sábado, 7 de outubro de 2023

Lección II Ley Absoluta

 

El Papiro Arcano contiene los siguientes Aforismos relacionados a este Supremo Poder, que en la Enseñanza Arcana se conoce como “La Ley”.
Aforismo i. “La Ley ES”.
Aforismo ii. “Más allá de La Ley No hay. Más alto que La Ley No hay. Más antiguo que La Ley No hay.”
Aforismo iii. “La Ley es lo Absoluto. Existe más allá del Tiempo, y Espacio, y Cambio; trascendiendo los Tres Principios y las Siete Leyes; siempre ha sido, siempre es, y siempre será. Siempre Única; Incondicionada; inmutable; Auto-Existente; Auto-Suficiente; Independiente; Abstracta; mora Incognoscible, Impensable, Inefable”.
Aforismo iv. “La Ley es la Eficiente Razón de Toda-Cosa; y es el Supremo Poder y Causador”. Una consideración de los anteriores cuatro Aforismos lanzará luz en los significados íntimos contenidos en ellos. Considerémoslos ahora en detalle:
Aforismo i. “La Ley Es”. En este Aforismo la palabra “ES” denota “presente, existencia actual”. Es un término tan fuerte denotando existencia actual como provee el idioma Inglés (y el español). Pero, en la antigua terminología Arcana su equivalente Griego fue usado en un sentido aun más fuerte de lo que indica el uso ordinario de la palabra “es”. En el idioma Inglés, la palabra “es” se usa como la tercera persona singular del verbo “Ser”, en el modo indicativo, tiempo presente (igualmente en el idioma español). Pero las palabras “es” y “ser” tienen dos significados originales enteramente diferentes, particularmente cuando se consideran desde el punto de vista de las antiguas escuelas Arcanas. Para explicar más: La palabra “Ser” es derivada de la palabra Griega “phuo”, que significa: “crear, producir, haber nacido”, etc., queriendo decir el significado original comenzando en el tiempo; existencia de una causa precedente, relatividad, etc. Y, en consecuencia, los antiguos filósofos Griegos, especialmente aquellos de las escuelas Arcanas, usaron el término “ser (verbo)” y “ser (sustantivo)” para denotar la existencia relativa del universo fenomenal o manifestado, y no en el sentido de existencia absoluta. 
La palabra “es”, por el contrario, es deseada de la palabra, “esti”, que a su vez se derivó de la palabra Sánscrita “asti”, ambas de las cuales denotan “existencia”, en su sentido absoluto, sin referencia a nacimiento, producción, o creación. En su Arcano y verdadero significado la palabra “es” es análogo a “soy”, que tiene su origen en el Sánscrito “asmi”, que significa existencia absoluta, cuyo significado fue también impartido a palabras análogas en Hebreo, Egipcio y otras lenguas Orientales. La palabra “Es” tiene el significado de la palabra “Soy” en el siguiente enunciado del Éxodo, iii. 14, en los Libros Sagrados Hebreos: “Y Dios dijo a Moisés, ´YO SOY Aquel que SOY´; y él dijo, Y así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros”. Este entonces es el sentido en el que el Aforismo Arcano emplea el término “ES”-en el sentido de Existencia Absoluta. Hemos tomado lo latoso de explicarles esto en detalle, no con el propósito de sutileza verbal, sino para sacar el verdadero significado oculto del término. Esto, particularmente, porque usaremos el término “Ser” (sustantivo) en su sentido relativo en conexión con el Cosmos, en adelante. Recuerde que no hay “ES-encia” que no sea la de La Ley-toda otra “esencia” no es sino “Ser” (sustantivo) que es relativo, creado, y fenomenal. En el sentido verdadero, no hay otro ES que la existencia de La Ley. Por esta razón siempre imprimiremos la palabra en letras mayúsculas cuando la usemos en su significado Arcano.
Aforismo ii. “Más allá de La Ley No hay. Más alto que La Ley No hay. Más antiguo que La Ley No hay”. En estas tres sentencias se enseña la Absoluta Omnipresencia; la Absoluta Supremacía; la Eternidad; y la Auto-Existencia de La Ley. No hay nada más allá de Ella, porque no hay más allá; no hay nada más antiguo que Ella, porque es eterna y autoexistente, no ha habido nada precedente a Ella que la haya causado o creado. Aquí debemos pedirle que considere el hecho de que el Aforismo usa el término “No”. En lugar de “Nada”, por la razón de que el significado Arcano de los dos términos es diferente. En el sentido Arcano, la palabra “No” significa negación absoluta-esto es que denota la ausencia de “es-encia”, o “soy-edad”, y también la ausencia de aun el relativo “ser” sustantivo. “No”, significa absoluta no-edad-una condición de no-existencia pasada, presente, o futura; absoluta o relativa. Es una negación positiva de cualquier existencia cualquiera que fuera, de cualquier clase, carácter, o grado, pasada, presente, o futura. 
Más allá de esto el lenguaje no puede ir. Pero las palabras: “Nada”, y “La Nada”, aunque generalmente se usa como significando “no-edad”, en el sentido mencionado, tienen un sentido y significado Arcano enteramente diferente. En los Aforismos, y en toda la Enseñanza Arcana estas palabras son usadas en un sentido relativo, empleándose un N mayúscula para denotar dicho uso de la palabra. Consideraremos esta “La Nada” un poco más tarde.
Aforismo iii. La primera sentencia es: “La Le yes Absoluta”. En esta sentencia se expresa la más alta verdad capaz de ser expresada en palabras. Examinemos el término y veamos lo que realmente significa. “Absoluto” significa, en su original y esencial sentido: 
“Suelto; Libre; Destrabado; Sin Ataduras; Irrestricto”. Hay un número de significados derivados, pero la anterior definición da el significado esencial del término-y ese significado puede ser reducido a una palabra: “LIBRE”. En otras palabras, Absolutez significa Libertad Perfecta-Soberanía-Supremacía. No puede haber algo mayor que Absolutez. No puede haber nada sobre Absolutez. No puede haber Poder más allá de Absolutez. La “Ley” de una cosa, o cosas, es el soberano poder que ejerce un control sobre ello. Y una Ley Absoluta es el supremo, el más alto e incondicional Poder sobre las cosas. 
Por lo tanto es el Absoluto llamado Ley-por lo tanto es La Ley llamada Absoluta. El término Ley Absoluta es el más alto y más positivo en el lenguaje, que exprese Poder y Control. No puede haber nada que pueda oponerse a tal Poder, o actuar contrario a Él, o prevalecer sobre Él, o “romperlo” a Él. Es Poder Absolutamente Supremo.
La Ley Absoluta debe no solamente ser Auto-Gobernada e Incontrolada, sino debe también ser Auto-Existente e Incausal, porque si hubiera cualquier otra cosa que la haya creado, o que la haya hecho existir, entonces ese “otro” sería el Absoluto. El verdadero significado del término descarta cualquier Causa externa que le afecte-Ella es Incausal; y Ella existe de, y debido a, Ella Misma. Hablar de otra cosa haciendo, gobernando, o atando al Absoluto, es pronunciar palabras que no tienen sentido. Y aun si postulamos un Ser Supremo, gobernado por las “leyes de Su propia naturaleza interna”, entonces estas “leyes internas”, en lugar del Ser Supremo son lo Absoluto. Así, vemos que al fin la Ley y lo Absoluto deben ser lo único y lo mismo. El Aforismo continúa: Existe más allá de, Tiempo,y Espacio y Cambio trascendiendo los Tres Principios y las Siete Leyes; Ella siempre ha sido, siempre es, y siempre será. Las palabras: “Es, ha, siempre sido, y siempre será”, denota la Eternidad de La Ley, porque un Auto-Existente, Incausal, Absoluto, debe ser Eterno-porque nada podría haberlo causado, ni podría nada nunca terminarlo. “Más allá de Tiempo y Espacio” expresa Su Omnipresencia y Eternidad-Tiempo y Espacio pertenecen a La Infinita Nada, la que está sujeta a la Ley Absoluta. “Trascendiendo los Tres Principios y las Siete Leyes”-mediante esto se dice los Tres Principios del Cosmos, y las Siete Leyes por las que La Ley se manifiesta Ella Misma a través del Cosmos, cuando la emerge en Manifestación de la Inmanifiesta, Infinidad de La Nada. “Trascendiendo”, significa, por supuesto: “sobrepasar, sobreponer, estar por encima”, “estar más allá”, etc. Como los Tres Principios son aspectos del Cosmos; y las Siete Leyes son causadas por La Ley Absoluta, se entiende que la última es superior y está sobre ellos. “Siempre Única; Incondicionada, Inmutable; Auto-Existente; Auto-Suficiente; Independiente; y Abstracta”-consideremos el significado de cada una de las palabras que componen esta extraordinaria sentencia:
Siempre: “Para siempre; por siempre; continuamente; sin cesación”. 
Único: “Sin parecido o igual; inigualable; incomparable; solo”.
Incondicionado: “No sujeto a condiciones o limitaciones; por tanto, inconcebible; incognoscible”.
Inmutable: “Inalterable; invariable; sin cambios”.
Auto-Existente: Libre de Causa; existencia independiente de nada más”.
Auto-Suficiente: “Suficiente por sí mismo, sin ayuda o cooperación”.
Independiente: “No dependiente; no sujeto a control; no dependiendo de nada; no subordinado o coordinado”.
Abstracto: “Aparte de nada más; separado de nada más; existiendo aparte y Sí mismo”; etc.
Las anteriores definiciones no necesitan más explicación o comentario-ellas dicen su propio cuento, y expresan el significado del Aforismo claramente, cuando así se definen. El Aforismo cierra con las siguientes palabras: “Ella mora Incognoscible; Impensable; Inefable”. Estas tres palabras tienen el siguiente significado:
Incognoscible: “Aquello que no puede ser conocido; por ser demasiado difícil o sutil para el intelecto humano”; etc. Impensable: “Aquello que no puede ser hecho un objeto de pensamiento; incapaz de ser pensado; incógnito; que elude el entendimiento”; etc. Inefable: “Incapaz de ser expresado en palabras; inexpresable; indescriptible”; etc.
La idea combinada de estos tres términos es bien expresada por Herbert Spencer en su famosa sentencia: “Buscando continuamente conocer, y recordando continuamente con una profunda convicción de la imposibilidad de conocer, podemos mantener viva la consciencia de que es parecida a nuestra más alta sabiduría y nuestro más alto deber el considerar eso a través de lo cual todas las cosas existen como “Lo Incognoscible”. O, como Edwin Arnold en su “Luz de Asia” vocea el comienzo de las enseñanzas del Buda: 

“Om, Amitaya! No midas con palabras 
Lo Inmensurable: ni hundas la cuerda del pensamiento 
Dentro de lo Insondable, quien pregunte erra, 
Quien responda, erra. Di nada!
¿Vería algún observador con mortales ojos;
O algún investigador conocería con mortal mente? 
Velo tras velo se levantará-pero debe haber 
Velo sobre velo detrás”.

Pero, podría preguntarse: ¿Si La Ley es Incognoscible, Impensable, e Inefable, entonces por qué intentan informarnos sobre Ella; por qué intentan enseñarnos sobre Ella? La respuesta, Oh Neófito, es esta: No buscamos explicarte la inexplicable Ley-no nos esforzamos para describirte su naturaleza, porque eso sería imposible, no habiendo palabras para expresarla, y no mentes capaces de entenderla si fuera explicada. El Aforismo expresa esta verdad entera y enfáticamente. Pero deseamos imprimir en sus mentes y entendimiento, el hecho de lo que Ella ES. No solamente les pedimos creer esto porque la Enseñanza Arcana es la depositaria de los reportes de las más altas mentes de la raza-los iluminados de todas las eras-sino también porque el intelecto y la intuición de cada hombre avanzado le reporta esta verdad, y le informa ese respaldo, más allá, por encima y por debajo, y en Todo, está la Suprema Ley. No importa cuál pueda ser su religión, antigua o moderna; o su falta de religión-no importa cuál pueda ser su filosofía, metafísica o teología, nombrada o no-no importa sobre qué líneas se pueda haber pensado, si acaso ha pensado-El hombre debe reconoce siempre el reporte de su razón, y de su intuición, las que le informan de la existencia de una Ley Suprema y Universal, que gobierna todas las cosas. Negar esto, es negar la razón. No se requiere de fe-la razón es suficiente e informa completamente lo que La Ley ES. Y con esa ES-edad, el reporte cesa-el conocimiento es entonces conocido, para bajos y altos por igual. Mientras los seres avanzados en planos superiores han reportado grandes conocimientos en relación al Cosmos, ellos declaran positivamente que no saben más en relación a la naturaleza de La Ley de lo que sabe el más humilde pensador en nuestro propio plano. Pero de lo más alto viene el mismo reporte del de aquel que informa la mente de lo más bajo-La Ley ES. Por tanto al pedirles que acepten este reporte del iluminado, el más alto de la raza, incluyendo aquellos a quienes llamamos Hermanos Mayores, sólo les pedimos que acepten lo que su propia razón les informe que sea una verdad básica- La Ley ES. Es verdad que la raza ha construido alrededor de la concepción de la Ley Absoluta, las varias concepciones de deidades personales, y seres panteísticos, pero analícelas todas y encontrará que la razón para las actividades de estas deidades, personal o panteística, ha sido el deseo; querer; inclinación o “leyes internas” que se supone que activen sus manifestaciones, o inciten sus actividades, o conscientemente, inconscientemente; o de acuerdo a alguna de las escuelas Hindúes, debido a ignorancia, ilusión, o auto-decepción. 
En resumen, todas estas concepciones de deidad son Seres que son activados por motivos, sensaciones, deseos de “leyes internas”, igual que son los hombres, y otras cosas manifestadas o creadas. La idea antropomórfica se evidencia no sólo en las crudas concepciones de deidad sostenidas por los salvajes, sino también en los conceptos superiores; y aun en las concepciones de un Ser Panteístico, o Ser Absoluto mantenido por algunos de los preceptores filósofos y religiosos del este y del oeste. La concepción panteísta es completamente ilógica, porque como dice Schopenhauer: “Cuando pensamos en la Naturaleza como Dios, le mostramos a Dios la puerta”. Y como señalan los Preceptores Arcanos, aun admitiendo alguna de estas concepciones de Ser, la mente deba ver que en la “ley interna” que mueve el Ser a la actividad-la Ley de Él mismo- allí solamente se encontrará lo Absoluto. En tal caso la Ley no es el Ser, es lo Absoluto, porque es el causador, y controlador, y movedor, y razón del universo.
Es verdad que algunos de los filósofos y preceptores tratan de justificar este hecho, diciendo que “Ser y Ley” son Uno. Pero esta no es solución, porque aun si eso fuera admitido, entonces la Ley dentro del Ser es la Razón Eficiente y Causador de Acción, y el resto del Ser es controlado, actuado sobre y movido por la Ley dentro de él. La idea completa de Ser debe descartarse al considerar el Absoluto. El Absoluto es, y puede ser, solamente Ley. Porque en todas las concepciones, La Ley es, y debe ser, vista la Causa Última de toda actividad. Los abocados al Ser Absoluto, objetan que ellos son incapaces de concebir la Ley sin un Ser Legislador. Pero, considerando esta respuesta, pronto vemos que para que el Ser Legislador proceda a dar o promulgar una Ley, debe ser movido por alguna ley interna, deseo, querer, o voluntad de su propia naturaleza-y que simplemente haga retroceder la cuestión un paso más. Tratar como podamos, no podemos escapar la convicción de que la Ley es la Primera, y Última Causa-el Comienzo y el Final-la Razón Eficiente de Toda Cosa. La Ley no es un Ser-ni una Mente-ni un Espíritu-ni una Cosa-es Ley, y nada más. Podemos aceptarla como Poder Absoluto, y como los Aforismos nos Lo presentan. Más allá de esto no podemos ir. Examinen los Aforismos cuidadosamente, y encontrarán que ellos concuerdan completamente con los más altos reportes de su razón, y de ninguna manera la contrarían.
Aforismo iv. La Ley es la Razón Eficiente de Toda Cosa, y es el Supremo Poder y Causador del Cosmos.
En este Aforismo se establece llana y claramente la verdad de que La Ley es el Supremo Poder del Cosmos, y el Causador de este. El término “Razón Eficiente” conlleva la entera verdad en cuanto a la creación de, o evolución del Cosmos. Consideremos la definición de las dos palabras que componen el término, para ver el significado aun más claramente:
Eficiente: “Causa o produce efectos o resultados, actúa como la causa de efectos; un primer movedor; activamente operativo; etc.” Razón: Una causa eficiente; una causa final; explicación; lo que explica o da cuenta de cualquier cosa; motivo de acción; etc.” El Cosmos es explicable solamente por La Ley. Sin La Ley no podría haber Cosmos. 
La Ley es la causa del Cosmos, y de cada manifestación dentro de él. La sola palabra “Cosmos” se deriva de la palabra Griega que significa: “el universo como gobernado por ley”. No solamente la Enseñanza Arcana, sino la ciencia moderna establece como su primer axioma: “El Cosmos es gobernado por Ley”. Para aquellos quienes prefieran la idea de un Ser antropomórfico, o un Espíritu Mundial, como el Absoluto, tenemos que decir que, desafortunadamente para su idea, los hechos del Cosmos están todos contra ellos-La Ley se ve en todas partes que es dominante y soberana, aun en sus manifestaciones relativas. No podemos eludir a esto, y no lo desearíamos; y no lo desearemos, cuando entendamos su significado. La explicación de esto debe esperar hasta que su propio lugar en estas lecciones se alcance. Suficiente por ahora para establecer que en toda idea humana de Ley ha de encontrarse las ideas correlacionadas de Justicia y Equidad. Sepan entonces que esta idea relativa, cuando se transforma al plano absoluto, resulta en la identificación de Justicia Absoluta y Equidad Absoluta, con la Ley Absoluta. ¿Podría un mortal pedir más? ¿Debería él temer la Equidad y la Justicia Absoluta?¿No puede él postular en el Absoluto todas las más altas concepciones de Juego Limpio que él encuentra en sí mismo? ¡El Cosmos es Gobernado por Ley!

Lección I La Enseñanza Arcana

 

La Enseñanza Arcana ha descendido a la época presente a través de corredores de  los tiempos, de las oscuras épocas de pasadas eras, razas, y escuelas de pensamiento. Aun aquellos más altos en los concilios de “Los Custodios de El Pergamino”, son incapaces de rastrear la Enseñanza en una ininterrumpida línea directa, más allá del tiempo de Pitágoras (alrededor de 500 a.c), y un poco más tarde en la Antigua Grecia, aunque ellos encontraron muchas referencias a, y extractos de, las enseñanzas del antiguo Egipto y Caldea, que sirven para demostrar que las Escuelas Pitagóricas y las Arcanas Escuelas Griegas fueron fundadas sobre instrucciones ocultas aun más remotas, recibidas en línea directa de sucesión de instructores y discípulos extendiéndose por siglos. Investigadores han encontrado trazas de Enseñanza Arcana en los registros de Persia y Media, y se cree que la inspiración de la original enseñanza filosófica (no la religión o el pesimismo, sin embargo) de Gautama, el fundador del Budismo, fue recibida de fuentes Arcanas. También se encuentran trazas en las Enseñanzas Esotéricas Hebreas de la “Cábala” y el “Zohar”. 
La Enseñanza Arcana Griega fue indudablemente obtenida directamente de fuentes Egipcias a través de Pitágoras, siendo muy cercana e íntima la relación entre la temprana enseñanza y filosofías Griegas, y la más vieja escuela del viejo Egipto. Se sabe que Pitágoras recibió instrucciones de hierofantes Egipcios y Persas. Aparte de las tradiciones de los Arcanos, se encuentra la cerrada semejanza entre las antiguas enseñanzas Griegas, y aquellas de las Fraternidades Esotéricas Egipcias. Algunos de los Instructores, sin embargo, mantienen que las escuelas Griegas y Egipcias, respectivamente, no fueron sino dos ramas separadas de una original y más vieja Enseñanza que tuvo su origen en el continente perdido de Atlántida. Hay muchas tradiciones Arcanas que conectan la Enseñanza con Atlántida, y es posible que tanto Egipto como Grecia la recibieran de esta fuente común, en vez de que Gracia esté en deuda con Egipto por la línea de transmisión. Pero, sea esto como pueda ser, es un hecho que todas las pistas de la enseñanza que las varias escuelas de ocultismo toman de las tradiciones, fragmentos de doctrina, y legendas en relación a Atlantis pueden reconciliarse con la Enseñanza Arcana Griega. Y es también un hecho que los fragmentos de las Enseñanzas Esotéricas Egipcias, muchos de los cuales aun se preservan en una indudable línea directa de sucesión, son prácticamente idénticas en puntos fundamentales y básicos con la Enseñanza Arcana Griega. Y, como hemos dicho, las leyendas y tradiciones Persas, Medias, y Caldeas, y fragmentos de enseñanza, muestran una fuente común de origen con la de la antigua Grecia.
Estamos hablando ahora del punto de vista histórico del tema, solo. Las tradiciones de los Arcanos mantienen que la Enseñanza, de alguna forma, es tan vieja como la raza misma, y que ha sido conocida por las mentes avanzadas de cada gran civilización del pasado, muchas de las cuales desaparecieron hace cientos y cientos de años, habiéndose perdido toda pista de ellas a la presente sub-raza. Las tradiciones sostienen que la Enseñanza fue heredada de los Hermanos Mayores de la raza-ciertas almas avanzadas quienes aparecieron en los más tempranos días, a fin de plantar las semillas de Verdad, de forma que ellas crecieran, florecieran y cargaran fruto a través de las edades siguientes. 
No pedimos que acepten este enunciado, no es material, -la Enseñanza carga la evidenciade su propia verdad dentro de ella misma, sin necesidad de que alguno crea en tal autoridad. Está de acuerdo con la mayor razón, e intuición del hombre, y aquellos que están listos para recibirla, se muestra a sí misma como verdad. Mencionamos las tradiciones antiguas solo para que se pueda conocer lo que se acepto como verdad por aquellos de alta autoridad entre los Arcanos.
La palabra “Arcano” se deriva de la palabra latina, “arcanus”, que significa “sellado, cerrado, escondido, lejano”, y es derivado de “arca”, que significa “un cofre de tesoro”. La palabra inglesa significa: “escondido, oculto, secreto, esotérico, místico”, etc. Así, el término “La Enseñanza Arcana” significa “La Doctrina Secreta”.
Los Arcanos son un cuerpo libremente organizado de hombres, quienes han vivido en todos los países, en todos los tiempos, desde los días de la Antigua Grecia, y probablemente por miles de años antes. Ellos mantienen viva la vieja Enseñanza, tradiciones, leyendas, e instrucciones, y la transmiten a los pocos a quienes hayan dispuestos a recibirla. La más recóndita enseñanza nunca es escrita o impresa, y pasa de boca a oído-de instructor a estudiante-de hierofante a neófito-como en los viejos tiempos. 
Mucha de esta Enseñanza íntima es de una naturaleza tal que hace aconsejable que sea reservada para unos pocos, porque contiene instrucciones de una naturaleza que la haría de lo más peligrosa si cayera en manos indignas. Aun siendo así, algunos fragmentos se han filtrado, de cuando en cuando, cayendo en manos de personas indignas quienes las han usado impropiamente. Cada estudiante de ocultismo está al tanto del peligro del que hablamos. Pero los principios generales de las Enseñanzas Arcanas siempre se han ofrecido libremente a aquellos quienes se sientan atraídos a ellas, y por ellas. Porciones de ellas pueden encontrarse en las varias escuelas de la Filosofía Hermética, y entre los Rosacruces y enseñanzas similares. En la Francmasonería, hay indicios de las antiguas enseñanzas, cuidadosamente disfrazadas e irreconocibles por los miembros ordinarios de la orden.
La excepción a la regla en relación a la Enseñanza escrita o impresa se encuentra en lo que los Arcanos conocen como “El Papiro Arcano”. Que contiene muchos Aforismos Arcanos, o declaraciones de Enseñanza y que son escritas y renovadas de tiempo en tiempo. Las copias autorizadas están en las manos de personas especiales, altas en los concilios Arcanos, quienes son conocidos como “Los Custodios de El Papiro”, y quienes han de encontrarse en cada país del globo, desconocidos y trabajando silentemente. Estas personas pertenecen a toda senda de la vida y sociedad, y evitan cuidadosamente notoriedad o atención pública, para escapar a la sensacional explotación de la prensa y ala ociosa curiosidad de los “buscadores de milagros” quienes se encuentran en todas partes. Mientras muchos de estos Aforismos Arcanos tienen que ver con las ramas especiales de las Enseñanzas y no se permite que sean impresas y distribuidas generalmente, aun los Custodios siempre han estado dispuestos a que los Aforismos fundamentales sean citados en escritos y libros sobre el tema. En consecuencia abarcaríamos un número de Aforismos Arcanos en esta serie de lecciones, siempre citándolos como tales, e imprimiéndolos en negrita, así que puedan ser distinguidos de nuestros propios comentarios y explicaciones e interpretaciones personales. Estos Aforismos contienen las más altas verdades ocultas, y principios, y estamos muy contentos de haber sido acordado tener el privilegio de presentarlos a nuestros estudiantes.
La Enseñanza Arcana está basada sobre el principio fundamental de la existencia de un Poder Supremo Absoluto, que es la Causa y Razón del Cosmos y todas las manifestaciones contenidas adentro-todo lo que los hombres llaman “el universo”. Este Poder Supremo Absoluto se conoce en la Enseñanza Arcana como “LA LEY”, y se representa en símbolos por la palabra “Lex”.
La Ley se considera como un Principio Abstracto de Poder, imposible de ser representado por palabras o aun por símbolos. No es una Deidad o Ser Panteísta -Es un Principio Absoluto, más allá de definición o descripción. No se manifiesta a Sí en un universo de moldes y formas, separándose a Sí en los Muchos como se considera que haga el Ser Panteísta en ciertas filosofías. En lugar de esto hace que el Ser Universal proceda del infinito No-Ser; hace que el Cosmos surja del Caos; hace que la Manifestación surja de lo Inmanifiesto; hace que Todo surja de la Infinita Nada; la Ley no es Ser, sino la Causa de Ser. No se puede decir “Ser” en el sentido ordinario. Ella hace que el verbo “Ser” tenga un significado.
La Enseñanza Arcana no es Panteísmo, o expreso o implicado-o francamente declarado, o sutilmente disimulado detrás de palabras. Lo Absoluto nunca puede ser lo Relativo. La Ley nunca puede separarse Ella Misma en pedazos de “Tú y Yo”. Ni el Cosmos ha de considerarse como una pesadilla; meditación; ilusión; engaño; o imaginación; de lo Absoluto, como algunas de las escuelas filosóficas de India, y las escuelas pesimistas del Oeste, harían creeré a los hombres, contra toda la intuición natural de la raza. La Ley no sueña, medita, imagina, o “piensa”-ni está engañada, o sujeta a ilusión, engaño o “ignorancia”, como han enseñado algunos. Estas no son sino cualidades que pertenecen a seres-la Ley está por encima de los seres, y aun por encima de Ser. Sostener otra cosa es degradarla, y negar Su Carácter Absoluto. 
La Enseñanza Arcana sostiene que lo que no sea La Ley no es sino Infinitud, lo que es La Nada. La Enseñanza distingue entre la Ley Absoluta y la Infinitud, en lo que difiere de la mayoría de otras filosofías que sostienen que son idénticas. Pero esta audaz concepción es defendida y probada que es lógica por los Instructores Arcanos, y en esta enseñanza se encuentra la única explicación racional de la Causa y Manifestación del Cosmos. La Nada de la Infinitud, no es una condición de “Nada”, sino una condición o estado de “Ninguna Cosa”. Infinitud es un Infinito No Algo, en lo que, sin embargo, duerme la latencia, posibilidad, potencia, y promesa, de Cada Cosa, pasado, presente, y futuro. En La Nada Infinita, ninguna cosa está en realidad, sino que cada cosa está en latencia y posibilidad, bajo La Ley. La Enseñanza Arcana sobre el tema de la Infinitud de La Nada, es una sorprendente revelación a aquellos quienes han estado buscando la Verdad en otras filosofías, pero que se han encontrado deambulando vuelta y vuelta en un círculo mentalsin llegar nunca a ninguna parte. La Infinitud de La Nada es capaz de pruebas lógicas y racionales. Esta doctrina vuela directamente en la cara de los actuales dogmas filosóficos de “Desde Nada, ninguna cosa viene”, o “Ex Nihilo, nihil fit”. Por el contrario afirma con audacia “Desde Nada, cada cosa viene”, o “Ex Nihilo, Omnis fit”. Pero, debe recordarse, que esta Nada contiene dentro de sí misma la posibilidad, latencia, y promesa de Cada Cosa. Es una “No Cosa, en lugar de un “No”.
Las Enseñanzas Arcanas mantienes que a la expiración del gran ciclo del tiempo después de eones de Noche Cósmica, o Período de La Nada Infinita, La Ley se mueve sobre el vacío de la Infinitud, y las primeras actividades de un nuevo Día Cósmico, o Cosmos Manifiesto, comienzan a mostrarse ellas mismas. La primera manifestación es la Voluntad Cósmica, o Principio de Vida. 
Esta Voluntad Cósmica es la Única Vida del Cosmos, la que muchas filosofías equivocadamente afirman que es el Absoluto Mismo. Es el Ser Universal, pero está bajo La Ley, y es relativo a Ella, y no es absoluto. De esta Voluntad Cósmica, Logos, Demiurgo, Espíritu del Mundo, o Principio Universal de Vida, se manifiesta el Cosmos o Universo Manifestado de vida, molde y forma. El Cosmos está vivo en cada parte, y su real naturaleza se establece en la Voluntad Cósmica, que está siempre detrás, debajo, y dentro de todas las manifestaciones de las actividades universales, de inferior a superior. Aquí está el Espíritu del Mundo, o Un-Todo Panteísta-¡pero está por bajo La Ley! 
En el Cosmos están contenidos “Los Tres Principios”-de Substancia, Movimiento, y Conciencia; respectivamente. De los Tres Principios surge toda la infinita variedad de combinaciones de mente, energía y materia, las que van a constituir las variedades de manifestación en el universo. La Enseñanza Arcana incluye la doctrina de Perpetua Evolución de Substancia, Energía, y Consciencia, respectivamente, sobre todos los varios planos de actividad. La Enseñanza es que hay infinitos planos de evolución, en grupos de siete, los que se subdividen en siete, y así sucesivamente. La Enseñanza Arcana mantiene que el Cosmos es regulado por “Las Siete Leyes”, las que están superpuestas por La Ley sobre la Voluntad Cósmica, y así sobre todo lo manifiesto. Estas Siete Leyes Cósmicas son las siguientes:
I. La Ley de Tendencia Ordenada. Bajo esta ley siempre hay ley y orden manifestados en el Cosmos, de soles a átomos, de superior a inferior; materia, energía, y mente. No hay Desorden, Desarmonía, o Suerte en el Cosmos.
II. La Ley de Analogía. Bajo esta ley, se encuentra una correspondencia y acuerdo entre todas las varias formas de manifestación. Lo que es verdad sobre el átomo, es verdad sobre el sol. Lo que es verdad sobre la amiba es verdad sobre el hombre, y seres por encima del hombre. Lo que es verdad sobre la materia es sobre energía y mente. Conocer a uno es conocer a todos. “Como encima, sea debajo”, como lo expresa el Hermetista. “Ex Uno disce Omnes”—“De Uno conoce a Todos”, como dice el axioma Arcano. Esta Ley se aplica al estudiar los planos superiores-ellos deben conocerse por el inferior, justo como los sistemas solares pueden conocerse estudiando los átomos y moléculas. 
III. La Ley de Secuencia. Bajo esta ley, están incluidas las actividades de lo que generalmente se conoce como “Causa y Efecto”. Nada sucede por azar. Nada sucede sin una precedente manifestación, y una subsecuente manifestación. Cada cosa tiene su “antes y después” de las cosas. Nada se sostiene solo, e independiente de lo que ha pasado antes, ni puede escapar de actuar sobre aquello que viene después. Cada cosa procede de algo, y es seguido por algo.
IV. La Ley de Ritmo. Bajo esta ley cae una variedad de fenómenos, entre los cuales está el importante fenómeno de Vibración. Cada cosa está en constante vibración-cada cosa material, mental o de energía. Sobre este hecho depende la variedad, grados, estados y condiciones de las manifestaciones del Cosmos. Todo está en vibración-física, mental y espiritual. Vibración es la clave de poder relativo, y actividades relativas. Controlar la Vibración es controlar todas las fuerzas en el universo. El control de Vibraciones forma una parte importante de las fórmulas Arcanas.
V. La Ley de Balance. Bajo esta ley se ha de encontrar una explicación para el equilibrio, compensación y balance universal, encontrados en todas las manifestaciones del Cosmos. Una cosa balancea otra, en lo físico, mental y espiritual. Cada cosa tiene establecido algo opuesto, para balancearlo. Cada cosa tiene su compensación. Cada cosa tiene su precio Cósmico. Al entender la Ley de Balance, ha de encontrarse el Secreto de Poder y Aplomo. La Enseñanza Arcana contiene fórmulas para el Balance.
VI. La Ley de Circularidad. Bajo esta ley se encuentra la tendencia cíclica, o circular de todas las cosas, física, mental y espiritual. Cada cosa se mueve en círculos. El sabio y fuerte convierte en espirales. En lugar de viajar alrededor en un eterno ciclo, el sabio y fuerte asciende en espirales para alcance y avance. Mundos y Átomos; Cosmos y Hombre; todos están bajo esta ley, y se mueven de acuerdocon eso. Convertir el Círculo en la Espiral, es uno de los Secretos Arcanos, transmitido en sus fórmulas.
VII. La Ley de Opuestos. Bajo esta ley se encuentra la explicación de ese maravilloso hecho en la naturaleza-el hecho de que cada cosa tiene su opuesto; cada cosaes, y no es, al mismo tiempo; cada cosa tiene su otro lado; cada verdad no es sino una media verdad; cada cosa es una paradoja; cada tesis tiene su antítesis; cada verdad contiene un poquito de mentira, y cada mentira un poquito de verdad; cada macho contiene hembra-cada hembra contiene macho. También el hecho de que las cosas opuestas son parecidas, al final; que los extremos se encuentran; las contradicciones pueden ser reconciliadas. En esta gran ley Cósmica se encuentra el hecho de que las cosas diametralmente opuestas, física, mental y espiritual, no son es realidad sino los polos diferentes de la misma cosa. En esta ley se encuentra el Misterio de la Polaridad-en su investidura el Secreto de Generación de Sexo y Regeneración. La Enseñanza Arcana abarca todo esto. La Enseñanza Arcana, como se presente en estas lecciones, , incluirá las Fórmulas Arcanas por las que las Siete Leyes pueden aplicarse bajo la mente y voluntad del individuo, capacitándole para tomar ventaja de la marea desbordante del Ritmo, y para neutralizar la marea baja; para capacitarlo a neutralizar los Opuestos; para encontrar y mantener Balance y Aplomo; para convertir los Ciclos en Espirales Ascendentes; para tomar ventaja de la Ley de Secuencia-para así Dominar la Fatalidad en vez de ser su Esclavo; para conquistar leyes por leyes; para oponer principio a principio; para  adquirir el Arte de Alquimia Mental, o Transmutación de Estados y Condiciones  Mentales. Estos y muchos otros campos de conocimiento oculto abrirá la  Enseñanza Arcana al buscador más sincero. A aquellos que están listos, atraerá  esta Enseñanza. Si se siente atraído por ella, entonces siga la guía de su  Intuición. Si no, pase por el momento, porque no está preparado-más bien  llame la atención de alguna persona más dispuesta para esto, y sea así un  instrumento de La Ley.

sexta-feira, 6 de outubro de 2023

A Demanda do Graal

Se alguma coisa marcou e se destacou, desde a alva ao ocaso da Idade Média, determinando decisivamente a mentalidade espiritual e religiosa dos que nela viveram[1], foi sem dúvida a Lenda do Graal transbordada da Lenda Arturiana, que oficialmente entrou na Literatura Ocidental, no século XII, através do cronista e poeta francês Chrétien de Troyes (c. 1130 – c. 1190), autor, dentre outros títulos, de Érec et Énide (c. 1170), Lancelot ou le Chevalier da la Charrette (c. 1175-1181) e Perceval ou le Conte du Graal (c. 1182-1190), obras escritas em langue d´oil (o francês romanizado do Norte)[2], a mesma utilizada pelo cluniense São Bernardo de Claraval para redigir a Regula Vitae (Regra de Vida) da Ordem do Templo (1128), por exemplo.

Chrétien de Troyes tomou a primazia, encabeçou um corpo de poetas e cronistas de seu tempo na divulgação da Matéria da Bretanha que marcou o Ciclo Arturiano, fortemente efabulado por maravilhamentos aventurescos na constante órbita da Quête du Graal, a Demanda do Graal, a Taça Sagrada dotada de propriedades miraculosas com que o Espírito Santo a bafejava assim a dando por Eucarística, portanto, na feição cristianizada, decerto tomada da celta anterior, druida, do “caldeirão da abundância” de Dagda e do “caldeirão mágico” de Ceridwen.

Esse autor francês e os seus ilustres pares criaram uma novelística francamente heterodoxa recambiando para o Hermetismo mais puro e transcendente que marcou decisivamente a mentalidade espiritual e religiosa da Baixa Idade Média (séculos X-XV), tendo esse efabulamento se inspirado em factos históricos reais anteriores ocorridos durante o final do império romano na Ilha Britânica, sobretudo em Gales, e no Norte de França, na Bretanha, com personagens que deveras existiram mas que eles transpuseram, por via do romance e da parábola com grande engenho, para aventuras iniciáticas no terreno da mais pura heterodoxia a que Portugal não foi alheio[3], como veremos mais adiante, desde Afonso Henriques e o seu “Porto-Graal” a D. Nuno Álvares Pereira, o “Galaaz do Carmelo”[4].

Pois bem, a Alta Idade Média (séculos V-IX) fez do Cálice Sagrado motivo de Iluminação Espiritual que diversos autores e autoras desse período registaram em fólios e pergaminhos, a maioria de profissão religiosa de acolhimento mosteiral, que nos períodos paleocristão (visigótico) e moçarábico (sob regime árabe) serviram para a pregação às assembleias de fiéis catequisando-as pela moral e o instigo à perfeição interior. É assim que em 1151 aparece a Scivias (do latim Scivi vias Domini, “Conhece os Caminhos do Senhor”), obra ilustrada constando das visões espirituais da monja beneditina alemã Hildgard von Bingen (1098-1179)[5], claramente inspiradora dessa outra do século XIII, de autor anónimo, A Demanda do Santo Graal, sendo o famoso Manuscrito de Heidelberg, que Chrétien de Troyes toma como referência principal e funde lendas celtas e germânicas, bretãs, irlandesas e ibéricas, a maioria de fonte oral, tomando por base justificativa o Antigo Testamento[6].

Da Matéria da Bretanha destacam-se três títulos que cedo marcaram decisivamente a “mentalidade mágica” portuguesa: Livro de José de Arimateia, Demanda do Santo Graal e História de Vespasiano, esta atribuída a Jafel, sobrinho de José de Arimateia, onde descreve com vivacidade a conversão ao cristianismo do imperador romano Vespasiano e de seu filho Tito. A restante novelística da Matéria da Bretanha seria igualmente traduzida – inicialmente, a partir do século XII português, graças ao labor cisterciense, sobretudo dos copistas de Santa Maria de Alcobaça – desde o início do reino e sobretudo no reinado de D. Dinis, cuja difusão ampla influenciou a demais literatura místico-cavaleiresca e até o onomástico português da época (vulgarizando-se na fidalguia lusa os nomes de Tristão, Iseu, Lançarote e outros)[7], tornando-se a corte portuguesa o centro da vida cultural peninsular.

D. Dinis revestiu-se de Hermetismo e até nos aparatos de seus trajes palacianos ele transparece, como se revela na espada retirada de seu túmulo em 24 de Outubro de 2022, no convento das bernardas de S. Bernardo e S. Dinis de Odivelas. Trata-se de uma espada de aparato, não de uma espada de combate. Além de apresentar restos das cores originais dos esmaltes na empunhadura e guarda-mão de prata, sendo a lâmina de ferro, está decorada por medalhões mostrando figuras zoomórficas e mitológicas que remetem para o simbolismo do Hermetismo medieval. Delas destaco: leão = valentia, coragem, ânimo; cão atrás de lebre = destreza, arte no manejo da lâmina; serpe no guarda-mão = protecção contra o mal, contra a má sorte no guerrear; três losangos na empunhadura = Santíssima Trindade; lucernas = clareza, lucidez.

Com essa matéria se constituiu a chamada Demanda Portuguesa, que pôs em relevo Portugal logo ao seu início, quando Matilde (Mahaut), filha de D. Afonso Henriques, desposou, em 1183, Filipe de Alsácia, conde de Flandres, o qual lhe forneceu um livro contendo a história do Graal que teria contribuído para a construção do Perceval, obra inacabada de Chrétien de Troyes por morte deste[8]. O tema do Graal é, pois, conhecido entre os portucalenses desde muito cedo, possivelmente desde o conde D. Henrique de Borgonha nos seus contactos com o Islão erudito em Sintra (Al-Shantara) e noutros lugares do nosso futuro país sob ocupação árabe. Também os santões e visionários do Islão ibérico, sobretudo os de corrente sufi caracterizados pela sua mística e erudição nos textos sagrados, deram relevo ao Santo Vaso (Saint Vaisel) como sinónimo de libações paradisíacas e sinal supremo de ascenso à Morada da Sabedoria (Bayt al-Hikmah)[9]. Nisto reside a origem das posteriores “cortes de amor” portuguesas[10], que juntou o amor cortês (palaciano) ao amor divino (monástico), pela prosa e a trova, exaltando a transcendência da coyta, ou seja, da “dor do amor”, onde a Mulher tomou papel destacado por via de firme e profundo entendimento hermético[11].

O certo é que aparece em anagrama o nome “Porto-Graal” em vários sinais rodados afonsinos nas cartas de doação e/ou de aforamento reais pelo nosso primeiro rei, como a de Sintra, a do Reguengo de Colares e a de Ceras, o que dispõe Portugal como Peanha ou o Trono do Graal, geograficamente na “cabeça da Europa inteira”, no dizer de Fernando Pessoa em sua Mensagem.


Esse documento assinalado na foto provém do original em latim depositado na Torre do Tombo (gaveta 7, maço 3, n.º 8. Com relação sucessora na Leitura Nova, Liv. 53 (Livro de Mestrados), f. 19 v, coluna 2, transcrito sumariamente na Reforma das Gavetas, Liv. 10, f. 142 v), Lisboa, foi reproduzido na Monumenta Henricina (1960-1974) e refere-se ao Castelo de Cera ou Ceras na carta de doação desse por D. Afonso Henriques, “Rex I Portucalensis”, à Ordem do Templo, englobando as terras que iam até Tomar e esta. A mesma carta, lavrada em Fevereiro de 1159, dentro da política de concórdia com arbítrio papal (Adriano IV, expedindo a bula Justis potentium sideriis) terá servido, segundo o professor Luís de Albuquerque (Monumenta Henricina, vol. 15, p. 10, Coimbra, 1974), para doar a mesma Tomaris ao Templo, que aí instalaria a sua Casa-Mãe em seguimento a Cera, Ceras ou Cellas, penúltima Casa-Mãe da Ordem dos Cavaleiros Pobres de Cristo e do Templo de Jerusalém (Ordini Milites Pauperes Christi Templi Hierusalem) em Portugal.


O sinal rodado afonsino possui três leituras afins à grafia nos seus três círculos, interligando-se pela pontuação cimeira – hermética (PORTO-GR(A)AL), teológica (CUM FILII SUI, “com o seu Filho”, relação cristológica de Deus-Rei-País), nobiliárquica/militar (REX ALFONSUS, “Rei Afonso”, o I de Portugal assim aclamado no campo de lide de Ourique por templários e portucalenses, após a sua vitória militar no Gharb islâmico e já antes, pré-batalha, sagrado por Cristo, como descreve a miraculosa tradição hagiográfica[12]).

Em 1990 identifiquei essa carta como a da doação de Tomar à Ordem do Templo, e agora fica clareado o por que: abrange todo o espaço primitivo do concelho tomarense, portanto, Ceras e Tomar incluídos, em troca do espaço escalabitano[13]. Assim, o documento é carta de doação concelhia e não apenas da mingueza geográfica de um castelo e terras em volta do mesmo, antes indo mais além dele, ficando a poderosa Santarém sob o domínio militar-económico e até pastoral da religião da Ordem Religiosa e Militar de Santiago. Nesse acto de fina diplomacia geopolítica, Afonso I evitou conflitos entre espatários e templários e vedou as ambições diocesanas do Cabido de Lisboa, ao pôr essas terras ricas na posse da freiria militarizada que delas se ocupou demográfica, política e economicamente.

Assim se chega ao âmago da questão: quem era Artur, um rei mítico ou um personagem histórico? Quem era Merlin, conselheiro daquele, um mago, um druida ou simples figura de ficção? O que era a távola redonda em redor da qual se reuniam periodicamente doze cavaleiros para contar as suas aventuras paladinas, e se uma e outros existiram de facto? Finalmente, o que é o Graal?

Historicamente, mesmo não pondo em dúvida a sua existência, o facto é que a figura do rei Artur foi mitificada posteriormente. O primeiro registo do seu nome remonta a Nennius, monge galês, na sua Historia Brittonum (“História dos Bretões”), escrita por volta do ano 810, onde Artur aparece não como rei mas como dux bellorum, isto é, um general ou chefe militar[14], que após a retirada dos romanos de Inglaterra chefiou os bretões insulares contra os invasores saxões vindos da Germânia, actual Alemanha, e que usurparam o trono, tendo obtido grandes vitórias militares em doze batalhas sucessivas, segundo conta o bispo S. Gildas ou Gildásio (c. 516-570) em De Excidio et Conquestu Britanniae, escrito cerca do ano 547. Ambos os autores dão Artur como chefe cristão devoto da Virgem e da Santa Cruz, o que sugere a sua conversão à Igreja galesa, cercado já por certo número personagens como Ambrosius, Mordred e Merlin (Merlinus), o que é repetido por Bede ou Beda, o Venerável, monge da Nortúmbria dos Anglos na sua História Eclesiástica do Povo Inglês (Historia Ecclesiastica gentis Anglorum), escrita por volta do ano 731. A mitificação e maravilhamento de Artur só aparece no século XII na crónica de Godofredo de Monmouth, Historia Regum Britanniae (História dos Reis da Bretanha), redigida cerca de 1136. Ele é dado como filho de Uther Pendragon (Pendraco, em latim, “pequeno dragão”), rei dos bretões que teria vivido nos anos de 410 a 495, tendo o seu filho Arthur Pendragon sido chefe e caudilho no século VI. Vários poemas galeses medievais também citam Artur no mesmo sentido, como o Y Gododdin, apesar deste não poder ser datado com precisão por descrever eventos do século VI e conter linguagem dos séculos IX e X, sendo a cópia que sobreviveu do século XIII. Por fim, tem-se a crónica escrita em latim nos fins do século X, Annales Cambriae (Anais de Gales), nome pela qual a obra é conhecida referindo-se a Cambria, forma latinizada de Gales (em galês, Cymru). Nela aparece duas referências a batalhas onde o caudilho bretão lutou contra os invasores anglo-saxões: a Batalha do Monte Badon (Badonicus mons), datada de 516 ou 518, em que “Artur carregou uma cruz sobre os ombros” e os “bretões foram vencedores” (episódio que D. Afonso Henriques trasladaria para a batalha mirífica de Ourique onde, vencedor dos “sete reis mouros”, seria aclamado rex, rei de “Porto-Graal”, diga-se de passagem), e a Batalha de Camlann (mitificada Camelote), ocorrida em 537 ou 539, onde “Artur e Mordred tombaram mortalmente”, pai e filho que se mataram um ao outro no confronto, segundo as lendas.

Artur vem a representar a passagem e estruturação da sociedade rural celta à urbana cristianizada, geográfica, política e juridicamente livre, independente com o seu poder temporal ou real próprio, recém-saído do subjugo anglo-romano. Isto seria figurado pelo urso, animal totémico sinalético do mesmo poder temporal assegurado pelas armas, pela casta militar (kshatriya, em sânscrito).

Quanto à figura sobrenatural de Merlin, Merlim ou Merilim, que é topónimo de localidade em Braga, aparecendo na Galiza com a forma Merlin, a verdade é não surgiu no Ciclo Arturiano, pela primeira vez, pela mão de Godofredo de Monmouth, ainda que este o tenha maravilhado na sua Vita Merlini (“Vida de Merlin”), escrita em 1150, dando-o como Merlin Calidonius, tendo uma irmã e uma esposa mas sem menção a seus pais, que outros autores dizem ter sido gerado por anjos, e por isso foi um grande mago e profeta, além de sábio conselheiro do rei Artur[15]. Já antes, no final do século VI, no poema galês Afallenau ele é identificado ao bardo Myrddin, e assim ficou em vários outros poemas dessa época – ora como bardo, ora como druida – preservados no manuscrito conhecido como Livro Negro de Camarthen (em galês, Llyfr du Caerfyrddin), escrito por Teulyddog de Camarthen cerca de 1250. É chamado “negro” por causa da sua encadernação escura. Merlin também aparece referido em poemas do início do século X, como o Armes Prydein e o já citado Y Gododdin.

As crónicas dizem que quando nasceu, no lugar de Caer-Fyrddin (Carmarthen), foi-lhe dado o nome de Emrys, depois adaptado ao galês Myrddin que Godofredo latinizou Merlinus, donde derivou Merlin. A lenda conta que viveu perto da montanha de Dinas Emyris, em Gales, onde existia o castelo do rei saxão Vortigern, e que dentro da montanha viviam num lago subterrâneo dois dragões, um branco e outro vermelho. Combatiam-se um ao outro trazendo as populações aterrorizadas. Então, Merlin profetizou a morte de Vortigern e representou o dragão branco como sendo os saxões e o dragão vermelho como os bretões. De facto, o dragão vermelho empurrou o dragão branco para as nuvens onde desapareceu derrotado, tal qual Vortigern pereceu às mãos de Ambrósio Aureliano que ocupou o trono usurpado, sendo sucedido por seu filho Uther Pendragon e depois pelo filho deste, Arthur Pendragon. Este pendragon é o dragão vermelho que até hoje drapeja na bandeira do País de Gales.

Merlin é a representação da religião primitiva celta, portanto, um druida (do celta druwjd, “sábio”), que estabeleceu a ligação entre a religião e a cultura autóctones e a cristianização nascente deixada pelos romanos já convertidos. Essa função era assinalada pelo javali totémico, sinal de autoridade espiritual assegurada pela casta sacerdotal (brahmane, em sânscrito). Por isso, Merlin foi conselheiro de Artur e lhe reconheceu as funções legítimas no trono, assim se confirmando a eleição tradicional do poder temporal pela autoridade espiritual.

Vem depois a famosa távola ou mesa redonda que possuía propriedades mágicas, dizem as lendas que Artur a herdara de Ambrósio (Ambrosius Aurelianus, em latim, Emrys Wledig, em galês). Thomas Malory, protestante e romancista inglês do século XV, associou o ainda visível anfiteatro romano de Caerleon à távola redonda, na sua obra publicada em Londres em 1485, A Morte de Artur: Rei Artur e as Lendas da Távola Redonda. A sua identificação certamente teve por fonte o Itinerarium Cambriae de Gerard de Wales, de 1191, que diz sobre Caerleon: “Aqui os embaixadores romanos tiveram audiência na corte do grande rei Artur”.

Duvido da autenticidade da identificação, mesmo sabendo que sítios arqueológicos de interesse histórico foram depois adaptados pelos autores da Matéria da Bretanha e do Ciclo Arturiano ao imobiliário móvel e imóvel que os compõe, hoje aproveitados para turismo rendoso. Parece-me ser mais viável a informação transmitida por Paulo Pereira[16]:

“Para mais, o grupo nuclear da lenda arturiana parece ter uma inquestionável relação com a astronomia simbólica, com Artur fazendo as vezes de Sol e os restantes doze cavaleiros dispostos em seu redor substituindo-se ao zodíaco. Esta partição em “doze segmentos” da Távola Redonda parece ser, também, uma manifestação da antiga tradição da organização grega e etrusca do território em doze partes, distribuídas por doze tribos ou amphictionies. O simbolismo polar do mito é também considerável, se tivermos em linha de conta que o nome de Artur provém de arctus, que quer dizer urso, ligando-se desta feita à constelação da Ursa Maior, cuja cauda indica uma das estrelas mais brilhantes do céu, a estrela Arcturo, no Norte polar. O urso pode ser, efectivamente, o símbolo da casta guerreira (o javali seria o símbolo da casta sacerdotal). Os lugares portugueses com relações toponímicas com a Ursa ou Ossa parecem ser uma tradução local, em Portugal, mas também antiga, destes mitos que adquirem contornos arquetípicos e universais, o mesmo acontecendo com probabilidade nos lugares denominados Arco (corruptela de arctus).”

A Távola Redonda é assim transposta para o simbolismo do Zodíaco repartido em doze partes ou signos, um para cada cavaleiro sinalético de uma das doze batalhas arturianas e por conseguinte uma das doze tribos bretãs. A távola, tábua ou mesa redonda era assim para todos ficarem em pé de igualdade na hora de comunicarem os seus conhecimentos e experiências. Ficaria como símbolo místico de irmandade reunida em volta da Santa Copa postada no centro da távola, esta assim fazendo as vezes de altar – feita de carvalho, árvore indicativa de templo para os antigos druidas e igualmente para os primitivos padres galeses – e igualmente de mesa de ágape, a refeição mística em comunidade, inicialmente onde se celebrava a eucaristia do pão e do vinho, o que faz volver ao sentido de ara.

Com efeito, o tema da Távola Redonda instituiu-se como um dos mais significativos instrumentos ideológicos da Cavalaria, isto é, da igualdade de tratamento entre os cavaleiros, como “pares”, e a obliteração das regras de precedência. A forma redonda seria associada na Idade Média à Mesa da Última Ceia, apesar de alguma iconografia medieval a representar como rectangular. Para a tradição celta a forma redonda era privilegiada, como demarcação sacralizada, sabendo-se que os chefes celtas usavam mesas redondas nos banquetes, e as próprias casas das citânias apresentavam forma circular[17].

Ressalve-se que o tema literário arturiano bretão seria adaptado pelos cronistas de Cister em Portugal à idiossincrasia portuguesa[18], o que de bom grado a coroa e a corte acolheu desde a primeira hora, ficando registado no chamado Códice Português [19]. Inclusive é dito, em óbvia exaltação nacional desde a primeira hora, que o tema graalístico saiu do nosso país para a Bretanha, a partir da região de Sintra, posto esta ser lugar consignado na Tradição desde os evos arturianos, chegando mesmo a instalar aí o cavaleiro Ector ou Heitor de Maris, filho do rei Ban de Benoic e da rainha Helena, pai adoptivo de Artur.

Os doze paladinos do rei Artur, além do seu significado astronómico, poderiam muito bem ser os principais chefes-de-campo do dux bellorum nas campanhas contra os anglo-saxões. Depois, por via do romance assente no simbolismo hermético da Baixa Idade Média, seriam transformados em Massenia ou Cavalaria Espiritual irmanada em torno do Saint Vaisel, pomo da Demanda da Iluminação assinalada por doze provações equivalente a outros tantos graus iniciáticos, portanto, constituída como Ordem Iniciática, esotérica ou fechada, ainda assim vindo a influenciar decisivamente a Regra de Cavalaria, mormente em Portugal, como descreve Fernão Lopes na sua Crónica de D. João I, por que se impôs a disciplina castrense e transformou o guerrear numa ciência militar.

A Regra de Cavalaria dos Cavaleiros do Santo Graal, o seu código de conduta, segundo Thomas Malory[20] possuía os sete pontos seguintes:

Demandar a perfeição humana
Agir com rectidão nas acções
Respeitar os semelhantes
Amar os seus familiares
Ter piedade com os enfermos
Ter doçura com as crianças e mulheres
Ser justo e valente na guerra e leal na paz

Conforme as versões, a Távola Redonda teria inicialmente apenas 12 membros, depois passando a 24 e chegando até a 150. Nas versões portuguesas do tema os nomes dos cavaleiros são precedidos do título de nobreza Dom, mantendo o Sir nas versões britânicas. Mas, por que o Dom antes do nome próprio?

Dom (do latim dominus, em português “senhor, dono ou mestre”), ou no feminino Dona, é um pronome de tratamento concedido a monarcas, príncipes, infantes e nobres portugueses, espanhóis, ibero-americanos e italianos; a bispos católicos, abades e sacerdotes beneditinos, cartuxos e trapistas, sempre seguido do prenome. No caso da nobreza, é transmitido apenas pela descendência varonil directa, a não ser quando a mãe seja chefe da casa dinástica.

O título de Dom (ordinariamente escreve-se abreviado D.) sempre teve um enorme relevo em Portugal. Só por concessão régia, tradição que durou muitos séculos, um nobre podia usar esse título. Não obstante a origem restrita, Dona tornou-se um tratamento de reverência usado para anteceder o nome de uma senhora que se respeita. Neste caso, usa-se o axiónimo com inicial minúscula (dona). Seja qual for o uso, ordinário ou aristocrático, dom e dona devem anteceder o prenome, mas não o sobrenome para o qual é mais adequado o uso de senhor ou senhora.

Com base nas evidências escritas das colónias fenício-hebraicas em Espanha (Tarsis) desde a época do rei Salomão (ou mesmo antes), e com vários influxos de emigração durante a destruição do primeiro e do segundo Templo de Jerusalém, e com as deportações em massa na época do imperador Adriano, é considerado como mais provável que o espanhol Don derive do hebraico Adon (“senhor, mestre”), título usado pelos hebreus, Aba, da mesma forma que Sir é utilizado na língua inglesa.

Voltando aos doze cavaleiros originais da Távola Redonda, eles seriam:

0. Artur
1. Heitor
2. Caio
3. Parsifal
4. Lancelote
5. Ivano
6. Galvão
7. Galaaz
8. Tristão
9. Garete
10. Gerantio
11. Boro
12. Badevere

Isso em português, que no bretão os nomes naturalmente diferem e a sua lista aumenta acompanhando as minúcias e acréscimos de versão para versão, assim dispostos por ordem alfabética:

Arthur Pendagron (Pendragão), Rei; Accolon de Gália (Acolon, Acolão); Aglovale; Agravain (Agraveine); Bedivere (Bedwyr, Belovedye); Boors, o Exilado (Bors, Bohort, Bohor); Breunor; Cador; Calogrenant; Caradoc (Karadoc); Colgrevance; Constantine (Constantino); Cordo, o Bobo; Daniel; Dinadan; Gaheris (Guerrehet); Galahad (Galaaz); Galehaut; Gareth (Gaheriet, Garete); Gauvain (Gawain, Galvão); Geraint (Gerantio, Erec); Gingalain; Girflet (Jauffré); Hector de Maris (Heitor, Ector); Hoel; Hunbalt; Ivain (Ywain, Ivaine, Ivano); Ivain, o Bastardo; Kay (Cai, Caius, Caio); Lamorak; Lancelot du Lac (Lancelote, Lançarote, Launcelot do Lago); Leodegrance (Leodegrans, Léodagan); Lionel (Leonel); Lucan; Meleagant; Mordred (Mortret); Morholt; Palamedes; Pelleas (Peleia); Pellinore;  Perceval (Peredur, Percival, Parzifal, Parsifal); Safir (Safrão); Sagramor (Sagremor); Tor (Thor, Toro); Tristan (Tristão); Uriens (Urião).

Esses personagens da Demanda vieram a ser aureolados de encantamento e transcendência no romanceiro francês e britânico dos séculos XII-XIII, época em que entraram em literatura portuguesa pelo afã cisterciense que juntou a Vulgata e Post-Vulgata do Ciclo do Graal numa versão singular[21] ao instalar a Demanda (Quête) no território nacional e associar os paladinos arturianos a personagens reconhecidos da nossa História. Tudo, num jogo de palavras, anagramas e narrativas com duplo sentido, disposto no campo da pura heterodoxia dos saberes herméticos com que deram aso a mitos fundacionais centrados no tema do Santo Graal[22], promovendo a passagem da celtização à cristianização do mesmo por via dos lais, crónicas e cronicões, o que levou o romantista Albert Beguin a interpretá-lo como exclusivo objecto cristão[23]:

“Representa ao mesmo tempo e substancialmente Cristo que morreu pelos homens, o Vaso da Ceia Sagrada (graça divina concedida por Cristo aos discípulos) e finalmente o Cálice da Missa, contendo o verdadeiro Sangue do Senhor. A Mesa em que repousa o Vaso é, pois, a Pedra do Santo Sepulcro, a Mesa dos Doze Apóstolos, e por fim o Altar da Missa quotidiana. Estas três realidades, a Ceia, a Eucaristia e a Crucificação, são inseparáveis e o Graal é a sua Revelação, dando através da comunhão o conhecimento da pessoa de Cristo e a participação no seu sacrifício redentor.”

Indo também nessa direcção, o enciclopedista M. de Riguer adiantou[24]:

“Konrad Burdach relaciona o cortejo do “Graal” com a grande entrada da missa chamada de São João Crisóstomo na liturgia bizantina. Nesta há uma procissão solene aberta pelos que levam candelabros com velas acesas, seguidos pelo presbítero com o cálice (que corresponde ao “Graal”), o diácono com o hostiário (que corresponde ao prato de prata) e o celebrante com a lâmina chamada a Santa Lança, com a qual se fere antes, simbolicamente, a hóstia eucarística.”

Eis aí a razão de associar o nome Santo Graal, Saint Greal, San Grial ao Sangue Real, motivo maior do Rito Eucarístico em cuja celebração se transubstancia o vinho no sangue contendo o Ser de Cristo, o Avatara ou “Manifestação da Divindade” revelada na Pomba do Espírito Santo.

A palavra Graal é familiar das gregas kratale e kratêr, donde saíram as provençais graalz e grazale, esta última significativa de “prato”, do latim gradalis, “prato gradual”, isto é, servido gradualmente ou por diferentes vezes, até chegar às derivações “grato” (gratu) e “agradar” (placere). Vária iconografia arturiana medieval vai nesse sentido ao representar na távola o servir aos comensais “pratos graduais”.

Essa é a explicação laica e profana para a religiosa e espiritual do que significa realmente o “prato” (grazale): será a patena (termo latino), pequeno prato um pouco convexo que se coloca sobre a taça (graal) onde se deposita a hóstia ou pão, que após consagrado na missa ou no ritual solene irá, pelo Mistério da Transubstanciação proferido pelo Logos ou Palavra que sujeita Thanatos como Morte, tornar-se o Corpo de Cristo, Corpus Dei. É esta razão do Rito do Santo Graal ser Eucarístico (Eu-Crístico) mais que tudo.

Por outro lado, os cronistas do Ciclo do Graal (Chrétien de Troyes, Robert de Boron, Wolfram d´Eschenbach, etc.) dão-no ora como Taça, ora como Livro, ora como Pedra, associando-o ao útero iniciático da Mulher e da Terra, nesta associada ao sentido de Paraíso Terreal – o Mundo Jina das escrituras esotéricas, igualmente afim aos Lugares Santos[25], Loca Sancta, onde o Céu e a Terra vêm a se encontrar e unir – o que de certa maneira o vaso alquímico (tesaurus, na linguagem medieval) também representa.

Nesse sentido, os cronistas medievais permitiram entender o Graal como uma pedra atestada pelo termo celta gar ou kar, “pedra”, mais al ou el, deus”, portanto, Pedra de Deus, ademais correspondendo à interpretação que Wolfram d´Eschenbach (1170-1220) lhe dá no poema épico Parzival (escrito provavelmente entre 1200 e 1210) onde lhe chama lapsit exilis, isto é, lápis, “pedra”, excelis, “elixir”, no que corresponde então à Pedra Filosofal (sinónima de realização espiritual acompanhando a humana) nessa interpretação claramente esotérica do trobar clus de Eschenbach, decisivamente destacando o Hermetismo cristão.

O Graal como Pedra tomaria tanto a feição de ara ou altar, onde se realizam as mais místicas e alquímicas transformações interiores, como de Lugar Santo elevado ou destacado como Mons Salvat, “Monte Salvo”, “Monte da Salvação”, onde se construiria o Castelo do Santo Graal para guardar no seu interior a sua relíquia sagrada guardada por Titurel e uma companhia de castos, santos e sábios cavaleiros, e que se situaria numa montanha junto ao mar (maris) nos confins da Europa, segundo o mesmo Wolfram d´Eschenbach retomando as narrativas anteriores da Matéria da Bretanha, cujo Exílio do Graal ficou assinalado na Post-Vulgata pela Estoire del Saint Graal de Robert de Boron, vertida na tradução portuguesa sob o título Livro de José de Arimateia, manuscrito único[26].

Apesar de muitos autores situarem o Castelo do Santo Graal em Monserrate na Catalunha, na vizinha Espanha, o facto é que ele não é o ponto final da Europa e nem fica junto ao mar. Essa localização geográfica cabe exclusivamente a Sintra, em Portugal, a qual tem o lugar de nome Monserrate, além daquele outro Monte Salvo. Sobre isto, diz Mário Roso de Luna[27]: “A Mestra (Helena Petrovna Blavatsky) pressentia o futuro ocultista da nossa Raça e elogiava o Centro Iniciático ibérico “situado numa floresta oculta da Península”. Será esse Retiro, oculto e ignorado por todos, o famoso Castelo do Santo Graal ou Montsalvat, a quem Wagner, o colosso musical de Bayreuth, consagra inteiramente o seu sublime Parsifal, dispondo-o quer “abaixo dos Pirenéus”, quer nos confins – leia-se “confins ocultistas” – da Espanha cristã com a Espanha árabe?…”

Como Livro o Graal – assinalado no Gradual, livro contendo os itens musicais da missa, assim o diferenciando do Missal onde estão escritos os textos recitados – contém em seu significado a Tradição Primordial, a sabedoria oral e o conhecimento escrito. Robert de Boron, no Livro de José de Arimateia, diz que “Jesus Cristo ensinou a José de Arimateia as palavras secretas que ninguém pode contar nem escrever sem ter lido o Grande Livro no qual elas estão consignadas, as palavras que são pronunciadas no momento da consagração do Graal”[28]. De facto, em Le Grand Graal, de autor anónimo no Pseudo-Boron, o Graal é identificado ao Livro escrito por Cristo, cuja leitura só pode entender ou iluminar quem está nas graças de Deus, porque o Livro tem um terrível poder: “As verdades de fé que este Livro contém não podem ser pronunciadas por língua mortal, sem que os quatro elementos sejam agitados. Se isso acontecesse realmente, os céus diluviariam, o ar tremeria, a terra afundaria e a água mudaria de cor”.

Agir em contrário é transformar a demanda em devassa, como se nota nas especulações empíricas dos teóricos de livraria para quem o Graal é apenas expressão de “conseguir o impossível” sem que se lhe dê forma física, ou então algo a ver com a interiorização mística afim a vagos estados d´alma que se pretendem representar exteriormente no objecto-relíquia, sem que haja mais e cujo vácuo deixa as portas abertas à dúvida, à suspeição, ao desânimo e à desistência. Deveria saber-se que tudo quanto haja no plano espiritual existe no plano material, e vice-versa, por conseguinte, também o Graal existe, não é simples efabulação poética medieval chegada ao presente; descrer dessa “literatura inútil” é coisa de efabuladores impenitentes portando-se como “a raposa na latada não conseguindo alcançar o cobiçado cacho de uvas”, da lenda moral de La Fontaine.

Mas não só na literatura ficou registada a tradição do Santo Graal, porque ela também se apresenta na pintura e na escultura, como igualmente na ópera, no teatro e no cinema. O tema está universalizado.

Aqui chegados, posso afirmar que por detrás do véu das lendas efabuladas que são mais que mitos de fundação, está a milenar Ordem do Santo Graal cuja féerie o Ciclo Arturiano encomiou, usando a parábola e a alegoria com tamanha destreza e subtilidade que os textos acabam valorizados só pela sua composição literária imaginosa, muito raramente, seja por ateísmo e/ou complexos intelectuais, pelos simbolismos que contêm indicando conhecimentos heterodoxos do domínio do Hermetismo medieval que pautou a mentalidade “mágica” da época e abriu as portas da Renascença.

Simbolismos como esse da Távola e o Graal, distintos, o que dá dois corpos por igual distintos de cultores na mesma Irmandade do Santo Graal: a dos Templários, encarnada por Merlim e representada por Galaaz (prefiguração do Cristo), “o cavaleiro que encontrou o Graal”, e a dos Tributários, assinalada por Artur e prefigurada por Lancelote, “o melhor cavaleiro do mundo”.

MERLIM E GALAAZ:
TEMPLÁRIOS (CASTA SACERDOTAL) – RITO DO GRAAL

ARTUR E LANCELOTE:
TRIBUTÁRIOS (CASTA GUERREIRA) – TÁVOLA REDONDA

Como o Santo Graal seja de natureza tríplice, a ver com a mudança interior de um e todos os cavaleiros, na mais fina e ortodoxa disciplina que é a Regra da Ordem, valores contendo a esperança de futuro melhor cabendo a toda a civilização, tem-se:


Transformar a vida-energia em vida-consciência vem a ser a meta da verdadeira Iniciação, nisto se centrando no coração que no corpo humano é expressivo do Graal-Consciência, sendo que na odisseia arturiana vários dos seus principais personagens vêm a representar a demanda sem devassa desse supremo estado de Ser do humano em divino. Esta é a grande aventura.


Isso vai de encontro ao que o Professor Henrique José de Souza (1883-1963), fundador da Sociedade Teosófica Brasileira, proferiu no seu Livro do Graal (1950), obra reservada:

“A palavra Graal é uma forma pela qual se define iniciaticamente a manifestação do “Esplendor Celeste” na Terra. O mistério do Santo Graal, num aspecto mais particularizado, vemo-lo ligado à tradição oculta do Cristianismo. Neste ele foi mantido através de duas Ordens Secretas e sob os símbolos da Cruz, como instrumento de sacrifício, do sangue do mesmo sacrifício resultante, e das lágrimas de Maria, como expressão viva da dor. As duas Ordens referidas foram a do Santo Graal e a dos Monges-Construtores em conexão com aquela e auxiliada pela de S. Francisco, as quais mantiveram durante séculos o Rito do Santo Graal.”

Finalmente, reportando-me ao libreto da ópera Parsifal, de Richard Wagner, aquele pergunta: “O que é o Graal?” Tendo respondido o cavaleiro Gurnemanz:

– Não sei responder-te.
Porém, se fores guiado por ele
Não te será oculta a verdade…
Nenhum caminho conduz até ele,
E procurá-lo é inútil…
Salvo se ele mesmo for o guia.

NOTAS

[1] Vários autores, Splendeurs et Rayonnement du Moyen Age, obra apresentada por Marcel Brion, da Academia Francesa. Editions Pygmalion/Gérard Watelet, Paris, 1986.

[2] Chrétien de Troyes, Obras completas, edição e tradução sob a direção de Daniel Poiron. “Bibliothèque de la Pléiade”, Editions Gallimard, Paris, 1994. Chrétien de Troyes, Romances da Távola Redonda. Editora Martins Fontes, São Paulo, 1998.

[3] Almir de Campos Bruneti, A Lenda do Graal no contexto heterodoxo do Pensamento Português. Sociedade de Expansão Cultural, Lisboa, 1974.

[4] Josué Pinharanda Gomes, S. Nuno de Santa Maria – Nuno Álvares Pereira. Editora Zéfiro, Sintra, 2009.

[5] Régine Pernoud, Hildgard de Bingen: a consciência inspirada do século XII. Tradução Eloá Jacobina. Editora Rocco, Rio de Janeiro, 1996.

[6] Anónimo, A Demanda do Santo Graal – O Manuscrito de Heidelberg. Organização e tradução de Marcus Baccega. Editora Hedra, São Paulo, 2015.

[7] Poesia e prosa medievais. Selecção, introdução e notas por Maria Ema Tarracha Ferreira. Biblioteca Ulisseia de Autores Portugueses, Lisboa, 1988.

[8] Maria Gabriela Buescu, Perceval e Galaaz, cavaleiros do Graal. Biblioteca Breve, Instituto de Cultura e Língua Portuguesa, Lisboa, 1991.

[9] Pierre Ponsoye, El Islam y el Grial. Ediciones de la Tradicion Unanime, Barcelona, 1984.

[10] Sampaio Bruno, Os Cavaleiros do Amor. Guimarães Editores, Lisboa, 1960.

[11] Vitor Manuel Adrião, Portugal, Mística e Mistério (Identidade e Património), cap. XI, “Corte de Amor na Cardiga”. Espiral Editora, Lisboa, 2022.

[12] O texto do Milagre de Ourique, que constitui o codicilo espiritual de Portugal, aparece publicado pela primeira vez nos Diálogos de Vária História de Pedro de Mariz, em 1597, que frei Bernardo de Brito viria a inserir na Crónica de Cister, livro III, capítulo II, Alcobaça, 1602, posteriormente reproduzido por frei António Brandão na Monarquia Lusitana, III Parte, livro X, capítulo V, Lisboa, 1632.

[13] Vitor Manuel Adrião, Portugal Templário (Vida e Obra da Ordem do Templo). Euedito, Lisboa, Janeiro de 2020.

[14] Amélia Pereira Hutchinson, European Relations of Portuguese Arthurian Literature. University of Manchester, England, 1984.

[15] Geoffrey of Monmouth, The Life of Merlin (Vita Merlini). University of Wales Press, England, 1973.

[16] Paulo Pereira, Lugares Mágicos de Portugal – Paraísos Perdidos e Terras Prometidas. Círculo de Leitores, Rio de Mouro, Novembro/Dezembro de 2004.

[17] Maria Gabriela Buescu, ob. cit.

[18] Note-se, por exemplo, a produção, já em 1567, de um texto português intitulado Memorial das Proezas da Segunda Távola Redonda. Trata-se de uma novela de Cavalaria da autoria de Jorge Ferreira de Vasconcelos, que diz tê-la escrito “fundado na mais alta matéria que confiado no próprio engenho”. O seu personagem principal é o rei Sagramor (“Amor Sagrado”), nome frequentemente utilizado quer na obra de Chrétien de Troyes, quer na Demanda do Santo Graal, texto editado pela Imprensa Nacional – Casa da Moeda, Lisboa, 2005.

[19] Heitor Megale, A Demanda do Santo Graal – das origens ao Códice Português. Ateliê, São Paulo, 2008.

[20] Thomas Malory (1405-1471), A Morte de Artur, três volumes. Assírio & Alvim, Lisboa, 1991, 1992, 1993.

[21] Albert Pauphilet, Étude sur la Queste del Saint Graal. Honoré Champion, Paris, 1968.

[22] Karen Pratt, The Cistercians and the Queste del Saint Graal. Reading Medieval Studies, t. XX, pp. 69-96, London, 1995.

[23] Albert Beguin, La Quête du Saint Graal. Yves Bonnefoy, Paris, 1958.

[24] M. de Riguer, artigo Grial (Leyenda del), em Enciclopedia de la Biblia, t. III, pp. 950-951. Ed. Garriga, Barcelona, 1969.

[25] Thiago José Borges, A tradição dos ‘Loca Sancta’: sacralização e representação dos espaços sagrados no Ocidente medieval cristão (séculos VIII-XV). Universidade de Brasília – Instituto de Ciências Humanas, Brasília, 2017.

[26] Trata-se do manuscrito 643 depositado na Torre do Tombo, parcialmente editado por Ivo de Castro, Livro de José de Arimateia, estudo e edição do código ANTT 643 (tese policopiada). Faculdade de Letras, Lisboa, 1984. Existe ainda a edição diplomática de Henry Hare Carter, The Portuguese Book of Joseph of Arimathea. Paleographical edition. The University of North Carolina Press, Chapel Hill, 1967.

[27] Mário Roso de Luna, Uma Mártir do século XIX – Helena Petrovna Blavatsky. Editorial Pueyo, Madrid, 1924. Ainda a tradução que fiz desta obra, com introdução e notas pessoais, publicada pela Espiral Editora, Lisboa, 2018.

[28] Estará o autor a referir-se aos misteriosos Registos Akáshicos? Mas o que são estes? Para responder terei de recorrer aos conhecimentos iniciáticos da Sabedoria das Idades. Eles também são chamados de Memória da Natureza e Livro do Kamapa. Sendo Akasha o Éter, dos quatro tipos do mesmo – escuso dar os seus nomes sânscritos para não complicar o entendimento – o mais rarefeito é o 4.º Éter Reflector, assim chamado por reflectir, como se fosse uma espécie de negativo fotográfico, os pensamentos, emoções e actos do Plano Físico denso. Expressa o 4.º Plano Psicomental (Kama-Manásico) e por isso mesmo, por sua natureza bioplástica, reflecte os mesmos pensamentos e emoções gerados durante as multivariadas actividades humanas (literárias, artísticas, musicais, etc.) que ficam impressas no Éter ou Akasha como Registos Imperecíveis. São os 4.º e 3.º Éteres, Reflector e Luminoso, que contêm a memória mental, enquanto os 2.º e 1.º Éteres, Vital e Químico, detêm a memória cerebral. Quando a consciência humana age com noção extrafísica, é porque a memória cerebral acompanha a mental, ou seja, os quatro Éteres estão unidos e não há interrupção na consciência imediata, seja a dormir, seja a projectar-se fora do corpo, mas isto exige longa e rigorosa disciplina sob a direcção de um Adepto Vivo e dos seus Ensinamentos Iniciáticos.