EL CALIZ DEL EXTASIS
UNA INTERPRETACION MAGICA Y CABALISTICA
DEL DRAMA DE PARZIVAL.
por UN COMPAÑERO DEL SAGRADO GRIAL, A VECES LLAMADO
FRATER ACHAD
Dedicado a mi Querido Amigo y Compañero FRATER AD ALTA que desapareció
del GRAN AQUI Y AHORA el 29 de Noviembre
de 1918, exactamente cuatro años antes de la terminación de este ensayo.
INTRODUCCION
La tradición colectiva del género humano está dotada de una relativa infalibilidad, y cuando está interpretada correctamente, debe representar la gran verdad, la más perfecta belleza y la más pura bondad conocida en la tierra. Esta verdad y bondad y belleza transcendentales representan el sustrato divino de la naturaleza humana, la humanidad ideal que yace con anterioridad y por detrás de las aberraciones de los individuos, razas y tiempos. No está expuesta, como lo está últimamente, al Tiempo y las Circunstancias o a las limitaciones desde las cuales las apariencias del error, la maldad y la deformidad parecen brotar.
La Leyenda de Parzival no está sujeta al Tiempo o a las
Circunstancias. Representa un vislumbre a la Realidad Eterna, el Siempre
Presente Aquí y Ahora. Las circunstancias de su representación y el lugar en
donde el festival es contemplado, no necesita ser buscado fuera del Corazón
Humano que ha aprendido a latir con el tiempo y a sintonizarse con el Alma del
Mundo. Todos aquellos que han nacido de la "Aflicción del Corazón" deben, eventualmente, encontrar su
camino hacia el espacio donde "Apenas
se mueven, y, sin embargo, parecen correr con rapidez" y habiéndose
vuelto uno con "El Camino, La Verdad y la Vida" descubrirán que las
cambiantes escenas del mundo que han pensado que eran tan reales, pasarán ante
ellos como un desfile hasta que la Visión del Propio Grial se presente a su Entendimiento
puro.
Es, en la esperanza de despertar alguna chispa del fuego que arde sin llama de esta consciencia interna en los corazones de aquellos que puedan leer estas líneas ‑no habiendo comprendido previamente la Leyenda‑ y desde esa chispa se encienda un gran fuego que queme los velos que ocultan al hombre del Sí Mismo ‑de Dios‑ por lo que he osado añadir estos fragmentos a la gran cantidad de Literatura dada ya al mundo sobre el Grial.
Y para aquellos que estén dormitando con satisfacción, envueltos en el engaño y los sueños de esta predilección ilusoria, lloro con Gurnemanz:
¡Eh!
¡Guardabosques!
¡Guardabosques dormilones!
¡A ver si al menos sabéis
velar a la aurora!
¿No oís la llamada?
¡Dad gracias al Señor que
os permite oírla!