sábado, 4 de novembro de 2017

El Misterio de Elías Ashmole


Elías Ashmole fue un Anticuario célebre de Obras universalmente conocidas, entre las que pueden citarse «Historia de la Orden de la Jarretera» y fundador del «Museo Ashmolean de Oxford.».Nació en Litchfield, Inglaterra, el 23 de mayo de 1617, y murió en Londres el 18 de mayo de 1692. Se hizo francmasón el 16 de octubre de 1646, dándonos el siguiente relato de su recepción, en sus «Memorias» (pag.303).«1646, octubre 15, Hor.30 minutes, pasado meridiano.

Me hice masón en Washington, en Lacanshire, con el Coronel Henry Maywaring de Karticham, en Cheshire; los nombres de los que estaban en la Logia eran»:

Richard Penket Warden;
James Collier,
Richard Zankey,
Henry Littler,
John Elliant y
Hugh Brewer.

En otro lugar cita el haber sido admitido en la comunidad (Memorias, pag.362) por el término de 36 años, después de lo cual hace el siguiente relato: «1682 .Marzo 10 a las 5 horas pasado meridiano.Recibí una citación para asistir a la Logia en su Tenida que se verificaba al día siguiente en el salón de masones, en Londres.«11.De conformidad en la indicación, asistí, y para el mediodiá fuí admitido en la comunidad de los francmasones por el señor William Wilson, Caballero Capitán Richard Bordwich, señor William Wodman, y señor William Wife. Era el mayor entre ellos «pues hacía 35 años que había sido admitido».

«Estaban presentes, además, los que se mencionan enseguida, (da varios nombres).

Todos comimos en la Taberna de la Media Luna de Cheapside, una magnífica comida preparada a expensas de los nuevos masones aceptados».

Sentimos mucho que la intención expresada por Ashmole al escribir una Historia de la francmasonería nunca la llevó a efecto.

Sus investigaciones laboriosas, como una evidencia de su Obra infatigable relacionada con la Orden de la Jarretera nos conducían a esperar de su anticuaria pluma una relación del origen y progresos anteriores de nuestra Institución de más valor que ninguno de los que ahora poseemos. Mediante esta nota, intentaremos, de la mano del I.·.y P.·. H.·. Robert Gallatín Mackey en su «Enciclopedia de la Francmasonería y su relación con la ciencias» consignar parte de la vida del personaje que fuera Elías Ashmole, citado en numerosos trabajos masónicos.

Nuestros QQ.·. HH.·. en la actualidad suelen recibir variadas referencias de antiguos masones que tuvieron cierta participación en el decurso de la Orden, sin que mejores argumentciones les aclaren sobre qué y quienes fueron en para la Hermandad.

Por ello, nos ha parecido ilustrativo consignar en nuestras páginas una referencia ilustrativa sobre la personalidad de Elías Ashmole y su ingerencia en el seno de la Orden.

Las observaciones siguientes sobre esta materia, contenidas en una carta del Dr. Kanipe, de la Iglesia Cristiana en Oxford y dirigida al publicador de la vida de Ashmole, a la vez que nos facilita el medio de formarnos una idea de la pérdida que la literatura masónica ha sufrido, nos proporciona también datos interesantes que son dignos de conservarse.«respecto a la sociedad antigua de los francmasones a la que se hace referencia y que manifiestan estar deseosos de saber lo que puede saberse con certeza, debo decir únicamente que, si nuestro digno hermano es Ashmole, Esq. hubiera puesto en ejecución determinado designio suyo, nuestra Fraternidad habría estado tan agradecida hacia él, de la misma manera que los HH.·. de la más noble Orden de la Jarretera.

No deseo que se sorprendan de esta expresión, o la crean en todo demasiado arrogante.

Los Soberanos de esta Orden no han desdeñado nuestra comunidad, pues en muchas ocasiones en todos los tiempos y los Emperadores, fueron también francmasones.

Lo que más bien he logrado obtener de la colección del sr. Ashmole, fue, esa versión de que el nacimiento de nuestra sociedad provenía de una «Bula» concedida por el Papa durante el reinado de Enrique III, habiendo hecho al mismo tiempo que viajasen arquitectos italianos por toda Europa, con el fin de erigir capillas, lo cual era infundado del todo.

Existió tal Bula, y esos arquitectos eran masones; pero esta Bula, según la opinión del entendido sr. Ashmole, era solo confirmativa, por consiguiente, en ninguna manera creó nuestra fraternidad y en forma alguna estableciola en este reino.

En cuanto al tiempo y manera de este establecimiento, debo relatar algo tomado de las mismas colecciones. «San Alban, el proto-martir de Inglaterra, estableció allí la Masonería; y desde este tiempo floreció más o menos. Transcurrieron los años, hasta los tiempos del rey Atelshtain, el que por consideración a su hermano Edwin concedió a los masones escritura auténtica en el tiempo de los príncipes normandos.

Frecuentemente recibían extraordinarias muestras de reales favores. Mas no existe la menor duda que la habilidd de los masones, eran siempe trascendentes en los tiempos más bárbaros,- y debido a su maravillosa bondad y afecto mútuo, diferente de algún modo en condiciones y su fidelidad inviolable en guardar religiosamente sus secretos- debía exponerlos en esos tiempos de la ignorancia, de la sospecha y la molestia a una inmensa variedad de aventuras, las que variaban de conformidad con las distintas suertes de los partidos, u otras alteraciones en los gobiernos.

A propósito, hay que hacer notar que los masones eran siempre leales, cosa que los exponía a grandes rigores cuando el poder se adornaba con la justicia, pues aquellos que cometían traición castigaban a hombres leales como traidores.

En el tercer año del reinado de Enrique IV, publicose una Ley de Parlamento para abolir la sociedad de los masones e impedirles, bajo severos castigos, el formar Cabildos, Logias u otras Asambleas reglamentarias. No obstante esto, posteriormente fue repelido tal acto, y aún desde antes de esto, el rey Enrique IV y varios de los principales Lords de su corte, hiciéronse Compañeros del Gremio. por el I.·. y P.·. H.·. Robert Gallatín Mackey, en su «Historia de la Masonería y su relación con las ciencias»

Jacques Bergier - Melquisedeque

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