terça-feira, 8 de março de 2016

Arthur Powell – La Magia de la Francmasonería Parte 2



CAPÍTULO II 
APERTURA DE UNA LOGIA EN EL PRIMER GRADO 

Una de las características del ritual masónico que más sorprende a los hombres pensadores e imaginativos es que unas frases tan sencillas y claras que casi parecen familiares, despierten como por magia ideas en el alma, y la aguijoneen para que busque su camino a tientas entre las palabras, cual si éstas fueran puertas que condujeran a otro mundo lejano, mundo espacioso, lleno de maravillas, misterio y realidad. 

Se ha derrochado más ingenio en inventar interpretaciones de las sentencias pronunciadas en la ceremonia de Apertura, que en ninguna otra parte del ritual. Estas preguntas y respuestas producen la impresión - impresión que la familiarización contribuye a hacer más honda - de que se trata de grandes cosas en preparación, de que se llama a la existencia a poderosas fuerzas y de que se van a revelar ocultos secretos y emprender momentánea acción. Ya la primera frase - consistente en 7 palabras (cosa bastante notable) - nos llama la atención inmediatamente como llamada de clarín que revela el esquema introductorio de los fundamentos de la Francmasonería. " Brethren, assit me to open the Lodge". "Hermanos, unios a mí para abrir la Logia". Esta es la llamada del V. M., el jefe elegido y aceptado, el representante del Altísimo. Por medio de ella se afirma la Fraternidad, se invita a la cooperación, se anuncia que va a realizarse un acto y que va a llevarse a cabo la Apertura de una Logia, es decir, de ese cuerpo integral de que cada Hermano constituye una parte. 

Entre las diversas interpretaciones que se han dado a la Apertura de la Logia, nosotros proponemos que se elija una sola: la del "microcosmos", del hombre individual o masón. 
Trataremos de relacionar a cada Oficial y Hermano con algún elemento claramente definido de la estructura psicológica humana, y de dar a cada frase de la ceremonia de apertura una significación apropiada a la disciplina de cada poder y facultad del hombre, a fin de que éste pueda prepararse para emprender cualquier acción. 

Si llegamos a cabo nuestro propósito con fidelidad, no sólo veremos que existe una relación fácil de descubrir entre cada Oficial de la Logia y los elementos que constituyen la compleja naturaleza del hombre (el cual consta de cuerpo, alma y espíritu), sino que cada palabra de la ceremonia puede aplicarse a la manera con que el masón ha de concentrarse en sí mismo antes de llevar a cabo una empresa y llamar sus fuerzas a la existencia, para estar en condiciones de realizar su trabajo con sano juicio, con fuerza inteligente y con la belleza de un hábil obrero. 

Tan perfecto es el sistema bosquejado que puede aplicarse a todos los grandes y pequeños actos individuales: por ejemplo, al gobierno de un reino, o a la redacción de una carta; para ayudar a un amigo o para resolver un problema; para dar una conferencia y sostener una conversación, o para formar el plan del trabajo a realizar en un día, en una hora o en un momento. 
En algunas logias se observan ciertas ceremonias preliminares, como la de entrar en el templo en procesión y encender las luces. 
Estas ceremonias significan nuestro retiro de las demandas del mundo externo, la situación de cada facultad en su lugar adecuado y la entrada en una actitud o atmósfera espiritual, de la cual se ha excluido el aire vulgar de las ocupaciones mundanales. Ellas nos recuerdan el inagotable depósito de poder espiritual de que podemos educir si queremos Sabiduría infinita, Fuerza omnipotente y Belleza que resplandezca por el universo entero. 

Para poder hacer una presentación más completa de nuestra tesis, nos vemos obligados a recurrir a la ciencia psicológica de Oriente, porque ésta es la que analiza más completa y acabadamente al carácter psicológico del ser humano. Aunque la psicología de Occidente se va acercando rápidamente a la antigua y primorosa clasificación oriental, no está bastante definida para servir sin ayuda ajena a nuestro propósito. Por lo tanto, vamos a recurrir a los análisis buddhista e hinduísta, ya vulgarizados en Occidente, dando también los términos sánscritos en beneficio de los estudiantes habituados a su empleo. 

Podemos hacer la siguiente tabla de nuestras correspondencias: 

ELEMENTOS                                 PSICOLÓGICOS 
OFICIAL                                         Occidentales                                 Orientales 
V. M.                                                       Sabiduría                                         Buddhi        
P. V.                                                        Fuerza o Voluntad                          Atma 
S. V.                                                        Belleza o mente creadora               Manas (superior) 
P. D.                                                        Razón o inteligencia                       Manas (inferior) 
S. D.                                                        Deseo o sensación                          Kama 
G. T. (int.)                                               Vitalidad física o cerebro      Prana (Linga Sharira o Doble Etérico) 

G. T. (ext.)                                              Cuerpo físico                           Sthula Sharira 
I. P. M.                                                 Sabiduría madurada o Experiencia derivada de los actos pasados y convertida en naturaleza.          Karana Sharira (Cuerpo Causal) 


Obsérvese que la principal diferencia existente entre el I. P. M. y los demás oficiales de la Logia consiste en que el primero representa lo actualizado, realizado y completado, y los últimos, lo que existe potencialmente. El I. P. M. representa lo que el hombre ha hecho; los demás oficiales significan lo que él puede hacer. 

Pasemos ahora a examinar cada una de las respuestas y preguntas de la ceremonia de Apertura. 

Hemos visto ya que las palabras de apertura pronunciadas por el V. M. - "Hermanos, uníos a mí para abrir la Logia " - constituyen una invocación del Maestro de Sabiduría a todos los poderes y facultades que posee el hombre, para que le ayuden en la labor que va a realizar. Después, el Maestro se vuelve hacia la Mente creadora, proyectadora y concebidora de formas y líneas de conducta, y le pregunta cuál es su Primer Deber, a lo cual responde aquélla que consiste en asegurarse de que el Templo está a cubierto de profanos. 

El Maestro instruye a la Mente para que cumpla con su deber; la Mente transmite la orden al Cerebro, y este último, tras de cerciorarse de que el Cuerpo Físico se "encuentra en el lugar que le corresponde", manifiesta que el templo está a cubierto de profanos. 

Podrían escribirse muchos volúmenes acerca del trabajo de la portería de la Logia, que se describe como el primer y constante deber de toda Logia perteneciente a la Francmasonería. Uno de los aspectos de este trabajo consiste en el secreto, pero dejemos esto de lado por ahora, y limitémonos a la función del Guarda Templo externo como representante del Cuerpo Físico. 
Enumeremos para comenzar los factores externos de los deberes del Portero. Primero, permanece en la parte exterior de la puerta de la Logia; segundo, va armado con una e... d... ; tercero, ha de impedir la entrada de los intrusos y profanos, y cuarto, ha de cuidar de que los Candidatos entren convenientemente preparados. 

Representando el Portero al cuerpo físico, que es el elemento más exterior de la personalidad, no creemos que sea difícil comprender la razón de su permanencia fuera de la Logia, puesto que no se puede permitir que entre en el recinto del templo nada que pertenezca a la personalidad, ni a los apetitos y deseos del cuerpo. Se ha dicho acertadamente que, así como los vestidos exteriores y los sombreros han de quitarse y colgarse fuera de la Logia, así también debe cada hermano abandonar sus sentimientos e intereses personales a la puerta del Templo. 

Pero no nos hemos de satisfacer únicamente con excluir del Templo a las influencias Indeseables, ya que el Guarda Templo externo realiza una misión mucho más importante que ésta. Debemos tener presente siempre que el Portero o Guarda Templo externo es un Hermano Masón y un Oficial de la Logia. Aunque parece desterrado de sus hermanos que se encuentran en el interior del Templo, ninguna Logia está completa si carece de él; puesto que el primer deber constante de todo el Tall, es procurar que él se encuentre en su puesto. Sin él no puede abrirse la Logia, y, si él deja de cumplir con su deber, el trabajo de aquella pierde su efectividad. El Portero no debe abandonar ni un solo instante su puesto, y ha de estar siempre alerta y presto a la acción. 
Jamás ha de envainar su es..... Para manejar esta arma con eficacia ha de poseer cualidades genuinas: vigilancia, prontitud, fuerza, habilidad, decisión instantánea, valor e infatigabilidad. 
Creemos que la significación de todo esto es bien evidente en nuestro análisis psicológico. 

En todo trabajo que hayamos de emprender, nuestro deber primero ha de consistir en ver si poseemos las condiciones físicas que requiere la obra. Las buenas intenciones, los elevados propósitos y las nobles resoluciones no tienen utilidad alguna a menos que se posean los medios materiales para poder llevarlos a efecto. La piedra de toque de la vida se ha de aplicar siempre en el plano físico. La Masonería no consiste tan sólo en alta filosofía y exaltada ética, sino que, además, es esencialmente práctica. Los fundamentos espirituales del Amor fraternal, de la Caridad y de la Verdad, han de tener sus contrapartes físicas en el plano material. 

El cuidado del cuerpo físico aplicado al individuo constituye un aspecto importante de la labor del Guarda Templo externo. La deficiente salud del cuerpo no sólo puede ser un 
medio de que se abran paso en la Logia las influencias indeseables, sino además de que la obra de las demás facultades pierda su efectividad. La debilidad corporal, la dejadez, la pereza, la lentitud, la cobardía y la falta de destreza, pueden hacer ineficaz la vigilancia o disminuir la eficiencia de la obra. Bien dijo un gran Instructor oriental que "el primer paso que ha de darse en el camino que conduce al Nirvana es el de poseer una perfecta salud física." 
Así pues, el Portero, físicamente considerado, representa la actividad física, la cual depende en gran parte de la salud del cuerpo. 

Como el Portero, el cuerpo físico no debe entremeterse ni ser un obstáculo, y esta condición se cumple mejor cuando goza de perfecta salud. El cuerpo, fiel sirviente de su dueño -la Mente, - actúa tanto más perfectamente cuanto menos conciencia de su existencia tiene el hombre. 
Pero aún hemos de llevar la cosa más adelante y considerar que el Portero representa todos los aspectos físicos de nuestras empresas. En toda parte de obra el primer y constante cuidado ha de concentrarse en los materiales y aplicaciones físicos. El artesano precisa materiales para su comercio e instrumentos de trabajo, y no existe prueba mejor de que es un buen trabajador que la de que tenga en orden sus instrumentos, de los cuales el más importante es su propio cuerpo. 

Por lo tanto, todo verdadero masón ha de procurar que las herramientas, sistemas, proyectos y aparatos físicos de que se valga sean todo lo perfectos posible y estén bien cuidados. Y sólo cuando haya cumplido estos requisitos, es cuando estará en condiciones de emplear sus facultades provechosamente en la obra masónica que haya de realizar. 

Permítasenos que nos salgamos un poco del tema del Guarda Templo o Portero externo, 
para decir que el deber inmediato del V. M. es el de asegurarse que todos los hermanos que se hallan en el templo sean masones, cosa que se comprueba inmediatamente. La aplicación psicológica de esto es evidente. Es necesario que en los comienzos de toda empresa probemos y nos percatemos de cuales son nuestros sentimientos, motivos y pensamientos, con objeto de ver si son dignos de quien es masón, si obedecen a la recta ley de la escuadra y si son puros e inmaculados como el distintivo de los francmasones. 

Después, el V. M. pregunta cuáles son los tres Oficiales principales, como si llamara a la existencia a sus fuerzas, y le responden que son: la Voluntad, que procura la fuerza impulsiva: la Mente, que concibe planes de acción, y la Sabiduría, que guía. Estos tres ocupan sillones de presidencia, y representan los principios estáticos del hombre, manantiales del poder, y no los vehículos que transforman la energía en acción. Para este último propósito, cada uno de ellos tiene su Oficial auxiliar, que es móvil y dinámico, tiene libertad para moverse por el piso de la Logia y obedece a los mandatos de las Presidencias. La Sabiduría dirige a la Razón (P. D.); la Voluntad energiza al Deseo (S. D.), y la Mente estimula al Cerebro (G. T. interno) a la acción. 

Volviendo de nuevo a tratar del Portero y, habiendo ya hablado de la primera parte de su deber, quizás nos sea provechoso examinar la función que cumple cuando cuida de que "los Candidatos estén convenientemente preparados". Al mismo tiempo que el Portero o cuerpo físico mantiene alejados a los intrusos, ha de conservar alerta las avenidas del sentido, de tal forma que las nuevas impresiones y el nuevo conocimiento o experiencia entren, cuando estén “convenientemente preparadas”. 

En relación con esto es interesante saber que podemos aplicar cada uno de los detalles de la preparación del Candidato a la manera como deberíamos recibir los nuevos factores y consideraciones, después de un detenido examen y de ponerlos a prueba, y aplicarlos al trabajo masónico. 

Por lo tanto, debemos despojarlos de toda idea de lucro personal: debemos cegarlos, para que en vez de que ellos nos dirijan y tuerzan, seamos nosotros quienes lo hagamos. Una vez que hayamos separado todas las trabas y obstáculos, debemos prepararnos para aplicarlos potentemente a la acción. Con el corazón puro, hemos de aprestarnos a aplicarlos al servicio de quienes tengan necesidad de simpatía o de ayuda, aun a riesgo de que nuestros esfuerzos encuentren como respuesta la ingratitud, la hostilidad o la incomprensión. Debemos de tener ansias de ofrecer todo cuanto poseamos, doblando las rodillas para reverenciar o para hacer humildes servicios, y manteniéndonos en contacto en todo tiempo con la madre tierra, duro lecho rocoso del hecho práctico: debemos aprestarnos a aplicar todos nuestros poderes, al objeto que tengamos a la vista, desafiando a todos los peligros hasta la muerte. 

El paso siguiente dado en la ceremonia de Apertura en relación con el G. T. interno consiste en describir la función del Cerebro que es la vida del cuerpo, es decir, en admitir principios conocidos a los que se puede dispensar del retejo, así como en dar la bienvenida, con las debidas precauciones, a nuevas ideas y flamantes conocimientos. El G. T. interno o cerebro viene a ser el sirviente de la Mente (S. V.) según dice el ritual: lección bastante fácil de comprender, aunque no siempre se pueda aplicar con facilidad. No todos los masones pueden convertir a su cerebro en siervo obediente de la mente, porque, a veces, aquel se rebela contra ésta arrastrándola consigo. Obsérvese de pasada que, según el sistema oriental, la Mente Superior gobierna el flujo de Prana o Vitalidad, con lo que se quiere dar a entender que la dirección de la salud corporal radica en la Mente, como muchas escuelas de pensamiento proclaman actualmente, quizás errando en algo. 
Los deberes del P. D. y del S. D., que se describen en sus respuestas un poco desconcertantes, y que, dicho sea de paso, no parece que se cumplan en las ceremonias actuales, tienen un alto interés psicológico. Creemos conveniente estudiarlas juntas. 
El P. D., que representa el intelecto activo y razonador, la conciencia normal en estado de vigilia, ha de llevar los mensajes y mandatos de la Sabiduría a la Voluntad. Esta última representada por el P. V., quien procura la fuerza impulsora para la realización de la obra, energiza a su sirviente o mensajero, el S. D. o Deseo, quien a su vez transmite la orden al S. V., la Mente Creadora, que es quien concibe los planes de realización de la empresa. 

La manifestación de que S. D. ha de ver si se "han cumplido las órdenes puntualmente", se refiere al hecho de que el Deseo es insistente y se mantiene activo - podríamos decir casi agresivo - hasta que la Mente ha aceptado la orden y formulado algún plan para ejecutarlo. 
Similarmente, la Mente Inferior, la Razón, representada por el P. D., "espera que vuelva 
el S. D." ; es decir, que la conciencia normal vigílica permanece en estado de espera, a la expectativa, hasta que el Deseo se satisface y cesa en su actividad, al haber logrado su propósito. 
Una vez definido de esta forma los factores inferiores, dinámicos o activos, se verifica un notable cambio en la fraseología, pues el V. M. se dirige a los elementos estáticos y superiores, representados por los vigilantes, y les pide una explicación razonada. 

En el Ritual se describe el lugar que ocupa el S. V. o Mente creadora diciendo que señala al Sol en su meridiano, o sea el punto más elevado que este astro ocupa en el cielo. Esto parece indicar que el nivel superior de conciencia a que puede llegar el hombre en el Primer Grado, es el de la Mente Superior. Más aún, la inteligencia suprema ha de dirigir al hombre, como al sol al día; y así como los movimientos de este astro sirven para llamar a los hombres del trabajo al descanso y viceversa, del mismo modo la inteligencia suprema determina el momento en que han de actuar los hombres y cuando deben abandonar la acción, cuando han de trabajar y cuando pueden jugar. Sólo cuando la Inteligencia y no el Deseo o Voluntad - dirige y gobierna es cuando se saca provecho y placer, es decir, es cuando el hombre puede ser a un mismo tiempo eficiente y feliz. 
Y pasando a tratar del P. V. -la Voluntad- que representa el término del día, el sol poniente, sépase que cuando el Maestro - o la Sabiduría, el Ego reinante de la conciencia íntegra - ordena, la Voluntad extrae de la Logia la fuerza motriz y de esta forma da fin a la empresa. Pero esto no se realiza sino cuando cada Hermano "ha cumplido con su deber"; o sea después de haber ejercitado plenamente todas las facultades y poderes, y de haber hecho todo lo posible. 
Y, por último, el Ritual dice que el Maestro o Sabiduría, representa al sol naciente, al manantial de la luz, al origen de la conciencia. 

En cada uno de nosotros existe un Maestro, aunque no tengamos conciencia de ello; Maestro, que es el Ego de la conciencia, el Gobernador y el verdadero manadero de nuestra vida y de nuestras acciones. Este Ego supremo es quien abre la Logia y quien nos pone a trabajar, "empleando e instruyendo a los Hermanos en Francmasonería"; es decir, dirigiendo y empleando nuestras facultades en el Oficio de la vida. 
El Maestro o la Sabiduría ha llamado ya a la existencia a todas sus facultades subordinadas y ha definido la tarea que a cada una de ellas corresponde; pero, antes de dar comienzo a los trabajos, la conciencia se dirige al Supremo Arquitecto, para reconocer que únicamente de Él es de donde procede toda la Sabiduría, toda la Fuerza y toda la Belleza. 

Y por eso recita una plegaria, por la que pide que la obra empezada con método y orden, se encamine armoniosamente hacia su pacífica conclusión. En la conocidísima fórmula, "todas las facultades apoyan a esta plegaria, y determinan que así sea". 
El Maestro declara abierta ahora la Logia en nombre del G. A. D. U., dando a entender con ello que todas sus facultades y poderes están alerta y prestas a la acción, presteza que se indica por medio del s.... que hacen todos los hermanos en este momento. 
El descenso del I. P. M. , la apertura de la Biblia y la posición especial de la E. y del C, significan que todo 'el pasado conocimiento y toda la experiencia se han aportado al campo de la acción, para su futuro empleo; que la acumulada sabiduría de los siglos tal como se encuentra escrita en la Biblia está depositada en la Logia por si es necesario, y que los eternos símbolos de la escuadra y del círculo se encuentran ante nuestros ojos para regular nuestras acciones y mantenernos dentro de los debidos límites con todos los hombres. También se nos recuerda que todo cuanto somos y conocemos procede únicamente de Dios, único origen de la luz y de la vida, y que toda acción no es sino manifestación del verbo de Dios. 

Esta es una interpretación sencilla y elemental de la Apertura de la Logia de los Francmasones en el Primer Grado, la que se verifica de forma tal que su majestad, su dignidad, su invocación a lo supremo y mejor que hay en nosotros, y su estímulo para que tratemos de divisar tras el extremo velo de las palabras y de las formas ese secreto, ese interno mundo de causas, del cual no son sino transitorios y fugaces efectos todos estos elementos de nuestra vida externa, no se pierden ni desmerecen a pesar de que la ceremonia se repite continuamente. 
En conclusión, resumamos brevemente la apertura en términos de la presente interpretación psicológica. 

Antes de emprender una obra, sea cual fuere su magnitud, el masón concentra sus fuerzas, y se coloca en la debida actitud y ambiente, recordando la infinita Belleza, Fuerza y Sabiduría, de donde puede extraer, si quiere, los materiales que necesite para integrarse a sí mismo. 
Luego, perfecciona en lo posible todas las condiciones físicas necesarias a la empresa; y examina y prueba sus motivos para ver si son puros e inmaculados. Al eliminar cuidadosamente todas las influencias indeseables e indígenas, abre las puertas de su naturaleza para dar entrada tras de detenido examen a todos los materiales o conocimientos nuevos que le puedan servir para realizar la obra. 

El Ego supremo emite su mandato, el que por medio de la conciencia normal vigílica se transmite a la Voluntad, la cual le da su ímpetu a su vez, con lo que se convierte en urgente Deseo: a continuación la Mente imaginativa concibe un plan de belleza, que traslada al Cerebro y al Cuerpo para que lo lleven a cabo. 

De manera que todos estos actos son dirigidos por la Voluntad, y derivan su ímpetu de ella; pero emanan del Ego Supremo o Sabiduría. Sin embargo, el masón debe tener presente siempre que todo cuanto él es procede únicamente de Dios, su Señor, porque como las Escrituras cristianas citadas en el Ritual dicen con palabras que no se pueden parafrasear apenas sin destruir su belleza, en Dios radica la única inspiración: "Suyas son la primera y la última palabra, y el principio y el fin de toda acción es con Dios, es la acción del mismo Dios." 


LA MAGIA DE LA FRANCMASONERÍA ARTHUR POWELL 1924 Parte 1



CAPÍTULO PRIMERO 
LA LLAMADA DE LA MASONERÍA 

Todo el que sienta los ideales de la Francmasonería se debe haber preguntado alguna vez por qué esta Orden le atrae, y qué es lo que en ella le retiene. En realidad somos muchos los que nos hacemos esta pregunta continuamente, y formulamos respuestas que no afectan más que a los bordes del problema, porque siempre hay un elemento que se nos escapa: algo intangible e indefinido que no podemos localizar, definir o analizar a pesar de que es absolutamente real de que está definido de un modo perfecto y de que existe sin duda alguna algo que ejerce inconfundible seducción; algo que, al mismo tiempo que aplaca el hambre interior, la aumenta en grado extraordinario; algo misterioso, seductor y estimulante; algo que nos arrastra perpetuamente adelante, como finito impulso hacia un infinito objetivo. 

Más notable todavía es que nos percatemos de ello mucho tiempo antes de que sepamos lo que es en realidad la Francmasonería (la cual, no obstante, sentimos en el fondo de nuestro corazón). Pues aunque la mayoría de los candidatos a la Masonería tengan una idea vaga y general de que ésta es digna de respeto y crean que es una venerable institución que inculca elevados ideales relativos a la vida no les es dable saber mucho más acerca de esta asociación. Poco o nada puede saber el profano de sus ceremonias, aunque sepa que éstas existen. No obstante, la absoluta ignorancia de las enseñanzas y métodos de la Francmasonería no es obstáculo para que los hombres se sumen a su Fraternidad. Tampoco explica el problema la cínica afirmación de que la atracción que los hombres sienten por la Orden se debe a mera curiosidad, pues casi todos los masones saben por propia experiencia que esto no es cierto. 

En todas las demás cosas solemos mirar antes de dar un salto y procuramos informarnos antes de dar un paso definido o de lanzarnos a alguna empresa. La más elemental prudencia nos aconseja que averigüemos en qué consiste la institución a que deseamos adherirnos, o el plan que hemos de seguir. No obstante, poco a nada podemos saber de antemano acerca de la Francmasonería, pues hasta los mismos masones serían las últimas personas del mundo en revelarnos algo referente a ellos o a su institución. A pesar de todo esto entramos en su Fraternidad convencidos plenamente de que no vamos por mal camino, y nos zambullimos en las tinieblas sin sentir escrúpulos ni cortedad, respondiendo a una llamada interior que no sabemos explicar ni comprender . 

Aún más: sabido es que ningún hombre sensato es capaz de opinar sobre los asuntos corrientes de la vida antes de haber hecho un examen detenido. Pues bien, cuando se trata de Francmasonería ocurre lo contrario, porque todos solemos tener una idea favorable y preconcebida de nuestra Orden, que es la que nos induce a sumarnos a ella. Así que la Francmasonería tiene un sello característico que la diferencia de todas las demás cosas del mundo, aun antes de que dé comienzo nuestra vida masónica. 
Sin embargo, antes de que sondeemos profundamente en este factor misterioso e intangible que constituye el corazón y la entraña de la atracción que nos impulsa hacia la Masonería, es conveniente ,que pasemos revista a unos cuantos de los demás aspectos de esta atracción, cuyo aislamiento y examen no es difícil de hacer . 

El ritual sencillo, dignificado y bello ha desaparecido casi por completo del mundo moderno. Es cierto que la Iglesia Católica y la alta Iglesia Anglicana conservan todavía 
gran parte de ritual, el cual se ha limitado mucho en la gran parte de la Iglesia establecida y apenas subsiste en las capillas no-conformistas. En la vida cívica subsisten aún algunas ceremonias, como las de apertura del Parlamento, coronaciones, jubileos, funciones de lores mayores, inauguración de estatuas y algunas otras, pero estos acontecimientos son relativamente escasos y, además, nada hay en su naturaleza que forme parte de la vida regular del ciudadano corriente. En efecto, durante muchas generaciones la creciente influencia del materialismo ha procurado eliminar de nuestra vida las ceremonias como si se tratara de una superstición. 

No cabe duda de que esta tendencia es sana y buena en cuanto hace que los hombres dejen de tomar parte en ceremonias ritualísticas que, no teniendo sino aparato externo, no se basan en ninguna realidad interna, ni se fundamentan en lo que en tiempos primitivos recibía el nombre de magia y se consideraba como llamada para que actuaran las fuerzas más ocultas e internas de la naturaleza y los seres pertenecientes a un mundo distinto del nuestro. 
Sin embargo, es indudable que casi todo el mundo abriga un secreto amor por las ceremonias o el ritual. Prueba de ello es la adhesión del pueblo a ciertas instituciones como por ejemplo, la extravagante y abigarrada guardia de corps, las procesiones del Lord Mayor, las pelucas de los jueces y cosas por el estilo. El entusiasmo por las exhibiciones históricas, así como los caprichosos vestidos que idean las madres para sus hijos y la perenne fantasía de los trajes de los jóvenes y los ancianos, son otros tantos ejemplos de este incontenible amor por las ceremonias. 

Este es, indudablemente. uno de los principales atractivos que tiene la Masonería para la mayoría de sus iniciados. Hay en la vida moderna tanto bullicio, tanta precipitación, tanta barahunda, tanta indecencia, tanta actividad, tanta insistencia en los derechos propios, tan poca consideración por los sentimientos ajenos y tan poca dignidad o cortesía que brote espontáneamente de bondadosos corazones, que nos causa extraordinario placer el hecho de entrar en la atmósfera tan opuesta de las logias en donde reinan la dignidad y el orden, en vez de la indigna inquietud a que estamos acostumbrados en el mundo externo. 

Maravilloso tónico para los nervios fatigados por la tensión de la vida ordinaria es la entrada en el recinto de una Logia masónica, en donde todo es quietud, orden y paz; en donde cada cargo del taller y cada hermano tiene su lugar fijo y su deber prescrito: en donde nadie usurpa las funciones ajenas; en donde, una vez que se ha elegido o determinado la forma del drama, todos cooperan armónicamente y de buen grado para llevar a cabo las ceremonias de forma tal que se cree el ambiente que algún día ha de caracterizar hasta al mismo mundo externo, cuando cesen de disputarse los hombres, aprendan la lección de la fraternidad fiel y cooperen con la suprema Voluntad de la evolución a fin de ordenar todas las cosas, bella, fuerte y sabiamente. 

También es agradable el goce estético que produce el tomar parte en una ceremonia bien dirigida en que, no sólo hayan estudiado intensamente todos los hermanos los actos y palabras que les correspondan, sino que, además, comprendan su significación y pongan lo mejor de su alma ¡en todo cuanto hagan o digan. La disposición misma de la Logia, la ordenada y digna colocación de las Columnas, los Oficiales con sus Insignias especiales que tachonan la asamblea con pinceladas de colores agradables, la situación de las Luces y todas las demás cosas adjuntas con que estamos familiarizados, contribuyen a formar un tout ensemble que conforta a la vista, agrada a los sentidos, place a la mente, satisface a la naturaleza religiosa y al par que contrasta con la mayor parte de nuestra vida diaria, es una esperanza para el porvenir del mundo. 

Otro elemento de gran belleza que conmueve a todo el que siente la poesía y la música es el exquisito ritmo y eufonía de nuestro antiguo ritual, cuyas palabras y frases no tienen igual en la literatura inglesa si se exceptúan la Biblia y las obras de Shakespeare. El antiguo dicho inglés de que "una cosa bella proporciona goce eterno" puede aplicarse a las sencillas y profundas palabras de nuestro ritual, porque se da el caso de que, a pesar de ser oídas continuamente todos los años en las diferentes ceremonias, nunca pierden su atractivo ni cansan ni envejecen; antes bien, su belleza, su majestad y su significación aumentan a medida que nos familiarizamos con con ellas, lo cual es una verdadera prueba de suprema literatura, de satisfacción ética y de religioso significado. 
¡Cuán admirable es la tradición de que las palabras de nuestro ritual han de repetirse sin añadir, omitir ni alterar nada, porque la mayoría de las sentencias se han redactado en forma tan perfecta, que cualquier variación rompería su sonoridad o malearía su significación! 

La hermosura del lenguaje contribuye tanto como los demás factores a que las palabras del ritual nos produzca intensa impresión. Estas amplias y profundas enseñanzas no deben su poder a sutilezas metafísicas, ni a análisis filosóficos ni a su novedad intrínseca, sino, más bien, a su sencillez, concisión y universalidad. Propiedad común de todos los sistemas religiosos conocidos es la identidad de los preceptos éticos; no obstante, el método de presentación de las antiguas verdades de moral y de amor fraternal, así como la franqueza, la restricción, la grandeza y verdadera sinceridad del ritual masónico con su trascendental significado hacen que estas enseñanzas nos parezcan siempre nuevas, vívidas, inspiradoras y prácticas. 

Muchos intelectos modernos, a quienes vienen cortas las estrechas y anticientíficas ideas de ciertas ortodoxias religiosas, aceptan con verdadera complacencia la carencia absoluta de dogmas teológicos y de otros géneros de que se jacta la Masonería. Gran parte de los pensadores de mediana cultura reconocen la fraternidad, aceptan una ley ética y un código moral basados en la fraternidad; pero no derivan ésta de preceptos religiosos externos, sino de los dictados de sus corazones y de la innata benevolencia que sienten hacia sus camaradas. 

La Francmasonería expone estas enseñanzas con tanta universalidad y catolicidad que los hombres pertenecientes a cualquiera de los credos así como los que no acepten ninguno, pueden subscribirlas sin escrúpulos, reconociéndolas como norma de verdad que ellos conocen por experiencia interna, sin necesitar el apoyo de muletas teológicas. 

Además, ya no es posible negar el hecho de que en los tiempos modernos existe mucha gente que no profesa una fórmula definida de creencia religiosa, quizás porque está convencida de que no puede subscribir honradamente los credos que satisfacían a los hombres del pasado. La necesidad de expresión de fe religiosa que esta gente experimenta sin poderlo evitar y que todos sentimos prácticamente, puede satisfacerse en gran parte con la sinceridad sencilla de la ética masónica y su declaración de fraternal benevolencia. 

El conjunto de esta ética, verdadero corazón y nervio de la Francmasonería, lo constituye la palabra Fraternidad, palabra sin par en todos los idiomas. Si el masón la acepta sin evasivas, equívocos ni reservas mentales de ningún género, llegará a lograr el pleno desarrollo masónico; pero si la rechaza, no tendrá derecho a penetrar en el sagrado recinto del Templo, aunque ostente el más elevado de los grados. 

La Fraternidad es para el masón lo que la luz del sol para los seres vivos: y, así como la luz puede dividirse en infinitos matices y colores y su poder puede transmutar se en incontables fuerzas y manifestaciones de vida, así el espíritu de Fraternidad que resplandece en los corazones de los hombres puede iluminar sus naturalezas e inspirar sus acciones de modos tan infinitos como las arenas del mar y tan diversos, como las flores del campo. El espíritu fraternal es tan penetrante como el éter existente en todas las formas de la materia, porque se infunde en la vida toda del francmasón, iluminándola con su sabiduría, sustentándola con su fuerza omnipotente y haciendo que su belleza irradie hasta los confines más lejanos de la tierra. 
Los hombres se ven obligados a menudo a obrar bajo normas éticas de nivel inferior a que desearan debido a numerosas razones. Los motivos a que se debe este estado de cosas son sutiles y complejos. Así, por ejemplo, muchos temen que su bondad se tome por debilidad o su generosidad por sentimentalismo. 

Otros tienen miedo de que la gente crea que son capaces de ser más virtuosos que sus camaradas y, violentando sus ideas y emociones, no despliegan la virtud que sienten latir en su corazón. Muchas veces los hombres no se atreven a llevar a cabo un acto virtuoso en público, pero experimentarían gran alegría si pudieran realizarlo sin que nadie se enterase. 

La Francmasonería proporciona a los hombres de este género - de los cuales hay muchos en el mundo - un medio de expresión seguro y secreto. El que la logia esté a cubierto de profanos -lo cual constituye el deber primerísimo y constante de todo francmasón - da una sensación de seguridad y de reserva, que impide que puedan penetrar las miradas del mundo externo, y proporciona al masón la oportunidad de "soltar" las riendas que le coartan y de ser su yo real, ese Yo Superior que teme mostrarse libre y francamente en todas partes, menos en los sagrados recintos del Templo, en donde los hombres confían en él y le llaman Hermano. Porque el nombre de Hermano es altamente mágico. 

Así como "todo lo del mundo es un escenario y todos los hombres son comediantes", así 
el masón tiene un papel que representar en su Logia en la que puede quitarse la falsa careta que ha de llevar por fuerza en el mundo y ponerse la máscara mucho más noble de masón. Y de esta manera, al par que se regocija de que la guisa de masón le permita hablar y obrar como muchas veces hubiera deseado hacer en el mundo si se hubiera atrevido, encuentra en su Logia tal oportunidad para manifestar cual es la verdadera naturaleza de su ser, que rarísimas veces podría hallarla en otra parte. De manera que el elemento de ficción asociado a algo de carácter dramático hace posible que el hombre real sea por unos momentos aquello que pretende ser. 

Deben haber muchos masones que anhelen la llegada de un día en que sea posible sentir 
y obrar en el mundo externo del mismo modo que lo hacen en la Logia y en que las normas de ésta sean las del mundo. La bondad, la tolerancia, la benevolencia y la amistad mutuas, la cortesía y la ayuda, la camaradería y la fidelidad son los verdaderos elementos de nuestra obra en la Logia, son los fundamentos del Templo que, cimentado en la virtud, ha de ser erigido por la ciencia con mayor sabiduría cada vez. Pero estas cosas no pueden existir más que parcialmente en el mundo porque el corazón de los hombres es todavía duro y la ignorancia les ciega. Por esos hemos de cerrar a la fuerza nuestras Logias, para evitar que sus sagradas cosas sean mancilladas y que sea manchada la alfombra del templo. 

El ideal de la Masonería constituye un factor inmenso en la vida de todo verdadero masón, porque arraiga más profundamente que cualquier esprit de corps y es el espíritu mismísimo de la vida. Para el masón la Orden es una Divinidad que no ha de ser mancillada jamás ni con la más leve mancha, es una estrella eterna, un inmóvil sol de los cielos, un centro del que no puede apartarse a menos de ser falso consigo mismo. 

¡Cuánta poesía encierra el nombre de la Orden! Los hombres han sentido a través de todas las épocas su ideología: en todos los países del mundo han hecho ceremonias semejantes a las que nosotros hacemos ahora y a las que los hijos de nuestros hijos enseñarán a sus vástagos. La celebración de los ritos masónicos se remonta a la noche de los tiempos prehistóricos. Las ceremonias de que las nuestras se derivan han sido celebradas por hombres de todas las razas en centenares de idiomas y dialectos en climas escalonados desde el tórrido ecuador hasta los polos helados, en la ciudad y en el bosque, en fértiles llanuras y áridos desiertos y sobre las montañas más altas y las cañadas más hondas. La Francmasonería ha existido doquiera han vivido los hombres y sus eternas tradiciones y landmarks se han transmitido de generación en generación, enlazando el pasado, con el presente y con el porvenir en una humana solidaridad, y ligando a todo en indisoluble unidad con el G. A. quien desde el centro trazó las líneas en que hemos de construir su Sagrado Templo y ordenó a sus fieles obreros que trabajaran en él para completar la obra de sus divinas manos. 

La poesía de la Francmasonería sobrepuja a todas las otras poesías; porque éstas son temporales y fugaces, mientras que aquélla no tiene en cuenta el transcurrir del tiempo, ni las mutaciones modifican para nada sus antiguos e inmutables fundamentos (landmarks). 
¿Qué misterio encierra esto? ¿Qué misterios se ocultan tras de estas sencillas y profundas ceremonias? ¿Puede alguien responder satisfactoriamente a esta pregunta? ¿Será capaz algún hombre de dar una respuesta satisfactoria antes de llegar a ser más que hombre y de leer estos verdaderos s... de los que únicamente oímos en nuestras logias los secretos reemplazantes? 

Así retornamos como siempre a ese misterioso e intangible elemento que nos agarra con 
garra más poderosa que la del león; a ese elemento que constituye la verdadera razón de 
que los hombres se hagan francmasones y de que "una vez que uno se hace francmasón lo sea para siempre". Cada secreto comunicado es el preludio de ulteriores secretos: cada nuevo toque no es en realidad sino una llave de paso que nos abre la puerta de regiones cada vez más próximas al oculto corazón de lo que sustenta el esoterismo de la Francmasonería. 

Todos los diversos elementos de que hemos hablado en particular diciendo que hacen llamamientos aislados al masón, no son más que los instrumentos individuales que forman una orquesta: considerada en sí la gran sinfonía es más sublime que todas las partes a pesar de que la combinada armonía de éstas es la que la hace audible. Ella nos murmura cosas que no pueden expresar ninguno de los instrumentos del mundo, a no ser en fragmentos, en sucesiones .de notas y cuerdas, que interpreten en la tierra sometida a las leyes del tiempo y del espacio las melodías del cielo, las cuales sólo los celestes oídos pueden escuchar en toda su integridad. 

Antes de que hacernos francmasones debemos sentir un débil rumor que, filtrándose a través de los espesos muros de la cerrada Logia, despierte esos tenues estremecimientos melódicos en nuestros corazones. Esto es lo que aviva en nosotros ese secreto estímulo que nos arrastra hacia la escuadra, en donde nuestro primer paso se da en ignorancia, si bien teniendo la certeza interna de que la luz ha de llegar con toda seguridad. En cuanto hemos dado nuestros primeros pasos secretos descubrimos muchos elementos agradables en el Ritual Masónico que nos producen extraño asombro y tanta satisfacción que jamás nos arrepentimos de haber puesto proa hacia la aventura. Las magníficas frases antiguas, la dignidad y armonía de los movimientos, del color y de la eufonía, complacen a los sentidos y a las almas de los hombres fatigados por la tensión y por la distracción de las cosas mundanales. La amplia y sencilla filosofía de la vida, la simple declaración de fraternidad, la ética de fidelidad y amistad, la verdad sin dogma, la religión sin secta, la reverencia sin sacrificio de la dignidad, el amor sin sentimentalidad: todos estos son importantes elementos que contribuyen a despertar la Masonería en el corazón del Masón. Y el gozo de vivir en un ambiente de fraternidad. la oportunidad de quitarse la armadura que por necesidad ha de vestirse el hombre en los campos de lucha del mundo exterior a la Logia, el libre intercambio de sentimientos fraternales, sin temor a malas inteligencias y a repulsas, constituyen también valiosos elementos de la llamada de la Masonería. 

Algunos de los factores que unen al masón con la Orden por medio de lazos que nada puede romper ni aflojar son los siguientes: un cambio de máscara, un nuevo papel que aprender, un pretexto que es nuestro secreto ideal, un conocimiento anticipado del futuro a que tenemos la certeza de llegar algún día, un homenaje glorioso a una sublime Deidad, una sumersión en la más grandiosa ensoñación que el mundo ha conocido, un lazo secreto que nos une con todas las clases de hombres que ha producido la tierra, y una tradición más antigua y venerable que todas las habidas y por haber . 

Pero ¿qué es la llamada en sí? Todas estas cosas no son sino nombres y accesorios: ¿Cuál es la substancia de que todas ellas son sombra? 
¿Qué cosa hay en la selva virgen que llama a los seres salvajes? ¿Qué son esas secretas y sagradas cosas que murmuran las montañas al oído del hombre de las cumbres de forma tan silenciosa ya la par tan sonora que apaga el estrépito de los demás cánticos de la tierra: esas cosas que susurra el mar al marino; el desierto, al árabe; el hielo, al explorador de los polos; las estrellas, al astrónomo, la sana filosofía al observador y los materiales del oficio al artesano? 

En el hombre existe algo que es más que el hombre a lo cual llama la Francmasonería. 

Esta llamada recurre a lo más santo y grande que en él existe, a lo que él sólo podrá conocer cuando se convierta en el Maestro de la Logia de su propia naturaleza, cuando llegue a ser él mismo. Así como el golpe de mallete que da el M... repercute en todo el T... hallando eco en el occidente, el sur y el noroeste, y traspasando hasta los mismos muros de la Logia para llegar al mundo externo, así también la Francmasonería lanza una llamada en los más recónditos santuarios del sacratísimo ser humano; una llamada que ha de ser respondida, que no admite rechazo, que le ordena que se vuelva para afrontar la luz. y así como todos los hermanos responden a la orden del Maestro por el s. . . así responde el hombre a la llamada de la Francmasonería, aunque no conozca en qué consiste ésta, y responde con su vida. Él no puede hacer otra cosa que obedecer; abandonar la empresa es morir; él debe responder y proseguir la eterna búsqueda de la palabra perdida, que no es ninguna palabra, pero que está oculta en el c... 

De manera que la llamada de la Francmasonería es compleja y múltiple, al mismo tiempo que sencilla y única. En la Francmasonería existen muchas cosas que han de calmar los anhelos de los corazones humanos, y, sin embargo, la Francmasonería en sí, es decir, en su espléndida perfección, es una cosa que no puede colmarnos nunca, hasta que el hombre deje de ser hombre, para convertirse en ser divino, lo cual ha de ocurrir seguramente en la consumación de los tiempos. La Francmasonería es virtud y ciencia, ética y filosofía, religión y fraternidad; pero ninguna de estas cosas por sí solas son ella. No hay multitud de células que pueda hacer un organismo vivo, ni galaxia de estrellas que pueda formar un cosmos, ni rayos de luz que puedan hacer un sol. Del mismo modo, ninguna agrupación de elementos de belleza o de fraternidad puede hacer a la Francmasonería, ésta crea todas estas cosas, da ser a muchos puntos de perfección; mas continúa siendo un misterio que puede describirse perpetuamente, pero jamás explicarse.
A esto se debe que la llamada de la Francmasonería sea lo que es, y que nosotros la amemos, porque el hombre es también un ser que puede describirse perpetuamente, pero jamás explicarse. De modo que en la Francmasonería el hombre se busca a sí mismo, y, a lo largo de sus misterios y ceremonias " Júpiter hace señas a Júpiter" . 

segunda-feira, 7 de março de 2016

Quirologia e Quiromancia


A quirologia baseia-se na interpretação de toda uma série de sinais contidos em ambas as mãos, com o objetivo de adquirir conhecimento sobre a pessoa. É baseada numa série de características arbitrariamente relacionadas como as linhas, formato e protuberâncias das mãos, não baseada nem corroborada por pesquisas científicas comprovatórias. A leitura das mãos tem de ser feita como um todo, por esta razão é necessária uma interpretação tendo em conta as relações entre as linhas e sinais.

Um erro comum é o de confundir quirologia com quiromancia. Este equívoco ainda hoje é tomado, infelizmente, por profissionais da própria área. O esclarecimento tem sido dado desde o início do século, mas até hoje poucos entenderam. Do grego quiro = mão e logia = estudo, ou seja, o estudo ou conhecimento adquirido através das mãos.Pouco tendo a ver com a popular Quiromancia - do grego quiro = mão e mancia = adivinhação, portanto, adivinhação através das mãos.Na quirologia a linha de pensamento é o estudo, e não a intuição.

A mão esquerda representaria o nosso potencial e a mão direita o rumo que a nossa vida está a seguir (nos canhotos os papéis das mãos invertem-se). As linhas e forma da mão podem alterar-se ao longo da nossa vida. A relação entre as linhas da nossa mão e o nosso destino não é unilateral. Pelas nossas acções e vontade podemos modificar as nossas linhas. Mas as nossas linhas influenciariam a nossa vida, acções e vontade.

Um bom exemplo disso será a nossa saúde. Potencialmente podemos possuir bastante vitalidade e saúde, mas pelas nossas más acções e maus hábitos podemos danificar essa mesma saúde. Alguém que em potencial possua problemas de saúde, pode modificar a sua sina através de hábitos mais correctos, hábitos conscientes para melhorar essa mesma saúde. Em última análise, podemos dizer que o nosso destino está nas nossas mãos. E estas antevêm o nosso destino com base nas nossas acções e potencial presente.

Esquerda ou direita?

A mão que é mais usada chama-se activa e indica o futuro. A outra mão é denominada por passiva e mostra o passado e tendências básicas. As pessoas destras tendem a ser mais lógicas, pois a mão direita está conectada com a região lógica, lado esquerdo do cérebro. Pessoas esquerdinas tendem a ser mais criativas, pois a mão esquerda está conectada com a região intuitiva, lado direito do cérebro.

Tipos de mãos

Mão Elementar

Apresenta dedos curtos e achatados e a palma tem um formato retangular. A pessoa com esse tipo de mão possui raciocínio aguçado, muita força de vontade e grande capacidade para liderar nas mais variadas situações. No amor, entrega-se totalmente, mas exige a mesma dedicação do parceiro: lealdade e fidelidade.

Mão Intuitiva

Formato delicado, dedos finos e longos e palma estreita. Indica uma pessoa tímida e bastante idealista, que sonha com uma vida melhor e pode, às vezes, distanciar-se da realidade. Por isso, precisa de alguém ao seu lado para orientá-la. No amor, a timidez atrapalha muito, mas é romântica e quando se apaixona sofre muito por não falar o que realmente sente.

Mão Filosófica

Dedos longos, de juntas marcantes e irregulares, palma retangular e de ossos grandes. Revela uma pessoa sábia e que se interessa em conhecer a fundo os mais variados assuntos. As questões do dia-a-dia não são bem vistas por essa pessoa, podendo até irritá-la. No amor, é exigente demais com a pessoa amada, por isso, quase sempre está só.

Mão Cónica

Levemente arredondada, de dedos finos de pontas arredondadas. Esta mão demonstra uma pessoa muito hábil para as artes em geral, sensível e comunicativa. Costuma ser organizada, eficiente e disciplinada, tendo facilidade de crescer profissionalmente. É romântica e gosta de ter liberdade no amor.

Mão Quadrada

Possui a palma e as pontas dos dedos retangulares. É o tipo mais fácil de ser identificado, indicando que a pessoa é um tanto teimosa e não aceita opiniões alheias ou novidades facilmente. É muito trabalhadora e realista, não medindo esforços para chegar onde quer. No amor, costuma ser leal, mas tem dificuldade para declarar o que sente.

As principais linhas

Linha da Vida

É a que contém informações fundamentais como doenças, transformações e acontecimentos marcantes. Ela nasce debaixo do dedo indicador, cerca a linha da cabeça e termina na parte inferior da palma. Representa a sua personalidade em geral, as possibilidades de vida o seu estado de saúde e as dificuldades e êxito à medida que caminha pelo labirinto da vida.

Linha da Cabeça

É a linha da inteligência, da memória e também revela saúde mental. É a mais importante linha da mão e mostra a personalidade. Seu comprimento indica a capacidade de raciocínio e memorização. Já a grossura é indício de criatividade e concentração.

Linha do Coração

Revela tudo sobre as emoções, sensibilidade, amor e saúde cardíaca. Refere-se a tudo que diz respeito aos sentimentos. Geralmente começa no segundo dedo e vai até a base do quarto ou quinto dedo.

Linha da Sorte ou do Destino

Não aparece em todas as mãos e precisa ser cuidadosamente comparada com a linha da vida porque indica o padrão de vida da pessoa. Pode nascer desde o monte de marte, no centro da base da mão, e dirigir-se até o monte de saturno. Ou pode nascer desde a linha da vida, abaixo do monte de Vênus.

Monte de Vênus

revela amor, instintos, lidade, sensualidade, fecundidade, generosidade.

Monte de Júpiter

religião, filosofia, ambição, liderança.

Monte de Saturno

indiferença, resignação, ceticismo.

Monte de Apolo

estrelismo, exibicionismo, sucesso, fantasia.

Monte de Mercúrio

finanças, viagens, heranças, agilidade mental.

Monte de Marte

agressão, coragem, fidelidade, força física.

Monte de Lua

imaginação, instabilidade, clarividência..

Dedo de Júpiter

dominação, liderança.

Dedo de Saturno

estabilidade, conservadorismo, ciúme.

Dedo de Apolo

gênio artístico, musical, teatral, carinho ,na dança estilo musical

Limite de Percussão

sinais relativos a casamento, filhos, divórcio ou vida amorosa

Quadrângulo do Coração e da Cabeça

equilíbrio, harmonia, paz.

O significado dos dedos

Dedo Mínimo

Relaciona-se à intuição e capacidade de comunicação. Se for longo: facilidade de aprender outras línguas e habilidade para comunicação. Se curto: falta de autoconfiança e problemas íntimos.

Dedo Anelar

Está ligado à criatividade. Se for longo: habilidade para artes. Se curto: pessoas desligadas totalmente das artes em geral.

Dedo Médio

Refere-se às responsabilidades. Se for longo: pessoa que se esforça para alcançar sua meta e gosta de enfrentar desafios sozinha. Se curto: não aceita opiniões, regras e preferem viver de um modo diferente do comum. Também tem relação com a sexualidade

Dedo Indicador

Relaciona-se ao modo de encarar a vida e as pessoas. Se for longo: pessoa ambiciosa. Se curto: possui personalidade.

Dedo Polegar

Se for flexível (dobra-se com facilidade): pessoa generosa. Se muito rígido: pessoa teimosa.

Interpretando alguns detalhes nas linhas/montes

Pontos

Obstáculos.

Quadrados

Fortalecem a qualidade de qualquer área, protegendo e estabilizando.

Triângulos

Sorte e harmonia.

Estrelas

Forças acentuadas e boa sorte.

Linhas

Problemas temporários na vida do consulente.

Forquilha

Se estiverem para cima - influências benéficas como felicidade, sucesso, boas energias. Se estiverem para baixo - perda de energia.

Círculo

Energia que circula livre pelas linhas, força positiva para o campo emocional ou físico, talentos e habilidades.

Quiromancia é o ato de ler as mãos.

A quiromancia (do grego cheiro, "mão", e mancia, " profecia") é um método complexo de adivinhação e de interpretação de sinais baseados nas linhas da palma da mão e no seu formato, tamanho e textura.

Existe a crença que acredita que, através da quiromancia, ou seja, pela leitura das mãos, é possível descobrir o passado e o futuro, as tendências e as potencialidades do indivíduo, além de prever problemas de vários gêneros, tendo assim o reconhecimento para poder mudar e evitar tais problemas. As linhas da mão mudam, portanto, quem determina as mudanças na própria vida é o próprio indivíduo.

Esse sistema de arte divinatória deve ter tido origem na Índia há pelo menos cinco mil anos. Era praticado na China, no Tibete, na Pérsia, na Mesopotâmia e no Egito. As lendas nos contam que o filósofo grego Aristóteles, que dizia que a mão é o "principal órgão" do corpo, ensinou quiromancia a seu mais famoso pupilo, Alexandre, o Grande. Dizem que também Júlio César acreditava ter tanta habilidade para decifrar palmas da mão que julgava seus homens pela aparência de suas mãos.

Princípios básicos da leitura de mão

De maneira geral:

quanto mais definida, equilibrada, sem correntes e sem ramos as linha tiverem, melhores serão os aspectos associados a elas.
se não aparece um aspecto positivo, não significa que a pessoa tenha o lado negativo do aspecto, por exemplo, se não há indicação que a pessoa seja bondosa não significa que ela é uma pessoa má; ou não ser inteligente não é exatamente igual a ser ignorante.
é melhor não ter uma linha do que ter uma linha ruim.
linhas perfeitamente duplas são as melhores.
As principais linhas da mão são:

1. A LINHA DA VIDA:

A crença popular diz que essa linha indica quanto tempo uma pessoa vai viver.
No entanto, ela dá uma ideia geral da qualidade de vida e da vitalidade dessa pessoa. Uma curva acentuada para baixo, mesmo numa linha curta, indica força física. Já uma linha relativamente reta sugere pouca resistência. Situa-se perto do polegar, perto da linha da cabeça.

2.LINHA DA CABEÇA:

Mostra a capacidade intelectual da pessoa.
Ela revela a criatividade latente, o poder de concentração e a capacidade de resolver problemas. Quanto maior a linha, maior a capacidade de concentração. Situa-se no meio da palma da mão, quase reta.

3.A LINHA DO DESTINO:

Tem relação com a postura no trabalho e como o futuro influencia a pessoa.
Se inexistente ou curta, a pessoa gosta de valorizar o presente e aproveitar o dia. Se vai da parte de baixo da palma até o dedo médio, indica que se trata de alguém que valoriza seu trabalho e que gosta de planejamentos a longo prazo.

Outras linhas:
Saúde
Anél de Vênus
Linhas de Marte
Filhos

Outros elementos:
Cruzes
Triângulos
Quadrados
Estrelas (asteriscos)
Grades

Montes:
Mercúrio
Apolo
Saturno
Júpiter
Martes
Lua
Vênus

Esquerda ou direita?

A mão que você mais usa é chamada de principal ou superior. Ela indica os eventos futuros bem como o seu exterior. A outra mão é denominada secundária ou inferior. Ela mostra seu potencial bem como o seu interior. Pessoas destras tendem a ser mais lógicas, pois a mão direita está conectada com a região lógica, lado esquerdo do cérebro. Pessoas canhotas tendem a ser mais criativas, pois a mão esquerda está conectada com a região intuitiva, lado direito do cérebro.

Ciência e críticos

Houve pouca aceitação de pesquisas amplas para a verificação da exatidão da quiromancia como um sistema de análise. Muita análise foi empreendida pelos próprios leitores. Nenhuma informação conclusiva foi usada para suportar as alegações realizadas por leitores, e na verdade, há tanta evidências inválidas contra validação científica da quiromancia como, da mesma forma, que há a favor.

Misterios Mayores y Misterios Menores Por Rene Guenon


En lo que precede, hemos hecho alusión en diversas ocasiones a la distinción de los "misterios mayores" y de los "misterios menores", designaciones tomadas a la antigüedad griega, pero que, en realidad, son susceptibles de una aplicación completamente general; ahora nos es menester insistir un poco más en ella, a fin de precisar bien cómo debe entenderse esta distinción. Lo que es menester comprender bien ante todo, es que en eso no hay géneros de iniciación diferentes, sino etapas o grados de una misma iniciación, si se considera ésta como debiendo constituir un conjunto completo y proseguirse hasta su término último; así pues, en principio, los "misterios menores" no son más que una preparación a los "misterios mayores", puesto que su término mismo no es todavía más que una etapa de la vía iniciática. Decimos en principio, ya que es muy evidente que, de hecho, cada ser no puede ir más que hasta el punto donde se detienen sus posibilidades propias; por consiguiente, algunos podrán no estar cualificados más que para los "misterios menores", o incluso para una porción más o menos restringida de éstos; pero eso sólo quiere decir que no son capaces de seguir la vía iniciática hasta el final, y no que siguen otra vía diferente de la de aquellos que pueden ir más lejos que ellos.

Los "misterios menores" comprenden todo lo que se refiere al desarrollo de las posibilidades del estado humano considerado en su integridad; por consiguiente, terminan en lo que hemos llamado la perfección de este estado, es decir, en lo que se designa tradicionalmente como las restauración del "estado primordial". Los "misterios mayores" conciernen propiamente a la realización de los estados supra humanos: tomando al ser en el punto donde le han dejado los "misterios menores", y que es el centro del dominio de la individualidad humana, le conducen más allá de este dominio, y a través de los estados supraindividuales, pero todavía condicionados, hasta el estado incondicionado, que es el único que es la verdadera meta, y que se designa como la "Liberación final" o como la "Identidad Suprema". Para caracterizar respectivamente estas dos fases, aplicando el simbolismo geométrico , se puede hablar de "realización horizontal" y de "realización vertical", donde la primera debe servir de base a la segunda; esta base se representa simbólicamente por la tierra, que corresponde al dominio humano, y la realización supra humana se describe entonces como una ascensión a través de los cielos, que corresponden a los estados superiores del ser . Por lo demás, es fácil comprender por qué la segunda presupone necesariamente la primera: el punto central del estado humano es el único donde es posible la comunicación directa con los estados superiores, puesto que ésta se efectúa según el eje vertical que encuentra en este punto al dominio humano; así pues, es menester haber llegado primeramente a este centro para poder después elevarse, según la dirección del eje, a los estados supraindividuales; y es por eso por lo que, para emplear el lenguaje de Dante, el "Paraíso terrestre" no es más que una etapa en la vía que conduce al "Paraíso celeste" .

Hemos citado y explicado en otra parte un texto en el que Dante pone el "Paraíso celeste" y el "Paraíso terrestre" respectivamente en relación con lo que deben ser, desde el punto de vista tradicional, el papel de la autoridad espiritual y el del poder temporal, es decir, en otros términos, con la función sacerdotal y la función real ; aquí nos contentaremos con recordar brevemente las importantes consecuencias que se desprenden de esta correspondencia desde el punto de vista que nos ocupa al presente. En efecto, de ello resulta que los "misterios mayores" están en relación directa con la "iniciación sacerdotal", y los "misterios menores" con la "iniciación real" ; si empleamos ahora los términos tomados a la organización hindú de las castas, podemos decir pues que, normalmente, los primeros pueden ser considerados como el dominio propio de los brahmanes y los segundos como el de los kshatriyas . Se puede decir también que el primero de estos dos dominios es de orden "sobrenatural" o "metafísico", mientras que el segundo es sólo de orden "natural" o "físico", lo que corresponde efectivamente a las atribuciones respectivas de la autoridad espiritual y del poder temporal; y, por otra parte, esto permite caracterizar también claramente el orden de conocimiento al que se refieren los "misterios mayores" y los "misterios menores" y que ponen en obra para la parte de la realización iniciática que les concierne: los "misterios menores" implican esencialmente el conocimiento de la naturaleza (considerada, eso no hay que decirlo, desde el punto de vista tradicional y no desde el punto de vista profano que es el de las ciencias modernas), y los "misterios mayores", el conocimiento de lo que está más allá de la naturaleza. Así pues, el conocimiento metafísico puro depende propiamente de los "misterios mayores", y el conocimiento de las ciencias tradicionales de los "misterios menores"; por lo demás, como el primero es el principio del que derivan necesariamente todas las ciencias tradicionales, de ello resulta también que los "misterios menores" dependen esencialmente de los "misterios mayores" y que tienen su principio en ellos, del mismo modo que el poder temporal, para ser legítimo, depende de la autoridad espiritual y tiene su principio en ella.

Acabamos de hablar sólo de los brahmanes y de los kshatriyas, pero es menester no olvidar que los vaishyas pueden estar cualificados también para la iniciación; de hecho, encontramos por todas partes, como estándoles destinadas especialmente, las formas iniciáticas basadas en el ejercicio de los oficios, sobre las cuales no tenemos la intención de volver de nuevo largamente, puesto que ya nos hemos explicado suficientemente en otra parte sobre su principio y su razón de ser , y puesto que, por lo demás, hemos debido volver a hablar aquí de ellas en diversas ocasiones, dado que es precisamente a tales formas a las que se vincula todo lo que subsiste de organizaciones iniciáticas en occidente. Para los vaishyas, con mayor razón todavía que para los kshatriyas, el dominio iniciático que les conviene propiamente es el de los "misterios menores"; por lo demás, esta comunidad de dominio, si se puede decir, ha conducido frecuentemente a contactos entre las formas de iniciación destinadas a los unos y a los otros , y, por consiguiente, a relaciones bastante estrechas entre las organizaciones por las que estas formas son practicadas respectivamente . Es evidente que, más allá del estado humano, las diferencias individuales sobre las que se apoyan esencialmente las iniciaciones de oficio, desaparecen enteramente y ya no podrían desempeñar ningún papel; desde que el ser ha llegado al "estado primordial", las diferencias que dan nacimiento a las diversas funciones "especializadas" ya no existen, aunque todas estas funciones tengan igualmente su fuente en él, o más bien por eso mismo; y, efectivamente, es a esta fuente común a donde se trata de remontar, al ir hasta el término de los "misterios menores", para poseer en su plenitud todo lo que está implicado por el ejercicio de una función cualquiera.

Si consideramos la historia de la humanidad tal como la enseñan las doctrinas tradicionales, en conformidad con las leyes cíclicas, debemos decir que en el origen, el hombre, al tener la plena posesión de su estado de existencia, tenía naturalmente por eso mismo las posibilidades correspondientes a todas las funciones, anteriormente a toda distinción de éstas. La división de estas funciones se produjo en un estado ulterior, que representa ya un estado inferior al "estado primordial", pero en el que cada ser humano, aunque ya no tenía más que algunas posibilidades determinadas, tenía todavía espontáneamente la consciencia efectiva de estas posibilidades. Es sólo en un periodo de mayor oscurecimiento cuando esta consciencia vino a perderse; y, desde entonces, la iniciación devino necesaria para permitir al hombre recobrar, con esta consciencia, el estado anterior al que ella es inherente; tal es en efecto el primero de sus fines, el que se propone más inmediatamente. Eso, para ser posible, implica una transmisión que se remonta, por una "cadena" ininterrumpida, hasta el estado que se trata de restaurar, y así, seguidamente, hasta el "estado primordial" mismo; y todavía, puesto que la iniciación no se detiene ahí, y puesto que los "misterios menores" no son más que la preparación a los "misterios mayores", es decir, a la toma de posesión de los estados superiores del ser, es menester en definitiva remontar más allá incluso de los orígenes de la humanidad; es por eso por lo que la cuestión de un origen "histórico" de la iniciación aparece como enteramente desprovista de sentido. Por lo demás, ocurre lo mismo en lo que concierne al origen de los oficios, de las artes y de las ciencias, considerados en su acepción tradicional y legítima, ya que todos, a través de las diferenciaciones y de las adaptaciones múltiples, pero secundarias, derivan igualmente del "estado primordial", que los contiene a todos en principio, y, por ahí, se ligan a los demás órdenes de existencia, más allá de la humanidad misma, lo que, por lo demás, es necesario para que, cada uno en su rango y según su medida, puedan concurrir efectivamente a la realización del "plan del Gran Arquitecto del Universo".

Debemos agregar todavía que, puesto que los "misterios mayores" tienen como dominio el conocimiento metafísico puro, que es esencialmente uno e inmutable en razón misma de su carácter principal, es solo en el dominio de los "misterios menores" donde pueden producirse desviaciones; y esto podría explicar muchos de los hechos concernientes a algunas organizaciones iniciáticas incompletas. De una manera general, estas desviaciones suponen que el lazo normal con los "misterios mayores" ha sido roto, de suerte que los "misterios menores" han llegado a ser tomados por un fin en sí mismos; y, en estas condiciones, ya no pueden llegar siquiera realmente a su término, sino que se dispersan en cierto modo en un desarrollo de posibilidades más o menos secundarias, desarrollo que, al no estar ordenado ya en vista de un fin superior, corre el riesgo desde entonces de tomar un carácter "inarmónico" que constituye precisamente la desviación. Por otro lado, es también en este mismo dominio de los "misterios menores", y ahí únicamente, donde la contra iniciación es susceptible de oponerse a la iniciación verdadera y de entrar en lucha con ella ; el dominio de los "misterios mayores", que se refiere a los estados supra humanos y al orden puramente espiritual, está, por su naturaleza misma, más allá de una tal oposición, y, por consiguiente, enteramente cerrado a todo lo que no es la verdadera iniciación según la ortodoxia tradicional. De todo eso resulta que la posibilidad de extravío subsiste en tanto que el ser no está reintegrado todavía al "estado primordial", pero que cesa de existir desde que ha alcanzado el centro de la individualidad humana; y es por eso por lo que se puede decir que aquel que ha llegado a este punto, es decir, a la terminación de los "misterios menores", está ya virtualmente "liberado" , aunque no pueda estarlo efectivamente más que cuando haya recorrido la vía de los "misterios mayores" y realizado finalmente la "Identidad Suprema".

MERLÍN: El Poder Sacerdotal



Hijo de un íncubo y de una virgen, Merlín, el célebre druida de la corte del rey Arturo, asume también un relevante papel en el misterio Griálico. Es él quien invoca a la Dama del Lago para que le otorgue Excalibur. El Mago es el símbolo del poder teúrgico, de invocación y de dominio de las fuerzas y elementos de la Naturaleza, de conjurar los espíritus y de alterar la trama ilusoria de Maya. Mundo a través del cual se ve obligado a actuar el Hombre hasta reencontrar la vía directa de acceso a la divinidad sin el intermedio de la Naturaleza. Es entonces cuando el Grial comienza a asumir su verdadero valor, ya que a través de Cristo como mediador y de la Eucaristía, los portales hasta ahora cerrados de acceso a la divinidad quedan abiertos para el Hombre. Merlín ayuda a Arturo a edificar Camelot, ciudadela utópica erigida con plata y oro -símbolos lunar y solar- en la que el mal, la dualidad, la ignorancia de la luz, todavía no habían sido erradicados.
Seducido por los encantos de Morgana, hermanastra de Arturo -es decir, una polaridad del Rey-, Merlín es confinado en un abismo de cristal en algún lugar del bosque de Broceliande, en Bretaña. Desprovisto del poder sacerdotal de Merlín, Arturo toma consciencia de la importancia del Grial para ocupar el Vacío y restituirá a la Tabla Redonda su valor Místico. Al igual que la Humanidad, que vanamente busca la felicidad en el mundo ilusorio de Maya, Arturo toma consciencia de ese Vacío que ha de ser ocupado por la posesión de una verdad iluminadora y eterna. La caballería terrestre abandona entonces el estado de quietud para aventurarse en la más sagrada de las gestas, en la que muy pocos lograrán sobrevivir, la herranza mística en la que los hombres todavía estamos comprometidos. Arturo ordena partir a sus caballeros a los cuatro vientos y prestar única- mente atención a la Providencia que, a través de señales, portentos y prodigios, muestra al buscador el sendero que ha de conducirle a Aquello que está Perdido...

EL GRIAL EN ORIENTE

Tan antiguo como el propio mundo, revestido de tradiciones, de épocas y de culturas, el Santo Grial es un punto de unión entre Oriente y Occidente.
El Buda Sakyamuni conservó durante toda su vida una sola posesión terrestre, su cuenco de limosnas -patra o kelasa-, recipiente sobre el cual el Budismo fue simbólicamente edificado, cuando rodeado de sus discípulos, el Majestuoso plegó en cuatro partes su túnica y puso su cuenco vacío sobre ella, construyendo así el primer stupa, el templo espiritual que simboliza la elevación del Hombre desde la materia hacia el espíritu. Y también sobre el misterioso vacío del Cáliz de Buda se vertía el elixir de la inmortalidad, el Samudra, dispersar de las tinieblas y gran iluminador. Según la leyenda, que deberíamos interpretar de forma simbólica y profética, este Cáliz se perdió tras la muerte del Buda y será reencontrado cuando se acerque el Tiempo de Shambalah.
En el Mahabaratha, crónica de la gran guerra, Indra robó el Cáliz del Rey de los Nagas y lo llevó a los Cielos. Este Cáliz de inmortalidad contenía la Amrita, brebaje mistérico, fuego iluminador que atraviesa las tinieblas, que de la ignorancia conduce a la sabiduría y de la muerte a la inmortalidad. Soma místico cantado así por el Rig Veda:

"He probado, en consciencia, el sublime elixir.
El complaciente, el gran liberador,
aquel que todos, dioses y mortales, buscan llamándole la Miel...
Hemos bebido el Soma, nos hemos hecho inmortales..."

Podríamos igualmente viajar al mundo islámico para meditar, en Medina, sobre la Piedra Kaaba, Piedra blanca que en el curso de los tiempos devino negra tras asumir los pecados del mundo. Pierre Ponsoye, en su obra sobre el Islam y el Grial, nos habla de esta piedra asimi- lándola al Santo Grial del cristianismo: La Piedra fue traída a la Tierra por los ángeles y más tarde llevada a las Indias, donde estaba situado el Paraíso Terrestre. Ella es el principio Eucarístico del cual se alimentan exclusivamente los elegidos. Cura las enfermedades, conserva la juventud, preserva de la muerte. Atrae a los hombres en gran número, pero nadie la descubre, sino aquellos que son predestinados.
¿Cómo no relacionar la leyenda Griálica del Rey Pescador o del Rey Herido, curado con la lanza de Longinos por el propio Perceval, y el mítico rey de las indias, el Preste Juan? Monarca misterioso que habitaría en algún lugar secreto de Oriente y que sería, al parecer, el legítimo poseedor del Grial. En el Reino del Preste Juan habitarían seres maravillosos, unicornios y aves fénix y existirían grandes tesoros, ríos de oro y de plata, y tal como relata una carta manuscrita de este regente de Oriente enviada al Papa Alejandro III en el año 1165...: En nuestra tierra hay también abundancia de vino y todo lo que es bueno para el hombre, y aquel que lo bebe pierde todo deseo por las cosas de este mundo... Más adelante nos revela la naturaleza sobrenatural de este vino espiritual: Existe aún otra cosa maravillosa en nuestro palacio, pues en él no se sirven alimentos, sino en una bandeja que cuelga de una columna de manera que cuando estamos a la mesa y deseamos comer, el alimento aparece ante nosotros por la gracia del Santo Espíritu... En aquel paraje maravilloso también se hallaría la fuente de la Inmortalidad, donde el mismo Preste Juan afirmaba haberse bañado varias veces y recuperado la juventud.
Esta Piedra de poderes sobrenaturales también poseía la facultad de absorber el mal de la tierra y emitir a cambio poderosas vibraciones de luz y de amor, desde el Centro Supremo por siempre en Oriente. Aanna Katherina Enmerch nos dice en sus Visiones: Fue también a Egipto y Moisés lo tuvo en su poder. Estaba hecho de un modo singular, muy compacto y no parecía trabajado como los metales. Semejaba el producto de un vegetal. Sólo Jesús sabía lo que era?

CALIZ Y GRIAL

El Santo Cáliz ha sido relacionado muy a menudo con María, la Madre Cósmica, o la divina Shakty. Isis para los egipcios, Devaki en la India, Dolma o Tara para los tibetanos, María, la Madre de Cristo, ha estado siempre estrechamente ligada con el misterio del Cáliz. El propio Tomás hace alusión a la Piedra como el Alma de María. Hay un gran enigma en ello. María como recipiente Cósmico que recibe en su seno la Luz de Cristo, el Grial. Por esta razón María, la Madre Materia, es llamada por los cristianos, en la letanía de Loreto, Vaso Espiritual, Vaso Honorífico, o Vaso Insigne de Devoción, considerando su Sagrado Vientre como el lugar -seno- donde se manifiesta la divinidad, convir- tiéndose ella misma en el jardín del Grial o la Fortaleza Venturosa. Nuestra reflexión nos lleva entonces a las misteriosas palabras del Génesis: ... Pero la Tierra era informe y vacía y las tinieblas cubrían la superficie del caos.
Quizá el más lamentable error cometido por estudiosos e historiadores en su búsqueda de la revelación del enigma griálico ha sido confundir el Cáliz, vehículo, continente, seno, matriz, con el Grial, Luz, Gracia, Amor Puro, contenido espiritual de la Divinidad. El Génesis nos dice de nuevo:

... y el espíritu de dios (Elohim) se cernía sobre las aguas.
Y Dios dijo:
¡Que la Luz sea! Y la Luz fue...

Nuestra meditación sobre estos sagrados versículos podría llevarnos muy lejos en la comprensión espiritual del Drama Cósmico que es representado por el mito del Grial. Ese Vacío - obsesión del misticismo oriental- sobre el cual se cernía el espíritu de Dios -que no Dios mismo- representaría el Cáliz, la Madre Divina siempre virgen, la Materia Prima de los alquimistas, la Natura Naturans del Hermetismo. Pero la fuerza universal, el poder creativo del Verbo Divino -la misteriosa Palabra Perdida- descendería vertiginosamente sobre el caos de los orígenes. Es a esa poderosa Presencia a la que deberíamos llamar Grial.
La Santa Virgen es también asimilada a la Shekinah hebraica, receptáculo de la divinidad en el Tabernáculo del Templo o en el propio corazón del Hombre. Símbolo lunar, en el sentido sagrado del término, es a menudo representado en forma de espejo ojival (vesica piscis), tras las imágenes de María en la gran metrópoli gótica.
Es así descrito por Frantz Hartmann: "Sea cual fuere la fuente a la cual nos referimos, encontramos siempre la misma respuesta. A saber, que esa Divina Luz del Logos es el fundamento de toda existencia... es a la vez la cosa más evidente sobre la Tierra y el más grande de todos los misterios. Es la Shenah de los judíos, la Sophia de los gnósticos, el Fohat de los budistas, la Madre de Cristo de los cristianos, la Isis de los egipcios, la Luz Espiritual de los parsis... y el único Objeto posible y razonable de culto para cualquiera que aspire a la vida eterna".

Invocações e Evocações: Vozes Entre os Véus

Desde as eras mais remotas da humanidade, o ser humano buscou estabelecer contato com o invisível. As fogueiras dos xamãs, os altares dos ma...