciones de la Sabiduría de la Cabalá, e hizo delicadezas con su comprensión humana. Si no hubiera sido por esto, nunca hubieran pensado en inventar esas perspicacias. De cualquier modo, esta es sólo una fuerza potencial, es decir, no una fuerza que revestida en un cuerpo ordinario, como es habitual en este mundo, sino como una fuerza sin cuerpo.
La vasija espiritual es llamada "una fuerza"
Este es el lugar para señalar que la fuerza de la cual habla la espiritualidad no es la Luz espiritual misma. Esta Luz espiritual, se extiende directamente desde Su Esencia y es por lo tanto lo mismo que Su Esencia. Esto significa que no tenemos alcance en la Luz espiritual que podamos definir con ese nombre. Incluso el nombre "Luz" es metafórico y no es real. Entonces, debemos saber que el nombre "Fuerza" sin cuerpo se refiere únicamente a la "vasija espiritual".
Luces y vasijas
Por lo tanto, debemos preguntarnos cómo los sabios de la Cabalá, que llenan toda la sabiduría con sus conocimientos, diferencian entre las diversas luces. Esto se debe a que estas observaciones no se refieren a las Luces mismas, sino a la impresión en la vasija, que es la fuerza mencionada anteriormente, que es afectada por la Luz que se encuentra con ella.
Vasijas y Luces (el significado de las palabras)
Y aquí es donde debe trazarse la línea entre el regalo y el amor que éste genera. Las Luces, es decir, la impresión en la vasija, que es asequible, son llamadas "forma y sustancia". Es accesible porque la impresión es la forma superior, y la forma superior es la sustancia.
No obstante, el amor creado por ésta se considera una "forma sin sustancia." Esto significa que si separamos el amor del regalo mismo, como si nunca hubiera revestido un regalo, sino sólo en el nombre abstracto, "el amor a Dios", entonces sería considerado una forma. En ese caso, la práctica de éste es considerada como "Cabalá figurativa." No obstante, aún se lo consideraría real, sin ninguna similitud con la Filosofía Figurativa, pues el espíritu de este amor permanece en el alcance. Está completamente separado del regalo, siendo la Luz misma.
Sustancia y forma en la Cabalá
Y la razón detrás de esta situación es que aunque este amor es meramente una consecuencia del regalo, todavía es más importante que el regalo mismo. Es como un gran rey que le regala a una persona un objeto poco importante. Aunque el regalo en sí no tenga ningún valor, el amor y la atención del rey es lo que lo hace invaluable y precioso. Siendo así, está absolutamente separado de la sustancia, que es la Luz y el regalo, de modo que el trabajo y los conocimientos quedan grabados en el alcance, con sólo el amor mismo. El regalo en sí, sin embargo, parece ser olvidado por el corazón. Por lo tanto, ese aspecto de la sabiduría es llamado "La Sabiduría figurativa de la Cabalá". De hecho, esta es la parte más importante de la sabiduría.
ABYA
Este amor consiste en cuatro partes que son muy parecidas al amor humano: cuando primero recibimos el regalo no nos referimos al dador del presente como alguien que nos ama, tanto más si es alguien importante, y si quien recibe no es igual al que da.
No obstante, el hecho de regalar en forma repetitiva y la perseverancia harán que incluso la persona más importante se parezca a un amante igual y verdadero. Esto se debe a que hay una regla que dice que en el amor no hay más grande o más pequeño, y que dos personas que se aman se sienten iguales.
Por lo tanto, aquí se pueden apreciar cuatro grados de amor. El primer incidente se denomina Asiyá, la repetición de regalar se denomina Yetzirá, y la aparición del amor mismo, se denomina Briá.
Y aquí es donde empieza el estudio de la Sabiduría Figurativa de la Cabalá, porque es en este grado que el amor se separa de los regalos. Este es el significado de las palabras, "y creó la oscuridad", significando que la Luz es removida de Yetzirá y el amor se queda sin Luz, sin sus regalos.
Luego viene Atzilut. Después que probó y separó por completo la forma de la sustancia, como en, "y creó la oscuridad", se hizo digna de ascender a Atzilut, donde la forma se revistió en la sustancia una vez más. Ahora, Luz y amor son uno nuevamente.
El origen del alma
Todo lo espiritual es percibido como una fuerza separada del cuerpo porque no tiene imagen física. Sin embargo, debido a ello ésta permanece aislada y completamente separada de lo físico. En tal estado, ¿cómo ésta puede poner en movimiento algo físico, mucho menos engendrar algo físico, cuando no tiene forma de ponerse en contacto con lo físico?
El elemento ácido
Sin embargo, la verdad es que la fuerza misma es considerada también como una sustancia genuina, tanto como cualquier otras sustancia física en el mundo concreto, y el hecho de que no tenga una imagen que los sentidos humanos puedan percibir no reduce el valor de la sustancia, es decir, "la fuerza".
Tomemos como ejemplo una molécula de oxígeno: es un componente de la mayoría de los materiales en el mundo. Pero, si se toma una botella de oxígeno puro que no esté mezclado con alguna otra sustancia, nos encontraremos con que parece que la botella estuviera completamente vacía. No seremos capaces de notar nada en ella; será completamente como el aire, intangible e invisible a nuestros ojos.
Y si quitamos la tapa y la olemos, no hallaremos ningún olor; si lo probamos, no le encontraremos ningún gusto, y si lo colocamos sobre una balanza, no pesará más que la botella vacía. Lo mismo ocurrirá con el hidrógeno, tampoco tiene gusto, olor ni peso.
No obstante, cuando combinamos estos dos elementos, inmediatamente se convierten en líquido, agua potable, que tiene tanto gusto como peso. Si colocamos agua dentro de cal viva, inmediatamente se mezclará con ésta y se convertirá en una sustancia tan sólida como la cal misma.
Por lo tanto, ¿cómo podemos definir las fuerzas naturales que no son sustancias físicas, precisamente porque no están disponibles para que nuestros sentidos puedan percibirlas? Más aún, podemos ver claramente que la mayoría de las sustancias tangibles en nuestro mundo están compuestas primariamente del elemento oxígeno, que los sentidos humanos son incapaces de percibir y sentir.
Inclusive lo sólido y lo líquido en la realidad tangible que podemos percibir vívidamente en nuestro mundo, pueden convertirse en aire y vapor a cierta temperatura. Así como los vapores pueden transformarse en sólidos cuando la temperatura desciende.
En ese caso, nos asombrará, ¿cómo uno puede dar aquello que no posee? Podemos ver claramente que todas las imágenes tangibles provienen de elementos que no son en sí mismos tangibles, y que no existen como sustancias en sí mismas. Asimismo, todas las imágenes fijas que conocemos y utilizamos para definir a las sustancias, son inconsistentes y no existen por su propio derecho. Más bien, sólo se visten y desvisten de formas bajo la influencia de condiciones tales como el calor y el frío.
La parte primaria de la sustancia física es la "fuerza" que hay en ella, aunque todavía no somos capaces de distinguir por separado estas fuerzas, como con los elementos químicos. Quizás en el futuro sean descubiertas en sus formas puras, así como sólo recientemente descubrimos los elementos químicos.
Igual fuerza en lo espiritual y en lo físico
En una palabra: todos esos nombres que atribuimos a los materiales son completamente inventados, es decir que no provienen de la percepción concreta de nuestros cinco sentidos. Ellos no existen en y por sí mismos. Por otro lado, cualquier definición que atribuimos a la fuerza, que la separa de lo material, también es inventada. Aún cuando la ciencia alcance su último desarrollo, seguiremos considerando únicamente la realidad tangible. Es decir que dentro de cualquier operación material que vemos y sentimos, debemos percibir a su operador, que es también una sustancia, como la operación misma. Hay una correlación entre ambos, o no hubieran llegado a éste.
Debemos saber que este error de separar al operador de la operación proviene de la Filosofía Figurativa, que insistió en demostrar que los actos espirituales influyen sobre la operación física. Esto trajo como resultado supuestos erróneos como el mencionado, que la Cabalá no necesita.
Cuerpo y alma en los Superiores
La opinión de la Cabalá sobre este tema es clara como el cristal, excluyendo toda mezcla de filosofía. Esto es porque la opinión de los sabios de la Cabalá es que aún las entidades espirituales separadas, que la filosofía niega que tengan alguna corporeidad y exhiben como una sustancia puramente conceptual, aunque ellas son de hecho espirituales, más sublimes y abstractas, consisten en cuerpo y alma igual que el humano físico.
Por lo tanto, no nos debe asombrar cómo es que dos pueden ganar el premio y decir que ellos se componen de capas. Además, la filosofía cree que todo lo complejo eventualmente se desintegrará y descompondrá, es decir, morirá. Entonces, ¿cómo uno puede declarar que ambos son complejos y eternos?
Luces y vasijas
En verdad, sus pensamientos no son los nuestros, porque el camino de los sabios de la Cabalá es encontrar pruebas reales del alcance, haciendo imposible considerar su revocación a través de lo intelectual. Pero déjeme dejar en claro estas cuestiones para que cualquier persona las pueda comprender:
En primer lugar tenemos que conocer que la diferencia entre Luces y vasijas es creada inmediatamente en el primer ser emanado desde Ein Sof. Naturalmente, la primera emanación también es la más completa y noble de todas las cosas que la siguen. Es cierto que este goce y esta perfección es recibida desde Su Esencia, que quiere dar aquello más que cualquier goce y placer.
Es sabido que la medida del placer es esencialmente el deseo de recibir ese placer. Esto es porque lo que más queremos y sentimos es lo más placentero. Debido a ello, debemos discernir dos aspectos en la primera emanación: el "deseo de recibir", esa esencia recibida, y la esencia del objeto mismo. También debemos saber que el deseo de recibir es lo que percibimos como el "cuerpo" de lo emanado, es decir, el núcleo de su esencia primaria, que es la vasija para recibir la bondad. El segundo (aspecto) es la esencia del bien que es recibido, que es la Luz que se extiende eternamente hacia la emanación.
Se infiere que necesariamente debemos distinguir dos opuestos que se visten uno al otro aún en los asuntos más espirituales y sublimes que el corazón puede contemplar. Es lo opuesto a la opinión de la filosofía, que inventó que los diferentes individuos no son sustancias combinadas. Es necesario que ese "deseo de recibir" que es obligatorio en los seres emanados (que sin él no habría placer sino coerción, y ninguna sensación de placer) está ausente en Su esencia. Esta es la razón del nombre "emanado", en tanto ya no es más Su esencia, porque ¿de quién recibiría Él?
No obstante, la abundancia que uno recibe es necesariamente una parte de Su esencia, porque no sería necesaria ninguna innovación. Y por lo tanto, vemos esa gran diferencia entre el cuerpo renovado y la abundancia recibida, considerada Su Esencia.
Cómo lo espiritual puede engendrar lo físico
Aparentemente resulta difícil entender cómo lo espiritual puede engendrar y extender algo físico. Esta cuestión es una antigua duda filosófica y se derramó mucha tinta para tratar de resolverla.
La verdad es que este interrogante sólo es una dificultad si uno sigue su doctrina. Esto se debe a que ellos determinaron la forma de la espiritualidad sin ninguna conexión con algo físico. Esto produce la difícil cuestión: ¿cómo puede lo espiritual conducir o engendrar algo físico?
Pero la opinión de los sabios de la Cabalá es que no se trata de algo difícil en absoluto, en tanto sus conceptos son completamente opuestos a los de los filósofos. Ellos sostienen que toda cualidad espiritual se asemeja a lo físico como dos gotas de agua. Por lo tanto, las relaciones son absolutamente afines y no hay separación entre ellas excepto en la sustancia, es decir que lo espiritual consiste en una sustancia espiritual y lo físico consiste en una sustancia física.
No obstante, todas las cualidades de las sustancias espirituales residen también en las sustancias físicas, como explica el artículo La esencia de la Sabiduría de la Cabalá.
La antigua filosofía presenta tres opiniones como obstáculos ante mi explicación:
Su decisión de que el poder del intelecto humano es el alma eterna, la esencia del hombre.
Su conjetura de que el cuerpo es un resultado del alma.
Su dicho de que las personas espirituales son simples y no complejas.
Psicología Materialista
No sólo que éste es el lugar equivocado para discutir con ellos acerca de sus conjeturas inventadas, sino que también su tiempo ya pasó y su autoridad ha sido revocada. También debemos agradecer por ello a los expertos de la psicología materialista, de haber construido su pedestal sobre la ruina de los anteriores, ganando el favor del público. Ahora todos admiten la nulidad de la filosofía, por no estar construida sobre fundamentos concretos.
La vieja doctrina se convirtió en una piedra en el camino y en una espina mortal para los sabios de la Cabalá. Donde ellos debían haber dominado ante los sabios de la Cabalá y tomado sobre sí abstinencia y prudencia antes de admitir siquiera la cosa más pequeña en espiritualidad, recibieron fácilmente lo que habían querido de la filosofía figurativa. Sin ningún pago o precio los regaron desde su fuente de sabiduría hasta la saciedad, y dejaron de esforzarse en la sabiduría de la Cabalá. Como consecuencia, la sabiduría casi ha sido olvidada en Israel.
Por esta razón, estamos agradecidos a la psicología materialista por haberle propinado un golpe mortal.
Yo soy Salomón
Lo anterior es como una fábula que cuentan nuestros sabios: "Asmodeo (el diablo) expulsó al Rey Salomón a cuatrocientas parsas (una medida de distancia) de Jerusalén y lo dejó sin dinero ni medios de subsistencia. Luego se sentó en el trono del Rey Salomón mientras el rey mendigaba de puerta en puerta. A cada lugar al que iba decía: "Yo soy Eclesiastés", pero nadie le creía. Y entonces caminó de un pueblo a otro declarando "Yo soy Salomón", pero cuando llegó al Sanedrín (los sabios del Talmud) éstos le dijeron: "Un tonto no pronuncia la misma tontería todo el tiempo, diciendo "Una vez fui rey".
Pareciera como si el nombre de la persona no fuese la esencia de esa persona, sino que el dueño del nombre lo es. Por lo tanto, ¿cómo un hombre sabio como el rey Salomón no fue reconocido si, de hecho, era el dueño de ese nombre? Más aún, es la persona la que dignifica el nombre, ¡y debería haber demostrado su sabiduría a la gente!.
Tres prevenciones
Hay tres razones que nos impiden conocer al dueño de un nombre:
Debido a la veracidad de esta sabiduría, se aclara únicamente cuando todos los detalles aparecen en conjunto. Por lo tanto, hasta no conocer la sabiduría completa, es imposible vislumbrar aunque sea un pequeño fragmento de ésta. Así pues, es la publicidad de su veracidad lo que necesitamos, así como tener primero suficiente fe en ella para hacer un gran esfuerzo.
Así como Asmodeo, el demonio, se vistió con las ropas del Rey Salomón y heredó su trono, de igual forma, la filosofía se sentó en el trono de la Cabalá con conceptos más sencillos de captar, pues la mentira se acepta rápidamente. Por consiguiente se nos presenta aquí un doble problema: primero, la sabiduría de la verdad es profunda y laboriosa, mientras que la filosofía es falsa y de fácil comprensión; segundo, es superflua, porque la filosofía satisface por completo.
Así como el demonio alega que el Rey Salomón está loco, así la filosofía se burla y desestima a la Cabalá.
Sin embargo, mientras la sabiduría es sublime, se eleva por encima de la gente y se separa de ella. Pues el Rey Salomón era el hombre más sabio y también era superior a cualquier otro hombre. Por lo tanto, los mejores eruditos no podían comprenderlo. Sólo sus amigos, es decir, el Sanedrín, aquéllos a los que enseñó su sabiduría cotidiana por días y años, entendieron y proclamaron su nombre en todo el mundo. La razón para ello es que la sabiduría diminuta se percibe en cinco minutos y por lo tanto es fácilmente pregonada y accesible a cualquier persona. Sin embargo, un concepto de peso no será comprendido siquiera en algunas horas. Incluso puede llevar días o años, dependiendo de la inteligencia. Conforme a esto, los más grandes eruditos serán comprendidos únicamente por unos pocos selectos en su generación, ya que los conceptos profundos están basados en muchos conocimientos previos.
Entonces no resulta sorprendente que el más sabio de los hombres, exiliado en un lugar donde no lo conocían, no podía demostrar su sabiduría ni siquiera mostrar un indicio de ella, antes de que creyeran que él era el dueño del nombre.
Ocurre lo mismo con la sabiduría de la Cabalá en nuestra época: las dificultades y el exilio que nos ha sobrevenido nos llevó a olvidarla. Además, si hay personas que la practican, no es a favor de la Cabalá sino en su desmedro. Esto se debe a que no la recibieron de un sabio Cabalista. Por lo tanto, la Cabalá se encuentra en la misma situación hoy en día que la que estaba el Rey Salomón en el exilio, clamando: "Yo soy la sabiduría y todos los sabores de la religión y la Torá se encuentran en mí." Y nadie le cree.
Pero esto es desconcertante, ya que si ésta es una sabiduría genuina, ¿no puede exponerse como todas las otras sabidurías? No, no puede. Así como el Rey Salomón no pudo mostrar la profundidad de su sabiduría a los eruditos en el lugar de su exilio y tuvo que ir a Jerusalén, el lugar del Sanedrín, quienes lo conocían y atestiguaban acerca de la profundidad de su sabiduría, del mismo modo la Cabalá requiere de grandes sabios que examinen sus corazones y la estudien durante veinte o treinta años. Únicamente entonces, podrán dar testimonio de ella. Y así como el Rey Salomón no pudo impedir que Asmodeo se sentara en su trono y actuara como un impostor pretendiendo estar con él hasta que él arribó a Jerusalén.
Los sabios de la Cabalá también observan la teología filosófica, y se quejan de que los teólogos filosóficos han robado la cáscara superior de su sabiduría, que Platón y sus antecesores habían adquirido mientras estudiaban con los discípulos de los profetas de Israel. Han robado componentes elementales de la sabiduría de Israel y se han vestido con un manto que no les pertenece. Y hasta estos días, la teología filosófica se ha sentado en el trono de la Cabalá, siendo cabello debajo de su señora.
¿Quién le creerá a los sabios de la Cabalá, mientras haya otros sentados en su trono? Es como cuando no le creyeron al Rey Salomón en el exilio, porque sabían que había alguien sentado en su trono, es decir, el demonio Asmodeo. Así como con el Rey Salomón, no hay esperanza de que la verdad sea expuesta, ya que es profunda y no puede ser expresada con un testimonio o por mera experimentación. Sólo le es mostrada a aquellos que creen y se dedican a ella con el corazón y el alma.
Y así como el Sanedrín no reconoció al Rey Salomón mientras no apareció la falsedad de Asmodeo, asimismo la Cabalá no podrá probar su naturaleza y su veracidad hasta que se descubra la futilidad de la teología filosófica que ha tomado su trono. Hasta ese momento, ningún tipo de revelación será suficiente para que la gente la reconozca.
Por lo tanto, no había salvación para Israel hasta el momento en que apareció la psicología materialista, asestándole un golpe mortal en la cabeza a la teología filosófica.
Ahora, toda persona que busque al Señor debe devolverle su trono a la Cabalá y restaurar su pasada gloria.