segunda-feira, 9 de dezembro de 2019

Paul Foster Case


Paul Foster Case es uno de los maestros esotéricos más prominentes del siglo XX.

Nació en Fairport, pueblo ubicado cerca del lago Ontario, al este de Rochester (en el estado de Nueva York, U.S.A.) el 3 de Octubre a las 5: 28 p.m de 1884. Su madre era maestra de escuela y era de ascendencia romaní (gitana) y descendiente directa del famoso oficial inglés de peregrinos del barco Mayflower, Miles Standish (1584-1656) y su padre era el bibliotecario principal de una importante biblioteca privada y diácono en una Iglesia Congregacional. Pasó gran parte de sus años de formación en medio de libros y aprendió a leer a muy temprana edad. Se apunta que a la edad de cuatro años su madre le solía encontrar a menudo embelesado con “libros prohibidos” en el ático del edificio de la biblioteca de su padre, absorbiendo el conocimiento de la tradición esotérica con la misma ferviente avidez que experimenta el místico en su búsqueda de Dios.

A los 16 años, Paul Case conoció al ocultista Claude Bragdon (1866-1946) gracias a que actuó en una representación teatral con fines caritativos, donde el arquitecto y ocultista-teósofo Claude Bragdon también estaba actuando. Bragdon le preguntó a Case que de dónde pensaba que provenían los naipes (las cartas). Esta simple pregunta despertó en Case una búsqueda inmediata sobre los orígenes de las cartas que se convirtió en permanente estudio sobre las cartas y que le llevaría a convertirse con el tiempo en una autoridad mundial sobre el Tarot, creando la baraja de B.O.T.A. una versión “corregida” de la baraja Rider-Waite.

Descubrió en la biblioteca de su padre que las cartas procedían o provenían del Tarot (llamado originalmente The Game of Man, El Juego del Hombre). Pronto encontró menciones sobre el Tarot en variedad de textos, incluido el famoso manifiesto rosacruz del siglo XVII “Fama Fraternitatis”, donde descubrió que la palabra “Tarot” es en realidad una clave de la palabra latina “ROTA” o rueda.

Fue a partir de entonces, sobre 1900, cuando comenzó a coleccionar todo libro y baraja disponible sobre el Tarot. Año tras año trasegó con estas imágenes arquetípicas de poder, investigando, profundizando y meditando con ellas. Encontró muy poco publicado sobre la materia, y lo poco que se había editado estaba cubierto con velos que producían confusión. Su esfuerzo perseverante al final tuvo éxito, ya que descubrió que el diseño de estas ilustraciones cuidadosamente creadas, en realidad evocan y canalizan imágenes arquetípicas, y que si son utilizadas correctamente, tienen el poder para transformar la conciencia del buscador sincero en la de un adepto iluminado. Alrededor de 1905 comenzó a recibir la orientación de una “voz interior”, una Voz que le guiaría en sus investigaciones esotéricas. El estímulo del Tarot había abierto su oído interno a niveles espirituales superiores, pues la Voz nunca interfirió en su vida personal, nunca le halagó, nunca le dio órdenes, solamente le hablaba de tiempo en tiempo diciéndole cosas como: “Si abres el libro que se encuentra en la balda superior, el tercero a la izquierda, y lees la página 101 encontrarás la referencia que buscas”. Paul Case a través de este estudio, investigación y meditación, descubrió las verdaderas atribuciones del Tarot y las publicó antes de tener 21 años, y quizás fue el primero en realizar las correspondencias correctas del Tarot. Casi de inmediato las investigaciones sobre el Tarot le condujeron entre otros estudios e ineludiblemente a la Cábala, la cual le resultaba familiar y descubrió que ya la conocía. La Cábala es la antigua sabiduría secreta o corriente mística dentro del judaísmo. Case no tuvo que estudiar la escritura caldeo-hebraica porque “la recordaba”. Sumergirse en el Tarot y en la Cábala fue realmente como un repaso, el preliminar para penetrar en nuevos horizontes.

En 1918, Case conoció a Michael Whitty, editor de la revista Azoth, quien más tarde se convertiría en amigo íntimo. Whitty servía como Cancellarius (tesorero/gerente) de la Logia de Thoth-Hermes de Alpha et Omega. Alpha et Omega era el grupo de S. L. MacGregor Mathers que éste formó tras la desaparición de la original Orden Hermética de la Aurora Dorada o Golden Dawn, como se la conoce en inglés. Whitty invitó a Case a unirse a Thoth-Hermes, cosa que éste hizo. El nombre de aspirante de Case en la A.'.O.'. era Perserverantia (perseverancia).

Entre 1919 y 1920, Case y Michael Whitty colaboraron en el desarrollo de un texto que posteriormente se publicaría como The Book of Tokens. Este texto se escribió como texto recibido, ya a través de meditación, vía escritura automática, o por otros medios. Posteriormente salió a la luz que la fuente era el Maestro R. El 16 de mayo de 1920 Case recibió la iniciación en la Segunda Orden de Alpha et Omega. Tres semanas más tarde, según la reseña biográfica en la página web de la Golden Dawn, fue nombrado Tercer Adepto. (…)

Tras abandonar Alpha et Omega, Case se empleó a fondo en la organización de su propia Escuela de Misterios. En verano de 1922, Case empezó a invertir los primeros esfuerzos en la preparación de un extenso curso por correspondencia. En un año el curso cubría lo que en la actualidad B.O.T.A. cubre en cinco años. Llamó al curso The Ageless Wisdom (La Sabiduría Eterna), y cubría la práctica totalidad del Hermetismo. Sobre 1923 Case constituyó The School of Ageless Wisdom (Escuela de La Sabiduría Eterna), probablemente en Boston.

En pocos años se trasladó a Los Ángeles, abandonando de una vez por todas su carrera de músico, y fundó Builders of the Adytum (B.O.T.A.). Todavía en funcionamiento, B.O.T.A. es una auténtica Escuela de Misterios. En las siguientes tres décadas, Case organizó el plan de estudios de lecciones por correspondencia que cubrían prácticamente la totalidad del corpus de la llamada Tradición Mistérica Occidental: Tarot, Cábala y Alquimia. (…)

1954 - Paul Foster Case murió en México mientras hacia un viaje de vacaciones con Harriet.

Su sabía erudición, su mente discriminadora y penetrante y la percepción espiritual consciente son una combinación inusualmente apreciada entre los hombres. Y sin embargo su humanidad nunca estuvo ausente, expresándose con ingenio, buen humor y compatibilidad total con gentes de todas las clases sociales, razas y credos. Gracias a su sacrificio, las generaciones futuras tendrán disponibles los más elevados métodos para recorrer el Sendero Espiritual al más alto nivel. Vio en los corazones de los hombres y los amó, experimentó directamente la Unidad de Dios, la hermandad de los hombres y la Unidad de TODA VIDA.