sábado, 7 de outubro de 2023

Lección XV Planos Astrales Superiores

Ahora hemos alcanzado el punto donde se nos llama a considerar las fases del Plano Astral relacionado con el estado o condición de las entidades desincorporadas de seres humanos. Los llamamos los Planos Astrales superiores, solamente por medio de contrastes con los planos inferiores mencionados en las precedentes dos lecciones, porque algunos de estos planos “superiores” son bastante bajos ciertamente en comparación con los Planos Astrales más altos. Comencemos con la consideración del más bajo de estos planos superiores del Astral, y entonces procedemos a considerar los planos superiores en la escala. En primer lugar, debemos recordar que el alma humana desincorporada deja el físico en un estado o condición semejante a dormir. Es llevado por la atracción de su naturaleza y carácter al plano más alto consistente con su naturalezaeso es, a un plano correspondiente con las más altas cualidades existentes dentro del mismo. Y sobre ese plano gradualmente despierta en la vida astral de ese particular plano. 

Las condiciones de la Vida Astral son tan diferentes a las del Plano Material que es difícil describirlo inteligentemente en términos del último. Por ejemplo, las almas en los planos superiores son capaces de entrar en consciente relación con aquellos en los planos inferiores, pero aquellos en los planos inferiores no pueden entrar en relación consciente con aquellos en los planos superiores excepto a través del acto de esos que habitan en el superior. Cada plano tiene planos superiores e inferiores al mismo, siendo la ley de arriba operativa en todos los casos. Las almas del plano superior tienen acceso al inferior, pero el inferior no puede invadir al superior. Y este acceso no es en la naturaleza de una visita física del superior al inferior, sino es en la naturaleza de una consciencia psíquica, parecida a Clarividencia, en la que el alma, mientras permanece en su propio plano, aun parece haber viajado a los otros, para conversar con otras almas en estos planos. El alma misma, a menos que sea muy avanzada, no se da cuenta de la naturaleza de la conexión sino piensa que piensa que en realidad viaja a la escena de los planos inferiores. La analogía de Clarividencia en el Plano Material le dará a Ud idea del proceso. Cuando un alma despierta en su propio plano del Astral, encuentra difícil darse cuenta de que no está vivo en su carne, y a menudo se requiere mucho tiempo antes de darse cuenta de su verdadera condición. Entonces comienza a manifestar interés en su entorno, y hace muchas visitas a su propio y otros planos (en la forma antes mencionada) renovando viejos encuentros y relaciones, y manifestando las actividades muy naturales para un ser humano bajo tales circunstancias. Pero tarde o temprano esta vida comienza a cansarse de esto, y pasa al Estado Idealista, que describiremos un poco más adelante. Suficiente por el momento es decir que en el Estado Idealista el alma comienza a manifestar sus ideales-las cosas que ha esperado, soñado, anhelado, en su vida terrenal. A mayor cualidad idealista del alma, mayor la extensión y alcance de su Estado Idealista. Pero antes de considerar esta interesante fase de la Vida Astral, veamos qué sucede en los planos inferiores, a aquellos que no tienen sino pocos ideales, y aquellos de una naturaleza de lo más material.

En el más bajo de estos planos del Astral encontramos las entidades “atadas a tierra”. O almas, de muchos grados. Estas son las almas de aquellos que son tan materiales en sus gustos, hábitos y tendencia de pensamiento y deseo que ellos nunca pueden subir a los estados más altos y condiciones del Astral. Ellos se mantienen cerca de la tierra, mezclados sin ser vistos en los escenarios que ellos tanto amaron durante su vida en el cuerpo, y aun siendo incapaces de realmente participar en las manifestaciones carnales, a menos, por supuesto, que algún habitante en carne particularmente atractivo abra su organismo físico a la obsesión de algún acompañante afín y simpático de los Planos Astrales inferiores y permita a la entidad manifestarse a través de su cuerpo físico. Estas entidades se encuentran en gran número en la atmósfera astral de bajos centros, y lugares similares, donde ellos contaminan la atmósfera psíquica a tal extensión que su presencia se puede sentir, y a menudo ver por personas sensibles que pudieran visitar tales lugares. Podemos añadir como advertencia a aquellos que sean afectos a incursionar en el proceso psíquico de Evocación, que es mayormente de esta clase de entidades que muchos de los “espíritus” que aparecen en las sesiones espiritistas son extraídos. Es esta clase de entidades que a menudo se hace pasar por sus amigos y familiares desincorporados, y cuyas burlas y obscenidades apenas ocultas detrás de los mensajes amorosos y “sabiduría de espíritu” que ellos dejan para el sorprendido mortal en la carne quien no soñaría en asociarse con su clase en vida terrestre. La vida de estas entidades en el Plano Astral no es larga. Ellas encuentran poco placer, y mucho tormento, en vida separada del físico. Porque sus deseos están totalmente a lo largo de líneas físicas. Ellas están llenas de insatisfacciones, hastío, y agotamiento. Como ha dicho un escritor: “Los desincorporados aprenden que el Hades de Inmortalidad es la carencia de un cuerpo físico”. Su insatisfacción pronto pone en operación el deseo de ser aliviado de la carga, y el “Deseo de no Vivir” se manifiesta solo. Ellos caen en un estado de sueño, o condición de sonambulismo, en el que sueñan sus deseos o gustos hasta el fin-hasta haber agotado cada añoranza mental dentro de su naturaleza. No habiendo quedado nada de ellos, cuando estos estados mentales han sido vividos, se debilitan y pasan a la inconsciencia, que es seguida por la muerte en el Astral con consecuente desintegración y aniquilación como entidades. Su estado de sueño es, en cierta forma, su Estado Idealista-todo el Estado Idealista del que sean capaces, en todo caso. Esto no es de ninguna forma un castigo-meramente una consecuencia natural de su naturaleza. Como expresa el viejo dicho: ”Uno no puede hacer una cartera de seda partiendo de una oreja de cerda”. Ni puede uno obtener más de un litro de una medida de un litro. Deseo es la causa de sus vidas, y de su muerte. El balance se manifiesta y preserva. El agua no puede subir por encima del nivel de su propia fuente. Estas entidades reciben “lo suyo”, tanto como lo hacen aquellos en los planos superiores. No hay injusticia manifestada aquí. Subiendo en la escala encontramos almas que mientras atadas a cosas materiales sin embargo han tenido ideales durante su vida-cosas por las que ellas han esperado, y soñado, orado y anhelado. Al avanzar la escala encontramos que la naturaleza de las ideas avanzan de más bajas a más altas-pero el principio es el mismo. Y para el más bajo hasta el más alto de estos grados ideales, la Vida Astral contiene esa peculiar y maravillosa condición o estado conocido como el “Estado Idealista”. Y este Estado Idealista es la real Vida Astral del alma, a la que entra después de estar cansada de las condiciones que encuentra al principio en el Plano Astral. Está compuesta de una condición o estado, o serie de tales condiciones o estados, en las que vive en vívida imaginación, o realistas estados como sueño todos sus ideales personales frustrados, esperanzas, expectativas, deseos, ambiciones, aspiraciones, anhelos, e inclinaciones de su naturaleza. 

Se puede objetar a eso que esto no es sino un estado de ilusión o engaño, y no una realidad. Pero debe recordarse que aun en el Plano Material: “Los sueños son verdad mientras ellos duran”. En el Plano Astral, en el Estado Idealista, estos sueños superan en intensidad y realidad cualquier cosa que el mortal incorporado pueda experimentar. En cuanto al alma concierna las experiencias a través de las cuales vive en el Estado Idealista son tan reales como cualquiera que haya experimentado en la vida física. Cada elemento de realidad está allí. Y hay una realidad sobre eso que todo ocultista avanzado reconoce. 

Al fin, las experiencias de uno en la vida física pueden ser resueltas a una “serie de estados mentales”-¿y qué menos que esto experimenta el soñador Astral?¿Y qué más que un Sueño, después de todo es la experiencia de la vida en Tierra de setenta de la persona promedio? “Como sueños vienen, como sueños se van”. De esta manera, y en su plano, el Estado Idealista es tan real como la vida física. 

En este Estado Idealista, el alma soñadora vive por completo incontables vidas, una infinita variedad. Como en un sueño ordinario, el Tiempo es aniquilado y uno puede vivir todo un tiempo de vida en el espacio de un segundo, así en el Estado Idealista el alma vive siglos de experiencias en un momento. A todo intento y propósito, el alma-cada alma de hecho-vive una Eternidad en el Estado Idealista, aunque la entera experiencia pueda ocurrir en unos pocos años (como nosotros conocemos el tiempo). El Tiempo es medido solamente por “sucesos”, y los sucesos de una Eternidad pueden amontonarse en un muy corto espacio de tiempo ordinario, en el Estado Idealista. Cada posibilidad dentro de su personalidad es vivida, sobrevivida, y agotada en interés, en el Estado Idealista. Así como en el momento de muerte física, el alma ve como en un destello su entera vida terrenal en un gran panorama-siendo pasado y presente a la vez-así en el Estado Idealista el alma vive por completo cada deseo personal, objetivo, aspiración, esperanza, ambición, anhelo, y deseo, en una serie infinita de estados o vidas. Realiza cada ideal personal inherente dentro de ella, al máximo. Se alcanza su completo Deseo de Corazón personal. No hay anhelo personal insatisfecho, o ideal frustrado, dejado al final del Estado Idealista del alma en el Plano Astral. Piense lo que esto significa, por favor. Piense lo que debe significar vivir plenamente “El Poder Haber Sido”, que está en la vida de cada ser humano. Piense lo que debe significar el manifestar el amor de uno al máximo-tener cada deseo concedido-cada ambición satisfecha. Piense lo que debe ser vivir plenamente la vida de uno como uno desea que haya sido vivida-con todos los errores corregidos, todos los errores remediados, todos los problemas resueltos, todas las reparaciones hechas, todas las injusticias rectificadas. El Estado Idealista es el vivir completo de su vida Como a Ud Deseara Que Ella Pudiera Haber Sido. No, es más, vivirla por completo incontables veces, sacando a relucir cada variación algún nuevo punto y rasgo de frustrados ideales, deseos y querencias! Es un estado en el que el verso de Kipling se hace realidad:

“Y solamente el Maestro nos apreciará,

Y solamente el Maestro culpará;

Y nadie trabajará por dinero,

Y nadie trabajará por fama;

Sino cada uno por la alegría del trabajo,

Y cada uno en su estrella separada;

Dibujará la Cosa como la ve

Por el Bien de las Cosas como Ellas son!”

Pero es sólo un sueño , dice Ud. No, es más que un sueño como Ud entiende el término. Un sueño es, pero un sueño tan real que nada sino la Omnisciencia podría distinguir la diferencia. Un sueño tan real que iguala la cosa que llamamos Vida, en cada elemento de realidad. Al final, uno es tan Real como el otro-la Vida Terrestre y el Estado Idealista Astral. Y, también, al final, uno es tan Irreal como el otro. 

Pero no sólo son los altos deseos personales, aspiraciones, e ideales vividos plenamente así en el Estado Idealista. Los bajos deseos personales, aspiraciones, e ideales son también pasados a través de este molino de trillar del Estado Idealista. Uno vive plenamente al máximo, en algunas de las series de estas vidas de sueño, todas las posibilidades de su naturaleza o carácter-buenas y malas por igual. De hecho, los más bajos deseos e ideales son los primeros en manifestarse, y los primeros en morir y pasar su vida. A aquellos quienes no tengan otros, en fin entonces sobreviene. Pero para aquellos quienes tengan más altos ideales y deseos mezclados con los más bajos, viene entonces una etapa de vivir la parte superior de su naturaleza. Y al pasar el tiempo, el alma escala bien por encima de todos los desechos y crudeza de su naturaleza, y vive en las regiones superiores de ella misma-disfrutando a totalidad la satisfacción que viene solamente de aquellos estados superiores. Pero, el alma debe poseer lo superior para manifestarlo. A menos que lo superior sea envuelto dentro del alma, no puede evolucionar.

Lo que no existe no puede manifestarse. Mientras que en este Estado Idealista, el alma puede ser atraída por aquellos en la tierra quienes se relaciones a ella por viejos lazos o afectos o interés, y en tal caso puede manifestarse por comunicaciones. Pero estas comunicaciones pueden contener solamente aquello que el alma conozca y experimente a la vez. Meramente reporta lo que está experimentando-meramente sus propias experiencias personales del Estado Idealista. Y aun esto lo reporta en una forma aturdida, de ensueño. Así el alma devota Cristiana reportará que está habitando en un Cielo de ortodoxos contornos- siendo descriptas en detalle las calles doradas, harpas, y leche y miel. Un buen alma Católica reportará un Cielo Católico, con todos los santos presente; mientras que un buen alma Baptista reportará un Cielo a lo largo de estrictas líneas Baptistas-cerrada comunión, y solamente estando en evidencia almas inmersas. Un Musulmán se describirá a sí mismo como gozando de todas las delicias del Cielo prometido por Mahoma. Y el alma de un Infiel le informará que “no hay nada del todo en este asunto del Cielo”, y que el “más allá” es meramente una vida entre compañeros que congenian, pensando a lo largo de las mismas líneas que ella; y que ella es de la opinión de que la gente de iglesia ha perecido, en lugar de haber ganado inmortalidad. Y así sucesivamente, cada uno “pintando la Cosa como él la ve” como el mundo de “Cosas como Ellas Son”. Y cada uno está diciendo la Verdad, como él la ve, desde su propio punto de vista. Extraño, pero verdadero! Aquellos que se quejan por la ausencia de las cualidades de Cielo e Infierno en este Estado Idealista no ha pensado con suficiente profundidad en relación a esto. En el logro de los más altos ideales y aspiraciones, está contenido todo lo que los hombres se han figurado como los goces del Cielo-e infinitamente más. Y en el total vivir de las consecuencias del mal deseo y bajos ideales, y todo lo que va con este estado, está todo lo que los más fervientes Calvinistas podrían desear en un Infierno-e infinitamente más. Pero, recuerde siempre, que el Cielo e Infierno del Estado Idealista no es un castigo o recompensa otorgado por buenos o malos actos-no es sino el ejercicio de Causa y Efecto-la más completa manifestación del Deseo y Carácter de uno. Y, en los actos de ajuste refrenados por Miedo se igualan los Actos llevados a cabo. “Como un hombre piensa en su corazón, así es él” en el Estado Idealista.

En el ejercicio de Causa y Efecto en el Estado Idealista del Astral, es de verdad cierto que: 

“Aquel que odia es un asesino; aquel que codicia es un ladrón; aquel que desea con lijuria es un adúltero; que el punto esencial de un crimen es el deseo detrás de él”. El Estado Idealista del Plano Astral no es Fatalidad, ni Providencia, ni destino, ni Premio y Castigo-no es sino la operación de las leyes naturales de Causa y Efecto, Tendencia Ordenada, y Secuencia Lógica,en el Plano Astral. “De uno, conoce Todo”.

Y, en el ejercicio del Estado Idealista del Astral, las más desagradables experiencias se viven por completo primero, y entonces los ideales superiores comienzan a manifestarse por sí mismos-el alma subiendo a más altos y aun más altos vuelos, hasta que al fin alcanza el más alto grado posible en razón de su constitución, naturaleza y carácter. Y en esa Vida, si está preparado para recibirla, puede recibir instrucciones de Seres superiores en la escala, también como de las más evolucionadas almas de nuestra propia raza quienes son atraídas a ello en razón de sus deseos e ideales. En mucho un alma ha recibido la ayuda que le ha llevado a la Individualidad, en este Estado Idealista. En mucho un alma individual ha recibido así instrucción que le ha llevado a mejores condiciones para el crecimiento en la próxima encarnación. “Cuando el pupilo está listo, el Maestroaparece” en el Plano Astral como en el Plano Material. Si Ud posee la semilla de lo ideal, la flor y el fruto seguramente serán suyos. 

Cuando los impulsos que surgen de los deseos personales, aspiraciones, e ideales del alma se han gastado a sí mismos por completo, y la “personalidad” del alma ha sido “vivida y sobrevivida” en el proceso-cuando no permanecen más impulsos de personalidad por ejercer ellos mismos en el Estado Idealista-entonces el alma encuentra que “no tiene más nada por qué vivir” a lo largo de las líneas de personalidad. Se siente envejecida, cansada, y desgastada, y el deseo por descansar trepa sobre ella, y gradualmente se hunde en un dormir sin sueño, que termina en la Muerte de la Personalidad.

Si la Egoidad no se ha alcanzado por el alma, entonces nunca despierta en una nueva vida, porque siendo la Personalidad todo lo que posee, y esperando que toda personalidad se haya gastado y agotado, entonces no queda nada que persista en un nuevo nacimiento. 

Pero si la Egoidad se ha alcanzado, y el alma se da cuenta que es más que el “Mí” de sí misma, entonces cuando el “Mí” se desvanezca, el “Yo” se encuentra a sí mismo aun existente y lleno con el impulso del Deseo de Vivir de la Voluntad Cósmica, la que le insta hacia adelante al renacer de nuevos cuerpos, para buscar más lejos y más avanzada experiencia. Aun en este caso el alma cae en el profundo sueño Astral, pero despierta de allí cuando renace en un nuevo cuerpo, bajo circunstancias y entornos de acuerdo con la Ley de Atracción como resultado de la esencia de la vida pasada, como herencia. El Ego entonces será libre de sus deseos vividos y más nunca será obstaculizada por ellos. Será atraída hacia nuevos escenarios y campos de actividad. En su nuevo cuerpo tendrá que combatir los impulsos heredados y deseos de su nuevo “Mí”, pero siempre sentirá su superioridad a esta última, y sentirá la habilidad de apartarse y observar su personalidad. 

El Ego avanzado, a la vez, alcanza la etapa de renacer consciente, en el que la Vida Ideal es conscientemente continua con la vida vieja, y la que es seguida conscientemente por el nuevo nacimiento.

Hemos hablado de estas cosas en nuestra lección sobre “Supervivencia del Más Apto”, la que Ud debería ahora releer a la luz de la presente lección.

Hay muchos planos del Astral mucho más altos aun que estos que hemos descripto, pero una descripción de ellos sería imposible excepto para ocultistas altamente avanzados. 

Algunos de estos Planos Astrales superiores trascienden la imaginación de la persona promedio que dirige la vida personal hoy día, en la tierra. Y aun así, sobre y por encima del entero Plano Astral, está el gran Plano Espiritual, del que carecemos de palabras para designar aun vagamente. Y sin embargo, aun estos Planos elevados esperan tu venida, oh Neófito, cuyos pies están ahora bien puestos sobre El Camino!


Lección XIV “Teclas Negras” Astrales

Antes de pasar a los sub-planos superiores en grado y escala, permítanos llamar su atención a alguno de los su-planos menores-el de “teclas negras” de la escala Astral. En estos sub-planos residen los no humanos, o criaturas semi-humanas que están agrupadas juntas en la oculta clasificación bajo el nombre general de “elementarios” o “elementales”. Es imposible para nosotros entrar en detallada consideración de esta clase de entidades en un trabajo de esta naturaleza general dirigido a la lectura popular. Las razones por tanto envolverían explicaciones que reduciría el espacio intentado para ellos ciertos otros detalles de los Planos Astrales, y aun entonces serían de lo más incompleto e insatisfactorio. Suficiente decir que los ocultistas saben que este planeta, la tierra, es el campo y teatro para tres procesos distintos de evolución-el del mundo que conocemos, humano, animal, y vegetal; y otros dos de diferente orden. Estos otros dos campos de evolución tienen sus propios planos que son completamente no relacionados con los de nosotros. Pero estos otros procesos evolutivos, aunque distintos a los de nosotros, sin embargo se mezclan ligeramente con ciertos sub-planos de nuestros Planos Astrales-eso es, los “bordes se sobreponen”, si tal torpe término puede usarse. Consecuentemente, en ciertos de los planos de “tecla negra” de nuestro Astral, puede encontrarse elementales de una escala de vida diferente a la nuestra. Esto no es sino un enunciado general, cuyas fallas serán obvias a todo ocultista avanzado quien lo lea. Y aun así tales estudiantes avanzados verán la necesidad para el intencionado enunciado imperfecto en este lugar. 

Quienes han leído historias ocultas de Bulwer-destacándose “Zanoni”, reconocerá la naturaleza de las entidades de las que hablamos. Mientras la Enseñanza Arcana incluye dentro de su almacén de conocimientos e información detalles completos en relación a estos particulares sub-planos que hemos designado como los “teclas negras” en la escala del Plano Astral, y sus Iniciados quienes han alcanzado ciertos grados están completamente informados en relación a lo mismo, aunque no podamos hacer pública en este momento, lugar, y a través de esta canal, la Enseñanza Arcana interna en relación al mismo. Personalmente, pensamos que el tiempo está maduro para que tal información sea completamente anunciada, acompañada por las necesarias advertencias; pero aquellos superiores en autoridad entre los Custodios nos han dicho: “¡No! ¡Esperen con paciencia! ¡Cuando la hora propicia sea indicada por los símbolos planetarios-entonces pueden Uds abrir el volumen sellado a aquellos que liberen sus enigmas¡ Por el momento, el voto de silencio se mantiene¡” Así que no queda nada para nosotros sino inclinarnos a la autoridad superior en la materia.

Sin embargo, mientras no se nos permita exponer la Enseñanza Arcana interna en este particular detalle, la prohibición no se extiende a usar citas de otras autoridades quienes ya han reportado sobre estos sub-planos del Astral. Y, creyendo que dichos reportes serían de interés a aquellos de nuestros estudiantes que tienen un interés científico en esta fase del ocultismo, hemos decidido darles, en esta lección, citas muy liberales de una autoridad destacada de otra escuela de ocultismo, quien ha puesto mucha atención al fenómeno de ciertas fases y planos del Plano Astral, ambos en la dirección de estudiar autoridades más antiguas y avanzadas, y también en la dirección de investigación personal y exploración de estos sub-planos, del Astral. La última es una tarea rodeada de peligros y riesgos los que muy pocos aun ocultista avanzados se preocupan en emprender, y aunque dudamos de la sensatez de la tarea, sin embargo debemos admirar el ardor científico de los investigadores. El resto de esta lección, indicada por comillas, consiste en citas de la mencionada autoridad, investigador y explorador de estas regiones oscuras de las “teclas negras” del Astral.

Los elementales pueden agruparse en varias clases generales, aunque la clasificación es o menos insatisfactoria e imperfecta, a lo mucho. Una de estas clases comprende las entidades que algunos autores han llamado “Espíritus de la Naturaleza”, cuyo término, sin embargo, es menos seguro que poético. Estas entidades han sido conocidas en las leyendas por varios nombres, entre los más prominentes están los siguientes: espíritus de la Tierra, o gnomos, espíritus del agua, o undinas (ninfas); espíritus del aire, o sílfides; espíritus del fuego, o salamandras; hadas, duendes, elfos, brownies, genios, troles, faunos, kobolts, diablillos, enanitos, leprechauns, gentecita, buena-gente, etc., etc., de los cuales la mencionada autoridad dice: 

“Sus formas son muchas y variadas, pero más frecuentemente en forma humana, y de alguna manera diminutos. Como casi todos los habitantes del plano astral, son capaces de asumir cualquier apariencia a voluntad, aunque ellos indudablemente tienen formas definidas propias, o tal vez, deberíamos mejor decir formas favoritas que ellos muestran cuando no tienen especial propósito en tomar ninguna otra. Bajo condiciones ordinarias ellos no son visibles del todo a los ojos físicos, pero tienen el poder de materializarse cuando ellos deseen ser vistos. Hay un inmenso número de subdivisiones o razas ellos, y los individuos de estas subdivisiones difieren en inteligencia y disposición precisamente como lo hacen los seres humanos. La gran mayoría de ellos aparentemente prefiere evitar al hombre totalmente; sus hábitos y emanaciones son repugnantes para ellos, y el constante ajetreo de corrientes astrales resultantes de su inquietos, enfermizos deseos, les perturban y molestan. Por otra parte, no se desean ocasiones en los que espíritus de la naturaleza fueran como si hubieran hecho amistad con seres humanos, y ofrecido tal asistencia como está en su poder, como en las bien conocidas historias de los brownies escoceses o de las hadas llameantes. Esta útil actitud, sin embargo, es comparativamente rara, y en la mayoría de los casos cuando ellos entran en contacto con el hombre ellos o muestran indiferencia o disgusto, o si no una traviesa delicia al engañarlo y jugarle trucos infantiles. Una historia muy ilustrativa de esta curiosa característica puede encontrarse entre las conversaciones en las villas del campo en casi cualquier solitario distrito montañoso; y cualquiera que haya tenido por hábito asistir a sesiones espiritistas para fenómenos físicos recordará instancias de chistes prácticos y pensamientos tontos aunque usualmente buenas payasadas, que casi siempre indica la presencia de algunos de estos espíritus astrales de orden inferior. 

“Los períodos de vida de las diferentes subdivisiones varían grandemente, siendo algunos bastante cortos, otros mucho más largos que nuestro tiempo de vida humana. Nuestra posición es completamente aparte de tal vida como la de ellos que es imposible para nosotros entender mucho sobre sus condiciones; pero parece en su conjunto ser simple, alegre, irresponsable clase de existencia, mucho como una fiesta de niños felices podría llevar entre alrededores físicos excepcionales. Aunque tramposos y traviesos, son raramente maliciosos a menos ser provocados por alguna injustificable intrusión o molestia; pero como un cuerpo ellos también participan en alguna extensión de las sensación universal de desconfiar del hombre, y generalmente parecen inclinados a resentir de alguna manera la primera aparición de un neófito en el plano astral, de forma que él usualmente hace su acercamiento bajo alguna forma desagradable o aterradora. Si, sin embargo, declina ser atemorizado por cualquiera de sus formas raras, pronto lo aceptan como un mal necesario y no lo siguen notando, mientras que algunos entere ellos pueden después de un tiempo volverse amigables y manifestar placer en conocerle.

“El Adepto sabe cómo hacer uso de los servicios de los espíritus de la naturaleza cuando los requiere, pero el mago ordinario puede obtener su asistencia solamente por procesos o de invocación o evocación; o sea, o atrayendo su atención por súplica y haciendo alguna clase de canje con ellos, o intentando poner en movimiento influencias que obligaría su obediencia. Ambos métodos son extremadamente indeseables, y el último es también excesivamente peligroso , ya que el operador levantaría una determinada hostilidad que podría resultar fatal para él. Innecesario es decir, que a nadie estudiando ocultismo bajo un Maestro calificado le sería permitido intentar nada de esta clase de cosas del todo.”

En otros planos bajos del Astral hay otra clase de elementales, que han sido llamados “entidades artificiales o creadas por el hombre”, de los que la antes mencionada autoridad dice: “Esta, la clase más grande de entidades del Astral, es también en mucho la más importante al hombre. Siendo por entero su propia creación, está interrelacionada con él por los más cercanos lazos, y su acción sobre él es directa e incesante. Es una enorme masa inconclusa de entidades semi-inteligentes, que difieren entre ellos mismos como difieren los pensamientos del hombre, y prácticamente incapaz de nada como clasificación y arreglo. La única división que puede hacerse con utilidad es la que distingue entre los elementales artificiales hechos por la mayoría de los hombres inconscientemente, y las hechas por magos con definida intención; mientras podemos relegar a una tercera clase el muy pequeña número de entidades artificialmente arregladas que no son elementales del todo.

“La esencia elemental que nos rodea por todos lados es en todas sus innumerables variedades singularmente susceptible a la influencia del pensamiento humano. La acción del mero pensamiento casual disperso sobre ella, haciéndola emerger en una nube de formas evanescentes en un rápido movimiento, ya ha sido descripta; ahora tenemos que notar cómo es afectada cuando la mente humana formula un pensamiento o deseo definido, decidido. El efecto producido es de la más impresionante naturaleza. El pensamiento se aferra sobre la esencia plástica, y la amolda instantáneamente en un ser viviente de una forma apropiada-un ser que cuando una vez es creado no está de ninguna manera bajo el control de su creador, sino que vive su propia vida, la longitud de la cual es proporcional a la intensidad de los pensamientos o deseo que la trajo a existencia. Dura ciertamente tanto como la fuerza de pensamiento la mantiene unida. La mayoría de los pensamientos de las personas son tan breves que los elementales creados por ellos duran solamente unos pocos minutos o unas pocas horas, pero un pensamiento a menudo repetido o un deseo sincero formará un elemental cuya existencia puede extenderse a muchos días. 

Ya que los pensamientos ordinarios del hombre se refieren en gran parte a él mismo, los elementales que ellos forman permanecen rondando alrededor, y constantemente tienden a provocar una repetición de la idea que ellos representan, ya que tales repeticiones, en lugar de formar nuevos elementales, fortalecerían al viejo, y le darían un fresco usufructo de vida. Un hombre, por tanto, quien frecuentemente se preocupa por un deseo a menudo forma para él mismo un auxiliar astral que, constantemente alimentado por pensamientos frescos, puede perseguirlo por años, siempre ganando más y más fuerza e influencia sobre Él; y se verá fácilmente que si el deseo es malvado el efecto sobre su naturaleza moral puede ser del más desastroso carácter.

“Aun más preñados por bien o mal son los pensamientos de un hombre sobre otra gente, porque en ese caso ellos merodean no alrededor del pensador, sino alrededor del objeto del pensamiento. Un pensamiento generoso sobre una persona, o un deseo serio por su bien, formará y proyectará hacia ella un elemental artificial amistoso. Si el deseo es uno definido, como, por ejemplo, que la persona se pueda recobrar de alguna enfermedad, entonces el elemental será una fuerza siempre rondando alrededor de ella para promover su mejoría, o para repeler cualquier influencia que pudiera tender a dificultarla. Al hacer esto mostrará lo que aparece como una cantidad muy considerable de inteligencia y adaptabilidad, aunque realmente es simplemente una fuerza actuando a lo largo de la línea de menor Resistencia-presionando constantemente en una dirección todo el tiempo, y tomando ventaja de cualquier canal que pueda encontrar, justo como el agua en una cisterna encontraría en algún momento la tubería abierta en una docena cerradas, y procede a vaciarse a través de ella. Si deseamos que sea meramente una indefinida para su bien general, la esencia elemental en su maravillosa plasticidad responderá exactamente a esa menos marcada idea también, y la criatura formada agotará su fuerza en la dirección de cualquier acción que más de inmediato venga a mano para la ventaja del hombre. En todo caso, la cantidad de tal fuerza que debe gastarse, y la longitud de tiempo que vivirá para gastarla, depende completamente de la fuerza del deseo o pensamiento original que le dio nacimiento; aunque debe recordarse que puede ser, por así decirlo, alimentado y fortalecido, y su período de vida extendido por otros buenos deseos o pensamientos amistosos proyectados en la misma dirección. Además, parece ser activado, como la mayoría de otros seres, por un deseo instintivo para prolongar su vida, y así reacciona sobre su creador como una fuerza contantemente tendiente a provocar la renovación de las sensaciones que los llamó a existencia. También influencia de manera similar otros con quienes entran en contacto, aunque su compenetración con ellos no sea naturalmente perfecta.

“Todo lo que se ha dicho a los efectos de buenos deseos y pensamientos amistosos es también verdad en la dirección opuesta de deseos malvados y pensamientos de disgusto; y considerando la cantidad de envidia, odio, malicia y la falta de caridad que existe en el mundo, sería ciertamente de entender que entre los elementales artificiales muchas terribles criaturas han de verse. Un hombre cuyos pensamientos o deseos sean rencorosos, brutales, sensuales, avariciosos, se mueve a través del mundo llevando consigo a todas partes una pestífera atmósfera propia, poblada por los seres asquerosos que ha creado para que sean sus compañeros. Así no solamente está en un lamentable caso maligno por sí mismo, sino que es una peligrosa molestia para sus semejantes, sometiendo a todo quien tenga el infortunio de entrar en contacto con él a riesgo de contacto moral de la influencia de las abominaciones con las que él escoge rodearse.

“Ocasionalmente sucede, sin embargo, que un elemental artificial de esta descripción es por variadas razones incapaz de emplear su fuerza o sobre su objeto o su creador, y en tales casos resulta una especie de demonio errante, realmente atraído por cualquier persona que consienta sensaciones similares a las que le dieron origen, e igualmente preparado o para estimular tales sensaciones en él en bien de la fuerza que pueda ganar de ellos, o para vaciar su almacén de malas influencias sobre él a través de cualquier apertura que pudiera ofrecerle. Si es suficientemente poderoso para agarrar alguna cáscara que pase (cuerpo astral desechado) frecuentemente lo hace, ya que la posesión de tal hogar temporal le habilita para administrar sus desagradables recursos más cuidadosamente. En esta forma puede manifestarse a través de un médium, y enmascarándose como algún bien conocido amigo puede algunas veces obtener una influencia sobre gente sobre la que tendría de otra forma poco alcance. Un hombre muy bien intencionado, quien es escrupulosamente cuidadoso de hacer su obligación hacia su vecino en palabra y hecho, es apto para considerar que sus pensamientos al menos son problema de nadie sino suyos, y así dejar que se desordenen en varias direcciones, completamente inconsciente de la multitud de siniestras criaturas que está lanzando sobre el mundo. A tal hombre una segura comprensión del efecto de pensamiento y deseo al producir elementales artificiales la vendría como una horripilante revelación.

“ Ya que tales resultados como han sido descritos antes se han alcanzado por la fuerza pensamiento de los hombres quienes estaban completamente en la oscuridad en cuanto a lo que estaban haciendo, habrá de imaginarse de inmediato que un mago que entienda sobre esto, y pueda ver exactamente qué efectos está produciendo, puede hacer uso de inmenso poder a lo largo de estas líneas. Efectivamente, ocultistas de ambas escuelas blancas y oscuras frecuentemente usan elementales artificiales en su trabajo, y pocas tareas van más allá de los poderes de tales criaturas cuando son científicamente preparadas y dirigidas con conocimiento y habilidad; porque quien conozca cómo hacer que pueda mantener una conexión su elemental y guiarlo, no importa a qué distancia pudiera estar trabajando, así que prácticamente actuará como si dotado con la completa inteligencia de su dueño. 

“Por alguno de los más avanzados procesos de la Magia Negra, también, elementales artificiales de gran poder pueden llamarse a la existencia, y mucho mal ha sido hecho de varias maneras por tales entidades. Pero es verdad de ellos, como de las clases previas, que si son dirigidos a una persona quien por razón de su pureza de carácter son incapaces de influenciar, reaccionan con terrible fuerza sobre sus creadores; así la historia medieval del mago que es despedazado por los demonios que él mismo crió, no es mera fábula, sino bien puede haber tenido un desagradable fundamento en efecto. Tales criaturas ocasionalmente, por razones varias, escapan del control de aquellos quienes están tratando de hacer uso de ellos, y resultan demonios errantes y sin dirección, como hacen algunos de aquellos mencionados bajo el previo encabezado en similares circunstancias; pero aquellos que estamos considerando, teniendo mucho más inteligencia y poder, y una existencia mucho más larga, son proporcionalmente más peligrosos. Ellos invariablemente buscan con el fin de prolongar su vida, o alimentándose como vampiros de la vitalidad de seres humanos, o influenciándolos para que les hagan ofrendas; y entre simples tribus medio salvajes han frecuentemente triunfado al hacerse reconocer como dioses de la aldea o de la familia. Por la vitalidad que ellos extraen de sus devotos, pueden continuar prolongando su existencia por muchos años, o aun siglos, reteniendo suficiente fuerza para realizar ocasionales fenómenos de un tipo suave para estimular la fe y fervor de sus seguidores”.

Mientras la autoridad antes citada ha colocado lo que consideramos ser exagerado énfasis sobre el poder de los elementales-porque la Voluntad humana es suficiente para vencer sus poderes, y están impedidos de venir a la atmósfera mental de todos quienes no los atraiga en virtud del carácter de sus propias vibraciones mentales-sin embargo, hemos pensado aconsejable darles el beneficio de los reportes de este investigador, para el propósito de advertirles contra coquetear en Evocaciones, y ciertos así llamados métodos y prácticas “mágicas”. La Magia Negra en todas sus formas resulta solo en dolor y maldad a aquellos que los consienten. Quien invada planos de vida exteriores al suyo, toma sobre sí mismo el inherente riesgo de tales planos. 


Lección XIII Planos Astrales Inferiores

Hay tres grandes planos de manifestación en el Cosmos-el Plano Material; el Plano Astral; y el Plano Espiritual: hay mucha confusión en el uso del término “plano” en las escrituras ocultas, porque es empleado en varias maneras, por necesidad y en la ausencia de otras palabras con las cuales expresar los hechos no familiares del caso. Por ejemplo, muchos ocultistas muy apropiadamente hablan de “el plano físico; el plano mental; y el plano espiritual, del Pensamiento”, queriendo decir respectivamente lo siguiente: (1) el plano de pensamiento conectado con las sensaciones del cuerpo, los deseos físicos, etc.; (2) el plano de intelecto, razón, etc.; y finalmente, (3) el plano de las actividades y manifestaciones mentales superiores, familiarmente conocidas como el Plano Espiritual del Pensamiento. El principiante en el estudio del ocultismo está en condiciones de confundir los usos enunciados del término con los empleados al hablar o escribir sobre los Tres Grandes Planos del Cosmos, el Plano Material; el Plano Astral; y el Plano Espiritual; el segundo de los cuales, el Plano Astral, formará el objeto de consideración de la presente lección, y las dos que le siguen inmediatamente en secuencia. La palabra “plano” ha sido apropiada por escritores ocultistas, por necesidad, y se le ha dado un significado aparentemente en conflicto con los usos aceptados. En lenguaje ordinario un “plano” es una “superficie perfectamente nivelada, plana, y lisa”. En geometría y astronomía es usada algunas veces en un sentido abstracto o ideal, para indicar “una superficie ideal que supuestamente corta o pasa a través de un cuerpo sólido o en varias direcciones; como el plano de una eclíptica, el plano de la órbita de un planeta, etc.” También se usa en sentido figurado, queriendo decir “un nivel, o campo” como “en el plano de la razón; en el plano del sentido común, etc.” Generalmente hablando, su uso figurado implica una capa, estrato, o nivel, y se usa en fraseología oculta en el sentido figurado de un nivel, o estrato de actividad o manifestación Cósmica. Pero se advierte al estudiante en no confundir el término “plano” con cualquier concepción de “lugar”. Un plano no es un lugar. Un lugar en particular puede incluir varios planos, y sub-planos; porque los planos se interpenetran uno al otro. Un plano no tiene dimensiones en el espacio, y se asemeja más bien a un estado o condición. No puede medirse en las tres dimensiones, y sin embargo es capaz de medirse por grados en la Escala de Vibraciones. Estos estados o grados de vibración se interpenetran uno al otro, sin interferencia, en las que peculiarmente tienen correspondencias o analogías en fenómenos físicos. Por ejemplo, una docena o más corrientes de electricidad pueden pasar a lo largo del mismo alambre, al mismo tiempo sin interferirse uno al otro, y pueden entonces registrarse cada uno en instrumentos especiales, siempre que la velocidad de tensión o vibración sea diferente en cada caso. O, de nuevo, vibraciones de luz, vibraciones de calor, vibraciones de electricidad y magnetismo de varios grados, vibraciones de Rayos-X, vibraciones de sonido, etc., pueden manifestarse y permanecer presente en el espacio de una habitación, al mismo tiempo.

Los varios planos de manifestación se mezclan uno con el otro, y cada uno de los tres planos tiene siete sub-planos, los que a su vez están subdivididos en siete planos menores, y así sucesivamente, hasta que siete veces se hayan hecho siete actos de subdivisión. 

En el Plano Físico del Cosmos se dan las varias manifestaciones del mundo físico-el mundo de materia y energía. Es el plano que mejor conocemos, porque todas nuestras actividades físicas se llevan a cabo en alguno de sus sub-planos. En estos planos hay manifestaciones de materia en grados no identificados por los sentidos del hombre, tan bien como las familiares formas y grados. Igualmente hay fuerzas y energías en las que el hombre de hoy día es totalmente ignorante, con la excepción de unas pocas almas avanzadas quienes se han elevado por encima de las limitaciones ordinarias de la raza. No es nuestro propósito entrar en consideración del Plano Físico en esta lección. Tampoco es nuestro propósito entrar en consideración del Plano Espiritual, cuya concepción está más allá de la comprensión del humano ordinario, y del cual las palabras del plano ordinario de vida serían completamente inadecuadas para expresarlo. Nuestro tema a considerar aquí es simplemente el segundo plano del Cosmos-el Plano Astral.

El término “astral” (de la palabra griega que significa “una estrella”) es de antiguo uso en las enseñanzas ocultas. “Regiones” Astrales y “seres” Astrales, fueron tenidas como lugares y seres de un más etéreo y más fino orden y grado que nuestro mundo y seres materiales-hasta donde los cuerpos del último concernía, al menos. En las regiones Astrales las entidades desincorporadas y los seres sobrenaturales se suponían que existían. El término fue a menudo usado libremente y de manera que tendía a confundir al estudiante. De hecho, aun hoy día el término se usa con varias sombras de significado, por las diferentes escuelas de ocultismo, y aparece la confusión por esas razones. Algunas escuelas usan el término “Plano Astral” para designar solamente el sub-plano inferior del Astral, usando otros términos para designar los planos superiores, los que luego a menudo confunden con aquellos del Plano Espiritual. Otros incluyen la serie entera de los planos sobre el Material, inferior y superior Astral y Espiritual por igual, bajo el término general de Plano astral.

La Enseñanza Arcana sigue el más aprobado uso antiguo, y aplica el término “Plano Astral” al plano intermedio del Cosmos-el plano que yace entre Material y el Espiritualincluyendo, sin embargo, el sub-plano Astral superior también como el inferior. Tal ha sido siempre la costumbre de los Maestros Arcanos, y está, además, de acuerdo con la más antigua y acreditada práctica. 

Hay muchos sub-planos en el Plano Astral, muchos de los cuales tienen cercanas analogías a planos correspondientes conocidos por nosotros en el Plano Material. Hay también subplanos que contienen actividades de vida, las que son diferentes de las más familiares, y que tienen la misma relación al último que las teclas negras en el teclado del piano tienen a las teclas blancas. En estos sub-planos de “tecla negra” habitan entidades extrañas a la vista y pensamiento humanos, pero que, sin embargo, forman una parte de la manifestación universal de vida. Estas entidades no son humanas-nunca fueron humanas, y nunca serán humanas. Su evolución ha sido, y continuará, a lo largo de líneas totalmente diferentes. Los ocultistas agrupan estas entidades bajo el término general de “elementales”, aunque sus grados y características varían grandemente, una de otra. Consideraremos estas entidades en la siguiente lección.

Comenzando nuestra consideración del Plano Astral no debemos dejar de notar uno de los sub-planos más cercano al material-el sub-plano en el que las Corrientes de Pensamiento operan, y también en el que los Cuerpos Astrales de los encarnados, y los Colores Áuricos son visibles. En este sub-plano se manifiesta el fenómeno de Mentalismo. Este sub-plano es el más cercano al Plano Material ordinario, y a menudo es penetrado, sin querer, por personas cuyas facultades psíquicas se han agudizado y quienes han desarrollado las cualidades de Clarividencia, Percepción Astral, etc.

Es escasamente necesario explicar en detalle los hechos relacionados al Cuerpo Astral de los seres humanos, porque se supone que el estudiante haya tenido alguna familiarización preliminar con el tema general del ocultismo. Notaremos meramente los hechos generales de pasada. El Cuerpo Astral de la persona es el cuerpo más fino, o cubierta interna, de la entidad o alma. Este Cuerpo Astral ha sido conocido hace tiempo en la tradición de la raza, y ha sido llamado por varios nombres, tal como, el “cuerpo etéreo”; el “cuerpo fluido”; el “doble”; el “espectro”; el “doppelganger”, etc. está compuesto de substancia astral, la que es mucho más fina que la materia con la cual estamos familiarizados. Tiene la misma relación a la materia ordinaria de la que el vapor tiene al hielo. El Cuerpo Astral deja la cobertura material, o cuerpo ordinario de la persona, a la muerte de esta. También a menudo deambula lejos del cuerpo físico cuesto este está durmiendo. Bajo ciertas condiciones puede abandonar el cuerpo físico durante horas de vigilia, y proyectarse a puntos distantes en el espacio. Las familiares “apariciones del viviente” son instancias de este viaje en lo Astral, y el fenómeno de Clarividencia se debe en gran parte a esta forma de manifestación Astral. El Cuerpo Astral es invisible a los sentidos físicos ordinarios, aunque aquellos que poseen poder de Clarividencia, o Sentidos Astrales bien desarrollados pueden verlo claramente. Puede también bajar sus vibraciones y “materializarse”, como se dijo antes, en cuyo momento aparece visible como una aparente forma borrosa a los sentidos físicos ordinarios. Durante la vida del cuerpo físico, sin embargo, el Cuerpo Astral está siempre conectado a este por un delgado, fino filamento, que si se rompe provoca la muerte del cuerpo físico. Contrario a la enseñanza ordinaria, el Cuerpo Astral está compuesto por siete “vainas“ o “capas” de substancia, de las que la más grosera se desintegra o “muda” cuando la entidad sube a sub-planos Astrales superiores, y que debe de nuevo “materializarse” cuando vuelve a visitar los planos inferiores. 

El Aura y Colores Áuricos del Cuerpo Astral están en la naturaleza de emanaciones o radiaciones del Cuerpo Astral, las que se manifiestan en algún grado por cada persona, y las que recientes investigaciones científicas han comprobado concluyentemente, por medio de fotografías, etc. El Cuerpo Físico, aun, tiene su aura de vibraciones de vitalidad, o “Vril”, las que fluyen libremente de él, particularmente cuando la vitalidad de la persona es fuerte. Este “Vril” es el “magnetismo humano” de los sanadores magnéticos, y otros, y que sirve para despertar fuerza y vigor a aquellos a quienes se aplica. El aura Astral, por el contrario, es más bien una emanación de los estados mentales, sensaciones y emociones de la mente de las personas. Tiene forma de huevo, y se extiende hacia todos los lados de la persona a una distancia de unos 90 cm. Manifiesta varios colores, particularmente alrededor de la cabeza, correspondiendo los colores al carácter de los estados mentales que se estén manifestando, o aquellos habituales a la persona. Por ejemplo: Rojo indica las pasiones animales, lujuria, ira, etc. Azul representa emoción religiosa, etc.-luz azul denota lo que generalmente se llama “espiritualidad”, pero que en realidad no es sino una forma etérea refinada de sensación religiosa. Espiritualidad es más una cuestión de conocimiento y desarrollo de vida, más que sensación o emoción. Verde denota celos, y, en uno de sus matices, lo que generalmente se llama “tacto”, “simpatía”, “diplomacia”, o en sus formas inferiores, “engaño”. Gris denota egoísmo. Amarillo, intelectualidad en sus varios grados y formas. Negro es el color astral del odio, malicia y emoción vengativa. 

Personas en quienes la facultad de Sensación Astral está bien desarrollada pueden ver estos colores áuricos claramente, y son de ese modo informados sobre las características mentales de la persona bajo observación. En este sub-plano inferior del Astral también se manifiestan las ondas de pensamiento, corrientes de pensamiento, formas de pensamiento, etc., las que se manifiestan en el fenómeno de Mantalismo. Pensamientos y estados mentales se manifiestan en forma objetiva. La persona que manifiesta pensamientos o sensaciones activas, emanan ondas y corrientes de fuerza de pensamiento que se desparraman alrededor de él en constante ampliación circular en toda dirección. De esta manera grandes nubes de pensamiento se forman que flotan alrededor de lugares a los que son atraídas. Las nubes de pensamiento del mismo carácter general tienen una tendencia a coalescer y relacionarse y mezclarse una con la otra, y a moverse hacia personas, lugares y localidades en donde similares pensamientos o sensaciones se manifiesten. La Ley de Atracción opera en esta dirección de dirigir influencias de pensamiento hacia aquellos quienes están manifestando similares vibraciones de pensamiento. Ciudades, pueblos y lugares más pequeños-aun lugares de negocios, edificios de oficinas, casas, y habitaciones tienen su propia particular atmósfera de pensamiento, que puede ser percibida por aquellos sensibles a tales influencias, y vista por aquellos que poseen la facultad de Sensación Astral.

Similar a estas nubes de pensamiento son las que se conocen como formas de pensamiento, las que son nubes de pensamiento de mayor densidad y poder de cohesión, las que también están cargadas con la fuerte Voluntad o ardiente Deseo de las personas que las emanan-y las que son a menudo prácticamente vitalizadas por el “Vril”, o vitalidad de la persona, que han sido infundidas en ellas. Tales formas de pensamiento a menudo ejercen algo muy cercanamente a un gran poder psíquico sobre aquellos con quienes entran en contacto como lo haría el mismo emisor, en persona. Son similares a los elementales de deseo mencionados en la siguiente lección. Estas nubes de pensamiento y formas de pensamiento quedan en los sub-planos inferiores del Astral hasta que finalmente se desintegran. Tienden a coalescer y reunirse alrededor de lugares en los que las vibraciones están en armonía con las suyas. Algunos lugares tienen sus atmósferas mentales de vicio, otras de codicia, otros de diligencia, otros a lo opuesto. En resumen las atmósferas de pensamiento existen en todas partes en este sub-plano Astral inferior, así como existe la atmósfera material en todas partes en el plano material. Uno es tan real como es el otro. Ellos tienen todas las correspondencias que uno pudiera esperar. Aquellos que son capaces de viajar en el Cuerpo Astral encuentran este fenómeno atmosférico de pensamiento como una fuente de nunca perder interés, aunque a veces uno se alegra de alejarse voluntariamente de algunas de las escenas, tan groseras y vulgares son las emociones y sensaciones que se manifiestan en la oscuridad, pesadas nubes sofocantes de fuerza de pensamiento-tan horribles algunas de las formas de pensamiento. Pero aun estas pueden alejarse por un ejercicio de la Voluntad, y las vibraciones de pensamiento de una naturaleza contraria tienden a repelerlas y dispersarlas de la vecindad de uno.

En un sub-plano de clase diferente de la que acabamos de mencionar, se encuentran las manifestaciones de lo que se ha llamado la “pila de restos del Astral”, y, ciertamente, ese término del taller muy acertadamente lo expresa. En este sub-plano se encuentran los materiales Astrales desechados de los Cuerpos Astrales que han sido “desprendidos” por entidades que los han descartado cuando se han mudado más alto. También, los cuerpos Astrales en desintegración de entidades que han fracasado en sobrevivir y cuyas almas que han sido resueltas en sus elementos originales y aparecen difundidas en el principio general de Consciencia, como se describe en una lección previa. Recuerde, por favor, que estos remanentes de los cuerpos Astrales así descartados y en desintegración no están de ninguna manera relacionados a las almas que al principio las habitaban. Son simples cáscaras, sin alma o mente, y aun así preservando un ligero grado de vitalidad, o “Vril”. 

Son cadáveres astrales, tanto como es un cadáver en el cuerpo físico descartado. Pero, así como cadáver físico puede ser excitado y aparentar actividad de vida por una fuerte corriente galvánica, y tornará sus ojos, moverá sus extremidades, y hasta emitirá gemidosasí pueden estos cadáveres astrales ser “galvanizados” por el “Vril” de un médium (incoscientemente por el último), si las condiciones son favorables, y pueden ser materializados como para aparecer como una forma borrosa, actuando, moviéndose y aun hablando, sin embargo, la única alma en eso, es suplida por la del médium o las personas presentes en la sesión espiritista. Estos cadáveres astrales también aparecen visible bajo ciertas condiciones, a menudo alrededor de tumbas, campos de batalla, etc., y se supone que sean fantasmas, o “espíritus” de aquellos que inicialmente los habitaron. Ellos, sin embargo, generalmente no son sino las más groseras coberturas del cuerpo Astral.-su “caparazón” por así decir, y no son más para considerarlas como las personas mismas muertas de lo que es el cuerpo físico que yace en la sepultura, ambos son cubiertas descartadas, o “cadáveres”. 

Un psíquico quien, por medio de desarrollos psíquicos sin entrenamiento o mal dirigidos, pasa deambulando en este plano del Astral experimente una vista de lo más desagradable. No es placentero deambular en este osario del Astral, esta tumba de la Tierra. Un viejo sabio egipcio documentó así sus impresiones sobre esto: “Qué forma de lugar es este que veo. No tiene agua. No tiene aire. No tiene luz. No tiene fundación. Es inconmensurablemente profundo. Es tan negra como la más negra noche”. Un investigador moderno ha dicho de esta región-este Gólgota del Astral: “la mayoría de los estudiantes hallan en la investigación de esta sección una tarea extremadamente desagradable, porque parece ser una sensación de densidad y grosera materialidad sobre eso, lo que es indescriptiblemente repugnante al Cuerpo Astral liberado, dando la sensación de empujar su camino a través de algún fluido negro viscoso, mientras los habitantes e influencias que se encuentran allí son usualmente indeseables”. “¿Y hay habitantes en tal lugar? Uno se pregunta naturalmente. ! Pues, sí! Hay moradores en este repugnante lugar-habitantes de esta horrible morada. Entidades, sin embargo, no colocadas allí como castigo, porque ningún Ser conllevaría tal fatalidad sobre el más miserable y más depravado-o inventaría tal Infierno. Ellos están allí debido a sus propios deseos y tendencias anormales, lo que no los hace aptos para los planos de aun las más bajas de las entidades humanas desincorporadas, y los que también los vuelve no aptos para asociación con las formas astrales desincorporadas de las bestias, las que luego persisten por un corto tiempo después de la muerte física.”Entonces, ¿Qué forma de criaturas deben ser estas? Pregunta Ud. “no cabe ni para hombre ni bestias. ¿Serían humanos?” Y uno es forzado a responder, “!Si!” Sujeto a las leyes de la raza humana no se les permite el privilegio de aniquilación rápida otorgado a las bestias-deben pasar el resto de su peculiar vida hasta el fin. Ellos son los parias, escoria parecida a demonios de la raza humana, quienes se han removido de la fatalidad de la raza y han conllevado sobre ellos mismos una fatalidad propia. Su fatalidad es una Muerte Viviente-una vida consciente en un cuerpo como cadáver, entre cadáveres del Astral. Estas criaturas son las entidades desincorporadas de aquellos quienes degeneraron a lo largo de líneas anormales de sexoquienes intentaron invertir la Ley Cósmica de la Polaridad del Sexo, y así atrajeron hacia sí el Retroceso de las Fuerzas de la Vida. Ellos fueron lo más bajo de los Sátiros humanos. La Naturaleza finalmente echa sobre ellos el hechizo de un dormir profundo, del que nunca despiertan, y del que pasan a desintegración y aniquilación. Ellos contaminaron el Altar Sagrado. Ellos robaron el Fuego Divino para ritos diabólicos. Ellos cometieron el Pecado Imperdonable. Ellos se apartaron de la tendencia de la Evolución Cósmica. Su propio deseo fue su Fatalidad. Desearíamos que fuera posible hablar más sencillo-pero el tiempo aun no ha llegado. 


Lección XI Ley, Orden, y Secuencia

Vivimos en un Cosmos regido por Leyes existentes por razón del mismo ser del Cosmos y la existencia de La Ley. No hay ciega Casualidad, ni Arbitrario Decreto en el Cosmos. No hay lugar o espacio para estos porque Ley llena el campo total de Actividad Cósmica. No hay Desorden, o Desarmonía. Cada cosa está en Balance. Caos no existe. De La Leyproceden las Siete Leyes Cósmicas, las que en turno se subdividen en siete; y estas en siete; y así seguido, extendiéndose la división y subdivisión septenaria en lo Infinitesimal. 

Pero en grande y en pequeño-y ambos se parecen- hay siempre Ley y Orden, Continuidad y Secuencia, Manifestándose y en completa operación. Y, sobre todo está La Ley de LeyesAbsoluta-Sola! Como desaparecen las neblinas de la mañana ante los rayos del sol naciente, así serán disipadas las supersticiones, fábulas, y dogmas por el conocimiento de la ley natural universal y el orden.

En un universo regido por leyes eternas y orden Cósmico no hay lugar por las Fatalidades; los Destinos; los decretos arbitrarios; de las fábulas, folklore y leyendas, aunque ellas sean cubiertas por las togas de filosofía o teología. Ante la luz de la Razón, estas cosas deben desvanecerse, cuando la Verdad es vista, las medias verdades desaparecen. Fatalidad, Predestinación, y Casualidad-Error Triple- huyen ante la concepción de Ley y Orden en el Cosmos. Oigan al Aforismo: Aforismo xvii. Sabe tú que, bajo La Ley, el Cosmos está regido por Ley. Cada una y toda cosa, y todas las cosas, proceden en Tendencia Ordenada. En el Cosmos no hay Casualidad; ni Desorden; ni Desarmonía. Los Tres Principios-Substancia, Movimiento, y Consciencia-están igualmente bajo Ley. Quienes enseñen otra cosa, yerran. 

Este enunciado concuerda con el reporte de la razón de las mentes más avanzadas de la raza, pasada y presente. Cada concepción inteligente del Cosmos debe por necesidad incluir la concepción de Ley. Sin esta inherente Ley que mora dentro, el Cosmos no podría existir-el Cosmos sería Caos. El mismo origen del término “Cosmos” muestra el subyacente pensamiento en las mentes de los antiguos filósofos Griegos quienes primero lo usaron. La misma palabra se deriva de la palabra griega arcaica komeo, “cuidar de”, y los tempranos filósofos Griegos la usaron primero en el sentido de “orden”, y más tarde en el más amplio sentido de “el mundo o universo, desde su perfecto orden y arreglo, como opuesto a Caos”. Su uso como “el Alma-Mundo” vino después, e incluyó las más tempranas concepciones. Su antítesis, la palabra “Caos”-tiene dos significados, a saber: (1) 

“Un amplio espacio vacío”; y (2) “Confusión; o una masa de materia en confusión sin orden o leyes; una confusa mezcla, masa, sin orden o regularidad”. En ambos usos, Caos es absolutamente opuesto en significado a Cosmos. Cuando postulamos un Cosmos sin Ley y Orden, estamos simplemente aplicando el término a l que es realmente Caos-o un Nada, o también un Universo Desordenado. Orden siempre implica la existencia de Ley-los dos son inseparables.

No puede haber tal cosa como un universo mitad Cosmos y mitad Caos. Orden y Caos son contrarios. Ley y Casualidad son contrarias. Una anula a la otra-ellas no pueden existir al mismo tiempo. Los tres Axiomas Primarios de Lógica nos muestran el hecho. 

Considerémoslos por un momento:

I. El Axioma de Identidad: “La misma cualidad o cosa es siempre la misma cualidad o cosa, no importa cuán diferentes las condiciones en que ocurran”.

II. El Axioma de Contradicción: “Ninguna cosa puede al mismo tiempo y lugar ambos, estar y no estar”.

III. El Axioma del Medio Excluido: “Cada cosa debe o ser o no ser; no hay otra alternativa o mitad del recorrido”.

Estos son axiomas de Lógica establecidos. Una autoridad líder, Prof. Jevons, dice de ellos: 

“Estudiantes son rara vez capaces de ver al principio su completo significado e importancia. Todos los argumentos pueden ser explicados cuando estas leyes autoevidentes son asumidas; y no es demasiado decir que el todo de la lógica será sencillo a aquellos quienes constantemente usarán estas leyes como las claves”. Por tanto debemos o mantener que el Cosmos está bajo Ley y Orden, o si no, que no lo está. Y si no lo está, entonces Casualidad o Decreto Arbitrario rigen el universo-y el Cosmos no es sino Caos. No hay alternativa-no puede haber mitad y mitad sobre el asunto. ¿Qué es esto? Necesitamos apenas asegurar al estudiante que el más alto pensamiento científico moderno concuerda perfectamente con las enseñanzas de los antiguos ocultistas, a efectos de que el Cosmos está regido por Ley en cada detalle, y como un todo; y que hay orden universal, balance, y armonía manifestados a través de él. No solamente es eto así, sino que la mente humana ordinaria es capaz de descubrir la existencia de Ley en el universo, en cada una de sus fases de manifestación. El nacimiento del sol; el flujo delas mareas; la ley de gravedad; las leyes mecánicas; y la Ley Natural en todas sus fases; muestran la existencia de Ley en el Cosmos. La ciencia nos muestra que el universo entero se mantiene junto por la operación de Ley-que si el átomo más diminuto se liberara de la operación de Ley, el universo entero sería resuelto en Caos, así de interdependientes son sus partes, y así de incompatibles con Ley Universal sería la más ligera excepción a eso. Las Leyes del Universo nunca se pueden “romper”-si entramos en contacto con ellas y nos negamos a regirnos de acuerdo, sufrimos-pero la Ley permanece intacta. No “rompemos” la Ley de Gravedad cuando pisamos sobre un precipicio-solo probamos su existencia. Si pudiéramos “romper” la más mínima Ley del Cosmos, el Cosmos sería Caos. Y esas Leyes Cósmicas no son el resultado da la arbitraria orden o dictum de algún Ser. Ellas son inherentes en la misma naturaleza del Cosmos. Nunca ha habido un momento en la existencia del Cosmos en el que dos veces dos no sumen cuatro; nunca un momento en el que una línea recta no haya sido la distancia más corta entre dos puntos dados; nunca un momento en el que las leyes de matemáticas, geometría, y lógica no fueran tan verdad como son hoy día. Leyes Cósmicas no fueron hechas-ellas son inherentes en el Cosmos, e inseparables de él. Estas Leyes Cósmicas surgen del poder reflejado de La Ley misma-ellas son superpuestas sobre el Cosmos en la misma naturaleza del Cosmos.

El Aforismo continúa: “Cada una y toda cosa, y todas las cosas, proceden en Tendencia Ordenada”. Este es un enunciado de la Ley de Tendencia Ordenada, una de las Siete Leyes Cósmicas. “Ordenada” significa: “En orden; arreglada o dispuesta en orden; observante de orden o método; no desordenada; manteniendo orden; bien regulada; libre de desorden o confusión; caracterizada por buen orden; en acuerdo al orden o método establecido; de acuerdo al debido orden o método; debidamente; regularmente; etc.”, “Tendencia” es una palabra derivada de una vieja raíz que significa “un círculo; un anillo, redondo; etc.” y su presente significado aceptado es: “moverse alrededor o en torno; extender o extenderse en una dirección particular; correr; estirar; inclinación en una dirección particular”, o estrictamente: “proceder en una dirección particular”. Su uso en la Enseñanza Arcana implica un “proceder o mover hacia adelante”, y también (en el sentido esotérico) progresión cíclica. Así el Cosmos es forzado a “tender” en una manera “ordenada, regular, establecida”, de acuerdo a las Leyes Cósmicas, y bajo La Ley. 

Evolución es una manifestación de Tendencia Ordenada y Secuencia. El Aforismo continúa: “En el Cosmos no hay Casualidad; ni desorden; ni desarmonía”. Hemos visto que donde gobierna y rige Ley y Orden no puede haber Desorden ni Desarmonía. Armonía y Balance se mantienen donde Ley y Orden gobiernan y controlan. 

Deseamos añadir unas pocas palabras en relación la materia de Casualidad, debiéndose a la popular idea equivocada de la naturaleza y significado de esta tan usada palabra. “Casualidad” generalmente es tenida como ser: “un accidente; algo que sucede sin una causa; un supuesto agente o modo de actividad diferente a una fuerza, ley, o propósito”. 

La palabra fue derivada de la palabra latina cadentia, que significa “la caída del dado”. Un “accidente” es “algo que sucede de repente o inesperadamente”, pero la palabra es usada generalmente en el sentido de “algo que sucede sin debida causa, y así es generalmente usada. Pero con el avance del conocimiento de la prevalencia universal de causalidad, Azar en el sentido original del término ya no se considera como existente, posible, o razonable. 

La palabra es ahora empleada en el sentido científico de: “La desconocida, o imprevista causa o causas de un evento”. Como dice Benley: “Casualidad no es sino un mero nombre, y realmente nada en sí mismo; una concepción de nuestras mentes, y solamente una compendiosa forma de hablar, donde ciertamente, a través del cual expresaríamos, aquellos tales efectos como son comúnmente atribuidos al azar, fueran realmente producidos por sus verdaderas y propias causas”. El más alto moderno pensamiento filosófico concuerda con la Enseñanza Arcana en que: “En el Cosmos no hay Casualidad”. Donde Ley y Orden reinan, no puede haber Azar; ni “accidentes” ni “sucesos”, en el sentido de “sin Causa”. Aun el lanzamiento del dado es visto ahora como que es así el resultado de Ley y Orden y Secuencia como en el movimiento del sol, planetas y mareas. 

Casualidad ha sido reemplazado por Causalidad en pensamiento filosófico. Aforismo xviii. Sabe tú que cada uno y todo evento, y todos los eventos, proceden en Secuencia Ordenada y Lógica. Siempre hay un Algo Antes y un Algo Después, a lo que los hombres equivocadamente llaman Causa y Efecto, pero los que, en verdad, no son sino etapas relativas de la Secuencia Cósmica.

El Aforismo xviii nos informa que “cada uno y todo evento, y todos los eventos proceden en secuencia ordenada y lógica”. Este Aforismo declara el principio de lo que el pensamiento filosófico moderno ha llamado la Ley de Continuidad, por lo que significa ese principio o ley universal, en virtud de lo que siempre se ha mantenido una relación de precedente subsecuente-causa y efecto-entre todos los eventos; siendo la idea diametralmente opuesta a aquella que mantiene que los eventos son independientes y no relacionados a otros eventos. En el Aforismo la palabra “ordenada” es usada en el sentido definido un poco antes. La palabra “lógica” es usada en su sentido general de “de acuerdo con la razón natural”; y por lo tanto, es empleada en el Aforismo, en el sentido de “en una manera que es aceptada por la razón humana como natural, ordenada, de acuerdo a ley, y razonable-y la que por tanto podría ser razonablemente esperada de conocerse los eventos precedentes”. La palabra “Secuencia” es usada en el sentido de: “Una sucesión, o que sigue después, en arreglo ordenado y uniformidad; una serie de cosas que siguen en un cierto orden de sucesión”. La palabra misma surge de palabra latina, sequens, que significa “seguir”, y la idea de seguir en orden regular o procesión constituye el significado esencial del término.

La Ley de Secuencia hace que todas las cosas procedan en una corriente continua o procesión de eventos. “Continua” significa “intacta; ininterrumpida; conectada; sin espacio intermedio”. Un “evento” es un “suceso; algo que ocurre; lo subsecuente o resultado de cualquier acción”. De aquí que la Ley de Secuencia hace que todos los sucesos, incidencias, o eventos fluyan, procedan, y se desarrollen de previos eventos, sucesos o incidencias; y así mismo que conlleva a subsecuentes eventos, sucesos o incidencias, los que fluyen, proceden, y se desarrollen de ellos. Siempre hay un “algo antes” y un “algo después” de cada evento, suceso, o incidente. Cada evento tiene razones, y es en sí mismo una de las razones por aquello que debe seguir después. Así como ningún eslabón en una cadena continua puede escapar de tener un eslabón precedente y un eslabón sucesivo, igual ningún evento puede dejar de tener eventos precedentes y subsecuentes conectados con y relacionados a él. Ningún evento puede ser aislado de la Cadena Cósmica de Secuencia, o la Corriente Cósmica de Eventos. Ningún evento, y ninguna cosa, puede ser independiente en el Cosmos. Cada cosa y cada evento es interdependiente, desde la misma naturaleza del Cosmos mismo. Así vemos que no puede haber tal cosa como “Casualidad” o “accidentes” en el Cosmos. Nunca nada “meramente sucede”, en el sentido usual de la frase. Todo, cada evento, casa suceso, tiene sus causas precedentes, y de ellas emergen los efectos consiguientes-siendo todos eslabones en la cadena continua de Secuencia. Reconocemos estas cosas, vagamente, en la vida diaria, y las llamamos el trabajo de Causa y Efecto. Pero el Aforismo hace una distinción aquí y nos informa que eso que los hombres equivocadamente llaman Causa y Efecto, “en verdad”, no son sino etapas relativas de la Secuencia Cósmica. Procedamos a una consideración de esta verdad.

El enunciado de este Aforismo aparentemente discrepa con la concepción filosófica y científica aceptada de la Ley de Causación, pero la diferencia es en gran parte una cuestión de expresión, y la Enseñanza Arcana está en completa armonía con las avanzadas concepciones de Causación, como son interpretadas por las más altas autoridades. La Ley de Causación, como adelanta el moderno pensamiento científico, puede enunciarse generalmente como la concepción de que cada cosa es un efecto de Causas precedentes y, al mismo tiempo, la Causa de los efectos que surgen de la misma-así cada cosa es un eslabón en una cadena interminable de Causa y Efecto. Otra manera de exponer esta concepción es que cada evento en tiempo, o cosa en espacio, tiene Causas; y al mismo tiempo es la Causa de efectos posteriores en la forma de eventos en tiempo, o cosas en espacio. Esta concepción de la Cadena Sin Comienzo y Sin Fin de Causa y Efecto se ve muy similar a la Cadena de Secuencia de la Enseñanza Arcana. Pero aquí está la diferencia. La Enseñanza Arcana no sostiene que la Cadena de Secuencia sea Sin Comienzo y Sin Fin. Por el contrario, mantiene que el Cosmos emergió de la Infinitud de La Nada en la Aurora del Día Cósmico-por tanto, este particular Cosmos tuvo un comienzo real en tiempo; y así mismo, tendrá un final en tiempo, cuando sea de nuevo resuelto en la Infinitud de La Nada.

La Ley se mantiene como la única Eterna, usando el término en su sentido absoluto. Las Actividades Cósmicas proceden de acuerdo a Ley, Orden y Secuencia. Lo que Ud es hoy-lo que sucede en este momento-es el lógico resultado de todo lo que ha ido antes en la Cadena de Secuencia. Lo que es, no es por Casualidad-sino de acuerdo con Ley, Orden y Secuencia. Lo que será mañana-dentro de un año-dentro de un millón de años-será el lógico resultado de todas las cosas y eventos se están manifestando en este momento. No hay ruptura en la Cadena. Cada cosa, y cada evento, procede de lo que ha ido antes. Y de cada cosa, y cada evento se desarrollan las semillas de futuros eventos y cosas. Cada cosa, y cada evento, es una flor, y contiene dentro las semillas de futuras flores. Cada evento no es sino una etapa en el Evento Completo del Cosmos. Cada cosa no es sino una parte de la Cosa Completa del Cosmos. El Cosmos es la Cosa Completa, esforzándose, moviéndose, pensando, y haciendo, en miríadas de formas y manifestaciones-actuando en las incontables series de eventos que juntos constituyen el Evento Completo. En cualquier momento en particular en el Día Cósmico-en este preciso momento que Ud lee estas líneas-ciertas cosas están en ciertos lugares, bajo ciertas condiciones, actuando de una cierta manera-ciertos eventos están ocurriendo bajo ciertas condiciones. Todo esto es el resultado de Causas Cósmicas operando desde el primer destello de la Aurora Cósmica. Y, así mismo, en cualquier momento imaginado del futuro-dentro de un año-dentro de un siglo-dentro de un millón de años-en cualquier dado momento habrá ciertas cosas en ciertos lugares, bajo ciertas condiciones, actuando de una cierta manera-ciertos eventos estarán ocurriendo bajo ciertas condiciones. Y esto también será el resultado de las Causas Cósmicas, operando desde el comienzo-operando y en existencia de algunas etapas de Secuencia, hoy día-en este momento. Todo lo que es procede de todo lo que ha ido antes. Y de todo lo que es fluirá, procederá y se desarrollará todo lo que será aun hasta el mismo fin. Y estas cosas y eventos son “ciertas”, no debido a Fatalidad, Destino o Decreto Arbitrario, sino debido a la operación de leyes fijas y ciertas leyes naturales, constantes, invariables e inmutables. No hay Fatalidad, ni Casualidad, ni Accidentes. Causa produce Efecto. Cada cosa tiene su precedente, y tendrá su subsecuente. Las semillas del futuro existen en el presente. Las semillas del presente existieron en el pasado. Ninguna cosa o evento es arbitrario, separado, desconectado, independiente. Todos somos partes de un Total Cósmico, tomando parte en un Evento Cósmico. ¿Puede imaginar una sola cosa o evento sin causas precedentes? ¿Puede imaginar una Ley Cósmica que sea rota? Las partes son condicionadas por el Total. Esto no es Fatalidad, sino Ley, Orden, y Secuencia.

Deseo Dominante; Voluntad Soberana El aforismo xvii nos informa que “Los Tres Principios—Substancia, Movimiento y Consciencia—están igualmente bajo Ley.” 
Las destacadas mentes científicas del día mantienen que el Reino de La Ley es operativo no solamente sobre la materia y movimiento, sino también sobre la mente. Sólo hay pocos psicólogos que mantienen otra cosa, aunque unos pocos son renuentes a admitir que las operaciones volitivas humanas son causadas, y estos por tanto se aferran al viejo dogma de lo “sin causa” aunque cándidamente admiten que la única otra alternativa es la teoría de Casualidad. Esta reticencia puede explicarse por la influencia de la vieja teología que mantiene que la admisión de causa en volición anularía la doctrina de “libre albedrío” (en el sentido de libre escogencia), y destruiría la responsabilidad moral del hombre.
Los teólogos, sin embargo, no aceptan la alternativa de la Casualidad, sino que murmuran algo sobre “provisiones especiales de la Providencia”, sin explicar lo que quieren decir con esto. Pero toda negación de la operación de la ley universal en el plano mental está en directo desafío del moderno conocimiento científico de las leyes de psicología, y la común experiencia de la raza que nos informa que la gente actúa y escoge debido a motivos y razones. Y toda educación humana se basa sobre este entender y principio. El problema con los teólogos es que ellos confunden Ley, Orden, y Secuencia, con el viejo fetiche de Fatalidad, Destino, y Predestinación. Ellos reconocen la absurda lógica de sostener una moralidad responsable por hacer lo que por toda la eternidad ha sido predestinada, predeterminada, o fatalizada que uno debería hacer. Cuando la Determinación se divorcia de la Pre-determinación, se ve una nueva luz. A pesar de la reluctancia teológica, sus defensores sin embargo actúan como si las leyes psicológicas fueran verdad, al defender el “entrenamiento” de la mente, y al ofrecer los “motivos” de recompensas y castigos por acciones. Si la volición es libre, cómo pueden estos “motivos” influenciar o afectarla. Toda educación y entrenamiento de la mente implica la existencia de leyes mentales de escogencia y acción. La “Ley de Asociación” no es sino la Ley de Secuencia. Sin Ley en el reino mental, no hay sino la alternativa de la Casualidad-teología al contrario, no obstante.
All education and training of the mind implies the existence of mental laws of choice and action. The “Law of Association” is but the Law of Sequence. Without Law in the mental realm, there is but the alternative of Chance—theology to the contrary, notwithstanding. Aforismo xix. El hombre en el plano personal siempre actúa y escoge estrictamente de acuerdo con la naturaleza de su carácter personal. Su carácter personal es determinado por la naturaleza de su organismo psíquico que resulta de herencia, ambiente, y experiencia, y consiste en una colección de estados mentales cuyo motivo principal es el Deseo (incluyendo el Temor, lo que no es sino una forma de Deseo). El hombre personal, como las formas más bajas de vida, siempre actúa y escoge: de acuerdo a la suma o promedio de sus deseos y temores, estando siempre los motivos más fuertes dominando y determinando la escogencia y la acción. Cada hombre tiene un carácter personal-así como cada actor en una obra asume un “carácter”. Cada carácter, como establece el Aforismo, es “una colección de estados mentales”. Estos estados mentales se manifiestan como rasgos, tendencias, temperamento, naturaleza, disposición, personalidad-lo que conocemos como “la naturaleza de la persona”, de hecho. Personas diferentes son atraídas por cosas diferentes, en grados diferentes, y responden en formas diferentes y en grados diferentes. No hay dos personas que sean exactamente parecidas. Cada persona tiene su propia naturaleza, disposición y carácter. Los diccionarios dicen que Carácter es: “las cualidades o atributos personales de una persona”. Cada carácter tiene su personal colección de sensaciones, deseos, querencias, inclinaciones, gustos y disgustos, hábitos de pensamiento, capacidad de pensamiento, grado y carácter de voluntad, etc. cada uno tiene sus colección subconsciente de almacenadas impresiones, memorias, rasgos heredados, etc. también como sus facultades mentales conscientes-de hecho, nueve décimos de las actividades mentales surgen de esta región subconsciente. Cada carácter tiene su colección de pensamientos-semilla que constituye su parte de la experiencia de la raza-las experiencias de sus ancestros. Y cada uno tiene su almacén de impresiones y experiencias que lo han modificado en consecuencia. El resultado de la herencia, ambiente, y experiencia crea una personalidad y carácter de acuerdo a los que uno acciona y escoge. Este carácter, en cualquier momento particular, es justamente lo que un hombre es en ese momento particular. Y como es, así actuará y escogerá. Él siempre actúa y escoge por razón de lo que es. En el plano personal, no puede actuar diferentemente. Y lo que él es-su carácter en el momento-siempre tiene como su poder motivo la suma o promedio de sus deseos y temores. Este es el punto en el que debemos considerar las objeciones del “libre albedrío” de teólogos quienes no admitirán que el hombre actúa y escoge de acuerdo a la suma y promedio de sus deseos y temores. Esta gente ponen delante las tres destacadas “pruebas” de que el hombre no actúa y escoge así. 
Considerémoslas, brevemente, en detalle. Ellas son las siguientes:
I. Que uno puede negarse a actuar por un deseo o temor, por fuerte que sea. Él puede oponer su voluntad al deseo o temor y derrotar su poder. Este enunciado es incuestionablemente verdad, pero la explicación es que al así disponerse a no actuar sobre el deseo, él está realmente actuando sobre otros y más fuertes deseos o temores que les obligan a no hacer el asunto en cuestión. Cada deseo es un motivo-y el motivo más fuerte domina y decide. Antes que pueda disponerse a no actuar, debe primero desear o “querer” abstenerse de actuar, o temer para actuar. En resumen él debe querer más no hacer de lo que quiere hacer. En vez de desaprobar la acción del Deseo, debe ofrecer una muy buena prueba. Él escoge hacer lo que “quiere hacer” más fuertemente.
II. Que uno debe escoger actuar sobre un deseo superior más bien que sobre uno inferior-actuar desde un motivo superior que desde uno inferior. 
Esto también es incuestionablemente verdad-pero qué es el “deseo superior” y el “motivo superior” sino otra forma de Deseo. Si el “superior” es más fuerte, vence-si el “inferior” es más fuerte, vence. Lo que sea que sienta el hombre que sea lo más deseable de acuerdo a su razón, experiencia y sentir es el motivo más fuerte. Algunas veces las escalas son muy uniformemente balanceadas, y no se requiere sino una partícula de polvo mental para inclinar hacia un lado o el otro. Pero esto no desaprueba la regla-sólo la enfatiza.
III. Que uno tiene la evidencia de su consciencia de que es libre de actuar como le plazca-o escoger entre dos o más cursos diferentes de acción. Uno siente más fuertemente que tiene la libertad de escoger y actuar. 
Esta es la “prueba” considerada incontestable por los teólogos. Es indudablemente verdad, hasta donde vamos, pero una consideración de momento nos mostrará que esto no añade sino una prueba más a la verdad del poder del Deseo, y la Ley de Causa y Efecto. 
Tejiendo enteramente la contestación de que el sentir o consciencia de libertad no tiene relación causal al acto, vemos que el hombre meramente siente y es consciente del hecho de que puede actuar y escoger como le plazca. Ciertamente él puede, nadie disputa eso-¿pero por qué él “se complace”? ¿Por qué él quiere hacer una cosa de preferencia a otra?¿Y por qué él finalmente escoge hacer una cosa en vez de la otra?¿Es meramente Casualidad?¿No hay razón o causa?¿No es verdad que él encuentra más deseable o más satisfactorio, hacer esa cosa? ¿No pesa los motivos, razones, sensaciones, y deseos, por la luz de su propia razón, experiencia, naturaleza y carácter, y entonces decide a favor del curso más deseable? Su voluntad es libre, por supuesto, pero sus deseos, sensaciones, “placer para” y “escoger para” depende sobre elementos de su carácter-y el motivo más fuerte, consciente o subconsciente, gana el día. Entre dos cosas u objetos, uno escoge aquel que le atrae como el “más deseable”-el que “quiere” más, o teme menos. Muchos objetarán que si esto es verdad, es injusto castigar a uno por hacer lo que debe hacer de acuerdo a su carácter. Esta objeción surge de la vieja concepción de Fatalidad y Predestinación, lo que sostiene que un hombre debe hacer una cierta cosa, a pesar de todo lo que podría tender a prevenirla. Esto por supuesto haría todo “castigo” una total injusticia, y un absurdo proceder. Pero la doctrina de Causa y Efecto no sostiene esto. Por el contrario sostiene que el carácter de uno puede ser, y es, cambiado, modificado y alterado por las restricciones colocadas sobre ciertas acciones. Estas dan nuevos motivos para la acción o no acción.
La teoría de la Ley humana, al menos, no es que uno sería “castigado” por delinquir en el espíritu de ira o venganza, sino que el “castigo” actuaría como un freno, advertencia, y motivo de restricción para prevenir la recurrencia del acto en la parte del criminal, y para prevenir que otros cometan la misma equivocación. Es un método de la sociedad de protegerse a sí misma-no un sistema de venganza. El solo hecho de que las penalidades de la ley sirvan para disuadir a algunos de cometer delitos no es sino una prueba de que el motivo más fuerte domina. La palmeta previene al estudiante de mal comportamiento, aunque lo desee mucho. Él teme provocar un castigo, más de lo que desea portarse mal. 
Podemos culpar a la gente por actuar erróneamente, porque lamentamos que sus caracteres no estuvieran mejor desarrollados, o que su juicio no fuera más perfecto. A menudo cometemos la equivocación de culpar los efectos, en vez de las causas. ¿Sería justo “culpar” o “castigar” si nuestros actos resultaron de Casualidad? De la misma manera, remordimiento y lamento significan que aceptamos que lo que hicimos o escogimos no fue sensato o deseable, vistos a la luz de subsecuentes eventos-lamentamos que los motivos más altos, más nobles, o más sensatos no fueran dominantes; o sentimos tristeza ante los resultados de nuestras acciones. Estas últimas sensaciones son a menudo citadas por aquellos quienes niegan Causa y Efecto en el Plano Mental. Pero que, ciertamente, ¿sería la razón para lamentar o arrepentirse si nuestras acciones hubieran sido decididas por Casualidad en vez de por causas? Si quitamos las Causas, estamos en manos de la Casualidad-¿sería ese un cambio deseable? ¡Si negamos la Ley, debemos atribuir todas las acciones a la Casualidad!
Resumiendo el hecho del Deseo Dominante, se podría decir que la gente actúa de acuerdo con la línea de la Mayor Satisfacción. Esta Mayor Satisfacción depende enteramente de la naturaleza de la persona-su carácter-el cual es regulado por sus tendencias, disposición, cualidades heredadas, resultados de su experiencia, ambiente, educación, entrenamiento, historia, etc., todas ellas, por supuesto, tienen otras causas detrás. Lo que sea que dé a la persona la Mayor Satisfacción evidente al momento de acción o escogencia, eso decidirá hacer o escoger. Esta es la regla-pruébela más rígidamente aplicándola a nuestros propios actos y decisiones, y los de otros. Pero al probar esto, no omita el efecto del hábito como Deseo cristalizado; ni el efecto del Temor como Deseo negativo. Cuando dos deseos son de otra manera iguales, el más habitual ganará el día. El elemento de Temor, o Aversión, no es sino un Deseo “no hacer”, o “evitar, o alejarse de algo”. Compulsión por otros puede resultar en acción a través del Miedo. Y a menudo uno se abstiene de manifestar un deseo porque se teme “pagar el precio”.
¿Alguna vez hizo Ud una escogencia, realizado un acto que le diera la Menor Satisfacción, o que Ud supiera que fuera la más indeseable bajo todas las circunstancias del caso? Si así fue-¿Por qué lo hizo? Si Ud cedió a las sugerencias, deseos, razón o voluntad de otra persona, contra su propia inclinación y juicio-¿qué es esto sino la “línea de la menor resistencia”, que le dio el menor problema o insatisfacción al momento, y en donde el Deseo de Temor negativo tuvo su efecto? En el caso de influencia hipnótica, o el dominio de la voluntad de uno por otro por cualquier medio, la regla no se rompe, porque la voluntad de la persona más fuerte influencia y despierta el Deseo de la persona más débil. 
Aun en este caso, deseo o temor es el motive de acción o escogencia. Al considerar esta materia, recuerde que el Aforismo dice “la suma y promedio de sus deseos-los motivos más fuertes siempre dominando y decidiendo la elección y acción”.
A menudo somos forzados a “encontrar un promedio” entre nuestros deseos en conflicto. 
Y entonces de nuevo, sabiduría, experiencia e inteligencia nos capacitan para discriminar entre la deseabilidad de objetos y actos, y así jugar una parte importante en la elección. Y la imaginación nos da un más amplio intervalo de escogencia, presentando un mayor número de objetos ante nosotros para escoger. Pero la sabiduría, experiencia, inteligencia e imaginación resultan de Causas.
Un Deseo Dominante siempre tiene por su motivo el alcance de algo que traerá la Mayor Satisfacción, inmediata o remota, o la prevención de algo que traerá insatisfacción, inmediata o remota-a la persona misma, o a otros en quien él esté interesado. Aversión, temor, o la tendencia de alejarse de personas o cosas, son meramente las fases negativas del Deseo, y caen bajo la misma regla.
La cosa “más deseable”, de acuerdo al juicio del momento, es siempre escogida-la cosa “más indeseable” del momento es siempre evitada. Algunas veces esto necesita “encontrar un promedio”. Así al final hacemos lo que “nos gusta hacer”-hacemos lo que más “queremos hacer”. El “querer hacer” y “gustar hacer” surgen de una Causa, y y están bajo la Ley de Secuencia-eslabones en la Cadena Cósmica de Eventualidad.
Y así, la naturaleza de del carácter de uno determina sus actos. Esto explica muchas acciones de una manera extraña. Por ejemplo, un hombre es amable porque esto da a su naturaleza la mayor satisfacción; tal como otro gana la mayor satisfacción al ser de otra manera. Uno encuentra satisfacción en hacer su “deber”; mientras que otro encuentra satisfacción en escapar de él. Uno encuentra satisfacción en la virtud; otro en el vicio. Uno la encuentra en el egoísmo; otro en hacer y dar a otros. Uno encuentra más satisfacción en dar su vida por su país; otro la encuentra en huir y esconderse. Uno encuentra la mayor satisfacción en dar; otro, en recibir. Uno encuentra la mayor satisfacción en ser moral; otro en lo contrario. Uno siente el mayor placer en ser un buen ciudadano; otro encuentra su satisfacción en lo opuesto. 
Cada uno actúa de acuerdo a su naturaleza y carácter-así como un gato y perro actúan de acuerdo a su naturaleza. Pero el hombre puede cambiar su naturaleza, si así lo desea. Y a menudo lo desea, mientras que el animal inferior no lo hace-ese es el principal punto de diferencia.
Hemos puesto mucho énfasis en este tema del Deseo Dominante, porque deseamos que Ud despierte a una realización, tal vez por primera vez, de lo que el Deseo juega una parte importante en la escogencia y acciones del hombre en el plano personal de vida-cuánto en esclavitud a eso está la raza. Cuando uno se da cuenta de sus ataduras, está en una posición de trabajar para deshacerse de ellas. Es solamente cuando el esclavo se da cuenta que es un esclavo, que pensamientos de libertad vienen a él. Hay un plano por encima de aquello de Personalidad-un plano en el que la Voluntad Positiva toma el lugar del Deseo. La Voluntad Soberana por encima del Deseo Dominante. Escucha el Aforismo: Aforismo xx. Cuando el hombre alcanza la Individualidad- Egoidad-entra en el plano de la Voluntad, y sube por encima del plano del Deseo. Deseo y Voluntad son los polos opuestos del mismo Principio-siendo la Razón el Centro de Balance. En el plano de la Voluntad, aunque uno aun permanece balo la Ley, todavía puede aprender a usar la Ley en vez de permanecer pasivo a ella. Puede aprender a oponer Ley a leyes. Puede aprender a crear Deseo por Voluntad, también como a reprimir y dominar el Deseo por Voluntad. Además-y esto es lo más grande de todo-puede aprender a hacer Voluntad a Voluntad. 
Puede aprender a completar el Círculo de Voluntad. Puede aprender el Secreto del Medio Excluido. Cuando este último Secreto se aprende, el hombre va bien encaminado a la Maestría. 
Al escalar al plano de la Voluntad, sobre y por encima del plano del Deseo, ascendemos por encima de las leyes inferiores, y reconocemos supremacía sólo a las leyes superiores. 
Podemos entonces oponer la Ley a leyes, y contrarrestarlas y usarlas. Deseo y Voluntad no son sino los polos opuestos del mismo principio-siendo la Razón el Centro de Balance, como enuncia el Aforismo. La mayoría de la raza permanece centrada en el polo negativopocos alcanzan el centro-y aun muchos menos aprenden el secreto de pasar el centro hacia el lado opuesto. En el plano negativo no puede hacer más que Desear la Voluntad. En el plano positivo puede aprender a Voluntad a Voluntad. Quien haya aprendido el secreto puede transmutar sus deseos, y transformar sus inclinaciones, tendencias, y gustos. Ese es el Amo del Deseo, en vez de su esclavo.
El arte de Querer a Voluntad es una de las grandes proezas del ocultismo-uno de los grandes logros de las Enseñanzas Arcanas. En él yace también el secreto del Poder de la Voluntad en sus manifestaciones externas, porque aquel que puede cambiar, y crear deseos en sí mismo, puede producir similares resultados en la mente-deseo de otros. Al alcanzar el plano de la Voluntad Positiva, uno entra al campo de toda Realización y Poder Oculto- el resto es toda una cuestión de progreso, práctica, ejercicio y dominio. Cuando uno agarra el Secreto de Voluntad, ha puesto manos sobre la Espada de Poder.
Yendo atrás de causa a causa anterior, y aun a más remotas causas precedentes de sus deseos, el Individuo se encuentra a sí mismo finalmente confrontando la Voluntad Cósmica. Repasando el camino desde atrás hasta el presente, se encuentra a sí mismo confrontando su Voluntad Personal, la cual se mueve por el Deseo. En otras palabras, encuentra una Cadena de Deseos extendiéndose desde la Voluntad Cósmica hasta la Voluntad Personal-una cadena de incontables eslabones, pero teniendo un principio en Voluntad, y un final en Voluntad-una Interminable Cadena, porque es un Círculo.
A continuación aprende las primeras lecciones del Secreto Arcano del Medio Excluido, y en adelante se esfuerza para alcanzar la unión de los dos extremos de la Voluntad. De la realización de esta Unión surge la Voluntad Individual-la Voluntad Positiva del Ego. En este proceso la Ley de Causa y Efecto no es violada, sino la Voluntad es hecha la Causa de Voluntad-la Causa y Efecto se unen. Cuando esto se logra-¡entonces el Hombre ciertamente se convierte en el Amo!