terça-feira, 1 de maio de 2018

Enteógeno I

Un enteógeno​ es una sustancia vegetal o un preparado de sustancias vegetales con propiedades psicotrópicas, que cuando se ingiere provoca un estado modificado de conciencia. Se utiliza en contextos espirituales, religiosos, ritualísticos y chamánicos además de usos recreativos, lúdicos o médicos.

Etimología

El término está formado por las palabras griegas, éntheos (ἔνθεος) significa "(que tiene a un) dios dentro", "inspirado por los dioses" y génos (γένος) quiere decir "origen, tiempo de nacimiento". El sustantivo "genos" pertenece al campo semántico del verbo gígnomai (γίγνομαι), que significa "llegar a ser", "volverse". Por tanto, el significado etimológico de enteógeno alude a la posibilidad de llegar a ser inspirado por un dios, así como al "nacimiento" que esto supone. El adjetivo correspondiente usado en español es tanto enteogénico como enteógeno.
La palabra enteógeno es un neologismo propuesto en un artículo publicado en Journal of Psychedelic Drugs, vol. II, núms. 1 y 2, enero-junio de 1979, y sus autores son el helenista Carl A. P. Ruck, J. Bigwood, J., D. Staples, el micólogo R. G. Wasson y el botánico Jonathan Ott. Este artículo fue recogido posteriormente en el libro El camino a Eleusis.

En antropología y psicología

Según la antropología física y la psicología, el enteógeno tiene efectos psicoactivos, generalmente alucinógenos.

Creación del neologismo

La creación del neologismo obedece a la intención de los autores de desligar las plantas objeto de estudio de las connotaciones de los términos alucinógeno (considerado impreciso, peyorativo y completamente desconocedor de la cualidad de la experiencia con enteógenos y de su significación antropológica) y psicodélico (demasiado ligado a la contracultura de los años 60). El sentido y la justificación del empleo del neologismo enteógeno es el contexto antropológico y tradicional de uso vinculado objetiva e históricamente con estas sustancias y preparados. De ahí la pretensión de definir y delimitar con precisión, con este nuevo término, el objeto de estudio.
El término enteógeno se ha instalado en las teorías animistas de la religión, que pretenden dar cuenta con esta interpretación del origen de las religiones en el Paleolítico, ya que acoge a la perfección la relevancia antropológica de tales usos tradicionales. Paralelamente a lo dicho, el extensivo uso que la cultura "new age" hace del término enteógeno, completamente desligado de los usos tradicionales apuntados, añade un creciente margen de ambigüedad, al cargarlo crecientemente con la ideología "new age".

Características y contextos

El estado facilitado por los enteógenos se caracteriza por modificaciones en la percepción sensible y en la interpretación y asimilación interior de dichas percepciones sensibles, en estados de ánimo cambiantes y en fluctuaciones en la evaluación de la propia identidad y del afuera. Así, las modulaciones sensitivas se traducirán en cambios cualitativos en el orden perceptivo o en la visión y comprensión de hechos y situaciones pasadas o presentes. Lo dicho pone de manifiesto la pobreza de la noción de alucinación aplicada a estos estados ya que, en buena medida, la experiencia enteogénica, antes que a alucinaciones en un sentido grueso, aludirá a una asimilación anímica diferente y no ordinaria del orden sensorial. A menudo dicha experiencia se interpretará como acceso a niveles de conciencia y percepción generalmente velados, al despertar de la conciencia divina que supuestamente yace en el interior de los seres humanos o al vuelo o viaje del alma por sus diversos estados y posibilidades. La significación sapiencial que muchas culturas tradicionales, y también pensadores contemporáneos, han conferido a estas experiencias quedará justificada en esa visión modificada de la realidad en la que vendrían a desvelarse perspectivas latentes de la misma y ángulos no advertidos o desatendidos por la conciencia ordinaria. Algo análogo cabrá decir de la riqueza psicológica e introspectiva de una experiencia que liberaría áreas de la vida anímica de muy difícil acceso para la conciencia ordinaria. La propia noción de enteógeno acogería pues una visión de lo real de múltiples posibilidades y completamente dependiente de los estados anímicos del perceptor de dicha realidad.
Al día de hoy los usos de muchas sustancias enteogénicas se encuentran afectados por la legislación penal y los tratados internacionales sobre psicotrópicos. Con todo, sobre la base del reconocimiento de los derechos tradicionales y culturales de diversos grupos étnicos nativos y del reconocimiento de la libertad religiosa como excepción a la aplicación de la legislación penal, en ciertos casos, el reconocimiento legal y jurídico de usos rituales, sacramentales y religiosos de enteógenos es un hecho en países como Brasil, Perú, Ecuador o los Estados Unidos. Simultáneamente a lo dicho, el interés creciente por estas sustancias y preparados desde un punto de vista científico, farmacológico y terapéutico ha abierto el debate sobre sus posibles usos en terapia y sobre una toxicidad, en muchos casos, limitada.

Hongos y plantas con propiedades enteógenas

Anadenanthera colubrina: vilca
Anadenanthera peregrina: yopo
Argyreia nervosa: rosa lisérgica
Banisteriopsis caapi: ayahuasca
Boletus manicus
Brugmansia spp.
Cannabis sativa
Echinopsis peruviana y Echinopsis pachanoi: cacto de San Pedro
Heimia salicifolia
Lophophora williamsii: peyote
Macropiper excelsum
Mimosa hostilis: jurema
Piper methysticum: kava kava
Psilocybe spp.
Silene capensis
Salvia divinorum: hierba maría
Tabernanthe iboga
Virola theiodora

Moléculas psicoactivas

2C-T-7
Bufotenina (5-HO-DMT)
DMT
Harmalina
Ibogaína
LSA
LSD
Mescalina
Psilocina/psilocibina
Salvinorin A
Tetrahidrocannabinol