sábado, 9 de março de 2024

Viaje Astral Modulo Avanzado V

 

EXPERIENCIAS ASTRALES

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Lo que cada uno de nosotros puede experimentar durante el estado proyectado es esencialmente personal - a no ser que uno esté trabajando con un grupo, y los miembros de este grupo encuentran que pueden acceder a los mismos sitios y, al mis­mo tiempo, y experimentar las mismas condiciones.

Lo que sigue está basado en experiencias personales de uno de los Maestros de la. O.T.D.S. escogidas entre 550 proyecciones en un periodo de 18 años. Con respecto a esto, no pueden representar todos los sitios, encuentros o circunstancias dife­rentes que se ha encontrado - sólo pueden ilustrar algunas de las cosas que pue­den ocurrir-.

Desearía enfatizar que: 1) de hecho no me proyecto regularmente - a veces me he proyectado varias veces durante un periodo específico (generalmente cuando he te­nido tiempo para hacerlo), y otras veces he pasado varios meses sin inducir una proyección (generalmente cuando he estado demasiado preocupado con prácticas prio­ritarias); 2) mientras que generalmente puedo conseguir el estado- proyectado entre veinte minutos y una hora y media desde que empiezo, puedo salir en dos segundos (¡un apre­ciado record!), y recíprocamente, al menos en una ocasión me ha tomado cuatro horas; ha habido muchos casos en que no he podido alcanzar la proyección (generalmente cuando no encontraba, o no podía, relajarme adecuadamente; cuando tenía otras cosas en mi mente, o cuando no ha producido suficiente energía para iniciarla, o incluso mantenerla); 3) muchas de mis experiencias han sido relativamente banales - es de­cir, que no han tenido un interés particular para usted; otras las he usado como ejercicios para desarrollar mi "voluntad" y mi "segunda atención", y mi habilidad para focalizar esta atención; sólo alrededor del 25% de la proyecciones que he tenido hasta ahora han sido de un gran interés o muy inusual; 4) ninguna de mis experiencias de proyección han sido causadas corno resultado de usar drogas ­excepto cuando salí a los dos segundos en que había fumado resina de Cannabis; en esta ocasión la energía extra fue útil. Mi parecer es que el uso de sustancias psicotrópicas no es recomendable en relación a. inducir las experiencias de proyección; sobre esto es interesante leer los escritos de Carlos Castaneda y Alice Bailey & D.K. Todo lo que he mencionado lo he experimentado en mi trabajo.


LA TIERRA, VENUS, MARTE Y EL ESPACIO PROFUNDO

(Esta es una descripción de mi primera experiencia extracorporal - en aquel tiempo no sabía mucho acerca de la proyección astral-).

Me encontraba volando por encima de la Tierra a una distancia aproximada de 15.000 a 20.000 kms. Podía ver las formaciones de las nubes, los océanos y las superficies continentales muy claramente.

El Sol estaba detrás de mí y yo estaba en la parte meridional del océano Atlántico; aunque parcialmente oscurecido por las nubes, el contorno de la cara Este de Améri­ca, la cara Oeste de África y parte de Europa, eran visibles. La tierra se veía muy bella.

En parte sabía lo que me había ocurrido, y mi consciencia era, en cierto modo, diferente - me parecía saber cosas que normalmente no recuerdo; decidí que podía ir a alguna parte y hacer algo interesante. Desde el punto de vista del plano terres­tre, no sabía mucho acerca de la reencarnación - de hecho no podía realmente recor­dar conocimiento alguno sobre ello. Cuando joven había estado interesado en telepatía y fenómenos paranormales, de este modo pude haber leído sobre ello y la pro­yección astral, pero si lo hice, ciertamente no podía recordar mucho, aunque si algo acerca de estos temas.

No obstante, era aficionado a la Astronomía, y acostumbraba a pasar muchas noches al aire libre durante el verano tendido de espaldas observando la Vía Láctea y tratando de identificar las constelaciones; ¡era gratificante ver meteoros y satélites, (también estaba en la búsqueda de ovnis ya que los vi uno año antes - una esfera verde, casi fluorescente, un objeto en forma de disco ligeramente hinchado que vi en el Sur sobre el Atlántico - con un contorno bien definido en su diámetro).

Por tanto sabía un poco sobre Astronomía; en el estado proyectado sabía aún más, pero no podía comprender exactamente que era lo que me parecía conocer y lo que hacía -los recuerdos estaban en el límite de la consciencia y la subconsciencia.

Al principio no tuve ningún objetivo particular en mente, pero pensé en Venus ­planeta que siempre me había fascinado. Miré alrededor tratando de localizarlo frente al fondo oscuro del espacio, entre las estrellas; y entonces repentinamente me estaba moviendo. Estaba en un túnel gris tenuemente visible que había aparecido exteriormente desde ninguna parte, aparentemente viajando muy rápido, aunque no tenía idea cómo de rápido tampoco tenía especial interés. Realmente no puedo decir exactamente cuánto tiempo me llevó encontrar el final del túnel - me pareció que eran unos pocos segundos. Luego me encontré sobre Venus, a una distancia de unos 5.000 a 7.000 kms. de este planeta. Podía ver la continua nube dorada-plateada sobre la superficie, corriendo de un lado del planeta al otro; estaba lo bastante cerca como para ver las irregularidades en la parte alta de las nubes.

Era muy bello - y esto fue muchos años antes de que las pruebas Soviéticas y de la NASA enviasen idénticas imágenes de video a la Tierra con el mismo grado de re­solución. Miré a Venus y pensé en intentar ir bajo las nubes y las tierras de allí; luego -por razones que más tarde explicaré -decidí que conocía Venus demasiado bien y que podía también ir a otro sitio - decidí ir a Marte.

De nuevo sucedió lo mismo - me encontré en un túnel, viajando muy rápido e incapaz de ver las estrellas a mi alrededor – sólo ví una corriente de energía gris pálida.

Unos segundos después (aunque no me parecía estar experimentando el tiempo como normalmente lo hacía) estaba realmente de pie en Marte, rodeado por un desierto arenoso y rojizo, con unas pocas rocas pequeñas a mi alrededor. Como a unos treinta metros a mi izquierda vi algunas matas amarillas de hierbas tubulares - muy parecidas a las que se encuentran en las dunas arenosas de la Tierra -; en frente de mí, en el horizonte, no mucho más lejos de unos 300 ó 400 metros, pude ver un sitio bajo, una meseta plana que tenía aproximadamente unos 4 ó 5 metros de altura - la curvatura del horizonte marciano era engañosa, de manera que no estaba completamente se­guro de si mi estimación era correcta o no; pateé algo de la arena roja con mi pie derecho (previamente había sido poco consciente de que tenía un cuerpo), luego de­cidí que era un medio ambiente relativamente aburrido y no me preocupé por explo­rar Marte más lejos, lo cual retrospectivamente es una pena.

Casi tan pronto como pensé en el espacio, estaba otra vez fuera de allí; no sabía si me había hastiado prematuramente, pero decidí que era suficiente la exploración planetaria por el momento; estaba gozando muchísimo, justamente volando en una línea relativamente recta entre las estrellas, a ninguna de las cuales me acerqué.

La experiencia era singularmente familiar; algo en mí reconocía que había estado aquí antes - de hecho me sentía perfectamente en casa en el espacio exterior-.

Viajé progresivamente por algún tiempo y luego pensé que podía estar yéndome demasiado lejos de la Tierra; miré atrás y no pude ver el Sol - o para ser más exac­to, no podía decir qué puntito de luz era el Sol. ¡Tuve pánico! En mi repentina confusión olvidé que había accedido a Venus y Marte justamente pensando en ellos.

Unos pocos segundos después sentí una fuerza gigantesca agarrándome (en el área del Plexo Solar) y tirando de mí todo el camino de vuelta a la Tierra, en unos instantes exactamente; volví a entrar en mi cuerpo físico con una sacudida muy poderosa, que tardé en disipar aproximadamente seis horas. Me senté en la cama ins­tantáneamente completamente sobresaltado.

Sin embargo recordé todo, había ido de un lado a otro muy enérgicamente, mi consciencia había vuelto de nuevo a la normalidad, dudaba si había sido sólo un sueño asombrosamente potente u otra cosa, no sabía qué pensar.

No había abandonado mi cuerpo conscientemente.

 

UNA PRESENCIA EN LA HABITACIÓN

 

Fue casi dos años después cuando me proyecté de nuevo. Justamente había despertado de un sueño agradable cuando me encontré en un estado cataléptico  - no podía moverme.

Podía ver mi habitación claramente y podía oír sonidos a mi alrededor - gente hablando en otras partes de la casa o moviéndose alrededor y la brisa moviendo las hojas de los árboles fuera en el jardín. Unos minutos después sentí una presencia femenina encima mía, que descendía hacia mí a través del techo - aunque no podía ver a nadie - y un poco después tuve la vaga consciencia de dos presencias masculi­nas a ambos lado de ella y poco más atrás. Tenía un sentimiento claro de que ella estaba mucho más avanzada que yo espiritualmente.

Había sentido presencias semejantes a ésta dos veces anteriormente - la primera vez, al parecer, había intentado tomar posesión de mi cuerpo y aunque inicialmente era curioso, había luchado con todas mis fuerzas hasta quedarme solo; y la segunda vez también había descendido a través del techo hasta pararse, como un punto de fuerza hormigueante en lo más alto de mi cabeza, penetrando después en ella y al­canzando el sitio aproximado de mi glándula pineal - con lo cual mi cabeza repenti­namente comenzó a llenarse con una extraña luz subjetiva; luego oí a este ser hablarme telepáticamente en un lenguaje que conscientemente no reconocía, aunque me parecía algo familiar... Podía oír la voz (masculina) dentro de mi cabeza, y sin embargo parecía también, al mismo tiempo, extraordinariamente distante. Después de unos 15 ó 20 segundos cesó de hablar, descendió a mi garganta y se posó en la punta. de mi "nuez", que comenzó a hormiguearme - luego salió de mi cuerpo en zig-zag por el aire hasta que perdí contacto (que supongo era aúrico) con esta presencia.

Alrededor de seis semanas después experimenté con la mujer y las dos presencias masculinas que la flanqueaban. Ella me tocó con dos dedos en cada sien, y comenzó una secuencia "tamborileante" de tres golpes, que luego repitió a intervalos de cuatro centímetros a los lados de mi cara, garganta, y luego bajo mi frente hasta que alcanzó el área por encima de mi corazón. Momentáneamente se paró allí y des­pués reanudó el tamborileo - esta vez hacia arriba- hasta que volvió a mis sienes; finalmente sus dedos se juntaron en mi frente, justo encima de mis ojos, y repenti­namente sentí lo que sólo podría describir como un destello increíblemente potente de luz blanca entrando en mi cabeza, o saliendo de ella (esto lo presupongo ya que fue tan inesperado que todavía no estoy seguro exactamente de lo que pasó).

La siguiente cosa que supe era que estaba levitando fuera de mi colchón en una posi­ción sentada - absolutamente sin esfuerzo - después mi cuerpo fue alzado totalmen­te de mi cama, al mismo tiempo que regresaba a una posición horizontal a unos 50 centímetros por encima.

Sin embargo pensé que esto era una levitación física real, ya que de esto es de lo que tenía ganas. Mi cuerpo comenzó a girar en redondo hacia mi derecha, y comencé a sentirme ansioso y aprensivo progresivamente - lo que estaba sucediendo estaba fuera de mi control, y en realidad no sabía lo que me aguardaba después. Repentinamente mi ansiedad Salió para romper el "hechizo" y fui lanzado de espaldas sobre mi cama - sólo tuve tiempo para sentir las dos columnas vertebrales uniéndose. En­tonces me di cuenta de que había tenido una proyección astral.

Agradecí a las presencias su demostración, aunque me sentí algo culpable por tener miedo. Más tarde reconstruí la experiencia y observé que mi cabeza debía de haber pasado a través de una puerta cerrada a mi derecha, aunque de esto no me había dado cuenta antes.

 

LA LUZ BLANCA

 

Durante unas cuantas semanas comencé a experimentar la proyección casual; ninguna de éstas fueron conscientemente inducidas por mí; Una mañana me desperté, y de nue­vo me encontré en un estado cataléptico - no obstante en este momento no podía ver la habitación donde estaba - en cambio estaba rodeado por una luz blanca difusa.

Comencé á entrar y salir de mi cuerpo físico al compás de mi respiración física, subiendo y bajando suavemente. Encontré la experiencia totalmente placentera, pen­sando en ella como haciendo el amor con Dios; en seguida me sentí culpable en relación a la unión sexual con la espiritualidad. (¡por aquel entonces todavía estaba colgado con eso!) y mi confusión sobre esto surgió disgregando la energía que estaba moviéndome. En vez de ser lanzado de espaldas sobre mi cama, simplemente descen­dí en el último momento muy suavemente, como una pluma.

 

FUEGO ASTRAL

 

Más tarde, ese mismo año, estaba haciendo camping, y levanté mi tienda de campaña alrededor de tres horas después de la puesta de sol. Quería dormirme pero me des­perté varias veces durante la noche (otra vez en un estado cataléptico) para encon­trar que mi cuerpo estaba en llamas. Las llamas flameantes parecían ser avivadas por un fuerte viento que se estaba echando sobre mí, desde mis pies hasta la punta de mi cabeza, pero no sentía calor en absoluto - podía oír sonidos crujiendo, como haría el fuego normal, aunque este era más dramático.

Tras unos segundos me proyecté hacia arriba, y al mirar hacia abajo podía ver mi tienda a unos cien metros más abajo en la sombría luz de las farolas de la carre­tera - entonces comencé a volar hacia el Norte, hacia la ciudad, y perdí la cons­ciencia de la experiencia. Sin embargo la recordé más tarde cuando me levanté por la mañana temprano.

 

ENROSCADO EN LA ESCARCHA

 

Una noche estaba caminando por el lado de una autopista. Alguien había robado mi mochila, incluyendo mi tienda, mi saco de dormir, mi chaqueta y toda mi ropa, ­excepto aquello que llevaba puesto. Me quedaba sólo el dinero que había dejado pa­ra comprar una manta barata y un impermeable ligero.

Estaba muy cansado y algo preocupado por la forma ilegal de penetrar en la autopis­ta; necesitaba dormir algo aunque malamente y aunque tenía mucho frío, decidí fran­quear la valla de espinos y acostarme un rato - aunque estaba rodeado por escarcha. Antes de llegar a dormirme, mi cuerpo astral se enroscó en una posición fetal y luego se desplegó en mi cuerpo físico.

 

APRENDIENDO A INDUCIR LA PROYECCIÓN

 

Durante unos cuantos años experimenté el estado proyectado de cuando en cuando. Luego finalmente decidí probar e inducir las proyecciones, en vez de esperar que estas ocurrieran; me puse a duplicar la “sensación de la proyección” relajando mi cuerpo físico, mente y emociones, buscando el estado flotante y haciendo el esfuer­zo de salir.

También encontré que la lectura sobre el tema eran muy útiles - parecía saturar mi consciencia con la idea de la proyección. Combinando esto con lo que ya sabía de mi experiencia personal resultó ser razonablemente efectivo - descubrí que podía dirigir la inducción de una experiencia fuera del cuerpo, o un grupo de ellas, una vez de cada tres o cuatro intentos (más tarde progresé en esto).

Con relación a la proyección, uno de los principales problemas es encontrar suficiente tiempo libre para experimentar. Sin embargo yo estaba viviendo solo en aquel momento, así que consumía mucho de mi tiempo intentando proyectarme, y comencé a lograr resultados espectaculares.

 

AGRUPACIONES DE PROYECCIONES

 

Aunque había aprendido a inducir proyecciones a voluntad, encontré que podía proyectarme consecutivamente, es decir, entrando y saliendo de mi cuerpo repetidamen­te. La primera vez que traté de hacer esto, me encaminé hacia la ventana de mi habitación - el equivalente astral de mi habitación - sólo para darme de frente con un escenario diferente en cada ocasión, por razones que desconocía.

Algunos de los sitios parecían estar fuera de mi país, otros parecían ser lugares del pasado, aunque parecían mostrar algo de afinidad con el sitio físico en el que yo estaba viviendo; y otros sin embargo parecían estar relacionados a lugares del futuro cercano. Comencé a apreciar que: 1) las actividades en el plano astral podían preceder a eventos similares en el plano físico; 2) el plano astral acogía diversas "zonas-tiempo"; 3) que una ventana podía utilizarse como un "conmutador" para alcanzar cualquier número de sitios astrales diferentes y en su mayoría, no relacionados.

Lo que realmente me impresionaba era la claridad de lo que veía, y era particular­mente consciente de la resplandeciente luz del sol que entraba a través de la ventana, y el sentido del tacto igual al físico lo experimenté como si deliberadamente mis dedos corrieran de un lado a otro del marco de la ventana. Todo me pareció increíblemente real.

El primer lugar que percibí era un lugar que podía ser Holanda; en frente de mi ventana había hierbas altas, un camino y un canal; más allá del canal había casas de varios pisos con vigas de madera, y me pareció estar al comienzo de media mañana; no veía a nadie caminando alrededor; la luz del sol era exuberante, y cada vez estaba más tranquilo - había aquí una atmósfera de satisfacción pura, me llené de una sensación de bienestar.

Durante una proyección posterior ví una estación de ferrocarril y locomotoras muy pulidas, algo antiguas aunque "nuevas", que permanecían en los desviaderos; a inter­valos había montones de carbón y unos almacenes y talleres a lo lejos y a mi dere­cha. Unos segundos después ví a un obrero llevando estiércol que estaba en la par­te de la entrada del edificio a mi izquierda, le hice señales y él me hizo señales; de nuevo antes de desaparecer por una puerta.

Hacia el final de esta secuencia de proyecciones (ocho en total) me encontré en­frentado con lo que me pareció ser el equivalente del lugar físico donde estaba viviendo, sin embargo perecía estar algo adelantado en el futuro. Volé hacia abajo a una de las calles traseras y observé varios modelos de coches - algunos de los cuales eran conocidos para mí y otros que no había visto nunca.

Durante la última proyección, estaba casi a punto de ir de nuevo hacia la ventana, cuando un ser increíble venía hacia mí a través de la pared - su forma era la de una suave espiral gris rotando en el sentido de las agujas del reloj (de abajo arriba); y aunque no tenía absolutamente ni idea de "qué'" era (no había visto nunca. antes conscientemente nada. parecido) sentí que era masculino, muy inteligente y avanzado, y que alguna parte de mí incluso parecía "reconocerle". Podía identificar movimientos contrarios en las curvas que bajaban lentamente y luego se agarraban a ellas para unirse al movimiento principal; algo pasó entre nosotros, una especie de acuerdo telepático - estaba intentando llevarme a alguna parte, pero cuando re­gresaba hacia la pared, me di cuenta de que no podía seguirle, y me encontré de nuevo en mi cuerpo físico.

Durante estas series de proyecciones comencé a darme cuenta por primera vez que no estaba reentrando siempre en mi cuerpo físico en un sentido "espacial"; mi conscien­cia astral comenzó a intentar regresar a mi consciencia física - es decir, me parecía que hacía falta mucha energía para mantener la proyección, y me encontré de nuevo en mi cuerpo.

En segundo lugar, no consideraba ninguna razón lógica para "el proceso casual de selección del lugar", que había experimentado, excepto que a lo mejor alguna parte de mi mente quizás era responsable de estas elecciones.


PROYECTÁNDOSE EN EL CUERPO DE UN AMIGO

 

Durante un grupo de proyecciones, una mañana, decidí experimentar y llegar hasta un par de amigas que estaban durmiendo en la habitación contigua. Habíamos hablado acerca de procurar obtener alguna forma de verificación de esta experiencia, por lo cual si alguno de nosotros se encontrara en un estado proyectado intentaría atraer la atención de los otros - que percibirían este evento desde un punto de vista diferente, y creímos que podía ser interesante ver exactamente lo que cada uno de nosotros presenciaba.

En el momento de la proyección evoqué el nombre de una de mis amigas en mi mente. Salí del cuerpo, fui directamente hacia la pared entre las habitaciones, y la si­guiente cosa real que supe era que ¡estaba dentro de su cuerpo!. No había preten­dido esto y justamente sucedió. Podía sentir su cuerpo y la textura y peso de los cobertores; era consciente de su respiración; veía la habitación claramente y po­día sentir un joven cuerpo caliente en su izquierda. No parecía estar en el otro cuerpo a la vez. Regresé a mi cuerpo, lo intenté de nuevo, y sucedió lo mismo; una vez más retorné a mi propio cuerpo, me proyecté y por tercera vez, me encontré sobrepuesto en su interior. Realmente no sentía que fuera correcto por mi parte estar allí; por otra parte no sabía cómo ni cuanto permanecería en esta situación. Vagamente intenté levantar su mano izquierda - no muy fuerte, y me di cuenta de que no podía. Luego regresé a mi propio cuerpo y me proyecté a otra parte (durante la última proyección de esta particular serie "sentí" una nave espacial encima de la casa).

Creía que esto sucedía porque había una gran afinidad espiritual entre nosotros; ambos sentíamos que nos habíamos conocido mutuamente como amigos en otras vidas - no podíamos objetivizar completamente estos sentimientos pero llegamos al acuer­do de que ciertos tiempos y lugares sí parecían probables, y sentíamos que en una de nuestras vidas habíamos formado parte de una compañía de danza femenina que viajaron alrededor de lo que ahora es Turquía; ella era el jefe de la compañía. Sabíamos también que utilizábamos el mismo rayo de energía predominante.

 

CAMBIO DE SEXO

 

Durante otro grupo de proyecciones nuevamente estaba balanceándome fuera de mi cuerpo agarrando el borde del colchón con mi mano izquierda, y tirando de mí hacía fuera, venciendo de este modo a la fuerza encadenadora. Salí de mi habitación y de­cidí bajar volando la escalera, en vez de andando, que es lo que algo normalmente; en mitad del vuelo pensé en intentar cambiar la forma de mi Cuerpo Astral de hombre a mujer - y mi Cuerpo Astral lo realizó en una décima de segundo. Apenas había he­cho esfuerzo alguno para efectuar el cambio, pero luego sentí una gran cantidad de energía acumulada dentro de mí - mientras más energía tengas, más fácil es hacer algo de este tipo.

Entré en el cuarto de estar y allí vi a un joven, de aspecto hippy, que parecía muy triste. Extendí mi palma de la mano derecha hacia él y le rocié con energía azul brillante desde un punto en el centro de mi mano. Realmente no supe si lo sé de algún modo, ya que me encontré nuevamente en mi cuerpo.

Posteriormente me di cuenta de que cada vez que induje o bien experimenté espontáneamente un cuerpo astral femenino era el mismo – pelo rubio largo y un sentimiento diferente de sí mismo y de su identidad. Más tarde me di cuenta de que este proceso estaba siendo influenciado por mi Ángel Solar.


UN AGUJERO EN EL AIRE

 En frente de mi vi un agujero negro, de aproximadamente un metro y medio de diáme­tro e inmediatamente supe que era alguna clase de "puerta" que me conduciría a al­guna parte, si optaba por proyectarme a través de ella; así lo hice. En ese mismo momento percibí a otro proyectista entrar en el agujero conmigo - no tenía ni idea de quién era -. Fuimos a través de un túnel y ambos aparecimos exactamente en el mis­mo lugar. La primera cosa que observé fue el característico color azul puro del cielo astral y la brillante luz del sol; estábamos en un gran claro rodeados por un bosque.

Antes de tener la oportunidad de averiguar quién era mi acompañante, vi un pequeño ejército de caballería saliendo de debajo de los árboles, parecían medievales, aunque algo diferentes; muchos de ellos llevaban en las puntas de las lanzas estan­dartes estrechos multicolores, ellos nos vieron, venían hacia nosotros y a pesar de todos los intentos nos hicieron sus prisioneros - percibí que estaban en guerra con algún otro grupo y preocupados porque podíamos ser espías en favor de la oposición, pero esto no tenía sentido; nosotros éramos dos hombres desnudos parados en medio de un claro; sin armas y probablemente ninguno de nosotros parecía peligroso. Ellos parecían razonablemente inteligentes y claramente relajados, y comenzamos a hablar e intercambiar signos de lenguaje.

Luego perdí la consciencia por un periodo de tiempo desconocido, sólo para ser consciente de nuevo del claro, los caballeros y de mi compañero. En este momento estábamos tratando de decir varias palabras de la lengua de cada uno y relacionándonos completamente bien; muchos de ellos estaban alegres o risueños, o al menos entretenidos por el encuentro, y habíamos alcanzado el punto donde cada uno se sentía fundamentalmente amigable. Después el agujero negro reapareció casi a un metro del suelo, y procuramos explicarles que teníamos que regresar a nuestro mundo usando esta puerta. Accedieron a dejamos ir, deseándonos lo mejor, y aunque los dos nos fuimos por el túnel, yo salí a mi habitación pero mi compañero proyectista desapa­reció de mi vista. El agujero desapareció tan pronto como estuve de nuevo en mi 'cuerpo.

 

GENTE ESPACIAL

 

Me encontré viajando en el espacio. No me había proyectado conscientemente fuera de mi cuerpo En unos segundos percibí una nave espacial en forma de esfera que pa­recía ser de color plateado, aunque lejos de parecer una estrella - por eso su su­perficie parecía gris y uniforme.

Fui directamente hacia la superficie, sólo para encontrarme en una habitación cuyas paredes eran fluorescentes - los tabiques eran de colores prismáticos diferentes y parecían estar hechos de algún tipo de energía metálica y plástica; la totalidad del contorno era muy agradable, incluso artística, y de algún modo se correspondía muchísimo a mis gustos. Lo que más intensamente llamó mi atención era el hecho de que estaba en frente de 12 ó 15 seres extraterrestres que me sonreían, parecían estar esperándome.

Eran andróginos, de una forma parecida a la de un ser humano delgado, y de unos dos metros de alto; todos tenían pelo largo rubio y todos llevaban un tipo de ropa ajus­tada que era una banda irisada, aunque cada traje era ligeramente diferente en re­lación a las secuencias de los colores y la anchura de estas bandas (horizontales).

Uno de ellos vino hacia mí - uno que estaba a la izquierda muy lejos, y él o ella casi me pareció femenina. La combinación de rasgos masculinos y femeninos estaba tan finamente equilibrada que podía sentir un cierto poder de energía viniendo de ella que era, al mismo tiempo, fuerte y deliciosamente suave; radiaba una energía amorosa, amigable y armónica que sólo había experimentado bajo su influencia.

Levantó sus manos y yo respondí muy naturalmente haciendo lo mismo; coloqué mis manos frente a las suyas y después unimos nuestras frentes en el punto Ajna, tuve que bajar mi cabeza un poco para reducir nuestra diferencia de altura.

Repentinamente comencé a ser infundido por impresiones telepáticas que me fueron informando de que ante todo yo era uno de ellos; la sensación de "pertenencia" era muy fuerte e innegable. En segundo lugar, que veníamos de un planeta y sistema so­lar en la galaxia Andrómeda. (M31/NGC224 de acuerdo a los patrones astronómicos de la Tierra); después me comunicaron otras impresiones - de hecho, tanto es así, que muchas las puedo recordar muy escasamente. Se me mostró que somos seres multidimen­sionales; que nuestro propósito primario era unir la Consciencia de los Seres Galácticos de Andrómeda y de esta galaxia (todo en unos pocos segundos). Después fui informado de que no se me permitía permanecer con ellos más tiempo en un nivel cons­ciente, ya que esto provocaría mi desencarnación - es decir, moriría físicamente.

Retrospectivamente pude comprender esto completamente y si hubiese recordado mucho más no habría deseado regresar a la Tierra y a las constricciones del cuerpo humano y el cerebro.

Desde entonces he recibido sus comunicaciones canalizadas y me han sido mostradas ciertas impresiones visuales de nuestro planeta de origen (Atales); tenemos un len­guaje hablado que se usa para la canción y el ritual mágico - utilizamos también el impulso y la telepatía. "abierta". El planeta principal no estaba muy poblado y muchos de nosotros vivíamos en cúpulas pequeñas o globos que estaban salpicados por el campo - en un terreno arenoso con una gran variedad de vegetación; había también lagos y cascadas calentados por el Sol blanco y caliente - Alrang, una estrella ma­yor que el Sol -; el cielo era azul turquesa, y el clima parecía semi-tropical, aun­que sólo vi ciertas áreas; -teníamos ciudades de cristal con elevadas torres cónicas (para ciertos tipos de prácticas mágicas) y cúpulas grandes, etc. Había también un campo de prueba - una porción de Tierra que estaba llena de estalagmitas negras, como proyecciones de piedras –donde, deliberadamente, íbamos sólo a combatir con criaturas semejantes a demonios, quienes en su mayor parte eran completamente tra­viesos - volamos alrededor de estas proyecciones intentando pasar de una a otra, la "batalla" no era demasiado seria ni mortal.

Mi sensación es que originalmente éramos una raza claramente aniñada cuya principal preocupación en la vida era seguir toda clase de empresas artístico-creativas, y el resto del tiempo o practicábamos nuestro tipo de magia natural o bien estábamos li­bre para divertimos. El planeta principal tenía una luna que tenía aproximadamente la mitad de tamaño de "Atales", que era el quinto planeta de este sistema.

Hace alrededor de 21 millones de años partimos de allí, desplegándonos a través de la galaxia Andrómeda, y después a lo larga de otras galaxias - aliándonos con el propósito de nuestro Padre Galáctico. Se me había dicho que los de nuestro propio planeta están ahora "representados" en 89 galaxias, mi propio Grupo vino a esta ga­laxia y se me mostró el proceso de acceso que usábamos - que en términos técnicos sería el equivalente a viajar en un número variante de "parsecs" (unidad de distan­cia estelar) por segundo, en lo que sólo puede llamarse "Hiperespacio". De nuevo en relación a lo que se me ha dicho, lo cual realmente no estoy en posición de ve­rificar personalmente, mi Grupo ha visitado, y después quedado, un número de plane­tas de esta galaxia, antes de que llegáramos a la Tierra hace alrededor de 25.000 años. El Yo Grupal que somos, había enviado diferentes fragmentos de si mismo en encarnaciones periódicas y como individuos tomamos turnos y nos ocultamos mientras que aquellos de nosotros que están encarnados durante algún periodo, hacemos nues­tro trabajo actuando sobre energías mucho más densas que las que estamos normalmen­te acostumbrados. Hemos hecho nuestros contactos y contribuido con las civilizacio­nes de la Tierra, aunque sólo un poco -no éramos un Grupo muy grande y hablando en términos actuales, se me ha dicho que hay unos 12.000 Grupos diferentes alrededor de la Tierra en la actualidad: - unos interactuando, pero la mayoría a la espera, observando y comprobando la evolución y progreso de la humanidad.

Sé que todo esto se parece a Ciencia Ficción, pero así es en todas estas monogra­fías; realmente no hago apología de esto. También se me ha dicho que nuestro Grupo permanecería aquí por otros 400 años aproximadamente, antes de viajar a otro pla­neta, que aparentemente está en un estado inferior al de la Tierra; así progresi­vamente iremos de mal en peor, y no sólo ayudaremos a salir a la evolución a cual­quier planeta, sino que también nosotros mismos nos probamos en este proceso. Aunque no somos humanos (somos una fusión de energías y consciencias de la Raza original y angélica) utilizamos cuerpos de un cierto tipo; además teníamos antenas altamente sensitivas y retráctiles, que usábamos para sintonizar con ciertas energías. Sin embargo, no necesitamos cuerpos en los Planos Superiores.

Nuestra nave espacial es casi un ser, en su propio sentido, porque es la expresión de una tecnología mental y espiritual que es desconocida en la Tierra; aunque po­dría "bajarse" a las longitudes de ondas físicas de energía-materia densa, no tenemos en absoluto el propósito de hacerlo - por varias razones; tres de estas son: 1) nuestras energías podrían catalizar demasiadas reacciones; 2) no es venta­joso hacer esto - representaría un riesgo totalmente innecesario; 3) está prohibido por la Ley Cósmica - a la que todos los Grupos Espaciales se subscriben (excepto algunos de los grupos menores que son más negativos, pero éstos están mantenidos a raya por la mayoría).

Actualmente hemos amalgamado nuestras fuerzas con las de otros grupos para coordi­nar energías de manera que, diversos eventos se precipitarán durante los 100 próxi­mos años, provocando cambios fundamentales para el planeta - de acuerdo con la pe­tición del Espíritu Planetario de la Tierra - que beneficiarán inmensamente a la humanidad.

 

NECESIDAD DESESPERADA

 

(Volviendo al periodo inmediatamente después de la experiencia de proyección relatada anteriormente).

Pasó un tiempo y no tuve nuevo contacto consciente con ellos, hasta cierto punto comencé a dudar de la experiencia. Me había llevado muchas horas escribiendo sobre lo que creía ser sus transmisiones telepáticas, la gran mayoría de las cuales pa­recían estar designadas para educarme e instruirme. Comencé a estar descontento progresivamente con este proceso, ya que me pareció que estaba dominando gradual­mente mi vida. Y quitándome poder para tomar mis propias decisiones. Un día empaque­té mis notas y las quemé. Sentí que podía volverme loco si no hacia esto; deseaba ser independiente de las influencias sutiles que me parecían estar moviéndose en círculos a mi alrededor. No obstante debía admitir que algo de la información que recibí concerniente a los eventos futuros demostraba ser notablemente exacta; sin embargo esto no podía explicar otras transmisiones que eran igualmente inadecuadas.

No obstante, no podía olvidarlo y cuando lo pensaba no podía realmente dudar de que me había ocurrido a mí. Me sentí como un ser humano ordinario en un mundo con una capa de otro mundo; me pareció estar clavado en el centro de alguna parte, in­capaz de vivir de una manera u otra. Me sentía más y más tenso en torno a esta situación, hasta el punto de que una noche, antes de dormir, pedí algún tipo de se­ñal para reafirmar que no me había imaginado todo esto. Deseaba que ocurriese algo claro y no otro tipo de transmisión sutil, o lo que me parecieron ser vagas afirmaciones acerca de la necesidad de ser paciente, y de que todo se desarrollaría en su propio tiempo.

Me fui a dormir y entonces desperté durante la noche. Casi inmediatamente sentí que uno de ellos venía a través del techo y tocaba mi hombro izquierdo de una for­ma amigable; estaba tumbado boca abajo y me podía haber vuelto para verle, pero mi consciencia se había hecho astral, y esta era toda la prueba que necesitaba.

Por la mañana no estaba completamente feliz por el hecho de que no me había vuelto para verle, de manera que más tarde pedí más evidencia. Una mañana cuando justamente me había levantado, vi a uno de ellos andando hacia mí -completamente radiante, sonriéndome con la misma energía amistosa, cariñosa y armoniosa que había sentido anteriormente; estaba exhibiendo el mismo traje con bandas irisadas que había visto llevar en la nave espacial. Sólo le vi por el rabillo del ojo pero muy claramente, y tan pronto como volví mi cara, desapareció de mi vista.

Este ser era exactamente de la forma en que mi Ángel Solar se presentaba ante mí la mayor parte de las veces.

 

ESPACIO DE PODER


Una noche tuve un tipo de sueño lúcido en el que estaba en un gran túnel, aparente­mente en algún lugar subterráneo; estaba en una fila de gente que estaban trabajan­do muy duro, y tenía la sensación de que la última persona no podría llegar al final y vivir -aunque no podía determinar qué peligro era- y yo era la última persona en esta fila.

Me sentí algo preocupado acerca de esto; podía haber pasado delante de la persona delante de mí, pero esto me parecía una cobardía y no lo hice. De pronto me di cuenta de que mi consciencia cambiaba de un estado de sueño a una secuencia astral vívida. Estaba entrando en una habitación cuadrada, cuyas paredes estaban hechas de la misma sustancia energética y plástica fluorescente que había visto en la nave espacial; había un Ser Espacial vuelto hacia mí, con un casco cuyo visor estaba coloreado, de manera que no podía verle la cara; llevaba un traje espacial y permanecía de pie inmóvil.

No había tiempo para iniciar ningún tipo de comunicación –fui a dar con una pared de poder, y fui forzado a regresar a mi cuerpo físico inmediatamente. Me encontré completamente galvanizado con la energía.


UNA BOLA DE LUZ

 

Una noche estaba durmiendo en una pequeña tienda de campaña y cuando me desperté me di cuenta de que tenía una visita - una bola de luz blanca de aproximadamente unos 30 cms. de diámetro se había introducido por la ventana de lona. Al momento se fue a la coronilla de mi cabeza, se introdujo en mi cerebro, y pensé que estaba muriéndome (físicamente) - sólo podía aceptar la situación; estaba perdiendo la memoria.

Pero no lo hice. Sentí que esta presencia estaba haciendo algo en mi campo energé­tico, efectuando su recorrido a través de mi garganta, reapareciendo después sobre mi corazón. Se paró en mi pecho unos segundos y luego partió. Mientras tanto había sentido una presencia espacial a alguna distancia sobre la tienda, probablemente en la parte superior a mi izquierda.

Yo me había proyectado como una bola de luz, así que supuse que esta era la forma elegida, como cuerpo astral, de algún ser, --aunque debo admitir que se me ocurrió la idea de que podía ser algún tipo avanzado de aparato tecnológico activado por control remoto; el día anterior a este acontecimiento había experimentado un even­to psíquico que parecía haber dañado de alguna manera mi sistema nervioso. Mi cuerpo se había sentido retorcido; ahora me sentía de nuevo excelente.

 

OTRO SISTEMA SOLAR

 

Me encontraba fuera de mi cuerpo, pero esta vez en alguna parte muy lejana -creía que estaba en otro sistema solar.

A mi derecha había una estrella enorme, cuyo color era indescriptible -era un color que nunca había visto antes (conscientemente); una combinación de rojo coloreado con azul, lila, color cereza, malva y violeta, y extremadamente bello. Estaba lige­ramente sorprendido al observar que el espacio aquí era azul en vez de negro; no veía ninguna otra estrella a lo lejos, y supuse que el color azul etéreo del espa­cio estaba enmascarándolas.

Viajé progresivamente hacia el sistema sintiéndome muy relajado -no tenía ni idea de por qué estaba aquí, pero una de las peculiaridades de proyectarse es que la conciencia raramente reacciona ante un ambiente extraño; parece aceptar cualquier cosa que esté sucediendo, y es sólo la parte lógica de nosotros quien encuentra fastidio­so cualquier cosa acerca de ello. La cualidad de las energías en este sistema estelar era totalmente diferente a cualquier otra que había experimentado en otros lu­gares; tengo dificultad para encontrar palabras que puedan describirla adecuadamente; aquí no me sentía como en casa, pero tampoco me sentía incomodo. Las energías esta­ban tranquilas; incluso la estrella parecía pacífica, completamente indiferente de su magnitud; no tenía destellos, su superficie estaba sin una sola mancha solar; supuse que era mayor que el Sol.

Un instante después encontré un planeta, tal vez la primera de las estrellas en este sistema. Tenía una atmósfera que estaba cubierta por formaciones de nubes blancas, aunque podía ver parte de la superficie fundamental, que era predominantemente azul oscura con bordes índigos. ­

Estaba un poco atónito al encontrar que este planeta parecía modelar sus formacio­nes de nubes para formar un rostro o también proyectaba esta imagen en la superfi­cie de la nube. ¿Estaba imaginando esto o realmente estaba sucediendo? Encontré dificultad para rechazar mis percepciones; estaba viendo un rostro perfectamente bien definido, pero no podía comprender por qué un ser planetario reaccionaría de esta manera ante mi presencia; ¿qué era lo que intentaba decirme?

YO ESTOY VIVO; SOY UN SER. PIENSO Y SIENTO; quizás. Hasta ahora la experiencia había sido perfectamente objetiva; ahora existía esta subjetividad que era extraña para mí. Sabía el hecho de que era un simple proyectador en un lugar' desconocido de la galaxia, era insignificantemente pequeño, un poco de nada en una inmensidad. El rostro permanecía inmutable, estático.

Pero de alguna manera este planeta estaba comunicándome un sentimiento; casi pare­cía dichoso de reconocer mi presencia, como si no recibiese muchas visitas; pero parecía permanecer separado de mí. Sentí que estaba tomando información arquetípica de mi mente -y proyectando un rostro de forma humana para mi beneficio. No sentí que este rostro representara necesariamente alguna evolución de sí mismo -aunque yo podía estar muy equivocado. No parecía estar esperando nada de mí.

No puedo explicar esta experiencia, más después de un rato me encontré de nuevo en mi cuerpo físico.

 

UNA LLUVIA DE LUZ


Una mañana me desperté e inmediatamente fui consciente de que podría proyectarme, lo cual hacía con facilidad. Al salir fuera de mi cuerpo me encontré mojado por un aguacero de radiante y poderosa luz blanca -chispazos, glóbulos y corrientes de sustancia brillante y luminosa, para ser más exacto -lo que añadía aún más poder a la proyección.

Ascendí en el aire, sintiéndome extático y libre... con mis brazos hacia atrás, mi cuerpo astral desnudo... completamente desinhibido.

Ascendí más allá del poder de la luz, luego llegó a ser para mí demasiado fuerte sostenerme - una fuerza superior me protegía de esta luz, y producía en cambio un espacio negro aterciopelado; no obstante aún sentía un enorme poder.

Instantáneamente, sentí un inmenso amor por lo que reconocí como el Espíritu Plane­tario, y de una forma completamente natural tuve confianza sin reservas…

Es difícil describir un "encuentro" con tal Ser -la sensación que tuve fue de extrema cordialidad. Aunque yo era un ser más inferior (¡por un amplio margen!) me trató, en alguna forma, como mi igual; a cambio lo amé totalmente. Entonces vi dos palabras en letras de fuego contra el vacio aparente -dos nombres con un signo de ecuación entre ellos. Conocía bien uno de ellos, el otro era un nombre simbólico espiritual.


UN AGUJERO NEGRO

 

Estaba tendido de espaldas sintiendo mucha energía dentro de mí, y comencé a interrogarme sobre la naturaleza de los agujeros negros -es decir, estrellas de neutrones. Mi campo psicológico estaba casi completamente abierto. 

Vi una forma de agujero en el aire, dentro de mi habitación y sabía que yo había creado la imagen -de repente se hizo completamente real... como si hubiera atraído hacia mí una porción de un genuino agujero negro. Podía ver energías psíquicas, deformándose y desapareciendo bajo su vórtice central; intenté proyectarme hacia él, pero una vez fuera del cuerpo tuve que abandonar antes de entrar, el poder de su vórtice era absolutamente aplastante.

Tenía motivo para meditar en este fenómeno; había estado pensando sobre la simili­tud entre el vórtice de un agujero negro/blanco y los chakras humanos, particular­mente el Ajna. La experiencia había generado tanta energía que mi campo psíquico acabó permaneciendo inestable algunas horas, o si lo prefieres "al borde". Vi una gran variedad de visualizaciones psíquicas tras esto, como si pudiera afinarme con casi todo y evocase su realidad en un nivel simbólico.

 

EL SÍNDROME DEL CIELO AZUL

 

Los "perfectos cielos azules" del día astral siempre me han chocado; la ausencia de nubes siempre me ha dejado perplejo. A la inversa, de noche prácticamente siem­pre veo nubes.

Desde otro ángulo, los días deslumbrantes y soleados siempre deberían producir experiencias fuertes, vívidas y altamente realistas; mientras que las noches pro­vocarían oscuridad, distracción, engaño y a menudo proyecciones ilógicas que po­drían, sin embargo, ser poderosas o altamente simbólicas.

A veces me preguntaba si esto era una peculiaridad del Plano Astral (en la Tierra) o si había algo simbólico que hacer con mi mente. También a veces notaba que me proyectaba de día, y fuera de la ventana veía de noche y viceversa.

El número de experiencias de día había sido incontable -varias de éstas, habían impactado en mi mente debido a su inusual claridad… Paseando por un soleado bar­ranco donde permanecí diez minutos mirando las características de los precipicios, las flores pequeñas coloreadas... Me encontré en una playa, en mi cuerpo astral fe­menino, viendo una plantación bañada de sol y mujeres orientales con sombreros có­nicos… Encontré un grupo de brujos-as en una desconocida y extraña parte del mundo -en un área llana y arenosa con afloramiento de rocas... Proyectándome en el futu­ro próximo, y observando un reactor de ala delta, no como el Concorde sino más avan­zado... Un pequeño pueblo del Oeste de Inglaterra por la mañana temprano... Una pla­za con estatuas de bronce; y una luna llena, aún visible, sobresaliendo los picos montañosos nevados... Una escena rural en alguna parte de Europa… Un sendero natu­ral donde pasé unos minutos focalizando mi atención en la textura de las hojas de las plantas; y los finos detalles de su estructura...

Las peores condiciones climáticas que había experimentado durante el día astral, habían sido la niebla y la neblina o normalmente por la mañana temprano y especial­mente al ocaso.

Mis experiencias de la noche astral habían sido completamente diferentes (y bastan­te menos) y a menudo, más psíquicas.

 

TIEMPO TRANSCURRIDO ANTES DE LA PROYECCIÓN

 

Antes de alcanzar un estado proyectado, a menudo he llegado a ser astralmente cons­ciente y capaz de ver tanto una escena astral, como un número de objetos o incluso gráficos, que pueden ser ordinarios, o a veces simbólicos y ocasionalmente extraor­dinarios...

... Un enorme almacén de construcción no humana, sin nada en él -lo cual vi a 90º del plano físico... Vi una máscara colgada en la pared con un gran ojo rojo, y lo utilicé como "punto de atracción" para la proyección… Estaba tendido entre dos altas paredes azules -podía ver una telaraña y una araña a pocos centímetros de mi cara... Fui consciente de presencias invisibles a mi alrededor - masculinas y femeninas - quienes luego tocaron mi cuerpo en distintos sitios; uno de ellos tocó mi pene con una de sus manos -estaba muy fría, en principio no parecía hacer nada por detenerlas... Un ser llegó y susurró en mi oído: "Relájate, relájate", pero no podía; por alguna razón me sentía muy agitado interiormente; algo me molestaba, algo no era correcto… Vi a una mujer venir hacia mí con un largo camisón, y me habló durante varios minutos en un bajo y uniforme tono de voz - no puedo re­cordar nada de lo que dijo...Vibraciones poderosas "burbujeaban" en mi frente ­vibraciones subsónicas necesariamente bajas, aunque de hecho, podía oírlas en un buen tono (una mejor descripción es que podía sentirlas y escucharlas)... Vi gráficos simbólicos en el aire – tres de ellos en sucesión, cada uno encajado en un círculo; sólo recuerdo el último: cuatro grupos de tres flechas, colocadas cardinalmente, apuntando hacia el punto central.

... Desperté y aún era consciente astralmente, y fui recibido por un coro de armó­nicas voces juveniles, un poco a mi lado izquierdo, cantando “¡Hola! ¡Hola! ¡Hola!". Esto lo encontré completamente encantador - no podía sino reír... Vi una represen­tación gráfica de un chakra, con los pétalos coloreados; fue muy bello y poderoso...

Esto es un caleidoscopio de diferentes experiencias, en diferentes momentos.

 

CREACIÓN DE AMBIENTES

 

Con experiencia, había creado todos los ambientes – proyectándolos mentalmente. Lo chocante es que puedan parecer tan reales que un escrutinio cercano y meticuloso sólo revela que la mente es increíblemente poderosa en el Plano Astral.

He creado también otros cuerpos astrales... bueno, cuerpos-cáscaras. En una ocasión llegué a ser consciente astralmente, pero sin proyección. Pensaba en la forma de una mujer joven tendida encima de mí y ella apareció casi inmediatamente. El cuerpo estaba bien definido, pero lo sentía como una cáscara, vacía de cualquier vida individual. Lo sentía como un cuerpo de verdad pero algo ligero de peso.

Más tarde hice lo mismo, pero esta vez intenté comunicar algo de mi propia fuerza vital a la figura; casi inmediatamente tomó vida, moviéndose en la forma que yo deseaba. Después proyecté mi consciencia en la figura y encontré que estaba miran­do a través de sus ojos, luego bajé a mi cuerpo masculino, después de nuevo a la figura y entonces intenté extender mi consciencia a los dos cuerpos a la vez. De repente tuve una visión dual; me estaba viendo desde ambos puntos de vista.

Fui capaz de mover la figura mientras mi consciencia estaba dentro, y como si fuese mi propio cuerpo astral; y después fui capaz de moverme cuando mi conscien­cia estuvo en mi cuerpo masculino, aunque parecía otra persona.

Estos experimentos pueden impulsar a una gama más amplia, y así lo hicieron. Me las arreglé no sólo para comunicar mi fuerza vital a una "cáscara" dada, que había creado, sino que le di un sentido de personalidad independiente - lo que después generaría sus propios modelos. La interacción con esta creación fue entonces idén­tica a la relación con otro ser.

 

TRAMPA

 

Si la mente puede ser lógica durante la proyección, también puede ser totalmente ilógica. Salí de mi ventana una mañana y fue, justamente al tomar el vuelo, cuando mi cuerpo astral se inmovilizó a 45º de inclinación, con un pie aún sobre la repi­sa de la ventana; a pesar de intentarlo, no podía moverme.

No era consciente de ningún miedo por mi parte -después de todo había volado incontables veces anteriormente; así que ¿por qué estaba sucediendo esto? Tras unos segundos, me hallé de vuelta a mi cuerpo.

Una mañana me proyecté, y deliberadamente tomé mi forma femenina. Aterricé en una calle y comencé a caminar; entonces me encontré con un perro negro al final de la calle. Era amistoso; de hecho, quizás, demasiado amistoso. Intenté tomar vuelo de nuevo con alguna dificultad. Había elevado un pie del suelo cuando me cogió la pierna entre sus dientes y me derribó. Me aparté y renové mi intento; fui un poco más alto esta vez, pero vino hacia mí y me lo impidió de nuevo. Esta vez alcancé la calle contigua, y vino a lanzarse tras de mí; entonces me desvié y corrí a otra calle, luego me elevé. Estaba a unos quince centímetros en el aire, cuando se puso a mi nivel y cogió mi pierna por tercera vez. Después perdí la proyección.

A pesar del persistente perro, no lograba ver la razón de no ser capaz de tomar vue­lo adecuadamente, pero esto puede suceder.

Hace un par de años estaba pasando mi cuerpo astral a través de una ventana de cristal cuando me quedé atrapado en el vidrio y descubrí que no podía moverme. En otra ocasión estaba girando en el aire y fui incapaz de parar el giro.

 

GENTE ANÁLOGA

 

En el nivel astral, a menudo, había encontrado gente que conocía en el plano físico - aún cuando al mismo tiempo las conocía siendo consciente en sus cuerpos físicos: Lo curioso es el lazo entre un nivel de consciencia y otro.

Una noche me proyecté y después bajé a un dormitorio en un pasillo que normalmente estaba ocupado por una amiga muy íntima. Vi a la durmiente en su cama e intenté despertarla – diciéndole que era yo y que estaba proyectado.

Al principio pareció tener alguna dificultad para verme, aunque obviamente sentiría algo - y luego me vio; nos conectamos durante algunos minutos, luego volví de nuevo al cuerpo físico. A la mañana siguiente me enteré de que ella no había estado en esa habitación esa noche, pero que había sentido mi presencia muy fuertemente al mismo tiempo que la proyección tuvo lugar - sin embargo, ¡yo había visto, desperta­do, conversado y hecho el amor con su "análogo yo astral"!.


TRAS VARIOS CIENTOS DE PROYECCIONES, UNA CONCLUSIÓN PARCIAL

 

Independientemente de cuanto haya hecho a través de los años, sé que he alcanzado una gama amplia de aprendizaje, mayormente por la vía del fortalecimiento de mi control sobre lo que hago - no sólo en el Plano Astral, sino en otros niveles también.

Lo que la Proyección Astral hará por ti, lo tendrás que descubrir por ti mismo. Lo que has leído anteriormente es lo que sentí en mis experiencias, pero ellas no pue­den cubrir el espectro total de lo que he hecho o de lo que tú puedes hacer.