domingo, 2 de fevereiro de 2020

kenneth Grant Cultos de las Sombras (Introduccion)


Este libro expone aspectos del ocultismo que a menudo se confunden con la "magia negra". Su propósito es el de restaurar el Sendero de la Mano Izquierda y el de reinterpretar sus fenómenos a la luz de alguna de sus más recientes manifestaciones. Esto no puede lograrse sin un estudio de los cultos primigenios y de las fórmulas simbólicas que aquellos impusieron.
No existe un campo más rico para tal estudio ni un esquema más perfecto en que iniciarlo que los sistemas fetiche del África Occidental y su eflorescencia en los cultos egipcios pre-monumentales. Tal estudio se presenta en los primeros tres capítulos, después de los que los símbolos emergen a la luz de los tiempos históricos y se manifiestan en la forma de la Corriente Tántrica expuesta en los capítulos cuatro y cinco.
Esta Corriente parece dividirse en dos corrientes mayores que reflejan interminablemente la escisión original entre los devotos de los principios creativos femenino y masculino a los que en el Tantra se les conoce técnica y respectivamente como Senderos de la Mano Izquierda y Derecha. Estos son los de la Luna y el Sol, y su confluencia despierta a la Culebra de Fuego (Kundalini), el Gran Poder Mágico que ilumina el sendero oculto que hay entre ellos el Camino Medio el sendero de Iluminación Suprema.
La incapacidad casi general en comprender la función correcta del Sendero de la Mano Izquierda es la que ha causado su denigración --principalmente a cuenta de sus prácticas no convencionales-- y a causa de una percepción imperfecta de los Misterios últimos por parte de aquellos que son incapaces de sintetizar los dos senderos.
La luna está asociada con los antiguos cultos estelares de África, cuna de la humanidad y raíz de la magia "negra". Pero la causa primordial del vilipendio del Sendero de la Mano Izquierda por los partidarios de los cultos solares y posteriores --hasta el presente-- se debe a su vinculación con el aspecto femenino del Principio Creativo. El empleo sexo-mágico de la Mujer en los ritos del Sendero de la Mano Izquierda es lo que ha hecho de éste algo de lo que generalmente se recela.
En un sentido mágico, la Sombra es la contrapartida o doble que acompaña al hombre como su gemelo astral, siempre presente y vibrando en secreto con el potencial de su compañero, el cuerpo físico. Es también un símbolo de la región crepuscular de las almas en pena, de los vampiros, de los zombis y de los animales fantasmas como la hiena espectral, de la que aún hoy sobrevive un culto; y de La Couleuvre Noire (la Culebra Negra), de cuyos devotos modernos se dice que realizan ritos en lugares tan dispares como Chicago,Madrid y Leogane (Haití).
En un sentido místico, la Sombra representa las tinieblas que reemplazan al relámpago de éxtasis cósmico alumbrado biológicamente por la alquimia sutil del congreso sexual. La mujer, real o imaginada, en cuanto instigadora básica del orgasmo, es la sombra suprema, el agente redoblador a través del que la mente reproduce y materializa su imaginería. Para este fin ella cosifica en forma humana a la Culebra de Fuego centelleante conocida por los Adeptos como la Kundalini.
Una encarnación humana de esta Corriente Ofidiana sólo puede producirse en iniciadas femeninas poseedoras de una constitución peculiar, la cual les permite transmitir sus energías ocultas. Tales mujeres se manifestaban antiguamente como las prostitutas del templo, las pitonisas, las grandes sacerdotisas y las suvasinis de los cultos tántricos del Vama Marg (Sendero de la Mano Izquierda).
La fórmula de la "santa puta" ha perdurado hasta tiempos modernos en el Culto de Aleister Crowley del Amor dirigido por la Voluntad con su Mujer Escarlata; en el Zos Kia Cultus de Austin O. Spare; en el Culto Vudú de la Culebra Negra de Michael Bertiaux, y en el siniestro Culto Chino del Kû con sus demonios femeninos y sus putas del infierno, quienes a pesar de sus prostituciones tienen las llaves de las puertas del paraíso.
El sueño inherente, la voluntad verdadera y la obsesión primaria son términos utilizados por los iniciados para designar al Dios Oculto que acompaña al hombre a través de los ciclos de nacimiento y muerte, uniéndole siempre con la Sombra y buscando la materialización en el universo objetivo. Sólo un Adepto puede determinar cual es la substancia y cual la sombra.
Debido al presente estado de la humanidad en esta era oscura de Kali se ha producido una gran irrupción de energía primordial que encuentra su expresión más plena en los fenómenos del sexo. Pero si las energías sexuales no son controladas y polarizadas adecuadamente, la destrucción aguarda al practicante que las utiliza sin comprender plenamente la fórmula del Sendero de la Mano Izquierda, que es, de entre todos los senderos, el más rápido y más peligroso.
Casi parece superfluo añadir que sólo un Mago puede manipular con impunidad la Corriente Mágica que inspira a estos Cultos de la Sombra. Como dice el Tantra: "Se llega al cielo por los mismos medios que pueden llevarnos al infierno".