segunda-feira, 17 de agosto de 2020

Astrosofía parte 11

 


La naturaleza del mundo Planetario – : Marte 

En nuestra última carta hemos descrito en detalle la naturaleza del planeta Marte. Ahora intentaremos ilustrar este conocimiento a través de un número de natividades históricas. Para una consideración tal, necesitamos no sólo tener en cuenta el día de nacimiento, sino también el periodo del desarrollo prenatal. Porque si bien la posición de Marte en el momento de nacer nos da el cuadro decisivo sobre la naturaleza marciana del ser humano, los movimientos y gestos de este planeta durante el desarrollo embrionario son igualmente importantes.

Ellos nos muestran la evolución interior de las fuerzas anímicas hacia la manifestación final de la naturaleza de Marte. En pos de comprender la cualidad esencial de Marte en relación a las doce constelaciones del Zodiaco, hemos de empezar con la constelación de Virgo.

Marte en Virgo: al nacer Juana de Arco, 6 de Enero de 1412, Marte había dejado la constelación de Leo y estaba a punto de ingresar en Virgo. Este ejemplo nos da una impresión de como un ser humano tal percibe al mundo y como ese mundo genera consciencia en el alma. En este caso, Marte, sin haber ingresado aun en Virgo tras haber pasado desde la constelación de Piscis hasta la de Leo durante el desarrollo embrionario, aun estaba libre de las influencias de la Caída que se produjo durante la evolución de la Antigua Luna, que ha sido descrita en nuestra última carta. Aun posee una cualidad solar y no se ve impedido aún por el influjo oscureciente de los poderes “rebeldes” en el universo. El cuerpo anímico todavía se encontraba en un estadio de inocencia cósmica. Esto nos ayuda a entender el extraño poder que residía en Juana de Arco, el cual le permitió intervenir tan decisivamente en el curso de la historia. No era solamente entusiasmo lo que le dio semejante fuerza e intrepidez, sino la certeza inamovible del llamado espiritual. Ya que las fuerzas de su cuerpo anímico estaban más allá del obstáculo del poder de oscurecimiento y debilitamiento ocasionados por la Caída, la fuerza solar de su presencia ejercía una especie de milagro extraño e irresistible sobre la gente de su época.

Cuando nació Fiedrich Nietzsche, el famoso filosofo (15 de Octubre de 1844), Marte ya había ingresado en Virgo; había entrado en el reino del Zodiaco que refleja la entrada hacia la gran época cósmica durante la cual tuvo lugar la rebelión de la que hemos estado hablando. Este Marte de Nietzsche también paso desde la constelación de Piscis hasta Virgo. Esto indica que en el cuerpo anímico de Nietzsche también residía algo semejante a la inocencia cósmica que encontramos en Juana de Arco, si bien en su caso, esta inocencia cósmica fue víctima de poderes sobrehumanos destructivos. La vida de Nietzsche es una de las más grandes tragedias. En su paso desde Piscis a Virgo, Marte no pudo superar a la oposición de Saturno, que tuvo lugar en la segunda mitad de su desarrollo embrionario. El poder inocente, solar que se hallaba oculto en Nietzsche y que tímidamente intentó asomar en algunos de sus escritos -así como en su relación con Richard Wagner- no pudo descender desde la altura espiritual hasta la realidad del mundo terrenal. Con lo que su ser anímico quedo devastado y se volvió loco a los 44 años.

Marte en Libra: Marte ingreso en Libra cuando nacio Thomas More el 7 de Febrero de 1478. Marte ha dado aquí realmente un paso más dentro del reino cósmico que refleja a la Caída en la evolución de la Antigua Luna. De aquello que sabemos acerca de su destino, si intentamos ponernos en el lugar de Thomas More, encontramos que estaba rodeado por un mundo en el cual los impulsos oscuros ejercían oposición sobre la manifestación de la verdad espiritual. Como fuere, Thomas More se mantuvo erguido en el medio de esa oscuridad. Poseía un carácter grandioso y su alma o cuerpo de consciencia estaba tan compenetrado por las brillantes fuerzas solares, que finalmente fue capaz de triunfar en las pruebas del destino. Podemos hallar este poder anímico reflejado en los movimientos prenatales de Marte. Al momento de su concepción, Marte estaba en Tauro, pasando luego por las constelaciones de Géminis, Cáncer, Leo y Virgo hasta finalmente ingresar en Libra. Sin embargo, encontramos nuevamente aquí a la inocencia cósmica de las fuerzas de Marte que también hallamos en los dos ejemplos citados arriba. Esto le dio a Thomas More su gran fuerza de carácter.

Marte en Escorpio: Marte en Escorpio es el reflejo cósmico preciso de la Caída en la evolución de la Antigua Luna. Es una expresión de fuerzas anímicas sumidas de un modo u otro por las consecuencias del evento que hemos descrito, tras largos periodos de evolución, este evento logró que la Tierra pareciese puramente material.

Podemos encontrar a la influencia de Marte en Escorpio en tales natividades como la de Bacon de Verulam, nacido el 22 de Enero de 1561, y la del Archiduque de Austria, nacido el 21 de Agosto de 1858.

Bacon de Verulam, especialmente hacia el final de su vida, fue vencido por el impulso que condujo a la concepción moderna de la ciencia natural. El ha sido llamado el padre del empirismo que se volvió tan importante para el método científico. Este es un empirismo que no toma en cuenta la presencia de ningún espíritu en la naturaleza. Considera a los  fenómenos naturales simplemente como el resultado de reacciones mayor o menormente mecánicas de las substancias materiales. Sin embargo, estas fuerzas que tienen su origen en la Caída, llevo a la Humanidad hasta el punto más bajo de su evolución, ya que la humanidad llego a percibir al mundo como material.

El archiduque de Austria quedo tan insatisfecho con la vida materialista y estrecha que le fuere obligada vivir como heredero de la corona austro-húngara, que se suicidó. Esto señala que el impulso marciano de la Caída, de no ser asumido, puede incluso destruir una vida humana.

Marte en Sagitario: Marte en Sagitario refleja una condición del cuerpo astral, que aporta a los seres humanos una experiencia referida al conflicto del mundo material con la chispa del espíritu en el. Cuando nace Goethe, el 28 de Agosto de 1749, Marte había ingresado en la constelación de Sagitario. Al momento de la concepción se hallaba en Virgo. De allí se movió a través de Libra y Escorpio, y en los últimos meses de su desarrollo embrionario realiza un lazo entre Escorpio y Sagitario.

Gracias a la naturaleza individual del cuerpo anímico de Goethe, el efecto de la Caída podría observarse perfectamente en esta personalidad, y él reconoció en sí mismo el conflicto causado por este evento. El habla acerca de las dos almas que habitan en él. La una apunta a arrastrarlo hacia abajo dentro de un reino en el cual los sentidos están basados en la percepción de un mundo puramente material, y a la otra le llamaba al retorno del mundo celeste en donde viven aquellos espíritus como elevados ancestros del propio ser de la Humanidad. También podemos experimentar que Goethe, en su dilema entre estas dos fuerzas en su cuerpo anímico, supera a las consecuencias de la Caída. El purificó la consciencia de sus percepciones sensoriales. Pudo ver trabajar al espíritu en la naturaleza y lo describió en sus escritos sobre la planta arquetípica. Percibió esto como al arquetipo suprasensible de toda vida vegetal existente, que aparece modificada en las peculiaridades de los tipos visibles del mundo vegetal.

Otra personalidad que posee casi los mismos gestos de Marte en su natividad tanto como en su desarrollo prenatal es el conde Leo Tolstoy, nacido el 9 de Septiembre de 1928. Si leemos sus biografías, sus diarios y sus libros, muchos de los cuales revelan el dilema de su vida, podemos detectar en él esa discordia originada con la Caída, causada por el desarrollo del cuerpo astral humano. Se sentía a si mismo continuamente devastado al hallarse en un  mundo material que lo apresaba a través de los sentidos, y en un mundo que era la manifestación de la evolución espiritual de la humanidad y del universo. Sufrió severamente a causa de esta discordia, si bien también él supera la Caída sobradamente.

Esto no se revela tanto en sus obras y escritos, pero si en el modo en que se presenta como ser humano frente a la vida anímica de la humanidad. El simple pronunciar de su nombre posee un cierto peso en la vida cultural actual, y esto no puede dejarse de lado fácilmente.

Marte en Capricornio: Marte en Capricornio refleja una condición que permite superar las consecuencias de la Caída. Ahora, el ser humano puede finalmente redimir la dualidad creada por la tentación a través de las fuerzas de la gran Caída cósmica.

Al nacer Richard Wagner el 22 de Mayo de 1813, Marte había ingresado en la constelación de Capricornio. Al momento de su concepción se hallaba en Leo. Es decir que durante la época prenatal se movió a través de Leo, Virgo, Libra, Escorpio y Sagitario hasta ingresar en Capricornio. Digamos que esto significa un largo viaje de estas fuerzas antes de alcanzar su objetivo final. Esto podemos constatarlo en  la vida de Richard Wagner. Había algo en la naturaleza de su alma a modo de herencia de esa inocencia cósmica, proveniente de los estadios precedentes de la humanidad, cuando aun no había descendido tan profundamente en el abismo que separa del mundo espiritual. Esto lo encontramos reflejado en la posición de Marte en Leo. Luego lo vemos ingresar en las constelaciones que reflejan la Caída. Esto está conectado con un largo periodo de dilema interior y dificultades. Como fuere, más tarde en la vida logra alcanzar el objetivo al cual apuntaba. Halló lo que él llamaba la “paz de los poderes de la ilusión”, y desde esa paz anímica pudo crear la música de su último gran drama, Parsifal. Marte en Capricornio boga por la pacificación de las fuerzas anímicas que atravesaron el profundo valle de la negación del espíritu  y la soledad del mundo material, resultantes del desarrollo del cuerpo anímico humano desde la rebelión en la Antigua Luna.

Marte en Acuario: con Marte en Acuario surge el problema que consiste en si el alma humana no solo se esfuerza por purificar las fuerzas de Marte, sino incluso redimir la dualidad que se ha establecido en el alma como resultado de la Caída. El esfuerzo en pos de la redención de la discordia en el alma humana se ve mayormente (desde un punto de vista superficial) conectado a catástrofes en la vida humana. Desde un punto de vista más espiritual, se muestra mayormente como un dilema entre la cabeza y las fuerzas cardiacas. En la cabeza, estas fuerzas astrales activas son aptas de conectar muy fuertemente a la humanidad con el mundo de la materia por medio de los sentidos; mientras que aquellas fuerzas que trabajan a través del corazón desean establecer la conexión entre los seres humanos y el universo por medio del poder del amor. La cabeza y los sentidos están abiertos a la tentación de Ahriman; el corazón ha de ser resguardado de la tentación de Lucifer.

Esto puede llevar incluso a la malformación física bajo determinadas circunstancias. El astrologo Alan Leo el caso de un niño que había nacido “sin desarrollo craneano posterior o cerebro, meramente con una máscara frontal”. Al nacer este niño, Marte estaba en Acuario. Obviamente que este no era el único factor en la natividad que indicaba la causa de esta malformación. Tenemos como ejemplo histórico la natividad de Mary, reina de los escoceses. Cuando ella nació, el 7 de Diciembre de 1542, Marte ingresaba justamente en Acuario. Al momento de su concepción se hallaba entre Libra y Escorpio, en donde comenzó a formar un lazo o movimiento retrogrado. Con lo cual tenemos un muy buen ejemplo de una personalidad que a través de su organismo astral, estaba involucrada en la Caída. La posición de Marte en Acuario al momento de nacer indica que esto era tan solo un lado de su naturaleza. Su historia biográfica prueba que ella estaba continuamente absorbida por el dilema entre la consciencia de su cabeza y la de su corazón. Solamente de este modo podemos comprender el caos por el que ella debía pasar en determinados momentos. El último acto que ocurrió en su vida, la decapitación, es como un símbolo materializado del gigantesco dilema en su vida.

Desde un punto de vista externo puede semejar que ella fracasó en la reconciliación entre las fuerzas del corazón y de la cabeza, pues su cabeza fue separada del corazón. Sin embargo, durante su prolongado cautiverio, ella consiguió establecer  consigo misma la paz entre las fuerzas opuestas en su alma. Finalmente resulta espiritualmente victoriosa en el campo de batalla de su propio ser, y los detalles de su muerte son tan solo una lúgubre caricatura refleja, pintada por los poderes de los celos que se oponen a la espiritualidad.

Marte en Piscis: Marte en Piscis puede conducir a la realización de la paz como resultado de la reconciliación que describí arriba, es decir, entre los poderes del Cielo y la Tierra. Se puede arribar a esta realización solamente luego del dilema de por vida del atravesar el profundo valle de la Caída. La consideración de los movimientos prenatales son aquí de una importancia excesiva.

Tenemos  conocimiento de un ejemplo ideal de Marte en Piscis. Al nacer Novalis, el 2 de Mayo de 1772, Marte se hallaba en esta constelación. Cercano al momento de su concepción, Marte ingresaba en Virgo. Esto indica que en su cuerpo astral estaba presente la manifestación de los siete aspectos del cuerpo anímico sobre los cuales hemos hablado arriba, y que hemos descrito desde el punto de vista de Marte atravesando las constelaciones de Virgo hasta Piscis. En Novalis se hizo manifiesta la inocencia cósmica solar de las fuerzas astrales, así como la gran “Caída y Elevación”. Toda esta grandiosidad de poder astral fue acumulada finalmente en la posición de Marte en Piscis. Se volvió un poder de curación de paz y reconciliación, permeando a todos aquellos que vivieron en la cercanía de este maravilloso ser. Tenemos muchas pruebas de este hecho. Sus fuerzas astrales fueron traídas a la armonía y despertadas a la realidad del mundo espiritual tras haber vivido las experiencias anímicas mas agonizantes, que le trajeron a la realidad de la Caída en las vestiduras de la muerte, al confrontarse con esta tras la pérdida de uno de sus más preciados amigos.

Marte en Aries: indica a un cuerpo anímico que, si se lo asocia con ciertos otros hechos, provee una base adecuada para la cognición del mundo espiritual. Marte en la constelación de Virgo hasta la de Piscis está conectado con el desarrollo cósmico que conduce a la Caída y su redención. Las constelaciones de Aries hasta la de Leo, están opuestas a las descritas arriba. Por lo tanto, ellas reflejan a aquellos poderes que se retiraron gradualmente hacia regiones espirituales más elevadas al producirse la Caída.

Tenemos un ejemplo en la natividad de Swedenborg. Al momento de su nacimiento, el 29 de Enero de 1688, Marte se hallaba en Aries. Sabemos que el desarrolló la capacidad de clarividencia en lo postrero de su vida. En este caso necesitamos agregar varios hechos en favor de comprender esta clarividencia de Swedenborg, pero no podemos hacerlo en este momento. Quizás  se nos de mas tarde la oportunidad de elaborar los detalles de esta natividad.

Marte en Tauro: cuando nació Rafael Santi, el 26 de Marzo (o el 6 de Abril) de 1483, Marte había ingresado en la constelación de Tauro. Al momento de su concepción, se hallaba en Acuario en donde realizo un lazo en los primeros estadios del desarrollo prenatal de Rafael.

Marte indica una condición del cuerpo de consciencia que desde el principio, porta el impulso de reconciliación entre las fuerzas astrales de la cabeza y del corazón y también de la formación  de una relación consciente entre Cielo y Tierra. Ciertamente, si miramos sus retratos o leemos su biografía, podemos dar por confirmado que en esta amigable personalidad no existía una sombra de discordia entre Cielo y Tierra más bien un amor cálido y radiante por todo lo existente en el universo.

Finalmente, en su caso Marte ingresó en Tauro, que esta opuesto a Escorpio. Cuando Marte esta en Escorpio, tenemos a una imagen de la Caída escrita en su cuerpo astral. Si bien esta oposición marca el inicio del declive del desarrollo universal hacia la materia, marca asimismo para la humanidad la apertura de la belleza del mundo sensorio. La belleza del mundo de los sentidos es un último remanente de la manifestación del espíritu en el. Ella irradia desde Tauro y puede penetrar hasta la constelación opuesta. Por consiguiente, si Marte en una natividad se encuentra en Tauro, se manifiesta a sí mismo en el cuerpo astral de un ser humano tal como el poder de reconocimiento del espíritu en el mundo físico como belleza. Puede continuar como una inclinación por la poesía, pero en el caso de Rafael se revela a si mismo gracias al bello mundo de los colores. Si nos paramos frente a sus pinturas, como por ejemplo a aquellos en la “Stanza della Signatura”, podemos experimentar la condición anímica que ha de haber inspirado a Rafael. Allí, el mundo de los objetos materiales se transforma en la revelación del espíritu a través del lenguaje del color.

Marte en Géminis: el famoso filosofo Schopenhauer nació cuando Marte se hallaba en la constelación de Géminis, el 22 de Febrero de 1788. Comenzo su curso en Piscis alrededor del momento de su concepción. Durante los últimos meses de su desarrollo prenatal, realizó un lazo en Géminis.

Géminis esta opuesto a Sagitario; en el aspecto de Marte en Sagitario nos encontramos con una condición astral que puede hacer parecer a la existencia humana como una discordia entre el mundo material y el espiritual. Con Marte en Géminis, puede decirse que esta lucha está decidida en favor del mundo espiritual.

La filosofía de Schopenhauer, que hasta  cierto grado se ve conectada a la condición individual de su cuerpo anímico, es una expresión de esta tendencia. La experiencia humana del mundo es, acorde al concepto mundial de Schopenhauer, el resultado de la propia condición anímica. Por lo tanto, si experimentamos dolor y preocupación, es gracias al hecho de que nosotros mismos hemos creado ese mundo por medio de nuestra conexión anímica con él. Por el bien de la salvación del dolor y la angustia, debemos retirar nuestra vida espiritual de ese mundo. En esta visión aparece una vaga conexión con un budismo malinterpretado, es una especie de espiritualismo que no desea purificar a la percepción sensoria para que la luz del espíritu pueda nuevamente brillar a través de los objetos del mundo físico, sino que añora escapar del mundo rígido e incomodo y dejarle sin redimir.

Este es el peligro de Marte en Géminis, pero por supuesto que el objetivo que demanda es la realización de ese dilema en nosotros como asunto de importancia para el destino de todo el mundo.

Marte en Cáncer: cuando el poeta de la Divina Comedia, Dante, nació (Mayo de 1265), Marte se encontraba en Cáncer. Durante el desarrollo prenatal inicia un lazo en Tauro. Consiguientemente, recordemos lo dicho sobre Marte en Tauro; en este caso, el poeta derrama la luz del espíritu por sobre los eventos del mundo material que han sido oscuros y trágicos en la vida personal del poeta. En el aspecto de Marte en Cáncer encontramos entonces indicada otra capacidad grabada en el cuerpo anímico de Dante. Aquí, en el poema de Dante, ensombrecido por Marte en Cáncer, encontramos  la manifestación de esa grandeza cósmica del proceso de pacificación y purificación. Las gigantescas escenas del Infierno y del Purgatorio son los trasfondos cósmicos de aquellas experiencias a través de las cuales cada ser humano ha de pasar tras la muerte.

Marte en Leo: Leo esta opuesto a Acuario. Marte en Acuario indica el esfuerzo por la unión entre las fuerzas astrales que laboran en el corazón y la cabeza. Cuando Marte está en Leo podemos experimentar este esfuerzo por la realización cósmica, el logro espiritual de esta unión. Esto emerge como entusiasmo en la cabeza o reino del pensar y en el corazón, o reino de la voluntad.

Un tipo semejante de entusiasmo substanciado lo podemos detectar en el poeta Schiller. Cuando nació, el 10 de Noviembre de 1759, Marte había ingresado en Leo luego de haber comenzado su viaje en Acuario hacia el momento de su concepción. El entusiasmo y el esfuerzo por la unión entre la cabeza y el corazón consumió literalmente su cuerpo.

Al nacer Napoleon I, el 15 de Agosto de 1769, Marte también se hallaba en Leo pero en conjunción con Neptuno. Comenzó en Aries con un lazo y en conjunción a Urano. El poder del cuerpo anímico, indicado en el gesto de Marte, podría haberse tornado un entusiasmo realizado, digamos, en pos del ideal de la Revolución Francesa. De todos modos, fue separado del mundo físico y en su lugar, se convirtió en una especie de dinamismo espiritualista mecánico, que mas bien destruyo la unión entre el mundo físico y el espiritual. Esta tragedia se manifiesta a sí misma en la conjunción de Marte con Neptuno y Urano, que impusieron un tono suprahumano, incluso inhumano por sobre las cualidades de Marte.

Los eventos en el cielo

El planeta Saturno en la constelación de Géminis. Ingreso en esta constelación a mitad del verano del año pasado estando en conjunción al Sol; es decir que se hallaba directamente detrás del Sol. Durante la época navideña, el 29 de Diciembre, estaba en oposición al Sol. El sol se movió luego hacia la parte opuesta del Zodiaco y estuvo en la constelación de Sagitario. Desde el 24 de Octubre hasta el 6 de Marzo, Saturno realizo un lazo. Luego retrocedió o se movió en la dirección contraria de la que se mueven los cuerpos celestes de nuestro sistema planetario. Como sea, durante este movimiento retrogrado no abandono la constelación de Géminis.

Debemos mirar por sobre un evento semejante como si mirásemos los movimientos de las manecillas del reloj. No es el reloj el que determina nuestra vida, pero ordenamos nuestra vida de acuerdo al tiempo que indica el reloj. Entonces no podemos hablar de ninguna determinación de los eventos terrestres por causa de la influencia de los cuerpos celestes; por ejemplo, es el caso de Saturno en Géminis, pero podemos leer en este evento la “hora” cósmica en la cual ha ingresado la Humanidad. Se nos es dejado a nosotros el cumplimentar las necesidades de esta hora.

Saturno está reflejado en las profundidades de la vida anímica de la humanidad. Anuncia la hora de los más profundos impulsos históricos que encarnan en los reinos desconocidos de la voluntad humana. La última vez que Saturno estuvo en Géminis, la humanidad se encontraba sobre la mitad de la 1ª Guerra Mundial, ya que duró desde 1914 a 1917. Ahora nos encontramos en una posición similar y da la impresión de que todos los problemas insolubles de aquellos años pasados resurgieran e irguiesen frente al Umbral. Muy a menudo pareciera que se han vuelto incluso más grandes.

La constelación de Géminis refleja la antigua era dualista de los seres humanos cuando estos se experimentan a sí mismos como seres individuales. Por un lado experimentan mayor o menormente la claridad de la chispa divina en sí mismos, que conecta al mundo individual con el espiritual o cósmico por el otro lado se ven ubicados en el mundo terreno que experimentan por medio de los sentidos y que los encarcela rígidamente en su verdadera naturaleza “humana”.

No pareciera existir reconciliación alguna entre los dos mundos que se encuentran en la individualidad humana. Ambos mundos están enemistados y ese odio crece diariamente. Esta es la posición en la que se encuentra la humanidad hoy. Saturno en Géminis anuncia la “hora” del YO; estos problemas han de solucionarse durante el lapso de esta hora o la Humanidad será superada por una catástrofe aun mayor que la anterior.

Esta es la gran cuestión que aparece reflejada en la posición de Saturno en Géminis: ¿cómo puede el alma humana guiarse a si misma entre el espíritu y el cuerpo?. Las revelaciones del espíritu son muy poderosas y la voluntad se torna más poderosa aun. En nuestra época, estas revelaciones pueden resultar extrañas y casi pasmosas. Aquellos que están en el centro de los eventos y aquellos que deben luchar  en los diferentes escenarios de la guerra, saben esto demasiado bien. Todavía existe el peligro de que el ser humano no sea capaz de tomar suficientemente en serio estas experiencias por mucho tiempo más, o que sus almas sean extralimitadas y sus vidas llevadas al desorden. El espíritu de la humanidad y del mundo peligra de ser transformado en un fantasma de disturbio para la experiencia anímica de la humanidad.

El mundo al que las almas están aferradas gracias al cuerpo se torna más y más duro y doloroso. El odiar cada cosa conectada al espíritu o con el alma pareciera serle innato. A causa de este frio odio, el planeta Tierra corre el peligro de volverse completamente inadecuado para las almas humanas y solamente apto para los fantasmas mecanizados de los seres humanos. El problema en las profundidades del alma humana que refleja Saturno es este: ¿Cómo puede superar la humanidad este peligro dual?. Es en nosotros mismos que debemos superar el poder que lleva al mundo al que pertenecen nuestros cuerpos físicos, a darnos la sensación de ser  rígido, frio y odioso. Si purificamos nuestros sentidos del egoísmo innato a ese antiguo mundo, podemos aprender a percibir al mundo físico como una revelación del espíritu. La ciencia espiritual nos brinda el poder de mirar en la naturaleza y ver la luz del espíritu compenetrándola. Cuando el espíritu se revela a sí mismo, necesitamos reconocer que existe una brecha verdadera por la cual podemos obtener un conocimiento definitivo acerca de los mundos superiores. Tomar en cuenta este conocimiento y poder comunicarlo a quienes les es necesario, es la tarea de aquellos que ya han seguido el camino que la ciencia espiritual ha revelado. Sólo este conocimiento puede capacitar a los seres humanos a superar los peligros que surgen de experiencias espirituales para las cuales el alma no está preparada y que actúan como fantasmas turbadores.

Esta es la situación presente de la humanidad tal como se refleja en la posición de Saturno en Géminis; muestra el esquema general de las fuerzas que trabajan en lo profundo de las almas humanas a modo de destino mundial. Otras influencias son reflejadas por la posición y movimientos de los demás planetas, pero hablaremos de esto en las cartas subsiguientes.

Astrosofía Parte 10

 


La naturaleza del mundo Planetario – : Júpiter/Marte 

Con la siguiente carta (XII) llega a su fin el 1er año de las Cartas Astronómicas Mensuales. A tanto se pueda juzgar en estos difíciles años, debería de ser posible darles continuación un año más. Como fuere, pretendemos modificar su contenido en ese segundo año. La introducción a la Astrosofía, si bien no ha sido terminada, ha alcanzado un punto en el cual podemos arriesgarnos a llevar el conocimiento que hemos adquirido a un paso más cercano de las realidades de la vida. Por consiguiente, trataremos ahora de aportar algunas ideas-guía sobre los sucesos actuales en el mundo estelar. Además de esto y de la introducción, daremos también inicio a una serie de descripciones de los eventos en el mundo durante la vida de Cristo en la Tierra. Luego seremos capaces de entrar en detalles acerca de algunas de las natividades históricas.

W.SUCHER
 

Continuaremos ahora con los ejemplos dados sobre natividades históricas en referencia a la naturaleza de Júpiter.

Conde Leo Tolstoy: al momento del nacimiento de Tolstoy, 9 de Septiembre de 1828, Júpiter se encontraba en Libra en donde había hecho un bucle durante el desarrollo prenatal. Estaba en una posición muy prominente. Marte se hallaba en conjunción con Júpiter en Libra hacia el momento de la concepción. Al momento de su muerte, Júpiter estaba a punto de ingresar en Libra, nuevamente en conjunción a Marte.

En esta posición tenemos la indicación de que el cuerpo etéreo poseía una fuerte tendencia a establecer paz y balance en el organismo, el cual de otra manera podría haber sido abrumado y sacudido por emociones agresivas y otras fuerzas anímicas. De hecho, toda la vida de Tolstoy es un ejemplo de esta tendencia. Todos sus trabajos y actividades y especialmente sus diarios hablan de su dramática lucha contra las fuerzas que son siempre adversas a la paz, a la manifestación de la justicia y la buena voluntad en la Tierra; este es el lenguaje de Libra expresado a través de Júpiter.

Maximilien Robespierre (nacido el 6 de Mayo de 1758): durante el desarrollo embrionario de Robespierre, Júpiter pasaba de Libra a Escorpio, donde se hallaba al momento de nacer, probablemente sobre el Medio Cielo.

Desde el principio, según esta posición, el aura etérea de Robespierre se ve dirigida mayormente por los impulsos provenientes de Libra. Fue esto lo que le llevo a la posición de liderazgo durante la Revolución Francesa. En él, los dioses trataron de dar vida a una actitud similar frente a los objetivos de la evolución humana a como lo harían más tarde con Tolstoy. Luego vemos a Júpiter ingresar en Escorpio. Esto se asemeja a una puesta a prueba de los impulsos primarios, ya que se hallan expuestos a una poderosa oleada de fuerzas anímicas -en ocultismo las denominamos fuerzas astrales- que provienen de la región de Escorpio. La pregunta que siempre surge es si la constitución y las fuerzas positivas del ser humano pueden resistir frente a esta tormenta. De lograrlo, entonces puede desarrollarse el más positivo de los poderes, una fuerza en pos del logro de hechos únicos para la Humanidad. Ya que el peligroso escorpión puede ser trasmutado en el águila avizora que, con el ojo del Espíritu Santo, puede mirar hacia estadios futuros del desarrollo universal. Siempre existe el peligro de que una personalidad tal quede reducida a pedazos a causa de tareas e impulsos que están más allá de sus capacidades vitales. Algo similar ocurrió con Robespierre. Su ser, que era bueno y noble en sus impulsos primarios, quedo destrozado por la tormenta de la Revolución Francesa. No pudo dominar a las fuerzas astrales que trabajaban en los trasfondos de los eventos en ese tiempo, y no pudo ligarlas a un cuerpo social que estaba basado en la libertad, igualdad y fraternidad.

Friedrich Schiller: nació el 10 de Noviembre de 1759, estando Júpiter en Sagitario. Estuvo en esta posición durante todo el periodo del desarrollo embrionario. Esto indica que su cuerpo etéreo estaba penetrado por impulsos arquetípicos que dotaban al portador con la facultad de  experimentar y percibir estadios pasados tanto de la evolución humana como cósmica. Este tipo de cuerpo etéreo puede volverse un órgano para la comprensión de los más profundos impulsos y leyes en la historia humana. Schiller tenía esta facultad, como se muestra en sus dramas y en su fuerte conexión con la historia. Fue por algún tiempo conferenciante de historia en la Universidad de Jena. Con estas fuerzas no solo se implanta una relación respecto de la historia humana en el cuerpo astral, sino que también pueden volverse un órgano para la comprensión de las fuerzas primaverales que han dejado rastros de sus actividades pasadas, en la configuración de los variados reinos de la Naturaleza y en  el Universo.

El historicismo de Schiller también está conectado con Saturno, pero sería demasiado difícil entrar ahora en detalles acerca de la relación entre Júpiter y Saturno en esta natividad. Quizás más adelante se dé la posibilidad.

Novalis (nacido el 2 de Mayo de 1772): durante su desarrollo embrionario, Júpiter paso desde Sagitario, a través de Capricornio hasta Acuario. Aquí tenemos un ejemplo que nos muestra que un organismo etéreo tal, es capaz de expandirse hacia todo el universo. En la constelación opuesta, la de Cáncer, encontramos la tendencia hacia la forma estricta. Aquí tenemos casi al opuesto, a la superación de la forma y a la tendencia de desligar a las fuerzas etéreas para que vuelen a través de los espacios universales. Podemos experimentar esto en los escritos de Novalis, especialmente en los Fragmentos. No hay allí una región de la vida, arte, ciencia o religión sobre la que no dé, con pocas palabras, las sugerencias mas inspiradoras y misteriosas, las cuales sólo entenderemos al imaginar que ellas derivan de una organización etérica que se ha entregado a las alturas y profundidades del universo entero. Más aun, sabemos que durante los últimos años de su vida, se fue literalmente esfumando dentro del reino de los muertos. Tenía una profunda conexión y una nostalgia consumidora para con aquellos amigos que habían atravesado el umbral de la muerte antes que él. Sus Himnos a la Noche revelan este estado, así como sus diarios de esa época. Esta era la fuente de sus observaciones intuitivas sobre todas las ramas de la vida y del conocimiento humano. Es un ejemplo excelente de la influencia de Júpiter en la constelación de Capricornio.

Johannes Kepler: Kepler ya ha sido mencionado en cartas anteriores. Durante su estadio prenatal (25 de Diciembre de 1571) así como al momento de su muerte (15 de Noviembre de 1630), Júpiter se hallaba en Acuario. Esto indica una condición del cuerpo etéreo que permitía a su portador el crear una fuerte conexión con el universo estelar. En el caso de Kepler es obvio ya que fue matemático y astrónomo de profesión. Este ejemplo revela que la conexión no es necesariamente una abstracción. Kepler estaba inspirado por la idea sobre la armonía  del universo estelar. El escuchaba las “armonía de las esferas”; incluso compuso partituras de la música producida por los planetas (Harmonices Mundi), según su percepción. Por lo tanto, semejante formación de la organización etérea no requiere tender a la astronomía como profesión. Puede revelarse a si misma simplemente como la capacidad de adaptar la vida terrena de modo tal que esté en armonía con los ritmos cósmicos, a veces incluso sin ser consciente de ello. Otro ejemplo es Goethe, cuyo Júpiter estuvo en Acuario durante casi todo su desarrollo prenatal. También Watterman, el famoso general de la Guerra de los 30 Años, intento acomodar sus actividades según el curso de las estrellas. Tenía a Júpiter en Acuario en su horóscopo prenatal.

Virgilio, el famoso poeta de la Eneida, poseía una fuerte conexión a través de Júpiter en la constelación de Piscis, ya que cuando murió (22 de Septiembre de 19 AC), Júpiter estaba allí. Una posición tal al momento de la muerte, no sólo muestra los dones primarios de un  ser humano que encarna, sino que muestra aun más. Durante la vida en la Tierra, todos los hechos de un ser humano se imprimen en su cuerpo etéreo. Tras la muerte, el cuerpo etéreo se disuelve en los espacios etéreos del universo. La posición de Júpiter indica entonces aquello que fluye desde el alma humana como logro fundamentalmente importante, que se acoge en las regiones cósmicas y por ende, es preservado para su desarrollo ulterior en el futuro.

En esta posición de Júpiter en Piscis, podemos encontrar expresados los logros humanos que fluyen hacia los reinos etéreos del universo como una comprensión de las fuerzas universales del Padre. En la Eneida, Virgilio describe las aventuras de Eneas, el padre mitológico de Roma. Y con una frase revela su profunda conexión con las fuerzas universales del Padre. Él llama a Júpiter ” Omnipotente Padre Etérico”. Así es como expresa lo que ha experimentado en las profundidades de su esforzada alma como Júpiter en Piscis, el cual aparece justamente en el cielo al momento de su muerte. El describió al planeta Júpiter como la fuente de los arquetipos de vida y a Piscis como el reino de las Fuerzas Universales del Padre.

MARTE
 
La órbita del planeta Marte encierra en ella a la de la Tierra. Marte es por lo tanto, el primero de los planetas superiores que se encuentra mas allá de la órbita terrestre, mientras que los planetas inferiores se hallan dentro de esta orbita. A través del aspecto del sistema copernicano del universo, estamos habituados a mirar a la Tierra como si girase alrededor del Sol. La Tierra como planeta ciertamente se mueve, pero ha de llegar el momento en que consideremos asimismo al movimiento del Sol y que de hecho ambos, Sol y Tierra, no se mueven en círculos sino en forma de lemniscata, dibujándose uno por detrás de la otra. No ha llegado aun el tiempo de que este punto de vista sea expuesto, y tampoco es este el lugar donde ha de ser llevado a detalle. En este punto, si imaginamos tan solo que Sol y Tierra se mueven a manera de lemniscata y que esta lemniscata se ve, por decirlo así, envuelta por el paso del planeta Marte, entonces tendremos el cuadro necesario para nuestra investigación en estas cartas. Aun más, la astronomía nos dice que el planeta Marte es más pequeño que el globo terrestre. Es natural que esperemos lo contrario, pero su diámetro es apenas solamente un poco menos de la mitad del de la Tierra. Durante el correr de este siglo y del pasado, hemos encontrado un gran número de pequeños cuerpos planetarios, tan pequeños que no es posible divisarlos a simple vista y que se mueven dentro de la órbita de Marte. Algunos de ellos van mas allá de esta orbita, alcanzando la de Júpiter. Con lo cual tenemos en Marte a un planeta que es más pequeño que la Tierra, así como un gran número de planetas minúsculos -los planetoides- que también orbitan allí. Desde un cierto punto de vista podemos considerar a Marte como a un cuerpo celeste que consta de un planeta principal y de una multitud de pequeños cuerpos que poseen el carácter de planetas, dentro de todo el sistema solar.

¿Cómo podemos aproximarnos a este planeta Marte y su esfera desde un punto de vista espiritual?. En la última carta hemos hablado de Saturno como el cuadro de la memoria cósmica del periodo evolutivo del Antiguo Saturno y de Júpiter como la herencia del Antiguo Sol. Esto sugiere un mirar a Marte como una especie de recapitulación de la Antigua Luna, la cual precede a la evolución terrestre -es decir, que precede a la evolución de nuestro sistema solar actual. En nuestras cartas no hemos descrito aun a la Antigua Luna en detalle; habremos de hacerlo ciertamente en algún momento futuro, pero de momento nos reduciremos a dar algunos pocos comentarios a guisa de guía. Por supuesto que se pueden encontrar detalles en la “Ciencia Oculta” de R. Steiner.

La evolución del Antiguo Sol había tocado final hacia un cierto punto de su evolución. Entonces, todas las substancias y seres físicos que habían sido creados, desaparecieron. Le sucedió una “Noche Cósmica” durante la cual todos los seres jerárquicos y sus creaciones ascendieron hasta planos más elevados de la pura existencia espiritual. Luego de que esta “Noche Cósmica” finalizase, un nuevo “planeta” devino a la existencia. Ante todo, cada cosa que ya ha existido requiere de ser creada nuevamente a partir del Antiguo Saturno y Antiguo Sol. Con lo que esas evoluciones pasadas se repitieron en ciclos de evolución más breves del recientemente nuevo “planeta”, el cual es denominado por el ocultismo como “Antigua Luna”. Allí se densifico aun más la substancia y en parte devino “agua”. Además de esto, todavía existían calor y “aire” o luz, como remanentes de los ciclos previos de los Antiguos Saturno y Sol.

Los siguientes hechos acerca de la Antigua Luna son esenciales para nuestras investigaciones: conjuntamente con la densificación que tuvo lugar en las substancias físicas y con la cual se dio realmente un paso en el avance en pos del alejamiento del origen divino, los ancestros de la raza humana se vieron ahora dotados con el poder de la consciencia. Debemos recordar que en la precedente evolución del Antiguo Sol, el ancestro de la humanidad se convirtió en el portador de un cuerpo etéreo o vital. Aun no había alcanzado la capacidad  de experimentar eventos a su alrededor ni de percibirse en relación a sí mismo como una entidad separada que pudiera sentir estos eventos como placenteros, desagradables o retrotraerlos para sí, etc. A tanto las plantas devienen a la existencia con el surgir del Sol en la primavera y el verano, y se marchitan con el declinar del calor y la luz veraniegas, de este modo en el Antiguo Sol, el ancestro de la Humanidad, se sumerge en sí mismo por completo en los eventos que lo rodean sin relacionarlos consigo como lo haría un ser que posee una existencia interior separada.

Esta capacidad fue implantada en el ancestro de la humanidad en un cierto momento de la evolución de la Antigua Luna gracias a la actividad de los Espíritus del Movimiento, quienes sacrificaron parte de su propio Ser. Conectado a la implantación del cuerpo de consciencia o “cuerpo astral”, tenemos allí a un evento que modificó el curso completo de la evolución. Ciertos seres espirituales produjeron una revolución en la Antigua Luna, contraria al curso normal del desarrollo. Puede que suene extraño que en el mundo de los Dioses tenga cabida una rebelión. Desde un cierto punto o nivel de la experiencia jerárquica, dará la impresión de ser un acto opositor contrario al curso normal; como fuere, desde un “plan” aun más elevado de la evolución cósmica, puede ser visto como una necesidad que los más altos Seres del Orden Jerárquico dieron inicio en favor de la ejecución necesaria de sus “planes” Divinos.

A tanto nuestros ancestros humanos fueron dotados con la facultad de experimentar los eventos de su medio ambiente y a estos como sus propias satisfacciones y penares, los poderes rebeldes ingresaron e hicieron uso de esta facultad para llevarlos a la tentación de creer que ese mundo interior, creado por las sensaciones del cuerpo astral, era una “realidad” en sí mismo, separado de la existencia del resto del Universo. Es así como se produce una escisión en todo el universo de la Antigua Luna.

 Allí tenemos por un lado a los seres espirituales con sus hechos objetivos, los cuales formaban parte de todo lo que existía, considerándolo como algo que les pertenecía a ellos mismos, y por el otro lado está ese mundo interior de experiencias al cual nuestros ancestros se vieron arrastrados gradualmente por aquellos poderosos pero rebeldes espíritus de aquel “origen”. Estos espíritus rebeldes comenzaron a convivir dentro de la humanidad como otra “realidad”, separada de aquella del mundo exterior.

Este desarrollo fue acompañado por una densificación de la substancia física. Podemos comprender que esto haya sido quizás uno de los pasos más decisivos del ser humano hacia su independencia y hacia la adquisición del poder del Yo, si bien se alejaba del origen espiritual -de los Dioses. Como ser humano de la Antigua Luna no podía realizar esto solo, porque aún no había alcanzado el estado de la autoconsciencia, poderosos pero rebeldes espíritus lo hicieron a través del ser humano.

Podemos comprender mejor este evento si modificamos la expresión “fue creada otra realidad en el mundo de las experiencias internas de la humanidad” por “esta realidad interior fue paulatinamente considerada como la única realidad del universo y la otra fue olvidada”. Esto sucedió desde el momento de aquel evento en la Antigua Luna, comprendiendo luego largas eras de la evolución, y como seres humanos de la “era histórica” hemos, de hecho, alcanzado el punto más bajo del descenso en la separación del origen divino. Este es el evento principal de la evolución del la Antigua Luna. Modifico muchas cosas; por ejemplo, la relación entre el mundo espiritual y el físico y el carácter del reino humano así como el de los reinos que se sucedieron por debajo de este. Un estudio sobre la “Ciencia Oculta un esquema” contribuiría inmensamente en pos de una comprensión de lo que ha sido indicado tan brevemente en esta descripción. Toda la evolución de la Antigua Luna es “recordada” en la esfera de Marte. El espacio que está incluido dentro de la órbita de Marte, es equivalente al espacio que ocupaba la Antigua Luna; además, la esfera de Marte que es el espacio que abarca la órbita del planeta, es el dominio de los Espíritus del Movimiento. Es justamente esta Jerarquía la que dota al ancestro de la raza humana del cuerpo astral, que en un principio no conllevaba la intención de desprenderse tanto de su origen pero que luego se convierte en el vehículo de la rebelión en la Antigua Luna. Por tanto, hemos llegado a las siguientes conclusiones:

Marte y su esfera son el cuadro de memoria de la Antigua Luna y la actividad de los Espíritus del Movimiento y está conectada con la otorgación del cuerpo astral del ser humano.
Al ser utilizadas esas fuerzas astrales a través de los espíritus rebeldes para sus fines en el mundo, ha de haber una “memoria” presente en nuestro Marte, acerca de este hecho y sus consecuencias. Esta es la creación de los impulsos del egoísmo y de la agresividad así como también de una auto-actividad en el cuerpo astral humano a través de Marte y de sus habitantes, antes de que ingresemos a la vida terrestre.
El impulso de crear un mundo interior e independiente, compuesto por sensaciones, sentimientos y emociones, que sin embargo es causado por los eventos externos y sus seres aun cuando se distingan de él, tiene un profundo significado. Ya que hemos dicho que esta “realidad” interior se torna en la “única realidad” para la consciencia del ser humano de nuestra época.
Por consiguiente, nuestra percepción actual del mundo al considerarlo substancialmente material, se debe a la actividad de Marte en el ser humano, especialmente sobre el cuerpo astral en el momento de la encarnación. Puede que suene fantasioso, pero no por ello menos verdadero, el hecho de que experimentemos al mundo como material gracias a la historia evolutiva del cuerpo astral humano. Nosotros mismos hemos creado el mundo de la materia dura y solida; nosotros mismos hemos creado el materialismo, ya que los espíritus rebeldes nos han enseñado, le han hablado a nuestro cuerpo astral a lo largo de largas eras de la evolución cósmica acerca de como nuestras propias sensaciones y las experiencias anímicas del universo en torno nuestro, son realidades en sí mismas y que componen la única realidad. Ellos enseñaron al ser humano a olvidar su origen divino, a confiar solamente en nuestras experiencias anímicas. Originalmente, el cuerpo astral o anímico pretendía volver conscientes las percepciones sensorias, de modo tal que los sentidos fuesen un claro y puro espejo del Universo. Los sentidos humanos son aun hoy día un claro espejo del universo en sí mismos, pero la consciencia -el cuerpo anímico- que vuelve a la percepción consciente, porta la heredad del egoísmo y de la auto preservación. Y el “gran egoísmo”, habitando el cuerpo astral como una inyección de veneno, culminó por desear el tener para sí mismo lo ofrecido por el amplio espectro de los sentidos.

Ni un rastro de cualquier acción exterior proveniente del mundo espiritual permaneció en él. Esto es lo que hemos logrado, en suma. En nuestra consciencia hemos creado realmente un mundo en el cual ya no se manifiesta el espíritu. Se nos hace consciente un mundo a través de nuestros sentidos, el cual es una imagen de nuestro propio, frío egoísmo. El impulso que fue inyectado en nuestro cuerpo astral, de escindirse de los Dioses y de ser independientes, nos lleva a interpretar las percepciones sensorias como si proviniesen de un mundo desertado por los Dioses; es tan solo un mecanismo, una imagen de nuestra propia capacidad de percibir la vida y el espíritu.

Esta capacidad de crear nuestro propio mundo a través de las fuerzas del cuerpo astral se ve expresada en la posición de Marte en la natividad del ser humano y en los gestos y movimientos de Marte durante el desarrollo embrionario prenatal. Esto lo presentaremos ilustrativamente con ejemplos.

La capacidad inherente al cuerpo astral de crear “el mundo de los sentidos” solo pudo ser llevada a cabo por medio de los impulsos de rebelión en contra de la Buena Voluntad del Universo. Si imaginamos que estos impulsos podrían no haber laborado o pudiesen haber sido vencidos, percibiríamos un mundo bien diferente a nuestro alrededor. Los impulsos rebeldes nos condujeron hacia un mundo en el cual solo nosotros estamos rodeados por un universo que en su frialdad y carencia de vida espiritual, nos deja libres. Como sea, tras haber logrado la autoconsciencia -el YO- los impulsos rebeldes han perdido su justificación cósmica. Ahora, y aun mas en el futuro, el cuerpo astral ha de transformarse en el vehículo para la creación de una consciencia que interprete a las percepciones como provenientes desde el mundo de “origen” -desde el mundo espiritual. La Ciencia Espiritual apunta a las percepciones del mundo espiritual que  trabajan y se manifiestan detrás de las cortinas de las experiencias sensorias. Por lo tanto, ha de aceptar el método científico contemporáneo, pero no puede aceptar las teorías de una época que sufre severamente gracias a ese gran “impulso de rebelión”.

Estando Marte en conexión con el cuerpo astral, seguramente estará conectado al gran “impulso rebelde” que hemos descrito, pero también hallamos en él una expresión de aquellas fuerzas del alma humana que apuntan a vencer las actividades negativas y destructivas del cuerpo astral o anímico. El cuerpo astral ha sido penetrado por el impulso del egoísmo y la agresividad. Ese impulso solo puede ser vencido por un poder que es su opuesto -el poder del amor y la compasión. Cuando en las cartas precedentes hemos hablado sobre Saturno en la constelación de Escorpio, mencionamos el hecho -revelado por R.Steiner-  que Buda, el maestro del amor y la compasión, en cierto momento se dirigió hacia Marte para superar el declive de este planeta. La decadencia de Marte fue causada por ese impulso de rebelión que creo egoísmo y agresividad. Así que podemos ver en Marte al guerrero -el originador de guerras- como fue experimentado en tiempos antiguos. Pero desde que Buda esta en Marte, hay allí otro impulso que apunta a donar amor y compasión directamente aquí abajo, en la percepción humana del mundo objetivo. Este es el impulso que intenta liberar al mundo del hechizo de la ilusión de la existencia de la materia. Esta ilusión se crea donde las percepciones sensorias se encuentran con la actividad del cuerpo astral y es allí donde debe ser vencida. El cuerpo astral ya ha sido creado antes del nacimiento; consiguientemente, el acto de redención puede ser de lo más efectivo tan solo en el “status nascendus” del cuerpo anímico. Esto tiene lugar en la esfera de Marte y allí es donde ahora está activo el Buda. La enseñanza de Buda bien puede ser vista como la enseñanza de la purificación de la percepción sensoria. Si imaginamos este impulso transferido a la esfera de Marte, donde está grabada  la “gran rebelión”, podemos comprender muy bien que en el tiempo venidero esto crecerá hasta ser un poder que vencerá al mundo de la Maya o ilusión y cambiara la naturaleza de Marte.

El alma humana también pasa a través de la esfera de Marte en la vida tras la muerte. Si tomamos las descripciones de Rudolf Steiner en su “Teosofía” acerca de la vida después de la muerte, hallaremos una confirmación de lo que ha sido dicho arriba. La esfera de Marte corresponde a la Primera Región del Mundo Espiritual descrito en la Teosofía. En esta Primera Región, el alma se encuentra con los arquetipos del mundo físico, de los objetos físicos. El Dr. Steiner dice: “en la primera región del mundo espiritual nos vemos rodeados por los arquetipos de las cosas terrestres. Durante la vida en la Tierra aprendemos a conocer tan solo a las sombras de esos arquetipos que comprendemos con nuestros pensamientos… nos movemos entre pensamientos, pero estos pensamientos son seres reales… nosotros estamos, digamos, en el taller del pensar en donde los objetos terrestres son formados y construidos”. Los seres humanos experimentan, en esta esfera, cómo pertenecemos a la realidad corpórea física a modo de unidad, cómo estamos entretejidos en la existencia de las cosas físicas. El Dr. Steiner habla acerca de uno de los pensamientos fundamentales de la antigua sabiduría Vedanta hindú: “el sabio adquiere, durante su vida terrenal, lo que otros experimentan tras la muerte, es decir la habilidad de comprender el pensamiento de que él mismo está relacionado con todas las cosas; el pensamiento “tu eres eso”. Es el hecho de que el ser humano está relacionado con el Ser Primordial en quien todos los seres tienen su origen”. Si los seres humanos portan consigo el poder del Ser Primordial, Todo-Creador, entonces debemos ser responsables de la aparición del mundo físico a través de nuestra naturaleza marciana, que nos ha ligado al mundo físico por medio de nuestras percepciones sensorias y nuestra consciencia de ellas. Aquí nos encontramos con el mismo hecho que hemos elaborado más arriba, solo que desde un ángulo diferente. Tras la muerte, el alma humana experimenta en la esfera de Marte a los arquetipos de los objetos físicos en el mundo.

Podemos experimentarlos en esta esfera porque antes de ingresar en ella hemos sido liberados y purificados en nuestra alma de las fuerzas de tal egoísmo y agresividad. Ahora somos capaces de experimentar la teoría de los objetos materiales como una ilusión. Nos volvemos seguidores de Buda, quien ha superado la decepción causada por los sentidos terrestres. Antes de nacer, en la esfera de Marte adquirimos la capacidad de percibir con nuestros sentidos corpóreos al mundo terrestre en el cual ingresamos, y seremos capaces bien de crear un mundo de ilusión -o materia- a través de nuestras percepciones sensorias, o bien un mundo que es la manifestación de los arquetipos, de los pensamientos de los Dioses.

Gracias a Marte estamos capacitados para hacer una o la otra cosa; esto nos es dado libremente. Siempre será un dilema para el alma individual hacia dónde dirigirse individualmente: el camino de la nueva creación o el del mundo declinante. Este dilema individual aparece en los movimientos de Marte previos al nacimiento. Expone las posibilidades que el ser humano ha traído consigo a la Tierra, pero no muestra la decisión, puesto que la decisión a de ser tomada dentro del reino de la libertad humana.

Retornando a los comienzos de esta descripción sobre la naturaleza de Marte, ahora podemos comprender mejor por qué consiste de un cuerpo principal, que astronómicamente llamamos Marte, así como de una multitud de esos “asteroides”.

La región de Marte es la región de la lucha cósmica donde un viejo y rígido mundo combate contra un joven, iluminado universo que está allí solo a manera de un germen de la evolución futura del mundo. Así que podemos imaginar que el planeta central fue destrozado en múltiples y pequeños planetas por causa de una lucha que tuvo lugar en el Universo. En la próxima carta elaboraremos las posiciones de Marte en los horóscopos de un número de personalidades históricas, que nos permitirá verificar mucho de lo que ha sido dicho hoy en esta carta sobre Marte.

Astrosofía Parte 9

 

La naturaleza del mundo Planetario – Júpiter

Con el fin de entender la actividad del planeta Júpiter, vamos a retomar de nuevo nuestras investigaciones sobre las indicaciones de Rudolf Steiner en sus libros “La Ciencia Oculta, un Esquema” y “Teosofía”.

Hemos llegado a la conclusión de que el planeta Saturno de nuestro sistema solar, es una especie de repetición o memoria de la evolución del Antiguo Saturno. La pregunta que surge ahora es si las esferas de los demás planetas llevan en sí, de manera similar, los recuerdos de los posteriores ciclos de la evolución del mundo. Por ejemplo, la esfera de Júpiter, es decir el espacio que está contenido en la órbita de este planeta, que sigue a Saturno, y podemos imaginar que se conecta con el segundo gran ciclo de la evolución, llamado en el lenguaje de la Ciencia Oculta, la evolución del Antiguo Sol.

En estas Cartas hasta el momento, no hemos entrado en detalle, sobre los ciclos evolutivos que siguieron a la evolución del Antiguo Saturno; Por lo tanto, ahora vamos a tratar de dar una breve caracterización de la evolución del Antiguo Sol, que se describe detalladamente en un “La Ciencia Oculta, un Esquema”. [Ver también al autor, en Isis Sophia II].

En el Antiguo Saturno fue creada la imagen física de la humanidad. Todavía no tenía vida o consciencia. Era como un autómata o un espejo que reflejaba las actividades de los seres superiores a su alrededor. Después de que se hubiera creado este primer ancestro de la humanidad y llevado a una cierta conclusión, el planeta se disolvió de nuevo en un estado de existencia puramente espiritual. Todos los seres jerárquicos se retiraron a las regiones del mundo espiritual. Sobrevino una especie de “noche cósmica” durante la cual nada de naturaleza física puede ser reconocido por la percepción clarividente. Después de que este intervalo de “reposo cósmico” llegara a su fin, comenzó un nuevo ciclo de evolución llamado Antiguo Sol.

En las primeras etapas, tuvo lugar una especie de repetición de la evolución del Antiguo Saturno hasta que la imagen física de la Humanidad se vigorizo en las Formas que ya existían en el Antiguo Saturno. Entonces, un nuevo impulso alteró el curso de la evolución. La forma física del ancestro de la raza humana, fue penetrada por las fuerzas de la vida. A través de esta afluencia, provocada por los Espíritus de la Sabiduría o Kyriótetes, todo cambió, incluida la sustancia del propio planeta.

Hasta ahora todo había consistido en calidez. Ahora, en el momento en que penetran las fuerzas de la vida, una parte de la calidez se condensa en “aire” o luz. (En los siguientes ciclos de esta evolución planetaria, otras Jerarquías, además de los Espíritus de la Sabiduría trabajan sobre el ancestro humano, que ahora consiste en un cuerpo físico y un cuerpo etérico o de vida). Debemos tener en cuenta que el impulso decisivo de éste ciclo lo tomaron los Espíritus de la Sabiduría o Kyriótetes, quienes entregando una parte de su propio Ser crearon el éter de vida en el cuerpo de la Humanidad.

Ahora volvamos a la descripción que el Dr. Steiner da en su “Teosofía” sobre las experiencias del alma humana en la vida después de la muerte. En la última Carta hablamos de la Tercera Región, la llamada Región del Espíritu en relación con la esfera de Saturno, donde el alma experimenta los arquetipos del mundo anímico.

En la Segunda Región que le precede, el alma experimenta los arquetipos de la vida. Rudolf Steiner dice de esta región [en la página 99] de Teosofía: “La siguiente región es aquella en la que la vida común del mundo Terrestre fluye como un Ser-pensamiento; como un elemento fluido, por así decirlo, en la Región del Espíritu. Mientras observamos el mundo durante la encarnación física, la vida parece estar confinada dentro de los seres como algo independiente. En la Región del Espíritu se libera de esa independencia y, como sangre viviente, fluye a través de toda la Región. Allí, es la unidad viviente que está presente en todo”.

De esta Región, Rudolf Steiner, en el ciclo de conferencias “La vida entre la muerte y el renacimiento” (Berlín 1912 a 1913), dice que es la esfera del planeta Júpiter. Así que tenemos dos puntos de vista: la esfera en la que el alma experimenta los arquetipos de la vida después de la muerte, que es la esfera de Júpiter, y el momento en que en la vida cósmica entró y penetró las formas físicas durante la evolución del Antiguo Sol. Más adelante el Dr. Steiner indica que la esfera de Júpiter de nuestro sistema solar es la morada de los Kyriótetes que dotaron a la existencia física con las fuerzas de la vida.

Ahora podemos ver claramente el planeta Júpiter y su esfera, como la fuente de las fuerzas de la vida de la Humanidad y del Universo. Este hecho volveremos a exponerlo en las páginas siguientes.

Actualmente estamos viviendo en una época que ha ganado un elaborado conocimiento del mundo físico material. Es el mundo del reino mineral, la sustancia sin vida que la ciencia moderna ha investigado a fondo. Pero el mundo de la vida sigue siendo un gran misterio. Podemos experimentar sus huellas y expresiones por doquier en la naturaleza, pero no sabemos de dónde viene. Todavía no podemos controlar las fuerzas que, en todos los organismos vivos, elevan la materia de sus reacciones puramente minerales a la actividad química. Esto no puede ser percibido con los sentidos físicos, ya que les están ocultos. Los métodos que utilizamos, hasta el momento, en la ciencia moderna no son suficientes para penetrar en el reino de estas fuerzas, sin embargo, la Ciencia Espiritual habla de ello como una realidad suprasensible que puede ser percibida por las capacidades clarividentes.

Incluso se habla del cuerpo etérico o de vida del organismo, como la entidad viva activa. Por lo tanto, ciertamente no podemos decir que esta aquí o está allí; sólo podemos preparar nuestro propio ser de acuerdo con las instrucciones de la Ciencia Espiritual, para que se convierta en un instrumento con el que podamos percibir las fuerzas de la vida. Sin embargo, podemos tratar de entender la actividad de estas fuerzas de la vida con nuestra capacidad de pensar. Este es el primer paso para la preparación del camino hacia el conocimiento superior.

La pregunta es: ¿qué es la vida? ¿Qué es el éter o cuerpo de la vida?. Rudolf Steiner lo llama el arquitecto del cuerpo físico, lo que amolda el cuerpo físico de acuerdo con un plan preconcebido. Ahora podemos preguntarnos: ¿por qué el cuerpo físico necesita la actividad de otro miembro superior que porta el plan de su forma?.  De acuerdo con lo que leemos acerca de la creación del cuerpo físico en el Antiguo Saturno, podemos tener la impresión de que este cuerpo es la imagen completa o el espejo de las actividades e intenciones de los Dioses. Así podemos imaginar que tiene en su propia existencia la impronta del plan de su forma. Puede parecer difícil de entender por qué otro “cuerpo” debería estar activo para crear esta forma. Todavía no podemos resolver este enigma, si no entendemos el sentido y el objetivo espiritual de toda la evolución de nuestro universo a través de las etapas ya descritas como Antiguo Saturno, Antiguo Sol, Antigua Luna, la Tierra, y así sucesivamente.

En el principio del Antiguo Saturno, los Dioses crearon la imagen física del Ser Humano. Esta imagen era una semejanza de su propio ser. Así, el significado más profundo de toda la creación se revela como la creación de un Ser en el universo que es una imagen de la Jerarquía, o de Dios. Pero los Dioses no querían crear sólo una especie de autómata o un espejo que sólo fuera capaz de reflejar los seres del mundo espiritual “mecánicamente”. Querían crear un ser que fuera capaz, en un momento determinado, de alcanzar la autoconciencia. Este ser también estaría capacitado para ascender desde el estado de criatura que refleja, el estado del creador, al estado de ser una imagen de los mundos espirituales que luego se combinaría con el estado de autoconciencia.

El universo espiritual, —que lo componen todos los Seres de las Jerarquías— completa y eleva entonces su propia existencia a través de la Humanidad, que no sólo es su imagen, sino que también es autoconsciente de ello. Por lo tanto la creación completa en sí, la auto-percepción; el coro de los seres en el mundo espiritual experimenta así su propia existencia y actividad.

El ser que fue creado como el antepasado de la humanidad de Saturno estaba destinado a convertirse en un vehículo hacia la auto-conciencia. Sin embargo, esta autoconsciencia, está en principio, en contradicción con la conciencia cósmica, con la conciencia de los Dioses.

Por lo tanto, este ser de Saturno, que llegó a la existencia, tuvo que iniciar un largo viaje hacia su “yo”. Esto significó una caída, una progresiva distanciación de los Dioses. Y esas medidas ya se indican en los ciclos menores del Antiguo Saturno; por ejemplo, la división en el planeta Saturno en muchos Seres de calor, que dio origen a los cuerpos físicos humanos actuales, fue un paso en el largo camino que conduce a la soledad del ser. Aquí tenemos que hacer una distinción muy clara entre el cuerpo físico que es la imagen de la existencia y la actividad de las Jerarquías.

Como imagen, nunca puede alejarse de los Dioses, porque es parte de su propio ser. Pero este cuerpo es invisible a los sentidos terrenales; él es, por así decirlo, la idea arquetípica más alta de la Humanidad, que habita en el reino de los Dioses. El cuerpo que se convirtió en el vehículo del camino hacia la autoconciencia o conciencia del Yo, es el cuerpo material que se compone de lo sólido, lo líquido, lo gaseoso y la sustancia de calor de la Tierra. Lleva la impronta del cuerpo físico, del Arquetipo de la Humanidad, pero se ha alejado de su origen, incluso del origen arquetípico —de los Dioses— con el fin de convertirse en un “yo”.

Esto fue necesario. Alejarse de los Dioses significa que nos volvemos más y más defectuosos, que nos hundimos paulatinamente en el cuerpo de la materia. Se requiere la experiencia de la enfermedad y la muerte, y este es el destino del cuerpo material de la Humanidad. No hubiéramos podido experimentar la enfermedad y la muerte, si en algún lugar no viviera dentro de nosotros la realidad de la salud y la vida eterna. A medida que la humanidad se va alejando de su origen Divino, la enfermedad y la muerte van superado una escala mucho más amplia de la que suele medirse en general.

Toda la miseria de la existencia terrenal, toda la imperfección y la incapacidad de dominar nuestra tarea terrenal es sólo una parte de la enfermedad que ha sobrepasado a la Humanidad en su camino de lo Divino a la individualidad. Si después de haber alcanzado la autoconsciencia-el “yo” podemos ganar de nuevo en el futuro la imagen divina de nuestra propia evolución y con ella la imagen del universo espiritual de las Jerarquías y el mundo físico, entonces podemos redimir nuestra gran enfermedad. Entonces los Dioses, que no conocen la enfermedad, vivirán en nosotros y a través de nosotros. Ellos nos darán su juventud y la vida eterna, y nosotros podremos darles la autoconsciencia de su propia existencia.

Hay un solo mediador entre lo que ha caído en el abismo de la imperfección y los arquetipos cósmicos. Este es el cuerpo etérico. Este cuerpo recibió y recibe continuamente, durante la vida en la Tierra, las imágenes divinas de la forma cósmica de la humanidad y las trabaja en el cuerpo terrenal. Así resiste a las fuerzas de la decadencia y a la enfermedad. Desde el mismo momento en que la vida entra en el embrión, este cuerpo acumula enormes recursos de la memoria cósmica. En el desarrollo del embrión, que se llama la ontogenia —el curso de la filogenia— se repite la historia del desarrollo de toda la raza humana.

El cuerpo etérico puede hacer esto, ya que abarca la historia de las etapas más antiguas del desarrollo del Ser Humano. Por lo tanto, desafía las fuerzas de Dios, negando que habiten en el ser humano, que tienden a llevarle aún más lejos de su origen espiritual. El cuerpo etérico no puede producir la forma humana haciendo caer el arquetipo espiritual a la vez. Sólo puede hacerlo paso a paso, una y otra vez, hasta llegar a superar las fuerzas de la enfermedad y de la muerte. Cada noche, el cuerpo etérico recibe de nuevo, las formas arquetípicas cósmicas y los impulsos que se impresionan una y otra vez en el cuerpo material. Nos aparece entonces como portador de la salud y las fuerzas refrescantes después del sueño. Así, el cuerpo etérico sólo puede cumplir su tarea de mediación en el tiempo; por lo tanto, también podemos llamarlo el cuerpo del tiempo, porque sólo en el tiempo puede lograr la redención de la materia caída y restaurar a la imagen arquetípica.

La paciencia y el poder de la memoria del cuerpo etérico, indican que existe en él un gigantesco mundo de Sabiduría Universal. Podemos entender esto si imaginamos que el cuerpo etérico fue creado por los Espíritus de la Sabiduría. Es la sabiduría que lleva en sí misma el pensamiento de los Dioses desde el comienzo del Universo, y los pensamientos sobre el objetivo final de este Universo. Como los pensamientos de los Dioses viven en las fuerzas etéreas como una especie de reflexión, también podemos imaginar que están vivos en el pensamiento humano. Lo que vive en el ser humano como el impulso, la capacidad de pensar, es sólo el otro aspecto del cuerpo etérico además de su-reedificación y actividad de regeneración.

Durante el gran ciclo de la evolución de la Tierra, el cuerpo etéreo se dedica principalmente a salvaguardar el cuerpo del declive y de un alejamiento demasiado fuerte de su origen cósmico. Pero el desarrollo del pensamiento, que no es tan antiguo en la Humanidad, indica que el cuerpo etérico —o ahora podemos decir, las fuerzas derivadas de la esfera de Júpiter— no sólo preserva el pasado, sino que también pertenece al futuro del Universo.

En la actualidad el cuerpo etéreo está completamente incorporado o sumergido en el cuerpo material. En la antigüedad esto era diferente, ya que el cuerpo etérico estaba en parte fuera del cuerpo físico, y a través de él, el ser humano era capaz de percibir las elevadas regiones espirituales del Universo. Sin embargo, sólo podía hacerlo de una manera onírica porque aún no había alcanzado plenamente la autoconciencia. De nuevo llegará un momento en que las fuerzas etéricas serán liberadas del cuerpo material y ya no solamente se dedicarán a construir sino que desarrollarán su brillante resplandor a la luz de la memoria cósmica y la previsión.

Entonces será penetrado por la propia consciencia, por las fuerzas del “yo”, y después se revelará no sólo la capacidad reflexiva, sino una facultad creativa capaz de construir un nuevo Universo de acuerdo con las grandes Imaginaciones de los Dioses. Esta es la verdadera Imagen Espiritual de la Humanidad. En el lenguaje del Apocalipsis de San Juan, esto se llama la Nueva Jerusalén.

Ahora podemos entender cuando Rudolf Steiner dice en “La Ciencia Oculta” que el presente Júpiter es la morada de los seres que están demasiado avanzados para tomar parte en la evolución de la Tierra como planeta, y que serán capaces de desplegar su actividad en el futuro gran ciclo de evolución, que la Ciencia Oculta llama “Nuevo Júpiter”. Estos seres solo “tocan” o “flotan por encima” la existencia de la Tierra en la actualidad haciendo que las fuerzas etéricas trabajen como fuerzas sanadoras y refrescantes durante toda la vida, evitando que el organismo caiga en la descomposición natural.

Ahora vamos a tratar de reconocer la actividad de Júpiter en una serie de natividades históricas, y mostrar que aparece como una indicación de la naturaleza arquetípica de las fuerzas etéricas de estas personalidades, como su aura etérea, por así decirlo. También veremos cómo aparece Júpiter en todo aquello que no es sólo una cuestión de destino personal en la vida humana, sino que está conectado con el esfuerzo y el progreso de la Humanidad en su conjunto; lo que es útil y valioso para la vida espiritual de la humanidad, aunque la personalidad que ha creado este tipo de obras de sanación espiritual haya cruzado ya el umbral de la muerte.

Júpiter siempre se revela como la esfera de la cual el Dr. Steiner dice, en relación con la vida después de la muerte, en su libro Teosofía, “… allí es una unidad viviente que está presente en todo. Por esto también, sólo aparece como un reflejo del ser humano durante la vida terrenal. Esta reflexión se expresa en todas las formas de reverencia que el ser humano dona a la Totalidad, a la Unidad y la Armonía del Universo. La vida religiosa de la humanidad se deriva de esta reflexión. Los seres humanos se hacen conscientes de hasta qué punto el sentido que abarca toda la existencia no subyace en lo que es transitorio y está separado. Consideran lo no transitorio como una “semejanza”, una imagen de una unidad eterna y armoniosa. Admiran esta unidad con reverencia y adoración. Ofrecen ante si los ritos religiosos y ceremonias… Los frutos de la vida religiosa y todo lo conectado con ella hacen su aparición en esta Región… Ahí se desarrolla la capacidad de conocerse a sí mismo como miembro de la totalidad”.

Tomás Moro (nacido el 07 de febrero 1478): En la natividad de Tomás Moro, Júpiter acababa de ingresar en la constelación de Aries. Durante todo el período de su desarrollo embrionario hizo un bucle en esa parte del zodiaco donde la imagen de Piscis se da la mano con Aries. En conjunto es una posición muy prominente.

Esta posición de Júpiter indica las condiciones principales del organismo etérico de Tomás Moro. Júpiter agrupa, en este momento, los impulsos de Aries detrás de los cuales está la actividad de los Espíritus de la Sabiduría. Por lo tanto la sabiduría cósmica y las fuerzas de la vida creativa de Júpiter están aún más exaltadas en la esfera que abarca todo el pensamiento cósmico. Podemos experimentar esto en la actitud ante la vida de Moro así como su lucha por el conocimiento. Con una vitalidad tal como se indica en este Júpiter, no podía hacer otra cosa que dedicarse y ordenar su vida de acuerdo a la Sabiduría Universal.

Por lo tanto, no es sorprendente que se convirtiera en un discípulo del “humanismo” cuando tenía sólo diecinueve años de edad y Erasmo de Rotterdam llegó a Inglaterra. Más tarde en su vida, vemos cómo decidió todas sus acciones desde el punto de vista de esta Sabiduría Universal. Él no era un fanático, de hecho fue todo lo contrario, ya que desarrolló una actitud de absoluta calma y dominio de sí mismo acerca de lo que sucedía a su alrededor. Él era firme e inquebrantable en sus conceptos y convicciones, como un Aries, con sus poderosos cuernos. Incluso la amenaza de muerte no lo pudo cambiar. El podía morir por sus ideas sin ser un fanático o temerario. La actitud ante la vida de Tomas Moro es la descripción ideal de Júpiter en Aries.

Dante (nacido en Mayo de 1265): cuando Dante nació, Júpiter se hallaba en Tauro en conjunción con Saturno. Si bien se encuentra en una posición prominente, el peso de un destino turbulento (Saturno) ejerce presión sobre él. Tauro es una expresión de los  seres y actividades de los Espíritus del Movimiento. Podemos leer en esta indicación que las tendencias primarias de la vida de Dante estaban fuertemente dirigidas hacia la Palabra, la Palabra creativa de los Dioses, así como la palabra humana que tiene su origen en esta constelación o en el reino espiritual que se encuentra detrás de ella.

No se requieren mayores explicaciones para mostrar cómo estaba presente en Dante esta Palabra Universal a modo de poder vital. Cómo el poeta de la Divina Comedia, sabía realmente el “nombre eterno de todas las cosas y seres” – estaban escritas en su cuerpo etéreo. El trágico destino de Dante, en conexión con la constelación política de su época, esta expresado por Saturno en Tauro. Aquí, la Palabra creadora desciende hasta la esfera de la voluntad y forja con golpes poderosos la multiplicidad de formas de la condición terrena que -desde un punto de vista supraindividual- les son necesarias a toda la Humanidad.

Gotthold Lessing (nacido el 22 de Enero de 1729): Júpiter se hallaba entre las constelaciones de Tauro y Géminis al nacer Lessing. Durante la mayor parte del tiempo de su desarrollo embrionario, realiza un lazo en las estrellas sobre el comienzo de Géminis. Géminis es la expresión cósmica de las fuerzas de individualización en el universo.


En su trasfondo espiritual, encontramos a los Espíritus de la Forma que prepararon la forma humana hasta hacerla capaz de convertirse en un recipiente para el “yo”. El Júpiter de Lessing fue penetrado por estos impulsos, y de nuevo podemos encontrar esto manifestado en la actitud ante la vida de esta personalidad. Podemos decir que él fue el primer periodista, pero le faltaba un conocimiento amplio e integral de la vida espiritual y cultural de su época. Su impulso vital más fuerte fue su lucha por la libertad individual. Fue una de las pocas personalidades modernas que, a través del pensamiento lógico y un verdadero impulso para la educación, llegó a la idea de la reencarnación. En su último drama, “Nathan el Sabio”, expresó su convicción en la unificación de todas las religiones, confesiones y razas en un solo Cristianismo Universal. En su cuerpo etéreo, heredó del mundo de los arquetipos de la vida, el don de reconocer el núcleo eterno de la humanidad, a pesar de las apariencias engañosas de la existencia terrena.

Richard Wagner (nacido el 22 de mayo 1813): cuando Wagner nació Júpiter estaba en Cáncer, pero en oposición a Marte, que entonces estaba en Capricornio. Júpiter en Cáncer indica una fuerte tendencia formativa. Este caso es muy interesante porque la oposición de Marte crea una contradicción en esta personalidad. Las fuerzas anímicas, indicadas por Marte, no estaban completamente formadas, al menos no durante su vida temprana; eran fuerzas casi explosivas y sanguíneas. Pero las fuerzas arquetípicas de su cuerpo  etéreo apuntaban a la forma estricta, algo que logró en sus obras musicales. Sin embargo, tuvo que luchar casi una vida entera hasta que venció a las fuerzas anímicas, que eran demasiado fuertes, al vivir en esferas cósmicas, y no se transformaron fácilmente en formas terrestres. Júpiter en Cáncer también indica una conexión especial con la esfera de los Arcángeles, los Espíritus del Pueblo.

Esto también se expresa en los poemas musicales de Richard Wagner, que ocupan el hilo de las grandes imaginaciones de la mitología nórdica. De hecho, el trabajo de su vida fue formar el drama del nacimiento de la individualidad desde la matriz del Espíritu del Pueblo.

Rudolf Steiner (nacido el 27 de febrero 1861): Durante la primera mitad del desarrollo embrionario de Rudolf Steiner, Júpiter estaba en Cáncer; más tarde  hizo un lazo en Leo y  quedó en Leo al momento de su nacimiento. Aquí nos encontramos de nuevo a Júpiter en Cáncer. Ya hemos dicho que esto indica un fuerte poder formativo del cuerpo etéreo. Podemos encontrar fácilmente esta tendencia en la vida del Dr. Steiner. Es en la primera mitad de su vida que fue dirigido por su particular destino al desarrollo de una fuerte disciplina de su capacidad de pensamiento, como la única manera de ser capaz de llevar a la Humanidad un nuevo y moderno método para el conocimiento de los mundos superiores. Esto se refleja en su obra fundamental La Filosofía de la Libertad. [Re-titulado El Pensamiento Intuitivo como  camino espiritual.]

Más adelante en su vida, este pensamiento disciplinado se convirtió en el portador de un mensaje gigantesco y global de los mundos superiores que brindo a la Humanidad moderna como Antroposofía. En ella emergió un fiel reflejo humano  -una realización microcósmica del alma más intima del macrocosmos. Esto se indica por Júpiter en Leo, y en la vida terrenal del Dr. Steiner tenemos una representación ideal de tales fuerzas arquetípicas etéricas, ya que este contenido divino fluyó en el recipiente de un pensamiento disciplinado.

Rafael Sanzio (nacido el 26 de marzo 1483): En la vida prenatal de Rafael, Júpiter se movió a través de las últimas estrellas de Leo, pero pronto entró en Virgo donde estaba en el momento de su nacimiento. Con respecto a Júpiter en Leo tenemos que dar una descripción similar a la dada para el caso de Rudolf Steiner. Rafael fue también uno de los pocos que habían escuchado los latidos del corazón del Universo. Esto fue impreso en su cuerpo etéreo como una gran capacidad de amar.

El carácter de sus fuerzas  etéreas se transformó en el estado de ánimo de Virgo después de su infancia. Este cambio encontró la expresión más pura posible en la vida de Rafael, en el mundo de sus  múltiples e incontables cuadros de la “Madonna con el Niño”. La constelación de Virgo fue capaz de encontrar, a través de él, una manifestación terrenal tan fuerte, porque como pintor vivió sobre todo en la esfera de la conciencia pictórica e imaginativa que se relaciona con el mundo de los arquetipos de la vida, cuya fuente es Júpiter.

Los cuadros de Rafael sobre la Madonna no son sólo representaciones del nacimiento del niño Jesús; tienen un significado mucho más profundo. Revelan la experiencia del nacimiento del Hijo de Dios, el Señor de la Vida Eterna en el mundo del alma, incluso en el mundo de la creación. Este es el verdadero significado de la constelación de Virgo.

Astrosofía Parte 8

 


La Naturaleza del Mundo Planetario – Saturno

En la 8ª Carta hemos desarrollado un método para poder comprender las actividades de los cuerpos celestes en nuestro sistema planetario, y mostramos cómo la imaginación del candelabro de siete brazos es una imagen de las influencias planetarias. En esta y en las siguientes Cartas nuestra tarea será entrar con más detalle en estas actividades.

Willi Sucher

Saturno

En la última Carta estudiamos la esencia del tiempo en el espacio, y llegamos a la conclusión de que Saturno está activo en todas partes; dondequiera que la mera existencia anímica se adentre en la existencia física. Con el fin de dar un paso más en nuestras investigaciones sobre la naturaleza de Saturno tendremos que considerar las indicaciones dadas por Rudolf Steiner en sus libros “la Ciencia Oculta, un esquema y  Teosofía”. Podemos utilizarlas, por así decirlo, como la llave que abre la puerta de entrada al reino del conocimiento.

En “La Ciencia Oculta, un Esquema”, especialmente en el capítulo IV, “La Evolución Humana y la Evolución Cósmica”, el Dr. Steiner nos da un resumen de las condiciones que precedieron a la creación del Universo en el que vivimos. Ahí, habla de las diversas etapas de la evolución pre-terrenal que se denominan, según la tradición oculta, Antiguo Saturno, Antiguo Sol y Antigua Luna. En las Cartas anteriores ya hemos mencionado la evolución del Antiguo Saturno, pero hasta ahora no hemos ido más lejos. Sin embargo ya tenemos una idea de cómo llegó a devenir nuestro universo a través de la poderosa obra de los Seres Espirituales que están activos detrás del velo de los eventos físicos.

Durante la evolución de Antiguo Saturno por primera vez en el curso de los acontecimientos, apareció la sustancia física, aunque no evolucionó más allá del estado de calidez o calor. Esto no fue provocado por una sola categoría o grupo de Seres espirituales, sino por la co-actividad de todos los seres del orden jerárquico.

Así el Antiguo Saturno no sólo es algo que ha sido, se puede encontrar en todas partes; por ejemplo, en la actividad del planeta Saturno y también en muchas otras conexiones, de algunas de las cuales hablaremos más tarde.Todas las jerarquías trabajaron juntas para llevar a cabo las etapas esenciales del Antiguo Saturno. Cada Jerarquía tenía, por así decirlo, una tarea determinada. Después de que una tarea fue cumplida, otra Jerarquía llevó la evolución hacia adelante, a otro nivel de perfección. Toda esta gran ronda de la evolución que llamamos Antiguo Saturno, junto con todo lo que fue creado en el mismo, se hereda en el cuerpo que observamos astronómicamente como el planeta Saturno de nuestro sistema solar. Nada se pierde en la evolución del mundo; nada que una vez ha devenido puede desaparecer. Todo sigue existiendo, a pesar de que pueda estar oculto tras la apariencia exterior del mundo de los sentidos.

El Saturno de nuestro sistema solar es el más exterior de los siete planetas, es decir, de aquellos planetas que el ser humano todavía puede percibir a simple vista. Por lo tanto su órbita es la más grande de los planetas “antiguos”, sabemos que Saturno necesita unos 30 años para completar su órbita. También sabemos que Saturno tiene una forma peculiar. Nosotros lo percibimos como un globo suspendido o descansando en un enorme círculo luminoso. Si miramos a través de un telescopio hacia Saturno, percibimos este círculo luminoso, y dentro, el mundo iluminado del planeta.

Realmente no se ha encontrado una explicación satisfactoria de este fenómeno, pero si nos fijamos en el Saturno actual como la “memoria” perceptible de Antiguo Saturno, podemos aceptar la siguiente sugerencia: en la descripción de la evolución de Antiguo Saturno en el libro “La Ciencia Oculta, un Esquema”, el Dr. Steiner menciona el hecho de que este “planeta” estaba rodeado de una “atmósfera” de carácter espiritual. A partir de esta atmósfera espiritual que le rodea, las Jerarquías vierten sus actividades en el cuerpo planetario. Este hecho es recordado en los anillos del Saturno actual.

Ahora, tenemos que tener en cuenta que el “cuerpo” real del Antiguo Saturno fue creado a partir de la sustancia de Voluntad sacrificada por los Espíritus de la Voluntad o Tronos. Por lo tanto podemos afirmar que los Tronos fueron los principales Espíritus del Antiguo Saturno, porque en el fondo, lo que en etapas posteriores se convirtió en calor, esa sustancia, estaba presente y fue heredada en todas las transformaciones posteriores que sufrió la sustancia original. Por lo tanto, también estará presente como patrimonio de su naturaleza esencial en la actividad del Saturno de nuestro sistema solar. O, en otras palabras, Saturno debe ser especialmente el reino donde los Espíritus de Voluntad han grabado su propia actividad como una especie de memoria cósmica, y de alguna manera esta actividad todavía debe emanar de ese planeta. Las indicaciones de Rudolf Steiner así lo confirman, él señaló que la esfera de Saturno tiene el tamaño que ocupaba el Antiguo Saturno. Si tomamos la gran órbita de Saturno como un gran círculo de forma esférica, entonces podemos llamar a esto la esfera de Saturno. Esta esfera actual, es tan grande como el Antiguo Saturno, y además, el Dr. Steiner nos indica que es el dominio de los Espíritus de Voluntad.

Ahora hemos llegado a dos términos de referencia con respecto a la actividad del actual Saturno: es el dominio de los Espíritus de Voluntad, y es un recuerdo del Antiguo Saturno. (Más adelante continuaremos con estas descripciones).

En las descripciones de “Teosofía”, Rudolf Steiner nos abre otro modo de enfoque. Allí describe la naturaleza del mundo del alma y el mundo del espíritu  y las experiencias del alma humana en estos reinos en la vida después de la muerte (capítulo III). Lo que más nos interesa en relación con nuestra tarea actual es la descripción de la tercera región del mundo del espíritu. Ahí el Dr. Steiner dice:

 “La tercera región del mundo espiritual es la de los arquetipos de todo lo anímico. Todo lo que vive en este mundo está presente como pensamiento vivo. Uno encuentra en ella los arquetipos de los deseos, sentimientos, etc.  Todo lo que una persona ha llevado a cabo en su vida en la Tierra como servicio a la comunidad, en la devoción desinteresada a sus semejantes, dará frutos aquí. Por medio de este servicio, a través de esta donación, que vive como un reflejo en la Tercera Región del mundo del espíritu. Los grandes benefactores de la raza humana, las naturalezas abnegadas, los que prestan grandes servicios a la comunidad, adquirieron su capacidad para hacerlo en esta Región, después de haber adquirido por sí mismos la preparación para tener una relación especial con él durante su anterior trabajo terrenal”.

Por lo tanto hemos llegado a otro aspecto de Saturno. Esta tercera región del Mundo del Espíritu es la esfera de Saturno, a través de la cual llega el alma humana en la vida después de la muerte. Esto se indica en el ciclo de conferencias de Rudolf Steiner “La vida entre la muerte y el nuevo nacimiento”, (Berlín, 1912-1913), donde habla de los aspectos cósmicos de lo que ha descrito en “Teosofía”.

Este tercer aspecto de Saturno se suma a los otros dos en la conexión con la Humanidad. Es la Voluntad que emanaba en el principio, de los Espíritus de la Voluntad y que vive como una fuente de servicio de “los grandes benefactores de la raza humana”. Ella trabaja a través de los miembros de la familia humana como el impulso de un nuevo comienzo, sirviendo a la “Voluntad de existencia y evolución”.

La cuestión es cómo este poder de la Voluntad, que es la esencia de la esfera de Saturno, fue capaz de crear la existencia física en el principio. En nuestra última Carta, donde elaboramos la secuencia séptuple de la actividad en el tiempo, hemos dicho que desde el reino de Saturno, poderosas Potencias emanaron lo que provocó la existencia física.

Imaginemos ahora a los Tronos sacrificando su Voluntad, que era entonces el principio más bajo del conjunto de su séptuple Ser. Dado que la separaron de su origen, ella se convirtió en un mundo por sí misma, a pesar de que aún estaba en un estado psíquico puro. Era “la formación del alma”, aunque llevaba la herencia de la Voluntad, en una forma caótica.

Esta Voluntad se esforzó hacia la evolución. La esencia de esta fuerza de voluntad evolutiva es el “yo”, porque mientras estuvo unida a los Tronos había alcanzado la cualidad del “Yo”. Podemos, por lo tanto, leer en “la Ciencia Oculta” que realmente salió de esta fuerza de voluntad, el fundamento del “yo” humano, el cuerpo, que fue creado con la ayuda de otros seres espirituales llamados los Espíritus de la Forma. Entonces, poco después, la sustancia de voluntad psíquica original, se transformó en calor. Así podemos entender una de las más grandes leyes de la evolución: por un lado, se dio un paso hacia la individualización; por otro lado, como consecuencia, la sustancia psíquica descendió al nivel de sustancia física.

Tal vez podamos explicar esto con un ejemplo. Imaginemos un ser humano espiritualmente activo, tal vez un artista, un poeta, un científico que vive en su mundo anímico lleno de impulsos creativos e imaginaciones morales. Ese mundo anímico pertenece a esa persona así como le pertenece el cuerpo, sin embargo, el impulso de su imaginación moral, el conocimiento, lo heredan los demás seres humanos para su beneficio y evolución interior. Lo que era el propio mundo del artista se separa, y en cierta manera,  avanza hacia la comunicación.

Mientras avanza hacia la comunicación, se encuentra con el círculo de lectores, el público, los admiradores del arte, etc., pero al mismo tiempo se convierte en la “obra” del autor, como la literatura o los productos de arte. Ahora tiene una apariencia exterior que ha abandonado su origen anímico y ha entrado en una “existencia física”.

Así, podemos percibir toda la creación primigenia y su posterior evolución, en la imagen del triángulo:


Ahora podemos mirar a Saturno en esta forma: la enorme esfera de Saturno de nuestro sistema solar es el reino o región en la que habitan los Arquetipos de todas las formaciones del alma. Detrás de estos Arquetipos se oculta la Voluntad donada por los Espíritus de la Voluntad. También podemos llamar a esto la Voluntad del Padre. Esta Voluntad, es el núcleo espiritual de toda la vida del alma. Es la esencia de la vida del alma humana, cuando se esfuerza hacia la perfección. Esta sustancia volitiva fue separada de su origen, del Ser de los Tronos, e implantada en el individuo, que es el objeto de la gran ley cósmica, que se mencionó anteriormente. Luego, a medida que el individuo avanzaba a través de las diferentes etapas de su progreso, hacia la perfección, la sustancia de Voluntad psíquica original, cayó, o se despegó como una concha, convirtiéndose en sustancia física. Por lo tanto, si nos fijamos en esta Voluntad o actividad de Saturno, tenemos que distinguir entre su conexión con el mundo del alma, como el mundo del alma de la humanidad, y su influencia sobre la apariencia física.

Primero vamos a considerar cómo los arquetipos del alma del mundo, —o Saturno— trabajan como Voluntad en el mundo anímico de los seres humanos. Trabajan sobre todo en la esfera de la Voluntad humana, pero en ese ámbito todavía estamos profundamente dormidos. Estamos totalmente despiertos en nuestro pensamiento. En el sentimiento ya estamos más lejos de la luz brillante del nuestra conciencia de día, —ahí soñamos—. En cuanto a la Voluntad, no podemos captarla en absoluto con la conciencia del día, porque es un mar abisal de impulsos desconocidos, emociones, anhelos y deseos. Esta incapacidad de la mente humana para penetrar en estas profundidades de la vida anímica, ha llevado a muchos errores de juicio de la naturaleza del ser humano. Y si buscamos la contraparte cósmica del reino de la voluntad humana, llegaremos a Saturno.

La posición particular de Saturno, en el momento del descenso del alma humana a la vida terrenal, es siempre una imagen de esos reinos profundos de la Voluntad. Puede estar en la constelación de Leo o Piscis, puede estar en conjunción u oposición con otros planetas, pero donde quiera que esté, revela los secretos de la Voluntad de la persona a la que le concierne. Debemos ser capaces de leer el lenguaje de Saturno, ya que pasa a través de las doce constelaciones del Zodiaco, y estas Cartas se escriben con el fin de dar una comprensión de este lenguaje. Por ejemplo, si una persona ha descendido a la vida terrenal cuando Saturno estaba en Leo, podemos retomar lo que se ha dicho acerca de esta Constelación, y al mismo tiempo escuchar, por así decirlo, los profundos impulsos volitivos de la persona en cuestión.

Muchos destinos de la vida podrían corregirse si pudiéramos hacer esto sin egoísmo. Entonces podríamos percibir los más altos fines y el propósito espiritual individual de nuestra vida en la Tierra.

La más alta tarea y el impulso más profundo de la vida de esa persona puede ser experimentar y escuchar la armonía cósmica escondida en todos los seres que existen en el universo y llevar este “corazón-percepción” a un equilibrio con las fuerzas de la cabeza. Esto puede implicar una lucha gigantesca en la vida, pero seguramente será diferente en cada caso, de acuerdo con el lenguaje de los otros planetas. Un número de las posiciones de Saturno en diferentes constelaciones del Zodíaco se dan en la quinta y sexta Cartas.

Sin embargo Saturno en el nacimiento de un individuo puede revelar mucho más. Ya hemos mencionado que la más alta tarea del ser humano en la vida, aparece en la imagen de Saturno, aunque el cumplimiento de esta tarea casi nunca se lleva a cabo en un tiempo de vida corto. Van a ser necesarias muchas vidas terrenales o encarnaciones para que el “yo” humano pueda alcanzar lo que se le pide, y es Saturno el que hace girar la rueda de una encarnación a otra. Así, en la imagen de Saturno, en el momento del descenso de un alma a la encarnación, aparece no sólo la tarea o la llamada interior del alma, sino también el telón de las encarnaciones pasadas.

Saturno no sólo es, por así decirlo, la “estrella” que lleva al alma a la puerta de entrada al nacimiento, pues vuelve a estar presente en el momento de la muerte recogiendo los frutos de nuestras vidas terrenales individuales. En las puertas de nacimiento, distribuye las tareas más altas de la vida que está por venir; en el umbral de la muerte reúne o cosecha los frutos de la vida que ha pasado, ya sean buenas o malas, si se ha cumplido la tarea de la vida, o se ha fracasado.

Ahora, cuando el alma humana entra en el mundo espiritual, Saturno porta la imagen, el arquetipo del alma, como un continuo juicio de la caricatura que, más o menos, ha hecho de sí misma durante la vida pasada en la Tierra. Entonces, después de algún tiempo, el alma decide descender a una nueva vida en la Tierra, y ahora, al pasar por la puerta de entrada de nacimiento, Saturno está de nuevo allí soportando el arquetipo del alma con los nuevos aspectos y resoluciones que se le han agregado durante la vida entre la última muerte y este nuevo nacimiento. Seguramente mayoría de la gente, mientras vive en la Tierra no tiene conciencia de esta presencia de Saturno antes del momento del nacimiento, pero esta activo en la organización humana como las desconocidas fuerzas de la Voluntad, en la profundidad del alma.

Un ejemplo nos aclarara este aspecto de Saturno. Francis Bacon de Verulam nació el 22 de enero de 1561. Saturno estaba en la constelación de Tauro. Esta posición revela el contexto de su anterior encarnación. Recordemos lo que dijimos sobre Tauro en anteriores Cartas. Está conectado con la poderosa Palabra Creadora, el Verbo cósmico. Podemos ver en ello, el reino de los Espíritus de Movimiento cuya tarea era crear fuera, el movimiento interior del alma, un movimiento externo —multiplicidad de transformaciones en el mundo físico. Por lo tanto, Tauro es el ámbito del universo del que emanan intensas fuerzas de movimiento y de poder.

Esto se concentra en Saturno. Indicando que Francis Bacon, en su vida anterior, fue una personalidad poderosa que tenía el poder de penetrar en el mundo que le rodeaba con un movimiento interno, una personalidad que estaba especialmente preocupada con la palabra, es decir, la literatura, la ciencia, etc. Saturno esta en oposición a Marte, que esta situado en la constelación de Escorpio. Esto le da a Saturno otra cara. Ya hemos mencionado en anteriores Cartas que Escorpio, que una vez fue el Águila, está conectado con el declive de la evolución del planeta Marte en el universo. Por lo tanto, esta oposición de Saturno y Marte indican a un poderoso, incluso brillante líder de alguna nación, pero con una cierta oscuridad en este esplendor, ya que está conectado con las fuerzas decadentes de Marte.

Saturno puede incluso convertirse en una guía para encontrar el intervalo de tiempo durante el cual este alma estuvo en el mundo espiritual. En el caso de Francis Bacon nos puede llevar al siglo IX dC como el momento de su última vida en la Tierra. Esto está confirmado por las indicaciones de Rudolf Steiner que, según su conocimiento espiritual, reveló que esta alma se había encarnado a comienzos del siglo IX DC como un poderoso príncipe conectado con la culminación de la cultura árabe.

En estas Cartas aún no hemos llegado al punto en que podamos elaborar plenamente este aspecto de Saturno, que nos conduciría a vidas anteriores en la Tierra, desde el punto de vista cualitativo, así como en relación con el tiempo, pero como queremos hablar de la naturaleza de Saturno tenemos que mencionarlo.

Saturno es el gran historiador del universo, como lo llama el Dr. Steiner. Es la gran memoria del universo; por lo tanto, todo lo que pertenece a la esfera de la Historia es penetrado por la actividad de Saturno: la biografía espiritual del ser humano, la conexión entre las generaciones, la historia de las naciones, e incluso la historia del universo está viva en la memoria de Saturno. Realmente es la Voluntad de Dios lo que emana de este planeta.

Al recordar las etapas pasadas de la evolución en el Universo y en la Humanidad, nos trae de vuelta de lo descarriado al camino planeado por Dios sobre el gran plan de la evolución, a pesar de que nos puede conducir a través de tragedias y catástrofes.

Así, la actividad de Saturno, o la esfera de los arquetipos del mundo anímico, se manifiesta en la disposición del alma humana. Esta actividad también se puede encontrar en el mundo físico que nació como voluntad alejada de su origen: —los Espíritus de la Voluntad — y que se convirtió en la región de los arquetipos de toda formación anímica. Hemos tratado de explicar este desarrollo anteriormente, donde encontramos que la creación del individuo requiere la puesta en marcha de  las “obras”.

Ahora podemos encontrar la presencia de Saturno por doquier en el mundo físico. Saturno en su esencia más profunda, porque encontramos que la Voluntad original de los Tronos se condensó en calor físico que más tarde se convirtió en el fundamento de toda sustancia física.

Pero la Voluntad se oculta de alguna manera en la sustancia física; aunque no podamos percibirla con nuestros sentidos. Ahora, muchos de nuestros lectores pueden haber tenido la experiencia de rocas absolutamente estériles; por ejemplo, en las altas montañas o en la orilla del mar, donde no es capaz de vivir ninguna planta. Si escuchamos con atención el lenguaje de tal existencia, tenemos la experiencia de una Voluntad severa absolutamente inamovible de que es mucho más fuerte que cualquier cosa que aparece como fuerza de voluntad en los seres vivos. No podemos experimentar esta inflexible voluntad rígida mientras nos encontramos en medio de un paisaje, pero si recordamos esa experiencia en nuestra memoria, se revela especialmente su poderío y superioridad. Esto no es sólo un reflejo subjetivo del alma y, por lo tanto, sin ningún significado o realidad. Se trata de una “realidad anímica” que revela el origen de la existencia física de la Voluntad derivada de los Tronos. Esto se manifiesta especialmente en el mundo mineral, en los paisajes rocosos y estériles, de hecho está presente en todo lo que tiene una existencia física, corporal. En este fenómeno anímico, está el reino de la actividad de Saturno a la que nos enfrentamos.

Podemos percibir esta fuerza de voluntad heredada en la sustancia física con nuestras capacidades anímicas porque nos relacionamos con ella en nuestro cuerpo físico. La percibimos en la naturaleza sobre todo en el reino mineral, que es como el duro esqueleto de todo el organismo de la Tierra. A medida que las fuerzas de Saturno tienen su manifestación más pura en este reino ya que están activas en la fundación dinámica del esqueleto humano y el del animal.

El esqueleto describe fundamentalmente el cuerpo físico. No podemos imaginar cómo sería el cuerpo humano sin el esqueleto. Los principales contornos del cuerpo, —la cabeza, el tronco y las extremidades—  se indican en el esqueleto, siendo completadas con la materia blanda. Este poder de esbozar, que lleva en sí la idea arquetípica de la existencia humana en la Tierra, viene del planeta y de la esfera de Saturno. El forma de la cabeza, especialmente el cráneo, de modo que parece ser una imagen de la bóveda del universo por encima de nosotros. Es como una semilla que ha caída del universo y que todavía se asemeja a su origen. De esta cabeza, el organismo crece hacia abajo, hacia la Tierra. En la cabeza la materia blanda está encerrada en el cráneo, pero a medida que avanzamos hacia abajo nos encontramos con que los huesos inferiores están rodeados de materia blanda. La tendencia esférica del cráneo se transmuta en una tendencia radiante que apunta hacia el centro de la Tierra. En el animal la dirección del esqueleto es más o menos horizontal a la superficie de la Tierra. En el ser humano esta línea es vertical, en posición erguida.

En esta tendencia fisiológica que dirige a la existencia lo que parece ser una imagen del universo entero y de darle una posición erguida en los seres humanos, se halla escondida una enorme fuerza de voluntad. La existencia humana se une al universo espiritual. Es la expresión fisiológica de la Voluntad del Padre, que libera al ser humano como una semilla del cosmos para que pueda crecer en la existencia de la Tierra, por así decirlo,  a modo de planta invertida, en pos de cumplimentar una tarea de la Voluntad Divina. De este modo, nos encontramos con la actividad de Saturno en la naturaleza tal como la hemos conocido en nuestra vida anímica. Es el guardián del umbral, que conduce nuestro ser anímico a la existencia física. Protege el hilo que nos conecta con nuestro origen espiritual, con nuestro arquetipo, y también nos lleva desde el reino terrenal al mundo espiritual en el momento de la muerte.