quarta-feira, 5 de fevereiro de 2020

Kenneth Grant El Culto Draconiano Del Antiguo Khem


El Culto Ofidiano del África Interior fue continuado y desarrollado en Egipto (Khem), donde logro su apoteosis en la Tradición Draconiana o Tifoniana. Antes de considerar los aspectos principales de esta inmensamente antigua corriente mágica en su forma Draconiana es necesario considerar varios factores importantes. Primeramente, como Gerald Massey ha demostrado (1),no se puede realizar ninguna lectura con éxito de la mitología, simbolismo,pensamiento o historia Egipcia sin primero averiguar a cual de los cuatro principales estratos de evolución pertenece. 

Los cuatro son:

1. El estrato Sabeano o Culto Estelar que traslado desde África los Misterios pre-evales y totémicos a los que ya se ha aludido (2). Estos fueron básicamente de naturaleza zoomorfica, de aquí la predominantemente naturaleza bestial de las constelaciones denominadas por los Egipcios. El Culto Sabeano fue el culto de la Diosa-Madre de las Siete Estrellas mas su hijo, Sirio, la Estrella-Perro. Sirio estaba representada por el dios Set cuyo símbolo era la Diosa -su propia madre- a quien se suponía el había fecundado, no existiendo en esta fase temprana de la humanidad ningún conocimiento del papel jugado por el hombre en el proceso de procreación. En este periodo, el tiempo se media por la ascensión y ocaso de ciertas estrellas.
2. El Culto Lunar siguió al Sabeano. Las estrellas fueron reemplazadas por la luna como un modo mas preciso de calcular el tiempo. El mecanismo de la paternidad todavía era un misterio y también se desconocía que la luna no brillaba con luz propia. Se suponía que ella se auto renovaba en los cielos dando nacimiento a su hijo autoconcebido con lo cual, ella llegaba a estar llena. El dios lunar Thoth, Señor de la Doble Luz (3) entonces reemplazo a Set como el principal guardián del tiempo. El mono con cabeza de perro de Thoth, el cinocéfalo fue la continuación del fenekh o zorro del desierto representado como un símbolo de Set.
3. El estrato Luni-Solar fue realizado cuando se llego a conocer que la intervención del hombre era necesaria para la procreación, aunque la paternidad individualizada no fue establecida hasta que el tiempo ‘lunar’ cedió ante el tiempo ‘solar’, y la correcta duración del año fue comprendida (4).
4. El Culto Solar, con su énfasis sobre el niño como el hijo del padre más que de la madre causo el mayor trastorno de la historia de la humanidad. En el antiguo Egipto, mucho antes de la época monumental, continuos enfrentamientos sanguinarios resultaron de estas dos grandes divisiones: los adoradores Draconianos o Tifonianos y los Osirianos o Amonitas defensores de la supremacía masculina. Muchos siglos después, la diosa estelar y su progenie fueron consideradas disruptivas debido a su errónea observancia del tiempo. Esto fue interpretado a niveles éticos en cuestiones humanas como maldad causada por la no observancia del tiempo en un sentido sexual, y el origen de la muerte y la enfermedad fue asociada con el culto primal.
En consecuencia fue expulsado por los Solares que gradualmente sustituyeron a los Tifonianos y exaltaron al dios como niño de su padre, primero bajo la tierra y posteriormente en el ‘cielo’. Esto condujo eventualmente a una glorificación fanática del ideal masculino que lentamente socavo la mas
poderosa civilización que la tierra ha conocido, y ha continuado ejerciendo su perniciosa influencia hasta el presente día. Es, sin embargo, digno de recalcar ¡que el Culto Solar ya había florecido en Egipto cuando la era de los monumentos comenzaba! Un incalculable periodo de tiempo transcurrió entre estas cuatro fases de la Tradición Oculta en Egipto. Nos podemos hacer alguna idea de su longitud contemplando el hecho de que los sacerdotes Egipcios habían mantenido registros precisos de los fenómenos astronómicos sobre un periodo de más de 52.000 años antes de la muerte de Sócrates en el 400 a.c. Durante este vasto periodo de tiempo, ola tras ola de colonizadores abandonaron Egipto y se extendieron como un enjambre sobre el globo dejando en su estela vestigios de las cuatro tradiciones mágicas. Se remite al lector a los trabajos de Gerald Massey para un exhaustivo relato de este tema.
El constante conflicto entre el culto de Set y el culto Solar dividió Egipto en dos, primero uno y después el otro, pugnaron por la supremacía. Sin embargo aunque el régimen solar pareciese lograr la victoria final y la escatología de los Egipcios se fusionase, posteriormente dentro del Culto de la Cristiandad, hoy hay signos de un revivir -en una apariencia moderna- del Culto mas antiguo que exalto la Diosa como suprema.
En el Renacimiento Mágico (Capitulo 3) yo he mostrado como Aleister Crowley, el representante moderno de esta antigua Corriente, anticipo este resurgir asumiendo de nuevo el papel de sacerdote y profeta y proclamando el advenimiento del Eón de Horus; el Niño Coronado y Conquistador. Horus es la forma Griega del Egipcio Har, Khar o Khart significando ‘un niño’.
El término fue aplicado originalmente al hijo de la madre en el prístino y Sabeano Culto de las Siete Estrellas; y el primer hijo fue Set, representado por la estrella-perro. Horus llego a ser un nombre para el hijo representando al sol solo después de que los cultos de la Diosa fuesen sustituidos por aquellos del Dios. La naturaleza del niño fue determinada originalmente por observaciones astronómicas y variaba de acuerdo a la posición del sol en el periodo del equinoccio vernal. Como un rayo de blanca luz asume diferentes colores atravesando un prisma, así el sol asumía diferentes aspectos de acuerdo a la posición del coluro vernal.
Así, en un sentido astronómico, el Har o niño fue identificado con el Toro (Tauro), el Carnero (Aries), el Pez (Piscis), la Cabra Marina (Capricornio) de acuerdo a la constelación que formaba el prisma en el momento de su denominación. Massey ha expuesto que la aparentemente repentina e inesperada introducción de la adoración del dios con cabeza de carnero Sebek-Ra a comienzos de la XIII dinastía y su continuación hasta finales de la XVII dinastía, marco el cambio de coluro que ocurrió en el 2410 a.c., cuando el sol abandono el signo de Tauro y entro en el de Aries. Por este calculo ha sido posible fechar la inauguración de la Era de Mena, la I dinastía, por la entrada del sol en Tauro en el 4565 a.c. La longitud de tiempo entre estas dos fechas - un periodo de 2.155 años- es el mismo que el que toma el sol para atravesar uno de los doce signos del zodiaco. Horus entonces simboliza el poder solar o
creativo más las características de la Casa en la que permanece por un espacio de 2.155 años. Cada sucesivo Faraón era la encarnación viviente del Phar o Har, como es evidente por los nombres que ellos adoptaron. En el caso de la Dinastía XIII o Dinastía Sebek, unos dieciocho Faraones* tuvieron el nombre de la deidad con cabeza de carnero (5).
* Hay que hacer notar que Faraón en Ingles se escribe (Phar)aoh.
Pero el Har tiene también un significado oculto. El niño y la semilla son sinónimos. El niño indica, simbólicamente, el brote de la voluntad o la vibrante semilla latente en la energía creativa del mago (o sacerdote), y la naturaleza del Har era determinada por la dirección de la voluntad del sacerdote en el momento de su proyección dentro de la matriz del útero.
La formula de Horus el Niño es por consiguiente una formula mágica que comprende el uso de la energía fálico-solar. Su completo mecanismo no ha sido explicado en ninguna parte tan perfectamente como en los Tantras Hindús y en Occidente por Aleister Crowley, uno de los mayores exponentes de la Corriente Ofidiana de los tiempos modernos.
Los momentos de la concepción y nacimiento están estrechamente relacionados, no solo desde un punto de vista astrológico sino también desde los mas arcanos niveles de magia(k) sexual. La influencia del sol en las casas de los cielos juegan un papel vital para determinar la naturaleza del Har y de aquel otro ‘niño’ cuya producción mágica ha sido el objetivo de los ocultistas de todas las edades. (6)
Los Tantras Hindus continuaron el culto Sabeano del niño de la madre en solitario, probablemente porque el Culto fue practicado en Egipto en un periodo que antedataba las posteriores dinastías solares. Sin embargo en Egipto mismo la tradición patriarcal, con su énfasis en el principio masculino, se desarrollo en el Culto de la Trinidad que consistía del Padre, la Madre, y el Niño. La posterior versión Cristiana que suprimió el componente femenino estableció una absoluto patriarcado que distorsiono la completa Tradición de los Misterios y llevo la infección a la civilización con sus credos desequilibrados de total autoridad masculina y la abolición de todo lo que pertenecía al elemento femenino en la naturaleza.
Las siete estrellas de la Osa Mayor (7) junto con Set, la estrella-perro, como el anunciador anual de la Diosa, fueron reflejadas terrenalmente como los dieciséis santuarios de Osiris -ocho en el Alto Egipto, ocho en el Bajo Egipto.
Es probable que estos santuarios fueran energetizados por específicas corrientes del Culto de Set-Tifón. Estas corrientes fueron sin duda determinadas por el significado mágico del particular miembro del dios que santificaba el nomo en el que estaba conservado. Es probable también que estos centros de culto representasen un modelo particular en un organismo (i.e. Egipto) de las zonas de poder globales dispuestas en otros lugares de la tierra. Los mitos y los restos monumentales en muchas partes del mundo antiguo sugieren que los colonizadores Egipcios, después de establecerse en Sumeria, se extendieron a lo largo y ancho del mundo, transmitiendo la corriente Draconiana y envolviendo a sus dioses en formas zoomórficas dependientes en gran medida de la topografía y otras consideraciones locales.
La interpretación de las figuras ocultas de la Tradición universal de los Misterios bajo las mascaras Maya, China, Hindú, Druida y otras, revelan en todas partes el subyacente cisma que tuvo su origen en el primitivo antagonismo entre los cultos de la Sombra y los Solares; aquellos que siguieron el Camino de la Diosa (Vama Marg) y aquellos que la negaron y que exaltaron el principio masculino superior a todo lo demás según ellos.
Los dieciséis nomos pueden haber sido proyectados para funcionar como un sistema de ‘control remoto’, con Egipto como el corazón. De acuerdo con algunas autoridades los nomos fueron catorce en número, en cuyo caso las siete estrellas de la Diosa solo se reflejaban terrenalmente en ambas tierras (Alto y Bajo Egipto), constituyendo las catorce zonas de poder. Ellos constituyeron los catorce santuarios cada uno de los cuales contenía uno de los miembros de Osiris, el dios lunar que fue desmembrado por Tifón. Cada miembro representa un digito o día del medio ciclo lunar, el Quinceavo esta simbolizado por la Diosa misma. Los días de brillo y los de oscuridad quincenales constituyen los veintiocho aposentos de la mansión lunar -la Casa de Osiris- la luz en la oscuridad, el señor de la muerte del submundo.
Como ya se expuso, la corriente mágica iniciática se manifestó en Egipto como el Culto Draconiano, el Culto del dragón o Serpiente de Fuego. Este Culto representa la primera forma sistematizada de los primitivos misterios Africanos que los Egipcios transformaron en un sistema altamente elaborado de
ocultismo y que floreció finalmente en los tantras de la India, Mongolia, Tibet y China. (8)
El Culto Draconiano se desarrollo de una concentración de conocimientos derivados de la observación cuidadosa de fenómenos físicos acumulados durante enormes periodos de tiempo.
El conocimiento obtenido estaba basado sobre un primitivo modo de magnetismo, la comunicación con espíritus, manifestaciones elementales vistas clarividentemente. El doble humano (fantasma o cuerpo astral) fue un hecho natural observado, no había nada sobrenatural en ello. Sobre esto se
baso la escatología religiosa de la supervivencia espiritual después de la muerte.
Este cuerpo de conocimiento, acumulado durante muchos siglos, fue en su mayoría encarnado en símbolos zoomórficos que eran familiares para los iniciados del mundo antiguo. Los Adeptos Africanos, Egipcios, Sudamericanos y del lejano Oriente representaron los ‘secretos’ de la naturaleza en formas florales o animales y cuyas diferencias solo eran condicionadas por su topográfica local. Es obvio por ejemplo que la leona de África que llego a ser para los Egipcios un símbolo del feroz calor del sol en el solsticio de verano no podía ser usado como un símbolo por el Esquimal. Las representaciones Africanas fueron transportadas hasta los Misterios Egipcios y aparecieron, eventualmente, en el panteón Egipcio como las deidades con cabeza de animal del Valle del Nilo. África estaba compuesta de una aglomeración de tribus guerreando incesantemente entre ellas. Ellas tenían sus figuras zoomórficas y otros tótems, y la transición desde las primitivas tradiciones matriarcales -con sus diosas estelares y lunares- había acaecido mucho antes del advenimiento de
cultos sistemáticos del tipo de los pueblos Yoruba y Benin discutidos en el capitulo anterior. Sin embargo el conflicto entre los pueblos pre-totémicos y estelares y los posteriores cultos con su compensada masculinidad-feminidad,o los sistemas abiertamente orientados a la masculinidad, fueron trasladados hasta Egipto y perduraron durante mucho tiempo en las épocas postdinásticas.
Fue el conflicto entre los devotos del sol y los de la luna y las estrellas que determino la naturaleza de todos los cultos posteriores por mucho que civilizaran sus formas finales. Los conflictos entre Ifa, la Diosa, y su última forma, Ife, el Dios, fueron reflejados eones después en las guerras Asiáticas entre los yonicaras y los lingacaras (9). En Egipto este conflicto asumió vastas proporciones y fue perpetuado desde las eras pre-dinásticas hasta la caída final del Culto Draconiano alrededor de la XVII dinastía. (10)
En los últimos periodos dinásticos, Egipto fue dividido en 36 nomos de diez divisiones por nomo. Esto representaba una transferencia a la tierra del simbolismo celestial del firmamento como el Círculo (11) de Nuit, la Diosa del Espacio Infinito. Nuit fue una deidad primordial representada celestialmente por la constelación de estrellas ahora conocidas como Osa Mayor. Las siete estrellas de este complejo simbolizaban la Noche o Tifón y su progenie de estrellas, a la que posteriormente se le añadió la estrella de su primer niño masculino, Set o Sothis. Era el quien manifestaba en el sur la luz de la Madre que regia en el Norte y fue el primer dispensador de luz en la oscuridad y el primer guardián del tiempo: la Madre Sabeana, Tifón y su hijo, Set. Su nombre en Egipcio era Khept o Kheft (12), origen del cual deriva la palabra demonio,según dice Massey:
El origen del Diablo es el resultado de los comienzos de la Diosa sin el Dios; así Kheft, la Gran Madre, proporciona el nombre de la maldad, el enemigo, el Diablo. Los adoradores de la Madre fueron los sin Dios, de aquí viene lo diabólico.
Tan poderoso fue este primigenio culto Africano de la Madre de las Siete Estrellas y por tantas eras perduro, que Khebt o Kheft llego a ser el nombre de Egipto mismo, y el primero de sus nomos terrestres fue dedicado a la estrella Sothis, la estrella-perro que representaba al hijo de la Madre, cuya forma mas antigua era el de la diosa de las siete estrellas. Las siete estrellas dieron sus nombres a los primeros nomos que fueron planeados en Egipto en la fase más temprana de su desarrollo cuando el tiempo se media por las estrellas. ‘La geografía Física’ fue por consiguiente establecida bajo la forma femenina y todo Egipto fue trazado después de que la elaboración de la uranografía celestial había sido calculada en los cielos por los sacerdotes quienes habían observado durante incalculables periodos de tiempo, las progresiones y retrogresiones de los cuerpos celestiales. Fue durante el estadio Sabeano de la historia Afro-Egipcia que el Culto Draconiano emergió como un ingenio mágico, preciso, profundo; tan verdadero en sus fundamentos que las subsecuentes fases de la historia Egipcia fueron incapaces de borrar completamente los orígenes Tifonianos de su sabiduría prístina.
Los siete nomos primordiales fueron añadidos cuando la Luna reemplazo a las Estrellas como guardianes del tiempo y las 28 mansiones lunares fueron reflejadas y asignadas desde los cielos sobre la tierra. El reparto final ocurrió durante la fase solar de la historia de Egipto y esta fase se había ya establecido en los comienzos del periodo monumental. En esta fase final,cuando el completo ciclo solar había sido descubierto en los cielos, el numero de nomos se incremento a 36. El cielo solar se componía de Sekhet Aahru, los ‘Campos Eliseos’; sus 36 puertas fueron fundadas de los 36 decanatos del zodiaco. La ‘creación’ de esta región -Sekhet Aahru- fue en efecto el trazado del circulo zodiacal.
Sin embargo había un lado mágico y esotérico en este simbolismo que fue primero celestial y astronómico y después terrestre y bioquímico.
La Diosa Sabeana Tifón con su progenie de siete almas o estrellas precedió a los misterios lunares como los catorce pasos que ascendían y descendían desde el santuario de la Diosa 15 (13) : los días o pasos de la quincena brillante y los días de la quincena oscura estando ellos divididos, en el quinceavo dia, por la Luna Llena. El Sekhet Aahru o Casa de Sekhet (14) fue dividido en 15 Atus y estos llegaron a ser los Atus de Thoth que fue la forma lunar de Set, el hijo de Tifón. Thoth formo el zodiaco lunar y estableció la luna o el mes. Thoth a continuación fue reemplazado por Khonsu (15), el niño del sol y de la luna y por consiguiente el representante del tiempo luni-solar.
En los antiguos monumentos, la deidad lunar -Thoth- representa la quincena brillante o la luna en su primera mitad del ciclo; la quincena oscura, la luna menguante, es representada por el cinocéfalo o babuino con cabeza de perro.
Estas imágenes dieron origen al concepto del hombre en la luna seguido por su perro. En este simbolismo es posible ver el fundamento de la elaborada metafísica mágico-sexual de los Tantras del Lejano Oriente que fueron un desarrollo del Culto Tifoniano. La influencia de la luna y sus fases, y el
cinocéfalo que representaba la conjunción luni-solar son fenómenos que resumen el rango completo de magia Draconiana.

Horapollinis (16) observa que los Egipcios simbolizaban este suceso astronómico por medio del ‘sagrado’ babuino:

En el instante exacto de la conjunción de la luna con el sol, cuando la luna llega a oscurecerse, el cinocéfalo macho tampoco ve, no come, se doblega en el suelo con pesar, como si lamentase el rapto de la luna. La hembra además de ser incapaz de ver y estando afligida de la misma manera que el macho,emite sangre desde sus genitales; de aquí que incluso hasta hoy los Cinocéfalos son levantados en los templos para que desde ellos se pueda determinar el instante exacto de la conjunción del sol y la luna. Y cuando ellos observan la renovación de la luna, ellos otra vez retratan un cinocéfalo en postura erguida y elevando sus manos al cielo con una diadema sobre su cabeza. Y para la renovación ellos pintan esta posición en la que el cinocéfalo se arroja, como si felicitase a la diosa, si podemos expresarlo así, porque ambos han recuperado la luz.
A la luna nueva se le adjudico otro familiar de Thoth, el Ibis. De nuevo, de acuerdo a Horapollinis los Egipcios observaron que este pájaro se administraba su propio enema. Ideas de purificación asociadas con la naturaleza femenina y de completar un ciclo de tiempo o periodo, indudablemente indujeron a la elección del símbolo. El nombre del ibis en Egipcio es Tekh, la forma dura de Tesh, significando un cruce, linde o limite.
Tekh es otro nombre para Thoth y Tekhi -la forma femenina- es el nombre de una diosa Egipcia que presidio sobre los misterios de la mujer con particular referencia al periodo mensual. Además el ibis fue un glifo del Fénix o pájaro Bennu, conocido algunas veces como el pájaro del retorno que enlaza los ciclos de tiempo. (17)
Fue Thoth quien estableció el tiempo ‘lunar’ cuando el culto Sabeano de las estrellas fue sustituido, i.e. cuando fue descubierto que la luna era un mas fidedigno guardián del tiempo que las estrellas; y a Thoth le siguió Khonsu, el niño de la conjunción del sol y la luna y la deidad del tiempo luni-solar.
La gibosa naturaleza de la luna fue representada por el Simio de Thoth en la mitad menguante y por el Ibis en la mitad creciente. La lunación dual era el circulo completo que había sido descrito primariamente por las estrellas circunpolares de la Osa Mayor, la Diosa que precedió todas las otras formas de deidades. Uno de sus nombres, Ta-Urt, significa Madre de las Revoluciones y esta todavía en existencia en la palabra Tarot (18), o el Libro de Thoth, que concierne a los misterios del Tiempo y de los Ciclos de Tiempo y ha sido usado por videntes de todas las edades para propósitos tanto de adivinación del futuro como de leer el pasado. En extensas eras anteriores al establecimiento del círculo lunar, el nombre de la Diosa era Serk. Su nombre significa el Escorpión, y este arácnido fue el primer zoomorfismo determinante del Equinoccio Occidental como el lugar de la puesta del sol. Serk era la abertura o brecha del submundo (Amenta) en el Oeste, y como tal ella era la primera que decidía en aquel lugar de entrada y salida de los espíritus y por lo tanto el origen del circulo mágico, como implica su nombre.
El circulo mágico en la mas temprana tradición -la Draconiana- no era una barrera contra fuerzas externas sino un contenedor de estas que emanaban desde el mago; fue también el portal de influencias entrantes, chthonianas (catonianas), telúricas, y extra-terrestres, los cuerpos celestiales mismos eran vistos desapareciendo dentro del submundo a través del Circulo de Serk (19).
La estrella-Perro era sagrada a Serk, que la identifica con la Diosa primordial,Tifón, la cual los Griegos llamaron Sothis, combinando así la Madre y el hijo (Set) en un nombre. El verdadero círculo mágico marcaba una zona de poder actual sobre la superficie de la tierra; los nomos mismo eran tales zonas de poder, cada uno teniendo un santuario y una deidad presidiéndola. La naturaleza sexual de las influencias trabajando dentro del circulo son determinadas por la naturaleza de Serk, la primera Diosa del Circulo cuyo zoomorfismo base fue el escorpión que representaba la fuerzas reproductivas en el hombre. El simbolismo del fuego conectado con el escorpión es sin duda una referencia a la Serpiente de Fuego que habita en esta zona de poder. La hechicera sexual, Circe, también comporta un simbolismo similar; además es significativo que esta bruja transformase a los hombres en cerdos. El cerdo o cochino era un símbolo de Hekt, la diosa lunar posteriormente representada por la rana, debido a su poder de transformación en el mundo natural.
Fue inevitable que Hekt diese su nombre a la figura suprema de todos los transformadores de naturaleza dual, i.e. la luna. Hekt aparece en su forma Griega como Hecate, en la brujería Alemana, y en el nombre del Dios de la Magia a quien los Griegos llamaban Hike (20). Hike fue conocido por los
Egipcios como una esencia vital que estaba fluyendo por medio del pájaro Bennu o Fénix desde una región inaccesible y mágica.

En el Texto de un Feretro, el alma triunfante exclama:

Yo vengo de la Isla del Fuego, habiendo llenado mi cuerpo con Hike; como ‘aquel pájaro’ que lleno el mundo con aquello que no se hubo conocido.
Mucho antes los Griegos adoptaron los Misterios del Antiguo Egipto y los transformaron en fabulas. El Hekt o transformador estaba en existencia en el Egipcio Ur-Hekau, El Poderoso de los Encantamientos (21), el prototipo de la Vara mágica y del sagrado instrumento con el cual el sacerdote abría la boca del muerto y transformaba la momia en el viviente Khu (espíritu).
El escorpión, el cerdo y la rana, dieron sus nombres al Circulo Mágico y a la vara del mago, su poder de encantamiento y su poder de transformación. Pero estos no fueron los únicos zootipos que permanecen en los cultos de los posteriores Misterios. La Espada u hoz se basaba en los recuerdos de la Gran Madre, mas bien, sobre su anatomía celestial, ella era retratada literalmente en la constelación del ‘Muslo’ de las Estrellas Polares. La Madre era la divisora o cortadora, ella se dividía en dos como madre y como hijo. El muslo o forma de hoz emblema de su origen celestial también dio su forma al signo de Saturno,su representante planetario y a los números tres y cinco que por su forma sugieren una hoz.
Tres es el número de la Gran Madre como Saturno (22). Cinco es un número de Marte. Ambos números se aplican al fenómeno de la periodicidad femenina.
Marte, la cifra de la energía, simboliza predominantemente la energía sexual.
La atribución del Marte del derramamiento sangriento en el sentido de guerra y violencia es un posterior desarrollo del simbolismo fundamental (23). Las matanzas más antiguas eran sacrificales (24) en el sentido sexual; la primera hendidura y raja fue la mujer que sangro al ser ‘abierta’ en el periodo de la pubertad (25). Estos misterios son de una naturaleza qabalística y numérica y pueden ser explicados en profundidad por solo una Tradición, la Draconiana, cuyos misterios fueron esencialmente de una naturaleza física -no metafísica-.Los cuatro elementos desde los que el mago conjura el quinto, viz: espíritu, o un espíritu (para el brujo es primariamente un conjurador de espíritus), son explicables solo con referencia a la bioquímica de la Tradición Draconiana.
Agua, el fluido místico de la Vida, simboliza la sangre; no sangre arterial - ningún espíritu tomaría alguna vez cuerpo de esta forma- sino sangre menstrual: el mestruum primal de manifestación por medio del cual el espíritu es hecho carne. El elemento tierra fue adscrito a la carne, como sangre congelada, un liquido transformado en sólido por hacer de el una pasta y llegando a ser la encarnación viviente del espíritu (36). De aquí los simbólicos panes de luz de los cuales uno de sus ingredientes es la sangre menstrual (27).
Al espíritu que energetizaba el agua primordial con el principio de la Vida, los Egipcios del culto Solar le atribuyeron el elemento aire. Pero originalmente, es anterior al rol del hombre en el proceso de la reproducción como era entendido y reconocido generalmente, el aire representaba la segunda fase de la formula femenina, como el agua (i.e. sangre) caracterizaba el primero. El Agua representaba la virginidad pubescente, sangrante y húmeda; el aire caracterizaba la gestadora, la madre, seca e hinchada, o inflada con el viento.
El elemento fuego era el símbolo de la Voluntad y un bosquejo de la energía de la Serpiente de Fuego, invocada y circunscrita dentro de los otros elementos por el hechizo del brujo. La fusión del agua, aire, tierra y fuego daban como resultado la producción o manifestación del espíritu o un espíritu.
Los cuatro elementos fueron asignados a los cuatro ángulos o cuartos del primitivo hogar o casa (i.e. la tierra), y formaron la primera Cruz. El hipopótamo, el Africano Apt, fue el símbolo de la primera estancia, lecho, o aposento, la matriz primigenia, como el arca de cuatro patas o cuatro facetas fue una forma primitiva de la Madre. Esto fue posteriormente estilizado en Egipto por el símbolo de Nuit arqueada o abovedada sobre la tierra. así los cuatro pies de la bestia (Apt) fueron pintados en la forma de una diosa como una mujer flexionada sobre la tierra o con las cuatro extremidades en la característica postura de traer al nacimiento. Esta era Nuit de entre cuyos muslos el hijo solar nacía diariamente. La palabra arco u orach (Hebreo) se aplica al periodo femenino (28) y Arksha en Sanscrito significa ‘regulado por las estrellas’, mientras que en los Misterios Griegos Arke era la Madre de los Dioses.
La deidad más antigua era de una naturaleza bivalente y estaba representada por Tifón, diosa de las Siete Estrellas en el Norte y por su hijo, Set, la estrellaperro Sothis, el regidor del Sur (29). Este dios bivalente precedió a todas las concepciones de deidades que le sucedieron; fue el prototipo en Egipto de Nuit y Hadit continuación de la tradición del niño sin dios, i.e. el niño de la madre antes que la individualizada paternidad se hubiese establecido. Esta concepción inicial de la deidad era femenina y por tanto literalmente sin dios,ningún dios era conocido en aquel periodo. En eras posteriores los adherentes del Culto Draconiano fueron vilipendiados y aborrecidos como seres diabólicos debido a este ateismo (sin dios).
El continuo y homicida antagonismo entre el Culto de Set y los posteriores cultos solares de Osiris y Ammon que representaban al ‘Padre en los cielos’, y como hombre al padre sobre la tierra, dio como resultado la gradual disolución de Egipto. Gerald Massey ha mostrado que el registro de contiendas y
matanzas causadas por esta disensión inicial en la más temprana conciencia religiosa de la humanidad dio como consecuencia el total silenciamiento histórico concerniente a aquellas dinastías en los que los Tifonianos mantuvieron el dominio supremo.
Massey además demuestra que los así llamados ‘Reyes Pastores’ no fueron de hecho gobernantes extranjeros, sino adherentes indígenas de este Culto mas antiguo a los que posteriormente los Solares aborrecieron por sus ‘practicas bestiales y rituales ateos’.
El Culto Draconiano en sus inicios había aparecido sobre Egipto en un periodo anterior a Mena (30) en 13.420 años. Tampoco ceso su influencia con la ascensión de la Dinastía de Mena, aunque durante los siglos que sobrevinieron con los Osirianos, estos gradualmente ganaron el control y suprimieron el culto rival. No fue hasta la VI Dinastía que los Draconianos otra vez llegaron a ser predominantes.
Desde entonces, hasta la XI Dinastía un gran trozo parece haber sido extraído fuera de los registros históricos, un vacío, debido a la venganza de los Osirianos quienes en la XI Dinastía, destruyeron metódicamente todo vestigio, monumental o de cualquier otro tipo, de sus rivales. No es hasta el reinado de la Reina Sebek-nefer-Ra al principio de la XIII Dinastía que los Draconianos de nuevo volvieron con plena fuerza. Esta Reina fue una iniciada en los más profundos Misterios del Culto, y su temperamento era tal como el que ella revelaba al asumir el rol de la Gran Madre (31). El comienzo de su reinado marco también el inicio de la XIII Dinastía. Fue conocida como la Dinastía Sebek ya que en esa época, después de un periodo de 2.155 años, el sol empezaba a ascender en el Signo del Carnero en el coluro vernal, habiendo pasado del signo de Tauro al de Aries. El lugar de ascensión (32) del sol en el equinoccio vernal determino su forma del dios, y la constelación del carnero, que constituía el lugar de nacimiento en los comienzos de la XIII Dinastía, proporciono el símbolo zoomórfico del sol o hijo de la Madre en su forma de espacio infinito (el cielo). La forma Sabeana de Set -como Sevekh- que había sido representada como la imagen Draconiana del cocodrilo adorado en el Fayyum era ahora continuada en la forma del cabeza de carnero Sebek-Ab Ra. Ab-Ra (Abra), significa el cordero o carnero de Ra, fue un término usado por los Sebekhepts (devotos de Sebek) de la Dinastía XIII. Abra significa literalmente el cordero o carnero (ab) del sol (Ra); esto implica que el portador del sufijo era un devoto de Sebek, el hijo de la Diosa de las Siete Estrellas (33).
Como designación de la energía solar-fálica Abra sobrevivió las épocas dinásticas durante muchos siglos y fue perpetuado e incorporado por los Gnósticos en la celebre palabra de poder mágico: Abracadabra. Aleister Crowley que restauro muchos ‘nombres bárbaros de evocación’ (34) mantenía que substituyendo la ‘c’ por una ‘h’ en Abracadabra (35) había encontrado el verdadero nombre de dios o formula de Had, la forma Caldea de Set, que los Sebekhepts una vez adoraron. Además, Crowley se identifico a si mismo con el Gran dragón de la Profundidad del cual el cocodrilo era el símbolo, y este zootipo fue continuado por los Cristianos como La Bestia del Abismo (36).
La reina Sebek-nefer-Ra fue la perpetuadora (Nefer) de Sebek, el dios del Fayyum (37), en la forma del Ra solar-fólico cuyo tótem fue el carnero. Sebeknefer-Ra fue el primer nombre regio de Sebek escrito en todos los monumentos, y el reinado de los Sebekhepts continuo hasta el final de la Dinastía XVII.
Fue durante el reinado de la Reina Sebek-nefer-Ra que el Culto Draconiano obtuvo su máximo poder. Durante las siguientes cuatro dinastías se desarrollaron sus doctrinas mágicas a través de las líneas que mas tarde aparecieron en Asia bajo la forma del Tantra. El poder temporal del culto, sin embargo, declino al término de la Dinastía XVII. Su poder se extinguió cuando el Rey Apophis (38) fue vencido por las fuerzas Osirianas lideradas por Aahmes, un capitán general de la marina al mando del primer Rey (también llamado Aahmes) de la XVIII Dinastía.
La cuestión que se plantea es porque los Tifonianos se adhirieron a su adoración de la Madre y del Niño luchando contra la oposición devastadora de aquellos que habían desarrollado sus ideas religiosas de acuerdo con las posteriores y mas exactas observaciones astronómicas y los mas precisos conocimientos de la fisiología que acompañaron el establecimiento en la sociedad de la paternidad individualizada.
Este desarrollo fue meramente aparente, porque aunque los Osirianos o Amonitas fueron responsables de las reformas de la sociedad sobre la base de la paternidad, esto no hizo de ningún modo cambiar los profundamente complejos procesos mágicos conectados con las energías sexuales, y estos procesos eran la causa real de la constante persecución que los Draconianos sufrieron de las manos de los Amonitas. En las así llamadas ‘practicas bestiales’ de las que los Draconianos eran acusados yacen los misterios fundamentales de su formula mágica y el modo Sabeano de representar estos misterios no tenia mas conexión con el computo del tiempo por el movimiento de las estrellas que la que tuviese la adoración solar de los Osirianos con el rol del hombre en el proceso de procreación. Solo los sacerdotes de las facciones rivales eran plenamente conscientes de las diferencias que eran fundamentales en uno y otro caso, diferencias que concernían al modo de aplicar especificas formulas fisiológicas para la encarnación o materialización de entidades extra-terrestres, que como ya ha sido expuesto, han sido el fin de los cultos mágicos. Estas diferencias están incluidas en las más agudas diferencias entre los Tantras Asiáticos con sus divisiones entre el Sendero de la Mano Izquierda que exalta el principio femenino y el Sendero de la Mano Derecha que adjudica la supremacía al masculino (40).
El derrocamiento de los Tifonianos en Egipto, sin embargo, fue cualquier cosa menos completo, en el sentido de destrucción del Culto o sus Misterios. Es cierto que se los borro de la faz de la tierra pero -como se señalo previamentenumerosas olas de Draconianos a través de los siglos abandonaron Egipto y expandieron el Culto a lo largo y ancho, tanto que puede rastrearse por todo el globo en varios estadios ya sea de desarrollo o de degeneración. En algunos casos floreció en extraños cultos que han persistido hasta los tiempos modernos. Pero desde el punto de vista de la ‘oficial’ religión de Egipto, el Culto Draconiano fallo en recobrar su condición dominante a pesar de que en la XXVI Dinastía se hizo un intento de llevar a cabo un renacimiento.
Crowley ha escrito sobre un sacerdote Tebano (41) de aquella dinastía que puede haber sido uno de los responsables de aquella tentativa.
Brugsch Bey señala que en la Dinastía XXVI, una influencia nueva y extraña se crea a si misma aparentemente. Aunque el no lo menciona específicamente así, esta no tuvo otro origen que el antiguo Culto Sabeano de Sirio, la Estrella de Set:

Mientras este esfuerzo de volver a la antigüedad en la faceta artística pone de manifiesto distintos fines en la esfera de las estéticas... así en la otra faceta de la vida nacional -aquella de la antigua teología Egipcia y de las tradiciones esotéricas de las escuelas sacerdotales- una nueva contribución aparece haber sido creada... la cual estaba lejos de armonizar con la vieja sabiduría enseñada en los templos. Al lado de los grandes dioses establecidos de la antigua teología Egipcia (42), ahora se presentan sobre los monumentos formas monstruosas... La canción del demonio de ‘El hombre viejo que recobro su juventud, el venerable que llego a ser joven’ (43), los exorcismos de Thoth y los poderes de la brujería en alianza con el (44), son los temas favoritos que cubren las pulidas superficies de los monumentos de este remarcable periodo de transición (45).

Sin embargo la vaga agitación de la Corriente Draconiana, señalada por Brugsch como una anormalidad de la XXVI Dinastía, fallo en madurar su impulso. Los lánguidos ecos del antiguo culto llegaron a extinguirse y en su lugar vino la riada de grotescos saberes ocultos y degradada brujería que borraron los últimos vestigios de la gloria Egipcia.
Las escasas dinastías restantes meramente vieron una aceleración de este proceso de degeneración. No fue hasta transcurrido muchos siglos después que la Corriente Draconiana volvió a despertar, no en África sino en Asia bajo la forma de los Tantras del Sendero de la Mano Izquierda.

NOTAS
01.- Gerald Massey: El Antiguo Egipto, la Luz del Mundo, 2 vol. Londres, 1907.
02.- Ver capitulo anterior.
03.- i.e. la lunacion dual.
04.- El año lunar consistía de 360 días; el año solar de 365.
05.- Ver Henry Brugsch, La Historia de Egipto bajo los Faraones, vol. II, Apéndice 1.
06.- Ver p.142, nota 36.
07.- Ver p.32, nota 26.
08.- Ver el capitulo siguiente para una explicación detallada de la manifestación Tántrica de la Tradición Draconiana.
09.- Los devotos del principio femenino y masculino respectivamente.
10.- Ankh-af-na-Khonsu, un sacerdote Tebano de la XXVI Dinastía hizo un ofrecimiento para revivificar el Culto Draconiano, pero el intento fallo. En tiempos recientes, Aleister Crowley reclamo ser una reencarnación de este sacerdote, y sus esfuerzos en el siglo XX pueden probar que ha tenido más éxito.
11.- 36x10 = 360.
12.- Posteriormente Sept, Siete y Sevekh. Sept era un nombre de Sothis; así se identifico al hijo con la Madre.
13.- La Diosa 15 fue un titulo de Ishtar o Astarte, la deidad lunar de Akkad Ver Lecturas de Gerald Massey; Luniolatria, p.184.
14.- En este contexto Sekhet es Shakti o la Potencia Negativa.
15.- Crowley como un representante moderno de la Tradición Draconiana, se identifico a si mismo con el sacerdote de este dios que vivió en tiempos de la
dinastía XXVI. Ver p.51, nota 10.
16.- Hieroglyphica, B.i.15. 3-COTS * *
17.- Ver El Revivir Mágico, Capitulo 1.
18.- Ver Capitulo 1.
19.- i.e. cuando el sol se pone.
20.- Una invocación de este dios se encontró entre los papeles de Adam Weishaupt. Ver El Equinoccio, vol 1.No.10.
21.- Ver El Libro de los Muertos.
22.- El tercer Sephira del Árbol de la Vida.
23.- Ver p.18, notas 37 y 38.
24.- Ver p.38, nota 45.
25.- Es interesante reseñar que Marte es el representante planetario de Horus,un dios de ‘fuerza y fuego’ cuya energía es trazada desde su sombra oscura,Set.
26.- El pan de la Madre fue un nombre para la placenta, un símbolo de manifestación.
27.- Ver comentario a Al, Capitulo 3, versos 24, 25. (Comentarios Mágicos y Filosóficos sobre El Libro de la Ley, 93 Publishings, Montreal, 1974).
28.- Génesis, XVIII, II.
29.- Celestialmente en el sentido astronómico, y terrestialmente en el sentido que Tifón regia sobre el Norte o Bajo Egipto, Set sobre el Sur o Alto Egipto.
30.- 1a.Dinastía c. 4565 a.c.
31.- Ella asumió la forma de dios de Tifón, la antigua diosa, que supuestamente concibió sin intervención masculina; se considero que ella había sido embarazada por el aliento (aire) del espíritu Divino del Niño, el Har que era Set.
32.- i.e. el nacimiento.
33.- El nombre Sebek, mas tarde Sevekh, significa el numero siete. Cf. la estrella de 7 puntas de Babalon, la versión Caldea de la ‘sin dios’, i.e. la ‘diabólica’ genetrix.
34.- Magick, Apendice IV (Routledge edition). 1973.
35.- i.e. Abrahadabra. Observar el nombre de dios Had (Set) en el corazón de la formula.
36.- Ver el Libro de las Revelaciones.
37.- El cocodrilo o el dragón habían sido el tótem de este dios.
38.- El ultimo rey de los Tifonianos. El gobernó en Avaris, en el nomo de Set.
39.- Cf. los Caballeros Templarios de la Europa Medieval. Los cargos de bestialidad con que fueron acusados los Templarios, entre otros, fue -con toda probabilidad- una forma de intercambio sexual no desconocida para los ocultistas actuales que trabajan con la formula del Sendero de la Mano Izquierda. Esto no tiene absolutamente nada que ver con la homosexualidad o con ‘el bestialismo’ como es entendido normalmente.
40.- La fase Asiática del Culto Draconiano es tratada en el siguiente capítulo.
41.- Ver A través del Golfo, por Aleister Crowley (El Equinoccio, vol.1, no.VII).
Ver también p.51, nota 10, y p.53, nota 15. Crowley reclamaba haber sido una reencarnación de Ankh-af-na-Khonsu intentando restaurar el Culto Draconiano,con Set como el Har o Niño.
42.- Por ‘antigua teología Egipcia’ Brugsch quiere decir por supuesto la antigua teología solar Egipcia; el, como muchos escolares de su tiempo era desconocedor de la profundidad y antigüedad de los cultos estelares y lunares que precedieron a esta ‘vieja teología Egipcia’.
43.- i.e. el Anciano Horus, Set, que murió y fue resucitado como el siempre joven Har o hijo del sol.
44.- Una referencia a la corriente ‘lunar’. La Luna preside sobre la brujería y Thoth era un dios lunar.
45.- La cita es de Una Historia del Egipto bajo los Faraones, por Henry Brugsch; 1879; traducción Inglesa, vol. II, p.283. (Las itálicas son del presente autor).