quinta-feira, 17 de setembro de 2020

Pantáculo Universal de Saint-Martin

 

Louis-Claude de Saint-Martin resume su visión específica del Universo a través de su diseño del “Pantáculo Universal” recogido en su obra “De los Números” según las reglas de la geometría divina. Esta figura, calificada como “más que suficiente para colocarnos sobre la vía”, y que con el tiempo se convertirá en el símbolo por excelencia de la doctrina de Saint-Martin, es descrita por él mismo de la siguiente forma:
“Este círculo natural se ha formado de forma diferente al círculo artificial de los geómetras. El centro llamó al triángulo superior y al triángulo inferior que, reaccionando mutuamente, manifestaron la vida. Entonces el hombre cuaternario apareció. Sería de todo punto imposible encontrar este cuaternario en el círculo sin emplear líneas perdidas y superfluas limitándonos al método de los geómetras. La naturaleza no desaprovecha nada: coordina todas las partes de sus obras, las unas con las otras. También, en el círculo regularmente trazado por ella, se ve que los dos triángulos, en su unión, determinan la emancipación del hombre en el universo y su lugar con respecto al centro divino; se ve que la materia sólo recibe la vida a través de reflejos que brotan de la oposición, que la verdadera prueba de la parte falsa, la luz de la parte de las tinieblas, y que la vida de esta materia depende siempre de dos acciones; se ve que el cuaternario del hombre abraza las seis regiones del universo, y que estas regiones, al estar unidas de dos en dos, la potencia del hombre ejerce un triple cuaternario en esta estancia de su gloria.

[…] El hombre, prevaricando tras la incitación de los culpables, se alejó de este centro divino, en relación con el cual había sido colocado; pero aunque se haya alejado de allí, este centro permaneció en su lugar, puesto que ninguna fuerza puede sacudir este trono temible. (Sedes tua in seculum seculi. Sal. XIV:7). Así pues, cuando el hombre abandonó este puesto glorioso, es la divinidad misma la que se encuentra dispuesta a reemplazarle y quien opera para él en el universo esta misma potencia de la que él se dejó despojar por su crimen. Pero cuando ocupa el lugar del hombre, se reviste de los mismos colores asignados a cada región material donde se establecía primitivamente, puesto que no se puede mostrar en el centro de este círculo sin colocarse en medio de todas estas regiones.

He aquí lo que el estudio del círculo natural puede enseñar a los ojos inteligentes. La figura trazada, aunque imperfectamente, es más que suficiente para colocarnos sobre la vía”.

Mysterium Magnum (Jacob Böhme)

 


“…los minuciosos tesoros de nuestro amigo B [Böhme], 

a quien, en conciencia, no puedo creer en la escasez…”

Carta de L.-C. de Saint-Martin a Kirchberger,

19 de Junio de 1797


Mysterium Magnum

«Breve extracto»

Jacob Böhme

(1575-1624) 


 De cómo el mundo visible es un flujo y

réplica de la ciencia y voluntad divinas.

De cómo ha surgido toda vida de

creatura, y de cómo es el aspecto

externo e interno de Dios.


1. Toda esencia y vida sensible ha venido del MYSTERIUM MAGNUM, como de un flujo y réplica de la ciencia divina; en lo que hemos de com­prender dos cosas, la libre voluntad del abismo y el uno esencial de la vo­luntad, y cómo ambos son una réplica del abismo en cuanto fundamento de revelación divina; cómo son dos y sin embargo sólo uno, y de ellos ha sa­lido el tiempo y el mundo visible junto con todas las criaturas, y han entra­do en una hechura.


2. El uno único es la causa de la voluntad, lo que hace que la voluntad quiera algo, y ésta no tiene nada que querer, sino a sí misma, para funda­mento y morada de su yoidad: no tiene nada que pueda captar, excepto el uno, en el que se capta en una yoidad; y esa actuación no sería una esencia visible si no saliera a través de la voluntad.


3. La salida ahora es un espíritu de la esencia y de la voluntad invisibles, y una revelación del abismo por medio del fundamento de la unidad, por cuya salida la voluntad del abismo se arroja al abismo, como un mysterium de omnisciencia; con esa salida se entiende la causa y origen de toda divi­sión de la unidad de la voluntad única, abismal, por medio del fundamen­to propio de su identidad autocaptada; también el comienzo eterno del movimiento y causa de la vida, cuyo movimiento es un incesante deseo de la voluntad: pues la voluntad mira la propiedad a través del movimiento y causa de la vida, y cómo la unidad, a través del movimiento de la voluntad, reposa en multiplicidad infinita, al modo y manera como el ánimo es una unidad y fuente de los sentidos, ya que una profundidad así de la multipli­cidad surge del ánimo único, siendo los sentidos incontables.


4. Por medio de esta triple unidad consideramos la esencia de Dios: por la unidad al Dios único; por la voluntad al padre; y por la disposición de la voluntad como asiento de la mismidad, como el eterno algo que allí actúa, o con el que la voluntad actúa, al hijo o fuerza de la voluntad; y por la sali­da, al espíritu de la voluntad y de la fuerza; y por la réplica se comprende la sabiduría del conocimiento, de donde han surgido todos los fenómenos y criaturas, y eternamente surgen.


5. Del movimiento de esta esencia invisible, real, del flujo de la ciencia eterna, ha surgido el conocimiento, donde el deseo se contempla y se in­troduce en un deseo de configuración; en ese deseo ha surgido el funda­mento natural y creatural de toda vida y todos los seres, puesto que el de­seo ha captado y encerrado en propiedad el flujo de la ciencia: de ahí han nacido dos voluntades diferentes, una, de la ciencia divina; la otra, de la propiedad de la naturaleza, puesto que las propiedades se han introducido en una voluntad propia, y se han imprimido el carácter de propiedad y de la voluntad propia, y se han hecho ásperas, aguzadas, punzantes y duras, de modo que de tales propiedades ha surgido de la ciencia enemistad y oposi­ción a tales propiedades; tal como en las propiedades del demonio, igual que en las ásperas tierras, piedras, criaturas, puede verse cómo las propiedades se han alejado de la unidad y han ido a una impression: por lo cual so­portan en este tiempo la separación o escapada de la voluntad divina, y han de estar en esa impression hasta el día de la recuperación.


6. Lo que hemos de considerar ahora primordialmente es el alma del hombre, que es una imagen o réplica de la ciencia divina, como réplica del conocimiento divino y natural, ya que el fundamento de todos los seres re­posa en el uno, que se hace divisible con la voluntad que sale del alma, y se manifiesta, de modo que reconocemos claramente cómo el alma es una fuente del bien y del mal, cosa que la Escritura también nos indica al mos­trarnos cómo la caída y la perdición surgieron del deseo de propiedad de las propiedades; por eso nos resulta necesario en extremo que aprendamos a conocer cómo desde la propiedad adoptada, en la que tenemos tormen­to, necesidad y dolor, conseguimos entrar en la unidad, es decir, en el fun­damento y origen del alma, donde el alma pueda descansar en su funda­mento eterno.


7. Ninguna cosa puede reposar en sí misma, a no ser que vuelva a entrar en aquello de lo que salió: el alma ha pasado de la unidad a un deseo de sensibilidad para probar la división de las propiedades; por eso ha surgido en ella la división y la oposición que dominan ahora el alma: y no conse­guirá liberarse de ello mientras no abandone en sí misma el deseo de las propiedades, y vuelva a obligarse a entrar en la quietud más grande, y de­see acallar su querer, es decir, que la voluntad, por encima de toda sensibi­lidad y figuración, se abisme en la voluntad eterna del vacío, de la que sur­gió originariamente el Mysterium Magnum, de modo que ya no quiera nada en sí misma, sino lo que Dios quiere por medio de ella; así está ella en el fundamento más profundo de la unidad: de modo que si quiere permane­cer dentro un instante, sin movimiento del propio deseo, la voluntad del abismo, por movimiento divino, le habla dentro, e incorpora en sí, como propiedad suya, su voluntad abandonada, e implanta en ella el ens de la eterna captabilidad del aposento de Dios, es decir, el uno esencial.


8. Y así como la voluntad de la eterna divinidad sale eternamente a tra­vés del espíritu y produce una réplica del abismo, así también la voluntad abandonada del alma es iluminada y conducida sin cesar por la captabili­dad divina, por la voluntad divina: y así, el alma humana, en la voluntad de Dios, en la ciencia y conocimiento divinos, domina sobre todas y por todas las cosas: respecto a lo cual dijo Moisés que ella habría de dominar sobre todas las criaturas del mundo. Al igual que el espíritu de Dios va a través de todo y prueba todo, también el alma iluminada consigue dominar sobre y por todas las propiedades de la vida natural, y someter las propiedades, e introducir en la razón desde la ciencia divina la más alta sensibilidad, como dice San Pablo: El espíritu explora todas las cosas, también lo profundo de la divinidad (1 Cor 2:10). Y con tal introducción de la voluntad divina, el hombre vuelve a ser unificado con Dios, y renacido en el alma, y se empe­ña en morir a la propiedad del falso deseo con el fin de renacer con nueva fuerza.


9. De modo que entonces la propiedad lo ata a la carne, pero con el al­ma camina en Dios, y en el viejo hombre nace un nuevo hombre espiritual de voluntad y sentido divinos, que mata diariamente el deseo de la carne, y, por la fuerza divina, hace del mundo, como vida exterior, el cielo, y del cielo, como mundo interior espiritual, el mundo visible, es decir, de modo que Dios se hace hombre, y el hombre, Dios, hasta que el árbol llega a su mayor altura y produce sus frutos a partir del Mysterium Magnum, de la cien­cia divina; es entonces cuando desaparece la vieja corteza y surge un árbol espiritual de la vida en el campo de Dios.

La Teosofía proviene de la Mística Especulativa

 "...el sentimiento de una íntima anexión con esta “doctrina secreta”, reservada a los iniciados que trabajan en el seno de las vías ocultas o esotéricas explica, y nos permite comprender, la forma en que se expresa Saint-Martin (y no es el único, pues podemos situar en este aspecto a todos los principales pensadores que forman la apreciable corriente iluminista del siglo XVIIIº), participado de esta sensibilidad, y que sus audacias en estos dominios tan delicados tocan al sacerdocio y a la Iglesia, debiendo imperativamente ser analizados bajo el carácter “teosófico” de su pensamiento, teosofía que no obedece a los mismos criterios, ni se somete a las mismas reglas, que los discursos religiosos pronunciados por los teólogos, puesto que la teosofía proviene de la mística especulativa, como señala, entre otros, muy justamente Robert Amadou (1924-2006): “La teosofía, que no es filosofía, no es ya teología, y constituye una forma particular de la mística que se denomina especulativa, reconciliando a la filosofía con la teología. Observar que se puede extraer de ella [de la teología] por la letra del evangelio, no teniendo ya la clave del verdadero cristianismo” (El ministerio del hombre-espíritu, 1802).    


Esta idea de un olvido de los conocimientos secretos de la doctrina iniciática por parte de la Iglesia, que a día de hoy aún toma estas tesis por herejías, es compartida por Jean-Baptiste Willermoz (1730-1824), quien declarará en varias ocasiones:


“La iniciación de los G.P. instruye al Masón, probado hombre de deseo, sobre el origen y la formación del universo físico, su destino y la causa ocasional de su creación, en un momento dado y no en otro; sobre la emanación y la emancipación del hombre en una forma gloriosa y su destino sublime en el centro de las cosas creadas; sobre su prevaricación, su caída, la generosidad y la absoluta necesidad de la encarnación del mismo Verbo para su redención, etc. etc. etc.

Todas estas cosas de las que se deriva un profundo sentimiento de amor y confianza, de temor y respeto y de gratitud de la criatura hacia su Creador, eran bien conocidas por los jefes de la Iglesia durante los primeros cuatro a seis siglos de cristianismo.

Pero desde entonces, se han perdido progresivamente y se han borrado hasta tal punto que hoy en día (...) los ministros de la religión tratan de innovadores a todos los que sostienen la verdad. Dado que esta Iniciación tiene por objeto restablecer, conservar y propagar una doctrina tan luminosa y tan útil, ¿por qué no ocuparnos sin amalgamas de este cuidado en la clase que le está especialmente consagrada?” - Carta de Willermoz a Saltzmann, del 3 al 12 de mayo de 1812, publicada en Renaissance Traditionnelle, n° 147-148, 2006, pp. 202-203".


Extracto de su libro "La Iglesia y el sacerdocio según Louis-Claude de Saint Martin".

sexta-feira, 4 de setembro de 2020

Religião de Mistérios

Religião de mistério ou mistérios é uma forma de religião com arcanos, ou um corpo de conhecimento secreto. Nela, há um conjunto central de crenças e práticas de natureza religiosa que são reveladas apenas aos iniciados em seus segredos.

As religiões de mistérios eram comuns na Antiguidade, sendo exemplos delas os mistérios de Elêusis, o orfismo, o pitagorismo, o culto à Ísis, o culto a Mitra e os gnósticos. Nos tempos modernos, algumas das religiões de mistérios praticadas são o rosacrucianismo e a religião dos drusos.


Elementos comuns às religiões de mistérios

Os Mistérios eram, em todos os países nos quais eram praticados, uma série de representações dramáticas, onde a cosmogonia e a natureza oculta eram personificadas por sacerdotes e neófitos, desempenhando o papel de diferentes deuses e deusas, repetindo alegorias (cenas) de passagens de suas vidas. As encenações eram posteriormente explicadas aos candidatos em seu sentido oculto e incorporadas às doutrinas filosóficas e a vida cotidiana.

Os iniciados recorriam a um conjunto de práticas como o jejum, a flagelação, o sacrifício de animais (como o touro ou os porcos) ou o raspar da cabeça.

O sacerdócio que estava ligado aos Mistérios não tinha uma estrutura rígida, sendo na sua maioria constituído por mulheres.


Os Mistérios na Grécia Antiga

Mistérios de Elêusis

Um dos mistérios mais importantes da Grécia Antiga eram os Mistérios de Elêusis. A origem deste culto é desconhecida, tendo sido proposta uma proveniência egípcia, cretense, tessálica ou trácia.

Segundo o mito, que se conhece através do "Hino a Démeter" atribuído a Homero, Hades, divindade do mundo subterrâneo, desejava ter uma esposa, tendo raptando uma jovem chamada Perséfone. A sua mãe, Démeter, desesperada pelo desaparecimento da filha percorreu toda a terra à procura dela. Démeter acabaria por se fixar em Elêusis, localidade situada na Ática, entre Atenas e Mégara, onde tomou a forma de uma idosa. Nesta forma humana, a deusa travaria conhecimento com as filhas de Celeu, chefe local, e com a mãe destas, Metaneira. Esta convidou-a ser ama de um dos seus filhos, uma criança que estava doente. Démeter aceitou e graças aos seus cuidados a criança melhorou. De acordo com o relato, a deusa realizava no menino tratamentos místicos com ambrósia e fogo, que lhe concederiam a imortalidade se não tivessem sido interrompidos por Metaneira. Uma noite Metaneira espreitou a deusa durante a realização dos tratamentos e gritou por ver fogo sobre o filho. Démeter decidiu então revelar a sua identidade aos homens e exigiu a construção de um templo dedicado a si em Elêusis, onde ensinaria aos homens os seus ritos.

Entretanto, Démeter tinha recusado realizar os seus deveres de deusa agrícola e uma grande fome abateu-se sobre a terra. Hades foi obrigado a soltar Perséfone, mas uma vez que esta tinha consumido uma semente de romã não poderia voltar completamente a viver na terra junto da mãe. Uma solução de compromisso seria alcançada: Perséfone passaria um terço do ano com Hades e o resto com a sua mãe. Satisfeita, Démeter permitiu que a terra voltasse a produzir o trigo.

As celebrações decorriam todos os anos em Setembro, sendo antecedidas pelo envio de mensageiros especiais a todas as cidades que proclamavam uma trégua sagrada de quarenta e cinco dias e solicitavam o envio de delegações oficiais. Começavam na Ágora de Atenas, onde se reúnia o povo que desejava participar. No Pórtico das Pinturas, o arconte rei realizava uma declaração na qual afirmava que só poderiam prosseguir até Elêusis aqueles que tivessem fala intelegível e as mãos limpas. Depois de tomarem um banho ritual no mar e sacrificarem porcos, os peregrinos deixavam Atenas e caminho de Elêusis percorrendo a Estrada Sagrada.

Em Elêusis, depois de um dia de descanso e de purificações, decorriam as cerimónias no interior de um recinto denominado telestérion. Não se sabe o que acontecia dentro do telésterion, devido ao secretismo a que os participantes estavam obrigados. Pode-se contudo afirmar que havia coisas feitas, coisas mostradas e coisas ditas.


O Culto Dionisíaco

O culto de Dioniso datava da época micénica, sendo talvez originário da Trácia. Dioniso era entre os Gregos uma divindade associada à fecundidade e ao vinho.

O seu culto não tinha um santuário fixo, sendo praticado onde quer que existisse um grupo de adoradores do deus. Esses adoradores eram na sua maioria mulheres, sendo designadadas como Ménades ou Bacantes.

Durante o inverno, as Bacantes, descalçadas e vestidas com roupas leves, com peles de gamos sobre os ombros, subiam às montanhas cobertas de neve para se entregarem a danças agitadas. Estas danças frenéticas forneciam aos adeptos um sentimento de liberdade e força, sendo atribuído às Bacantes actos impressionantes, como desenraizar árvores. Levavam consigo um bastão - denominado tirso - envolto com heras e encimado por uma pinha. As mulheres caçavam também animais que consumiam crus (omofagia), acreditando que com este acto adquiriam a vitalidade do Deus. Este parece ter sido o ponto principal do culto, embora também se especule que a promessa da imortalidade figurasse igualmente nele.

Os Gregos consideraram este culto nocivo e muitos governantes das cidades-estado tentaram bani-lo.


Etimologia

A palavra "Mistérios" deriva do grego "muô", o ato de fechar a boca. Cada símbolo a eles relacionados tinham significados ocultos, uma vez que Platão e vários outros sábios filósofos da Antiguidade consideravam-nos altamente religiosos, morais e benéficos.


Triangular Book of Saint Germain


O Conde de Saint Germain (1712 - 1784) é um dos personagens mais enigmáticos da história. Foi celebrado nas cortes da Europa de seu tempo, embora mesmo então não se soubesse muito sobre ele ou de onde veio. Ele era reticente sobre seu país de origem e frequentemente embelezava suas histórias, o que sem dúvida o levava às lendas bizarras que surgiam ao seu redor. Ele alegou ter 500 anos e segundo Madame de Pompadour havia descoberto o segredo da juventude eterna. Frederico, o Grande, ficou conhecido por chamá-lo de “O Homem que Não Morre”, e embora sua morte seja geralmente aceita em 27 de fevereiro de 1784, embora Madame Blavatsky e Annie Besant alegassem tê-lo conhecido cem anos depois.

Ele cativou as mentes de gente como o Príncipe de Gales, Lady Jemima Yorke, o Príncipe Charles de Hesse-Kassel, Lord Willoughby e foi descrito por Giacomo Casanova como "um impostor célebre e erudito". Ele também era conhecido por Chatham, Horace Walpole, Voltaire e Rousseau. Saint Germain supostamente foi capaz de remover as falhas de diamantes e esmeraldas e poderia transformar metais básicos em ouro. Ele também era, segundo muitos relatos, um filósofo, estudioso e lingüista adepto, exemplar na pintura, e havia composto várias peças musicais. Um outro livro é atribuído ao Conde de Saint Germain, chamado  A Santíssima Trinosophia .

Edições anteriores : Algumas notas sobre a edição da Coleção Manly Hall estão abaixo, e selecionei algumas imagens, as demais podem ser localizadas  aqui :




"Não. Soixante & Seize ”de la collection maconnique du F… Ex Dono Sapientissimi Comitis St. Germain Qui Orben Terrarum Per Cucurrit ca. 1775. Hogart MS 209.

Este manuscrito comprado de Frank Hollings, um antiquário de Londres, depois de 1933 (ele aparentemente não sabia do manuscrito de Hauser St. Germain) veio da biblioteca ocultista da sra. Barbe, que o obteve do bibliógrafo Stanislaus de Guaita, que por sua vez o comprou no leilão da biblioteca de Jules Favre. É uma cópia feita de um dos textos mágicos de posse de St. Germain com a permissão do proprietário. Várias dessas cópias foram executadas para os membros de sua loja maçônica em Paris, e o manuscrito a seguir, por mais diferente que seja em estilo, pode ser uma das cópias também. Não está claro em ambos os casos se o conde St. Germain escreveu as fórmulas mágicas ou possuía uma cópia de um texto antigo. Este manuscrito foi feito para Antoine Louis Moret, um francês emigrado para a América, ativo na Maçonaria e na política.


Livro Triangular de St. Germain

O Livro Triangular de St. Germain ou O Manuscrito Triangular é um texto francês sem título do século XVIII escrito em código e atribuído ao lendário Conde de St. Germain . Recebe o nome de sua forma física: a encadernação e as folhas de pergaminho que compõem o manuscrito têm a forma de um triângulo equilátero. O texto, uma vez decifrado, detalha uma operação mágica por meio da qual uma pessoa pode realizar façanhas mágicas, notadamente a descoberta de um tesouro e a extensão da vida. 


Estrutura e conteúdo 

O manuscrito começa com uma pequena inscrição em latim mencionando que este é um presente dado pelo conde de St. Germain, seguido por uma ilustração de um dragão alado. Todo o texto além deste ponto, incluindo as inscrições pertencentes aos diagramas, está em cifra.

Foto de um talismã de prata real criado por Volund Jewelry que acompanha este livro

O livro descreve um ritual que visa atingir um dos três objetivos: descobrir a localização de certos objetos valiosos (objetivos 1 e 2) e extensão da vida (objetivo 3). O primeiro requer a realização do ritual durante um eclipse solar completo. O último pode ser executado a qualquer momento, mas requer o uso de um amuleto de longevidade específico, ao qual o manuscrito se refere em um diagrama. 

Embora este texto faça parte da coleção Manly Hall de manuscritos alquímicos, ele não contém nenhum dos conteúdos alquímicos usuais. Provavelmente foi feito para ficar por conta própria e só foi combinado com outros manuscritos pós-aquisição pelo Getty Research Institute .


Relação a outras obras 

O ritual descrito no Manuscrito Triangular se assemelha aos descritos no Heptameron , um manual de magia ritual às vezes atribuído a Pietro d'Abano que apareceu por volta do século 16 na Europa. 

As duas cópias conhecidas do Manuscrito Triangular existem como Manuscrito de Hogart 209 e 210 (MS 209 e MS 210). Ambos atualmente residem nas coleções do Getty Research Institute , cada um com sua própria história.

O MS 209, datado de 1775, foi feito para Antoine Louis Moret, um maçom francês que imigrou para os Estados Unidos no século 18.  Em um ponto, ele residia na biblioteca de Jules CG Favre (1809-1880), um político francês. Pliny E. Chase (1820-1886), um matemático americano com interesse em criptografia, faz menção disso em uma palestra para a Sociedade Filosófica Americana em 3 de outubro de 1873, afirmando que o manuscrito foi “comprado em Amsterdã, cerca de setenta anos atrás ”, ou seja, por volta de 1803  . Não está claro se ele era o dono do manuscrito, o examinou ou simplesmente ouviu falar de sua existência. Bibliógrafo, poeta e Rosicrucian Stanislaus de Guaita francês(1860-1898) já havia algum tempo em sua biblioteca.  De lá, passou para uma certa Madame Barbe de Paris, e depois para Frank Hollings, um escritor e antiquário londrino do século 20. Depois de 1934, Hollings o vendeu para Manly P. Hall. 

Muito menos se sabe sobre o outro manuscrito, MS 210. Datado de 1750, o mais antigo das duas cópias, ele já esteve na biblioteca de Lionel Hauser, membro da Sociedade Teosófica de Paris.  Em 1934, Manly P. Hall comprou-o por 40 guinéus em um leilão da biblioteca de Hauser na Sotheby's. 


Formato 

Uma das propriedades mais peculiares deste manuscrito é sua forma física - um triângulo equilátero. Medindo aproximadamente 23,7 cm em cada um dos seus três lados, é elegantemente encadernado em couro e dourado na frente. Na tradição do grimório europeu , frequentemente se encontra a prática de conjurar espíritos em um triângulo desenhado no chão. Essa forma particular, fortificada pelos nomes divinos escritos ao seu redor, era considerada para forçar um espírito a responder honestamente e cumprir seus deveres sem demora.  Ao fazer o manuscrito em forma triangular, o autor pode ter pretendido enfatizar a natureza espiritual do livro.



segunda-feira, 17 de agosto de 2020

Astrosofía Parte 15

 


Nuestra conexión con las estrellas. Un ejemplo: Tycho de Brahe

Ahora que nuestra descripción de la naturaleza de los planetas ha llegado a su conclusión, comenzaremos con la delineación de algunas natividades históricas [mayormente la de Tycho de Brahe]. A tal propósito nos serviremos preponderantemente del conocimiento que hemos adquirido en las primeras diecinueve Cartas, y también habremos de desarrollar algunos puntos de vista nuevos, en pos de lograr nuestra tarea.

La natividad sobre la que quisiéramos trabajar es la de TYCHO DE BRAHE, el famoso astrónomo dinamarqués; nació el 14 de Diciembre de 1546 [calendario juliano], en Knudstorp, en el condado de Shonen (sur de Suecia) a las 10:00 AM. Descendía de una familia de la nobleza sueca.

Ahora requeriremos trabajar sobre la posición del cielo en ese preciso momento, en relación al lugar de nacimiento y la hora. Esto se hará con la ayuda del conocimiento astronómico sobre los ritmos planetarios, etc. No es para nada una tarea fácil con respecto a la fecha histórica, porque los ritmos planetarios no son tan simples como esperamos que sean; numerosos detalles y los así llamados “disturbios astronómicos”, deberán ser tomados en consideración. Con lo cual no podremos detenernos aquí en los detalles de estos cálculos astronómicos (para las fechas modernas podemos utilizar las tablas modernas como lo son las efemérides, que brindan las posiciones de los planetas y demás detalles).

Al nacer Tycho de Brahe, la constelación de Sagitario había emergido a pleno por el Este, y le continúo Capricornio durante las horas posteriores al nacimiento. Así que las constelaciones de Sagitario, Escorpio, Libra, Virgo, Leo y Cáncer se hallaban por encima del horizonte; desde el lugar de nacimiento se vería al sudoeste. Cáncer estaba emplazado en el Oeste, y Géminis ya se había puesto. En ese momento del día, el Sol se ubicaba al sudeste del cielo. Al producirse su nacimiento en invierno dentro de una latitud norte elevada, el Sol se encontraba muy bajo, justo por encima del horizonte en Sagitario. Detrás de este se ubicaba Mercurio, en conjunción superior, y Saturno por detrás de ambos. La Luna ingresaba justo en la constelación de Virgo, probablemente apenas visible aun, en la parte sudoeste del cielo. Los planetas restantes se hallaban en ese momento por debajo del horizonte este. Júpiter y Venus se ubicaban en la constelación de Capricornio, y Marte en la de Piscis.

En pos de hallar la proporción correcta de la natividad dentro de la complejidad de las conexiones humanas con el universo estelar, debemos considerar ahora un instante, el significado del nacimiento con respecto a la totalidad de la existencia humana. Al momento de nacer, la criatura es separada del organismo materno. Se le deja a sí mismo con la condición particular del cuerpo que ha adquirido hasta ese momento. Todos los procesos creativos que se dieron durante el desarrollo embrionario llegaron a su fin en ese instante, y si bien continuamos observando un crecimiento y un desarrollo luego del nacimiento, esto dependerá en cierto modo de la forma en que se arribo a la limitación rígida en el instante del nacimiento. Así como este momento remarcable en la vida de un ser humano se genera a causa de la separación de la criatura de su madre, también se genera un momento similar cuando el ser humano es separado de su Madre celestial, cuyos rasgos externos se ven grabados en el cielo estelar; antes de nacer, el embrión humano estaba inmerso en el vientre de la Madre celeste, en los movimientos de las estrellas en el cielo, y especialmente en los de la Luna, así como el embrión físico estaba rodeado y protegido por el vientre de la madre física. Al nacer, esta Madre celeste se retira y muestra en un último cuadro fijo, todo lo que ha creado previamente al nacimiento. Esta es la natividad. Consiguientemente, debemos ver en la natividad algo semejante a la marca de cierre del desarrollo prenatal.

Y lo vemos en su proporción real si lo consideramos como una clave de los eventos prenatales. Pero es la clave justa solo si el nacimiento no ha sido forzado a perseguir propósitos egoístas, lo cual es una práctica bastante usual hoy en día; el caso es diferente en donde la vida de la madre o de la criatura se ve en peligro y cuando se hace necesaria la ayuda médica.


Si ahora consideramos el cuadro de la natividad de Tycho de Brahe con respecto a la coordinación espacial, entonces tendremos una imagen real del bebe con sus peculiaridades etéreas e inclusive las físicas.

Imaginemos la rotación cotidiana del cielo de Este a Oeste del hemisferio por encima del horizonte; por supuesto que en la región polar es distinto -debajo del horizonte, esta rotación cotidiana va de Oeste a Este. Más aun, imaginemos a un embrión humano deviniendo a la existencia sobre el globo terrestre. La esfera sobre el plano del horizonte, en donde el movimiento se da de Este a Oeste, nos recuerda a la bóveda del cráneo humano. Desde esta esfera provienen aquellas fuerzas concernientes a la formación de la cabeza durante el desarrollo embrionario, justo cuando las estrellas surgen por el Este y tocan -digamos- a la Tierra en su movimiento cotidiano hacia el Oeste, la cabeza es la parte predominante del embrión y a partir de ella se generan en dirección contraria el cuerpo y los miembros. De todos modos, no podemos ver a las estrellas que están por debajo del horizonte; si somos buenos matemáticos, podemos calcular sus posiciones para un determinado momento y situarlas en la dirección en la que deben estar por debajo de la Tierra, así como nuestros miembros apuntan más o menos hacia el centro del globo. En consecuencia, esta esfera está conectada con la creación de los miembros. Entre estas dos esferas, en la dirección del plano del horizonte, debemos buscar a las fuerzas que se manifiestan a sí mismas en la creación del sistema rítmico. Entonces debemos buscar la coordinación del espacio terrestre y celeste que encuentra su expresión en la natividad, la cual brinda la imagen fija del ondular constante de la forma corpórea durante los nueve meses del desarrollo embrionario, llegando hasta el cuadro que hemos dado arriba.

Cuando nace Tycho de Brahe, la constelación de Capricornio se elevaba por el Este; podemos ver esto como un cuadro fijo de aquellas fuerzas que han formado la cabeza de este ser humano durante el estado embrionario; luego, cuando las estrellas  se mueven hacia el Oeste y descienden por debajo del horizonte, indican cómo -desde la cabeza- se fueron formando hacia abajo los sistemas rítmico y metabólico. Así es como llegamos a tener el cuadro del embrión completo. Si a este cuadro le agregamos los movimientos de los planetas durante el desarrollo embrionario, obtendremos una ilustración muy iluminativa de la conexión de Tycho de Brahe con el mundo estelar y de cómo su destino estaba reflejado allí.

Ahora consideraremos los movimientos y gestos de los planetas dentro de este cuadro. Miraremos primero al Sol. Pocos días antes del nacimiento ingreso en la constelación de Sagitario, si bien según su propia orbita, justamente ha ingresado en el signo de la eclíptica de Capricornio (desafortunadamente, estas divisiones de la eclíptica llevan los mismos nombres y símbolos que los del zodiaco de las estrellas fijas; deberían tener nombres diferentes, porque poseen una calidad diferente y se podría evitar mucha confusión. Hemos tratado esta diferenciación entre signos y constelaciones en la 13ª Carta). El Sol en el signo de Capricornio nos da una imagen de la constitución física de Tycho. Como ya hemos señalado en la Carta 13ª,  Capricornio está relacionado con la formación de las rodillas, pero también existe una estrecha relación entre las rodillas y el ojo en el cuerpo humano; si tomamos a la posición del Sol con respecto  a la imagen de este cuerpo humano en el diagrama de arriba, percibiremos rápidamente que este Sol en Capricornio está fuertemente relacionado con su cabeza. Por lo tanto, en este caso la constitución ha de haber estado eminentemente organizada hacia la manifestación de las “fuerza de las rodillas” en la cabeza, que no son otra cosa que los ojos.

Si consideramos ahora el hecho de que Tycho de Brahe fue un astrónomo en la época que el telescopio no había sido inventado aun, y fue -ni más ni menos- el primero en realizar un número considerable de observaciones respecto de las posiciones y particularidades de las estrellas, nos vemos forzados a sacar la conclusión de que fue realmente capaz en un modo extraordinario, de utilizar todo su cuerpo como si fuese un ojo; él ha debido ser capaz de subordinar su organismo completo bajo la acción de sus ojos. Esto requirió una actitud  y una disciplina corporal totalmente diferente a la de nuestros días. Esta extraordinaria capacidad de Tycho de Brahe está indicada por el Sol en el signo de Capricornio, en conjunción con Mercurio y Saturno.

Otro aspecto que podemos considerar de esta posición del Sol, es aquella del “espacio abierto” que hemos descrito en la 15ª Carta. También hemos mencionado a Tycho de Brahe allí, con lo que no hará falta reiterarlo. De todos modos, podemos agregar que el planeta Tierra aparece en el espacio abierto iluminado por Júpiter. De haber podido mirar por sobre la Tierra desde el espacio cósmico, mientras estuvo en esa parte de la eclíptica que no fue tocada por el Sol durante el periodo prenatal de Tycho, hubiéramos observado al planeta Júpiter detrás de la Tierra, en la constelación de Capricornio. Esto indica que en lo profundo del sistema rítmico de Tycho, en su corazón, estaba asentada la búsqueda de ese cáliz del cosmos, dentro del cual debe afluir la substancia espiritual de la Tierra como la Santa Hostia del universo. Estaba tan hondamente anclada en su ser, que pudo volverse realidad solamente en su vida post-mortem, cuando esta gran imaginación ya no estuvo sujeta por las fuerzas de su cuerpo; en el hecho de que Júpiter se hallase por detrás de la Tierra, tenemos a la revelación de que esta Tierra realmente pertenece de un modo secreto al más lejano futuro de nuestro planeta, casi podríamos decir al “futuro Júpiter” de nuestro planeta Tierra, cuando la Tierra se transforme en el nuevo “anfitrión solar”, en el Santo Grial de un nuevo universo. Más adelante diremos más acerca de este Júpiter en esta natividad.

La Luna se ubicaba en la constelación de Virgo al nacer Tycho de Brahe; en la posición del Sol hemos visto  las indicaciones sobre esas fuerzas etéreas universales que construyen el marco físico de un ser humano, entonces en la posición de la Luna podremos experimentar la imagen del “otro lado” del éter cósmico que labora en el organismo y finalmente lo prepara para ser el instrumento de la consciencia,  para el Alma Consciente. Hemos detallado esto en las Cartas 16ª y 17ª. En este caso, la Luna estaba en la parte superior de la Virgen cósmica; aquí tenemos una indicación de que Tycho de Brahe era capaz de ingresar en el reino de los secretos de la creación gracias a las fuerzas de su consciencia. Estas estrellas en Virgo fueron percibidas de distintas maneras en la antigüedad. Una de las maneras era percibir al Padre y Madre cósmicos como unidos en un ser; otra imaginación era la de un gigantesco atelier o laboratorio en donde los poderosos seres jerárquicos dieron los impulsos iniciales de los numerosos pasos evolutivos. Como sea, esta imaginación varía según  las regiones de esta constelación. La imaginación de este misterio de Virgo fue implantado en el ser de Tycho, desde el aspecto de las “fuerzas de la cabeza” que representan la esencia espiritual del mundo estelar.

Debemos recordar que la mujer que es descrita en el capítulo 12º de la revelación de San Juan, lleva una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Es el reino de la manifestación de las jerarquías, a través de las estrellas visibles. Entonces podemos ver cuán profundamente conectado estaba Tycho de Brahe con el mundo estelar; ya desde los 13 años, consideró a la ciencia estelar como la revelación de lo divino.

La Luna al momento de nacer es, desde otro punto de vista, un portal para las fuerzas del Alma Consciente o, podríamos decir, el reino del pensar. En la Carta 14ª, hemos descrito los nodos lunares y sus ritmos (ver diagrama correspondiente); allí también hemos desarrollado el hecho de que los nodos lunares se mueven a través del punto en donde se halla el Sol durante el nacimiento, sea un tiempo antes o después del nacimiento.

Del mismo modo, podemos considerar el hecho de que los nodos lunares se mueven a través del punto en el zodiaco en el que se ubica la Luna en la natividad. Esto también puede ocurrir un tiempo antes o después del nacimiento, sin requerir que coincida con este. Como ya hemos señalado en la Carta XIV, estos nodos lunares son los portales entre las esferas solar y lunar. Si ahora relacionamos estos portales con la Luna de la natividad, entonces ganaremos un cuadro que nos muestre como las fuerzas superiores de la esfera solar despiertan en la esfera de la Luna -o en su reflejo humano- a la actividad del pensar. En otras palabras, tenemos la descripción de la influencia de los pensamientos de los Dioses que habitan en la esfera solar y más allá, en el pensar humano.

Como el pensar de los Dioses emerge en la gente como su propio pensar, a modo de filosofía propia, puede hallarse en la distribución individual de los planetas en el zodiaco en el momento en que esos portales -los nodos lunares- se mueven a través de la posición en que se ubico la Luna en la natividad.

Le debemos este descubrimiento a ciertos indicaciones que Rudolf Steiner dio en su ciclo de conferencias “El pensamiento humano  y el pensamiento cósmico ” (en donde  define estas filosofías y matices); allí habla acerca del hecho de que aparte de la natividad en sí, puede hallarse otra “natividad espiritual” que muestra la filosofía de un ser humano y que puede ser inclusive de mayor importancia que la natividad física.

Investigaciones en conexión a personalidades históricas han conducido a la confirmación del hecho de que esta natividad espiritual, es aquella que surge cuando los nodos lunares se mueven a través de la Luna de la natividad. La pregunta es: ¿Cómo podemos leerle a esta natividad espiritual su filosofía individual?. Esto fue indicado claramente por Rudolf Steiner; describió como podemos distinguir entre los temples hacia las tendencias filosóficas. Estas son:

GNOSIS: la más alta forma del temple hacia la concepción filosófica, que brilla como una capacidad supra-pensante en el alma humana. En el cielo estelar, corresponde a Saturno.
LOGISMO: la tendencia de comprender al universo por medio del pensamiento lógico, filosófico. Su contraparte cósmica es Júpiter.
VOLUNTARISMO: el temple filosófico que se empeña en comprender al universo como el resultado de las actividades de las fuerzas volitivas. En el cosmos se relaciona a Marte.
EMPIRISMO: el temple filosófico de aprender la verdad a través de la experiencia sensoria y la experimentación. Su origen cósmico es el Sol.
MISTICISMO: el empeño de llegar a la verdad filosófica por medio de la contemplación mística. Esta filosofía corresponde cósmicamente a Venus.
TRANSCENDENTALISMO: un temple que toma en cuenta la existencia de un mundo mas allá de los sentidos, a manera de mundo metafísico. Se relaciona a Mercurio.
OCULTISMO: considera al mundo “oculto” como al verdadero. Su imagen cósmica es la Luna.
Cada uno de estos siete temples filosóficos puede aparecer bajo doce “matices” diferentes, así como los planetas se mueven a través de doce constelaciones  del zodiaco. Estos doce matices filosóficos son:

IDEALISMO: experimenta al universo sobre el trasfondo de ideas divinas activas; esto se encuentra relacionado con la constelación de Aries.
RACIONALISMO: un matiz que percibe la presencia de ideas en el universo, no como entidades activas sino como conceptos que han sido colocados en los objetos existentes mucho antes y que no pueden seguir evolucionando. Su equivalente cósmico es Tauro.
MATEMATICISMO: el experimentar del universo como la expresión de grandes leyes matemáticas, como si hubiesen sido creadas por un gran matemático. Su reflejo cósmico es Géminis.
MATERIALISMO: considera que el universo consiste solo de materia que puede ser pesada, medida, y contada. Cáncer se relaciona a este concepto del mundo en el cosmos.
SENSUALISMO: comprende al universo como si existiese solamente dentro del campo marcado por el compás de los sentidos. En el zodiaco corresponde a Leo.
FENOMENALISMO: acoge a los “fenómenos” en el universo como las bases esenciales de un aspecto filosófico del mundo. Su contraparte es Virgo.
REALISMO: se esfuerza por lograr el matiz de la comprensión de lo real como cimiento de cualquier tendencia filosófica. Su origen cósmico es Libra.
DINAMISMO: un matiz filosófico que porta el concepto fundamental de los poderes o fuerzas, pero sin ser aun seres espirituales individuales, de cualquiera de las siete tendencias espirituales. Su manifestación cósmica es Escorpio.
MONADISMO: acoge al mundo de seres espirituales individuales (las monadas) que están más allá de los lazos del ser humano. Estas monadas son aun incomprensibles, con lo cual este mundo de seres monádicos es todavía una realidad abstracta. Su manifestación cósmica es Sagitario.
ESPIRITUALISMO: toma al universo como la labor y manifestación de los seres espirituales individuales de un orden jerárquico definido. El carácter y la actitud de estos seres jerárquicos pueden ser distinguidos y reconocidos. Su manifestación cósmica es Capricornio.
PNEUMATISMO: reconoce al espíritu como la base del universo, si bien aun no distingue entre seres espirituales individuales. El espíritu es según esta visión, una unidad mayor o menormente indivisa. Corresponde a Acuario.
PSIQUISMO: un matiz que no reconoce al espíritu como base del universo, pero en cambio, propone algo semejante a un alma del mundo como la esencia de la existencia universal. Está relacionado a Piscis.



Nuestra conexión con las Estrellas. La Luna/Venus de Tycho

Si tomamos las posiciones de los planetas en el zodiaco en el momento de la transición de los Nodos Lunares a través del lugar donde está la Luna en el nacimiento y las traducimos al lenguaje del universo filosófico que esbozamos en la última carta, entonces podemos encontrar la “filosofía” de un ser humano. Por supuesto el  cálculo por sí solo no es suficiente, pero tenemos, en todo caso, al menos dos posibilidades: una la de la posición anterior y otra desde la posición después del nacimiento.

En relación con los nacimientos históricos, no es difícil encontrar el evento correcto, ya que podemos encontrar desde las biografías  las tendencias filosóficas generales de estas individualidades. Estos estudios históricos también proporcionan una respuesta a este problema que no puede resolverse sólo mediante el cálculo.

En la natividad de Tycho de Brahe, nos encontramos con la Luna en el signo de Virgo. Esta es la puerta de entrada de los reinos más elevados de la existencia espiritual en la existencia de la Tierra, y después del nacimiento esta puerta nos lleva a un despertar de las fuerzas del alma consciente.

Ahora vamos a tener que encontrar el momento en el que uno de los dos nodos de la luna estuvo en esta posición y abrió la puerta, por así decirlo. Sucedió poco antes del nacimiento de Tycho en junio 1541.

Nueve años más tarde en octubre de 1550, el otro nodo lunar se posiciono en ese punto de Virgo, pero podemos ignorar este evento por el momento y concentrarnos únicamente en el otro evento en 1541.

Podemos encontrar en ese momento una agrupación muy esclarecedora de los planetas en el zodiaco. La mayoría de ellos, el Sol, la Luna, Mercurio, Venus y Marte, se concentran en el signo de Géminis. Júpiter esta en el signo de Leo y Saturno en la constelación de Virgo. La acumulación en Géminis sugiere una fuerte inclinación hacia el estado de ánimo filosófico del Matematismo, pero en este caso se trata de una especie bastante intrincada de Matematismo.

Tycho de Brahe dio expresión a esto al convertirse en astrónomo. Pues la astronomía, y en especial la astronomía que, en los días de Tycho de Brahe existía como una rama de la ciencia moderna, se basaban en gran medida en las matemáticas. Sin embargo, en este caso se diferencia. El Sol estaba en  la constelación de Géminis, lo que indica que el estado de ánimo filosófico era un Matematismo experimental como la tendencia del empirismo, es decir, una concepción matemática astronómica del mundo a la luz de la experiencia sensible. Tycho de Brahe se hizo famoso por su catálogo de estrellas, que contenía las posiciones exactas de cerca de mil estrellas. Kepler basó su trabajo en observaciones muy precisas de Tycho del planeta Marte.

Este Matematismo tiene todavía diferentes aspectos. Encontramos que la Luna, Mercurio y Venus estaban en Géminis. Ellos representan las tendencias filosóficas de Ocultismo, Trascendentalismo y Misticismo. Esto puede parecer una contradicción con la concepción del mundo del Matematismo; sin embargo, podemos llegar a entender esto si tratamos de imaginar el otro lado del ser de Tycho. Fue uno de los astrólogos más capaces de su tiempo, aunque no mucha gente sabía de sus capacidades. Cuando apareció un cometa en el año 1577, predijo desde el estudio del mismo que “en el Norte -Finlandia- nacería un príncipe que arrasaría Alemania y luego desaparecería en 1632”. Una predicción de este tipo no sólo puede explicarse como un “golpe de suerte”; Indica que Tycho de Brahe tenía una visión muy profunda de la estructura matemática del universo estrellado, y que era un verdadero ocultista, en este sentido, pues esta predicción, así como otras, literalmente, se hicieron realidad. Mucho tiempo después de la muerte de Tycho de Brahe, el rey Gustavo Adolfo de Suecia, que nació en Finlandia, apareció en Alemania, y murió en la batalla de Luetzen en 1632.

Marte también estaba en la constelacion Géminis y esto indica que la concepción de Tycho del universo no fue la de unas Matemáticas abstractas. No concebía el mundo como un gigantesco mecanismo que se mueve de acuerdo con las leyes matemáticas que los científicos a menudo conciben en nuestros días, sino como una acumulación de fuerzas que provocan los distintos movimientos en el cielo estrellado. Kepler, su discípulo, también tenía todavía un poder similar de entendimiento, y podemos leer en sus escritos que vivió los cuerpos celestes como si estuvieran penetrados por seres de alma.

Júpiter en Leo revela otra cara de la concepción del mundo de Tycho. Es la tendencia al Logismo en el estado de ánimo del Sensualismo. Podemos imaginar que Tycho tenía el coraje suficiente de confiar en lo que le revelaban los sentidos, sin partir de ideas preconcebidas, y después agregar la imagen  del universo. Era la época del nacimiento de la ciencia moderna y Tycho de Brahe fue uno de los primeros científicos que dejo guiar su pensamiento por el Sensualismo, es decir por el lenguaje de las impresiones de los sentidos. Hay más del sensualismo de Tycho en la imagen del mundo moderno y sus aplicaciones prácticas de lo que generalmente creemos.

Saturno estaba en la constelación de Virgo, que representa a la Gnosis en el estado de ánimo del Fenomenalismo. La manifestación de un panorama tan filosófico difícilmente puede ser rastreada en lo que tenemos como el registro documental de la vida de Tycho. Esta muy escondido y sólo lo podrán saber unos pocos de sus contemporáneos.

Anteriormente hemos señalado que Tycho no sólo era astrónomo, era también alquimista. Sabía que el buscador tiene que combinar ambas investigaciones con el fin de encontrar la verdad. Por lo tanto, en su observatorio hizo experimentos con las sustancias de la Tierra a codo con sus observaciones astronómicas. Y su objetivo era descubrir la reacción de los sucesos y condiciones en el cielo estrellado sobre las sustancias terrenales.

Tycho no daba por sentadas las viejas tradiciones alquímicas; el hizo los experimentos para que los “fenómenos” pudieran revelar la verdad. Fue a través de este trabajo que desarrolló el punto de vista de la Gnosis en el estado de ánimo de Fenomenalismo. Este es el nacimiento espiritual de Tycho de Brahe. Es de gran importancia. En términos generales el nacimiento espiritual revela algo de la naturaleza superior de un ser humano, lo que resalta la verdadera naturaleza humana en contraste con los seres de los otros reinos de la naturaleza.

Los hechos astronómicos muestran esto. Salimos por la puerta de entrada de la Luna en el nacimiento al espacio cósmico. De hecho, todo lo que se refiere a los pasos de la bajada de un alma humana a una encarnación terrenal está relacionado con esta pasarela del “carril” de la Luna en el nacimiento. Las etapas del desarrollo embrionario están especialmente conectadas con la Luna, pues todos estos eventos, que llevan finalmente a la natividad física, tienen lugar, por así decirlo, dentro de la esfera de la Luna, que está rodeada por su órbita.

Con el fin de encontrar la natividad espiritual, tenemos que ir más allá. Sin embargo, tras el “carril de la Luna”, llegamos a la frontera de la esfera de la Luna, y ahora tenemos que esperar hasta que se abra la puerta  desde la esfera de la Luna hacia una esfera superior. Esto sucede tan pronto como uno de los nodos Lunares entra en la dirección del carril de la Luna. El Nodo lunar es la llave que abre la puerta de la Luna a la esfera solar. (En la 14ª carta  ya describimos este hecho). Ahora podemos entrar en la esfera del Sol, y es en ese mismo momento donde tenemos el aspecto de la natividad espiritual. Por lo tanto, también lo podríamos llamar el nacimiento Solar, en contraste con el nacimiento  lunar.

La Natividad Lunar muestra cómo se presentan las adquisiciones prenatales y bosquejos predestinados a la existencia del alma humana en las sustancias terrenales para finalmente incorporarse a la corriente  hereditaria. La natividad Solar muestra todo lo contrario; muestra nuestra la “super-herencia” del ser, nuestro origen en el mundo de los dioses. Pues es desde el Sol o la natividad espiritual donde se realiza la filosofía del ser humano en la Tierra, el reflejo de los pensamientos de los Dioses, que el alma individual recibe como un don divino antes de descender a la esfera de la Luna.

El alma recibe este don no con el fin de poder dominar la existencia terrenal, sino para poder desarrollarlo, ampliarlo, y combinarlo con las distintas perspectivas que se indican en la natividad espiritual individual. Esta es la tarea del alma y esto le da la dignidad divina como un ser pensante. Este nacimiento Solar es  de una gran importancia, ya que también abre la puerta a la verdadera libertad humana o “freehood”.

Los dos nacimientos que hemos descrito como Lunar y Solar están fuertemente relacionados entre sí. Para demostrar esta relación en el nacimiento de Tycho de Brahe, vamos a tener que trabajar en algunos detalles más de su luna de nacimiento. En la 16ª carta, se señaló la importancia de los ritmos del desarrollo embrionario para la vida posterior al nacimiento. Estos ritmos son una especie de profecía de la vida en la Tierra dentro de ciertos límites.

Ahora vamos a mirar de nuevo la natividad de Tycho de Brahe. Nació el 14 de diciembre de 1546. Por otra parte, se supone que su desarrollo embrionario duró unos 10 meses lunares de cuatro semanas cada uno. Por lo tanto, su concepción debe haber tenido lugar marzo 1546. Tenemos ciertos medios astronómicos por los cuales podemos definir más exactamente el momento de la concepción individual. Estos medios se derivan de muy antigua sabiduría que en parte se encuentra en lo que conocemos como la Regla Hermética de la antigua cosmología egipcia, pero que, en realidad, es mucho más profunda. Pero no podemos embarcarnos en esta cuestión aquí; es toda una ciencia en sí misma.

Así que de momento vamos a considerar que el comienzo de la profecía prenatal de la vida terrenal de Tycho, fue hacia el final de marzo de 1546, cuando la Luna estaba en la constelación de Capricornio. Este es, pues, el punto que al nacer se elevaba en el Oriente cuando nació Tycho. A partir de ese momento, en marzo 1546, se inicia lo que podemos llamar la época, ahora podemos seguir adelante hacia el nacimiento, y podemos encontrar que la Luna regresó nueve veces a ese punto de la constelación de Capricornio (signo Acuario. NT).

Cada uno de estos meses lunares de 27,3 días contiene una imagen de lo que después se fue haciendo realidad en cada uno de los períodos de siete años de la vida terrenal de Tycho, después del nacimiento. Por ejemplo, si tomamos el primer mes lunar, o el tiempo desde finales de marzo hasta finales de abril de 1546, y leemos los eventos estelares que tuvieron lugar durante este tiempo, nos percataremos de que son las imágenes de los acontecimientos que sucedieron durante los primeros siete años de la infancia de Tycho. Si seguimos, podemos descubrir en el segundo mes lunar las imágenes cósmicas de los acontecimientos que tuvieron lugar en la vida de Tycho de 7-14 años, etc.

El ritmo fundamental es el ritmo de la Luna. Transcurridos 27,3 días siempre vuelve a la misma posición en el zodiaco, y en su recorrido se mueve a través de todas las constelaciones. Esto explica la naturaleza rítmica básica del destino humano. Muy a menudo podemos experimentar que nos enfrentamos a problemas y situaciones similares a las que hemos vivido siete años antes. Esta es la “actualización” imaginativa de la Luna, que antes del nacimiento pasó por las mismas constelaciones una y otra vez. Pero también hay una diferencia.

Los planetas, en especial el Sol y los planetas interiores, se están moviendo a través del Zodíaco. Nos encontramos en el caso de Tycho de Brahe que en el momento de la época el Sol estaba en la constelación de Piscis. Luego se trasladó a Aries, y durante el segundo mes lunar lo encontramos pasando de Aries a Tauro. Venus y Mercurio y otros planetas también se están moviendo constantemente. Así, se introduce un elemento de cambio y variación y una repetición constante en los ritmos de la Luna.

Estos hechos son una imagen de las influencias en su vida posterior que rompen constantemente los ritmos de la vida que quieren persistir en la uniformidad y la repetición. Podemos calcular que el Sol, Mercurio y Venus entraron en la constelación de Géminis durante el tercer y cuarto ciclos o meses lunares del desarrollo embrionario de Tycho. Entraron en esa parte del zodíaco que se impregna mucho antes de estos eventos por las posiciones de algunos de los planetas durante el tiempo de la natividad espiritual.

Decíamos más arriba que en 1541, cuando este nacimiento espiritual tuvo lugar, el Sol, la Luna, Mercurio, Venus y Marte estaban en Géminis. En el nacimiento lunar, como podemos denominar a la totalidad de los eventos estelares durante el desarrollo embrionario, el Sol y los planetas inferiores se movieron a la misma posición. Como esto ocurrió durante el tercer y cuarto ciclo lunar, es, por supuesto, una imagen del destino de Tycho de Brahe durante los períodos de siete años 3º y 4º, o el tiempo entre los 14 y 28 años de edad.

Durante esta época, Tycho de Brahe “descubrió” lo que vivía en su alma como su vocación y que podemos leer en la imagen de su nacimiento espiritual. Era la época en que se convirtió en ese tipo peculiar de astrónomo y astrólogo que describimos anteriormente. Su padre murió pronto, y después de esto, en 1559, cuando Tycho tenía sólo 13 años de edad, su tío lo envió a Copenhague para estudiar Filosofía y Letras. Más tarde se suponía que debía estudiar Derecho. Y para este fin fue enviado con un tutor a Leipzig.

El verdadero objetivo era preparar a Tycho para una carrera política, pues esa era, por decirlo así, la tradición familiar. Aquí las fuerzas de la herencia se hicieron influyentes; pero inmediatamente después de que Tycho fuera enviado a Copenhague, las fuerzas súper herencia comenzaron a estallar en él, y poco a poco fueron dejados de lado los planes hechos por su familia. Como Tycho era un hombre de enorme fuerza de voluntad, sus impulsos anímicos individuales adquirieron una forma muy distintiva. Por ejemplo, el 21 de agosto de 1560, se observó un gran eclipse de Sol, y empezó a considerar a la astronomía como algo divino.

Más tarde, cuando se encontraba en Leipzig, pasó noches enteras contemplando las estrellas mientras su tutor se creía que su alumno estaba durmiendo en la cama. En 1563 observó la gran conjunción de Saturno y Júpiter, y detectó que las tablas astronómicas que había en aquellos tiempos estaban lejos de ser matemáticamente correctas. Más tarde visitó muchos lugares en Alemania, y en 1569 lo encontramos en Augsburgo dedicado afanosamente a investigaciones astronómicas y alquímicas. Entonces se produjo un incidente, que es muy esclarecedor en cuanto a su posición hacia los impulsos hereditarios y familiares.

Cuando tenía 25 años, en 1571, regresó a Dinamarca y se casó con una joven campesina. En consecuencia, estalló entre él y sus familiares una violenta disputa en la que incluso tuvo que intervenir el rey danés. Así que percibimos cómo una afluencia de fuerzas puede fluir desde la natividad lunar, y que éstas son las responsables incluso de alterar la imagen preconcebida firme y del destino humano, pero, por lo menos, elevamos la existencia humana fuera de la esfera de la mera la tradición y herencia.

La natividad lunar se refiere a la encarnación de las cualidades espirituales cósmicas en el cuerpo humano. La natividad Solar representa la condición puramente individual del alma de una persona. La relación de estas actividades, en el caso de Tycho de Brahe, muestran la lucha entre las fuerzas que son innatas al cuerpo de una persona y las fuerzas del alma. Esta lucha es una necesidad, no sólo para la evolución del ser humano, sino también para el universo, porque es allí donde se redime el pasado de la evolución del mundo y se conduce hacia el futuro.

Ahora vamos a considerar el planeta Venus y su esfera en la natividad de Tycho de Brahe, de la que ya hemos hablado en la 18ª carta. Al comienzo del desarrollo prenatal estaba situado en el signo de Piscis, y desde allí se fue desplazando por las constelaciones hasta llegar a las primeras estrellas del signo de Acuario, donde estaba en el momento del nacimiento de Tycho de Brahe. Por lo tanto, Venus no ha atravesado los signos de Acuario y Piscis durante este tiempo.

Entre ese tiempo hizo una conjunción superior con el Sol en Tauro. En las cartas 18 y 19, señalamos que los planetas Venus y Mercurio son los puntos más densos de sus esferas, que, aunque no es visible, es de la mayor importancia. Es en cierto modo una contradicción con el planeta, no sólo porque —contrariamente al poder de contracción inherente al planeta— tiene el poder de expansión, porque su cualidad es mayor que la naturaleza espiritual de Mercurio.

 Aún así podemos leer sus movimientos a partir de los gestos del planeta Venus. Tenemos que recordar que encontramos la historia cósmica de los sentidos en las actividades de este ámbito, no sólo en la evolución cósmica el pasado, sino también con respecto al futuro. Se refiere al destino de los seres humanos en relación con el proceso de su encarnación en la experiencia sensible, así como la redención de este destino y su evolución hacia nuevas capacidades sensoriales. Así, el espacio que fue, por decirlo así, “abierto” por Venus en el nacimiento de Tycho de Brahe indica que la dirección al “mundo de los sentidos” de Tycho estaba al menos limitada por la tendencia contractiva del planeta.

Esta es la dirección de Acuario, que representa la imagen cósmica del sentido del calor. Sin embargo, en este caso debemos considerar esto desde un amplio punto de vista cósmico. Para entenderlo vamos a tener que utilizar una imagen. Dentro del cuerpo humano podemos observar la circulación de la sangre. Se permite que esta corriente sanguínea fluya sólo hasta la piel. Si ahora imaginamos que un ser humano podría tener un tipo de sangre etérea que no se detiene en la piel, sino que va hacia el espacio cósmico y después de algún tiempo regresa de nuevo, entonces tenemos una imagen de lo que estaba presente en Tycho de Brahe como una capacidad especial.

 Él podía utilizar aquellas corrientes etéreas de calor como un órgano sensorial, yendo hacia el espacio cósmico y regresar a su propio organismo. Por lo tanto, podía experimentar la vida interior del mundo estelar. Todo esto sucedió más o menos inconscientemente, pero fue la base orgánica de su brillante capacidad de experimentar los acontecimientos futuros en la Tierra mirando las estrellas. Entonces esta enorme, pero vaga y dormida capacidad, se condensó en unos contornos más sólidos por el otro evento que se refleja en la conjunción superior de Venus con el Sol al final del segundo mes lunar del desarrollo embrionario de Tycho.

Esto se refiere a la época en que tenía unos 14 años. Este fue exactamente el momento en que se enfrenta a un evento cósmico por primera vez, un eclipse de Sol. Fue también en este momento en el que el sentido para predecir eventos de los aspectos estelares se despertaron en él por primera vez. La conjunción superior de Venus tuvo lugar en el signo de Tauro, y por la posición del planeta podemos suponer que la esfera se amplió, por así decirlo, hacia la constelación de Tauro. Tauro es la imagen cósmica del sentido de la percepción del pensamiento humano. Sin embargo, Tycho no sólo había desarrollado el sentido de la percepción del pensamiento humano con la ayuda de las capacidades innatas de Acuario, de las que ya hemos hablado antes, sino que también fue capaz de percibir el Pensamiento Divino.

De este modo, podía realmente leer el futuro en los movimientos de las estrellas; no se limito sólo a trabajar con las reglas astrológicas tradicionales. Se le permitió leer los pensamientos de los Dioses.

En la figura 1 se muestran los movimientos de los planetas y del Sol durante los diez meses lunares del desarrollo embrionario de Tycho de Brahe. Se puede ver a Saturno y Júpiter haciendo bucles, pero sin salir de sus constelaciones. Marte comienza en Sagitario, se mueve hacia Capricornio y Acuario, luego hace un bucle (retrograda. NT) en Acuario, continuando su camino en dirección a Piscis. Además, podemos ver a Venus partiendo de Piscis y moviéndose a través del zodíaco hasta llegar a Acuario.


El Sol pasa de Piscis a Sagitario y Mercurio se mueve de la misma manera. Durante este tiempo, Mercurio hace los dos bucles que se indican en el dibujo. La Figura 2 muestra el nacimiento espiritual de Tycho de Brahe en el círculo exterior. En el círculo interior vemos de nuevo el camino del Sol durante el desarrollo embrionario con referencia a la posición de acuerdo con la secuencia de los meses lunares.



Invocações e Evocações: Vozes Entre os Véus

Desde as eras mais remotas da humanidade, o ser humano buscou estabelecer contato com o invisível. As fogueiras dos xamãs, os altares dos ma...