sexta-feira, 1 de junho de 2018

Ifrit


Ilustración de 1648, obra de un artista de Bujará, para un manuscrito iluminado del poema Hamsa, de Nezamí Ganyaví: Maján, que se halla en un jardín encantado, es abrazada por un efrit.

El ifrit o efrit (en lengua árabe, عفريت) es un ser de la mitología popular árabe. Generalmente se considera que es un tipo de genio dotado de gran poder y capaz de realizar tanto acciones benignas como malignas, con lo que presenta un carácter dual que no comparten los otros genios.

Conceptos básicos de los ifrits
Llamados «la semilla de Iblís» en Las mil y una noches, estos monstruosos genios reciben este nombre (que significa literalmente, «poderosos») porque según la tradición árabe fueron los primeros en ser creados. Se consideran superiores a la raza humana porque, a diferencia del ser humano, creado de arcilla, ellos provenían «del mismísimo vaho de Dios». El más emblemático entre todos ellos es Eblís o Iblís, «El Mentiroso» (después conocido como Shaitan), quien se negó a postrarse frente a Adán cuando lo ordenó Alá, porque consideraba al hombre ulterior e inferior, por haber sido creado de la tierra:

Entonces, cuando el Creador lo creó y le dio forma, Él ordenó a los ángeles postrarse ante Adán; y se postraron, pero no Iblís. (Allah) Dijo : “¿Qué te retiene de postrarte cuando te lo ordeno?” Él contestó: “No es mejor que yo: Tú me creaste del fuego, y a él de la arcilla”.

Corán, 7:10-12
Según el folclore, los que no están sienten especial resentimiento hacia los humanos, a quienes desean destruir a toda costa, ya que consideraron una gran ofensa el que se les obligara a postrarse ante la obra máxima de Allah (ante Adán), y que algunos mortales como Suleymán (Salomón) encontraran medios mágicos para controlarlos. Incluso cuando están esclavizados y se les mandan tareas, son difíciles de tratar y muestran una actitud irónica y maligna, tratando de tergiversar las órdenes que se les da cada vez que pueden. Pueden tener muchas apariencias, pero suelen tomar la de un hombre bello o una mujer hermosa. Es muy complicado tratar con ellos. Hay ifrits de los dos sexos, y al igual que los Nefilim en la tradición del judaísmo, también pueden sentir atracción por los seres humanos, especialmente los ifrits masculinos, los que suelen secuestrar y/o violar a las mujeres que desean.

En Las mil y una noches, Sulaymán (Salomón), hijo de Daud (David), es considerado el Señor de los ifrit; y se indica que castigó a los ifrit rebeldes que se negaron a seguir la religión de Alah y someterse a su obediencia, encerrándolos en jarrones que tenían un sello de plomo, en el que figura impreso el nombre del Altísimo. La tradición sobre el poder de Salomón sobre los espíritus aparece también en Occidente, dentro del Ars Goetia.

En sus más benignas formas de comportamiento, suelen ser bromistas y embaucadores. Tienen una miríada de atributos, debido al efecto aglutinante que tuvo la extensión del islam respecto a las leyendas y supersticiones locales de los pueblos islamizados.

Pueden ser invisibles o cambiar a voluntad de forma, haciéndose pasar por animales o presentándose con la apariencia de una mujer hermosa para visitar a los hombres por la noche, hacerles el amor y robarles la energía, como si se tratara de súcubos. Pueden también ser dominados a través de un objeto (como la lámpara maravillosa de Aladino) y convertirse así en esclavos de quien posea dicho objeto.

Los genios pueden ser causantes de ciertas formas de locura. La palabra árabe que designa al «loco» es maynun, que etimológicamente significa poseído por los genios. Pueden atravesar sólidas paredes sin dejar de tocar lo material y a los vivos, desplazarse a grandes velocidades, transfigurarse en seres humanos y suplantar a familiares y conocidos. El estado normal de un genio es el de invisible para los humanos, ya que Dios les proporcionó muchas habilidades, pero dificultó de esta forma que pudiéramos relacionarnos normalmente con ellos. Cuenta la tradición que al final de los días esta situación se invertirá y seremos nosotros quienes podamos verlos, obteniendo la ventaja que desde el principio del mundo atesoraron.

Otros ifrits son musulmanes, ayudan a los creyentes ocasionalmente y se comportan justamente para no tener que dar cuenta de malas acciones en el día de la Retribución. En el cuento árabe de Aladino y la lámpara maravillosa se menciona que el ifrit servidor de la lámpara es esclavo del gran ave rokh. En el mismo cuento se habla de un ifrit servidor de un anillo, menos poderoso que el servidor de la lámpara.

Ifrits en la ficción y el folclore actuales
Aunque como figura mitológica ha perdido gran parte de su identidad fuera del Islam, la figura del ifrit ha pasado a tomar fuerza en el folclore actual a través de los medios de comunicación.