La aristocracia (del griego ἄριστος 'aristos', sobresaliente, y κράτος, 'kratos', poder) hace referencia originalmente a un sistema político sugerido por Platón y Aristóteles encabezado por gente que sobresale por su sabiduría y capacidad intelectual, habiendo sido estudiantes de colegios o universidades.
La acepción de aristocracia usada durante las monarquías del siglo XVIII y XIX para denominar a las personas con el poder político y económico de un país, transmutado por derecho hereditario , siendo sinónimo de nobleza, deriva del afán que los nobles tenían a los estudios durante esa época.
En los países europeos la nobleza estuvo compuesta por los reyes, príncipes, duques, condes, barones, o los que traen causa por nobleza marcadamente militar como adelantados, almirantes, marqueses y emperadores. En tiempos pasados la Antigua Roma tuvo a los patricios como clase aristocrática y en otros países, como Japón, los nobles del pasado fueron primero los daimyō de alto rango y más tarde los kazoku, en la India eran los chatrías, etc.
Otros criterios relacionados a la primera acepción sobre política griega, son la plutocracia (gobierno de los ricos) o la democracia (gobierno del pueblo).
Etimología
Etimológicamente la palabra « aristocracia» significa «gobierno de los mejores» (del griego ἀριστοκρατία aristokratía, de ἄριστος aristos excelente, y κράτος, kratos, poder).
La república aristocrática
Muchos pensadores del mundo antiguo como Platón o Cicerón veían en la república aristocrática al mejor sistema de gobierno para el hombre. Tal poder sería liderado por una elite intelectual y basada en sus conocimientos y estudios, separándose así del vulgo y de la masa inculta. A este sistema se le llama sofocracia.[cita requerida]
La aristocracia en la monarquía
Se trata de una forma de gobierno de un Estado (aunque en muchas ocasiones es definida como forma de Estado en contraposición a la República) en la que la jefatura del Estado o cargo supremo es personal, y estrictamente unipersonal (en algunos casos históricos se han dado diarquías, triunviratos, tetrarquías, y en muchas ocasiones se establecen regencias formales en caso de minoría o incapacidad o valimientos informales por propia voluntad).
Vitalicia (en algunos casos históricos existieron magistraturas temporales con funciones similares, como la dictadura romana, y en muchos casos se produce la abdicación voluntaria o el derrocamiento o destronamiento forzoso, que puede o no ir acompañado del regicidio).
Designada según un orden hereditario (monarquía hereditaria), aunque en algunos casos se elige, bien por cooptación del propio monarca, bien por un grupo selecto (monarquía electiva).
La aristocracia en la democracia
Democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales. La democracia se define también a partir de la clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón, primero, y Aristóteles, después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno «de los mejores» para Platón, «de los menos», para Aristóteles), democracia (gobierno «de la multitud» para Platón y «de los más», para Aristóteles).
Historia
La aristocracia existía en la Antigua Atenas, con anterioridad al periodo de las guerras persas del siglo V a. C., y en Esparta, prácticamente durante toda su historia. Lo mismo ocurrió en la Antigua Roma durante el periodo de la República romana, desde el siglo VI hasta el I a. C. Durante el periodo Heian (794-1185), Japón era una aristocracia de hecho, con unos cuantos miembros de la alta nobleza (la mayoría de un solo clan, el Fujiwara) gobernando en nombre de emperadores títeres.
Platón y Aristóteles emplearon la palabra en su sentido original. Para Platón, «los mejores» eran los filósofos, buscadores de la verdad y de un claro sistema ético. Aristóteles, distinguió la aristocracia de la monarquía, gobierno de uno solo, y de la democracia, gobierno del pueblo. En la teoría aristotélica, los pocos ejercen el poder en beneficio del todo. Cuando no lo hacen así, la aristocracia se convierte en oligarquía, gobierno de facción. Más allá de su sentido originario, para griegos y romanos las aristocracias fueron clases sociales bien definidas, que ejercían el poder o se empeñaban en manejarlo detrás de la escena. En la Roma antigua se dividía a los hombres en cuatro clases concediéndoles derechos desiguales, era necesario ser rico para las altas magistraturas.
Durante la Edad Media europea no existió una verdadera aristocracia, puesto que, aunque el poder político se hallara en manos de unos pocos, cada señor feudal era dueño absoluto de su propio dominio. En Inglaterra el gobierno vigente desde la subida al trono de la casa de Hannover en 1714 y a lo largo del siglo XIX, aunque de naturaleza parlamentaria y con mucho menos poder que antes, era en realidad una aristocracia, pues tanto el rey como el Parlamento eran controlados por unas pocas familias. Tras el proceso de emancipación de América Latina, en algunos de los nuevos países surgidos del mismo, se dieron algunas inclinaciones hacia formas de gobierno aristocrático, que no prosperaron.
Esto significa que desde la Edad Antigua se identifica al término como un estrato social elevado y minoritario. En la Alta Edad Media, las monarquías no daban lugar al crecimiento de las aristocracias. En la medida en que se desarrollaron las cortes, los títulos nobiliarios habilitaron a nuevos aristócratas que influían decisivamente en la política de los reinos. En la práctica, históricamente casos significativos de aristocracia se dieron en Venecia y Polonia, ya que generalmente el poder lo ejercieron los reyes o, en la era contemporánea, los representantes del pueblo.
En el libro del año 1651 Leviatán el filósofo inglés Thomas Hobbes describe una aristocracia como una comunidad en la que el representante de los ciudadanos es un ensamblaje por parte.
A partir de la Revolución Francesa en 1789, se comienza con la lucha hacia la igualdad de derechos y la participación política de todos los sectores sociales, comenzando la decadencia de la aristocracia, como sector político, social y legal privilegiado. Aun así, la aristocracia mantuvo su élite dominante durante las guerras napoleónicas.
En la actualidad, el término aristocracia se usa en un sentido más genérico en diferentes contextos para referirse a un grupo reducido y selecto considerado superior en diversas categorías del rubro social, como por ejemplo, la aristocracia de linaje, de riqueza o intelectual. De hecho, el término define un régimen político en el que el poder está en manos de las clases altas de la sociedad. Con el mismo nombre, se designa a los nobles, y se usa «aristocracia» como sinónimo de nobleza.
Sin embargo, hoy en día se designan como aristocracia a la nobleza y a las clases altas, por tradición o linaje, en cualquier sociedad. En un sentido más amplio, el término se usa para hablar de grupos selectos y excluyentes en diversos ambientes o contextos (por ejemplo, la «aristocracia financiera», la «aristocracia del saber», incluso la «aristocracia proletaria», por los trabajadores mejor remunerados).