segunda-feira, 17 de agosto de 2020

Astrosofía Parte 10

 


La naturaleza del mundo Planetario – : Júpiter/Marte 

Con la siguiente carta (XII) llega a su fin el 1er año de las Cartas Astronómicas Mensuales. A tanto se pueda juzgar en estos difíciles años, debería de ser posible darles continuación un año más. Como fuere, pretendemos modificar su contenido en ese segundo año. La introducción a la Astrosofía, si bien no ha sido terminada, ha alcanzado un punto en el cual podemos arriesgarnos a llevar el conocimiento que hemos adquirido a un paso más cercano de las realidades de la vida. Por consiguiente, trataremos ahora de aportar algunas ideas-guía sobre los sucesos actuales en el mundo estelar. Además de esto y de la introducción, daremos también inicio a una serie de descripciones de los eventos en el mundo durante la vida de Cristo en la Tierra. Luego seremos capaces de entrar en detalles acerca de algunas de las natividades históricas.

W.SUCHER
 

Continuaremos ahora con los ejemplos dados sobre natividades históricas en referencia a la naturaleza de Júpiter.

Conde Leo Tolstoy: al momento del nacimiento de Tolstoy, 9 de Septiembre de 1828, Júpiter se encontraba en Libra en donde había hecho un bucle durante el desarrollo prenatal. Estaba en una posición muy prominente. Marte se hallaba en conjunción con Júpiter en Libra hacia el momento de la concepción. Al momento de su muerte, Júpiter estaba a punto de ingresar en Libra, nuevamente en conjunción a Marte.

En esta posición tenemos la indicación de que el cuerpo etéreo poseía una fuerte tendencia a establecer paz y balance en el organismo, el cual de otra manera podría haber sido abrumado y sacudido por emociones agresivas y otras fuerzas anímicas. De hecho, toda la vida de Tolstoy es un ejemplo de esta tendencia. Todos sus trabajos y actividades y especialmente sus diarios hablan de su dramática lucha contra las fuerzas que son siempre adversas a la paz, a la manifestación de la justicia y la buena voluntad en la Tierra; este es el lenguaje de Libra expresado a través de Júpiter.

Maximilien Robespierre (nacido el 6 de Mayo de 1758): durante el desarrollo embrionario de Robespierre, Júpiter pasaba de Libra a Escorpio, donde se hallaba al momento de nacer, probablemente sobre el Medio Cielo.

Desde el principio, según esta posición, el aura etérea de Robespierre se ve dirigida mayormente por los impulsos provenientes de Libra. Fue esto lo que le llevo a la posición de liderazgo durante la Revolución Francesa. En él, los dioses trataron de dar vida a una actitud similar frente a los objetivos de la evolución humana a como lo harían más tarde con Tolstoy. Luego vemos a Júpiter ingresar en Escorpio. Esto se asemeja a una puesta a prueba de los impulsos primarios, ya que se hallan expuestos a una poderosa oleada de fuerzas anímicas -en ocultismo las denominamos fuerzas astrales- que provienen de la región de Escorpio. La pregunta que siempre surge es si la constitución y las fuerzas positivas del ser humano pueden resistir frente a esta tormenta. De lograrlo, entonces puede desarrollarse el más positivo de los poderes, una fuerza en pos del logro de hechos únicos para la Humanidad. Ya que el peligroso escorpión puede ser trasmutado en el águila avizora que, con el ojo del Espíritu Santo, puede mirar hacia estadios futuros del desarrollo universal. Siempre existe el peligro de que una personalidad tal quede reducida a pedazos a causa de tareas e impulsos que están más allá de sus capacidades vitales. Algo similar ocurrió con Robespierre. Su ser, que era bueno y noble en sus impulsos primarios, quedo destrozado por la tormenta de la Revolución Francesa. No pudo dominar a las fuerzas astrales que trabajaban en los trasfondos de los eventos en ese tiempo, y no pudo ligarlas a un cuerpo social que estaba basado en la libertad, igualdad y fraternidad.

Friedrich Schiller: nació el 10 de Noviembre de 1759, estando Júpiter en Sagitario. Estuvo en esta posición durante todo el periodo del desarrollo embrionario. Esto indica que su cuerpo etéreo estaba penetrado por impulsos arquetípicos que dotaban al portador con la facultad de  experimentar y percibir estadios pasados tanto de la evolución humana como cósmica. Este tipo de cuerpo etéreo puede volverse un órgano para la comprensión de los más profundos impulsos y leyes en la historia humana. Schiller tenía esta facultad, como se muestra en sus dramas y en su fuerte conexión con la historia. Fue por algún tiempo conferenciante de historia en la Universidad de Jena. Con estas fuerzas no solo se implanta una relación respecto de la historia humana en el cuerpo astral, sino que también pueden volverse un órgano para la comprensión de las fuerzas primaverales que han dejado rastros de sus actividades pasadas, en la configuración de los variados reinos de la Naturaleza y en  el Universo.

El historicismo de Schiller también está conectado con Saturno, pero sería demasiado difícil entrar ahora en detalles acerca de la relación entre Júpiter y Saturno en esta natividad. Quizás más adelante se dé la posibilidad.

Novalis (nacido el 2 de Mayo de 1772): durante su desarrollo embrionario, Júpiter paso desde Sagitario, a través de Capricornio hasta Acuario. Aquí tenemos un ejemplo que nos muestra que un organismo etéreo tal, es capaz de expandirse hacia todo el universo. En la constelación opuesta, la de Cáncer, encontramos la tendencia hacia la forma estricta. Aquí tenemos casi al opuesto, a la superación de la forma y a la tendencia de desligar a las fuerzas etéreas para que vuelen a través de los espacios universales. Podemos experimentar esto en los escritos de Novalis, especialmente en los Fragmentos. No hay allí una región de la vida, arte, ciencia o religión sobre la que no dé, con pocas palabras, las sugerencias mas inspiradoras y misteriosas, las cuales sólo entenderemos al imaginar que ellas derivan de una organización etérica que se ha entregado a las alturas y profundidades del universo entero. Más aun, sabemos que durante los últimos años de su vida, se fue literalmente esfumando dentro del reino de los muertos. Tenía una profunda conexión y una nostalgia consumidora para con aquellos amigos que habían atravesado el umbral de la muerte antes que él. Sus Himnos a la Noche revelan este estado, así como sus diarios de esa época. Esta era la fuente de sus observaciones intuitivas sobre todas las ramas de la vida y del conocimiento humano. Es un ejemplo excelente de la influencia de Júpiter en la constelación de Capricornio.

Johannes Kepler: Kepler ya ha sido mencionado en cartas anteriores. Durante su estadio prenatal (25 de Diciembre de 1571) así como al momento de su muerte (15 de Noviembre de 1630), Júpiter se hallaba en Acuario. Esto indica una condición del cuerpo etéreo que permitía a su portador el crear una fuerte conexión con el universo estelar. En el caso de Kepler es obvio ya que fue matemático y astrónomo de profesión. Este ejemplo revela que la conexión no es necesariamente una abstracción. Kepler estaba inspirado por la idea sobre la armonía  del universo estelar. El escuchaba las “armonía de las esferas”; incluso compuso partituras de la música producida por los planetas (Harmonices Mundi), según su percepción. Por lo tanto, semejante formación de la organización etérea no requiere tender a la astronomía como profesión. Puede revelarse a si misma simplemente como la capacidad de adaptar la vida terrena de modo tal que esté en armonía con los ritmos cósmicos, a veces incluso sin ser consciente de ello. Otro ejemplo es Goethe, cuyo Júpiter estuvo en Acuario durante casi todo su desarrollo prenatal. También Watterman, el famoso general de la Guerra de los 30 Años, intento acomodar sus actividades según el curso de las estrellas. Tenía a Júpiter en Acuario en su horóscopo prenatal.

Virgilio, el famoso poeta de la Eneida, poseía una fuerte conexión a través de Júpiter en la constelación de Piscis, ya que cuando murió (22 de Septiembre de 19 AC), Júpiter estaba allí. Una posición tal al momento de la muerte, no sólo muestra los dones primarios de un  ser humano que encarna, sino que muestra aun más. Durante la vida en la Tierra, todos los hechos de un ser humano se imprimen en su cuerpo etéreo. Tras la muerte, el cuerpo etéreo se disuelve en los espacios etéreos del universo. La posición de Júpiter indica entonces aquello que fluye desde el alma humana como logro fundamentalmente importante, que se acoge en las regiones cósmicas y por ende, es preservado para su desarrollo ulterior en el futuro.

En esta posición de Júpiter en Piscis, podemos encontrar expresados los logros humanos que fluyen hacia los reinos etéreos del universo como una comprensión de las fuerzas universales del Padre. En la Eneida, Virgilio describe las aventuras de Eneas, el padre mitológico de Roma. Y con una frase revela su profunda conexión con las fuerzas universales del Padre. Él llama a Júpiter ” Omnipotente Padre Etérico”. Así es como expresa lo que ha experimentado en las profundidades de su esforzada alma como Júpiter en Piscis, el cual aparece justamente en el cielo al momento de su muerte. El describió al planeta Júpiter como la fuente de los arquetipos de vida y a Piscis como el reino de las Fuerzas Universales del Padre.

MARTE
 
La órbita del planeta Marte encierra en ella a la de la Tierra. Marte es por lo tanto, el primero de los planetas superiores que se encuentra mas allá de la órbita terrestre, mientras que los planetas inferiores se hallan dentro de esta orbita. A través del aspecto del sistema copernicano del universo, estamos habituados a mirar a la Tierra como si girase alrededor del Sol. La Tierra como planeta ciertamente se mueve, pero ha de llegar el momento en que consideremos asimismo al movimiento del Sol y que de hecho ambos, Sol y Tierra, no se mueven en círculos sino en forma de lemniscata, dibujándose uno por detrás de la otra. No ha llegado aun el tiempo de que este punto de vista sea expuesto, y tampoco es este el lugar donde ha de ser llevado a detalle. En este punto, si imaginamos tan solo que Sol y Tierra se mueven a manera de lemniscata y que esta lemniscata se ve, por decirlo así, envuelta por el paso del planeta Marte, entonces tendremos el cuadro necesario para nuestra investigación en estas cartas. Aun más, la astronomía nos dice que el planeta Marte es más pequeño que el globo terrestre. Es natural que esperemos lo contrario, pero su diámetro es apenas solamente un poco menos de la mitad del de la Tierra. Durante el correr de este siglo y del pasado, hemos encontrado un gran número de pequeños cuerpos planetarios, tan pequeños que no es posible divisarlos a simple vista y que se mueven dentro de la órbita de Marte. Algunos de ellos van mas allá de esta orbita, alcanzando la de Júpiter. Con lo cual tenemos en Marte a un planeta que es más pequeño que la Tierra, así como un gran número de planetas minúsculos -los planetoides- que también orbitan allí. Desde un cierto punto de vista podemos considerar a Marte como a un cuerpo celeste que consta de un planeta principal y de una multitud de pequeños cuerpos que poseen el carácter de planetas, dentro de todo el sistema solar.

¿Cómo podemos aproximarnos a este planeta Marte y su esfera desde un punto de vista espiritual?. En la última carta hemos hablado de Saturno como el cuadro de la memoria cósmica del periodo evolutivo del Antiguo Saturno y de Júpiter como la herencia del Antiguo Sol. Esto sugiere un mirar a Marte como una especie de recapitulación de la Antigua Luna, la cual precede a la evolución terrestre -es decir, que precede a la evolución de nuestro sistema solar actual. En nuestras cartas no hemos descrito aun a la Antigua Luna en detalle; habremos de hacerlo ciertamente en algún momento futuro, pero de momento nos reduciremos a dar algunos pocos comentarios a guisa de guía. Por supuesto que se pueden encontrar detalles en la “Ciencia Oculta” de R. Steiner.

La evolución del Antiguo Sol había tocado final hacia un cierto punto de su evolución. Entonces, todas las substancias y seres físicos que habían sido creados, desaparecieron. Le sucedió una “Noche Cósmica” durante la cual todos los seres jerárquicos y sus creaciones ascendieron hasta planos más elevados de la pura existencia espiritual. Luego de que esta “Noche Cósmica” finalizase, un nuevo “planeta” devino a la existencia. Ante todo, cada cosa que ya ha existido requiere de ser creada nuevamente a partir del Antiguo Saturno y Antiguo Sol. Con lo que esas evoluciones pasadas se repitieron en ciclos de evolución más breves del recientemente nuevo “planeta”, el cual es denominado por el ocultismo como “Antigua Luna”. Allí se densifico aun más la substancia y en parte devino “agua”. Además de esto, todavía existían calor y “aire” o luz, como remanentes de los ciclos previos de los Antiguos Saturno y Sol.

Los siguientes hechos acerca de la Antigua Luna son esenciales para nuestras investigaciones: conjuntamente con la densificación que tuvo lugar en las substancias físicas y con la cual se dio realmente un paso en el avance en pos del alejamiento del origen divino, los ancestros de la raza humana se vieron ahora dotados con el poder de la consciencia. Debemos recordar que en la precedente evolución del Antiguo Sol, el ancestro de la humanidad se convirtió en el portador de un cuerpo etéreo o vital. Aun no había alcanzado la capacidad  de experimentar eventos a su alrededor ni de percibirse en relación a sí mismo como una entidad separada que pudiera sentir estos eventos como placenteros, desagradables o retrotraerlos para sí, etc. A tanto las plantas devienen a la existencia con el surgir del Sol en la primavera y el verano, y se marchitan con el declinar del calor y la luz veraniegas, de este modo en el Antiguo Sol, el ancestro de la Humanidad, se sumerge en sí mismo por completo en los eventos que lo rodean sin relacionarlos consigo como lo haría un ser que posee una existencia interior separada.

Esta capacidad fue implantada en el ancestro de la humanidad en un cierto momento de la evolución de la Antigua Luna gracias a la actividad de los Espíritus del Movimiento, quienes sacrificaron parte de su propio Ser. Conectado a la implantación del cuerpo de consciencia o “cuerpo astral”, tenemos allí a un evento que modificó el curso completo de la evolución. Ciertos seres espirituales produjeron una revolución en la Antigua Luna, contraria al curso normal del desarrollo. Puede que suene extraño que en el mundo de los Dioses tenga cabida una rebelión. Desde un cierto punto o nivel de la experiencia jerárquica, dará la impresión de ser un acto opositor contrario al curso normal; como fuere, desde un “plan” aun más elevado de la evolución cósmica, puede ser visto como una necesidad que los más altos Seres del Orden Jerárquico dieron inicio en favor de la ejecución necesaria de sus “planes” Divinos.

A tanto nuestros ancestros humanos fueron dotados con la facultad de experimentar los eventos de su medio ambiente y a estos como sus propias satisfacciones y penares, los poderes rebeldes ingresaron e hicieron uso de esta facultad para llevarlos a la tentación de creer que ese mundo interior, creado por las sensaciones del cuerpo astral, era una “realidad” en sí mismo, separado de la existencia del resto del Universo. Es así como se produce una escisión en todo el universo de la Antigua Luna.

 Allí tenemos por un lado a los seres espirituales con sus hechos objetivos, los cuales formaban parte de todo lo que existía, considerándolo como algo que les pertenecía a ellos mismos, y por el otro lado está ese mundo interior de experiencias al cual nuestros ancestros se vieron arrastrados gradualmente por aquellos poderosos pero rebeldes espíritus de aquel “origen”. Estos espíritus rebeldes comenzaron a convivir dentro de la humanidad como otra “realidad”, separada de aquella del mundo exterior.

Este desarrollo fue acompañado por una densificación de la substancia física. Podemos comprender que esto haya sido quizás uno de los pasos más decisivos del ser humano hacia su independencia y hacia la adquisición del poder del Yo, si bien se alejaba del origen espiritual -de los Dioses. Como ser humano de la Antigua Luna no podía realizar esto solo, porque aún no había alcanzado el estado de la autoconsciencia, poderosos pero rebeldes espíritus lo hicieron a través del ser humano.

Podemos comprender mejor este evento si modificamos la expresión “fue creada otra realidad en el mundo de las experiencias internas de la humanidad” por “esta realidad interior fue paulatinamente considerada como la única realidad del universo y la otra fue olvidada”. Esto sucedió desde el momento de aquel evento en la Antigua Luna, comprendiendo luego largas eras de la evolución, y como seres humanos de la “era histórica” hemos, de hecho, alcanzado el punto más bajo del descenso en la separación del origen divino. Este es el evento principal de la evolución del la Antigua Luna. Modifico muchas cosas; por ejemplo, la relación entre el mundo espiritual y el físico y el carácter del reino humano así como el de los reinos que se sucedieron por debajo de este. Un estudio sobre la “Ciencia Oculta un esquema” contribuiría inmensamente en pos de una comprensión de lo que ha sido indicado tan brevemente en esta descripción. Toda la evolución de la Antigua Luna es “recordada” en la esfera de Marte. El espacio que está incluido dentro de la órbita de Marte, es equivalente al espacio que ocupaba la Antigua Luna; además, la esfera de Marte que es el espacio que abarca la órbita del planeta, es el dominio de los Espíritus del Movimiento. Es justamente esta Jerarquía la que dota al ancestro de la raza humana del cuerpo astral, que en un principio no conllevaba la intención de desprenderse tanto de su origen pero que luego se convierte en el vehículo de la rebelión en la Antigua Luna. Por tanto, hemos llegado a las siguientes conclusiones:

Marte y su esfera son el cuadro de memoria de la Antigua Luna y la actividad de los Espíritus del Movimiento y está conectada con la otorgación del cuerpo astral del ser humano.
Al ser utilizadas esas fuerzas astrales a través de los espíritus rebeldes para sus fines en el mundo, ha de haber una “memoria” presente en nuestro Marte, acerca de este hecho y sus consecuencias. Esta es la creación de los impulsos del egoísmo y de la agresividad así como también de una auto-actividad en el cuerpo astral humano a través de Marte y de sus habitantes, antes de que ingresemos a la vida terrestre.
El impulso de crear un mundo interior e independiente, compuesto por sensaciones, sentimientos y emociones, que sin embargo es causado por los eventos externos y sus seres aun cuando se distingan de él, tiene un profundo significado. Ya que hemos dicho que esta “realidad” interior se torna en la “única realidad” para la consciencia del ser humano de nuestra época.
Por consiguiente, nuestra percepción actual del mundo al considerarlo substancialmente material, se debe a la actividad de Marte en el ser humano, especialmente sobre el cuerpo astral en el momento de la encarnación. Puede que suene fantasioso, pero no por ello menos verdadero, el hecho de que experimentemos al mundo como material gracias a la historia evolutiva del cuerpo astral humano. Nosotros mismos hemos creado el mundo de la materia dura y solida; nosotros mismos hemos creado el materialismo, ya que los espíritus rebeldes nos han enseñado, le han hablado a nuestro cuerpo astral a lo largo de largas eras de la evolución cósmica acerca de como nuestras propias sensaciones y las experiencias anímicas del universo en torno nuestro, son realidades en sí mismas y que componen la única realidad. Ellos enseñaron al ser humano a olvidar su origen divino, a confiar solamente en nuestras experiencias anímicas. Originalmente, el cuerpo astral o anímico pretendía volver conscientes las percepciones sensorias, de modo tal que los sentidos fuesen un claro y puro espejo del Universo. Los sentidos humanos son aun hoy día un claro espejo del universo en sí mismos, pero la consciencia -el cuerpo anímico- que vuelve a la percepción consciente, porta la heredad del egoísmo y de la auto preservación. Y el “gran egoísmo”, habitando el cuerpo astral como una inyección de veneno, culminó por desear el tener para sí mismo lo ofrecido por el amplio espectro de los sentidos.

Ni un rastro de cualquier acción exterior proveniente del mundo espiritual permaneció en él. Esto es lo que hemos logrado, en suma. En nuestra consciencia hemos creado realmente un mundo en el cual ya no se manifiesta el espíritu. Se nos hace consciente un mundo a través de nuestros sentidos, el cual es una imagen de nuestro propio, frío egoísmo. El impulso que fue inyectado en nuestro cuerpo astral, de escindirse de los Dioses y de ser independientes, nos lleva a interpretar las percepciones sensorias como si proviniesen de un mundo desertado por los Dioses; es tan solo un mecanismo, una imagen de nuestra propia capacidad de percibir la vida y el espíritu.

Esta capacidad de crear nuestro propio mundo a través de las fuerzas del cuerpo astral se ve expresada en la posición de Marte en la natividad del ser humano y en los gestos y movimientos de Marte durante el desarrollo embrionario prenatal. Esto lo presentaremos ilustrativamente con ejemplos.

La capacidad inherente al cuerpo astral de crear “el mundo de los sentidos” solo pudo ser llevada a cabo por medio de los impulsos de rebelión en contra de la Buena Voluntad del Universo. Si imaginamos que estos impulsos podrían no haber laborado o pudiesen haber sido vencidos, percibiríamos un mundo bien diferente a nuestro alrededor. Los impulsos rebeldes nos condujeron hacia un mundo en el cual solo nosotros estamos rodeados por un universo que en su frialdad y carencia de vida espiritual, nos deja libres. Como sea, tras haber logrado la autoconsciencia -el YO- los impulsos rebeldes han perdido su justificación cósmica. Ahora, y aun mas en el futuro, el cuerpo astral ha de transformarse en el vehículo para la creación de una consciencia que interprete a las percepciones como provenientes desde el mundo de “origen” -desde el mundo espiritual. La Ciencia Espiritual apunta a las percepciones del mundo espiritual que  trabajan y se manifiestan detrás de las cortinas de las experiencias sensorias. Por lo tanto, ha de aceptar el método científico contemporáneo, pero no puede aceptar las teorías de una época que sufre severamente gracias a ese gran “impulso de rebelión”.

Estando Marte en conexión con el cuerpo astral, seguramente estará conectado al gran “impulso rebelde” que hemos descrito, pero también hallamos en él una expresión de aquellas fuerzas del alma humana que apuntan a vencer las actividades negativas y destructivas del cuerpo astral o anímico. El cuerpo astral ha sido penetrado por el impulso del egoísmo y la agresividad. Ese impulso solo puede ser vencido por un poder que es su opuesto -el poder del amor y la compasión. Cuando en las cartas precedentes hemos hablado sobre Saturno en la constelación de Escorpio, mencionamos el hecho -revelado por R.Steiner-  que Buda, el maestro del amor y la compasión, en cierto momento se dirigió hacia Marte para superar el declive de este planeta. La decadencia de Marte fue causada por ese impulso de rebelión que creo egoísmo y agresividad. Así que podemos ver en Marte al guerrero -el originador de guerras- como fue experimentado en tiempos antiguos. Pero desde que Buda esta en Marte, hay allí otro impulso que apunta a donar amor y compasión directamente aquí abajo, en la percepción humana del mundo objetivo. Este es el impulso que intenta liberar al mundo del hechizo de la ilusión de la existencia de la materia. Esta ilusión se crea donde las percepciones sensorias se encuentran con la actividad del cuerpo astral y es allí donde debe ser vencida. El cuerpo astral ya ha sido creado antes del nacimiento; consiguientemente, el acto de redención puede ser de lo más efectivo tan solo en el “status nascendus” del cuerpo anímico. Esto tiene lugar en la esfera de Marte y allí es donde ahora está activo el Buda. La enseñanza de Buda bien puede ser vista como la enseñanza de la purificación de la percepción sensoria. Si imaginamos este impulso transferido a la esfera de Marte, donde está grabada  la “gran rebelión”, podemos comprender muy bien que en el tiempo venidero esto crecerá hasta ser un poder que vencerá al mundo de la Maya o ilusión y cambiara la naturaleza de Marte.

El alma humana también pasa a través de la esfera de Marte en la vida tras la muerte. Si tomamos las descripciones de Rudolf Steiner en su “Teosofía” acerca de la vida después de la muerte, hallaremos una confirmación de lo que ha sido dicho arriba. La esfera de Marte corresponde a la Primera Región del Mundo Espiritual descrito en la Teosofía. En esta Primera Región, el alma se encuentra con los arquetipos del mundo físico, de los objetos físicos. El Dr. Steiner dice: “en la primera región del mundo espiritual nos vemos rodeados por los arquetipos de las cosas terrestres. Durante la vida en la Tierra aprendemos a conocer tan solo a las sombras de esos arquetipos que comprendemos con nuestros pensamientos… nos movemos entre pensamientos, pero estos pensamientos son seres reales… nosotros estamos, digamos, en el taller del pensar en donde los objetos terrestres son formados y construidos”. Los seres humanos experimentan, en esta esfera, cómo pertenecemos a la realidad corpórea física a modo de unidad, cómo estamos entretejidos en la existencia de las cosas físicas. El Dr. Steiner habla acerca de uno de los pensamientos fundamentales de la antigua sabiduría Vedanta hindú: “el sabio adquiere, durante su vida terrenal, lo que otros experimentan tras la muerte, es decir la habilidad de comprender el pensamiento de que él mismo está relacionado con todas las cosas; el pensamiento “tu eres eso”. Es el hecho de que el ser humano está relacionado con el Ser Primordial en quien todos los seres tienen su origen”. Si los seres humanos portan consigo el poder del Ser Primordial, Todo-Creador, entonces debemos ser responsables de la aparición del mundo físico a través de nuestra naturaleza marciana, que nos ha ligado al mundo físico por medio de nuestras percepciones sensorias y nuestra consciencia de ellas. Aquí nos encontramos con el mismo hecho que hemos elaborado más arriba, solo que desde un ángulo diferente. Tras la muerte, el alma humana experimenta en la esfera de Marte a los arquetipos de los objetos físicos en el mundo.

Podemos experimentarlos en esta esfera porque antes de ingresar en ella hemos sido liberados y purificados en nuestra alma de las fuerzas de tal egoísmo y agresividad. Ahora somos capaces de experimentar la teoría de los objetos materiales como una ilusión. Nos volvemos seguidores de Buda, quien ha superado la decepción causada por los sentidos terrestres. Antes de nacer, en la esfera de Marte adquirimos la capacidad de percibir con nuestros sentidos corpóreos al mundo terrestre en el cual ingresamos, y seremos capaces bien de crear un mundo de ilusión -o materia- a través de nuestras percepciones sensorias, o bien un mundo que es la manifestación de los arquetipos, de los pensamientos de los Dioses.

Gracias a Marte estamos capacitados para hacer una o la otra cosa; esto nos es dado libremente. Siempre será un dilema para el alma individual hacia dónde dirigirse individualmente: el camino de la nueva creación o el del mundo declinante. Este dilema individual aparece en los movimientos de Marte previos al nacimiento. Expone las posibilidades que el ser humano ha traído consigo a la Tierra, pero no muestra la decisión, puesto que la decisión a de ser tomada dentro del reino de la libertad humana.

Retornando a los comienzos de esta descripción sobre la naturaleza de Marte, ahora podemos comprender mejor por qué consiste de un cuerpo principal, que astronómicamente llamamos Marte, así como de una multitud de esos “asteroides”.

La región de Marte es la región de la lucha cósmica donde un viejo y rígido mundo combate contra un joven, iluminado universo que está allí solo a manera de un germen de la evolución futura del mundo. Así que podemos imaginar que el planeta central fue destrozado en múltiples y pequeños planetas por causa de una lucha que tuvo lugar en el Universo. En la próxima carta elaboraremos las posiciones de Marte en los horóscopos de un número de personalidades históricas, que nos permitirá verificar mucho de lo que ha sido dicho hoy en esta carta sobre Marte.