Insigne Escritor Gnóstico" y "Gran Maestro de Misterios Mayores de la Logia Blanca".
Aunque fue un prolífico escritor, no se conoce ningún currículum-vitae suyo, ni siquiera para la contratapa de alguno de sus numerosos libros. Toda la información de la que se dispone proviene de las referencias de sus hijos, ya que habiendo fallecido en 1958 a la edad de 61 años, en 1988 (30 años después) la mayoría de sus contemporáneos que pudieran informar sobre sus primeros años han dejado también de existir. Se sabe que tuvo un hermano menor, el último, Salim, y tres hermanas: Celinda, fallecida en Guayaquil, Nazza y Rebicimia, fallecidas en Brasil, país adonde emigraron casadas durante la Primera Guerra Mundial.
Fue una persona hermética en lo que concernía a su vida. En dos de las novelas que escribió: "Adonay" y "El Bautismo del Dolor" (la primera publicada en español y portugués y la segunda sólo en portugués), lo que aconteció a "Adonay" aparentemente son relatos autobiográficos de su vida en Líbano, Cercano Oriente y Francia; no obstante, cada vez que se le preguntó si realmente podrían considerarse como acontecimientos de su vida, eludía sistemáticamente una respuesta objetiva, diciendo que la pregunta carecía de importancia, actitud que mantenía, según explicó a uno de sus hijos, por temor a que se cultivara una reverencia a su persona, a causa de la admiración que le tenían y aun tienen sus discípulos.
ADOUM o ADUM
La ortografía con que escribía su apellido (incluyendo una "o" entre la "d" y la "u") proviene de su pasaporte emitido por autoridades francesas, en cuyo idioma es indispensable escribir "Adoum" para que suene igual que "Adum" en español.
SU INFANCIA
Su infancia debe haber sido difícil, al igual que la de todos los cristianos en Europa Oriental y Cercano Oriente, la ocupación turca revistió extrema crueldad como lo testimonian hechos muy conocidos, provocados por el fanatismo otomano en los países árabes y en Europa.
Las restricciones impuestas por los turcos fueron draconianas, al extremo que les estaba prohibido acercarse al mar y el que lo hiciera recibía disparos de alguno de los gendarmes que vigilaban las playas. Durante la guerra no podían siquiera salar los alimentos ya que la sal escaseaba particularmente entre los cristianos. Sin embargo, los turcos no tenían óbice para que sus súbditos emigraran, razón por la cual concedían pasaportes o salvoconductos para salir del Imperio.
Así, cuando las cosas se pusieron difíciles entre 1900 y 1918, se produjo la avalancha de cristianos libaneses, sirios y palestinos a América y esa es la razón por la que se les dio equivocadamente el gentilicio de "turcos" a todos los inmigrantes que se identificaban con tales documentos.
Nada se sabe de los estudios que hizo, pero en su novela "Adonay" hay evidencias de que inició su investigación sobre las religiones antes de salir del Líbano, país al que jamás regresó, porque se refiere con gran conocimiento a la de los drusos, secta y etnia circunscripta al Cercano Oriente, de la cual hay escasísima información en Occidente.
Alguna vez contó a sus hijos que durante la guerra del 14 se unió al emir Faisal de Siria como su secretario, luchando por la independencia de su país, y cuando le preguntaron por qué continuó a su lado él explicó que una frase inoportuna suya había cambiado su vida y tal vez la de su país, agregando: "El emir me invitó a volver con él cuando me ubicó aquí, pero ya era demasiado tarde".
Hacia 1916 llegó a su casa la noticia de que había muerto en el frente, su padre y su hermano decidieron hipotecar a un usurero las tierras de la familia y venir a América; sin embargo, no había muerto y al fin de la guerra regresó a su casa en busca de refugio, perseguido, sin la protección del emir Faisal y con la cabeza puesta a precio por ser nacionalista, encontró que la heredad ya no les pertenecía y que los suyos habían venido a Ecuador.
LLEGA A AMÉRICA
Enseguida abandonó Líbano y ningún conocido volvió a saber de él hasta 1924, cuando llegó a nuestro país (Ecuador). Proveniente de Francia, estudiando, porque cuando llegó a Ecuador hablaba y escribía correctamente francés, lengua que no se enseñaba en colegios ni universidades de Líbano sino a partir de 1918.
Sabía Medicina Naturista, Hipnotismo y Sugestión, que no eran materias de las escuelas de Medicina de la Europa de esa época, lo cual pone una interrogante adicional en la investigación de lo que pudo haber hecho en ese lapso. Lo más probable es que tempranamente se decepcionó de la Medicina Clásica y orientó sus estudios hacia la especialidad que después cultivó.
Llegó con la salud quebrantada, en busca de los suyos, pero tuvo la sorpresa de no encontrarlos porque padre y hermano, uno después de otro, habían viajado a Brasil, donde residieron hasta su muerte.
CONOCE A QUIEN SERÁ SU ESPOSA
Los médicos le recomendaron que se radicara en la Sierra porque el clima de Guayaquil sería fatal para él. El Dr. Abel Gilbert le diagnosticó tuberculosis y pronosticó tres meses de vida. Fue así como decidió viajar a Ambato, donde, superados sus males, que estaban lejos de ser la terrible enfermedad de esos tiempos, conoció por un amigo, que en Machala acababa de enviudar un señor Villamar, a quien sería su esposa: Juana Aguad Barciona, libanesa, hija única, que vino con sus padres cuando tenía 5 años de edad y casaron por poder.
Con ella procreó cinco vástagos: Violeta, Jorge Enrique, Handel, Wagner (fallecido en 1977) y Nancy.
DESINTERÉS POR EL DINERO
Ambato en 1924 era una ciudad poco apta para poner de manifiesto su talento. Sin poder ejercer la Medicina que él conocía ("¡Quién querría o podría tomarme exámenes! explicaba años más tarde a sus hijos) trató de sobrevivir con el comercio pero descubrió que no tenía aptitud para esa rama. Y de hecho el resto de su vida mostró un total desinterés por el dinero, lo que justificaba su fracaso como comerciante.
Cuando algún amigo acudía a él en busca de salud, era incapaz de cobrar por el tratamiento. Aun, posteriormente, cuando tuvo autorización para ejercer, consideraba indigno recibir honorarios por curar enfermos, causando la natural irritación de su esposa, quien tenía que enfrentar las estrecheces económicas de un hogar de cinco hijos; por eso y mientras ejerció la Medicina, siempre se atuvo a la generosidad de sus pacientes sin pedirles jamás un centavo.
EL ARTISTA
En el aislamiento cultural que mantuvo en Ambato se dedicó a la pintura con razonables resultados en lo formal y artístico y deplorables en lo económico, pero en el campo intelectual se ahogaba. Para combatir el tedio aprendió a tocar música clásica en violín, tradujo y publicó "Las Alas Rotas" de Khalil Gibrán, dando a conocer probablemente por primera vez en Ecuador a este renombrado poeta y "La Moderna Eva" de Nicolás Hadad, otro notable escritor libanés.
EL MÉDICO
Con respecto a su ejercicio de la Medicina se deben señalar algunos hechos sorprendentes, de los cuales informan sus hijos con suficiente conocimiento porque fueron testigos presenciales.
Para el cuerpo médico de Ecuador en la década de 1930, cerrado a innovaciones o investigación de nuevas técnicas, Adoum no pasaba de ser un brujo irresponsable, a pesar de que quienes acudían a él lo hacían sólo cuando los médicos académicos los habían desahuciado.
En 1935 buscó horizontes más amplios en Quito y se mudó con su familia a la capital. Allí, con mejores elementos culturales, pudo desarrollar su capacidad aunque siempre dentro de extremadas limitaciones.
Publicó una revista teosófica "Yo Soy", cuya circulación se producía en el exterior, siendo muy limitada su venta en el país. Ese año atendió al Jefe Supremo Ing. Federico Páez de la grave dolencia que éste sufría y fue recompensado con una autorización para poder ejercer libremente la Medicina en el Ecuador.
Entre las curaciones importantes que realizó está la de una señora llamada María de León, quien sufrió terribles ataques de asma durante muchos años, habiendo visitado a cuantos médicos conocía, sin resultado alguno. Adoum le dio un tratamiento de hipnosis y prescribió que a las cinco de la mañana caminara sin zapatos sobre el césped del parque El Ejido de Quito.
María de León, al cabo de pocos meses, dejó de tener ataques de asma.
Hacia 1978 (43 años después) una revista médica de la Unión Soviética publicó que los médicos rusos estaban experimentando el tratamiento del asma, mediante marchas sobre el césped, en la madrugada, pues durante la noche, los rayos cósmicos, beneficiosos para los asmáticos, se acumulan en las hojas y pueden ser aprovechados por los pacientes antes de que el sol y el tránsito reduzcan su potencia.
Adoum jamás reveló cuál era la fuente donde aprendió ese tratamiento y tampoco vivió lo suficiente para poder leer el artículo mencionado.
A su hijo Wagner le curó la tiña, temido mal porque aun no se habían descubierto los antibióticos. A su hijo Handel, cuando tuvo terribles dolores de cabeza que desconcertaron a los médicos, desde Buenos Aires, por carta, sólo en base a los síntomas, le diagnosticó acertadamente envenenamiento tabacal.
Adoum jamás ejerció la medicina en otro país que no fuera Ecuador; sin embargo, cuando algún amigo le pedía consejo, se lo daba, aparentemente con éxito, porque siempre acudía algún amigo de su amigo, también en busca de consejo.
De esta manera propagando su renombre como médico acertado.
Sus curaciones debieron ser notables y bastante conocidas no sólo en Ecuador sino en Sudamérica, si se juzga con el siguiente incidente que le contrarió en Buenos Aires.(ver más adelante donde dice: "En 1955 viajó a Buenos Aires..."
EL ESCRITOR
Hacia 1940 publicó en Quito su primer libro, "Poderes", empleando el seudónimo de "Mago JEFA" que identificó su producción literaria posterior y que consiste en las iniciales de su nombre, más la del nombre de pila de su padre según la usanza de los árabes (JEFA es igual a Jorge Elías Francisco Adoum).
Este libro despertó gran interés en toda Latinoamérica y escasa atención en el país. A éste le siguieron "Las llaves del Reino Interno" (1941), "Adonay" (1942), "La Zarza de Oreb" (1943), y "Revivir lo Vivido", editada ésta en 1945 como la última cuya impresión se hizo en Ecuador.
En 1943 se independizó Líbano y fue fundador y primer presidente del "Centro Cultural Árabe" de Quito, cuyo órgano de publicidad fue la revista "Oasis" de la cual llegaron a salir 16 números en tres años. En ella se publicaron artículos de notables escritores de Quito y del país, al convertirse en uno de los poquísimos medios de comunicación que existían en la capital. Las ceremonias de inauguración tuvieron lugar en la casa de Saadin Dassum que fue electo Vicepresidente y Antonio Chediack administrador.
SATISFACCIONES EN EL CAMPO ESPIRITUAL
Para 1946 era una figura conocida en el continente sudamericano, en el campo esotérico. Recibió una invitación de Chile para que dictara algunas conferencias y allí aprovechó para publicar su nuevo libro "El Pueblo de las Mil y Una Noches" (1946) en un lugar donde su demanda era mucho mayor que en Ecuador. Su intención fue permanecer en Santiago por tres meses, pero sus compromisos jamás le dejaron regresar en otra condición que de visita a su familia. Volvió algunas veces hasta 1953, año en que murió su esposa.
Desde 1946 su existencia cambió totalmente y fue llena de satisfacciones personales en el campo espiritual y la admiración que sus discípulos tenían por él rebasa toda ponderación. La generosidad de éstos hizo que las estrecheces económicas que sufrió en Ecuador se superaran sin esfuerzo.
Vivía indistintamente entre Chile, Argentina y Brasil haciendo giras. Finalmente, en 1950, decidió establecerse en Río de Janeiro, desde donde visitaba otros países. La venta de sus libros se multiplicó y continúan siendo éxitos de librerías en América Latina.
En los años cincuenta, en vida suya, se constituyó en Brasil la "Comissáo Divulgadora das Obras do Dr. Adoum", cuya sede está aun en Santos Dumont, estado de Minas Gerais y se ocupa principalmente de la difusión de las enseñanzas y escritos de quien ha sido considerado un maestro en ese tipo de investigaciones.
En 1955 viajó a Buenos Aires y alguien cometió la indiscreción de dejar saber en qué hotel se alojaría. Se hospedó tranquilamente la noche de su llegada y a la mañana siguiente la policía acudió a su habitación a pedirle que dejara la ciudad a la brevedad posible. Le resultó totalmente incomprensible esa descortés actitud porque aun no se había enterado que el hall de hotel estaba lleno de gente en silla de ruedas, con muletas y caras demacradas, que querían visitar al Dr. Adoum por razones médicas; hecho que obligó a la administración a llamar a la policía.
FALLECE EN BRASIL
El 4 de mayo de 1958 falleció en Río de Janeiro a causa de un derrame cerebral y cumpliendo su voluntad está enterrado en la ciudad de Petrópolis, Brasil, donde le recuerdan como "JEFA EL VENERABLE". De sus discípulos ecuatorianos más conocidos cabe destacar la enorme admiración que por él tuvo el poeta César Dávila Andrade, para quien las enseñanzas de Jorge Adoum tuvieron mucho significado.
SUS CARACTERÍSTICAS PERSONALES
En cuanto a sus características personales, era alto, grueso, muy esbelto, de caminar imponente y cuidadoso en el vestir. Su mirada, jamás inexpresiva, era penetrante e inspiraba temor o ternura, según quien fuera el interlocutor. Hablaba muy claramente, en voz nunca alta pero siempre claramente audible, de tono firme y seguro. Tanto el español como el francés lo hablaba casi sin acento, con mucha propiedad.
En sus conferencias, como siempre sucede, se hacían presente sus detractores; pero Adoum sabía emplear el humorismo con mucha agilidad para desviar la controversia hacia la carcajada. Nadie recuerda haber presenciado un altercado suyo con otra persona, lo que conduce a creer que tenía un gran poder de convicción o habilidad para encontrar soluciones de armonía. Gustaba polemizar con quienes no pensaban como él, más no intentaba imponer sus creencias. Al discutir con Adoum se tenía la impresión de que sólo trataba de conocer cómo eran los puntos de vista ajenos, por mera curiosidad.
Su pasatiempo en los últimos años de su vida fue el cine, al que acudía con un estricto sentido de distracción, sin mayor análisis artístico de la película que iría a espectar. En Quito, los domingos, solía reunir en casa a almorzar a sus pocos amigos, casi todos compatriotas, tocaban laúd y cantaban música árabe, eran reuniones alegres y fraternales. Poderes o el Libro que Diviniza.
Como padre fue severo y exigente, predominando ante sus ojos el cumplimiento del deber como principio fundamental de vida. De hecho, él fue exigente por igual consigo mismo y se auto concedía muy poco margen para distracciones, en un perenne estudiar desde la hora de levantarse hasta la de acostarse.
Solía madrugar y comenzaba el día con sus ejercicios respiratorios, de los cuales formaban parte ciertos sonidos de las cuerdas vocales, muchos de ellos con la boca cerrada, tenuemente emitidos, muy prolongados, que variaban de tonalidad.
Sus libros tratan de las fuerzas interiores que, sin conocer de poseerlas, tiene el hombre. Varias de sus obras descubren significados ocultos en las escrituras sagradas de todas las religiones, particularmente del Cristianismo. Según sus propias palabras el objetivo de las religiones es acelerar la evolución del hombre, pero es inútil revelar a todos las mismas enseñanzas, porque lo que puede ser ayuda para unos es incomprensible y perjudicial para otros; no obstante, mientras no consiga transformarse cada uno en su propia religión, el hombre continuará sintiendo la necesidad de un culto institucionalizado. Las religiones, dice, fueron dadas a los pueblos y deberían satisfacer las necesidades de cada uno de ellos porque, en caso contrario, no satisfarán a su evolución. Dice que todas las religiones tienen un origen común y que las divergencias entre ellas se deben a la diferencia de nivel del desenvolvimiento mental de sus adeptos.
En "Esta es la Masonería" analiza el contenido esotérico de la masonería y los pasos que deben darse para lograr la superación y la maestría. Intentó escribir sobre los 33 grados pero la muerte lo sorprendió al concluir el noveno. "Del Sexo a la Divinidad" estudia la historia de los misterios de las religiones, el poder creador, la llave de los misterios y el principio puro de las religiones. "Yo Soy" es una colección de afirmaciones para lograr la auto superación. "Poderes", dentro de la misma línea, habla de las llaves del saber, del querer y del nuevo nacimiento. "Cosmogénesis" analiza la relación del espíritu con la naturaleza. "La Magia del Verbo" se ocupa del poder espiritual y científico de las palabras. "La Zarza de Oreb" es una introducción a los grandes misterios del cuerpo humano. "El Génesis Reconstruido" trata de la relación del hombre con las fuerzas cósmicas. "El Pueblo de las Mil y Una Noches" trata de las religiones de Oriente, con un profundo conocimiento de la historia de esos pueblos. Fue un hombre culto y conocía la situación del Medio Oriente.
SUS LIBROS
Los libros que publicó son los que siguen. Junto al título se indica el número de ediciones que se han hecho hasta 1988:
Adonay
Cómo Sentir y Disfrutar la Felicidad
Cosmogénesis
Del Sexo a la Divinidad
El Bautismo del Dolor
El Génesis Reconstruido
El Libro sin título de un Autor sin Nombre
El Pueblo de las Mil y Una Noches
El Reino
Esta es la Masonería: 9 libros, 7 tomos:
El Aprendiz y sus Misterios
El Compañero y sus Misterios
El Maestro Masón y sus Misterios
El Maestro Secreto y sus Misterios
El Maestro Perfecto y sus Misterios
El Secretario Intimo, Maestro Inglés (6° tomo)
El Preboste y Juez o Maestro Irlandés (6° tomo)
El Intendente de los edificios o Maestro en Israel (6° tomo)
Grado del Maestro Elegido de los Nueve
Poderes o el Libro que Diviniza
La Magia del Verbo
La Zarza de Horeb
Las Llaves del Reino Interno
Rasgando Velos
Revivir lo Vivido
Yo Soy
Veinte días en el Mundo de los Muertos
Quedaron inéditos algunos libros del Mago JEFA, tales como:
1. El Evangelio de la Paz
2. El Germen de la Vida
3. Los Ejércitos de la Miel
4. Rumbo a los Misterios
y el paradero de los originales de otros es ignorado. Algunas de sus obras se agotaron en la primera edición y es difícil encontrar un ejemplar para hacer una nueva. De ello se ocupa actualmente la "Comissáo Divulgadora das Obras de Jorge Adoum".
En "Adonay", publicado en 1942 (aun no nacía siquiera el Estado de Israel y la Segunda Guerra Mundial estaba en todo su furor) presagia los terribles tiempos que iban a venir para Líbano, Siria y Palestina, por la forma con que se conducía la política de esos países liberados de los turcos.
Como dato curioso cabe también mencionar que Adoum practicaba como pasatiempo la lectura de la suerte a través de la ceniza de los cigarros y los conchos de las tazas de café, técnicas muy antiguas en el Oriente para esta clase de hobbies.