domingo, 9 de janeiro de 2022

Gilles Quispel - La Interioridad de la Gnosis

Escribí mi primera carta a Gilles Quispel en el otoño de 1968. Yo había leído en holandés su tesis sobre Tertuliano; Quispel me respondió en francés -que hablaba con tanta elegancia- abriéndome a la vez su corazón y su tesoro. Si yo tuviera que resumir la enseñanza más valiosa que me transmitió, lo haría con las palabras "interioridad de la Gnosis", o lo que es lo mismo: "la superioridad de la imaginación sobre la razón".


Es en vano que hablemos del Primer Padre y del Demiurgo, de la Hebdómada y de la Ogdóada, de la creación del Hombre y del génesis del mundo, si creemos que todos estos seres existen fuera de nosotros. Lo que realmente somos no tiene nada que ver con el cuerpo de tres dimensiones. Nosotros no somos el cuerpo y no estamos dentro de él, tal como concebimos también el espacio donde se ubica. No existe nada exterior a nuestra esencia. Nada sería inteligible si no tuviésemos en nosotros los principios.


Es por lo que "quien se conoce a sí mismo conoce el Todo", como nos explicaba Gilles Quispel en Quebec en 1978, entonces citaba el Evangelio y el Libro de Tomás, el Poimandres y las Definiciones de Hermes Trismegisto a Asclepio, de los que le había enviado mi primera traducción. Pero para conocerse a sí mismo, hay que ir más allá de la razón y "comprenderse en el intelecto". Porque la racionalidad del Logos es inseparable del discurso: encadenando sin fin palabras sonoras (aún cuando se piensan en si mismas), que causan la dispersión del espíritu.


Así es como Sophia se agotaría en vanas argucias para conocer al Padre, si no hubiera sido retenida por El Límite. O El Límite, que es quien pone fin al movimiento y dispersión, es una función del Intelecto, estable e inquebrantable. El Intelecto no tiene necesidad de moverse, porque abarca todo, con una sola mirada. Es la radiación de la Fuente que se refleja en su propia luz. Y, según el juego de palabras herméticas queridas por Gilles Quispel, esta luz primordial es al mismo tiempo el primer Hombre inmortal, accidentalmente convertido en mortal: Phóos o Phoós. Todo depende, como escribe Zósimo, si se acentúa la primera o la segunda letra Omega.


Esto que en nosotros se parece más a la luz del Intelecto, es la imaginación. No es lo que Sartre describe como la facultad de "distorsionar las imágenes", sino la intuición que permitió a Einstein hacer "experiencias de pensamientos". (Y antes que él, Newton, ferviente Hermético, contemplando la simple caída de una manzana, tener la deslumbrante intuición de la gravitación universal). La imaginación preside los ejercicios espirituales que nos ayudan a superar nuestro ser individual para conocer el Todo. Cualquiera que tenga éxito una vez en este paso se volverá diferente de lo que era antes. Según Hermes, será regenerado. Gilles Quispel vio en esta transformación el final de la experiencia Gnóstica, "Gnosis als Erfahrung".


Porque hay que elevarse de la existencia de aquí en la tierra a la inmortalidad inteligible, la primera señal que está destinada a nuestro ser de carne es necesariamente estética. Tertuliano se burló del Pathos Valentiniano. Lo satirizaba como la grotesca puesta en escena de una negada tragedia. Gilles Quispel me hizo sensible a la poesía conmovedora de algunos fragmentos auténticos que nos quedan de Valentín: el terror de los ángeles a la vista del prototipo humano, la disminución lamentable del alma convertida en albergue para patanes. Quien no se deja penetrar por la emoción, antes de ser capaz de analizar estos textos, se condena a no comprenderlos o a perder lo esencial: "Gnosis and Culture", y Valentin como director espiritual así como Buda o Epicteto.


Sobre el origen de la "semilla espiritual" llamada a transformarnos, a Gilles Quispel le gustaba citar el Tratado de Tertuliano "Contra los Valentinianos" (27,2-3) "no es un atributo natural, sino un don gratuito, ya que Achamoth lo ha hecho llover desde arriba en las almas buenas". Gran lector de las Epístolas de Pablo, Gilles Quispel tenía un agudo sentido de lo que era la Gracia: una pura liberalidad, que nos libera del determinismo. Consecuentemente, la semilla del Espíritu no es una molécula, un gen, un principio biológico autoactuante (porque entonces dejaría de ser una Gracia): es una virtualidad que sólo se hace efectiva si es co-educada con un alma buena. Porque el alma es buena y no es sofocada por la semilla, es necesario primero preservarla del mal o, dicho de otra manera, de los vicios de los que Ireneo de Lyon y los heresiólogos acusaron injustamente a los Valentinianos. Pero también debe despertar por la interiorización de los mitos, e instruirse por el camino de los antiguos.


Mejor que otros, Gilles Quispel fue capaz de darse cuenta de esta ruta psicológica. Puso en juego el papel de estimulador de "Preguntas" (zêtêmata) destinadas a despertar a los principiantes, como la "Epístola a Reginos" o la "Carta a Flora". Su larga asociación con Carl Gustav Jung le hizo concebir la dimensión arquetípica del mito de Sophia, tomado de los "Gnósticos" y domesticado por los Valentinianos (que todavía parecen no conocer ni el Evangelio de la Verdad, ni el Tratado Tripartito). En la medida en que llega a las profundidades del alma, el camino Gnóstico necesariamente trasciende todos los cultos, es indiferente a los siglos, va más allá de las divisiones religiosas. Es por eso que también podemos estudiar el "Evangelio de Tomás", "Herman Hesse y la Gnosis" y "Apocalípsis y Gnosis de Job a Jan van Eyck".


Estableciendo sucesivamente "Christliche Gnosis, jüdische Gnosis, hermetische Gnosis", Gilles Quispel propone al lector occidental un tipo de trayectoria a la vez espacial y cronológica: de lo más cercano a lo más lejano, de los tiempos reales a las edades mitológicas. Desde un punto de vista estrictamente documental, los textos atribuidos a Hermes Trismegisto son más recientes que la Torah. Pero la declaración de Thoth es más antigua, y el mito atribuído por Platón (Timeo 22b) al sacerdote de Sais hace de Egipto la única fuente de toda la memoria humana.


Los escritos herméticos nos invitan a volver a la era primordial de la comunión de los hombres y los dioses. Las estatuas animadas que habitaban los templos, rodeados de ofrendas y de la devoción de los egipcios, nos ayudan a volver con la imaginación hacia esos benditos orígenes. Quien se presta a este ejercicio, no en retiro, sólo una especie de revelación universal (o luz natural), común a toda la humanidad, encuentra la Gracia y las facultades del primer Hombre salido de la Inteligencia Divina.


Sabio traductor y comentarista del Asclepio, Gilles Quispel se adhiere a la eficacia de este mito. Vio, como él me dijo alguna vez, la fuente profunda de la verdadera tolerancia -no indiferente, pero atenta a todas las religiones- que fue el genio mismo de las Provincias Unidas. Este fue El Cráter donde se restableció para revivir su propia interioridad. Casualidad o Providencia, Osiris le había fijado por siempre en el Nilo.



Jean-Pierre Mahé

Membre de l'Institut de France

Académie des Inscriptions et Belles-Lettres

Oráculos Caldeos

DIOS ES ÉL

1.- Que tiene la cabeza de halcón. El mismo es el Primero, incorruptible, eterno, indivisible, no engendrado, distinto, el dispensador de todo bien. Indestructible y la máxima bondad. El más sabio de los sabios. El es el padre de la equidad y la justicia. Autodidacta, físico, perfecto y sabio. El inspira la filosofía sagrada.

2.- Los teurgos aseguran que El es un dios y lo celebran como anciano y como joven, como a un dios en movimiento y eterno que sabe el número total de todas las cosas que se mueven en el mundo, y es infinito por medio de su poder y comunica energía a la fuerza espiral.

3.- El Dios del universo, eternamente infinito, joven y anciano, poseedor de la fuerza espiral.

4.- Pues el eterno aeón es la causa de la única vida cesante, de poder infatigable y energía poderosa.

5.- De aquí que el Dios inescrutable es llamado El Silencio por los divinos y se dice que consiente con la mente, y se da a conocer a las almas humanas sólo por la mente.

6.- Los caldeos llaman al dios Dionisio, Jao en fenicio, y también le llaman Sabaoth, significando que El está sobre los siete polos; que es el Demiurgo.

7.- Incluyendo todas las cosas en la cumbre de su propia hyparxis y subsistiendo El en forma plena más allá de todo límite.

8.- Midiendo y limitando todas las cosas. Así pronunció las palabras.

9.- Pues nada imperfecto emana del Principio del Padre.

10.- El Padre no infundió temor, sino persuasión.

11.- El Padre había aprehendido El mismo y no restringió su fuego a su propio poder mental.

12.- Tal es la mente que se halla excitada ante la energía, cuando aún no había surgido, sino que moraba en la profundidad paternal, y en el templo de Dios alimentaba al Silencio.

13.- Todas las cosas han surgido de ese único Fuego. El Padre perfeccionó todas las cosas, y luego las envió sobre la Segunda Mente, a quien todas las naciones de los hombres llaman la Primera.

14.- La Segunda Mente conduce al mundo del empíreo.

15.- Lo que el Inteligible dijo, lo dijo por medio del entendimiento.

16.- El poder está con ellos, más la mente deviene de Él.

17.- la Mente del Padre monta sobre los guías sutiles que brillaron con las huellas del fuego inflexible e implacable.

18.- Después de la concepción paternal, yo, el alma, resido en un calor que anima a todas las cosas. Pues El colocó al Inteligible en el alma, y al alma en el cuerpo burdo. De la misma manera, el Padre de los dioses y de los hombres los colocó en nosotros.

19.- Las obras naturales coexisten con la luz intelectual del Padre, pues es el alma quien adorna el vasto cielo y lo ornamenta después del Padre, más su dominio está establecido en lo alto.

20.- El alma, por ser un fuego brillante, por el poder del Padre permaneció inmortal, y es señora de la vida al llenar los numerosos huecos en el seno del mundo.

21.- En los canales entremezclados realizó las obras del Fuego incorruptible.

22.- Pues no es en la materia donde el fuego que es el primero, encerró su poder activo, sino en la mente, pues el modelador del mundo ígneo es la Mente de las mentes.

23.- Quién surgió primero de la mente, envolviendo un fuego con otro fuego, uniéndolos, de manera que pudiera mezclar los cráteres fundamentales manteniendo inmaculado el brillo de su propio fuego.

24.- Y desde ahí un remolino de fuego bajó la brillantez de la llama flamígera, penetrando los abismos del universo, para desde ese lugar extender sus maravillosos rayos hacia abajo.

25.- La Mónada existió primero y la Mónada Paternal aún existe.

26.- Cuando la Mónada se extiende, la Díada es generada.

27.- Y junto a El está la Díada sentada, brillando con secciones intelectuales para gobernar todas las cosas y ordenar todo lo desordenado.

28.- La Mente del Padre dijo que todas las cosas deben ser divididas en tres. Su voluntad asintió e inmediatamente todas las cosas se separaron de esta forma.

29.- La Mente del Eterno Padre dijo: en tres gobernando todas las cosas con la mente.

30.- El Padre mezcló todo espíritu de esta Tríada.

31.- Todas las cosas son suministradas del seno de esta Tríada.

32.- Todas las cosas son gobernadas y subsisten en esta Tríada.

33.- Pues debes saber que todas las cosas se inclinan ante los tres supremos.

34.- De ahí surgió la forma de la Tríada, por ser preexistente, sin ser la primera esencia sino el medio por el cual todas las cosas son medidas.

35.- Y apareció en ella virtud y sabiduría, y la verdad multisciente.

36.- Pues en cada mundo brilla la Tríada, sobre la cual rige la Mónada.

37.- El primer tránsito es sagrado. En el lugar medio transita el Sol, en el tercero la Tierra es calentada por el fuego eterno.

38.- Exaltados sobre lo alto y animando la luz, el fuego, el éter y los mundos.

39.- La Mente del Padre giró con un rugido haciendo eco, concibiendo por voluntad invencible ideas uniformes, las cuales surgieron volando de esa fuente, pues la voluntad y el fin eran igualmente del Padre (por lo que están conectados con el Padre de acuerdo a un fuego alternante a través de diferentes vehículos), más fueron divididas en dos por medio del fuego intelectual distribuido en otros intelectuales. Pues el Rey de todo había colocado ante el mundo polimorfo un tipo intelectual incorruptible, la impresión de cuya forma es enviada a través de todo el universo y por medio de los cual el mundo brilló vestido con ideas diferentes, de las que el fundamento es Uno, sólo Uno. De éste surgieron las demás, se distribuyeron y se separaron a través de los diferentes cuerpos del universo, y nacieron en enjambres de sus vastos abismos, girando siempre en radiación ilimitada.

Ellas son concepciones intelectuales del fundamento paternal, y participando abundantemente de la brillantez del fuego en la culminación del incesante tiempo.

La fuente primaria auto-perfecta del Padre produjo estas ideas primigenias.

40.- Estas, siendo muchas, descendieron resplandecientes sobre los brillantes mundos, y en ellas están contenidos los tres supremos.

41.- Ellos son los guardianes de las obras del Padre y de la Mente Única, la que es inteligible.

42.- Todas las cosas subsisten juntas en el mundo inteligible.

43.- Más todo intelecto entiende la deidad, ya que el intelecto no existe sin El Inteligible, pero El Inteligible tampoco puede subsistir separado del intelecto.

44.- Pues el intelecto no existe sin el inteligible. Separado de El no sobrevive.

45.- Por medio del intelecto El contiene los inteligibles y presentará el Alma a los Mundos.

46.- Por medio del intelecto El contiene los inteligibles y presenta el Sentido a los Mundos.

47.- Pues este intelecto paternal, que comprende los inteligibles y adorna las cosas inefables, ha sembrado símbolos a través del universo.

48.- Este orden es el principio de toda sección.

49.- El Inteligible es el principio de toda sección.

50.- El Inteligible es alimento para lo que entiende.

51.- Los Oráculos concernientes a los órdenes lo exhiben como anterior a los Cielos, como inefable y además: "Tiene Silencio Místico".

52.- El Oráculo llama al Inteligible causas ligeras, y afirma que, procediendo del Padre, regresan hacia Él con diligencia.

53.- Estas naturalezas son tanto intelectuales como inteligibles, las que, poseyendo ellas mismas intelecto, son los objetos de inteligencia para otras. El segundo orden de la filosofía platónica era la "Tríada inteligible e intelectual". Entre los caldeos este orden incluye los Iynges, Sinoches y Teletarchs. La Tríada intelectual de los platónicos tardíos corresponde a la fuente, los Padres Primarios, Cosmogogy de los caldeos.

54.- Los Iynges inteligibles adquieren el conocimiento de sí mismos del Padre, por consejos inefables son movidos al entendimiento.

55.- Porque es el Operador; porque es el Dador de Vida que porta el Fuego; porque llena la vida, produciendo el pecho de Hécate, e inspira en los Synoches la fuerza vivificadora del Fuego, investido con poderoso poder.

56.- Él aportó sus propios remolinos para que guardaran a los Supremos, mezclando la fuerza adecuada de su propia energía en los Synoches.

57.- Tanto como para que sirvieran a los Synoches materiales.

58.- Como Teletarchs están comprendidos en los Synoches.

59.- Rhea, la fuente y río de los benditos intelectos, habiendo recibido los poderes primeramente de todas las cosas, en su inefable seno, derrama la generación perpetua sobre todas las cosas.

60.- Pues es la unión de la Profundidad Paternal y la fuente de los intelectos.

61.- Pues Él es un Poder de energía diáfana y circundante, brillando con secciones intelectuales.

62.- Él brilla con secciones intelectuales, y ha llenado todas las cosas con amor.

63.- Todas las cosas están subordinadas ante los Remolinos Intelectuales del Fuego Intelectual, a través del consejo persuasivo del Padre.

64.- ¡Oh, cómo tiene el mundo Regentes Intelectuales inflexibles!

65.- El principio masculino de Hécate corresponde con el de los Padre Originales.

66.- De Él surgen el Amilicti, los truenos implacables y el remolino que recibe el corazón de la energía espléndida de Hécate, Padre engendrado, y quien circunda el brillo del fuego y el espíritu fuerte de los Polos, más allá de todo fuego.

67.- Hay otra fuente que guía al Mundo Empíreo.

68.- La Fuente de las fuentes y el Límite de todas las fuentes.

69.- Bajo dos Mentes la fuente generadora de vida está comprendida.

70.- Bajo ella existe la Unidad Principal de los Inmateriales. Siguiendo la Tríada Intelectual estaba el Demiurgo de quien proceden las Órdenes Esenciales y Afables, incluyendo todo tipo de Demonios y el Mundo Elemental.

71.- El Padre engendró la Luz, que sola había reunido de la Energía del Padre, la flor de la mente, y tiene el poder de entender a la mente paterna y alienta dentro de todos los fundamentos y principios el poder del entendimiento, y la función de la evolución incesante.

72.- Todos los fundamentos y principios giran y permanecen siempre en incesante revolución.

73.- Los principios que han comprendido las obras del Padre que Él ha investido en obras sensibles y cuerpos, son uniones intermedias para conectar al Padre con la materia, volviendo aparentes la imágenes de las naturalezas evidentes e inscribiendo lo verdadero en la forma simulada del mundo.

74.- Typhon, Echidna y Python son la progenie de Tártaros y Gaia, que fueron unidos por Urano, formando cierta tríada caldea, inspectora y guardiana de todas las fabricaciones desordenadas.

75.- Hay ciertos demonios irracionales o elementales sin mente, que derivan su subsistencia de los Regentes Aéreos, por lo cual el Oráculo dijo que son los conductores del carro de los perros aéreos, terrestres y acuáticos.

76.- Los acuáticos cuando se aplican a naturalezas divinas significan un gobierno inseparable del agua, de ahí que el Oráculo los llame los Dioses Acuáticos, Caminantes del Agua.

77.- Hay ciertos elementales del agua, a los que Orfeo llama Nereidas, que moran en las exhalaciones más elevadas del agua, tal como aparecen en el viento tempestuoso, y cuyos cuerpos son vistos en ocasiones, como lo enseñó Zoroastro, por ojos agudos, especialmente en Persia y África.


III Parte

Almas particulares

Alma, Vida, Hombre


78.- El Padre concibió ideas, y todos los cuerpos mortales fueron animados por Él.

79.- Pues el Padre de los dioses y de los hombres colocó la mente (Nous) en el alma (Psyque) y colocó ambas en el cuerpo humano.

80.- La Mente Paterna sembró símbolos en el Alma.

81.- Habiendo mezclado el Aliento Vital de dos sustancias relacionadas, la mente y espíritu divino, como tercero a éstos, añadió el amor bendito el venerable Conductor uniendo todas las cosas.

82.- Llenando el Alma con profundo amor.

83.- El Alma del hombre ciñó en cierta forma a Dios para sí misma. No teniendo nada mortal, ella está totalmente embriagada con Dios pues ella se glorifica en la armonía bajo la cual subsiste el cuerpo mortal.

84.- Cuanto más poderosamente perciban las almas la verdad por sí mismas, más serán de una naturaleza inventiva. Tales almas son salvadas a través de su propia fuerza, de acuerdo con el Oráculo.

85.- El Oráculo dijo que las almas ascendentes cantan un peán.

86.- De todas las almas, son especialmente benditas aquellas que son derramadas del cielo hacia la tierra, y ellas son felices y tienen vigor inefable en cuanto proceden de tu espléndido Ser, ¡Oh Rey! o del propio Jove bajo la fuerte necesidad de la alegoría.

87.- Las almas de quienes dejan el cuerpo violentamente son más puras.

88.- Los sostenes del alma que le dan aliento son fáciles de soltar.

89.- Pues cuando ves un alma liberada, el Padre envía otra, para que el número sea completo.

90.- Por medio del entendimiento de las obras del Padre, evitan la imprudente ala del destino. Ellas están colocadas en Dios, extrayendo poderosos portadores de Luz descendiendo del Padre, de quien al descender, el alma recoge de los frutos del empíreo la flor nutriente del alma.

91.- Este espíritu anímico que bendijo a los hombres, ha llamado al alma neumática, y se convirtió en un dios, en todos los diferentes demonios y en una imagen desencarnada, y en esta forma de alma sufrió sus castigos. Los Oráculos también se ajustan a este relato, pues comparan el destino del alma en el Hades, con las visiones ilusorias de un sueño.

92.- Una vida tras otra, de fuentes ampliamente distribuidas. Pasando de arriba hacia la parte opuesta, a través del centro de la tierra y hacia la quinta mitad, centro ígneo donde el fuego portador de la vida desciende tan lejos como el mundo material.

93.- El agua es un símbolo de vida, de ahí que Platón y los dioses anteriores a él la llamaron (al alma) en un tiempo, el agua total de vivificación, y en otro tiempo, fuente verídica de ella.

94.- ¡ Oh hombre de naturaleza osada, sutil producción !

95.- Pues tu vaso las bestias de la tierra habitarán.

96.- Desde el momento que el alma perpetuamente pasa a través de muchas experiencias en cierto espacio de tiempo, el cual habiéndose terminado, es impulsada a regresar y pasar nuevamente por todas las cosas y desenvolver un alma similar de generación en el mundo, de acuerdo con Zoroastro, quien pensaba que tan frecuentemente como regrese la misma causa, se producirán los mismos efectos.

97.- De acuerdo con Zoroastro, la envoltura etérea del alma perpetuamente se sucede en nosotros.

98.- Los Oráculos enviados por los dioses celebran los fundamentos esenciales de cada alma: el empíreo, el etéreo y el material. Estos fundamentos ellos los separan de Zoogonothea, la diosa vivificante, Rhea, de quien, suspendiendo todo destino, crean dos series u órdenes: una anímica o perteneciente al alma, y la otra correspondiente al destino. Ellos declaran que el alma se deriva de la serie anímica, pero que en ocasiones se convierte en subordinada al destino, cuando pasa a una condición irracional del ser, entonces se vuelve sujeta al destino, en lugar de depender de la providencia.


IV Parte

Materia

El Mundo y la Naturaleza


99.- La Matriz que contiene todas las cosas.

100.- Plenamente divisible, y sin embargo indivisible.

101.- De allí surgen abundantemente las generaciones de materia diversa.

102.- Estos átomos compuestos, las formas sensibles, los cuerpos materiales y las cosas destinadas a la materia.

103.- Las Ninfas de las fuentes, y todos los espíritus acuáticos y terrestres, las formas aéreas y astrales, son los Jinetes Lunares y regentes de toda materia: la celeste, la estelar y la que yace en los abismos.

104.- Según los Oráculos, el mal es más débil que la no entidad.

105.- Hemos aprendido que la materia penetra el mundo entero, como lo declaran los dioses.

106.- Todas las naturalezas divinas son incorpóreas, más los cuerpos están unidos a ellas por causas suyas. Los cuerpos no pueden contener lo incorpóreo, por razón de la Naturaleza corporal en la que están contenidos.

107.- Pues la mente Paterna auto-engendrada, comprendiendo sus obras, sembró en todas los lazos de fuego del amor, para que todas las cosas puedan continuar amando por tiempo infinito, para que las series relacionadas de las cosas puedan permanecer en la luz del Padre, para que los elementos del mundo puedan continuar su curso en atracción mutua.

108.- El Creador de todas las cosas, actuando por sí mismo formó el mundo, y hubo cierta masa de fuego: Todas estas cosas auto-operantes produjo El, para que el cuerpo del universo pudiera ser conformado, para que el mundo pudiera manifestarse y no apareciera como membranoso.

109.- Pues El asimiló las imágenes para sí mismo, formándolas a la manera de su propia imagen.

110.- Pues ellas son una imitación de su mente, pero aquello que es formado tiene algo de su cuerpo.

111.- Hay un nombre venerable con una revolución incesante saltando hacia los mundos, a través de los compases rápidos del Padre.

112.- Los éteres de los elementos están allí por lo tanto.

113.- Los Oráculos declaran que los tipos de caracteres y otras visiones divinas aparecen en el éter o luz astral.

114.- En esto, las cosas que carecen de forma son figuradas.

115.- Las impresiones inefables y afables del mundo.

116.- La luz calienta el mundo y las corrientes de aire, por medio de las cuales las cosas son arrojadas hacia abajo.

117.- Él creó todo el mundo del fuego, aire, agua, tierra y éter omni-nutriente.

118.- Colocando la tierra en el medio, al agua la puso bajo la tierra y al aire por encima de ambos.

119.- Él consolidó una vasta multitud de estrellas fijas, no por un esfuerzo laborioso y cansado, sino por una estabilidad carente de movimiento forzando el fuego hacia el fuego.

120.- El Padre congregó a los Siete Firmamentos del cosmos, circunscribiendo los cielos en forma convexa.

121.- Él formó un septenario de existencias errantes.

122.- Suspendiendo sus desórdenes en Zonas bien dispuestas.

123.- Él los creó en número de Seis, y para el Siete arrojó al centro el Sol de fuego.

124.- El centro desde el cual todos los caminos son iguales.

125.- Y que el ligero Sol pasa siempre alrededor del centro.

126.- Ávidamente impulsándose hacia ese centro de deslumbrante luz.

127.- El vasto Sol y la brillante Luna.

128.- Como rayos de luz nacen sus brazos, que terminan en agudos puntos.

129.- Y de los círculos solares, y de los lunares, conflictos. Y de los vacíos aéreos la melodía del éter y del Sol, y de las fases de la Luna y del aire.

130.- El más místico de los discursos nos informa que su totalidad se halla en las órdenes supramundanas, pues allí subsisten un mundo solar y una luz sin límite, como lo afirman los Oráculos Caldeos.

131.- El Sol mide en forma más exacta todas las cosas por el tiempo, siendo él mismo el tiempo de los tiempos, de acuerdo al oráculo de los dioses referente a ello.

132.- El disco solar nace en el reino sin estrellas, arriba de la esfera estática, de allí que no se encuentre en medio de los planetas, sino de los tres mundos, acorde con la hipótesis teléstica.

133.- El Sol es un fuego, el canal de fuego y el dispensador del fuego.

134.- De aquí que Kronos, con el Sol de señalador, siempre mire hacia el verdadero polo.

135.- El curso etéreo, el vasto movimiento de la luna y los flujos aéreos.

136.- ¡Oh éter, Sol y espíritus de la Luna, vosotros sois los Jefes del Aire!

137.- Y el amplio viento, y el curso lunar, y el polo del Sol.

138.- Pues la Diosa parió al vasto Sol y a la brillante Luna.

139.- Ella lo recogió recibiendo la melodía del éter, del Sol y de la Luna, y de todas las cosas que se contienen en el aire.

140.- La infatigable naturaleza gobierna sobre los mundos y sobre las obras, para que los cielos expandiéndose hacia abajo, puedan recorrer una ruta eterna, y para que los demás períodos del Sol, de la Luna, de las estaciones, de la noche y del día, puedan ser completos.

141.- Y sobre los hombros de la Gran Diosa está la naturaleza exaltada en su inmensidad.

142.- El más celebres de los babilonios, junto con Ostanes y Zoroastro, llama a las esferas estelares “rebaños”, muy apropiadamente, sea porque sólo ellas entre magnitudes corpóreas son perfectamente conducidas alrededor de un centro, o porque, de acuerdo con los Oráculos, son consideradas en cierta forma como los lazos y colectores de las razones físicas, lo que similarmente llaman en su discurso sagrado “rebaños” (agelous), y con la inserción de una gamma (aggelous), ángeles,. Por lo que las estrellas que presiden sobre cada uno de estos rebaños son consideradas como deidades o demonios, similares a los ángeles, y son llamados arcángeles, los cuales son siete en número.

143.- Zoroastro llama a las correspondencias de las formas materiales con los ideales del alma del mundo, Atractivos Divinos.


V Parte

Preceptos Mágicos y Filosóficos


144.- No dirijas tu mente hacia las vastas superficies de la tierra, pues la planta de la verdad no crece sobre el suelo. Tampoco midas los movimientos del Sol siguiendo reglas, ya que él es conducido por la eterna voluntad del Padre, y no sólo para tu beneficio. Aleja de tu mente el impetuoso influjo de la Luna, pues ella se mueve siempre por el poder de la necesidad. La progresión de las estrellas no fue generada para tu bienestar. El amplio vuelo de las aves no proporciona verdadero conocimiento, ni el disecado de vísceras de las víctimas, estos son meros juguetes: la base de fraudes mercenarios. Aléjate de ello si quieres entrar en el paraíso sagrado de la piedad, donde la virtud, la sabiduría y la igualdad se hallan todas reunidas.

145.- No te inclines ante el oscuro y espléndido mundo, donde continuamente mora una profundidad sin fe, y el Hades envuelto por nubes, delicioso en imágenes ininteligibles y precipitantes con vientos. Un abismo negro y en remolino constante exponiendo siempre su oscuro cuerpo informe y vacío.

146.- No te apresures, pues hay un precipicio bajo la tierra al que se llega por una escalera de siete escalones, y allí se encuentra establecido un trono de una fuerza maligna y fatal.

147.- No te quedes sobre el precipicio con la escoria de la materia, pues hay un lugar para tu imagen en un reino siempre espléndido.

148.- No invoques la imagen visible del espíritu de la naturaleza.

149.- No indagues sobre la naturaleza, pues su nombre es fatal.

150.- No te corresponde mirarlas antes que tu cuerpo sea iniciado, pues por medio de engaños seducen siempre a las almas y las alejan de los misterios sagrados.

151.- No la pongas de manifiesto, pues cuando se aleja, siempre retiene algo.

152.- No manches el espíritu, tampoco profundices la superficie.

153.- No prolongues tu destino.

154.- Sin prisa, de acuerdo con el Oráculo, da un paso trascendente hacia la piedad.

155.- No cambies los nombres bárbaros de evocación, pues hay nombres sagrados en cada idioma que son dados por Dios y tienen en los ritos sagrados un poder inefable.

156.- No avances cuando el Lictor pase.

157.- Permite que la esperanza ígnea te nutra sobre el plano angelical.

158.- La concepción del fuego ardiente tiene el primer rango, pues el mortal que alcance ese fuego, tendrá la Luz de Dios. Y sobre el mortal perseverante los benditos inmortales son diligentes.

159.- Los dioses nos exhortan para que entendamos la forma radiante de la luz.

160.- Te toca a ti apresurarte hacia la Luz y hacia los rayos del Padre, de donde te fue enviada un alma (psique) provista de mente (Nous).

161.- Busca el Paraíso.

162.- Comprende al Inteligible, pues Él subsiste más allá de la mente.

163.- Hay cierta Unidad Inteligible a quién te pertenece entender con el flujo de la mente.

164.- Pero la Mente Paterna no acepta las aspiraciones del Alma hasta que haya pasado de su estado de olvido y haya pronunciado la Palabra, y recobrado la memoria del Símbolo Paternal puro.

165.- Él les otorga a algunos la habilidad de recibir el conocimiento de la luz, a otros aún cuando están dormidos, Él los vuelve fértiles.

166.- No es propio entender al Inteligible con vehemencia, sino con la flama de profundo alcance de la mente, midiendo todas las cosas, excepto al Inteligible. Pero es requisito entender esto, pues si inclinas tu mente no lo entenderás honestamente. Es necesario adquirir un sentido puro e inquisitivo para extender la mente vacía de tu espíritu hacia el Inteligible para que puedas entenderlo, ya que subsiste más allá de la mente.

167.- No lo comprenderás en la misma forma que entiendes una cosa común.

168.- Quienes entienden conocen la profundidad paternal sobrehumana.

169.- Las cosas divinas no son entendidas por los mortales, que sólo comprenden el cuerpo, sino solamente por aquellos que, despojados de sus vestiduras, llegan a al cumbre.

170.- habiéndose colocado sobre el vigor total de la resonante luz con triple fuerza que fortifica el alma y la mente, debe poner en ella los diferentes símbolos y no caminar disperso sobre el sendero empíreo, sino con concentración.

171.- Pues estando provisto de toda clase de armaduras y armado, él es similar a la diosa.

172.- Explora el río del alma, de donde, o de cuyo orden has surgido, para que aún cuando te hayas convertido en sirviente del cuerpo puedas nuevamente elevarte al orden del que has descendido, uniendo obras a la razón sagrada.

173.- Cada sendero hacia el alma emancipada, extiende los rayos del fuego.

174.- Deja que la profundidad inmortal de tu alma te guíe, pero levanta tus ojos honestamente hacia lo alto.

175.- El hombre, por ser un mortal con inteligencia, debe reprimir su alma, para que no incurra en la felicidad terrestre y sea salvada.

176.- Si tu amplificas la mente ígnea hacia la obra de piedad, preservarás el cuerpo mutable.

177.- La vida teléstica, por medio del fuego divino, borra todas las manchas junto a todas las cosas de naturaleza externa e irracional que el espíritu del alma ha traído de su generación, como nos enseña a creer el Oráculo.

178.- Los oráculos de los dioses declaran que por medio de ceremonias purificadoras, no sólo el alma, sino los mismos cuerpos, se hacen dignos de recibir asistencia y salud, ya que, la burda vestidura de materia se purifica con ello. Esto, a manera de exhortación, lo comunican los dioses a los más santos teúrgos.

179.- De acuerdo al Oráculo, debemos huir de la multitud de hombres que marchan en masa.

180.- Quien se conoce a sí mismo, conoce todas las cosas en él.

181.- Los Oráculos con frecuencia conceden la victoria a nuestra propia elección, y no sólo al orden de los periodos mundanos. Como, por ejemplo, cuando dicen: “Al mirarte a ti mismo, ¡Teme!” y, nuevamente: “Créete a ti mismo estar por encima del cuerpo y lo estarás”, y aún más cuando declaran que “nuestras amarguras voluntarias germinan en nosotros el crecimiento de la vida particular que llevamos”.

182.- Más estos son misterios que desarrolló en el profundo abismo de la mente.

183.- Como dice el Oráculo al respecto: “Dios nunca está tan alejado del hombre y nunca le envía tantos senderos nuevos, como cuando asciende a las especulaciones divinas, o trabaja en un orden confuso o en forma desordenada, y añade: “con labios impuros sin lavarse los pies”. Pues para aquellos que son negligentes de esta manera, el progreso es imperfecto, los impulsos son vanos y los senderos son oscuros.

184.- Ignorando que todos los dioses son buenos, permaneces vigilante inútilmente.

185.- Los teúrgos no pertenecen a la hora a que se encuentra sujeta al destino.

186.- El número nueve es divino, porque recibe su término de tres tríadas y logra la cima de la teología, de acuerdo con la filosofía caldea, como lo informa Porfirio.

187.- En el lado izquierdo de Hécate hay una fuente de virtud que permanece dentro de ella totalmente, sin mostrar su virginidad.

188.- Y la tierra los lloró hasta sus hijos.

189.- Las furias fuerzan a los hombres.

190.- A menos que seas bautizado a las furias de la tierra y a las necesidades de la naturaleza, perecerás.

191.- La naturaleza nos ha convencido de que hay demonios puros y de que los gérmenes del mal de la materia también pueden ser útiles y buenos.

192.- Por tres días, y no más, necesitas hacer los sacrificios.

193.- Para ello, primero, el sacerdote que gobierna las obras del fuego debe asperjar con agua del poderoso y resonante mar.

194.- Labora alrededor del Estrófalo de Hécate.

195.- Cuando veas un demonio terrestre acercarse, grita fuerte y sacrifica la piedra Mnizourin.

196.- Si invocas con frecuencia, verás todas las cosas volverse oscuras. Cuando ya no te sea visible la bóveda alta y arqueada de los cielos, cuando las estrellas hayan perdido su luz y la lámpara de la Luna esté velada, la tierra no permanecerá, y alrededor de él aparecerán dardos de fuego en medio de truenos.

197.- De las cavidades de la tierra surgen los demonios terrestres de cara de perro mostrando signos falsos al hombre mortal.

198.- Un fuego flameante, similar se extiende a través de las corrientes del aire, un fuego informe, de donde viene la Imagen de una Voz, o una Luz flamígera abundante revolviéndose, arremolinándose, rugiendo fuertemente. También hay una visión del Corcel Flamígero de Luz, o también un niño nacido sobre los hombros del Corcel Celeste de Fuego, o vestido de oro, o desnudo, disparando con el arco dardos de luz, montado sobre los lomos del caballo. Luego, si la meditación se prolonga, podrás unir todos estos símbolos en la forma de un León.

199.- Cuando puedas mirar ese fuego santo e informe, brillando relampagueante a través de las profundidades del universo, oye tu la Voz del Fuego.

Los Oráculos de Proclo

1. Los órdenes eternos son los templos y las habitaciones de los dioses y el orden paterno es el templo todo receptor del padre que recibe y unifica las almas ascendentes. El orden angélico en forma característica conduce las almas a la región celeste "apareciendo alrededor del alma", de acuerdo con el Oráculo, por ejemplo, iluminándolas completamente y provocándoles que se llenen del fuego inmaculado y les imparte un orden inmutable y tranquilo al mismo tiempo que les confiere poder, estando unido con la luz de cosas divinas; esto, más aún, la retiene en su lugar natal y le causa que se mantenga sin mezcla con la materia, elevando el espíritu con calor y llevándolo a lo alto por medio de la vida anagógica; pues el calentar el espíritu es impartirle vida, y es totalmente elevado apresurándolo hacia la región celeste, de la misma manera que gravita hacia abajo y es llevado a la materia o a la región de generación. Mas el fin de los ascensos es la participación de los frutos divinos y llenar el alma del fuego divino, que es la contemplación de Dios, al ser puesta el alma en presencia del Padre. El alma, al celebrar las cosas divinas, se perfecciona, de acuerdo con el Oráculo, poniendo ante el Padre los símbolos inefables del Padre, el cual los ha colocado en el alma en la primera progresión de la esencia, pues tales son los himnos intelectuales e invisibles del alma ascendente que despiertan la memoria de razones armoniosas que tienen las imágenes inexpresivas en ella de los poderes divinos.


2. El Oráculo dice que la profundidad del alma está en su triple poder Gnóstico, intuitivo, diamental y glorioso, pero que todos sus ojos son sus triples energías gnósticas, ya que el ojo es el símbolo del conocimiento, pero es la vida del deseo, y cada uno de ellos es triple. Mas la tierra, de donde es necesario que el corazón se eleve, significa todas las cosas materiales y mutables en la generación, por ejemplo, la vida terrestre y todas las demás formas corporales. A lo que sigue, añade el Oráculo, la contemplación de la Monada Paterna, la alegría pura en referencia a esta contemplación y una tranquilidad inquebrantable de esta demarcación intuitiva. De aquí es evidente que lo bueno de esta contemplación es una mezcla de aprensión y la alegría que naturalmente la acompañan, pues a toda vida que posee una energía que es por naturaleza fácil y rápidamente liberada le es dado un placer innato. El himno del Padre no consiste de discursos compuestos ni de la preparación de ritos sagrados, pues siendo sólo incorruptible no recibe himnos corruptos. Por lo tanto, no imaginemos que podemos persuadir al Maestro de los verdaderos discursos con un huracán de palabras, tampoco mostrándonos o desfilando adornados con ritos artificiales, pues Dios ama lo simple, la belleza de la forma sin adornos. Por ello, consagremos este himno a Dios, como una asimilación de nuestra semejanza a Él; vivamos esta esfera terrestre, que es de una naturaleza transitoria, lleguemos a nuestro verdadero fin, conozcamos al Maestro, amemos al Padre, obedezcamos al llamado, corramos hacia el calor alejándonos del frío; convirtámonos en fuego y viajemos a través de la vida. Tenemos un sendero rápido y fácil para ascender al Padre, el Padre guiará señalando el camino del fuego; no flotemos en la vil corriente del Leteo, el río del olvido.


3. El cuerpo puede ser la raíz del mal, de la misma manera en que el intelecto puede ser la raíz de la virtud. Pues la virtud florece para las almas en la región celeste, mas el mal llega a las almas desde lo peor, en la región de la materia. Arrojar el mal hacia la región material, eliminado de nuestra naturaleza, permitirá al a1ma ir hacia dondequiera que aspire. Esta temporalmente distribuida a toda la generación o naturaleza material, desde el momento que los males están aquí y por necesidad se mueven en este lugar y alrededor de él. Nuestro cuerpo es una parte de la generación o de la esfera del tiempo y los sentidos; pero otra parte, el alma, está capacitada para actuar liberada por el poder de la generación, mas no puede conquistar el todo de la generación, a menos que nosotros destruyamos el ser o esencia de ella. Por lo tanto debemos arrojarlos celosamente y con ahínco hacia la esfera material, de donde los sacó el alma; ya que las cosas materiales tienen la materia como nodriza; la "no-extinción" o el no restringir de las tendencias de la mente hacia lo peor no se relaciona con una mera desaparición temporal de ella, de la misma manera que todas las pasiones que están restringidas en un cierto ser están contenidas en él y lo llenan con su propio calor. Mas en lugar de limitarlas, arrójalas fuera, no manteniendo dentro sino sólo lo que se rebasa. En referencia a lo que dice el oráculo: No llenes el espíritu a través de lo que se encuentra interno o escondido. Pero la envidia es material porque mora con la privación de bienes; la privación coexiste con la materia improductiva. La raza teúrgica es benéfica y devota en una imitación celosa de la bondad de Dios, y no es puesta al alcance de la pugnacidad y enemistad de los hombres. Estas pasiones están encerradas en las almas, impartiendo al espíritu cierto carácter material y llenándolo con privación material y falta de vida.


4. El alma consistente, de acuerdo con su Poder diamental, es cognoscitiva de los seres verdaderos o divinos. Mas estableciéndose en la vida intelectual de su esencia peculiar, conoce todas las cosas por intuiciones simples e impartibles. Ascendiendo hacia la unidad, y doblando y dejando a un lado toda multitud que esté en sí misma, energiza entusiastamente y está unida a la hyparxis superintelectual, ya que en todas partes lo semejante está unido a lo semejante, y todo conocimiento a través de la similitud esta atado a lo que es sabido por el conocedor, a los objetos sensibles u objetos de percepción sensible, lo perceptivo; a los cogitables, lo diamental, al inteligible, a lo intuitivo, y por ello, también a lo que es primero, al intelecto; la flor del intelecto también le corresponde. Pues en otras cosas, el intelecto no es lo más alto sino la causa superior del intelecto; de esta manera, en las almas la primera forma de energía no es intelectual, sino aquello que es mas divino que el intelecto, y cada alma y cada intelecto tienen dos energías; a saber, la única, que es mejor que el intelecto; y la intuitiva. Es por ello necesario que entendamos este inteligible, que existe per se, y la hyparxis, habiendo cerrado nuestros ojos a todas las demás vidas y poderes. Por ello al volvernos noeídicos comprendemos el intelecto, así, al convertirnos en seres uniformes, ascendemos a la unidad, permaneciendo en la cumbre característica del intelecto, desde el momento que el ojo no puede ver el Sol, a menos que este formado solamente y no por medio de la luz del fuego. Más aún, es claro que este inteligible no puede ser comprendido por un proceso de raciocinio. Más como dice el Oráculo, si aplicas tu intelecto llegarás por intuiciones especulativas a tener contacto con el inteligible y de esa forma lo comprenderás como cuando entiendes algo en particular, es decir, no puedes asir al inteligible tomándolo de acuerdo con cierta medida de forma y conocimiento, pues por muy fuertes que sean tales intelectos simples, están privados de la simplicidad única del inteligible y son llevados a condiciones secundarias del intelecto, procediendo a multitud de cosas comprensibles; pues ningún objeto de conocimiento es comprendido a través del conocimiento inferior o por medio de él; tampoco es sabido lo que es superintelectual a través del intelecto, pues de pronto el intelecto se lanza o proyecta en cierta cosa y pronuncia que eso o aquello es entendido, cuya sentencia es la segunda del inteligible. Mas si por medio de la flor de nuestro intelecto comprendemos este inteligible establecido en la cumbre de la primera tríada inteligible, ¿nos unimos por cierta relación que esta desordenada con todas las cosas y no participable? Pues si el primer Padre, según dice el Oráculo, se separa él mismo del intelecto y del poder ¿qué es aquello que no se necesita de tal manera que deba ser retirado, pero que es separado o aislado de todas las cosas simplemente y es celebrado como el Dios de todo? ¿Es esto comentado por el Oráculo en otro sitio acerca del padre primordial? Y en relación del primer poder de la sagrada razón, ¿qué es aquello que está arriba de ésta y esta dicho por el Oráculo que es sagrado? Y si la razón brillante es tenida por el Oráculo como la razón más inefable, es necesario que antes de la razón subsista el Silencio como un principio de ella o como un principio productivo, y primero a toda razón sagrada como causa deifica. Así como más allá de los inteligibles están las razones, o principios productores de los inteligibles (las cosas unidas) de la misma manera el principio productivo en ellas subsiste de otra unidad más inefable; aunque hay una razón del Silencio de inteligibles callados. Tal vez esta flor del intelecto no es la flor de nuestra alma completa. Sin embargo, ésta (la flor del intelecto) es la más exclusiva de nuestras vidas intelectuales, y ésa, la flor del alma, es la de todos los poderes físicos, siendo ambas multiformes. Pues nosotros no somos solamente intelecto, sino razón discursiva, opinión, atención y voluntad, y antes que estos poderes somos esencia, una y múltiple, partícipes e impartícipes, y la que se muestra brillante es de dos formas: una es la flor del alma, que es el primero de nuestros poderes; la otra es la esencia total del centro y de todos los poderes alrededor de ella; más ésta (la flor de la mente) sola nos unifica con el padre de los inteligibles, ya que la unidad es intelectual, más esto es comprendido por el intelecto paterno de acuerdo con la unidad que se halla en él. Pero la unidad a la que se aproximan todos los poderes físicos y en la que se centran y unen en forma natural nos conduce al principio que está más allá de todos los seres, y es el poder unificante de todo lo que hay en nosotros. Así pues, estamos plantados o enraizados en este principio esencialmente, y al estar enraizados aun cuando descendamos de la región inteligible, no seremos apartados de nuestra causa.


5. La filosofía dice que el olvido de las razones eternas es la causa de la partida del alma de los dioses, y que una reminiscencia del conocimiento de estas razones, o ideas, es la causa del retorno hacia ellos; pero el Oráculo declara que el olvido y la reminiscencia de los símbolos paternos son, respectivamente, las causas del alejamiento y el retorno. Ambas declaraciones están en armonía, pues el alma está constituida por razones intelectuales y símbolos divinos, de los cuales las primeras proceden de especies intelectuales y los últimos de las unidades divinas; nosotros somos imágenes de las esencias intelectuales, pero somos estatuas de los símbolos desconocidos, y de la misma manera que todas las almas son una plenitud de formas subsistiendo simple o totalmente de acuerdo con una causa, así también participa de todos los símbolos y por medio de ellos se encuentra unida a las cosas divinas, más el hyparxis del alma en la unidad se encuentra dividida o separada de tal forma que toda la multitud en el alma es conducida a una cumbre. Pero es necesario saber esto: que cada alma difiere de otras de acuerdo con una forma específica, y que hay tantas almas como especies de ellas. Pues hay, primero y de acuerdo con una forma, una hipóstasis o fundamento individual, forma únicas acerca de la materia y los componentes de los seres, habiendo una naturaleza sujeta que participa en varias maneras de la misma forma; entonces, la esencia del alma es la razón y la forma simple, y hasta este punto un alma no diferirá respecto de otra esencialmente, pero sí en cuanto a forma, pues tan sólo en el carácter ya difiere. Mas es solo la forma, de aquél que es evidente que todas las almas, aunque se hallen al mismo grado repletas de las mismas razones, le es distribuida una forma distinta de las otras, de la misma manera que la forma solar caracteriza el alma solar, y a otra forma, otra alma.

Diez Grandes Principios de la Revelación Gnóstica

Los Cristianos Gnósticos del siglo II creían que sólo una revelación especial del Conocimiento, más que de la fe, podía salvar al individuo. El contenido de esta revelación no podía ser recibido empíricamente o ser derivado a priori. Consideraban a esta Gnosis específica como de una importancia tal que debía mantenerse en secreto.


He aquí los diez principios fundamentales de la revelación Gnóstica:


1. El creador de este mundo es un demente.


2. El mundo no es lo que parece, a fin de ocultar el mal dentro de él, un velo lo oscurece así como a la divinidad demencial.


3. Hay por otra parte un auténtico Reino de Dios, y todos nuestros esfuerzos deben dirigirse a una vuelta hacia él y hacia su cumplimiento aquí abajo.


4. Nuestras vidas reales se remontan a miles de años, y podemos ser guiados a los recuerdos de nuestros orígenes en el seno de las estrellas.


5. Cada uno de nosotros tiene una parte divina que no ha caído y a la que se puede escuchar a fin de despertarnos. Esta otra personalidad es el auténtico yo despierto; la personalidad presente está dormida y no tiene importancia. En realidad estamos dormidos, y en las manos de un peligroso mago disfrazado de buen dios, la divinidad creadora demencial. La desolación, el mal y el dolor en este mundo, el hecho de que es una prisión determinista controlada por una deidad creativa demencial, nos hace separarnos del principio de la realidad muy pronto en nuestras vidas, y así se puede decir que caemos en el sueño de la ilusión.


6. Podemos pasar del mundo de la prisión de las ilusiones al Reino de la paz, si el Verdadero Dios Bueno nos pone bajo su Gracia y nos permite ver la realidad a través de Sus Ojos.


7. Cristo dio, más que recibir, una revelación. Enseñó a sus discípulos como entrar en el reino durante esta vida, mientras que las otras religiones de misterio, no aportan más que la anamnesis o reminiscencia: un conocimiento de aquellos otros tiempos en otro reino, no aquí. Lo hace traer hacia aquí, y es el agente viviente del Único Dios Bueno (Logos).


8. Es muy probable, que la verdadera y secreta Iglesia Cristiana, siga existiendo desde hace mucho tiempo soterradamente, con el Corpus Christi como su cabeza o líder, y sus miembros siendo absorbidos en ella. Participando en esta Iglesia, probablemente sus miembros tienen poderes mágicos muy extensos.


9. Las divisiones en "dos tiempos" (el bien y el mal) y en "dos reinos" (del bien y del mal) pondrá bruscamente fin con la victoria aquí del bien, de forma que el reino invisible ahora será visible. No podemos saber el momento en que esto sucederá.


10. Mientras tanto, estamos en el Puente de Paso, a juzgar por el poder y lealtad que le otorgamos al loco demiurgo creador de este mundo, o al Único Dios Bueno y a Su Reino, que conoceremos a través de Cristo.


Conocer estos diez principios de la Gnosis cristiana es correr al desastre.


De Electione Gratiae. Extractos de J. Boëhme

Porque no sabría decir de Dios que es propiamente esto o aquello, bueno o malo; que hubiera diferencias o distinciones en Él, ya que considerado en si mismo, no tiene naturaleza, ni criatura, afección o cualidad. No tiene ningún origen ni inclinación de la que provenga, porque no hay nada antes que Él, ni bien ni mal hacia el que pueda inclinarse.


Es en sí mismo la inmensidad, el espacio incomprensible e incommensurable que no tiene en absoluto límites; no tiene ninguna voluntad ni deseo que lo lleve hacia la naturaleza y hacia la criatura, porque Él es, por decirlo así, la Nada eterna, donde no hay ningún deseo, ningún movimiento, ninguna afección, ni ninguna cosa que pueda inclinarse o apartarse de Él.


Es el único Ser. No hay nada antes de Él ni después de Él a quien pueda presentarse ni en el que pueda formarse una voluntad, ni de la que pueda nacerle un deseo, ni siquiera uno; porque no hay nada tampoco que pueda originar o producir este deseo.


Es la Nada y el Todo; es una sola y única voluntad en la cual el universo y toda la creación están encerrados. Todo es también eterno en Él, sin comienzo; y en un peso, en una medida y en un término igual.


Él no es luz ni tinieblas; ni amor, ni cólera; pero es el eterno Uno. Es por eso que Moisés dijo: "el Señor es un solo Dios". DEUT. VI, 4.


Es esta voluntad improfundizable e incomprensible del espacio infinito sin naturaleza y sin criatura, que es sólo Una; porque no hay nada antes de ella ni después de ella; ella misma es sólo una, que es una nada, por decirlo así, y sin embargo Todo.


Esta voluntad se llama el único Dios, que se concentra y se encuentra Él mismo, en si mismo, donde engendra a Dios de Dios.


Bien entendido que, la primera, una y sola Voluntad que no tiene en absoluto comienzo, y que no es buena ni mala engendra en sí misma al único bien soberano y eterno, es decir una voluntad comprensible que es el Hijo de la voluntad una e inaprensible, siendo coeterno con esta sola y una Voluntad que no tiene comienzo.


Esta segunda Voluntad coeterna, Hijo, es la sensibilidad o la comprensibilidad de la primera, una e incomprensible voluntad; en ella, la Nada eterna se encuentra en si misma en alguna cosa; la sola, una e improfundizable Voluntad procede de esa cosa eterna, encontrada en sí misma y que luego se introduce en una contemplación eterna de sí misma.


Así es como:


1°/ La Voluntad improfundizable se llama Padre Eterno.


2°/ La Voluntad, concentrada, encontrada, engendrada por la primera Voluntad de la inmensidad improfundizable se llama y es su Hijo único engendrado, porque él es el Ens del Abismo donde el Abismo se construye un fondo, una base.


3°/ Lo que procede de la Voluntad improfundizable, Padre, por el Hijo único o la Esencia Divina (Ens), se llama y es el Espíritu; porque hace emanar de él la esencia divina, concentrada en formar un movimiento, una vida de la voluntad eterna y primera, una vida del Padre y del Hijo.


4°/ Lo que es concentrado hace la cumbre del deseo y la plenitud de la alegría y de la perfección de la Nada eterna, es decir lo que encontró en él, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.



Y lo que se ve y se desarrolla en la eternidad es llamada y es la contemplación o la Sabiduría eterna divina (Sophia).


[...] La Voluntad eterna e improfundizable, el Padre y el comienzo de todo ser, engendra en sí mismo, para tener una sede de comprensibilidad; es decir ella posee esta sede y esta sede es el comienzo de todos los seres.


Posee a su vuelta la Voluntad eterna que no tiene que profundizar; la cual es el Padre del comienzo donde se encuentra un fondo de comprensibilidad.


Así es como el Padre y el Hijo (formando una sede con una propia existencia) son un solo Dios de una sola y misma Voluntad, que se encuentra en si mismo, en la sede del fondo concentrado y comprensible, y que posee esta concentración; donde, procediendo, es llamado y es el Espíritu Santo.


La sola voluntad incomprensible de la inmensidad se distingue y se desarrolla así en sí misma, por la primera y eterna concentración, que no tiene en absoluto comienzo, en tres diferentes efectos; pero queda sin embargo en ella una sola y misma voluntad.


La primera voluntad que se llama y es el Padre, engendra en él al Hijo, que es el asiento donde la divinidad se encuentra.


Esta sede de la divinidad, el Hijo del Padre, produce en él la comprensibilidad, y ésta hace la potencia de la Sabiduría divina. Todas las potencias y virtudes de la Sabiduría divina toman pues su origen y su principio del Hijo y en el Hijo; estas potencias son sin embargo en él una sola potencia universal, que es, en sí misma, sensible y comprensible Divinidad, en una sola y misma voluntad y esencia, sin ninguna división, sin ninguna separación, sin ninguna disolución.


[...] la cuarta progresión donde la operación se hace, en la potencia exhalada o emanada, que es la contemplación o la Sabiduría divina; en ella el espíritu de Dios - que toma su origen de la potencia eterna de la eterna voluntad - parece jugar, por decirlo así, con las potencias emanadas, las cuales son una sola potencia, en sí misma. Por esto, se introduce en diferentes formas siguiendo la ciencia o el deseo divino, totalmente como si quisiera formar una imagen, una semejanza de la potencia divina generadora e introducirla en una voluntad o en una vida particular o individual, tal y como un modelo de la única Santa Trinidad.


Es esta imagen o esta semejanza representada o modelada, que hace la alegría o la delicia de la contemplación de la Sabiduría divina.


No hay que imaginarse sin embargo que este modelo sea una imagen perceptible, sensible y mensurable, tal como la criatura, que puede ser descrita y definida, sino que es, por decirlo así, un juego de la imaginación divina, es el principio de la Magia en la cual la creación tomó su comienzo.


Es en esta concentración o modelo mágico, que se forma en la Sabiduría divina, donde podemos concebir la verdadera imagen de Dios [...].


[...] Este eterno Uno podría, de una cierta manera, ser esbozado por la figura de la cifra 1 en un triángulo; no es sin embargo ninguna figura, ni ningún ser mensurable o divisible; pero este Uno es esbozado así, con el fin de que la inteligencia pueda ver así más claro y mejor y reflexionar sobre eso.


Esta divina concentración no es grande ni pequeña; no tiene en ninguna parte comienzo ni fin, excepto allí dónde la ciencia, donde el deseo divino se introduce en una esencia de la contemplación y de la Sabiduría por la fuerza atractiva, allí dónde se introduce en la creación. Por contra, en sí misma, esta concentración o modelación es infinita, y la figuración es indefinible allí.


Los Gnósticos de Orleans

 


Los Gnósticos de Orleans

El Mártir ETIENNE

I

Por Jules S. Doinel

No es sin profunda emoción que he descubierto este año una verdadera carta del siglo XI, escrita por la mano de un mártir de la Gnosis, en 1022, el Canciller Episcopal Etienne.

Sí, de su propio puño, como lo demuestra esta subscripción: STEPHANUS CANCELLARIUS SCRIPSIT: Etienne, Canciller, la escribió.

Preciosa, único depósito del jefe de la Gnosis francesa. ¡Incomparable y raro monumento! ¡Inestimable reliquia! Son tantas las iglesias que muestran con orgullo los huesos de sus santos, santos católicos, santos romanos, que nosotros también podemos venerar, con un entusiasmo legítimo, los caracteres respetados por el tiempo, que trazó la augusta mano de la víctima del feroz sucesor de Hugo Capeto y de los obispos del sínodo de Orleans, sus cómplices.


II

La carta tiene fecha de febrero, del año 29 del rey Robert. El rey Robert tiene datado su reinado por sus diplomados y contables de tres maneras diferentes. La primera, contados a partir de su coronación en Orleans, el 25 de diciembre del 987, luego, desde el cautiverio del carolingio Carlos de Lorena, el 29 de marzo del 991 y, por último, a partir de la muerte de Hugo Capeto, el 24 de octubre del 996.

Es por el primero de estos sistemas que es datado nuestro precioso monumento: El mes de febrero del vigésimo noveno año corresponde, en este sistema, al mes de febrero del 1017, en nuestro calendario convencional. En este año 1017, la sede episcopal de Orleans estaba ocupada por un prelado que, según algunas hagiografías católicas, llevaba el nombre de san Thierry n. Había sido consagrado en 1016, por el Arzobispo de Sens, Léotheric. Etienne, nuestro bienaventurado, fue elegido por él para canciller. Este título confería al canciller el derecho a validar los actos episcopales. A veces -este es el caso- escribía el acta de su propio puño.

La fórmula scripsit atestigua esta particular intervención.

La fórmula subscripsit indica solamente un visado. Aquí está el calco de la venerable firma.


III
El diploma, escrito por la mano del mártir, lleva la firma del obispo: S. Tehoderici epi; es decir: Seing de Thierry, obispo. Además, lleva la firma del Decano de SainteCroix, Rotdulf; del abad de Saint-Avit, Irfrid; del archidiácono Tedduin; del archidiácono Gautier de Tedelm, clérigo y preboste episcopal; del archidiácono Letald y del sub-cantor Guarin.
En sí mismo, este venerable monumento sólo tiene un significado patrimonial. Thierry II hizo saber que los monjes de Saint-Mesmin de Micy le han solicitado la concesión, bajo condiciones censuales, de un viñedo ubicado en su beneficio de San Pryvé, cerca de Orleans. Esta viña existe todavía en un lugar llamado Villaine -in loco qui dicitur Villena- al lado de la iglesia parroquial, no lejos de la carretera.
Pero si el objeto del acta no tiene ningún otro valor que el que se fija a una transacción feudal, la forma de elevar hacia la cima estos tan preciados documentos, es el Doctor gnóstico de Orleans -el mártir de la hoguera de 1022-, por haber tocado el pergamino, escrito el texto y consagrado su valor.
La carta mide cinco centímetros de ancho y sobre unos veinticinco de largo. Una punta está deteriorada.

IV
Recordemos además, para atraer sobre la sagrada reliquia la veneración de nuestros hermanos Gnósticos, la historia de la pasión de esos que comúnmente se conoce como los Maniqueos Orleáns. Las doctrinas Basílides, Valentín y de Marcion, la GNOSIS reparadora en nuestro Occidente, hacia el final del siglo X y con muchos adeptos en los primeros años del XI.
Surgen dos opiniones sobre el modo de su propagación.
Unos con Muratori, MM. Schmidt, Matter, etc., Le atribuyen un origen greco eslavo, haciéndolos cruzar Tracia, Dalmacia, Italia y el sur de Francia. Otros, y el la opinión de M. Pfister, la conducen del norte al sur.
Es una cuestión de debate académico.
Sin embargo, se difunde en las escuelas y prolifera en el pueblo.
Además de ello, Francia, --la Francia de los Capetos--, le sirvió de asilo y la ciudad de Orleans se convirtió en su centro de acción.
Raoul Glaber, columnista de estas edades remotas, Adhémar Chabannes, las actas del Sínodo de Orleans, el cartulario Saint-Père de Chartres, la carta de Juan, monje de Fleury al Obispo de Vich, nos permiten describir brevemente los hechos de esta sorprendente resurrección Gnóstica en el dominio patrimonial de los Capetos.

V
Los Gnósticos Paulinos y, a continuación, los Euchitas, perseguidos por los emperadores de Bizancio, se habían vuelto a Occidente. Bajo el nombre de Cátaros, Maniqueos, Entusiasta, habían creado comunidades secretas en el norte y el sur de Europa. A principios del siglo XI, una mujer de rara belleza y de gran inteligencia, de origen salvo o greco eslavo, expulsada de Italia donde ejercía el apostolado de la Gnosis, llegó a Orleans donde su prestigio reúne a su alrededor, en reuniones secretas, a los más piadosos y más instruídos miembros del clero Episcopal.
Un hombre que murió antes de 1017 en olor de santidad, y sobre la tumba del que ocurrían milagros, el cantor litúrgico de Sainte Croix, el ilustre Théodat, adopta sus doctrinas. Heribert, profesor de Saint-Pierre le Puellier, Lisois, Foucher, Etienne, canciller del Obispo de Orleans, clérigos, religiosas de Notre-Dame de Bonne-Nouvelle, mujeres, hombres eminentes piden a la hermosa santa el consolamentum, la imposición de manos y la doctrina.
Durante mucho tiempo, La Iglesia Gnóstica se reúne en secreto, a veces en las sedes eclesiásticas, a veces en las canteras de Saint-Vicent, a veces en las cuevas de la comarca du Châtelet.
Oficialmente, los adeptos siguen el culto romano seguido y se dedican a sus negocios. Théodat asumió su puesto en la Basílica. Heribert enseña en la escuela. Etienne había llegado incluso a la conciencia de la reina Costancia [sic], esposa de Robert. Lisois ocupaba el cargo de la gran escuela de Orleans.
La hermosa Santa murió. Théodat la siguió pronto. Es enterrado en la catedral y el pueblo le honra como a un santo.

VI

¿Qué enseñaba esta mujer Apóstol? La Gnosis.
La doctrina de los Aeones, tal y como figura en el Nuevo Testamento en su envoltura exotérica, tal y como la predicaban San Pablo y San Juan, como el genio de Basilides, la elocuencia armoniosa Valentín, o la hermosa palabra de Marcias [sic] habían enseñado, tal y como Sergius y Basilius la habían repetido tras ellos.
Dios, principio absoluto, fuente del Bien, de quien todo emanó. El Aeón Iahveh, extraviado lejos del Pleroma Sagrado, creó el mundo material de donde sale el mal, el dolor, la muerte, el pecado.
Ella enseñó la muerte del Eon Jesús para redimir a este pobre mundo mundo. Él debía regresar a su padre, a Dios, al ABISMO, los Puros, los Elegidos, los Pneumáticos, aquellos que están llenos del Espíritu Santo.
Ella condenó el bautismo de agua, la presencia real, la eficacia de las obras, la jerarquía, las segundas nupcias, los sacramentos. Quería restaurar el culto en espíritu y en verdad.
"He aquí que esta es nuestra ley, clamaba, dejar el mundo, domar la carne, vivir del trabajo, no dañar a nadie, amar a tu prójimo. Si se observa esta ley, no hay necesidad del bautismo. Si la violamos, ningún bautismo nos salvará ".

VII
Después de la muerte de Théodat, Etienne se convirtió en el Jefe indiscutible y en el Doctor de la Gnosis.
Su santidad, su conocimiento, su benevolencia eran conocidos en toda la diócesis. La Doctrina se extendió como un río. Las almas amantes de ideal se reconfortaban.
De repente la tormenta agitó estas aguas tranquilas y profundas.
Un clérigo, a sueldo de un caballero Normando, el Barón del Duque Ricardo, llegó a Orleans para sentarse en los célebres bancos de la Escuela Episcopal. Etienne y Lisois percibieron su inteligencia, su sed de saber, su franqueza de alma y él admiraba las enseñanzas secretas de la Gnosis. Cuando este clérigo, llamado Heribert, volvió con su señor, le habló con entusiasmo y profunda fe de la doctrina celestial que había recibido en el seno de la Escuela mística. El caballero, el rudo Aréfast, lejos de gustar de esta doctrina, denunció al duque y al rey la enseñanza y a los Doctores. Robert, estrecho de mente, con un corazón dudoso y un carácter servil, se alteró ante la sospecha de herejía. No viendo, además, toda doctrina esotérica, más que como un ataque contra su autoridad. Ordenó al caballero su vuelta a Orleáns, para espiar a los Heréticos y revelarle sus nombres, reservándose el derecho de hacer su bárbara justicia. Aréfast partió, se detuvo en Chartres y recibió de un canónigo de Notre-Dame, las instrucciones que debían ayudarle a descubrir a la secta y a los sectarios.
"Le recomiendo a usted, le dijo este sacerdote, que finja ser un adepto. Hágase iniciar en los misterios para que, por la gloria de Dios y la salvación de esta corona y de la santa Iglesia, pueda develar al Rey lo que habrás aprendido".

VIII
De hecho, Aréfast entró en la Iglesia de la Gnosis, recibió la imposición de manos, formó parte de las asambleas, en la mesa de los Hermanos y dió y recibió el beso de la paz.
Era sobre finales del año 1022.
El rey Roberto, que ha seguido las operaciones del traidor, convoca un sínodo de prelados y barones. Allí está Odolric, obispo simoníaco de Orleans; Léotheric y Gauzlin, arzobispos de Sens y de Bourges; Francon y Warin, obispos de París y de Beauvais. El 25 de diciembre, Día de Navidad, los Gnósticos reunidos en casa de uno de los Hermanos, celebraban el nacimiento espiritual del Aeon Christos en las almas de los Pneumáticos; Aréfast rezaba y cantaba con ellos. De repente la casa fue rodeada por los soldados, los Hermanos y Hermanas fueron prendidos, cubiertos con cadenas y llevados sin demora ante el Sínodo que, bajo la presidencia del rey y la reina, deliberaba en el coro de la catedral.
Aréfast denunció a los Gnósticos. Warin, obispo de Beauvais, se levantó para luchar contra sus doctrinas. Entonces, el venerable Etienne dijo estas palabras: "¡Cállese, Señor Obispo! Haga con nosotros lo que quiera. Ya -y con una inspirada mirada y un gesto sublime, buscó la bóveda del templo y el cielo que brillaba a través de los vitrales- ya veremos a nuestro Rey que reina en los Cielos. Nos tiende sus brazos, nos llama a su Gloria y nos muestra las alegrías invisibles".

IX
¡Más duro que el hierro!
Es así como las actas del Sínodo llamaron a estos héroes. Estuvieron durante nueve horas sometidos a interrogatorios, ultrajes y exhortaciones. Pero como se negaban a renunciar a la Gnosis, Robert obliga a los clérigos, sacerdotes y obispos que pronuncien sobre ellos la excomunión. Fuera, la multitud fanática ruge. Se escuchan gritos de muerte y, para contener los disturbios, la reina Constance delante de la puerta romana, con un bastón en la mano, y rodeada de cortesanos, se interpone entre la basílica y la gente enloquecida.
Se había dicho a este pueblo que los herejes invocaban al diablo, quemaban a los niños dando sus cenizas a los enfermos, y que participaban entre ellos en tenebrosas asambleas de monstruosos acoplamientos, donde ni el sexo, la edad o el parentesco eran respetados. Cualquier persona que haya visto a la multitud excitada, cualquiera que haya leído los excesos de la Saint-Barthélemy, de la Liga, las masacres de 1792 y de los Comuneros sabe lo que pueden hacer bandas brutal, crédulas y crueles. Por último, las puertas se abren y el cortejo aparece saludado por clamores homicidas. Los soldados hacen un muro de hierro ante los condenados.
Fue una cosa horrible cuando el bienaventurado Etienne pasa ante la reina, su penitente, arrogante y detestable Constance le golpea en el rostro con su bastón y revienta el ojo del mártir.

X
La siniestra procesión de obispos, cortesanos, sacerdotes, los soldados, rodeando a las víctimas, atravesaba las olas tormentosas de la multitud, dirigiéndose hacia la real prisión de Châtelet. Se encierra a los Gnósticos. Así mismo, una colosal pira fue preparada en una de las puertas de la ciudad, probablemente en la puerta de Borgoña. El 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes, el piadoso verdugo elige entre los prisioneros los dirigentes, doctores, clérigos; a los laicos más eminentes, a las mujeres más devotas y les hace conducir a la espantosa muerte de la combustión.
Estos santos y santas mostraron una alegría celestial. Se disputaban quién sería parte de la falange elegida para la muerte. Ellos mismos, dice el cronista, se presentaban a los verdugos. El rey había tomado catorce, reservando a los otros al in-pace, a la lenta y dolorosa agonía del calabozo. De estos catorce, hay uno que abjura. Los otros entraron cantando en las llamas. Desde el seno de las llamas, Etienne grita que él no sentía ningún dolor. Los milagros surgen para estos mártires. Como Lorenzo, ellos se veían sobre un lecho de rosas. Como los tres hebreos, cantaban en el horno. Sus voces se extinguieron en las llamas, una tras otra.
Pensaba Robert que había matado a la Gnosis.
Sin embargo, la Gnosis no estaba muerta.
En 1023, reaparece en Limoges. En 1025, renace en Arras. Un poco más tarde en Lieja.
En 1200, ella fundó una iglesia en Bardy cerca de Pithiviers. El atroz Robert fue el primer que, en Francia, inventó la hoguera como castigo para los herejes. Julien Haves lo ha demostrado en una sabia investigación. Desde entonces, la hoguera no funcionó más.
El abominable rey, que la engañosa historia llama el Piadoso, estaba tan orgulloso de su criminal invención que en ese mismo año 1022, que databa así uno de sus certificados: "Actum Aurelianis, publice, anne Incarnationis M. XXII... quando STEPHANUS HERESIARCOS et complices ejus damnati et arsi sunt Aurelianis". -Es decir: "Dada en Orleáns públicamente en el año 1022 de la Encarnación, cuando el HERESIARCA ÉTIENNE y sus cómplices, fueron condenados y quemados". Remarquemos esta palabra "Heresiarcos", -príncipe de los Herejes.
Es precioso. Indica que nuestro bienaventurado mártir era el jefe y el doctor de la Gnosis.
¡Dichoso quien cree, quien ama y quien enseña como él!
¡Más dichoso quien sabe, al igual que él, sufrir y morir por la Fe! ¡La Santa Gnosis!
Que la fecha del 28 de Diciembre sea sagrada para todos vosotros, mis hermanos y hermanas Iniciados.

JULES STANY DOINEL (La Iniciación. Noviembre de 1889) 

Jacques Bergier - Melquisedeque

  Melquisedeque aparece pela primeira vez no livro Gênese, na Bíblia. Lá está escrito: “E Melquisedeque, rei de Salem, trouxe pão e vinho. E...