sexta-feira, 8 de julho de 2016

Especial Biografia Arnold Krumm Heller


Soberano Comendador Mundial De La Fraternitas Rosacruz Antiqua 
Arzobispo Supremo de la Iglesia Gnóstica


Nacido.15 de abril de 1876
Fallecido.19 de mayo de 1949

Cuando los hombres célebres han
escrito grandes obras, alguien se
encarga de escribirles su biografía, pero generalmente como homenaje a su memoria. Yo, que no soy célebre, no espero correr la misma suerte, pues sé que
antes o después de morir poco o ningún caso
se me ha de hacer.

Pero quisiera ver escrita mi biografía de ocultista
y, como dada mi poca importancia nadie la
querrá escribir, he resuelto hacerlo yo mismo;
eso tiene por lo menos la ventaja de que saldrá
exacta, pues la conozco mejor que nadie.
"Pero no me tachéis de pretencioso: mi autobiografía
como ocultista tiene por objeto marcar el
camino que he seguido desde mis primeros
estudios hasta la fecha, para desengañar a
aquellos que creen que para iniciarse es menester
emprender un viaje a la India, sujetarse al
celibato y comer yerbas y raíces. Yo soy casado,
nunca ví la India y como de todo; a pesar de esto
creo poder alcanzar la meta que se propone todo
ocultista: Dominar las leyes de la Naturaleza
para ser útil a sus semejantes.

"Educado bajo los cuidados de una madre ejemplar
que sacrificó todo por mi educación, llegué a
ser hombre no habiéndome tomado jamás el
trabajo de pensar yo mismo; en filosofía y en
religión era como el 99% de mis prójimos,
viviendo al día, dejando a los curas y a los
mayores el cuidado de estas preocupaciones.
"Siguiendo la rutina, creía que ser bueno significaba
cumplir con los mandamientos de la Iglesia,
rezaba todas las noches y como
premio de mis virtudes (?) Esperaba
la recompensa en el cielo.

"Mi idea respecto a Dios era la que se
forman la mayor parte de los católicos,
en que Dios no-pasa de ser un
gran comerciante, que en vez de dar
mercancías por dinero, da cielos en
cambio de misas, rezos, confesiones,
etc., quita purgatorios, protege en el
comercio, da maridos, etc.

"La idea de ser bueno y evitar el mal,
no por miedo al infierno o codicia al
cielo, sino por el amor al bien me era
hasta entonces desconocida.

"La anciana madrecita quedó, después
de darme el último beso, en
Alemania, y yo me dirigí a esa tierra
que hoy llamo mi segunda patria:
México.

"Mi familia había emigrado en el año
1823 a México siendo mi bisabuelo
minero. Es muy interesante leer
"Briefe aus Mexico" donde existe la
relación de esos colonos Alemanes.
"Siempre nos habíamos considerado
mexicanos y así al llegar aquí de niño
me encontraba con mi casa pero
tenía deseos de conocer toda la
América latina.

"Mi primera residencia fue la
República de Chile, uno de los países
más adelantados y hermosos de Sur
América.

"De estudiante había leído novelas
de algunos autores de importancia.
Sabía el Fausto, en gran parte de
memoria, y, para cambiar alguna
vez, había tomado una obra de
Carlos du Prel, pero sin que sus ideas
hubiesen dejado huellas en mi
ánimo; las leía para distraerme o
para cambiar de lectura.

"Un año después de haber abandonado
Alemania recibí la súbita
noticia de la muerte de mi santa
madre. Aquel golpe me anonadó;
¿cómo, después de haberla visto
hacer tantos sacrificios por mí y en
los momentos en que podía recompensar
en algo sus afanes se me
arrebataba a aquel ser?

"Entonces se despertó en mi alma
una idea completamente nueva, que
me vino a poner en conocimiento que
los hijos jamás sabemos apreciar los
sacrificios de los padres para labrarnos
un porvenir que solamente a
nosotros nos interesa; y que ni durante
una vida pagamos debidamente sus
afanes, no cumplimos en lo absoluto
ni con los deberes de familia ni con los
de humanidad siquiera, porque una
noche de desvelo y zozobra infinita,
cuando nos velaba al lado de la cuna;
una noche de insomnio y de congojas
que pasa durante los peligros de la
niñez, esa personificación del verdadero
y único amor abnegado, no se
paga con toda una existencia de cuidados,
de amor y de respeto hacia los
que nos dieron el ser.

"Yo renegaba, maldecía mi suerte...
me costó una enfermedad física la
idea de que al regresar a mi patria
encontraría únicamente un pedacito
de tierra, que cubría aquel cuerpo
santo.



El Espiritismo

"Al pasar por una librería vi una obra
de Allan Kardec. Entré a comprarla y
me encerré para leerla; era la tabla de
salvación que encontré en el océano de
mis sufrimientos para aferrarme a
ella. Aquella filosofía no me era nueva;
la había leído de estudiante, hasta
entonces llegaba a sentirla. Me convertí
en un espiritista sincero; más
aún, fanático en cuanto a la belleza de
sus doctrinas.

"Me consolaba, me levantó el ánimo
aquella filosofía, pero desde el primer
momento me chocó la práctica; jamás
llegué a evocar a aquel ser a quien
tanto había amado, pues la intuición,
la razón, me decían que aquella santa
debía estar localizada en regiones
superiores, más puras, y que no hacía
bien en atraerla a esta mísera tierra y
comunicarla, obligándola a hacer
manifestaciones inferiores como
mover las patas de una mesa en los
círculos espiritistas.

"La lógica de la doctrina espirita me
convirtió en un espiritista convencido
y, como la muerte de mi madre me
había insinuado en estas ideas, a ella
la había inmortalizado en mí: cuando
evocaba sus recuerdos, sus consejos,
la sentía vibrar en mí mismo; esa es la
verdadera comunicación espiritual.
La Teosofía

"Animado a propagar la filosofía que
me había consolado, fundé con varios
amigos y redacté una revista que
llamamos "El Reflejo Astral". Al estar
expuesto en las librerías uno de sus
números, se me presentó un día un
señor de Barcelona, el cual me felicitó
por propagar esas ideas en un país
donde el fanatismo religioso ejercía
aún su influencia.

"Ofreció obsequiarme varias obras,
ofrecimiento que cumplió, pues a los
dos meses recibí por correo "Después
de la Muerte" de León Denis y "La
Doctrina Secreta" de Blavatsky. La
amabilidad del Doctor León, con el
cual nos hemos encontrado aquí en
México, otra vez, después de tantos
años, pues viaja actualmente por uno
de los Estados del Norte, me hizo
admirar nuevos horizontes.

"Ya no sólo se interesaban en estos
asuntos mis sentimientos, mi corazón:
los argumentos científicos tan
sólidos que empleaba Blavatsky
hicieron que tomara parte mi cabeza.
El espiritismo había sido en mí, como
en casi todos sus adeptos, cuestión
de impresionalismo. Vi que tiene una
filosofía hermosa, argumentos sólidos,
aspectos científicos cuyo estudio,
he visto más tarde, es más fácil
bajo la luz del ocultismo.

“La práctica de la mediumnidad
además de ser ridícula es profundamente
inmoral.

"Aquí en México, funge como espíritu
familiar, en la mayoría de los centros,
el Benemérito de la Patria Lic. D.
Benito Juárez, y da pena ver que esa
gran lumbrera, que dirigió tan sabiamente
los destinos de este país, se vea
encargado de buscar objetos perdidos.

"Por fortuna que el espíritu de Juárez
sólo existe en la imaginación de los
espíritus ignorantes, que faltos de
conocimientos de las leyes que rigen
los fenómenos psíquicos, pueden en
la mayor parte de las ocasiones poner
en relieve su irreflexión, pero no evocar como se debe.

"Yo, y conmigo millares de iniciados en
el ocultismo, no negamos la realidad y
posibilidad de todos los fenómenos
que pregona el espiritismo, y en mi
primera conferencia veréis mis opiniones
a este respecto; la diferencia que
existe entre los espiritas y los ocultistas,
es que los primeros se valen de
medios o instrumentos para ponerse
en contacto con el plano astral (de los
espíritus) y nosotros somos todos
médium pero no pasivos, inconscientes
ni manejados por guías, sino activos,
conscientes, que en vez de tratar
de atraer los seres (salvo casos especiales)
nos trasladamos conscientemente
donde están ellos.

"La obra de Blavatsky me indujo a
suspender la publicación de la
Revista.

"En aquellos tiempos habían dejado
preocupada la atención pública los
fenómenos del Conde de Sarak y
formábanse tres partidos. Los primeros
atribuían las demostraciones de
Sarak a pura superchería; los segundos
veían en el señor Conde un gran
iniciado y los últimos, si bien aceptaban
que algunos fenómenos del Sr.
Sarak estaban al abrigo de todo fraude,
en otros se había comportado como
un prestidigitador de circo.
"Me decía yo, al contemplar aquella
divergencia de opiniones, que para
juzgar estos hechos es menester
estudiar para conocer a fondo el asunto.

El Ocultismo

"Con varios amigos encargamos obras
sobre Ocultismo. Aquello fue una
verdadera indigestión de Encausse
(Papus), Eliphas Levi, Estanislao de
Guaita, Kiesewetter, Claudio de San
Martín y otros. Estos autores eran y
son hasta hoy, los mejores en la materia,
y el lector que en sus obras sorprende
la clave de los secretos que
encierran, será un Rosa Cruz como
Nostradamus, Paracelso, etc.; pero
creo que no habrá uno solo que los
arranque y les sucederá como a mí:
mientras más se lee, mayor es la confusión
en que se enreda uno.

El Martinismo

"Las vidas de San Martín y de
Martínez de Pasqualis me habían
dejado preocupado; más aún, cuando
supe que el célebre abate católico
Levi, el autor del Dogma y ritual de
Alta Magia, había sido Martinista.
"Resueltamente escribí al doctor
Encausse para saber algo sobre esta
orden secreta, el cual en su respuesta
me recomendó a un doctor Girgois, de
Buenos Aires, quien después de
llenar las formalidades me inició y me
indicó si por alguna duda necesitara
un consejo, me dirigiera a un señor
Don A...C..., como quien dice, el
vecino de la esquina.

"Don Arturo, que así se llama de
nombre el señor C..., era de nacionalidad
inglesa, había sido jefe de comercio
de alta importancia. Era conocido
por su rectitud y extrema honradez, y
como poseedor de una regular fortuna,
ocupaba en compañías mineras,
bancarias etc. puestos de presidente,
vicepresidente o director; en total un
conocido comerciante pero de ocultista
me parecía tener tanto como yo de
Mandarín chino.

"Me dirigí a su domicilio con casi la
certidumbre que aquel señor me daría
la dirección de un anónimo suyo,
habitante de un barrio apartado,
refugiado en una choza humilde de
ermitaño, envuelto en una túnica
larga, acariciando una barba blanca y
venerable.

"Al responder a mi interrogatorio que
él era la persona que yo buscaba, sentí
deseos de retirarme decepcionado,
pues no reunía el Sr. C... el tipo de mis
ilusiones; pero no pude realizar mi
intento, pues el buen señor dejando a
un lado sus libros de comercio me hizo
pasar al salón. Pero, ¿qué digo a este
hombre? me decía yo, y por primera
providencia me le quedé mirando con
la boca abierta.

"Conociendo mi turbación y como si
leyese mis pensamientos, me sacó del
mutismo: "Ud. busca a un hombre
que pertenece a la Orden de los
Martinistas y sus deseos son de
aprender la filosofía y los secretos del Ignoto"- "Sí señor, precisamente
señor".

"Ese sí señor, precisamente señor, se
lo repetí maquinalmente varias veces,
pues en mi interior aún no quería
abandonar la idea del iniciado, del
maestro con túnica larga y barba
blanca; pues un hombre con los
bigotes a lo Kaiser no me cuadraba
como un iniciado del Martinismo
(Rama de los Rosa-Cruz poseedores
del secreto de la piedra filosofal, que
transmutan el plomo en oro), ocupado
en cotizar acciones de bolsa; me era lo
mismo que ver a un arzobispo repartir
programas de la corrida de toros.

"Poco a poco volví en mí, gracias a que
el modo de expresarse del Sr. C... me
hizo tomar confianza, y sin sentir
entablamos una conversación sobre
ciencias transcendentales. Mi asombro
iba creciendo por momentos al
descubrir en el Sr. C... un maestro de
profundísimos conocimientos.

"En menos de media hora me había
explicado mucho de lo que antes no
me había dado cuenta. Sentí deseos
de besarle la mano al despedirme, y en
la calle repetía: "El hábito no hace al
monje".

"Como galantemente me había ofrecido
su casa, a las pocas noches fuí a
verle. En su salón encontré reunidos a
varios conocidos que nunca me
habían hablado de él.

"La conversación versaba sobre los
Mahatmas, unos grandes maestros
q u e v i v í a n e n l a c i m a d e l o s
Himalayas, pero que desprendiéndose
de su cuerpo material se aparecían
en forma vaporosa al llamado del
adepto iniciado.

"Después que unos habían negado el
hecho, otros lo habían ridiculizado y el
reto dado por probable o posible la
existencia de estos seres, el maestro
pues así llamaremos al Sr. C...desde
ahora, coge una espada, traza en el
centro de la pieza el Pentaclo de
Salmón (de que hace uso Goethe en el
Fausto), pronuncia una fórmula, para
nosotros incomprensible, y nos ruega
formar una cadena tomándonos de
las manos.

"Apenas lo habíamos hecho cuando sentimos una detonación en la pieza
vecina, como una especie de explosión
de aire; la puerta gira sola sobre
sus goznes como empujada por
manos invisibles...en el centro de la
sala vemos de frente a un fantasma;
un ser vaporoso, pero compacto,
avanza hasta tocarnos. Los pelos se
me erizaban de punta y si no es por el
temor de aparecer como miedoso me
desmayo.

"A pesar del miedo inusitado, me
sentía feliz al palpar por primera vez
una materialización perfecta de un
maestro de lo invisible. En mi corazón
se levantaba un grito de júbilo. Había
pertenecido a los débiles que creen
sin saber; ya era fuerte: creía sabiendo.

"No tengo la autorización del maestro
para escribir todo lo que vimos esa
noche y las innumerables noches de
muchos años siguientes. Por ese
medio traía objetos desde gran distancia,
que caían en la pieza sin saber
de donde. Las apariciones que pudiesen
ser objeto de nuestra ilusión o
efecto de hipnotismo o sugestión
colectiva, fueron innumerable número
de veces fotografiadas sugestionándose
la placa fotográfica, lector
incrédulo.

"Una de tantas noches, se trataba
entre los asistentes a la reunión si
acaso todos los hombres tienen
cuerpo doble o astral o si aquello era
sólo predominio de unos cuantos
Himalayenses.

"El maestro coge la espada, y sin más
ceremonias de las que estábamos
acostumbrados, evoca y nos trae a la
pieza a un señor que la mayoría
conocíamos. Le dio algunas órdenes,
que cumplió al día siguiente como
autómata, y estos seguro que si le
hubiese ordenado un asesinato lo
habría hecho, estando a muchas
leguas de distancia de nosotros.

"Muchos años tuve la dicha de contemplar
las maravillas de ese maestro.

"Siguiendo la idea predominante en
los espiritas que la difunden sin saber
lo que hacen, tenía yo una idea preconcebida
en cuanto a las sociedades secretas; yo quería la luz para todo el
mundo, nada de monopolio, nada de
privilegios.

"Pero al ver que esas sociedades
poseían el secreto de evocar el doble
etéreo de cualquiera, preguntarle sus
secretos más íntimos, sin que al regresar
a su cuerpo físico recordara lo
acontecido; comprobándose que al
lastimar ese cuerpo el daño repercutía
sobre el material; al convencerme que
de ese modo se podía matar a una
persona a distancia y que la víctima
amanecía muerta en su lecho, pudiéndose
reír el asesino del medico legal,
del juez y del Código penal; al cerciorarse,
en suma, que las fuerzas de la
naturaleza que uno aprende a manejar
allí, son al mismo tiempo poderes benéficos para el hombre moral con
armas horribles en manos del malvado,
comprendí la importancia y la necesidad
imperiosa de esas sociedades iniciáticas
y que los que se burlan de ellos son necios
ignorantes.

Iluminación Espiritual

"Mucho interés habían despertado en mí
los estudios del hermetismo en relación
de las religiones comparadas y de los
cultos antiguos.

"Blavatsky y otros habían escrito con
mucho entusiasmo de los restos arqueológicos
de los Incas del Perú y de los
Aztecas en México. En mis coloquios veía
al imperio de Manco Capac y al de
Moctezuma.

"Teniendo al Perú más cerca me dirigí
allá y durante algún tiempo pude excavar
y estudiar de cerca las ruinas del
Cuzco. Me había internado al interior de
Paucartambo, y al estar sentado en una
de las ruinas más célebres contemplando
a mi alrededor ese panorama sublime,
que sólo posee el país de los virreyes, me
sobrevino una especie de vértigo, un
éxtasis, en el cual los misterios de la
Naturaleza se desviaban ante mi vista;
las vibraciones del Gran Todo se confundían
en mí encontrándome así simple
microcosmo, en relación con el macrocosmo.

"Yo, celdilla hombre, encontrábame en
relaciones con todo el Universo.
Estado en el cual se comprende y se
entrevé la grandeza de la creación: se
transporta uno desde las regiones de los
efectos al mundo de las causas, bañándose
en aquellas vibraciones de la esencia
divina, de una tranquilidad y felicidad
indescriptibles.

"Se sienten sanar, no sólo alumbrar, los
rayos solares, y si se pudieran transcribir
al papel todas las sensaciones, lo
tomarían a uno como alucinado.

"No me importa: si el estudio de la
Naturaleza en su esencia es estar loco,
querido lector, entonces soy feliz en mi
locura y quiero estarlo cada día más.

"Comprendí entonces que los libros
humanos son nada en comparación con
el libro supremo de la Naturaleza y que
para el hermético basta y sobra con ese.

"Nuestro filósofo alemán, Jacobo Boheme, ¿acaso tuvo otro? y ¿quién
de los otros especuladores filosóficos
puede compararse con él?

"Mi guía, desde entonces, fue la
Naturaleza y, dejando todos los maestros,
a ella me acojo en sus brazos
cariñosos.

" M á s t a r d e , e n f r e n t e d e
Assmanshausen, a la orilla de nuestro
padre Rhin, en el canal Smith,
(tierra del Fuego), en el Tirol, en la
cordillera Cantábrica de España,
enfrente de las Cataratas del Niágara,
en los Alpes de Suiza y aquí en México,
en un pedacito de tierra que ha bautizado
el ilustre General Treviño con el
nombre de Rincón de María, me
sobrevino el mismo fenómeno pero sin
que lo provocara: sólo por la meditación.
Tenía pues para mis exigencias
de ocultista, un defecto: no lo manejaba,
no lo podía producir a voluntad;
me faltaba la llave de ese paraíso tan
sublime.



Ocultismo,Hermetismo,Martinismo

"A buscarla, me dije.
"Del Perú me dirigí a Europa en una
tourné de dos años visitando a los
principales ocultistas. Asistí como
miembro al Congreso Teosófico de
Nuremberg, donde leí un trabajo
referente a mis estudios sobre el culto
del Sol, de los antiguos Incas.

"En aquel congreso estreché relaciones,
entre otras, con el célebre Doctor
Franz Hartmann, autor de notables
obras sobre Teosofía. La clave, sin
embargo, no la conseguí. Me dirigí a
conocer otro país de mis aspiraciones,
la patria de Cuauhtémoc.

"El destino quiso que al poco tiempo
regresara a París. Si bien obligaciones
perentorias me reclamaban
durante el día, la noche me quedaba
libre e ingresé como alumno a la
Escuela Hermética, en la cual más
tarde, me entregó su director el diploma
que acredita mi doctorado en
Kabala.

"El Doctor Encausse (Papus), una de
las lumbreras médicas laureado en
los hospitales de París, ex médico
agregado a la corte del Zar de Rusia,
discípulo de Eliphas Levi y de Phillip,
autor de más de treinta obras universalmente
conocidas y a quien conocen
en París por el Mago Papus, me
dio lo que anhelaba induciéndome en
la verdadera senda de la iniciación;
me dio las claves que ponen al hombre
conscientemente en los dinteles
del mundo invisible, el anfiteatro de
la mansión de los llamados muertos.

"Lo poco que he experimentado, por
insignificante que pueda ser mi
saber, no lo quise guardar egoístamente
pues si bien no tiene nada de
nuevo para algunos, sé que es útil
para muchos.

"Desde mis primeros estudios hasta
hace algunas semanas que principié
mis conferencias, que hoy se publican,
he llenado muchos cuadernos
de apuntes y a medida que voy avanzando
tomaré material de ellos.

"Mis conferencias encierran la clave de
todo, pero no la entregara al lector,
porque no puedo ni debo darla masticada
para que sólo le quede el trabajo
de deglutir, sino velada.

"El hombre que no la encuentre es que
aún no le sirve ni la merece.

"Entre mis apuntes he consignado
aquí y allá algún párrafo de un autor de
mi agrado, omitiendo a veces el anotarlo;
si se me han pasado en mis
conferencias queda avisado.

"En la segunda, hay algo de las conferencias
esotéricas de Papus.

"Después de establecer la Orden
Martinista aquí, en México, nos hemos
unido un grupo de ocultistas para
seguir los estudios. El objeto principal
es indagar hasta dónde pueden unirse
las observaciones y experiencias de
cada uno a los preceptos de las ciencias
exactas y aceptadas.

"Es peligroso para aquellos seres
desprovistos de una instrucción
sólida, perderse en el misticismo; pero
no lo es para el que está acostumbrado
a la lectura y estudio de las ciencias
positivas.

"Si hemos tenido ocasión de ver algo en
el mundo síquico, tenemos el valor
suficiente para confesarlo, no para
hacer bombo con lo maravilloso, sino
para invitar a los hombres de ciencia al
estudio de esas fuerzas tan poco conocidas,
pero todos los días más aceptadas.
Los hechos que yo relato no son
aislados, muchos otros, entre ellos el
sabio químico Crookes, nos dan cuenta
de algunos análogos.

"No sigamos la rutina sin más estudio
que la simple lectura de algunos materialistas
que niegan todo; no por el
hábito de negar, neguemos con ellos.

"No tildemos de loco a un hombre que
con sinceridad expone los hechos
ofreciéndolos como tema de indagación.
Cada uno aporta su grano de
arena para fomentar la luz; si mis
trabajos cumplen con ese cometido, lo
juzgarás tú, lector querido.
Mixcoac, México, 27 de marzo de 1909
HURACOCHA

Arnold Krumm Heller tenía 33 años al
escribir esta Autobiografía

La Segunda Parte de su Vida

El 31 de marzo de 1897, Krumm-
Heller se hizo miembro de la
Sociedad Teosófica en París,
iniciado personalmente por H. S.
Olcott.

En septiembre de 1902, Krumm-
Heller fue hecho miembro honorario
de los "INICIADOS DEL TIBET" (Centro
Esotérico Oriental, de Savak) en
Washington.

En 1906 Krumm-Heller se encontró
con Papus en París donde realizaron
experiencias con los perfumes.
El 24 de diciembre de 1907 fue hecho
"miembro de primera clase" del "Supremo
Consejo de Iniciación, Orden
Humanitaria y Científica para el
Desarrollo de Estudios Esotéricos del
Oriente, Tíbet (India)", en París.

Este Gran Maestro estuvo relacionado
muchos esoteristas. Conoció a
Leadbeater durante su visita a
Londres en 1930. Fue amigo de
Rudolf Steiner, Theodor Reuss y
F r a n z H a r t m a n n . C o n o c i ó a
McGregor Mathers. Recibió la iniciación
en la Ordo Templi Orientis.
Arnold Krumm-Heller se hizo
Martinista, en la Logia "Hermanubis",
recibiendo el Diploma Nro 192.

En la Conferencia Internacional
Masónica y Espiritualista del 24 de
junio de 1908, convocada por Gerard
Encausse en París, Krumm-Heller
recibió una carta-patente de Reuss
para representar a la OTO en sudamérica.
Theodor Reuss y Heinrich
Klein le otorgaron los Grados 90 y 95
del Rito de Memphis-Mizraim para
México. El 11 de abril de 1908,
Charles Détré extendió estos mandatos
a los territorios de Chile, Perú y
Bolivia.

En diciembre de 1921 publicó el
primer ejemplar de su revista "Der
Rosenkreuzer/El Rosacruz", codirigida
con Theodor Reuss, definiéndose
ambos como Rosacruces y hereder
o s d e C a r l K e l l n e r y F r a n z
Hartmann. Tras la muerte de Reuss,
ocurrida en 1923, Krumm-Heller se
consideró el sucesor de todas las órdenes de Reuss, inclusive de la
Iglesia Gnóstica. Krumm-Heller no
fue el único.

Pero Krumm-Heller nunca fundó una
logia OTO. Tomó contacto con el
Patriarca Basílides de la Iglesia
Gnóstica. Fue un eminente masón
Grado 33º del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, y Grado 97º del Rito
Antiguo y Primitivo de Memphis y
Mizraim. Tau Baphomet dice que
Krumm-Heller perteneció a más de 20
sociedades secretas Arnold Krumm-Heller se sintió motivado
para fundar también su propia
o r d e n , l a F R A , F r a t e r n i t a s
Rosicruciana Antiqua en 1927 en Sud
América, comprendiendo siete grados.
Se desarrolló principalmente en
Sudamérica, con ramas en España,
Alemania y Austria. En 1929 visitó
Argentina, Perú y otros países. Bajo
una iniciación Inca en Perú tomó el
nombre místico de Huiracocha, con el
que sería conocido mundialmente por
todos sus discípulos.

En 1939 Krumm-Heller fue ordenado
obispo de una Iglesia Gnóstica. En
dicho año, Krumm-Heller viajó a
España, y allí tuvo un discípulo que se
hizo llamar Frater Aureolus, y a quien
le pidió que preparase a su hijo
Parsifal Krumm-Heller, nacido en
1925, para su futura misión de dirigir
la F.R.A. Sin embargo, el hijo de
Krumm-Heller no tenía vocación
por el rosacrucismo.

La segunda guerra mundial cortó las
relaciones de la FRA brasileña con el
S.S.S. de Berlín. Los miembros de la
FRA sudamericanos tomaron contacto
entonces, ante la falta de su tradición
inicial, con la orden Fraternidad
R o s a c r u z d e Q u a k e r t o w n ,
Pensilvania, EEUU. El 21 de marzo de
1942 las Aulas de la FRA quedaron
bajo la dirección del Supremo Gran
Maestro R.Swinburne Clymer. Esta
doble afiliación se realizó mediante
miembros de la Fraternidad de Clymer
tales como J.Elías Bucheli (Chile) y el
Consejo de los Tres (Río de Janeiro)
formado por Joaquim Soares de Oliveira, Dr.Duval Ernani de Paula y
Manoel Victorino Soares. Al terminar
la guerra, el Dr.Krumm-Heller retomó
contacto con sus discípulos
brasileños, y estos se separaron de
Clymer.

Aparte de su importante vida esotérica
Krumm-Heller estudió medicina y
ciencias naturales en Alemania,
Francia, Suiza y Méjico. En este
último país desempeñó varios cargos
públicos, como el de inspector de escuelas extranjeras, médico militar
coronel, profesor de idiomas y ministro
de México en Suiza y Alemania.

La Universidad de México lo designó
doctor honoris causa. Arnold Krumm-
Heller falleció en Marburg, Alemania
el 19 de mayo de 1949, dejando una
viuda María Luisa Elizabeth Frieda
Julie von Diringshofen y seis niños:
H i r a m , A g u i r r e , G u a d a l u p e ,
Cuauthemoc, Sieglinde, Carlotta y
Parsifal.


Obras Escritas por Arnold Krumm-Heller

1-CONFERENCIAS ESOTÉRICAS (Fuerzas Psíquicas. Fuerzas Cósmicas. La evolución
del planeta y de las razas humanas. Curación de las enfermedades. Prolongación
de la vida por medio de ejercicios respiratorios)
2-DEL INCIENSO A LA OSMOTERAPIA (Historia y aportes para un nuevo sistema
curativo por medio de las esencias odoríferas)
3-EL TATTWÁMETRO O VIBRACIONES DEL ÉTER
4-LOGOS, MANTRAM, MAGIA
5-LA IGLESIA GNÓSTICA
6-BIORITMO
7-ROSA ESOTÉRICA
8-PLANTAS SAGRADAS
9-LA DOCTRINA SECRETA DE LOS GALLEGOS
10-QUIROLOGÍA MÉDICA
11-ROSACRUZ(NovelaIniciática)

"Yo, que tengo casi medio siglo de estudio en estos asuntos, que tengo los
grados más altos de la masonería 3-33-97- que he pertenecido a la
sección esotérica de la Sociedad Teosófica, que soy miembro de más de
veinte sociedades secretas, como la O.T.O. y la A.A. en los cuales tengo el
último grado, que soy obispo de la Iglesia Gnóstica, consagrado con
ordinal primitivo y anglicano, que como Comendador de la Fraternidad
Rosa Cruz tengo conexión con la Fraternidad
Blanca, la Jerarquía del Invisible, que he pertenecido
a la vieja guardia de Papus y Eliphas Levi, que
traté personalmente a los principales ocultistas del mundo, declaro que
para mí en la vocalización, en el uso de los mantrams y la oración, mediante
el despertar de las secreciones sexuales, reside el único camino de llegar a
la meta y todo lo demás, que no sea por aquí, es perder lastimosamente el
tiempo".

Del libro "LOGOS, MANTRAM, MAGIA

Fuente: Revista Internacional De Gnosis