EL EVANGELIO DE NERÓN
(Parte de un archivo militar hallado en 1932 en Roma)
1El Emperador Romano Lucio Domicio Nerón tenía apenas 17 años
cuando debió ocupar el trono imperial, debido a la muerte de Claudio -año 54 D.
de C.-, y a tal edad ya se perfilaba como uno de los mejores discípulo de la
Escuela Imperial, en que se preparaban los hombres de armas, justicia y ciencia,
para dedicar su vida a la más alta responsabilidad: la de la política.
2La humanidad mortal, engañada siempre con la "historia oficial",
desconocedora de la milenaria conspiración Gehovítica, ha creído la interesada
calumnia de que los grandes hombres de la humanidad eran todos pervertidos;
que podía ocupar un trono un degenerado o un demente, como ocurre en las
"democracias" del siglo XX, y especialmente se ha inventado una historia de
imperios tiranos, de formas de gobierno "primitivas", de culturas que por carecer
de tecnología electrónica, eran "inferiores" a la actual. 3Se ha hecho creer a las
masas que los antiguos eran "menos inteligentes", y que las formas de
organización social, política y religiosa de ellos eran, por lo tanto, decadentes,
frágiles o ridículas.
4La tarea de la Conspiración Gehovítica, absolutamente indiscutible por
la referencia y razonamiento histórico (Leer Antiguo Testamento y también, en
especial, el Talmud), ha tenido seis campos de acción principal:
a) La perversión de las personas usando el sexo, droga, alcohol, la codicia, y
todas las debilidades psicológicas.
b) La perversión de las Instituciones, mediante el soborno, la infiltración, y toda
clase de trucos espurios, y la mestización racial de las Naciones, para provocar el
detrimento sanitario que lógicamente surge de la violación a las leyes naturales
c) La destrucción, mediante intrigas, de los pueblos, enfrentándolos en guerras
innecesarias.
d) La utilización del pueblo elegido para actuar, mediante arquetipos
psicológicos, haciéndolo perseguido y perseguidor, imponiendo una economía
artificial, monetaria e injusta.
e) La destrucción de todos los valores culturales de los pueblos, mediante
ridiculización de los folklores propios de cada Nación, puesto que no es posible
dominar a una Nación que mantiene vivo su espíritu colectivo y particular. Los
folklores -indumentaria, poesía, canto, música, teatro, rituales, costumbres
sociales, etc., son manifestaciones del espíritu que a través del tiempo permiten
conservar los valores morales y éticos, como la Dignidad y la Lealtad, la
solidaridad, la unión, etc..
f) Y la parte más terrible de la Conspiración: los "instrumentos de acción"
social, mediática, política y religiosa para destruir todo obstáculo en la carrera de
dominio mundial, que son la destrucción de libros, la elaboración de libros falsos
o producción de libros maravillosos, pero adulterados de tal manera que confundan, perviertan y lleven a errores tremendos a los que buscan la verdad..
El principal objetivo de estos ataques ha sido la historia, donde la se ha aplicado
el extremo de la calumnia, la denostación y ridiculización.
5Nerón -como todos los Emperadores Romanos- sabía que el máximo
enemigo a enfrentar no estaba en los pueblos aislados, que normalmente
accedían a formar parte del Imperio sin ningún problema, pues en él se hallaban
seguros militar, económica y culturalmente. Sabía que los pueblos a veces tenían
elementos disociantes que veían en el Imperio un peligro para sus fechorías
particulares, y muchas veces se producían batallas. 6Pero los "Triunfos" que los
romanos festejaban, no eran precisamente logros militares propiamente dichos,
sino que las campañas de exploración del mundo permitían conocer otros
pueblos dispersos, los cuales eran anexados al Imperio del mismo modo que es
recibido un hermano en casa. Ello engrandecía al Imperio y la cosmovisión de
los ciudadanos. 7El acto final de cada Triunfo, era la colocación en el Templo de
Todos los Dioses, de las imágenes o estatuas que el pueblo anexado llevaba a
Roma, como señal de participación en los Altos Designios del Imperio, en el cual
la libertad de culto era defendida plenamente. 8Ser parte del Imperio era un
interés de las Naciones en todo sentido, pues así el gobernante aseguraba para los
suyos la "Pax Romana", que significaba el derecho a reclamar defensa,
protección, acceso a todos los bienes que se produjeran en todas las Naciones,
seguridad de engrandecimiento de la cultura, ya que el tránsito sin peligros por
todo el territorio del imperio estaba asegurado mediante el ejército, y todo ésto a
cambio de participar activamente en las campañas militares y entregar a los
almacenes todo el excedente de todo tipo de producción. A cambio, tenían
asegurada la recepción de todo lo necesario que se produjera en otros sitios.
9Sabía muy bien Nerón que no eran sus enemigos los centinelas ni se
tramaban intrigas en el seno familiar o en las organizaciones del Estado. Sabía
que el enemigo era astuto y ruin, y que buscaba destruir el Imperio para poner a
su dios como único y absoluto sobre los dioses de los demás. 10Nerón no
desconocía que existe un Dios Absoluto Creador del Universo, y quizá fue en su
época, el más noble de los Kristianos de todos los tiempos. Justamente por ello,
fue el más calumniado de todos hombres en la historia del mundo.
11Fue Nerón quien recopiló todos los datos sobre la vida y obra del Gran
Maestro Esenio Jesús, y realizó con ellos una síntesis que llamó Iesus Cristi. Las
expediciones que envió al Asia y al África siguiendo los rastros de Maestro,
obtuvieron resultados sorprendentes, pero también, como se verá, se conocía más
del mundo que lo que se cree actualmente.
IESUS CRISTI
12Hace cuatrocientos ochenta días mandé
expediciones al Naciente, al Poniente y al África,
con dos motivos importantes como son: Saber si el
mundo termina en un abismo más allá de las
Columnas de Hércules, o acaso es como dicen los
galos, que tiene forma de huevo y flota en el éter
del infinito, dando vueltas a Febo. 13El otro motivo
es saber si es verdad lo que me informaron los
mensajeros del Naciente, de que el Maestro Iesus el
Esenio se convirtió en pura Luz del Espíritu, y que
ascendió a los cielos de Dios Absoluto, para ser más que los dioses del Norte.
14He juzgado las noticias que todas las expediciones trajeron y he exclamado
¡Ah, que destino me impuso Marte!. ¡Con qué gusto hubiera dejado el gobierno
del Imperio en otras manos para recorrer el mundo personalmente! ¡Cuántas
maravillas que han visto los ojos de mis enviados!. 15Pero los enemigos de Roma
son los enemigos del mundo entero, y me compete la tremenda responsabilidad
de contenerlos para que no lo perviertan.
16Si no existiesen los que siembran cizaña entre las Naciones,
seguramente sería escaso el trabajo de gobernar y hasta aburrido ser Emperador.
Pero henos aquí a los que conocemos los juegos de los dioses. Ellos discuten
nuestros asuntos por hacernos inmortales o por hacernos esclavos, y no es
posible confiar en ninguno. Aunque tienen razón en no ayudarnos mucho los que
pretenden la inmortalidad del hombre, pues si se hicieran inmortales los
corruptos, los locos y los tiranos, ninguna criatura en el Universo del Creador de
Estrellas y Mundos podría descansar jamás, y toda la Eternidad se estremecería.
17Ocasionalmente, algún enviado de los dioses, hace entre las Naciones
lo mismo que mis enviados entre los pequeños pueblos; esa tarea tan difícil que
es despertar el espíritu de las gentes, para que aprendan a vivir como dioses, aún
en este mundo de muerte. Así es que ha caminado entre nosotros uno de los más
grandes Maestros que ha tenido el Imperio, y seguramente el mundo todo.
18Hace más de diez años que se fue de Roma nuestro más preclaro
hombre Iesus el Esenio, habiendo dejado una enseñanza que los mortales
podemos tomar para nuestra gloria, porque esa misma enseñanza le ha llevado a
él a la inmortalidad, y más allá todavía. Iesus el Esenio es ahora Iesus el Kristo,
porque ha subido al cielo que está por encima de la inmortalidad de los dioses.
19Si los dioses tienen un Reino mayor que los mortales, el Kristo está en un
Reino más Excelso aún,
20Nació hace setenta y seis años, en una aldea cercana al Mar Muerto, y
fue su padre un gran constructor llamado Iose, y su madre una Virgen Vestal que ofició en el Templo de Ur. 21Como los esenios tienen los mejores mensajeros del
mundo, pues salen del cuerpo en espíritu, se enteraron de su nacimiento los
Magos, Teurgos y Taumaturgos de todo el Imperio, así como los caldeos, los
Trimegistos de Grecia y los sacerdotes de Egipto.
22Le esperaban desde hacía tiempo, pues los dioses les anunciaron que
uno de ellos nacería como mortal, en vista de que muchos habían perdido el
Camino de la Luz, y que las mezclas de razas habían hecho muchos hombres
defectuosos, que somos nosotros mismos, imposibilitados de ganar la
inmortalidad. 23Así que un dios resignó su inmortalidad para luchar contra el
dios de los arpíos, que es el causante de que seamos mortales.
24Ninguno de los magos pudo decir cuál era el nombre del dios, así que le
pusieron el nombre más común en la región, a fin de que los secuaces de
Herodes no le pudieran identificar. 25Herodes fue advertido de que un dios
enemigo de Ieová nacería, porque los magos traidores al juramento de la Escuela
Greca, son los que siempre adoraron a Ieová en secreto. Este malvado Rey
hebreo que tanto trabajo ha dado a Roma, mandó a matar a miles de criaturas,
calculando la edad del dios, entre recién nacido y cinco años. 26Pero como pensó
que podría nacer entre los de su propio pueblo, no se limitó a aumentar la
persecución que llevaba contra los esenios, sino que mandó a asesinar a todos los
niños hebreos también.
27Mas como los esenios salen en espíritu tanto de día como de noche, se
enteraron de la intención del malvado. Y no sabiendo que hacer, Iose fue en
espíritu a implorar ayuda a los dioses. Pero éstos le reprendieron por su miedo
diciéndole que no le abandonarían, porque al que debían proteger era uno de
ellos mismos. 28Así que Iose llevó a su mujer y a su hijo a la aldea de Luvia, que
en esos días era un campamento de la Legión de Marcio Livio. Allí estuvieron a
salvo, mientras que nuestros soldados lidiaban con los soldados hebreos, tratando
de poner orden entre los aterrorizados hebreos, que aún perseguidos por su Rey
le llevan noticias de todo, y ninguno confiaba en ninguno. 29A tal punto son de
crueles entre ellos, que si no estuviese Roma para contenerlos, ya se habrían
matado a sí mismos o habrían masacrado a todos los demás pueblos.
30Pero el Maestro fue llevado a salvo hacia la Hélade, donde los grecos le
recibieron sabiendo que era un dios. Allí fue instruido hasta que tuvo ocho años,
y a esa edad era él quien comenzaba a enseñar a los Maestros de la Escuela
Hermética. 31Y como éstos vieran que era un verdadero dios, le dedicaron más
cuidado aún, porque entendieron que era una responsabilidad muy grande la que
tenían entre manos. Así que cuando cumplió doce años, ya había aprendido todo
lo que podía de los grecos, y les había enseñado muchas cosas del alma y del
espíritu. 32Así que inspirado por los dioses que a menudo le visitaban en sus
barcos de nubes, pidió a sus padres que le acompañaran en un viaje hacia las
montañas más altas, allá en el confín del Naciente.
33Entre aquellas montañas que muchos romanos conocen, están los
hombres más sabios del mundo, y allí le cuidaron e instruyeron, porque ellos
conservan los secretos de los dioses, y saben más que los dioses de cómo vencer
a la vejez y hacerse inmortal. 34Ellos mismos eran mortales que dejaron de serlo,
por eso tienen más experiencia que los dioses. Así que con ellos el Maestro-dios
completó su instrucción, y nada pudo enseñar a esos hombres que viven tantos
siglos con la única y gran misión de conservar el conocimiento de la
inmortalidad. 35Aquellos sacerdotes son de otra raza, de modo que sólo pudieron
enseñar al Gran Esenio el arte del coito mágico, tal como él lo ha enseñado entre
nosotros, pues tal práctica es aconsejable para todos los varones y mujeres del
mundo, sin importar la raza, igual que la Expurgación de los demonios del alma.
36Pero la otra ciencia, que es la de la Gimnasia con Verbo, no es igual para todas
las razas. Así que teniendo ya veinte años, debió viajar con sus padres hasta
Egipto, donde los sacerdotes del Templo de Luxor le enseñaron la Magia de las
Runas, que es la raíz de todas las magias para nuestra raza.
37En Egipto vivió hasta los treinta años, y como fuera grande su
conocimiento, enseñó a miles de varones y mujeres de aquel pueblo el arte de la
inmortalidad. Así que en éxodo voluntario se fueron cincuenta mil egipcios hacia
el Naciente, porque la ciudad de Cachemira, que es la más antigua del mundo
según se conoce hasta ahora, es el lugar perfecto para convertirse en Luz y subir
al Reino de los Kristos. 38Pero sólo van aquellos que han hecho la Teurgia
muchos años y han purificado totalmente su alma. A los que no son aceptados en
los Templos de la Ascensión, se les invita a permanecer en el Valle del Silencio,
donde no existen palabras, pues allí todos se dedican a terminar de purgar sus
demonios. Si alguno habla se le lleva fuera, para que no moleste y no puede
volver hasta pasado un año entero. 39Miles de hombres se han hecho inmortales
en aquel lugar, y quieran los dioses que algún día, cuando toda Roma esté libre
de enemigos, toda esta humanidad mortal pueda ir hacia el Reino de la
Perfección, porque tal es el ejemplo de Iesus el Kristos, que en vez de Ascender
en su mundo, vino a ser mortal para que le sigamos fuera de éste, hacia la Gloria
Mayor donde los dioses van cuando se cansan de vivir. 40Si no vamos
normalmente a esa Gloria, es porque siendo mortales se interrumpe la Vida
Eterna del cuerpo, aunque es inmortal nuestra alma, salvo que muchas veces
pequemos y nos sea arrebatada por el demonio, la Vida Eterna también.
41Iesus quiso golpear duramente al dios Ieová, yendo a predicar entre su
propio pueblo esclavo, porque éste es el que pasa más miserias y sufrimientos
que ninguno, debido a su ciego fanatismo y servidumbre al más malévolo de los
dioses. 42Así que fue al Templo de Salomón, donde los hebreos adoran a Ieová, y
tomando las tablas y escritos que ellos tienen desde que existen como pueblo, les
hizo ver con gran sabiduría que los mandamientos que tienen no son dignos de
un dios, sino de un demonio. 43Porque ninguna sabiduría hay en su historia, ya que ningún dios realmente sabio puede mandar a un pueblo a sacrificar a niños y
mujeres, tal como Ieová hizo muchas veces. 44Les dijo que si Ieová fuese
realmente un dios, les colmaría de bendiciones, más les ha colmado de
desgracias, convirtiéndolos en enemigos de todos los pueblos, haciéndoles creer
que sólo ellos tienen derecho a existir, cuando hasta su idioma es producto de un
dios sin alma, pues no tienen idea del pasado ni del porvenir cuando hablan. 45Su
dios les ha dado esa lengua incompleta para que el espíritu no pueda expandirse
en el tiempo, pues no piensan en el futuro individual, sino como un ejército de
muñecos que sirven a un sólo individuo: ese que dice ser un dios.
46Como estuvieran algunas tribus de esenios en el norte de la Judea, Iesus
permanecía con ellos enseñándoles todo lo aprendido como dios y como mortal,
para que ninguno de ellos tuviera hijos de la carne, sino que se engendren a sí
mismos en la inmortalidad del cuerpo, porque sin ello no se puede ir al Reino de
los Kristos. 47Por eso es que desde entonces, los esenios se han hecho más sabios
aún, y son la mejor gente del Imperio, pues no precisamos cuidarlos, ni cuidar de
ellos a otros pueblos. 48Cada vez que los esenios llegan a algún lugar, actúan
como mensajeros de dioses, pues construyen hermosas casas, enseñan las
mejores reglas de vida y fabrican para nuestros soldados las mejores espadas que
se hayan empuñado jamás. Conocen las técnicas del hierro eterno, que no se
pudre ni se destempla, y no siendo egoístas con el conocimiento, enseñan todas
sus ciencias a quienes quieran aprenderlas. Algunas veces nuestros soldados
deben protegerlos de los hebreos, que como son buenos timadores los someten
hasta la esclavitud. Pero esto nunca dura mucho, pues la mayoría de los esenios
sabe cuando retirarse de un lugar.
49Como andan por tantos caminos como es posible, saben mucho de
medicina, y hasta han combatido pestes que podrían haber matado a un pueblo
entero. No encontraron mejor pueblo los dioses para mandar a uno de ellos a
nacer, pues creo que no lo hay mejor, y es un orgullo para Roma que ellos sean
entre nosotros.
50Muchas horas amargas debió pasar el Maestro Iesus, porque entre los
hebreos no es fácil predicar, sino que es lo más contradictorio, y más fácil
entiende un asno de asuntos militares, que un hebreo de asuntos del espíritu.
51Pero halló unos pocos hebreos muy castigados en su alma, que quisieron
liberarse de su dios, así que les enseñó con gran cuidado durante tres años, para
que expulsaran los demonios del alma, pues estaban llenos de ellos. 52Como
estos hebreos estuvieran muy pobres a causa de que los de su mismo pueblo les
esclavizaban, Iesus mandó a su criado Petrus, que era númida, a hacer su mejor
arte, que era la del escándalo. Así que fueron donde estaban dos de los
muchachos que deseaban liberarse de Ieová y de sus patrones, y Petrus les dijo: -"Vosotros, que tenéis los lomos tan duros para llevar odres de barro, me
seríais muy útiles en mi barco, y os daría buen descanso, y no como ese ruin
patrón que tenéis, que seguramente ni os alimenta como corresponde".
51Esto dijo Petrus sabiendo que alguno de los que estaban allí discutiendo
valores al modo hebreo, sería el patrón que tenía esclavos a los muchachos, y así
era. Uno de los discutidores, que era tuerto a causa de su mezquindad, le
respondió que los muchachos no estaban a la "venta", como llaman ellos al
cambio de valores, cosa que siempre hacen tratando de perjudicar al otro.
Entonces Petrus le respondió así:
52-"Yo no soy hebreo, así que no entraréis en tratos conmigo a vuestro
modo, sino al modo mío, y esto es que vais a meteros en el agujero más profundo
de vuestra cueva de ratas, o conoceréis la fuerza de mi espada, aunque deba
ensuciarla con vuestra sangre".
53El patrón miró hacia todos los lados y calculó que no tenía a nadie que
le ayudara en el trance, porque Iesus estaba junto a Petrus, y ambos eran muy
grandes, y portaban espadas muy temibles. Así que como se viera disminuido, le
dijo a Petrus que se marchara en paz, o haría llamar a los soldados de Herodes
Antipas, que eran hombres tan crueles como hoy, y están siempre cuidando a los
traficantes que ellos llaman "mercaderes", pero que a diferencia de los nuestros,
ellos acumulan las riquezas para su uso personal exclusivo, dejando pobres a
quienes les sirven. 54Mas esto no asustó a Petrus ni a Iesus, sino que ambos se
rieron de la amenaza. Y como Petrus dijera a los muchachos que estaban
liberados de obligaciones con el mercader, éste mandó a un chiquillo para que
trajera a los soldados. 55Pero antes que ninguno llegara, los muchachos, que se
llamaban Simón y Timoteo, se fueron con Petrus y con Iesus. Ellos les llevaron a
presencia de Poncio Pilatos, que era Gobernador de Galilea y buen discípulo del
Maestro.
56Allí Simón y Timoteo juraron lealtad al Imperio, y considerando
Poncio que la referencia de Iesus no podía ser mejor, les concedió la ciudadanía
romana, así que quedaron liberados de toda obediencia a Herodes o a sus
sucesores; y cuando mostraron sus talentos ante el administrador del almacén,
siendo Simón talabartero y Timoteo muy entendido en asuntos agrícolas, Poncio
en persona les entregó su Talento de oro a cada uno, y les puso como criados de
primera clase, al servicio del Gran Maestro. Como no podía ser más grande la
alegría de estos hebreos liberados del yugo de su dios y de su Rey, prometieron
aprender a usar la espada al servicio de Roma, y servir de por vida a lo que el
Maestro les mandase.
57Así que éstos hablaron a otros, de lo que Iesus les enseñaba, y se
hicieron muchos enemigos a causa de la prédica contra Ieová. 58Mas en vez de
desfallecer ante la burla de los que eran sus parientes, tomaron fuerza de ello, y
con tal sabiduría hablaban que los suyos se extrañaban, porque sólo al Maestro habían escuchado hablar así cuando en la Plaza de los Tebanos venían a El los
rabinos para discutirle y escandalizarle. Estos estaban muy preocupados porque
ya eran más de diez los criados del Maestro Iesus que hablaban como él y
rebelaban al pueblo contra los dictados del Sanhedrín, que en nombre de su dios
o en el propio, dirigía todos los actos de Herodes.
59Como Herodes Antipas era hombre tan cruel como su padre, mandó a
cortarles la lengua a todos los hebreos que se romanizaran, pero sólo pudo
hacerlo con dos de ellos porque Poncio le amonestó severamente. Entonces el
Sanhedrín comprendió que legalmente no podría evitar la enseñanza del Maestro,
pues ésta no negaba a los hombres libertad alguna, ni fue nunca en contra de la
disciplina y la Ley de Roma, siendo que nuestra Ley tiene base en los valores del
espíritu.
60Desde que existe Roma, cuando los etruscos la fundaron hace más de
cinco siglos, la misión más importante que ha tenido, ha sido contener la locura
de los hebreos de dominar el mundo, en lo que ponen todo su empeño.
61Mientras que Roma ha usado siempre la Espada y la Justicia, los Kristianos,
desde el sabio Tiberio hasta ahora, hemos usado la Espada, la Justicia y la
Enseñanza de los dioses.
62Lo único lamentable es que entre nuestro pueblo está surgiendo una
mala costumbre, que los hebreos han ido produciendo poco a poco, y es la de
usar moneda privada, o sea que se cambian entre las personas los Talentos que
son propios y exclusivos de cada uno, y por causa del valor que le dan al oro, los
Kristianos pasan algunas necesidades, aunque vivan en las ciudades y trabajen
mucho. 63Y por causa de estas necesidades algunos Kristianos culpan al Imperio,
sin darse cuenta que nunca el Imperio puede propiciar estas injusticias.
64Además, así dicen ser Kristianos pero obran como hebreos. Y en los días en
que el Maestro Iesus fue a predicar entre los de Galilea, aconteció que el
Sanhedrín ordenó a Antipas destruir al Predicador, porque golpeaba en lo más
profundo del cuerpo infeccioso de Ieová, pero mandaron a hacer de tal modo que
en apariencia no se violaran las Leyes de Roma. 65Así llegaron donde él cuatro
hombres que buscaban indisponerle con Roma, y en especial contra el César,
sabiendo que eso sería delito grave. Entonces le dijeron:
66-"Vos que sabéis tantas cosas, decidnos si el Dios del que habláis y que
decís que se halla en vuestro corazón, puede considerar justo que el César
disponga de nuestras vidas, y que debamos respetarle como a un dios, y que no
nos deje usar nuestras monedas y en cambio, como veis en ésta, todo el Imperio
conoce su cara. Y decidnos a todos si es justo que en vez de respetar al Dios que
decís que se halla en nosotros, rindamos tributo al César."
67-"Podéis perfectamente - dijo Iesus- darle al César lo que es del César,
y a Dios lo que es de Dios. Así viviréis en paz con todos los hombres y con
vuestro corazón. El César es el que garantiza la justicia entre los hombres y vuestro Dios interior se regocija en ello. Porque sin la justicia que el César
representa, haríais pobres a todos los pueblos y no habría paz para los hombres,
ni en sus casa ni en sus corazones".
68- "Pero vos decís que el César representa la justicia, sin embargo
nosotros no somos libres, porque tenemos que pagar tributo a Roma." -añadió el
turbador.
69-"Vuestra libertad no sufre por Roma ni por el César, sino por vuestras
iniquidades y por vuestra mezquindad, así como vuestras riquezas y pobrezas no
las hay en otro pueblo, pues vosotros, que os dejáis ensuciar el corazón, cuando
no sois esclavistas, os dejáis esclavizar por los de vuestro propio pueblo,
mediante ese injusto dinero que habéis inventado. Y si no esclavizareis a otros
pueblos, Roma os dejaría tranquilos fuera de su comunidad, porque nunca
pretendió dominar al mundo, sino garantizar su libertad. ¿Acaso vosotros no
coméis frutos de todo el mundo sin tener que pagar con vuestra moneda?, ¿Acaso
hay alguno entre vosotros que no tenga abrigo, sandalias o báculo, o bolsa, o
alimento para tres días en su casa? Si vais al almacén sacáis lo que os hace falta y
Roma ha tolerado hasta ahora vuestra mezquindad, ya que pagáis un tributo
medido, y no como los demás pueblos, que todo lo ponen en los almacenes para
que el Imperio lo distribuya. ¿Entonces de qué falta de libertad y de justicia os
quejáis?, ¿Del derecho que creéis tener, de hacer a todos los pueblos vuestros
esclavos?”
70Entonces los cientos que les escuchaban comenzaron a discutir entre
ellos, pues a algunos les dolía el hecho de ser hebreos y entendían la Enseñanza y
la razón del Maestro. Pero otros cerraban el Ojo de Mithra y no veían su propio
pensamiento, y arremetían contra el Maestro con preguntas incidiosas y
escándalo. 71Entonces el Gran Esenio levantaba los brazos y todos callaban. Y
tal era el silencio porque hasta los que le odiaban sabían en su corazón que Iesus
sólo decía la Palabra de Dios, porque su corazón era duro pero justo, su palabra
poderosa pero cálida y sin ira, y su mirada firme pero serena. Uno de los
turbadores preguntó.
-"Hemos oído que habláis de tener paz en el corazón, pero sin embargo
portáis una espada muy grande, al igual que vuestros criados. ¿Cómo es posible
tener paz en el corazón si no hacéis como nosotros, que no llevamos espada, y
que respetamos a Dios y sus mandamientos?"
Y el Maestro respondió inmediatamente:
72-"Vosotros no portáis espadas porque el Gobernador lo ha prohibido,
debido a los asesinatos entre vosotros por causa de guijarros y chucherías. Y
hasta Herodes ha recibido la orden con satisfacción, conociendo que ello le da
una cuota más de poder sobre vosotros, para mantener el orden. 73Y además os
digo que sólo quien tiene paz en el corazón puede empuñar sabiamente una espada. Pues quien no ha matado sus propios demonios, mal puede usar una
espada sin herirse a sí mismo. Y vosotros tenéis en vuestro corazón, no uno, sino
una legión de demonios. Entonces no lucharíais por causa justa, sino que
vuestros demonios lo harían por injusto motivo, como muchas veces lo han
hecho, asesinando a inocentes. 74Hace treinta años, vuestro pueblo fue diezmado
por Herodes Iº, y todo por temor de mi presencia. Mas no fueron romanos
quienes os asesinaron a los que hoy serían vuestros hermanos, o vuestros primos
algo mayores, sino vuestro propio gobernante. 75Y si los Césares os han tolerado
tanto, es porque la misión de Roma es un designio de dioses benévolos, en contra
del dios de Israél, que tantas veces mandó a producir holocausto con los pueblos
cercanos. 76Pero vosotros usáis armas tan peligrosa como la espada, pues la
calumnia, la provocación y la mentira son armas terribles, aunque más tarde o
más temprano se vuelven en contra de quien las usa. 77Y respecto a la espada,
cuando en vez de ser usada por el Dios que mora en el corazón de cada hombre,
es usada por la legión de demonios que usurpó tal corazón, seguramente a hierro
mata y seguro que a hierro muere."
78Como anotaran los escribas de Jerusalén todo lo que Iesus decía, el
Sanhedrín les hacía perseguir para que no quedara testimonio de lo dicho, porque
era palabra sagrada, que salía del corazón del Maestro. Así que de en medio de
una multitud de soldados romanos que escuchaban, Iesus eligió a uno que se
llamaba Flavio Marcelius, y le dijo:
79-"Siento en mi corazón que el César en persona os ha mandado a
vigilarme, y que aunque vistáis como ciudadano común, vuestra áurea es la de
hombre poderoso e influyente. Así que si podéis escribir, hacedlo, y decidle a
Tiberio que en lo profundo de mi corazón sé de sus desvelos por Roma y por
todos los pueblos, porque tal es el más alto sacrificio que un mortal puede hacer.
Decidle además que los chimentos que le han llevado los enviados del Sanhedrín
son conocidos por mí, antes que los mensajeros de calumnias salgan de Judea.
Mas puede estar tranquilo respecto a mí y respecto a mis criados, puesto que
ellos son también fieles a Roma y a su designio. 80Escribid todo cuanto digo, y
veréis que no hay diferencias entre mis designios y los del César, sino que son
carne y uña, señalando al enemigo de todos los pueblos, a los que intento redimir
con Paz de Alma"
81Así fue como desde entonces Flavio, que era centurión especialmente
enviado de Tiberio, escribió todo lo que Iesus habló en Galilea y en Judea. Y
como éste se maravillara del conocimiento que Iesus tenía, le dijo:
82-"Reconozco que hay sabiduría en vuestras palabras, y que sois un enviado de
los dioses, pues ni siquiera Poncio Pilatos sabía de mi presencia, y en Roma ni
siquiera mi mujer sabe donde me hallo, porque Tiberio me pidió secreto total
hasta saber la verdad sobre vuestra doctrina".
83De esta manera, Flavio escribía las palabras del Maestro, Poncio Pilatos
dictaba a un escriba, y sin pérdida de tiempo mandaba los escritos a Tiberio, por
lo tanto ellos fueron los primeros seguidores de Iesus del Imperio, y mucha
riqueza espiritual obtuvieron del Maestro. 84Mas como Herodes no dejaba de
perseguirle mediante calumnia y turbadores de multitudes, Iesus decidió dar
testimonio entre los hombres de los poderes de un dios. Mas en vez de mostrar
cólera y odio como el dios de Herodes, demostró un amor sin límite y una
sabiduría infinita. Reunió, pues, a sus criados y les dijo que les enseñaría la
medicina de la magia. Y que cada vez que apareciere un turbador para
escandalizarle, le echarían los demonios por la fuerza del espíritu, o le curarían
sus heridas si las tuvieren, a menos que usaran de la fuerza del cuerpo o la
espada. 85Pero les recomendó no usar mal de ese poder, sino enseñar a todos que
no hay hombre limpio de alma que no pueda hacer milagros.
86Así que estando en la Plaza de la Fuente, se puso a predicar entre las
mujeres que lavaban sus ropas. Y una de ellas le dijo que no había dios alguno,
ni adentro ni afuera de nadie, porque ella tenía un hijo pequeño que era ciego, y
nada había hecho de malo para que dios alguno le castigara. Entonces el Maestro
vio el sufrimiento de la mujer, y su vacío espiritual, y se compadeció de ella. Así
que se encaminó para la casa de ella, diciéndole que su hijo vería. Y la mujer le
siguió maravillándose cuando llegaron a la casa, que estaba a unos veinte
estadios, porque una multitud de dos mil les seguía. Mas como ella no había
dicho al Maestro dónde era su casa, le dijo que eso podía ser cosa de demonios, a
lo que el Maestro respondió:
87-"¿Cómo es que creéis en el mal y no en el bien, y creéis en demonios
y no creéis en Dios, cuando Él mora en lo profundo de vuestro propio corazón, y
está más cerca de vosotros que vuestra yugular?, ¿Cómo negáis a Dios si Él es
vuestro propio aliento de vida?"
88Y sin decir más entró a la casa y tomó al niño de unos diez años, que se
hallaba en un catre, y le llevó a una botija que tenía agua. Allí le mojó los ojos
que estaban como dibujados porque nunca había visto nada, y al terminar de
hacer una oración en el silencio de su corazón, el niño se maravilló porque era la
primera vez que veía. 89Así que todos lloraron porque el espíritu de Dios en el
niño había hecho ver a los ojos que eran vanos hasta ese día. Pero como los
enviados del Sanhedrín se hallaban tan llenos de demonios en su corazón, en vez
de sentir la presencia de Dios en él, aumentaron su inquina y odio contra el
Maestro, y le acusaron entre la multitud, diciendo a viva voz:
90-"Ahí tenéis al que dice que somos dioses, haciendo cosas de
demonios, porque sólo un demonio que hace males es quien puede quitarlos.
Sólo un gran demonio puede hacer esas cosas, y seguramente este hombre no es
tal, sino un demonio disfrazado de hombre."
91Pero casi todos los que estaban allí habían escuchado muchas veces a
Iesus hablando de amor y no de odio, y ahora le habían visto dar vista a un ciego,
así que uno de los que allí estaban dijo al anterior:
92-"Más os vale guardar vuestra lengua, porque entre los gentiles hemos
visto más obra de caridad que entre los nuestros, y si Ieová nos manda a someter
a las Naciones de los gentiles sin hablarnos jamás de amor, sino de adoración y
temor a él, mucho me temo que hemos adorado siempre a un demonio y no a un
dios. Porque si atendéis a los frutos del árbol, veréis que no es bueno para
nosotros el que los diere venenosos; y sí es bueno para nosotros el que los diere
sanos.
93Así mismo el fruto de adorar a Ieová ha sido solamente odio y
sufrimiento, queriendo perseguir y resultando perseguidos, queriendo esclavizar
y resultando esclavos hasta de nuestros propios parientes o amigos. 94Pero éste
que hace milagros de bien, ¿cómo podría ser un demonio?, ¿Acaso puede el mal
devolver la vista a un inocente que nació ciego?, ¿Acaso Ieová ha sido visto por
alguno de nosotros?, ¿Acaso quienes antes le vieron pueden decir que devolvió
vista a los ciegos como éste ha hecho?. Sí, pariente; guardad vuestra lengua
porque yo sé quien os manda a turbar a éste que habla y hace con sabiduría. Y os
digo que ciertamente estoy fastidiado de ver tanta iniquidad en mi pueblo, y
avergonzado me siento de ser parte de él".
95Como el Maestro le escuchara aunque estaba muy lejos, se acercó al
que habló con tanta fuerza de corazón, y le dijo que desde aquel momento, si
quería, podía acompañarle. A lo que aquel que se llamaba Iose, el de Arimatea,
respondió con temor pero determinado firmemente.
96-"Seguramente caerá sobre mí la ira de Ieová, y la ira de mis
connotables, porque soy miembro del Sanhedrín, y esto puede ser considerado
como traición. Mas sobre todas las leyes de mi pueblo, puede una que está en mi
corazón, y es que solamente me atendré a la Verdad, porque siento que por ella
vale todo sacrificio, y sin ella nada somos, y lo poco que seamos lo olvidamos si
mentimos. 97Y mi pueblo ha sido arrastrado a la mentira alejándose de los dioses
boreales y del Dios del Mundo y el Cielo, aferrándose a uno que sólo sabe mentir
y maldecir."
98Y como el hombre llorara con profundo sentimiento y no pudiera
consolarse, el Maestro púsole una mano en el hombro y le llenó de Voluntad,
para que su espíritu no flaqueara.
99-"Sois un hombre verdadero y habéis despertado a Dios en vuestro corazón,
mas que el demonio del miedo no haga nido a su lado, porque con semejante
fuerza de alma seguramente saldréis airoso de este trance. Nadie os perseguirá ni
os molestará el Sanhedrín, si os mantenéis férreo en vuestra razón. Difícilmente
podáis cambiar los designios de ese ato de ciegos, pero podéis hacer mucho bien
a muchos de vuestro pueblo permaneciendo entre medio de ellos. Vuestra influencia puede salvar a muchos. 100Si en verdad os atenéis a los dictados de
Dios, oyéndolo en vuestro corazón, nada habréis de temer y la paz será siempre
con vos, mas si se empeñaren en ser ciegos, no permanezcáis entre ellos, porque
no es de inteligente desgastarse entre arpías"
101Así se tranquilizó aquel hombre valiente como pocos, ya que debió
desafiar a todos los suyos sin irse de Judea ni abandonar su sitial en el Sanhedrín.
Y por causa de su defensa de Iesus y su lucha contra Ieová, le llamaban desde
entonces Iose el Gentilhombre, pues no le querían entre ellos por su defensa de
Iesus que era Gentil, según llaman a los no hebreos. 102Otros le llamaron
"Goyim", que significa "bestia" en el arameo que hablan los sinitas y en la jerga
del Sanhedrín. Y como este hombre tuviera entre los suyos mucha riqueza, tenía
muchos criados que le amaban por su buen corazón. Entonces el Sanhedrín no le
pudo destruir, sino que fue quitado su título. Así que recurrió a Pilatos para que
éste le protegiera, y el Gobernador le conformó, aunque era difícil la situación
tratándose de un miembro del Sanhedrín, porque Pilatos temía que se tratara de
una estratagema de las que ya conocía por parte de los hebreos. Mas siendo
hombre sabio, preguntó a Iose:
-"¿Qué podéis decirme acerca de vuestro dios; qué le responderíais si os
reclamara vuestra traición"?
103-"No os niego que le temo, porque es un dios malvado e iracundo, mas
quisiera apurar el trámite y enfrentarlo, porque a pesar de mi temor estoy seguro
de que no dedicaré un segundo más de mi vida a él, sino a combatirle. Y en
verdad que no le he traicionado porque nunca le he visto. Y creo que si le viera
sólo hallaría decepción. 104Pues en mi corazón siento a un Dios muy diferente,
que es tan poderoso que no necesita someter a nadie, sino que da aliento de vida
a todas las criaturas del mundo; y si hubiere otros mundos ese mismo Dios los
habría creado y les avivaría la llama de la vida en las criaturas que les habitaran,
haciéndolas entonces hermanas nuestras, tal como somos hermanos todos los
hombres de todas las Naciones, aunque debamos luchar por causa de Ieová en
este pequeño escenario que nos parece grande por la sola razón de nuestra
ceguera espiritual. Así que podéis estar seguro que en mi palabra no está la
hipocresía de mis parientes, que aunque mucho me avergüenzan no dejo de
amarles, sino que lucharé para libertar del yugo de Ieová a todos los que quieran
ser felices. 105Os aseguro que a pesar de mi miedo, mi corazón ha sabido de
felicidad desde el momento en que comprendí la palabra del Esenio, a quien
debo algo más caro que mi miserable vida, pues le debo la libertad de mi alma y
la plenitud de mi espíritu."
106Como dijera esto con franqueza y fortaleza de espíritu, Pilatos le
confirió el título de Ciudadano Romano y le tomó juramento en la Plaza de las
Armas, además de administrador del almacén del Cedrón. Con ello quedaba su
vida asegurada, pues si el Sanhedrín le persiguiera violaría la Ley de Ciudadanía.
107Mas el valiente Iose siguió manteniendo sus riquezas, porque de ellas hacían
frutos muchas familias de hebreos que eran instruidas por él mismo en la
doctrina de Iesus, que fue llamada "doctrina" por tener "conocimiento de las tres"
que son las virtudes del espíritu, y éstas son Amor, Inteligencia y Voluntad. Así,
aquellas familias quedaban fuera del alcance de los esclavistas hebreos, que eran
todos los miembros del Sanhedrín y los cortesanos del Tetrarca Herodes. 108 A
Herodes lo soportaba Tiberio porque siendo aquel un hombre cruel hasta el
martirio con su propio pueblo, les tenía entretenidos en sus asuntos y con ello el
Maestro era menos perseguido. ¡Que los dioses me enseñen tal paciencia, que yo
ya no la tengo con los hebreos, que han infectado a Roma de ideas falsas y de
fornicación y de embriaguez!
109Tanta paciencia tuvo Iesus con ellos y tan infinito amor, que con
falsos motivos conspiraban entre sus seguidores y Él les perdonaba cuanto podía.
Así intentaron enemistarle con el César y con Pilatos, que Tiberio se vio en
necesidad de dictar un decreto que decía: "Quién traiga mensaje de injuria contra
el Galileo llamado Iesus el Esenio, deberá ser crucificado en la Vía Apia, y allí
permanecerá por tres días, y si así no muriese, se le dejará vivir pero se le cortará
la lengua". Y como los hebreos no creyeran en la disciplina y compromiso de la
palabra del César, catorce de ellos sufrieron tal castigo, muriendo siete y siete
vivieron sin lengua para no poder mentir más.
110Cuando en Galilea el Maestro tuvo esta noticia, pidió al César que
relevara el edicto, mas éste no fue relevado, porque no es posible relevar un
edicto hasta que muera el Emperador. Pero Tiberio, en cambio, ordenó que
ningún hebreo saliera de judea sin permiso del Gobernador. Así se libró Roma
del acoso molesto que se hacía contra Iesus.
111Tiberio, que era hombre extremadamente sabio, ordenó el Imperio de
tal manera que pudo ausentarse por un tiempo, a fin de visitar la Judea y
encontrarse con Iesus. Y así lo hizo, con lo que su gran estima por el Maestro, al
conocerle personalmente, se transformó en Profunda Veneración, invitándolo a
Roma para que predicara entre los ciudadanos que estaban un poco olvidados de
la herencia de los dioses, porque hacía demasiado tiempo que ninguno enseñaba
a los nuevos vástagos. Entonces el Maestro le dijo:
112-"Me honráis grandemente con vuestra invitación, pero no es el sano
el que necesita médico, sino el enfermo, y este pueblo está enfermo de odio y
lleno de demonios. Pero ahora mandaré a Claudio Venecius para os acompañe en
mi nombre, y para que enseñe la doctrina en Roma, aunque poco trabajo tendrá
entre los hombres de buena voluntad. Yo permaneceré, si no ordenáis lo
contrario, en medio de este pueblo hasta que la hora de ir a Roma llegue por su
peso, pues vuestra presencia aquí la ratifica, y seguramente en un tiempo más os
pediré hospitalidad en vuestra casa."
113Tiberio volvió con Claudio Pablo Venecius como Maestro, y al llegar
a Roma le confirió el título de Tribuno y Censor, lo que le permitió hacer su
primera obra, que fue la restauración del Templo de los Dioses, que estaba algo
derruido, y dijo allí un corto discurso:
114-"He sido enviado a Roma por el Maestro Iesus el Esenio, quien me
ha enseñado los secretos de la magia para que los divulgue y deje de ser secreto.
Porque sólo en el conocimiento halla paz y libertad el espíritu, y en la aplicación
de la magia el mortal se libera de la ilusión y el engaño de la muerte.
115Sencillos son los conceptos que debéis aprender o recordar, porque Tiberio ha
mantenido firme la espada romana, defendiendo la justicia entre los hombres. Y
aunque muy duras parezcan las Leyes, sólo ellas aseguran la libertad material y
moral del pueblo. 116Para mí que he vivido con los hebreos, es un deleite llegar a
Roma y ver la limpieza de hábitos, el respeto entre vosotros y la disciplina y
naturalidad en todos los actos. Mas he venido a deciros que el Maestro Iesus el
Esenio, ha dictado unos mandamientos, que siendo los más antiguos son los
pilares del Imperio en sus orígenes: 117"No tengáis por Dios a otro que Aquel
que sois vosotros mismos", pues los demás dioses son nuestros hermanos
mayores pero son solamente hombres inmortales que respetan estos
mandamientos naturales. Y además: 118"Amaos los unos a los otros, así como a
todas las criaturas, y amad aún a vuestros enemigos". Porque los enemigos del
mundo son momentáneos. Mas esto no quiere decir que no debáis combatirles,
tanto a los que están fuera, conspirando e intrigando contra el orden del Imperio,
como aquellos que crecen y anidan en los corazones. 119Esos demonios del
interior del alma de cada uno, son los peores, y por causa de ellos no somos
dioses. Aquí tenéis restaurado y emprolijado el Templo de los Dioses, no para
que les adoréis, sino para que toméis ejemplo de ellos y seáis como ellos, porque
son el modelo a seguir para llegar a la Gloria Eterna."
120Mientras que Roma renacía en espíritu con la doctrina recuperada en
todas sus partes, el Maestro permanecía en la Judea predicando, y descansando
por tiempos en la Galilea, porque mucho era el trabajo que le daban los hebreos,
y muy pocos de ellos deseaban tomar la senda de la inmortalidad, siendo la
mayoría muy ciegos de espíritu, y esa ceguera no pueden curar ni los dioses,
porque su cura depende de la Voluntad del Espíritu de cada uno.
121Por esos días fue que Iesus, habiendo golpeado en lo profundo del
pueblo hebreo para apartarle del demonio que había sido un dios, este demonio
Ieová vino a él en persona y le quiso engañar, haciéndose pasar por uno de los
que le habían enviado desde Paraíso del Mundo. Entonces colocó su barco de
nubes y fuego a unos cincuenta estadios de Judea, para que fuera visto. Mas
ninguno de los hebreos se atrevió a ir donde su dios. Unos decían que era Ieová,
y que debían ir a recibirle los miembros del Sanhedrín, pero otros decían que era
alguno de los dioses amigos de Iesus. Entonces el Maestro reunió a sus discípulos y les dijo que iría a ver en persona, porque en espíritu no podía
acercarse, mas les dijo:
122- "Iré a ver quién es el que viene con tanto estruendo y señal de fuego, mas
iré solo, porque si fuesen de los míos me habrían visitado en espíritu. Y creo que
éste es el que dice ser un dios, y les ha hecho creer a estas gentes que es el único.
Si algo me ocurriese y no volviera con vosotros, ya sabéis cuál es vuestro camino
y vuestra misión.".
123Y dicho esto se fue hacia el desierto, y cuando el Maestro avanzaba, el
barco de nube también se alejaba hacia el desierto. Y Allí, a muchos días de
camino, el Maestro se encontró con Ieová. Entonces este Satanás le mostró sus
prodigios, y quiso tentarle para que fuese su siervo predilecto, diciéndole:
124-"Podéis ver cómo me sirven mis ángeles, y cuánto poder tengo sobre este
mundo, en el que todos están pendientes de mí, y más aún lo estarán. Si acaso
tuvierais un poco de inteligencia, sabríais que nadie puede vulnerarme, así que si
estáis conmigo, os daré gran poder para representarme ante las Naciones, y seréis
servido por todos, y hasta tendréis potestad sobre todos los hombres del mundo,
disponiendo de sus vidas como os plazca..."
125Y muchas más cosas le prometió Ieová a Iesus, mas el Maestro le dejó
hablar sin contestarle, y entendiendo que le quería tentar, no dijo nada hasta
cuarenta días después, en que cansado de comprender cuanta maldad había en
aquel hombre, le respondió:
126-"Ciertamente que sois hombre poderoso, pues poseéis astucia y
conocimientos, mas vuestro poder es tan vano como el engaño con que lo
obtenéis, pues en vez de Vida Eterna os aseguráis la Segunda Muerte para vos y
para quienes os sigan. Y ciertamente que podéis engañar a muchos, pero ahora sé
cómo engañáis, porque para eso os he escuchado todos estos días. Así que si me
estuviese al alcance apuraros la muerte, no dudéis que lo haría. Pero vuestra
cobardía es muy grande y sé que no os atreveríais a batiros en duelo conmigo,
con igualdad de fuerzas."
127Como Iesus le provocara de esta manera, Ieová lanzó un rayo de su
magia sobre el espíritu del Maestro, tratando de herirle, pero Iesus tomó posición
de Odil, tal como enseñaba a sus discípulos, y nada pudo resultar a Ieová, que
mandó a sus ángeles a acompañarle al Maestro fuera de su barco. Cuando Iesus
estuvo fuera, resultó enceguecido por el fuego que salió del barco y aturdido por
un estruendo. Y al recuperarse el barco ya no estaba, sino que estaban con él un
pequeño llamado Marcos, y su padre Nicodemo. Pues éstos le habían seguido a
poca distancia cuando salió de Judea. 128Y con ellos volvió y les contó lo
acontecido entre él y Ieová. Desde entonces, más ahínco puso el Gran Esenio en
su misión divina, pues alertó a todos los hebreos con más conocimiento de los
métodos de engaño que usaba Ieová. Entonces también fue más grande la
persecución que los sanhedritas hacían contra él, y quisieron matarle muchas veces. Pero su espada era muy buena y su brazo muy diestro, así que quien se le
acercaba para matarle resultaba con una oreja menos, y siempre evitaba matar a
sus enemigos. Por ello Santiago que era pescador de peces y se hizo pescador de
almas y buen discípulo, le preguntó porqué no mataba a quienes le querían matar.
129-"Si os atacan unos críos usando escarbadientes ¿los mataríais con
vuestra espada?" -dijo el Maestro, y ante la negativa de Santiago, el Maestro
agregó -"Si os atacan a hierro, pues que a hierro mueran, mas no podéis matar
cuando tenéis demasiada ventaja, porque sabéis que no necesitáis matar a quien
no puede superaros ni heriros. Mas no dudéis que yo mataría si me viera en real
peligro, porque la propia vida es prioridad de defensa. Y tened por seguro que si
matáis a un hombre que os ataca para mataros o someteros, no haréis pecado
alguno, pues verdadero pecado es hacer hijos de la carne cuando sabéis que
debéis hacer de vosotros mismo un Hijo de Hombre, que es un Kristos."
130En eso Petrus, que era lerdo de entendederas le preguntó:
-"Así que si viene un hombre y me abofetea una mejilla, y me provoca a duelo,
¿Qué debo hacer?".
131Entonces el Alto Maestro, que halló inocencia en la pregunta, alzóse
de la piedra en que hallábase sentado, y mirando en lo profundo de sus ojos, con
lo que Petrus se estremeció, le dijo:
132-"¿Acaso os dejaríais abofetear la otra, teniendo una espada tan grande como
la mía.?"
133Así que Petrus entendió que la Ley de Dios, que es amar a todas las
criaturas, no está reñida con la Ley de los Guerreros de la Luz, pues quien mata
por odio, por odio muere, pero quien arriesga la vida, muere o mata por Amor de
Dios, amando aún a su enemigo, consigue la Vida Eterna, aunque para ello deba
volver al mundo usando otro cuerpo. 134Pues es Ley del Mundo que para
alcanzar el Reino de los Kristos, habiendo nacido mortal, debe hacerse por
asalto, a fuerza de amor y de espada, y quien no entienda esta aparente
contradicción es porque en su corazón aún anidan el odio y el temor, que son la
raíz de todos los males del mundo.
135Y como Iesus enseñara estas cosas con autoridad, y sacara los
demonios de dentro de quienes le provocaban, las gentes le tenían respeto.
136Muchos intentaban perderle porque Iesus no respetaba el sábado, y en todos
los días predicaba, y aún un día sábado fue a la sinagoga y allí curó a mucha
gente de sus pestes. Entonces los herodianos y los sanhedritas le hicieron
escándalo y le acusaron públicamente de blasfemador y de demonio. A lo que
Iesus respondió:
136-"Ciertamente que hoy es sábado, y según vuestra ley por poco
deberíais permanecer en una cripta; mas yo os digo que ese es un invento de
hombres y no de Dios, porque es lícito curar y predicar todos los días, incluso el
sábado. Y si para vosotros resulta blasfemo trabajar en este día, ¿porqué venís a cumplir mandato de Herodes, de perseguirme y escandalizarme?, ¿Acaso no
estáis trabajando en vuestro veneno?".
137Y como no pudieron contra estos argumentos, alegaron que solamente
un demonio tiene potestad sobre los demonios, y que el Maestro era el mismo
Belcebú en persona. A esto les dijo:
138-"Si yo fuera Belcebú, no sacaría demonios y les destruiría, sino que
los crearía y os llenaría de ellos. ¿Cómo puede una casa estar divida en partidos y
permanecer en pie?, ¿Puede una Nación hallarse dividida en bandos y
permanecer libre?, ¿Acaso puede el mal hacer el bien y Dios dedicarse a hacer el
mal?. 139De cierto os digo que podéis escandalizar a las gentes, y muchos
pecados podéis cometer, que podrán ser perdonados hasta cierto tiempo, pero no
podrá ser perdonado quien blasfeme contra el Espíritu Santo. 140Y vosotros, si
no estáis conmigo, estáis contra mí, así que el que está conmigo, que tome su
boroca y su espada y me siga. 141Y el que está contra mí, que se prepare a
combatir porque no le será fácil el conato, pero si estuviere contra el Espíritu
Santo, que es Dios mismo en él, ya está por sí mismo condenado. Y si abusara
del tiempo y al morir no se hubiere arrepentido de su blasfemia, el Espíritu Santo
le abandonará para siempre, y sabrá lo que es llorar y crujir los dientes en el
Avitchi".
142Y dicho esto se marchó hacia cerca del mar, porque allí estaban Juan y
su hermano Santiago, quienes eran pescadores y guerreros impetuosos que
hablaban con grandes voces. Y como sólo le siguieran unos doscientos desde
Jerusalén, advertidos los soldados de Herodes, le siguieron también, con la
intención de apartarle en algún momento y matarle entre todos. 143Entonces el
Maestro sintió en su corazón la conspiración, y dijo a sus discípulos que les daría
el gusto a aquellos cobardes. Así que cuando llegaron a las colinas cercanas al
mar, mandó a que todos continuaran hasta donde estaban las barcas de Juan y
Santiago, y él se quedó a esperar a los soldados de Herodes. Mas los discípulos
Andrés, Bartolomé, Felipe, Mateo y Tadeo, temieron por la vida del Maestro y le
siguieron, permaneciendo con sus espadas listas, con el cuerpo en tierra, apenas
asomados en la colina más cercana.
144Los soldados que eran más de cincuenta, llegaron hasta Iesus, pero
seguían marchando como si no le viesen, hasta que estuvieron cerca de los
Discípulos. Así que Andrés dijo a los otros:
-"¿Cómo es posible que no le vieran, si han pasado a diez pasos de Él?"
Pero los otros estaban preocupados porque los soldados estaban a pocos
pasos de ellos y seguirían hasta descubrirles allí, y les tomarían como centinelas.
Entonces Iesus, que permanecía en el mismo lugar, llamó a los soldados y les
dijo:
145-"Si no podéis verme ¿cómo pensáis hacer para matarme?. Ni siquiera he
desenvainado mi espada, y aquí me tenéis, tan solo como pretendíais:"
146Así que en tropel fueron hasta él, mas al llegar daban vueltas y más
vueltas en el lugar, habiendo dejado de verle otra vez. Así que se asustaron y
estallaron en el odio que tenían, y comenzaron a dar espadazos por doquier, al
aire. Y tanto se enceguecieron que se mataron entre ellos quedando treinta de los
cincuenta que iban. Cuando reaccionaron los que estaban, porque el adjutor les
gritó con autoridad, uno de ellos tiró su espada y su escudo al suelo. Y a ese le
siguió otro, y finalmente los lanceros también dejaron sus lanzas y el adjutor dijo
mirando para todas partes: -"¿Cómo hemos de vencerte si no podemos verte?,
¿realmente sois un dios o un demonio?, porque no es posible que un hombre
haga estas cosas. Entonces Iesus habló, pero no dejó que le vieran:
147-"De cierto os digo que no soy demonio, y soy un dios como todo
aquel que recibe en sí mismo el Espíritu Santo. No podéis verme porque así es
mi voluntad ahora, pero lo peor es que estáis ciegos de alma y de entendederas, y
seguiréis así mientras obréis por mandato de vuestro dios Ieová, y obedezcáis al
sanhedrín y al cruel Tetrarca. 148Y también os digo que si alguno de los míos
fuese por mi causa perseguido o muerto, conoceréis mi espada más de cerca. Así
que enterrad allí mismo vuestros muertos, no sea que la podredumbre haga
impuras vuestras heridas. Y decidle a Herodes que no toleraré por mucho tiempo
esta persecución."
149Luego salieron al encuentro los discípulos y acompañaron a Iesus
hasta las barcas de los pescadores, donde dieron testimonio de lo ocurrido. Así
que las gentes que habían venido de muchas aldeas vecinas sumaban como tres
mil, y todos querían tocar al Maestro para curarse sus pestes, y ciertamente que
se curaban, porque eran gentes simples que en verdad querían un Maestro que les
enseñara a ser dioses. Así que uno preguntó a Iesus qué era la Fe y cómo podía
tenerse, a lo que el Maestro respondió con gran dulzura:
150-"Buena es vuestra pregunta porque franca es vuestra búsqueda, así
que de ahora en más no os faltará Fe, porque os lo aclararé: Es la mezcla
perfecta de Amor, de Inteligencia y de Voluntad, cuando pedís que el
Espíritu Divino os conceda cualquier cosa que no tenga que afectar a otros..
151Muchos entre vosotros, por causa de lo que enseñan los rabinos y los escribas,
creen que se trata de ser crédulos y supersticiosos. Mas debéis tener en claro que
no hay Fe posible si tenéis el corazón lleno de temor, de odio o de deseos
impuros, porque son los tres demonios mayores, que procrean una legión de
demonios menores dentro del alma, y al igual que los demonios del vientre, se
nutren de vuestra vida, que es como repito: Amor, Inteligencia y Voluntad. Os
entregáis a los demonios y vais donde ellos os llevan, haciéndoos creer que ellos
son vosotros mismos; o les enfrentáis hasta destruir su raíz que son el odio, el
miedo y el deseo impuro"
Como era clara la enseñanza, pocos hacían preguntas, mas uno tenía
dudas sobre los deseos:
-"Perdonad mi pregunta, Maestro, pero ¿es malo desear?, ¿Acaso es
ilícito desear a la mujer y que la mujer desee al hombre?. ¿Es ilícito o pecado
desear un buen manjar?
152-"Los odios y los miedos -respondió el Esenio- no pueden jamás ser
buenos, mas los deseos son de dos clases. Los hay buenos o necesarios, como
son los que nombráis, mas todo debe ser moderado, y la Conciencia, que es la
Inteligencia Divina en vosotros, siempre os dirá cuándo un deseo es bueno y
cuándo es malo. 153No es malo desear a la mujer ni que la mujer desee al
hombre, mas es malo desear la mujer de otro y para la mujer es malo desear otro
hombre que ya tenga mujer. Y es muy bueno que los esposos jueguen con sus
cuerpos y se den placer mutuamente, y así deben hacerlo porque el alma se
expresa mediante el cuerpo. 154Pero también es malo fornicar, que es echar fuera
el Agua de Vida la mujer y la simiente el varón, pues en ello arrojáis fuera del
cuerpo la Sagrada Hostia del Espíritu Santo, porque con ella debéis preparar el
cuerpo de Kristo con el que podréis nacer a la Vida Eterna, haciéndoos Hijo del
Hombre en vez de hacer hijos de la carne. 155Porque si hacéis hijos de la carne,
hacéis corderos para Ieová, y luego naceréis en condiciones peores, y siempre
iréis del Devachán a la carne, y de la carne al cementerio, y del cementerio al
Kamaloka, y del Kamaloka al Devachán, y en el Kamaloka dejaréis podrir el
alma de las emociones, y desde el Devachán deberéis volver a este mundo de
sufrimiento, y así por los siglos de los siglos, sin conocer la Gloria del Padre, a
menos que revirtáis el proceso y despertéis vuestra alma matando sus demonios.
156Y no debéis preocuparos por mantener el Reino Humano, porque el
Logos del Mundo ha dispuesto bien las cosas, y los dioses siempre tendrán algún
hijo de la carne para perpetuar el Reino, mas los hijos de los dioses no son
mortales, y vosotros también podréis tener hijos inmortales cuando os hayáis
purificado, trasmutando la carne vuestra. 157Mas quien a la hora de ser llamado a
seguir el camino de la Vida Eterna, siguiera haciendo hijos mortales, más se
alejará de la Gloria haciendo causa común con Ieová, que aprisionó a los
hombres haciéndoles cuerpos mortales. 158Por ello os digo que estáis a favor o
en contra de mi doctrina, y no es posible estar tibio, porque los tibios están como
sobre un hilo, y seguramente caerán al abismo, y luego nacerán como micos,
esos que los fenicios creen que son animales, pero que en realidad son hombres
caídos en la imperfección."
159Luego de enseñar aquellas cosas, subió a una barca para ir con los
pescadores a la otra orilla, donde había otra multitud esperándole desde hacía
días, así que cuando partieron, Iesus se durmió sobre unas redes. En eso una
tempestad se levantó con grandes olas, y las barcas amenazaban hundirse, así que
Petrus llamó al Maestro que no se despertaba por el estruendo del viento y de los truenos. Y como les viera muy asustados, se irguió y dijo al mar que se calmara,
y a la tormenta que se fuera, y tan grande era la Voluntad en su Espíritu que todo
quedó en calma. Los discípulos, aunque conocían sus enseñanzas no entendían
los hechos. Y Iesus oyó sus pensamientos y dijo:
160-"Lamento que aún no entendáis que estas cosas que hago, vosotros
también las haréis, y haréis cosas más grandes aún, pero nada haréis si os
asombráis y maravilláis, en vez de practicar. Porque si tenéis Fe verdadera y el
corazón libre de miedos y odios, lo único que os está faltando es practicar,
practicar, practicar y sin desmayo seguir practicando. 161Pues no existe milagro
para quien conoce, sino para quien cree o no cree, porque creer y no creer son
dos cosas inútiles por igual. Ninguna de las dos se compara con el saber, siendo
que el que simplemente cree, puede creer cualquier tontería o estar equivocado; y
quien no cree estará un poco más lejos del error pero muchas veces juzgará mal
lo que no conoce. 162A vosotros ya os he explicado todo, y no lo hago en
parábolas, como los escribas y los rabinos, porque yo no busco confundiros sino
aclararos para que todos entiendan, pues a eso he venido. 163Así que dedicad
más tiempo a pensar según os he enseñado, y no perdáis ocasión de aniquilar los
brotes que los demonios han dejado en vuestro sentimiento, porque por causa de
ellos es que aún no podéis decir al mar que se calme y a la tormenta que se vaya.
164Os repito que el milagro no es más que una sensación, para aquel que
desconoce la ciencia de alguna cosa. Y recordad que aunque seáis mortales
todavía, hasta podéis resucitar a un muerto reciente, si tenéis suficiente pureza de
corazón".
165Cuando llegaron a la orilla donde la multitud les esperaba, llegó ante
el Maestro el jefe de la sinagoga, y como Juan y Santiago le conocían, creyeron
que venía a escandalizar y le prendieron para llevarle lejos, más el hombre
lloraba y suplicaba que le dejasen suelto porque venía en paz con ellos. Entonces
le llevaron con el Maestro y le rogó que salvara a su hija que se estaba muriendo.
Iesus le acompañó hasta su casa y les seguían todos, así que en montón le
tocaban el pelo y le abrazaban y besaban aquellos que le conocían en persona por
primera vez. En eso el Maestro preguntó quién había tocado su vestido, a lo que
Petrus contestó con una carcajada y le dijo que todos le estaban apretando, así
que eran como quinientos. Mas una mujer se arrodilló ante Él y le confesó que
ella tenía hacía mucho tiempo una pérdida de sangre por hemorroides, y había
quedado pobre porque había visto a todos los médicos de Judea, sin que ninguno
le curase. Y ahora sentía que por haber alcanzado siquiera a tocar el sayal de
Iesus, estaba curada, y tenía asombro porque sentía fuerte su cuerpo. Así que el
Maestro le mandó a estar en paz, porque su Fe le había curado, ya que era mujer
de corazón limpio y amoroso. 166Poco después llegaron a la casa del rabino que
se llamaba Jairo, y los parientes que salieron a recibirle estaban de luto y con la
cabeza baja, y con sus ropas rajadas, como ellos acostumbran cuando se hallan indignados. Mas el Esenio les quiso conformar diciéndoles que la niña no estaba
muerta, sino dormida. Y por esto, aún en el dolor, uno de ellos dijo a Jairo.
167-"¿Quién es este que habéis traído a burlarse de nosotros? Apenas
salisteis hace ya todo un día, a esperarle en la costa, vuestra hija murió y nada
puede hacerse."
Entonces el Maestro tomó a la madre y al padre de la muchacha y a tres
de sus discípulos, y echaron fuera de la casa a todos los demás. Allí se acercó
donde la joven yacía, y alzando sus manos dijo con gran dulzura de palabra y
fuerza de espíritu a la muchacha, que se levantara. Y como la muchacha se
levantó y abrazó entre llantos a sus padres, Jairo dijo:
168-"Si a cambio de lo que habéis hecho me pedís la vida, pues tomadla,
y así tomad lo que queráis de mis pertenencias, pues en los ojos de mi hija viva
está el mayor tesoro que podamos tener".
-"Nada quiero para mí -respondió el Gran Esenio- sino para vosotros.
Atended a mi enseñanza y dadla sin retaceos una vez practicada en vosotros. Y a
vuestros criados, que según vuestra riqueza han de ser muchos, tratadlos igual
que a vuestra hija, aunque sean extranjeros o de los vuestros. Pues esta niña
estuvo muerta porque el Espíritu Santo estaba en ella, y no quería permanecer
entre vuestras iniquidades".
169Los esposos abrazaron a Iesus y le juraron que cambiarían sus actos y
pensamientos como ningún otro lo había hecho antes, porque ciertamente que las
iniquidades remordían sus corazones y no querían seguir en ellas.
170Enterándose de todas estas cosas los fariseos y los doctores de la Ley,
se reunieron en Jerusalén para tramar contra el Maestro, porque estaba
convirtiendo a los propios hebreos en Kristianos, así que no se daban por
vencidos. Mientras ellos tramaban, los Discípulos salían por los poblados
enseñando a las gentes la doctrina, dando discursos y curando enfermos, en
nombre del Espíritu Santo. Así que cuando volvieron a reunirse con Iesus, éste
les dijo a Petrus, Santiago y a Juan:
171-"Buena ha sido vuestra andanza de estos días, y los dioses que viven
dentro del mundo me han visitado en espíritu. Y como vieran que estamos
haciendo bien nuestra misión, tienen algo que decirme en persona. Así que
vosotros me acompañaréis hasta el monte de las palmeras, donde vendrán mis
hermanos, y por unos días estaremos en el Paraíso del Mundo. Os he elegido a
vosotros porque sois los más adelantados y de más puro corazón, mas no diréis a
los demás adónde vamos".
172Así que le acompañaron aquella noche al monte predicho, y estando
muy lejos de la vista de la ciudad se pusieron a meditar en silencio. Hasta que
cerca del amanecer, cuando los tres Discípulos se hallaban dormidos, les
despertó una luz amarilla muy potente que se posó a poco más de un estadio de
ellos. Como estaban algo asustados, Iesus les tranquilizó, y cuando estuvieron bien, la luz se había convertido en una enorme batea como las de moler el grano.
173Allí fueron los cuatro, y al acercarse, una luz blanca como no habían visto
antes se dejó ver por una puerta, y de ella salieron dos ángeles o dioses, que
hablaron en pensamiento con Iesus. Luego les hicieron entrar en la batea, y desde
adentro se veía todo hacia afuera, porque era aquello una nave de dioses, y sus
paredes eran como el natrón, pero desde afuera no era posible ver hacia adentro.
Como los tres discípulos estuvieran muy asustados, Iesus les reprendió, porque
con tales sentimientos molestaban a los recién llegados, que fueron presentados
como hermanos de Iesus en espíritu. 174Entonces uno de ellos les dijo:
-"Este que os ha invitado es mi hijo en el Paraíso, donde iremos ahora, y
estaréis siempre con él, así que permaneced con el corazón en paz."
175Cuatro días estuvieron en el Paraíso, y cuando los regresaron sólo
dijeron a los demás que habían estado en el Reino de los dioses, más no dijeron
lo que vieron ni lo que supieron de ellos, porque está vedado a los mortales
entrar al Paraíso, salvo que fuere por especiales motivos que sólo ellos
conocieron.
176Como los fariseos y los doctores estuvieran preparando argumentos
para perderle, y emboscadas de soldados para matarle, tres miembros del
Sanhedrín que querían ser salvos le dijeron al Maestro:
-"¿Hasta cuando vais a estar en este territorio perverso?. Estáis
curándolos de sus pestes, devolviendo la vista a los ciegos, haciéndoles sanos a
los paralíticos, y hasta resucitando a algunos muertos, y a pesar de ello los
sanhedritas y los herodianos conspiran para mataros. Y si os quedáis más tiempo
ellos se saldrán con la suya, pues son persistentes como la lepra y venenosos
como el áspid. Nada tenemos contra vos, por eso estamos aquí. En cambio
vemos que vuestra palabra es verdadera y no queremos que os dañen esas arpías.
Más no podemos hacer, porque si nuestros compañeros se enteraran nos
arrancarían la lengua y los ojos, y vos no podríais curarnos porque no tendríamos
ojos."
177-"Podéis quedaros tranquilos en cuanto a mí -dijo el Esenio- porque
ninguno podrá tocarme tan siquiera un cabello si yo no lo permitiese. Ellos no
entienden que no se puede ir contra uno que tiene conciencia de Dios y obra
siendo Uno con el Espíritu Santo. Ni siquiera he debido usar mi espada más que
para cortar alguna oreja; y me iré cuando Mi Padre en Secreto, que es el Yo
Divino en Mí, me lo mande. 178Mas no veo que hacéis aún en el Sanhedrín,
cuando vosotros mismos sabéis lo que es eso y los escorpiones que allí se
cuecen. Ya han quedado suficientemente claras las cosas desde que he venido,
como para que el que me escuche decida si está conmigo o está contra mí. Los
fariseos y los traidores hipócritas caminan a mi lado creyendo que yo no los
percibo, mas se equivocan. Si les dejo estar es porque les doy oportunidad de
cambiar sus demonios por el Espíritu Santo. Pues a cada uno corresponde aceptar que le cure los demonios o que no lo haga, pues no hay peor ciego que el que no
quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír. 179Mas nosotros no nos
metemos donde hay arpías, en otra actitud que no sea combatirlas, pues liberar
esclavos es nuestra función. Si permanecéis bajo el juramento del Sanhedrín os
hacéis cómplices de él y traidor de ellos al mismo tiempo, porque así lo
consideraron con Iose, el de Arimatea, y le echaron fuera sin atender su
sabiduría. Así que renegad de vuestros títulos y vivid como os corresponde según
vuestra conciencia, pues si no estáis preparados para morir o matar en defensa de
vuestra libertad y vuestra paz, no las tendréis jamás."
180Como fueran tan claras y sabias las palabras de Iesus, los tres
renunciaron al Sanhedrín y con ello el odio de los otros se hizo más intenso. Así
que convocaron a Saulo, apodado Iscariote, a quien habían mandado seguir a
Iesus a donde fuere, diciendo seguir su doctrina. Le ordenaron apartar a Iesus con
algún pretexto, a fin de matarle sin que el pueblo supiera, porque toda la gente
reaccionaría contra los asesinos y quienes les mandasen, y si el Gobernador se
enteraba podía destituir a Herodes y clausurar el Sanhedrín. 181A este Saulo -que
era un gran hipócrita- le costaba creer que Iesus supiera sus pensamientos,
aunque a veces era sorprendido por el Maestro que le miraba cuando elucubraba
en base a su envidia y vileza. Pero todas sus dudas se fueron cuando el Jefe del
Sanhedrín le prometió treinta monedas de oro puro, para que hiciese con ello lo
que le plazca. Así que dijo a Iesus que en la fiesta de Pascua, ya que él no la
festejaba pero poco habría para hacer, estando casi todo el pueblo en las
celebraciones, podían ir a orar al Monte de los Olivos, pues sabía que aquel era el
lugar predilecto de Iesus. Mas le pidió que fuesen solos, porque debía confesarle
cosas que le avergonzaba hablar ante los otros.
El Maestro le dijo que pensaría qué hacer, y esa noche, mientras cenaban
en casa de Marcos, habló a todos los que allí estaban, que eran unas cuarenta
personas.
182-"Dos noticias tengo para daros: Una es buena y la otra es mala. Mas ninguna
debe removeros el corazón. La primera es que voy a casarme con Magdalena,
quien ha sido la mujer más valiente que he conocido, pues con ella he de seguir
mi camino, ya que la he hallado afín a mis deseos de ascender al Reino de los
Kristos cuanto antes. 183Como he nacido mortal, me es menester recuperar la
inmortalidad, tal como os he enseñado, y no puede hacerlo en soledad ni el
hombre ni la mujer. 184Pero la otra noticia es que el puñado de hienas que
sojuzga a vuestro pueblo no duerme sino soñando con matarme, así que ha
enviado a un hipócrita a hacer acto de traición. "
Y como todos se escandalizaran y se miraran unos a otros, el Maestro
continuó:
185-"No os preocupéis por los demás, porque así la traición se haría
desconfianza y envenenaría el alma de todos. Dejad que el traidor haga lo suyo hasta donde yo le deje, pues basta conque lo sepa yo, ya que es tan ruin, bien él
lo sabe, y tendrá por ello su precio, que le apetece más que la salvación de su
alma. Así que comamos en paz, y no os preocupéis por mi, que si acaso me
matasen volvería a nacer en el Paraíso donde se es inmortal.".
186Cuando esto decía Iesus, Saulo bajó la cabeza y se revolvía en su
corazón de tal modo que todos se dieron cuenta de quién era el traidor.
187Al día siguiente Iesus debió marcharse hacia las colinas de los
Úscares, donde los discípulos habían citado a mucha gente que aún deseaba
escuchar la palabra de sabiduría, y muchos habían concurrido desde muy lejos.
Al llegar sobre el cenit, halló que eran más de cinco mil, y se alegró de que
hubieran muchos deseosos de ser libres en espíritu. Así que estuvo curando a los
enfermos y enseñando con gran claridad la Doctrina, hasta que se hizo muy
tarde. Los discípulos estaban cansados, porque ellos enseñaban a la par, para que
todos conocieran la magia de la runa, que es la Gimnasia con Verbo, que hace
florecer el Verbo Creador de Dios en cada uno. Así que Petrus dijo al Maestro:
188-"Os recuerdo que de carne somos, y la carne se cansa, además si no
despacháis a estas gentes, van a desfallecer de hambre, pues algunos han
caminado cinco días, y llevan dos o tres días sin comer. Y como ya se hace la
noche tendrán que ir a las aldeas de los alrededores a por refugio y algo de
comida"
189Entonces el Maestro llamó a los diez que enseñaban con él, y les
indicó dejar a la gente formada en grupos de cincuenta, tal como estaban para los
ejercicios. Entonces tomó las cestas de comida de ellos, y halló que habían cinco
panes y dos peces. Así que partió en dos trozos un pez, para que hubiera pan y
pez en cada una de las tres cestas. Dijo a Petrus, a Juan y a Filipo:
-"Ahora dejad de lado todo pensamiento ajeno al Poder Divino, y dejadlo actuar,
así que si os surgiera asombro, recordad que no hay más milagro que el Amar, el
Saber, y la Voluntad Divina, que está hasta en vuestro propio aliento. Dando
gracias a la Divinidad que vosotros mismos sois, pasead entre estos hermanos y
que cada uno tome cuanto quiera."
190Y como los tres hicieran tal como el Maestro les mandó, las cestas
comenzaron a llenarse de panes y peces a medida que las gentes sacaban, y en
vez de agotarse, cada vez estaban más pesadas, así que otros debieron ayudarles,
porque sólo tres cestas habían pero no se vaciaban. Cuando volvieron con el
Maestro, los cinco mil habían comido hasta saciarse y quedaron aún las tres
cestas llenas de comida. Le hallaron como durmiendo, recostado en una piedra, y
al oír sus murmullos les dijo:
191-"Estas obras que yo hago, vosotros también las haréis, y haréis más
grandes obras aún, pues que el Espíritu Santo, que está en todas las cosas, es
inagotable. Cuando hagáis cosas similares, será porque habéis terminado de purificar vuestro corazón y vuestra alma; entonces el Espíritu Santo vendrá a
vosotros, y le recibiréis, mas no será el final de vuestros días ni de vuestra
misión, sino que os hallaréis cerca de ascender al Reino de los Kristos, y vuestro
será ese Reino, el Poder y la Gloria."
192En esos días, llegó a manos de Tiberio una carta de Adriano Galio,
que era espía mandado por él, a estudiar la situación de Judea sin el compromiso
político del Gobernador. Y decía:
"Divino César: He pasado tres meses observando a los judíos, a los
galileos, a los esenios y a los cafarnitas, y muy especialmente a los Kristianos
de Judea, y mi conclusión es ésta: Los esenios son de nuestra raza, aunque
casi todos de ojos azules, aún aquellos que tienen pelo negro. Todos ellos son
más altos que los demás pueblos en proporción de una cabeza de diferencia,
y como ciudadanos, ciertamente que vuestro juicio sobre ellos estaba
acertado, porque son pueblo leal y digno como ningún otro, y mucho gana el
Imperio teniéndoles donde se hallen. Aunque no han tomado territorio fijo,
sus designios son afines con los de Roma, pues respetan las leyes y jamás
hallaréis falta en ninguno de ellos. 193Lamento deciros que no ocurre igual
con los judíos, los galileos y los cafarnitas, y aunque no soy quien para
sugeriros nada, me temo que si les permitierais transitar por el Imperio
harían muchos estragos y alterarían la paz de los demás pueblos. Se que
sabéis estas cosas, pero es mi deber confirmar la verdad tal como me lo
habéis pedido. 194Entre este pueblo, los Kristianos de Judea son la
excepción, pues son varios miles que se han rebelado contra la tiranía de
Herodes y el Sanhedrín, mas también hay falsos Kristianos, que son en
verdad mandados por los sanhedritas a escandalizar y pervertir a los
verdaderos. 195Como se halla ahora dividido el pueblo, el Maestro Esenio
que ha causado esta división corre peligro de muerte, pues en los templos de
los hebreos de lo único que se habla, es de cómo matarle o acusarle para que
el Gobernador le tenga enemistad. Estando con Él en sus discursos, he
comprobado que no es la excepción entre los esenios, sino que es igualmente
un ciudadano de honor, y vuestra impresión de Él ha sido correcta. 196Le he
preguntado en qué concepto tenía al César, y ha contestado: "¡Ay del mundo
si la mano del César se hiciese blanda!, porque mientras el Dios de su corazón
le siga guiando, y mientras su espada siga siendo la de la Justicia, el mundo
avanzará hacia la Gloria. Porque mientras haya pueblos como éste y Ieová
siga haciendo de las suyas, no es posible dejar de velar atentamente." Y como
dijera esto ante más de mil personas, su compromiso es grande, así que no
dudo de que sea así su pensamiento. 197He hallado en la enseñanza de Iesus,
que llaman Doctrina, la misma sabiduría que en vuestros principios; si
predicara en Roma, nuestro amado pueblo se vería beneficiado. Pero eso
corresponde a vuestro sabio juicio y decisión. ¡Ave, César!. Escrito por Adriano Galio en Judea, en el mes de Juno del año XIV Tiberiano, y
DCCLXXXIII Romano."
198Y como en Judea las persecuciones contra los Kristianos continuaron
dividiendo al pueblo, un saduceo llamado Canaán de Betsaida fue ante Pilatos,
acompañado por cinco mujeres, y dijo al Gobernador:
-"He venido a pediros ingerencia en este asunto de mi pueblo, que por causa del
Esenio Iesus, se halla enemistado entre sí, y los hermanos ya no son hermanos, ni
los padres son padres de sus hijos, sino enemigos. Estas mujeres que lloran aquí,
han perdido a sus maridos, no porque hayan muerto, sino porque han marchado
de sus casas y les han abandonado. Y todo porque ellas no comparten la
Doctrina. Si es verdadero vuestro poder y justo vuestro juicio, ¿No halláis
conveniente crucificar a Iesus, puesto que él ha causado más muertes que los
zelotes?. Allí tenéis prisionero a Barrabás, y a Menelíades, y a Bartolomé el
Nubio, mientras el esenio anda revolviendo al pueblo y provocando desórdenes.
¿Acaso no estáis para imponer la paz?."
199Como Pilatos se viera acosado todos los días por situaciones como
ésta, dijo a Canaán:
-"No discutiré con vos cuáles son mis obligaciones, ni permitiré que me las
recordéis, así como no os toleraré que digáis lo que debo hacer. Mas os digo que
no os halláis divididos por la Doctrina del Maestro, sino por causa de vuestras
propias iniquidades. Antes de caer la noche el Maestro ha de estar a mi mesa, así
que volved a esa hora y Él terminará de responderos"
200Sabiendo de esta cita de Iesus, el saduceo convocó a los sanhedritas y
a los herodianos para proponerles una idea, así que comenzaron muchas corridas
en la ciudad, y avanzada la tarde, los conspiradores habían reunido a unos dos
mil parientes y a todos los que estaban en persecución del Maestro. Fueron
donde el Gobernador, y allí los soldados debieron contenerles, porque a viva voz
reclamaban a Pilatos entre ellos. Cuando Pilatos fue avisado, Iesus, se hallaba
con él y le dijo:
201-"Sé que han venido por mi causa, y por mi causa deberéis hacer juicio, mas
os ruego dejar de lado nuestra amistad, para que vuestro pensamiento sea justo.
Dejad que vuestra autoridad sea la que se os da de arriba, es decir la del Dios de
vuestro corazón, que es más grande que la de vuestro investimento."
202-"No os preocupéis por el compromiso -díjole Pilatos- porque yo sé muy bien
lo que esta chusma quiere; y vuestra Doctrina, ciertamente que no es pacífica,
mas no contradice la Ley que yo represento. Si predicaseis en Roma,
seguramente no produciría división, sino más unión aún, porque si este pueblo es
divisible, es porque lo merece."
203Como insistieran los de afuera, Pilatos les mandó a la Plaza de la
Armas, porque allí hablaría con todos. Entonces Iesus no consideró oportuno dejar solo a Pilatos, ya que iban contra Él. Cuando estuvieron ambos en el
estrado de la Plaza, uno de los sanhedritas mandó a callar a todos y habló.
-"Por ese que os acompaña estamos aquí, y bien sabéis que anda
perturbando a nuestro pueblo desde tres años há, así que como es nacido en
Galilea, según nos lo dijeron algunos de sus parientes, antes que la justicia
romana, le corresponde la justicia de nuestro Rey, quien le ha condenado a
muerte por causa de blasfemia contra nuestro Dios Ieová. Este esenio dice ser un
dios y que los dioses son inmortales, así que si le crucificáis, tal como ha hecho
Tiberio con algunos enviados de nuestro Rey, seguramente no morirá. Y si
muere se habrá comprobado su blasfemia. Mas si le dejáis libre, estaréis contra
Roma y contra la paz de nuestro pueblo."
204-"Nada injusto ha cometido este hombre -dijo Pilatos- así que no
entiendo vuestros argumentos. Y si bien nació en Galilea, sabéis que los
ciudadanos romanos no son tales por nacer en Roma, sino por ser leales al
Imperio. Y éste no sólo es leal a Roma, sino que es hombre por demás justo y
tolerante. Le dejaremos al esenio que diga lo suyo, porque no es justo que no se
defienda."
Así que el Maestro se adelantó unos pasos y dijo a los conspiradores:
205-"Desde que he venido a vosotros, he tratado de que comprendáis que
no sois un pueblo sano de espíritu, así que podéis arrancar de vuestro corazón ese
demonio de odios, porque es la causa de todos vuestros males y de todas vuestras
miserias. Os he demostrado que el Dios del cual os hablo nada tiene que ver con
el que adoráis, porque el Dios Creador del Mundo y de todas las infinitas
moradas que hay en cielo, es ciertamente Dios de Amor y no de Odio, y nunca
puede estar iracundo ni maldecir a sus criaturas. 206Y si ahora estáis divididos,
en buena hora que así sea, pues yo no he venido a traeros pan ni paz, sino que he
venido a separar el trigo de la cizaña, aunque ello obligue a sembrar sangre y
espada, separando a los hermanos de sus hermanos, a los padres de sus hijos y a
las mujeres de sus esposos, 207pues no puede convivir el de corazón sano con el
de corazón impuro, porque así es como los limpios de corazón son esclavos de
los hipócritas y de los codiciosos. 208¿Acaso no estabais ya divididos en castas,
según riquezas de este mundo, habiendo pocos ricos en posesiones y muchos
esclavos y carentes hasta de comida?. 209De cierto os digo que mucho os ha
tolerado Roma y todos los pueblos, y si seguís en vuestra ceguera y porfía,
llegará el día en que la paciencia se agotará y tendréis ejércitos rodeando vuestras
ciudades, y no quedará piedra sobre piedra en ellas, porque infundiréis la ira en
todas las Naciones. Así que no me culpéis de vuestros demonios, mas despertad
de vuestra infamia."
210Entonces la multitud que seguía sorda y ciega a la razón, y que
actuaba mediante señales para obrar a un tiempo, comenzó a insultar a Pilatos y al Maestro, sabiendo que la centuria no era suficiente para reprimirlos. Entonces
el Gobernador levantó sus manos y esperó a que callaran y dijo:
-"Mañana habré tomado una decisión, y podéis concurrir aquí a esta misma
hora. Así que id a vuestras casa y preparaos para vuestra celebración de Pascuas,
que yo meditaré qué es justo."
Y como no hallaran respuestas inmediatas, comenzaron a irse
apesadumbrados. Entonces entrando en el Palacio Pilatos y Iesus, el Maestro
dijo:
211-"Entiendo cuál es vuestro deseo, aunque no queréis decirlo; mas no
os preocupéis, porque aunque deba alejarme, se que más no podré hacer con este
pueblo tan ciego y pecador."
Así que mandó el Maestro a convocar a todos sus fieles más cercanos,
que eran como quinientos, para que le esperasen en el huerto de Getsemaní, que
era propiedad de Iose, el de Arimatea, donde solían reunirse en secreto unos
pocos. Pero Pilatos le rogó que los invitara al Palacio, pues había de mandar a
preparar comida para los que fuere necesario atender. Y como Iesus aceptara, se
reunieron allí los Kristianos que se hallaban en la ciudad. Entonces durante la
cena, el Maestro eligió a setenta y dos de ellos, para que continuaran en la región
con la campaña de enseñanza, y les dijo que se ausentaría, porque si permanecía
allí, peligraría toda la misión, y dijo:
212-"Muchos de vosotros serán perseguidos, prendidos o muertos, mas
ahora estáis preparados para combatir el mal, porque lo habéis desterrado de
vuestros corazones. He tenido sobradas pruebas de vuestra valentía, y de que
habéis vencido el miedo a la muerte. Sé que entre los soldados de Roma y
vosotros no hay diferencia, y que bien podéis enrolaros con ellos, mas os
recomiendo que si no se os convoca para tal servicio, dedicad todo vuestro
esfuerzo para divulgar la enseñanza que habéis recibido. 213Pilatos ha designado
diez instructores para que os terminen de formar en el uso de la espada y en el
arte de la guerra, porque a causa de la Doctrina, el enemigo está más atento que
nunca. 214Mas os recuerdo cuál es el enemigo más peligroso: No es Ieová, ni los
soldados de Herodes, ni los asesinos que el Sanhedrín ha mandado a
emboscarnos cuando tuvieren oportunidad. El mayor enemigo es vuestro Miedo,
vuestro Odio, y vuestros Deseos Carnales, representados en el triángulo de la
Estrella hebrea, enredando al otro triángulo, que es la Doctrina del Amor, de la
Inteligencia y de la Voluntad. 215Si termináis de vencer adentro de vosotros, no
importan los enemigos de afuera, porque os guiará el Espíritu Santo para que les
derrotéis con justicia.
216Entrad en todos los pueblos y permaneced donde seáis bien recibidos
y escuchados. Mas donde no hubieren oídos atentos no permanezcáis ni una sola
hora, porque no podéis intentar que el cerdo coma perlas. Y como esta es la
última cena que compartiremos, bebed y comed estos vinos y manjares, pero no olvidéis jamás alimentar el cuerpo de Kristos que mora en el cielo de vuestra
alma. Porque vuestra simiente es el pan del Espíritu Santo. 217Y a vos, Flavio
Marcelius, que habéis tomado nota de la enseñanza, os encargo hacer copias para
que cada uno lleve y recuerde todo, sin cambiar ni una letra, porque vendrá un
tiempo en que por causa de persecución se olvidarán muchas cosas. Y será bueno
que la escritura quede a buen cuidado, pues habrán de venir falsos profetas que
en nombre de Ieová, adulterarán los escritos de los escribas hebreos. Si hasta
ahora no han cesado de engañar y calumniar, es de esperar que sigan
haciéndolo."
218Antes que todos se fueran, siendo ya muy tarde, el Maestro eligió a
diez entre los presentes, los cuales eran Petrus el Númida, Bartolomé de
Betsaida, Mateus Vespasiano, Lucas Galbano, Santiago y Juan Zebedeo, que
eran hermanos, Adriano Galio, Santiago Alfeo, Simónides Lucio y Filipo de
Úscares. A ellos les hizo prepararse para un largo viaje, pues irían hasta el puerto
romano para embarcarse hacia la Galia, donde un barco de almacén debía llevar
un cargamento de sal.
219Antes del amanecer, los once hombres y las mujeres de siete de ellos,
más la esposa de Iesus que era de nombre María de Magdala, recibieron
provisiones y los salvoconductos de Pilatos, y fueron hacia el Puerto de los
Mineros, escoltados por cincuenta soldados, porque algunas tropas de Herodes
merodeaban siempre los caminos, a fin de emboscar al Maestro y matarle.
220Cuando se hizo la tarde de aquel día, los que pedían a Pilatos que
mandase a crucificar a Iesus, habíanse congregado en la Plaza de las Armas, y
reclamaron a Pilatos que mandase a crucificarle inmediatamente o se lo
entregaran a ellos para llevarle ante Herodes. Como éstos eran el doble en
cantidad, pues durante todo un día habían preparado la revuelta, y Pilatos había
previsto la situación, la centuria de Cafarnaúm y la de Úscares habían reforzado
la guardia.
Esto no amedrentó a los revoltosos, pero los contuvo sin que pudieran
entrar al Palacio. Entonces Poncio Pilatos les dijo en la plaza:
221-"Habéis venido en busca de injusticia, mas no puedo dárosla de modo
alguno, porque el Hombre que buscáis ya no está entre nosotros, pues se ha ido al
otro lado del mundo a predicar lo que vosotros habéis rechazado. 222Como aquí
veis, me lavo las manos como juramento de que el Maestro Esenio no está en
Jerusalén, y me ha dicho que no volverá a predicar entre vosotros, así que idos en
paz y celebrad vuestras Santas Pascuas."
223Y como se viesen burlados los sanhedritas, que habían preparado
enormes argumentos para prender al Maestro, mandaron mediante señales
preparadas, a que todos insulten al Gobernador, y éste debió reprimir el avance
de los revoltosos, quedando muchos de ellos heridos. Ese mismo día, como
represalia, mandó a ejecutar sumariamente a los prisioneros zelotes, y les hizo crucificar en el monte de la cal, para que ninguno más intentara sedición contra
Roma.
224Así que el Maestro estuvo un mes después, en la Galia, donde muchos
ya le conocían porque algunos soldados que estaban allí en servicio, y los
mineros que viajaban entre la Galia y el Mar Muerto, habían sabido de la
Doctrina. Así que tuvo mucha alegría de que le recibieran y quisieran escucharle
y preguntarle cosas, y muchos se hicieron Kristianos en aquellos días. 225Mas
como hubiera muchos hebreos dispersos por todo el Imperio, también los había
en la Galia, así que no tuvo plena paz el Maestro. En esos días los zelotes habían
soliviantado a muchos pueblos de Galilea y un grupo de saduceos escapó de la
región en razón de la represión que tuvo que hacer Pilatos. Y cuando
desembarcaron en la Iberia, con un trirreme que robaron a los mineros, dieron a
los hebreos que allí vivían, la noticia de que el Maestro era condenado a muerte
por Herodes, y que el Tetrarca había ofrecido gran recompensa por su cabeza.
226También esparcieron la noticia de que muchos Kristianos estaban prisioneros
en las celdas del Palacio de Herodes, y que les tenía de señuelo para que fuera
por ellos el Maestro Iesus. Así que enterándose de ello, Iesus apuró su encuentro
con Tiberio, para pedirle ayuda, porque tenía intenciones de volver a Judea a
rescatar a sus discípulos. En eso, Tiberio debió comunicarle la noticia reciente,
de que hacía ya un mes, su hermano mayor Juan, el que le había uncido con agua
para despertar en el Maestro el Espíritu Santo, había sido apresado por Herodes,
y a pedido de su mujer había sido decapitado. Y como hubiera grande revuelta
contra Roma, y fuera atacado el Palacio del Gobernador, Poncio Pilatos debió
retirarse al Puerto de los Mineros.
227Allí se apertrechó y recibió refuerzos de la Legión de Plinio Casio,
entonces sitió todas las ciudades de la Provincia, mas no pudo rescatar con vida a
ninguno de los Kristianos, pues el Sanhedrín los mandó a crucificar. Volviendo
Poncio a Judea, halló muchos crucificados con carteles que decían "Esto ha
hecho el Rey de los Judíos, por causa de Iesus el Kristiano", así que restaurado
el orden, algunos que siendo Kristianos habían pasado desapercibidos de
Herodes, pidieron a Pilatos salvoconductos para irse donde les mandase, siempre
que sea lejos de su pueblo. Mas Pilatos les dijo:
228-"Me pedís que os mande fuera de donde es vuestra casa y vuestra
Patria, más si sois verdaderos Kristianos, sabéis que el Maestro no se fue de aquí
huyendo sino para continuar su lucha, habiendo hecho aquí lo que le fue posible.
Así que os corresponde quedaros y combatir con el espíritu contra la ignorancia
de vuestros parientes. Sabéis que los zelotes son el único brazo armado del
Sanhedrín, porque he clausurado la guardia de Herodes. Así que a lo sumo,
puedo complaceros enrolándoos en el ejército, para que estéis bajo la Ley de
Ciudadanía. Así podréis luchar y combatir contra vuestros tiranos"
229Era difícil la situación de Pilatos, porque sabía que si no les
complacía, serían perseguidos o volverían contra Roma, y si les enrolaba corría
el riesgo de que los falsarios y traidores que decían ser Kristianos, tuviesen
ingerencia en el ejército. Optó por esta última alternativa, pues si les enviaba a
otro lugar del Imperio, no podría vigilarles, y no estarían sujetos a la Ley de
Ciudadanía ni al reglamento militar. Por esta causa, muchos hebreos lograron
formar entre las filas nuestras y hasta ahora hay traidores difíciles de descubrir,
que siendo hebreos, tuercen los designios de Roma.
230En la Galia, los Kristianos se reunieron con Iesus nuevamente, y le
expusieron su preocupación porque les hostigaban los hebreos que vivían allí; les
perseguían y mataban en cuanto tenían oportunidad, porque sabían que si bien
Roma era un freno a los planes de Ieová, la Doctrina de Iesus era la destrucción
de la esclavitud espiritual y material que Ieová quiere imponer a todas las
Naciones mediante su adoración exclusiva. 231Así fue como en el mes de
Martius del año Romano DCCLXXXVII, los setecientos Kristianos armados de
la Galia, con Iesus al frente, tuvieron su primer batalla contra mil doscientos
hebreos que habíanse reunido en el norte de la Iberia, y avanzaban decididos a
terminar definitivamente con quien mencionara siquiera el nombre de Iesus, de
los Kristos o de la Doctrina.
232Mas los designios de los dioses no eran de abandonar a quienes
tuvieran fuerza de espíritu, así que en cuatro horas de batalla, cuarenta y cinco
Kristianos murieron y de los mil doscientos hebreos, ninguno quedó para
sembrar cizaña en el mundo. 233Cuando llegó la centuria de Emilio Prasius,
enterada del asunto por un niño galo llamado Fredex, los Kristianos estaban
enterrando todos los cadáveres, para que no hubiese peste. 234Y luego hicieron
oración y meditación, porque la furia del combate siempre es grande y el espíritu
se revuelve alimentando el odio. Así que el Maestro, que había combatido como
por cincuenta dijo:
235-"Inmenso ha sido vuestro coraje y loable vuestro ánimo, pues no les
veo tristes ni apesadumbrados, pero así debe ser siempre, aún si hubiésemos sido
derrotados. 236Es la primera vez que debo usar mi Graal con total severidad, y no
me ha sido posible perdonar las vidas de nuestros enemigos, pues ellos también
han tenido gran valor, aunque hayan combatido sin saber realmente quien les
manda. 237Por ello, mi espíritu se ha turbado y es necesario orar mucho, para que
la furia no aleje al Espíritu Santo, no sea que el odio anide en nuestros corazones.
238Para ello repetiremos, más con el entendimiento que con la lengua esta
oración: 239 [ Padre Absoluto, que estáis en Nosotros, Purificado sea en Vuestro Nombre
nuestro sentimiento, y que nuestro Amor sea tan inmenso que llegue a todas
las tierras y a todos los cielos. Que se haga nuestra, Vuestra Divina
Voluntad, en la Espada que empuñamos, en el pan que amasamos y en el
surco que abrimos. Redime nuestros pecados con la Luz de Vuestra Eterna
Conciencia, y dadnos comprensión para con nuestros enemigos. Estad en
Nosotros y en los Otros para que todos alcancemos la Luz, el Poder y la
Gloria.]
240Y todos repetían en murmullo, porque no eran palabras de oración
como los que vociferan en los Templos, sino pensamientos de oración para
hallarse consigo mismos.
241Como grande fuera el cansancio y la noche estuviera cerca, Iesus
mandó a llamar a algunos de los hombres más fuertes, y les hizo tomar las cinco
cestas de comida, que ya estaban vacías, y dos odres de vino que apenas tenían
unas gotas. Luego mandó a unas mujeres, que estaban a la retaguardia, que le
trajeran alguna fruta que hallaran en los campos cercanos, más les recomendó
que fueran variadas sin que fuera menester traer muchas. Entonces algunos
pensaron que eso era injusto, porque todos tenían hambre y fatiga. Y como así se
lo dijeran, el Maestro respondió:
242-"¿Pensáis acaso que el Espíritu Santo que se halla en nosotros sería injusto?.
Id a pedir algunos odres a los soldados de Emilio, porque abundará el vino, mas
somos muchos, y están secas todas las gargantas."
Los hombres no entendieron las palabras del Maestro, mas sus discípulos
ya habían visto la creación de panes y peces venidos del Espíritu Santo, así que
calmaron a los confundidos, y fueron a pedir odres a los soldados. Pero como no
tuvieran odres vacíos, el que se llamaba Petrus, les dijo:
-"Dadme igual vuestros odres, que os lo devolveré llenos, mas será con vino del
Espíritu Santo."
243Y como no creyeron ni entendieron lo que Petrus decía, apuraron sus
libaciones y le dieron vacíos los odres. Al volver donde el Maestro, encontraron
que las mujeres habían regresado trayendo vasijas con miel, uvas secas, peras y
manzanas. Pero una de ellas traía diez odres recién hechos por un artesano, para
que pudieran beber agua del río, así que Iesus tomó los odres usados y haciendo
oración que ninguno entendió, éstos quedaron llenos con el mismo tipo de vino
que tenían. Luego tomó los odres nuevos, e hizo nuevamente oración, así que
éstos se llenaron de un vino diferente. 244Mandó a los Discípulos a devolver los
odres de los soldados, y éste así lo hizo. Aún estando entre la tropa, aquellos
notaron que todos bebían pero el vino no se acababa. Así que uno que era escriba
de milicia, porque era hombre muy veraz, anotó esto en el parte, pues durante muchos días los odres manaron vino de tal modo, que todos se hartaron de
beberlo. 245Mas como fuesen a preguntar al Maestro qué milagro era aquél, los
Kristianos le convidaron el vino de los odres nuevos, hallándolo mucho mejor,
porque de él podía beberse cuanto se quisiera, sin embriagarse nunca. Y
preguntaron al Maestro porqué no les había hecho vino como aquél, a lo que
Iesus respondió:
246-"Es cualidad del Espíritu Santo la precipitación al mundo de aquellas
cosas que se pidan, según su clase. Si pedís uvas, y tenéis una en la mano, el
Espíritu Santo no os ha de dar manzanas; así que estando los odres con vino
viejo, de esa clase el Espíritu Santo puede dar, mas en los odres nuevos, el
Espíritu Santo puede hacer un vino nuevo. Así es como ocurre con las personas.
Si uno muere, es Ley del Espíritu Santo que pasado cierto tiempo no puede ser
resucitado el cuerpo, porque se haría mala mezcla. Así el Espíritu encarna en
nuevo cuerpo. 247Mas si éste se le pudriese o se pervirtiese, el Espíritu le
desecharía. Así que si os interesa la Doctrina, sabed que debéis renovaros,
porque ahora sois como esos odres viejos. Mas si os transformáis en dioses
echando fuera vuestros demonios de odio, burla y envidia, seréis como odres
nuevos donde el Espíritu Santo hará su mejor obra."
248Y como hallaran buena y clara la comparación, los maravillados
soldados se hicieron Kristianos, y como Iesus, el que ahora es un Kristo, fuera un
Guerrero como ninguno, los soldados le tenían en gran respeto. Aquella noche
todos los Kristianos y la centuria de Emilio Prasius bebieron vino y comieron
frutas con miel hasta saciarse, y las cestas y odres quedaron llenas para el día
siguiente. Mas los odres de vino manaron por varios días, y tal cosa fue avalada
de oficio por el Tribuno Militar Bruno Atilio y los centuriones de su legión.
249En una oportunidad uno le preguntó si así como resucitaba muertos y
curaba a los ciegos y a los apestados, no podía hacer de tal modo que no fuese
necesario combatir a los malhechores, sino que en cambio, se hiciesen puros, a lo
que el Maestro respondió:
250-"La Perfección que el Padre Absoluto Es, se halla en todas las cosas,
y tal Perfección no sería si la criatura no fuese libre para experimentarla y
conocerla. De modo que el que tiene ojos puede ver, y el que tiene oídos puede
oír, así como el que tiene entendederas puede entender. Y si el que ve, aún
viendo y entendiendo, no acepta en sí mismo al Espíritu Santo que es Dios
mismo en cada uno, pues Éste le quitará el aliento de vida. 251Porque a
diferencia del vino, el Ego del Hombre es Dios manifestado con todos sus
atributos y hecho cuerpo, y parte del cuerpo es el alma de los sentimientos. Así
que si su cuerpo de sentimientos se pudre, el Espíritu Santo se deshará de él de
un modo u otro. 252Mas no tenéis derecho a dar muerte a un hombre, mientras
aquel no pretenda someteros, así que si matáis el cuerpo de un esclavista, sólo
habréis liberado al Espíritu Santo en él. En cambio si mataseis con odio, vuestro odio os perdería aunque matáseis al peor de los hombres. 253Y si mataseis a un
justo, su sangre clamaría desde la tierra, y el Espíritu Santo que es Uno y en cada
uno, os lo reclamaría desde el cielo de vuestro propio corazón."
254Hacía mucho tiempo que los dioses no visitaban a los hombres
mortales, por causa de que el satanás Ieová les había hecho cómplices de su
locura, pues casi todos los hombres disputan por Poder sobre otros en vez de
recordar las recomendaciones de los dioses, de dominarse a si mismos.
255Mas el Maestro Iesus fue muy valeroso en venir a lidiar entre nosotros
para hacernos salvos. Pero no dejó de recomendar que no esperásemos salvación
alguna, porque el que espera se atiene a una Voluntad ajena, en vez de hacer
surgir la Voluntad de Dios en él mismo, tal como es la Ley de la Vida. 256Esto
lo explicó el Maestro cuando fue invitado por Tiberio a que enseñe la Doctrina
entre los Jefes de las milicias y los administradores de almacenes, así como a los
maestros de las escuelas, porque ellos serían los mejores educadores de todos los
demás. 257Y era muy importante hacerlo, porque muchos se hallaban
confundidos a causa de que ya no creían en la enseñanza de los dioses, puesto
que no les veían desde hacía muchos siglos. 258Y como Iesus era un dios que ya
se estaba haciendo inmortal nuevamente, habiendo nacido de la carne mortal,
nadie podía enseñar mejor a los que debían conducir a los pueblos. Así se reunió
en el foro con diez mil hombres venidos de todas partes del Imperio, y durante
muchos días explicó todas las cosas del Espíritu Santo, dejándonos a buen
cuidado y para ser divulgada, la Tabula Máxima Hiperbórea, pues es sabiduría de
dioses. 259Durante todo el tiempo que el Maestro estuvo en Roma, los hebreos
intentaron convencer al pueblo que Tiberio era el mandadero de Iesus, y que
Iesus era quien realmente gobernaba. Mas ésta fue una de las tantas calumnias
que se hicieron. 260Como Tiberio no era afecto a los grandes espectáculos, y no
permitía vicios en el pueblo, las gentes de mal vivir le hicieron muchas
conspiraciones. 261Y como fueran entrados en el ejército muchos hebreos que
negaban serlo, uno que había alcanzado a ser Pretor, llamado Elías Macrón,
aprovechó una noche en que Tiberio se hallaba muy dormido y le estranguló.
Pero como Iesus sintiera en su corazón el asesinato, y Tiberio estuviera con Él en
espíritu esa misma noche, el Maestro envió una carta desde Cachemira, que he
copiado de puño para que quede constancia junto a esta parte de mis memorias:
262"Al Nuevo Emperador Cayo César, que al recibir ésta llevaréis
muchos meses de desvelos por causa de los enemigos de Roma, os doy mi
salutación como Guerrero de la Luz, y os advierto que el veneno de Ieová a
entrado en vuestro Palacio vestido como greco, como egipcio, como romano y
hasta como soldado de Roma. Si os devanáis las entendederas en campañas
exteriores, perderéis un tiempo precioso, pues nada hay más urgente ni más
difícil que echar los demonios de un cuerpo. Así que expulsar de Roma a los
adoradores de Ieová debiera ser vuestra total prioridad. Sabéis que no cesan contra vos las calumnias y las conspiraciones, así que con mi más profundo
respeto, os aconsejo endurecer vuestra mano con los enemigos y usar el
máximo de la Inteligencia del Divino Espíritu, pues si el enemigo logra su
objetivo de destruir el Imperio, el mundo entero se estremecerá, y tendrá
muchos siglos de padecimientos, y los hombres habrán de convertirse en ciegos
de alma, y lo habitarán millones de ovejas en cuerpos de hombre. Si Roma es
abatida, como intentan desde hace seis siglos, la estrella del mal someterá al
mundo aunque pasen veinte siglos. Vuestra divina tarea como César va mucho
más allá de lo que vuestro pensar pueda prever, mas os digo que no hay en
estos momentos en el mundo, hombre alguno con responsabilidad más alta que
la vuestra. Hasta los dioses de Paraíso se hallan preocupados por el desarrollo
de esta Gran Batalla, y mientras la mayoría de los mortales se hallen sin
conocerla, el enemigo será muy poderoso. Se que muchas veces vuestro
espíritu desfallece ante la falsía y la ceguera de los hombres, mas sabed que
vuestro antecesor ha estado recientemente conmigo, pues en espíritu nos
hemos encontrado, y volverá a nacer en Roma para seguir luchando, aunque
no recordará quién ha sido. Mas tened como lumbrera la enseñanza que os he
dejado, y haya tanta paz en vuestro corazón, como fuerza en Vuestra Espada,
pues esa que sólo el César de Roma hereda y empuña, es el Graal que me
legaran los Maestros Amarillos, hecha con hierro de la Estrella de Venus.
Tiene mil batallas fuera de este mundo y tres batallas en éste, así que significa
el Combate que ha trascendido la frontera del Mundo. Hoy es Roma el único
centro de Luz para los mortales de esta parte del mundo. Y os cabe el más alto
de los deberes. ¡Que la Divina Luz, el Divino Amor y el Divino Poder en cada
hombre, restablezcan la Vida Eterna en el Mundo!"
263La Espada Graal que he heredado, ciertamente está llena del espíritu
de muchos Guerreros de la Luz, más Cayo César no supo ser suficientemente
fuerte, y creyó que tratando bien a los hebreos y haciéndoles parte grata en el
Imperio, les calmaría la soberbia y la costumbre de conspirar. 264Mas fue
calumniado con más odio que a Tiberio; y como un criado cafarnita llamado
David Ireneo, a quien Cayo le tenía gran afecto, le asesinó por orden del jefe
secreto de los hebreos, entonces mi padrastro Claudio mandó ese mismo día a
que sean crucificados todos los hebreos conocidos como tales. Así que cerca de
mil enemigos de Roma fueron ejecutados aquí, y otros mil en diferentes partes
del Imperio. 265Y aunque se les hizo matar rápido para que no sufrieran y
sepultar para que no se produjera peste, muchos hebreos se fueron a su Patria.
Entonces Roma descansó por unos años. Saulo el Iscariote que se hacía llamar el
de Tarso, se salvó porque pudo escapar a Judea, después de perseguir al Maestro
como ningún otro hombre a osado jamás perseguir a alguien. Disfrazado hasta de
mujer, con falsos nombres, falsos talentos y hasta con ropas de un soldado
asesinado por él, hostigó, calumnió y trató de emboscar para asesinar a Iesus. Se
hizo pasar por Kristiano fácilmente durante varios años, porque conocía muy bien la doctrina, sin sentirla de corazón. Cuando el Maestro anunció su viaje
hacia Cachemira, por fin Saulo pareció respirar tranquilo, pero envió una carta al
veedor sahnedrita de Oreneto, diciendo que había conseguido mediante intrigas,
le crucificaran. Pero sus jefes se enteraron que el Maestro había desembarcado en
Telnetania, para seguir su camino hacia Cachemira, así que el doble traidor Saulo
Iscariote, el de Tarso, que ya era conocido por ser un judas, fue ahorcado por los
sanhedritas en el patíbulo del Cedrón, en el ritual de kej-levgrur, que es morir
ahorcado como un perro.
266Pero a los otros les faltó escarmiento en Roma y siguieron apareciendo
entre nosotros con falsos nombres, falsos talentos y falsas ropas y asesinaron a
mi amado antecesor, y si no me han culpado a mí, es porque todo el pueblo sabe
que me hallaba en la Britania haciendo mis primeras construcciones. Hace unos
meses los hebreos incendiaron la gran biblioteca y se quemaron muchas casas,
pero aunque estaba en Anzio, me han culpado a mi. 267Pero es peor mi situación
y me siento como entre una espada y una pared, pues como no fuera hallado el
traidor que asesinó a Cayo César, han culpado a mi madre, que está vieja y en
Egipto. He tenido mucha tolerancia hasta ahora, y el pueblo ha sido muy
engañado por la habilidad de palabra de algunos enemigos que ocupan cargos
hasta en las ayuntías de la administración, intentando convertir nuestra economía
con valores de reemplazo a los sestercios y Talentos, mientras que en Judea las
cosas van de mal en peor, con conspiraciones constantes.
268He mandado a que los animales del circo sean reemplazados por los
hebreos, y que luchen de igual a igual a vida o muerte contra los gladiadores.
Mas algunos de ellos gritan ser Kristianos y buenas personas, y por eso el
pueblo, que poco se quiere ocupar de los asuntos importantes, no se da cuenta de
cuán difícil es la situación. 269Así las cosas, hallo gran sabiduría en el Espíritu
Santo, y si logran asesinarme a mí también, espero que mis sucesores sean más
sabios y poderosos, porque yo, que en realidad sólo quisiera dedicarme al arte y a
los viajes, tuve días en que me hallé cansado. 270Mas desde que he recibido la
noticia de que el Maestro Iesus ha sido Ascendido al Reino de los Kristos, he
retomado la Fe, pues mis enviados trajeron de Cachemira un manto con la
imagen de Iesus, que su cuerpo dejó impresa como testimonio de su partida hacia
la Vida Eterna. Trajeron junto con él, otros muchos mantos, pues allí muchos
hombres puros de todo el mundo ganan la Eternidad.
271He mandado a guardar en distintos lugares y a buen cuidado, todos
estos testimonios de la Gloria de Dios que todo hombre debe alcanzar, para que
no estén como los hebreos, arrodillados ante su dios Ieová, que sólo es un dios
causante de nuestros padecimientos y echado fuera del Valala que los grecos
llaman Olimpo.
272Me pregunto cómo es que pueden permanecer con tanto miedo y
adoración a la vez, en la misma posición que obligan a permanecer a sus esclavos cuando están frente a ellos, y cómo es que pueden estar tan ciegos, siendo que el
Espíritu Santo está tan cerca de ellos como de todos. He mandado también a
predicar a los Kristianos en el Templo de Todos los Dioses, porque algunos van a
implorarles clemencia por sus propias iniquidades, en vez de seguir el ejemplo
del que ahora es Kristo, para llegar a ser dioses y más que los dioses aún. 273No
sé cuánto durará esta Gran Batalla, pero sea cuanto fuere, permaneceré en ella
hasta que la Luz se haga en el alma de todos los hombres. 274Porque no hay
mayor ejemplo ni mayor sabiduría que la que nos legó el último dios que nos ha
venido a ayudar a los mortales, ese que se llamó Iesus, que ahora es un Kristo y
mora en la Gloria de la Vida Eterna. L.D.N
NOTAS:
1) La tercera parte final fue escrita en viaje, en papiros livios y la fecha
está ilegible a causa de un sello de cera dura, que ha sido arrancado parcialmente.
Es la única parte dañada del documento, pero otras han sido muy difíciles de
leer. Pueden existir algunos errores menores, debido a la jerga militar de Nerón.
2) Como puede comprenderse cuando bebemos de las fuentes auténticas,
la adulteración de la historia romana ha sido tan espantosa como casi toda la
historia mundial. De ahí las contradicciones tan groseras en toda la descripción
que nos hace la historiografía oficial, llegando al límite del absurdo en las
pantallas de cine y las novelas, que la gente suele tomar por hechos verídicos.
3) Este no es el único documento referido a la vida de Jesús, pero es uno
de los más ricos para el análisis psicoantropológico y político, como para
apreciar la adulteración de la historia, ya que nos permite conocer al hombre más
calumniado de la historia antigua, de su puño y letra, en vez que por el hebreo
Flavio Josefo (en realidad su nombre era Yosef bar Mattityahu) o las bellas obras
de Plionio, Suetonio Tranquilo y Gayo Tácito, que fueron terriblemente
adulteradas poco antes de llegar Constanstino al poder.