domingo, 22 de janeiro de 2017

Los Cinco Partzufim de AK



26) Así, hemos aclarado minuciosamente la cuestión del Masaj que ha sido colocado en el Kli de Máljut; o sea, en la Bejiná Dálet luego de haber sido restringida. También aclaramos lo referente a los cinco tipos de Zivug de Haka’á que allí suceden, y que producen los cinco tipos de (grupos de) diez Sefirot, uno debajo del otro. Ahora explicaremos los cinco Partzufim de AK, que preceden a los mundos ABYA.

Ya sabéis que esta Ohr Jozer que se eleva a través del Zivug de Haka’á (de abajo hacia Arriba) y que viste las diez Sefirot de la Luz Superior, sólo alcanza para las raíces de los Kelim, llamadas “diez Sefirot de Rosh (cabeza) del Partzuf”. Para completar los Kelim, Máljut del Rosh se expandió desde esas diez Sefirot de Ohr Jozer que vestían las diez Sefirot de Rosh, y se desplegó desde allí, desde adentro de sí misma, desde Arriba hacia abajo, en la misma medida que las diez Sefirot de Rosh. Esta expansión completa los Kelim, llamados “el Guf del Partzuf”. De este modo, debemos siempre distinguir dos tipos de diez Sefirot en cada Partzuf: Rosh y Guf (cuerpo).

27) Al principio emergió el primer Partzuf de AK. Esto es debido a que, inmediatamente después de Tzimtzum Álef, cuando Bejiná Dálet había sido impedida de volverse un receptáculo para la Luz Superior, y fue corregida a través de un Masaj, la Luz Superior fue atraída hasta vestirse en el Kli de Máljut como lo estaba antes. Sin embargo, el Masaj (que se encontraba) en el Kli de Máljut lo detuvo y rechazó la Luz. A través de este choque en el Masaj de Bejiná Dálet, elevó Ohr Jozer hasta el nivel de Kéter de la Luz Superior; y esta Ohr Jozer se convirtió en la vestidura y la raíz de los Kelim para las diez Sefirot de la Luz Superior, llamada “diez Sefirot del Rosh” de “el primer Partzuf de AK”.

Por consiguiente, Máljut, con Ohr Jozer, se expandió desde sí misma a través de la fuerza de las diez Sefirot del Rosh, en las diez nuevas Sefirot de “Arriba hacia abajo”, completando así los Kelim del Guf. Entonces, el completo grado que emergió en las diez Sefirot del Rosh, se vistió también en las diez Sefirot del Guf; y así se completó el primer Partzuf de AK; Rosh y Guf.

28) Posteriormente, el mismo Zivug de Haka’á se repitió en el Masaj del Kli de Máljut, que sólo tiene Aviut de Bejiná Guímel. Pero entonces, surgió en él sólo el nivel de Jojmá, en Rosh y en Guf, puesto que la ausencia del Masaj en Aviut de Bejiná Dálet le causó que sólo tuviera cuatro Kelim KJB Tiféret. Por lo tanto, la Ohr Jozer tiene lugar para vestir sólo cuatro Luces, JNRN (Jaiá, Neshamá, Ruaj, Néfesh), y le falta la Luz de Iejidá. Éste (nuevo nivel) se llama AB de AK.

Luego, el mismo Zivug de Haka’á volvió a repetirse en el Masaj del Kli de Máljut, que contiene sólo Aviut de Bejiná Bet. Así, emergieron diez Sefirot del nivel de Biná , en Rosh y en Guf. Éste (nuevo nivel) se llama Partzuf SAG de AK. Carece de los dos Kelim de ZA y Máljut, y de las dos Luces “Jaiá” y “Iejidá”.

Después de esto, sucede el Zivug de Haka’á sobre un Masaj que sólo posee Aviut de Bejiná Álef. De este modo, emergieron en el nivel de Tiféret diez Sefirot en Rosh y en Guf, faltándoles los tres Kelim “Biná”, “ZA” y “Máljut”, y las tres Luces “Neshamá”, “Jaiá” y “Iejidá”. Sólo posee las Luces “Ruaj” y “Néfesh”, vestidas en los Kelim “Kéter” y “Jojmá”. Éste (nuevo nivel) se llama Partzuf MA y BON de AK. Recordad la relación inversa entre los Kelim y las Luces (como fue mencionado en el ítem 24).

29) De este modo hemos explicado el surgimiento de los cinco Partzufim de AK, llamados Galgalta, AB, SAG, MA y BON; uno debajo del otro. Cada Partzuf que se encuentra debajo de otro, carece de la Bejiná superior del de más Arriba. Así, vemos que a Partzuf AB le falta la Luz de Iejidá; a Partzuf SAG le falta también la Luz de Jaiá, que en cambio sí posee su Partzuf inmediatamente superior, que es AB; a Partzuf MA y BON le falta la Luz de Neshamá, cuyo Partzuf superior, SAG, sí posee.

Esto se debe a que depende de la medida de Aviut que se encuentra en el Masaj, sobre el cual se lleva a cabo el Zivug de Haka’á (ítem 18). Sin embargo, debemos entender quién y qué provocó que el Masaj redujera su Aviut gradualmente, Bejiná tras Bejiná, hasta dividirse en los cinco niveles que existen en esos cinco tipos de Zivugim (plural de Zivug – cópula).

[1] N. del T.: Vale la pena esta redundancia, en cuanto que “de abajo hacia Arriba” es una cualidad particular de este tipo de Luz. Esto se notará más adelante en comparación con otro tipo de Luz “de Arriba hacia abajo”. Éstos son los términos utilizados por Baal HaSulám en los textos originales en hebreo.


En realidad debemos comprender esta Ohr Jozer y cómo se convirtió en una vasija de recepción, puesto que al comienzo no era más que una Luz rechazada. Así, vemos que ahora está sirviendo para un rol opuesto respecto de su propia esencia.

Lo explicaré a través de una alegoría de la vida real. La naturaleza del hombre es apreciar y gustar de la cualidad de otorgamiento, y despreciar y aborrecer el recibir de un amigo. Entonces, cuando llega con su amigo y éste (el anfitrión) le invita a una comida, él (el invitado) declinará la invitación aunque se encuentre muy hambriento, puesto que a sus ojos es humillante recibir un presente de su amigo.

Sin embargo, cuando su amigo le implora lo suficiente, de forma tal que quede claro que al comer le estaría haciendo un gran favor (a su amigo/anfitrión), él accede a comer, pues ahora ya no siente que está recibiendo un presente, ni que su amigo es quien está otorgando. Por el contrario él (el invitado) es quien otorga y quien está haciéndole un favor a su amigo, al recibir de él este bien.

Así, podemos observar que aunque el hambre y el apetito representan vasijas de recepción designadas para comer, y que la persona (en el ejemplo anterior) tenía suficiente hambre y apetito para recibir (aceptar) la comida de su amigo, aún así no podía probar ni un bocado, debido a la sensación de vergüenza. Sin embargo, a medida que su amigo le imploraba y él lo rechazaba, se fueron formando dentro de sí nuevos Kelim para comer, ya que el poder de los ruegos de su amigo y el poder de sus propios rechazos, a medida que se acumulaban, terminaron por alcanzar una cantidad suficiente que revirtió la medida de recepción a una medida de otorgamiento.

Al final observa que al comer le estará haciendo un gran favor a su amigo. En ese estado se forman, dentro de él, nuevas vasijas de recepción para recibir la comida ofrecida. Ahora, se considera que el poder de su rechazo se ha convertido en la vasija esencial dentro de la cual recibir la comida; y no el hambre y el apetito, aunque éstos son, por cierto, las habituales vasijas de recepción.

La “H” se pronuncia como una “j” suave, como en inglés.

16) A partir de esta alegoría entre los dos amigos, podemos comprender el tema del Zivug de Haka’á y  la Ohr Jozer que se eleva por su causa, que se convierte así en nuevas vasijas de recepción para la Luz Superior, en vez de Bejiná Dálet. Podemos comparar la Luz Superior que choca contra el Masaj, y que desea expandirse hacia dentro de Bejiná Dálet, con la súplica por comer. La razón es que, al igual que en el ejemplo anterior donde uno aspiraba a que su amigo recibiera su comida, la Luz Superior desea extenderse al receptor. Y el Masaj, que choca con la Luz y la empuja de regreso, puede compararse con el rechazo del amigo rehusándose a recibir la comida, y rechazando así su favor.

Y del mismo modo que podéis ver aquí que es precisamente el rechazo y negativa lo que se transforma en las vasijas de recibir apropiadas para la comida de su amigo, podéis imaginar que la Ohr Jozer, que se eleva a través del choque del Masaj y la Luz Superior que es rechazada, se convierte en una nueva vasija de recepción para la Luz Superior, en vez de Bejiná Dálet, que servía como vasija de recepción antes de la primera restricción (Tzimtzum Álef).

Sin embargo, esto fue colocado solamente en los Partzufim (plural de Partzuf) de Kedushá (santidad) de ABYA; no en los Partzufim de las Klipot (cáscaras) ni en este mundo, donde Bejiná Dálet es considerada la vasija de recepción. Y éste es el motivo por el cual están separadas de la Luz Superior, ya que la desigualdad de forma en Bejiná Dálet las separa. Por eso, se considera que las Klipot son infames y que están muertas, ya que se encuentran separados de la Vida de Vidas a través del deseo de recibir que poseen.

 Los Cinco Partzufim de AK

26) Así, hemos aclarado minuciosamente la cuestión del Masaj que ha sido colocado en el Kli de Máljut; o sea, en la Bejiná Dálet luego de haber sido restringida. También aclaramos lo referente a los cinco tipos de Zivug de Haka’á que allí suceden, y que producen los cinco tipos de (grupos de) diez Sefirot, uno debajo del otro. Ahora explicaremos los cinco Partzufim de AK, que preceden a los mundos ABYA.

Ya sabéis que esta Ohr Jozer que se eleva a través del Zivug de Haka’á (de abajo hacia Arriba[1]) y que viste las diez Sefirot de la Luz Superior, sólo alcanza para las raíces de los Kelim, llamadas “diez Sefirot de Rosh (cabeza) del Partzuf”. Para completar los Kelim, Máljut del Rosh se expandió desde esas diez Sefirot de Ohr Jozer que vestían las diez Sefirot de Rosh, y se desplegó desde allí, desde adentro de sí misma, desde Arriba hacia abajo, en la misma medida que las diez Sefirot de Rosh. Esta expansión completa los Kelim, llamados “el Guf del Partzuf”. De este modo, debemos siempre distinguir dos tipos de diez Sefirot en cada Partzuf: Rosh y Guf (cuerpo).

27) Al principio emergió el primer Partzuf de AK. Esto es debido a que, inmediatamente después de Tzimtzum Álef, cuando Bejiná Dálet había sido impedida de volverse un receptáculo para la Luz Superior, y fue corregida a través de un Masaj, la Luz Superior fue atraída hasta vestirse en el Kli de Máljut como lo estaba antes. Sin embargo, el Masaj (que se encontraba) en el Kli de Máljut lo detuvo y rechazó la Luz. A través de este choque en el Masaj de Bejiná Dálet, elevó Ohr Jozer hasta el nivel de Kéter de la Luz Superior; y esta Ohr Jozer se convirtió en la vestidura y la raíz de los Kelim para las diez Sefirot de la Luz Superior, llamada “diez Sefirot del Rosh” de “el primer Partzuf de AK”.

Por consiguiente, Máljut, con Ohr Jozer, se expandió desde sí misma a través de la fuerza de las diez Sefirot del Rosh, en las diez nuevas Sefirot de “Arriba hacia abajo”, completando así los Kelim del Guf. Entonces, el completo grado que emergió en las diez Sefirot del Rosh, se vistió también en las diez Sefirot del Guf; y así se completó el primer Partzuf de AK; Rosh y Guf.

28) Posteriormente, el mismo Zivug de Haka’á se repitió en el Masaj del Kli de Máljut, que sólo tiene Aviut de Bejiná Guímel. Pero entonces, surgió en él sólo el nivel de Jojmá, en Rosh y en Guf, puesto que la ausencia del Masaj en Aviut de Bejiná Dálet le causó que sólo tuviera cuatro Kelim KJB Tiféret. Por lo tanto, la Ohr Jozer tiene lugar para vestir sólo cuatro Luces, JNRN (Jaiá, Neshamá, Ruaj, Néfesh), y le falta la Luz de Iejidá. Éste (nuevo nivel) se llama AB de AK.

Luego, el mismo Zivug de Haka’á volvió a repetirse en el Masaj del Kli de Máljut, que contiene sólo Aviut de Bejiná Bet. Así, emergieron diez Sefirot del nivel de Biná , en Rosh y en Guf. Éste (nuevo nivel) se llama Partzuf SAG de AK. Carece de los dos Kelim de ZA y Máljut, y de las dos Luces “Jaiá” y “Iejidá”.

Después de esto, sucede el Zivug de Haka’á sobre un Masaj que sólo posee Aviut de Bejiná Álef. De este modo, emergieron en el nivel de Tiféret diez Sefirot en Rosh y en Guf, faltándoles los tres Kelim “Biná”, “ZA” y “Máljut”, y las tres Luces “Neshamá”, “Jaiá” y “Iejidá”. Sólo posee las Luces “Ruaj” y “Néfesh”, vestidas en los Kelim “Kéter” y “Jojmá”. Éste (nuevo nivel) se llama Partzuf MA y BON de AK. Recordad la relación inversa entre los Kelim y las Luces (como fue mencionado en el ítem 24).

29) De este modo hemos explicado el surgimiento de los cinco Partzufim de AK, llamados Galgalta, AB, SAG, MA y BON; uno debajo del otro. Cada Partzuf que se encuentra debajo de otro, carece de la Bejiná superior del de más Arriba. Así, vemos que a Partzuf AB le falta la Luz de Iejidá; a Partzuf SAG le falta también la Luz de Jaiá, que en cambio sí posee su Partzuf inmediatamente superior, que es AB; a Partzuf MA y BON le falta la Luz de Neshamá, cuyo Partzuf superior, SAG, sí posee.

Esto se debe a que depende de la medida de Aviut que se encuentra en el Masaj, sobre el cual se lleva a cabo el Zivug de Haka’á (ítem 18). Sin embargo, debemos entender quién y qué provocó que el Masaj redujera su Aviut gradualmente, Bejiná tras Bejiná, hasta dividirse en los cinco niveles que existen en esos cinco tipos de Zivugim (plural de Zivug – cópula).


[1] N. del T.: Vale la pena esta redundancia, en cuanto que “de abajo hacia Arriba” es una cualidad particular de este tipo de Luz. Esto se notará más adelante en comparación con otro tipo de Luz “de Arriba hacia abajo”. Éstos son los términos utilizados por Baal HaSulám en los textos originales en hebreo.

Cinco partes discernibles en el Masaj



17) Hasta ahora hemos aclarado los tres elementos básicos de esta sabiduría. El primero consiste de la Luz y el Kli, donde la Luz representa la directa extensión de Su Esencia, y el Kli es el deseo de recibir, que está necesariamente incluido en esa Luz. Uno de ellos se retira del Emanante, y se convierte en un ser emanado en la medida de ese deseo. También, este deseo de recibir es considerado la Máljut que se discierne en la Luz Superior. Por eso se le llama Máljut, a modo de “Él es Uno; y Su Nombre, Uno”, pues Su nombre en Gematría es (tiene el mismo valor que) Ratzón (deseo).

El segundo asunto es el referente a la aclaración de las diez Sefirot y los cuatro mundos ABYA, que representan cuatro grados consecutivos de arriba a abajo. El deseo de recibir debe descender a través de éstos hasta que esté completo: el Kli y el contenido.

La tercera cuestión es la relativa al Tzimtzum, y al Masaj que se encuentra ubicado sobre la vasija de recepción, que es Bejiná Dálet, y a cambio del cual (del Masaj) fueron creadas nuevas vasijas de recepción, en las diez Sefirot, llamadas Ohr Jozer. Comprended y memorizad estos tres conceptos fundamentales y sus razones, así como os han sido presentados, pues sin ellos será imposible entender ni siquiera una sola palabra de esta sabiduría.

18) Ahora explicaremos las cinco partes que son discernibles en el Masaj, por medio de las cuales cambian los niveles durante el Zivug de Haka’á que se lleva a cabo con la Luz Superior. Primero debemos entender a fondo que aunque a Bejiná Dálet se le prohibiera volverse una vasija de recepción para las diez Sefirot después del Tzimtzum, y aunque la Ohr Jozer que se eleva desde el Masaj por medio del Zivug de Haka’á se convirtiera en una vasija de recepción en su lugar, aún así debe acompañar a la Ohr Jozer con su poder de recepción. Sin no hubiera sido por eso, la Ohr Jozer no hubiera podido convertirse en una vasija de recepción.

También debéis entenderlo de la alegoría que se encuentra en el punto número 15, donde hemos demostrado que el poder de rechazar la comida se convirtió en la vasija de recepción en lugar del hambre o apetito. Esto se debe a que al hambre o apetito, la habitual vasija de recepción, se le prohibió en este caso llegar a ser vasija de recepción, puesto que a través del rechazo y repudio, la recepción se transformó en otorgamiento; y a través de éstos consiguió que las vasijas de recepción fuesen aptas para recibir la comida de su amigo.

Sin embargo, no se puede decir que haya dejado de necesitar sus vasijas de recepción habituales; es decir, el hambre o apetito, pues está claro que sin el apetito de comer, no podrá satisfacer el deseo de su amigo y traerle satisfacción al comer en su casa. Pero la cuestión es que el hambre y apetito que fueron bloqueados en su forma regular, ahora han sido transformados en una nueva forma a través de las fuerzas del rechazo y del repudio. Esta nueva forma es la “recepción para poder otorgar”. De esta forma, la (sensación de) humillación se ha transformado en (una sensación de) dignidad.

De lo anterior se desprende que las vasijas de recepción usuales aún se encuentran tan activas como siempre, pero han adquirido una forma nueva. También concluiréis, en lo referente a nuestro tema, que es verdad que Bejiná Dálet ha sido bloqueada de convertirse en un Kli de recepción de las diez Sefirot. Esto es a causa de su Aviut; o sea, de la diferencia de forma respecto del Otorgante, lo cual la separa de Él. Sin embargo, por medio de la corrección del Masaj (que se encuentra) en Bejiná Dálet, y que choca con la Luz Superior y la repele, su anterior forma defectuosa se transforma y adquiere una forma nueva, llamada Ohr Jozer, al igual que la transformación de la “forma de recepción” en “forma de otorgamiento”.

El contenido de su forma inicial no ha cambiado. Aún (la persona) no come sin el apetito. De forma similar, todo el Aviut, que representa la fuerza de recepción en Bejiná Dálet, ha entrado en la Ohr Jozer. Por ende, la Ohr Jozer se vuelve apta para volverse una vasija de recepción.

Por lo tanto, siempre deben distinguirse las siguientes dos (fuerzas) en el Masaj:

Kashiut (dureza), que representa la fuerza que está dentro y que rechaza la Luz Superior.

Aviut, que es la medida de deseo de recibir de Bejiná Dálet, incluido en el Masaj. A través del Zivug de Haka’á, por medio de la fuerza de Kashiut que posee, su Aviut se convierte en “pureza”; o sea, la recepción se transforma en otorgamiento.

Estas dos fuerzas que se encuentran en el Masaj actúan a través de cinco atributos discernibles: las cuatro Bejinot JB TM y su raíz, llamada Kéter.

19) Ya hemos explicado que las primeras tres distinciones aún no son consideradas un Kli, sino que sólo Bejiná Dálet es considerada un Kli. Aún así, debido a que las primeras tres distinciones representan sus causas, e inducen la conclusión de Bejiná Dálet, en cuanto Bejiná Dálet es completada, se registran cuatro grados en su cualidad de recepción.

Bejiná Álef dentro de ella (de Bejiná Dálet) representa el grado más pequeño de la cualidad de recepción.

Bejiná Bet comprende un mayor “grosor” (Aviut) que Bejiná Álef, en términos de su cualidad de recepción.

Bejiná Guímel es más “gruesa” que Bejiná Bet en cuanto a su cualidad de recepción.
Y finalmente, Bejiná Dálet es la más “gruesa” de todas, y su cualidad de recepción es perfecta (completa) en todo sentido.

También debemos distinguir que la raíz de las cuatro Bejinot (plural de Bejiná), que es la más pura de todas, también está incluida allí.

Éstas son las cinco distinciones de la recepción contenida en Bejiná Dálet, que llevan los nombres de las diez Sefirot KJB (Kéter – Jojmá – Biná) TM, incluidas en Bejiná Dálet, puesto que las cuatro fases corresponden a JB TM y a su raíz, llamada Kéter.

20) Las cinco distinciones de recepción que se encuentran en Bejiná Dálet, se denominan usando los nombres de las Sefirot KJB TM. Esto se debe a que antes del Tzimtzum, mientras Bejiná Dálet aún era la vasija de recepción para las diez Sefirot que estaban incluidas en la Luz Superior a modo de “Él es Uno; y su Nombre, Uno”, debido a que todos los mundos se encontraban incluidos allí, su revestimiento de las diez Sefirot en ese lugar siguió a estas cinco Bejinot. Cada una de las cinco Bejinot de Bejiná Dálet, vistió la Bejiná correspondiente de las diez Sefirot que comprenden la Luz Superior.

Bejinat Shóresh (Fase Raíz) de Bejiná Dálet, vistió la Luz de Kéter de las diez Sefirot (de la Luz Superior);
Bejiná Álef de Bejiná Dálet vistió la Luz de Jojmá de las diez Sefirot;
Bejiná Bet de Bejiná Dálet vistió la Luz de Biná;
Bejiná Guímel de Bejiná Dálet vistió la Luz de Tiféret;
Y su propia Bejiná vistió la Luz de Máljut.
Por lo tanto, aun ahora, luego de la primera restricción, cuando Bejiná Dálet fue bloqueada de ser una vasija de recepción, sus cinco grados de Aviut llevan los nombres de las Sefirot KJB TM.

21) Y ya sabéis que en general la sustancia del Masaj se llama Kashiut, y que implica algo muy duro que impide a cualquier cosa atravesar su protección. De forma similar, el Masaj impide el paso a la Luz Superior hacia Máljut, o Bejiná Dálet. Así, se considera que el Masaj bloquea y repele la medida entera de Luz que de modo contrario debería vestirse en el Kli de Máljut.

También se ha puesto en claro que esos cinco Bejinot de Aviut de Bejiná Dálet, están incluidos y vienen dentro del Masaj, así como también se unen al Kashiut en su correspondiente medida. Por lo tanto, se distinguen cinco tipos de Zivug de Haka’á en el Masaj, que corresponden a los cinco grados de Aviut que allí se encuentran:

Un Zivug de Haka’á sobre un Masaj completo, con todos los niveles de Aviut, eleva suficiente Ohr Jozer para vestir todas las diez Sefirot hasta el nivel de Kéter.
Un Zivug de Haka’á sobre un Masaj que carece de Aviut de Bejiná Dálet y que contiene sólo Aviut de Bejiná Guímel, eleva suficiente Ohr Jozer para vestir las diez Sefirot sólo hasta el nivel de Jojmá, faltándole Kéter.
Y si tiene sólo Aviut de Bejiná Bet, su Ohr Jozer se reduce y alcanza sólo a vestir hasta el nivel de Biná, faltándole Kéter y Jojmá.
Si contiene sólo Aviut de Bejiná Álef, su Ohr Jozer se reduce aún más, y alcanza sólo a vestir hasta el nivel de Tiféret, faltándole KJB.
Y si también carece de Aviut de Bejiná Álef, y sólo le queda Aviut de Bejiná Shóresh, su poder de choque es mínimo, y alcanza sólo a vestir hasta el nivel de Máljut, faltándole las primeras nueve Sefirot, que son KJB y Tiféret.
22) De este modo podéis ver cómo los cinco niveles de diez Sefirot emergen por medio de cinco tipos de Zivug de Haka’á del Masaj, que se efectúan sobre los cinco grados de Aviut que allí se encuentran. Y ahora os daré la razón de esto, pues es sabido que no existe Luz sin un Kli.

También sabéis que estos cinco grados de Aviut vienen de los cinco grados de Aviut que se encuentran en Bejiná Dálet. Previo al Tzimtzum había cinco Kelim en Bejiná Dálet, vistiendo las diez Sefirot KJB TM (ítem 18). Después de Tzimtzum Álef (primera restricción), fueron incorporados en los cinco grados del Masaj que, conjuntamente con la Ohr Jozer que eleva, vuelven a ser cinco Kelim con respecto a las diez Sefirot KJB TM, en vez de los cinco Kelim que había en Bejiná Dálet antes del Tzimtzum.

De acuerdo con esto, queda claro que si un Masaj contiene todos los cinco niveles de Aviut, contiene los cinco Kelim que visten estas diez Sefirot. Pero cuando no contiene todos los cinco niveles, ya que el Aviut de Bejiná Dálet está ausente allí, contiene sólo cuatro Kelim. Por eso sólo puede vestir cuatro Luces: JB TM; y carece de una Luz, que es Kéter; al igual que carece de un Kli, que es el Aviut de Bejiná Dálet.

Del mismo modo, cuando también carece de Bejiná Guímel, y el Masaj contiene sólo tres niveles de Aviut, es decir, sólo hasta Bejiná Bet, contiene sólo tres Kelim. Así, sólo puede vestir tres Luces: Biná, Tiféret y Máljut. En ese estado el nivel mencionado carece de las siguientes dos Luces: Kéter y Jojmá. Y también carece de los siguientes dos Kelim: Bejiná Guímel y Bejiná Dálet.

Y cuando el Masaj contiene sólo dos niveles de Aviut, o sea, Bejinat Shóresh y Bejiná Álef, contiene sólo Kelim. Entonces viste solamente dos Luces: la Luz de Tiféret y la Luz de Máljut. De este modo, el nivel carece de las tres Luces KJB, al igual que carece de los tres Kelim que corresponden a Bejiná Bet, Bejiná Guímel y Bejiná Dálet.

Y cuando el Masaj posee sólo un nivel de Aviut, que viene a ser sólo Bejinat Shoresh de Aviut, tiene sólo un Kli. Por lo tanto, sólo puede vestir una Luz: la Luz de Máljut. Este nivel carece de las cuatro Luces KJB y Tiféret, al igual que carece de los siguientes cuatro Kelim: Aviut de Bejiná Dálet, Bejiná Guímel, Bejiná Bet y Bejiná Álef. Entonces, el nivel de cada Partzuf depende precisamente del grado de Aviut que existe en el Masaj. Del Masaj de Bejiná Dálet se  obtiene el nivel de Kéter. Del Masaj de Bejiná Guímel se obtiene el nivel de Jojmá. Del Masaj de Bejiná Bet se obtiene el nivel de Biná. Del Masaj de Bejiná Álef se obtiene el nivel de Tiféret. Y del Masaj de Bejinat Shóresh se obtiene el nivel de Máljut.

23) Sin embargo, debemos descubrir por qué ocurre que cuando el Kli de Máljut (Bejiná Dálet) está ausente del Masaj, carece de la Luz de Kéter; y cuando el Kli de Tiféret está ausente, carece de la Luz de Jojmá, etc. Pareciera que hubiera sido al revés; que cuando falta el Kli de Máljut, o sea Bejiná Dálet, en el Masaj sólo debiera faltar la Luz de Máljut; y por otra parte debería tener las cuatro Luces KJB y Tiféret. Y que además, en la ausencia de los dos Kelim de Bejiná Guímel y Bejiná Dálet, debería carecer de las Luces de Tiféret y de Máljut, y que el nivel tendría las tres Luces KJB, etc.

24) La respuesta es que siempre existe una relación inversa entre las Luces y las vasijas. En los Kelim, los de más Arriba surgen antes en el Partzuf: primero Kéter; luego el Kli de Jojmá, etc.; y el Kli de Máljut aparece por último. Por eso denominamos los Kelim de acuerdo con el orden descendente KJB TM, pues éste es el orden de su manifestación.

Sucede lo contrario con las Luces. En las Luces, las de más abajo son las primeras en entrar al Partzuf. Primero entra Néfesh, que corresponde a la Luz de Máljut; entonces viene Ruaj, que es la Luz de ZA, etc.; y la Luz de Iejidá es la última en entrar. Por tal motivo nombramos las Luces por el orden de NRNJI[1], de abajo hacia Arriba, pues éste es el orden por medio del cual entran: de abajo hacia Arriba.

Así, cuando apenas se ha manifestado un Kli en el Partzuf, siendo necesariamente el Kli de más Arriba, que es Kéter, en este caso sólo entra en el Partzuf la Luz de más abajo, que es la Luz de Néfesh; pero no la Luz de más Arriba, Iejidá, que se le atribuye al Kli. De esta forma, la Luz de Néfesh se viste dentro del Kli de Kéter.

Y cuando se manifiestan dos Kelim en el Partzuf, siendo éstos los dos de más Arriba, Kéter y Jojmá, en este caso la Luz de Ruaj también entra en el Partzuf. En ese momento la Luz de Néfesh desciende desde el Kli de Kéter hasta el Kli de Jojmá, y la Luz de Ruaj se viste en el Kli de Kéter.

De forma similar, cuando aparece un tercer Kli en el Partzuf, siendo éste el Kli de Biná, entra la Luz de Neshamá dentro del Partzuf. En este momento la Luz de Néfesh desciende desde el Kli de Jojmá hasta el Kli de Biná, la Luz de Ruaj al Kli de Jojmá, y la Luz de Neshamá se viste en el Kli de Kéter.

Y cuando el cuarto Kli se manifiesta en el Partzuf, siendo éste el Kli de Tiféret, la Luz de Jaiá entra en el Partzuf. En ese instante la Luz de Néfesh desciende del Kli de Biná al Kli de Tiféret; la Luz de Ruaj desciende al Kli de Biná; la Luz de Neshamá desciende al Kli de Jojmá; y la Luz de Jajá desciende al Kli de Kéter.

Y cuando un quinto Kli (el Kli de Máljut) se manifiesta en el Partzuf, entra la Luz de Iejidá. En ese momento todas las Luces entran dentro de sus respectivos Kelim. La Luz de Néfesh desciende del Kli de Tiféret al Kli de Máljut; la Luz de Ruaj desciende al Kli de Tiféret; la Luz de Neshamá desciende al Kli de Biná; la Luz de Jaiá desciende al Kli de Jojmá, y la Luz de Iejidá desciende al Kli de Kéter.

25) Entonces, mientras aún no se hayan manifestado todos los cinco Kelim KJB TM en un Partzuf, las Luces no se encontrarán en sus respectivos lugares. Por otra parte se encuentran en relación inversa: en la ausencia del Kli de Máljut, la Luz de Iejidá está ausente; y cuando faltan los dos Kelim TM, están ausentes Iejidá y Jaiá, etc. Esto se debe a que con los Kelim, los de más Arriba emergen primero; y con las Luces, las últimas son las primeras en entrar.

También podéis ver que cada nueva Luz que llega, se viste sólo en el Kli de Kéter. Esto ocurre porque el receptor es capaz de recibir sólo en su Kli más puro; es decir, en el Kli de Kéter.

Por lo tanto, al recibir cada nueva Luz, las Luces que ya están vestidas en el Partzuf, deben descender un nivel desde el cual se encuentran. Por ejemplo, cuando la Luz de Ruaj entra, la Luz de Néfesh desciende desde el Kli de Kéter hasta el Kli de Jojmá, para ceder el lugar del Kli de Kéter a la nueva Luz, que es Ruaj. Del mismo modo, si la nueva Luz es Neshamá, Ruaj también debe descender del Kli de Kéter al Kli de Jojmá, para ceder el lugar de Kéter a la nueva Luz, que es Neshamá. Como resultado de esto, Néfesh, que antes se encontraba en el Kli de Jojmá, debe descender al Kli de Biná, etc. Todo esto ocurre para hacer lugar, en el Kli de Kéter, para la nueva Luz.

Tened en cuenta esta regla, y siempre podréis discernir, en cada tema, si se está refiriendo a los Kelim o a las Luces. Entonces no os confundiréis, porque siempre existe una relación inversa entre éstos. Así, hemos aclarado a fondo el asunto relativo a las cinco partes discernibles en el Masaj, y cómo, a través de ellos, cambian los niveles uno bajo el otro.


[1] N. del T.: Néfesh, Ruaj, Neshamá, Jaiá, Iejidá. Se pronuncia NaRaNJaI.

Idea de la Creación y las Cuatro Fases de Luz Directa

Rav Yehuda Leib HaLevi Ashlag 

Prefacio a la Sabiduría de la Cabalá

Durante el estudio se recomienda examinar los dibujos al final de este ensayo, Halán.

La Idea de la Creación y las Cuatro Fases de Luz Directa



1) Rabí Hanania, hijo de Akashia, dice: “El Creador deseaba limpiar (purificar) a Israel; por eso, le entregó abundante Torá y Mitzvot (mandamientos), tal como está escrito, ‘El Señor se deleitó, por Su rectitud, haciendo que esta enseñanza fuera grande y gloriosa’” (Makot, 23b). Se sabe que “limpiando” (en hebreo) deriva de la palabra “purificando”. Tal como dijeron nuestros sabios, “Las Mitzvot fueron entregadas sólo para la purificación de Israel (Midrash Shmuel, Parashá 4). Debemos entender en qué consiste esta limpieza o purificación, que se consigue por medio de Torá y Mitzvot; y qué es el Aviut (grosor/deseo de recibir) que se encuentra dentro de nosotros, y que debemos limpiar usando Torá y Mitzvot.

Como ya lo hemos discutido en mi libro “Panim Masbirot” y en “El Estudio de los Diez Sefirot”, les reiteraré brevemente que la Idea (o Pensamiento) de la Creación consistía en deleitar a las criaturas de acuerdo con Su abundante generosidad. Por esta razón se imprimió en las almas un gran anhelo, un gran deseo de recibir Su abundancia.

Esto se debe a que el deseo de recibir es el Kli (vasija) para la medida del deleite en esta abundancia, ya que la medida y fuerza del deseo de recibir la abundancia, corresponde precisamente con la medida de placer y deleite en la abundancia. Y están tan interconectadas, que son indivisibles excepto en cuanto a que el placer se relaciona con la abundancia, y el gran deseo de recibir la abundancia se relaciona con el receptor.

Ambos se extienden necesariamente del Creador, y necesariamente se encontraban en la Idea/Pensamiento de la Creación. Sin embargo, deben dividirse de la siguiente manera: la abundancia viene de Su esencia, extendiéndose a modo de “existencia a partir de la existencia” (Iesh mi Iesh); y el deseo de recibir que está incluido ahí, es la raíz de las criaturas. Esto significa que es la raíz de su origen; es decir, del surgimiento ex-nihilo (Iesh mi Ein), o a modo de “existencia a partir de la nada/ausencia”, puesto que ciertamente no existe forma alguna de “deseo de recibir” en Su esencia.

Por ende, se considera que el deseo de recibir que acabamos de mencionar, consiste de toda la sustancia de la Creación; de principio a fin. De este modo, todas las criaturas, todas sus innumerables instancias y comportamientos que se han manifestado y que se han de manifestar, no son más que grados de diferentes denominaciones del deseo de recibir. Todo lo que existe en esas criaturas, o sea, todo lo que se recibe en el deseo de recibir impreso en ellas, se extiende de Su esencia a modo de Iesh mi Iesh (existencia a partir de la existencia). No es, en absoluto, una nueva creación, ya que no es algo nuevo. Por el contrario, se extiende de Su infinitud a modo de Iesh mi Iesh.

2) Como ya hemos dicho, el deseo de recibir está innatamente incluido en la Idea de la Creación, con todas sus denominaciones, a lo largo de la gran abundancia que Él había planeado impartirles. Y sabed que esto es lo que discernimos como Ohr (Luz) y Kli (vasija) en los Mundos Superiores. Necesariamente vienen entrelazados, y descienden nivel por nivel. Y el punto hasta el cual descienden los grados de la Luz de Su Faz, saliendo de Él, es el punto de materialización del deseo de recibir contenido en la abundancia.

También podríamos afirmarlo a la inversa: Desciende gradualmente hacia el punto donde se materializa el deseo de recibir que se encuentra implícito en la abundancia; al lugar más bajo de todos, donde el deseo de recibir se manifiesta en su totalidad. Este lugar se llama “el mundo de Asiá”; el deseo de recibir es considerado “el cuerpo del hombre”, y la abundancia que recibe es considerada la medida de “la vitalidad que hay en ese cuerpo”.

Ocurre lo mismo en otras criaturas de este mundo. La única diferencia entre los Mundos Superiores y este mundo es que, mientras el deseo de recibir que se encuentra dentro de Su abundancia no se ha manifestado completamente, es considerado como perteneciente a los mundos espirituales. Y una vez que el deseo de recibir se ha materializado completamente, es considerado como existiendo en este mundo.

3) El orden gradual descendente a modo de cascada, que trae al deseo de recibir a su forma final en este mundo, sigue una secuencia de cuatro fases que también se encuentra en las cuatro letras del nombre HaVaYaH. Esto se debe a que las cuatro letras, HaVaYaH (Iod, Hey, Vav, Hey), en Su Nombre, abarcan la realidad entera, sin excluir nada.

En general están descriptas en las diez Sefirot: Jojmá, Biná, Tiféret, Maljut, y su Shóresh (Raíz). Son diez Sefirot debido a que Sefirá Tiféret contiene seis Sefirot internas, llamadas JGT NHY (Jésed-Gevurá-Tiféret Nétzaj-Jod-Iesod), y la Raíz, llamada Kéter. De  todas formas, en esencia, se las llama JB TM (Jojmá-Biná Tiféret-Maljut)

Y estas letras corresponden con los cuatro mundos Atzilut, Beriá, Ietzirá y Asiá. El mundo de Asiá contiene, dentro de sí, a este mundo. Así, no existe ni una sola criatura en el mundo que no se haya originado en Ein Sof; es decir, en la Idea de la Creación de deleitar a Sus criaturas. Por eso está innatamente compuesto de Luz y Kli; un cierto grado de abundancia, con el correspondiente deseo de recibir tal abundancia.

El grado de abundancia se extiende a modo de Iesh mi Iesh desde Su Esencia; y el deseo de recibir la abundancia surge a modo de Iesh mi Ein (existencia ex-nihilo).

Pero para que este deseo de recibir adquiera su cualidad final, debe descender gradualmente, junto con la abundancia que se encuentra dentro, a través de los cuatro mundos Atzilut, Beriá, Ietzirá y Asiá. Esto completa la Creación con la Luz y el Kli, también llamados Guf (cuerpo) y la “Luz de vida” que se encuentra dentro.

4) La razón por la cual el deseo de recibir debe descender gradualmente a través de las cuatro Bejinot (distinciones) mencionadas más arriba en ABIA (Atzilut, Beriá, Ietzirá, Asiá) es que existe una gran regla en lo referente a los Kelim (plural de Kli): la expansión de la Luz, y su partida, volvieron al Kli apto para su función. Esto significa que en la medida que el Kli no haya sido separado de la Luz, está incluido en la Luz, y está anulado dentro de sí mismo como una vela dentro de una antorcha.

Este anulación se debe a que ambos son completamente opuestos entre sí; se encuentran en extremos opuestos. Esto se debe a que la Luz se extiende de Su esencia a modo de existencia a partir de la existencia (Iesh mi Iesh). Desde la perspectiva del Pensamiento de la Creación en Ein Sof, todo existe en función del otorgamiento, y no existe rastro alguno del deseo de recibir en ello. Su opuesto es el Kli, el gran deseo de recibir esa abundancia, que representa la raíz de la criatura recientemente creada, en la cual no existe rastro alguno de (la cualidad de) otorgamiento.

Por lo tanto, cuando ambos están juntos, el deseo de recibir se cancela en la Luz que se encuentra adentro, y puede determinar su forma sólo una vez que la Luz haya partido al menos una vez. Esto se debe a que después de la partida de la Luz del Kli, comienza a anhelarla, y este anhelo determina y establece la forma del deseo de recibir. En consecuencia, cuando la Luz se reviste dentro del Kli una vez más, ambos se relacionan como dos nociones separadas: la vasija y la Luz, o el cuerpo y la Vida. Observad esto con detenimiento, pues es ciertamente muy profundo.

5) Por ende, se requieren las cuatro distinciones del nombre HaVaYaH, llamadas Jojmá, Biná, Tiféret y Maljut. Bejiná Álef (Fase Uno) corresponde con Jojmá, y consiste ciertamente del ser emanado en su totalidad: La Luz y el Kli. En ella se encuentra el gran deseo de recibir con toda la Luz incluida adentro, llamada Ohr Jojmá (Luz de Sabiduría) u Ohr Jaiá (Luz de Vida), pues comprende toda la Jaím (vida) dentro del ser creado, revestida dentro de su Kli. Sin embargo, esta fase es considerada Luz por entero; y el Kli es apenas distinguible, puesto que se encuentra mezclado con la Luz, y de este modo está cancelado cual una vela dentro de una antorcha.

Le sigue Bejiná Bet (Fase Dos), puesto que al final el Kli de Jojmá prevalece en equivalencia de forma con la Luz Superior dentro de sí. Esto significa que surge, dentro de sí, un deseo de otorgar al Emanante, de acuerdo con la naturaleza de la Luz que se encuentra adentro, y que representa por completo la cualidad de otorgamiento.

Entonces, utilizando este deseo que se ha despertado dentro, se extiende una nueva Luz hacia él desde el Emanante, llamada Ohr Jasadim (Luz de Misericordia). Como resultado de esto, se separa casi completamente de la Ohr Jojmá que el Creador le había impreso, ya que Ohr Jojmá puede ser recibida sólo dentro de su Kli, que consiste de un deseo de recibir que ha crecido hasta su máxima expresión.

De este modo, la Luz y el Kli en Bejiná Bet terminan difiriendo de aquéllos en Bejiná Álef, ya que aquí el Kli consiste del deseo de otorgar. La Luz que está adentro es considerada Ohr Jasadim; ésta es una Luz que viene de la fuerza del Dvekut (adhesión) del ser emanado dentro de su Emanante, pues su deseo le guía hacia la equivalencia de forma con éste. También, en la espiritualidad, equivalencia de forma es Dvekut.

Luego le sigue Bejiná Guímel (Fase Tres). Una vez que la Luz se hubo disminuido y convertido en Ohr Jasadim dentro del ser emanado, sin nada de Jojmá, sabiéndose que Ohr Jojmá es la esencia del ser Creado, al final de Bejiná Bet despierta y arrastra dentro de sí cierto grado de Ohr Jojmá, para que ésta brille dentro de su Ohr Jasadim. Este “despertar” volvió a extender una cierta medida del deseo de recibir, que forma un nuevo Kli llamado Bejiná Guímel o Tiféret. Y la Luz que se encuentra dentro se llama “Luz de Jasadim en iluminación de Jojmá”, ya que la mayor parte de esa Luz es Ohr Jasadim, y una parte menor es Ohr Jojmá.

Por último llegó Bejiná Dálet (Fase Cuatro), ya que el Kli de Bejiná Guímel, al final, también “despertó” para atraer la Ohr Jojmá completa, tal como ocurrió en Bejiná Álef. De este modo, este “despertar” se considera “anhelo” al grado del deseo de recibir en Bejiná Álef; e incluso sobrepasándolo, pues ahora ya ha sido separado de la Luz, puesto que la Luz de Jojmá ya no está revestida dentro de él (pero aspira a esta Ohr Jojmá). Así, la forma del deseo de recibir ha sido determinada por completo, ya que el Kli se determina siguiendo la expansión de la Luz, y la partida (de la Luz) de allí. Luego, cuando retorne, recibirá la Luz nuevamente. De esto se desprende que el Kli precede a la Luz. Y ésta es la razón por la cual esta Bejiná Dálet es considerada la conclusión del Kli, y se llama Maljut (Reino).

6) Estas cuatro distinciones (Bejinot) recién mencionadas comprenden las diez Sefirot que se disciernen en cada criatura, por completo, y que corresponden con los cuatro mundos, incluso en el aspecto más pequeño de la realidad. Bejiná Álef corresponde con Jojmá o el “mundo de Atzilut”; Bejiná Bet corresponde con Biná o “el mundo de Beriá”; Bejiná Guímel corresponde con Tiféret o el “mundo de Ietzirá”; y Bejiná Dálet corresponde con Maljut o “el mundo de Asiá”.

Permítasenos explicar las cuatro Bejinot aplicadas a cada alma. Cuando el alma sale de Ein Sof y llega al mundo de Atzilut, este estado corresponde con Bejiná Álef del alma. De todos modos aún no se le distingue, allí con esta denominación, ya que el nombre Neshamá (alma) implica que exista alguna diferencia entre ella[1] y el Creador; y que por causa de esa diferencia, ella se retira de Ein Sof, y así se revela su voluntad propia.

Pero mientras no posea la forma de un Kli, no habrá nada que permita distinguirla de Su esencia, y que le amerite un nombre propio. Ya sabéis que la Bejiná Álef del Kli no es considerada un Kli, sino que está anulada por completo a causa de la Luz. Y a esto se refiere, al decir respecto del mundo de Atzilut, que es “Divinidad absoluta”; como en “Él, Su Vida, y Su Esencia son Uno”. Incluso las almas de todas las criaturas vivientes, mientras atraviesan el mundo de Atzilut, se consideran aún adheridas a Su Esencia.

7) Esta Bejiná Bet que mencionamos arriba, rige en el mundo de Beriá, que viene a ser el Kli con el deseo de otorgar. Entonces, cuando el alma desciende de forma gradual hasta el mundo de Beriá, y adquiere el Kli que existe ahí, se considera una Neshamá (alma). Esto quiere decir que ya ha sido separada de Su Esencia, y amerita un nombre propio: Neshamá. Aún así, éste es un Kli muy puro y sutil, pues se encuentra en equivalencia de forma con el Emanante, y por esta razón es considerada espiritualidad absoluta.

8) La Bejiná Guímel que hemos mencionado arriba rige en el mundo de Ietzirá, comprendiendo una pequeña porción del deseo de recibir. Por eso, cuando el alma desciende de forma gradual hasta el mundo de Ietzirá, y adquiere ese Kli, se retira de la espiritualidad del Neshamá, y pasa a denominarse Rúaj (espíritu). Esto se debe a que aquí su Kli ya está mezclado con cierta cantidad de Aviut; o sea, con un poco del deseo de recibir dentro de sí mismo. Pero aún se considera espiritual, debido a que esta medida de Aviut es insuficiente para separarla completamente de Su Esencia, y así ameritar la denominación “cuerpo” con presencia propia.

9) Bejiná Dálet rige en el mundo de Asiá, que ya representa el Kli completo del gran deseo de recibir. Por lo tanto obtiene un cuerpo completamente separado y distinguible de Su Esencia, con presencia propia. Su Luz (de esta Bejiná) se llama Néfesh (de la palabra hebrea “descanso”), indicando que la Luz en sí es inerte. Debéis saber que no existe ni un solo elemento en la realidad que no esté comprendido del ABIA completo.

10) De este modo descubrimos que este Néfesh, la Luz de vida que está revestida en el cuerpo, se extiende de Su misma Esencia a modo de Existencia a partir de la Existencia (Yesh mi Yesh). A medida que atraviesa los cuatro mundos ABIA, se va distanciando cada vez más de la Luz de Su Faz, hasta que llega a su destinado Kli, llamado Guf (cuerpo). Aquí se considera que el Kli ha completado su forma deseada.

E incluso aunque la Luz se ha disminuido (en esta Bejiná) de modo tal que su origen se vuelve indetectable, a través del compromiso en Torá y Mitzvot para poder otorgar satisfacción al Creador, uno de todas formas purifica su Kli, llamado Guf, hasta que se vuelve apto de recibir la gran abundancia en la completa medida que había sido incluida en la Idea de la Creación, cuando Él lo creó. Esto es lo que Rabí Hannaia quería decir con “El Creador deseaba purificar a Israel; por eso Él le entregó abundante Torá y Mitzvot”.

11) Ahora podemos comprender la verdadera diferencia entre espiritualidad y corporalidad: Cualquier cosa que contenga un completo deseo de recibir, en todos sus aspectos, que es Bejiná Dálet, es considerada “corporal”. Esto es lo que existe ante nosotros en todos los elementos de la realidad de este mundo. En cambio, todo aquello que se encuentra por encima de esta gran medida de deseo de recibir, se considera “espiritualidad”. Éstos son los mundos ABIA (por encima de este mundo) y toda la realidad comprendida en ellos.

Ahora pueden ver que toda la cuestión acerca de ascensos y descensos, descrita en los Mundos Superiores, no se refiere a un lugar imaginario, sino sólo a las cuatro fases del deseo de recibir. Cuanto más alejada esté de Bejiná Dálet, tanto más Arriba se considera que está. Y a la inversa: cuanto más cerca se encuentra de Bejiná Dálet, se considera que está más Abajo.

12) Debemos entender eso, pues la esencia de la criatura, y de la Creación como un todo, consiste sólo del deseo de recibir. Cualquier cosa por encima de esto, no es parte de la Creación, sino que se extiende de Su Esencia a modo de “existencia a partir de la existencia” (Yesh mi Yesh). Entonces, ¿por qué distinguimos este deseo de recibir como Aviut (grosor) y turbidez, y por qué debemos purificarlo a través de (la) Torá y (de los) Mitzvot, al punto que sin esto no podremos alcanzar la meta sublime de la Idea de la Creación?

13) El tema es que, del mismo modo que los objetos físicos están separados entre sí por medio de la distancia espacial, las entidades espirituales están separadas por medio de la disparidad de forma entre sí. Esto también puede verse en nuestro mundo. Por ejemplo: Cuando dos personas comparten la misma forma de pensar, el hecho de encontrarse espacialmente en lugares diferentes, no les causa alejamiento.

Lo mismo ocurre a la inversa. Cuando sus formas de ver las cosas son muy diferentes entre sí, éstos se odian mutuamente y la proximidad espacial no resultará en cercanía mutua. Por lo tanto, la disimilitud de forma en cuanto a su forma de pensar los aleja entre sí, y la proximidad de forma los acerca. Si, por ejemplo, la naturaleza de uno fuera completamente opuesta a la de otro, entonces estarían ambos tan distanciados entre sí como el este del oeste.

De forma similar, todas las cuestiones acerca de cercanía y lejanía, cópula (Zivug) y unidad, que se despliegan en la espiritualidad, no son más que grados de disparidad de forma. Parten de uno a otro de acuerdo con la medida de disparidad de forma, y se juntan según la medida de equivalencia de forma.

De todos modos debéis comprender que, a pesar de que el deseo de recibir representa una ley obligatoria en la criatura, puesto que es la esencia misma de la criatura y es el Kli adecuado para alcanzar la meta de la Idea de la Creación, sin embargo esto lo separa completamente del Emanante. La razón para esto que es existe disparidad de forma al punto de existir oposición total entre la criatura y el Emanante. Esto se debe a que el Emanante es puro otorgamiento, sin rastro alguno de recepción; y la criatura es pura recepción, sin rastro alguno de otorgamiento. Así, no existe oposición de forma mayor que esta. Por consiguiente inferimos que esta oposición de forma necesariamente la separa del Creador.

14) El Tzimtzum Álef ocurrió para salvar a las criaturas de esta titánica separación. Esencialmente, separó a Bejiná Dálet del resto de los Partzifim (rostros/semblantes) de Kedushá, (santidad) de forma tal que esa gran medida de recepción permaneció como un hueco vacío; como un punto privado de Luz. Esto se debe a que todos los Partzufim de Kedushá surgieron con un Masaj (pantalla) erigida en su Kli Maljut, para que no pudieran recibir dentro de su Beijiná Dálet. Entonces, cuando la Luz Superior fue atraída y se extendió al ser emanado, este Masaj la rechazó. Esto es referido como un choque entre la Luz Superior y el Masaj, que eleva Ohr Jozer (Luz Reflejada) hacia Arriba, vistiendo a las diez Sefirot de la Luz Superior.

Esa parte de la Luz que es rechazada y empujada de regreso, se llama Ohr Jozer (Luz Reflejada). A medida que ésta va vistiendo a la Luz Superior, se va convirtiendo en un Kli para recepción de la Luz Superior, en vez de Bejiná Dálet. La razón para esto es que el Kli de Maljut ya se ha expandido por medio de la Ohr Jozer (la Luz rechazada) que se ha elevado y que ha vestido a la Luz Superior desde abajo hacia Arriba, expandiéndose desde Arriba hacia abajo también. Por lo tanto, las Luces se encontraban vestidas en los Kelim (plural de Kli), dentro de Ohr Jozer.

Éste es el significado implícito en la palabra “Rosh” (cabeza) y “Guf” (cuerpo) en cada grado. El Zivug de Haka’á[2] (cópula por choque) de la Luz Superior que llega hasta el Masaj, eleva Ohr Jozer hacia Arriba, y viste a las diez Sefirot de la Luz Superior (que descienden desde Arriba) dentro de esa Ohr Jozer. Así, la Ohr Jozer termina y se convierte en un Kli para la Luz Superior. En ese momento existen ropajes de las Luces dentro de los Kelim; y esto se denomina el “Guf” de ese grado; o sea, los Kelim completados.

15) De este modo, luego del Tzimtzum (restricción) se formaron nuevos Kelim en los Partzufim de Kedushá, en vez de Bejiná Dálet. Fueron creados a partir de la Ohr Jozer del Zivug de Haka’á del Masaj. En realidad debemos comprender esta Ohr Jozer y cómo se convirtió en una vasija de recepción, puesto que al comienzo no era más que una Luz rechazada. Así, vemos que ahora está sirviendo para un rol opuesto respecto de su propia esencia.

Lo explicaré a través de una alegoría de la vida real. La naturaleza del hombre es apreciar y gustar de la cualidad de otorgamiento, y despreciar y aborrecer el recibir de un amigo. Entonces, cuando llega con su amigo y éste (el anfitrión) le invita a una comida, él (el invitado) declinará la invitación aunque se encuentre muy hambriento, puesto que a sus ojos es humillante recibir un presente de su amigo.

Sin embargo, cuando su amigo le implora lo suficiente, de forma tal que quede claro que al comer le estaría haciendo un gran favor (a su amigo/anfitrión), él accede a comer, pues ahora ya no siente que está recibiendo un presente, ni que su amigo es quien está otorgando. Por el contrario él (el invitado) es quien otorga y quien está haciéndole un favor a su amigo, al recibir de él este bien.

Así, podemos observar que aunque el hambre y el apetito representan vasijas de recepción designadas para comer, y que la persona (en el ejemplo anterior) tenía suficiente hambre y apetito para recibir (aceptar) la comida de su amigo, aún así no podía probar ni un bocado, debido a la sensación de vergüenza. Sin embargo, a medida que su amigo le imploraba y él lo rechazaba, se fueron formando dentro de sí nuevos Kelim para comer, ya que el poder de los ruegos de su amigo y el poder de sus propios rechazos, a medida que se acumulaban, terminaron por alcanzar una cantidad suficiente que revirtió la medida de recepción a una medida de otorgamiento.

Al final observa que al comer le estará haciendo un gran favor a su amigo. En ese estado se forman, dentro de él, nuevas vasijas de recepción para recibir la comida ofrecida. Ahora, se considera que el poder de su rechazo se ha convertido en la vasija esencial dentro de la cual recibir la comida; y no el hambre y el apetito, aunque éstos son, por cierto, las habituales vasijas de recepción.

16) A partir de esta alegoría entre los dos amigos, podemos comprender el tema del Zivug de Haka’á y  la Ohr Jozer que se eleva por su causa, que se convierte así en nuevas vasijas de recepción para la Luz Superior, en vez de Bejiná Dálet. Podemos comparar la Luz Superior que choca contra el Masaj, y que desea expandirse hacia dentro de Bejiná Dálet, con la súplica por comer. La razón es que, al igual que en el ejemplo anterior donde uno aspiraba a que su amigo recibiera su comida, la Luz Superior desea extenderse al receptor. Y el Masaj, que choca con la Luz y la empuja de regreso, puede compararse con el rechazo del amigo rehusándose a recibir la comida, y rechazando así su favor.

Y del mismo modo que pueden ver aquí que es precisamente el rechazo y negativa lo que se transforma en las vasijas de recibir apropiadas para la comida de su amigo, se pueden imaginar que la Ohr Jozer, que se eleva a través del choque del Masaj y la Luz Superior que es rechazada, se convierte en una nueva vasija de recepción para la Luz Superior, en vez de Bejiná Dálet, que servía como vasija de recepción antes de la primera restricción (Tzimtzum Álef).

Sin embargo, esto fue colocado solamente en los Partzufim (plural de Partzuf) de Kedushá (santidad) de ABIA; no en los Partzufim de las Klipot (cáscaras) ni en este mundo, donde Bejiná Dálet es considerada la vasija de recepción. Y éste es el motivo por el cual están separadas de la Luz Superior, ya que la desigualdad de forma en Bejiná Dálet las separa. Por eso, se considera que las Klipot son infames y que están muertas, ya que se encuentran separados de la Vida de Vidas a través del deseo de recibir que poseen.


[1] N. del T.: En hebreo la palabra “Neshamá” es femenina. En general, cada objeto y entidad posee un género específico, aunque en Cabalá cada término (Partzuf, mundo, etc.) puede cambiar su género según su función en un determinado momento: activo/otorgante es masculino, y pasivo/receptor es femenino.

[2] N. del T.: La “H” se pronuncia como una “j” suave, como en inglés.

Introducción al Prefacio de la Sabiduría de la Cabalá

Rabí Yehuda Leib HaLevi


1) Está escrito en El Zohar (Vayikrá Parashat Tazría, página 40): “Vengan y vean; todo lo que existe en el mundo, existe para el hombre; y todo existe para él, como está escrito: “Y Creó Hashem al hombre con un nombre completo, como ya hemos visto, que él incluye a todo y lo contiene todo; y todo lo que existe Arriba y abajo, etc., está incluido en él en perfecta exactitud. Observen esto muy bien.

Así, se entiende que todos los mundos, Superiores e inferiores, están incluidos en el hombre. De igual manera, toda la realidad que se encuentra en esos mundos existe solamente para el hombre. Y debemos entender bien estas palabras: ¿Acaso no le es suficiente al hombre este mundo y todo lo que hay en él para servirle y beneficiarle, sino que también necesita todos los mundos superiores y todo lo que hay en ellos? Después de todo, éstos no fueron creados con otro objetivo que para proveerle todo lo que necesita.

2) Y para explicar este tema en toda su extensión, sería necesario recapitular toda la sabiduría de la Cabalá. Pero en términos generales, los asuntos serán suficientemente aclarados en el contenido del libro para poder comprenderlos bien.

La esencia de esto consiste en que fue la intención del Creador, Bendito, en el acto de la creación, el deleitar a sus criaturas. Y ciertamente, al momento en que tuvo el pensamiento de crear las almas y proveerles el deleite de todo lo bueno, inmediatamente emergieron de Él con todas sus características únicas, su nivel, y la plenitud de los deleites que se propuso otorgarles. Esto es porque en Él, Bendito, el pensamiento solo lo completa todo, y no necesita acciones como nosotros. Según lo dicho debemos preguntar: ¿Por qué creó los mundos, restricción tras restricción, hasta este mundo sombrío, y revistió las almas dentro de los cuerpos turbios de este mundo?

3) La respuesta se encuentra en El Libro de la Vida (Etz Jaim): “para sacar a luz la perfección de sus acciones (Etz Jaim, Sección Álef). Pero debemos entender cómo es posible que del Completo surjan acciones que no son completas, al punto de necesitar ser completadas por una acción de este mundo.

El asunto es que debemos distinguir, en las almas, entre la Luz y el Kli (vasija). La esencia de las almas que fueron creadas es el Kli que hay en ellas. Y toda la plenitud con la que Él pensó complacerles, es la Luz que hay en ellas. Esto se debe a que, puesto que Él había planeado deleitarlas, necesariamente las creó como un deseo de recibir Su placer, ya que el placer y el deleite aumentan de acuerdo con la medida del deseo de recibir la plenitud.

Y sepan que ese deseo de recibir es la misma esencia del alma con respecto del inicio y el surgimiento a modo de “existencia a partir de la nada”. Esto se considera el Kli del alma, mientras que el placer y la plenitud son considerados la Luz del alma, extendiéndose a modo de “existencia a partir de la existencia” desde Su esencia.

4) Expliquemos este asunto. Creación implica el inicio de algo que no existía previamente. Esto se considera creación a partir de la nada (o ex-nihilo). Sin embargo, ¿cómo podemos concebir que exista algo que no esté incluido en Él? Pues Él lo puede todo, y todo está incluido en Él, y no existe quien dé lo que no tiene.

Según lo dicho, que la totalidad de la Creación que creó no es más que los Kelim (plural de Kli) de las almas que son el deseo de recibir, se entiende claramente que Él no está incluido en el deseo de recibir, ya que ¿de quién recibiría? Y por ello es una creación nueva que no existía de manera alguna antes de la Creación, por lo cual se la considera como una creación ex-nihilo

5) Y hay que saber que la unión y separación que existe entre las (entidades) espirituales, existe solamente en términos de la igualdad y la diferencia de atributos, ya que si dos (entidades) espirituales tienen la misma forma, entonces se dicen estar conectados; y que son uno, y no dos. Porque no hay nada que separe a uno del otro, y no se los puede diferenciar como dos, a no ser por la existencia de la diferencia de forma entre ellos. Es más, la medida de diferencia de atributos entre ellos representa la medida de alejamiento que existe entre ambos, hasta el punto que si son opuestos en forma, se considera que están alejados el uno del otro como el Este del Oeste. Es decir, en el extremo total de alejamiento; lo máximo que podemos representarnos en la realidad.

6) Y nosotros no poseemos un pensamiento de comprensión del Creador de manera alguna, ni poseemos respecto de Él ningún alcance o palabra alguna. A pesar de que “de tus acciones te conoceremos”, debemos entender sobre Él, Bendito, que Él es el deseo de otorgar, ya que lo creó todo para deleitar a sus criaturas, y para otorgarles Su benevolencia.

Según lo dicho, las almas se encuentran en un estado en el cual su forma es opuesta a la del Creador, Bendito, ya que Él es únicamente otorgamiento, y no existe en Él ningún deseo de recibir algo. Y las almas fueron impresas con el deseo de recibir para sí mismas, como ya hemos dicho, y no existe mayor oposición de forma que ésta.

Resulta que si en la práctica las almas permanecieran en el deseo de recibir, perpetuarían su separación de Él - que Él no lo permita - por siempre.

7) Y ahora entenderán lo que está escrito (Etz Jaim, anaf 1[1]), que el motivo de la Creación de los mundos es que ya que Él, Bendito, obligatoriamente debe ser perfecto en todas sus acciones y sus fuerzas, etc., y si no hubiera realizado sus acciones y fuerzas por medio de la acción real, no sería considerado como perfecto. Hasta aquí sus palabras. Esto nos deja perplejos, pues ¿cómo pueden acciones imperfectas emerger de un operador perfecto, hasta el punto de necesitar ser corregidas?

Según lo recién aclarado deben entender esto: El fundamento de toda la Creación no es otro que el deseo de recibir, a pesar de que por un lado éste no es perfecto, pues está en oposición de forma con respecto a la del Creador. Esto, a su vez, significa que es la causa de la separación de Él. Pero por otra parte éste es todo el inicio y la existencia de la nada que Él creó, por medio de la cual pueden recibir lo que Él planeó otorgarles. Y si de todas formas hubieran permanecido así separados, el Salvador no se llamaría Perfecto, ya que al final de cuentas, a través de aquél que es dueño de acciones perfectas, deben emanar acciones perfectas.

Por ello restringió su Luz, Bendito, creó los mundos en restricción tras restricción, hasta llegar a este mundo; y vistió a las almas en un cuerpo de este mundo. Y a través de su ocupación en la Torá y las Mitzvot, el alma alcanza la perfección que le faltaba antes de la Creación. Esto es: la igualdad de forma con Él, Bendito, para ser merecedora de recibir todo el Bien y el Placer contenidos en el pensamiento de la Creación, así como para encontrarse con Él en plena adhesión. Es decir, en igualdad de forma, como ya ha sido aclarado.

8) Y el asunto del remedio que existe en la Torá y las Mitzvot para conducir al alma hacia la adhesión con Él, Bendito, consiste simplemente en ocuparse en ellas sin la intención de recibir alguna recompensa a cambio, sino solamente para deleitar al Creador. Porque así, poco a poco, el alma va adquiriendo la igualdad de forma con su Creador, como está escrito en el artículo de Rabí Janania Ben Akashia, al comienzo del libro (Introducción a la Sabiduría de la Cabalá). Observen esto muy bien.

Ya que hay 5 niveles que incluyen Nefesh, Ruaj, Neshamá, Jaiá, Yejidá, que emergen de los cinco mundos llamados AK, Atzilut, Bria, Yetzirá, Asiá. Y también existen cinco niveles particulares, NaRaNJaY, que emergen individualmente de los 5 Partzufim que hay en cada uno de los cinco mundos. Y también existen NaRaNJaY individuales que emergen de las 10 Sefirot de cada Partzuf, como lo verán en el contenido del libro.

Y por medio de la Torá y de las Mitzvot, con la intención de deleitar al Creador, las vasijas logran adquirir gradualmente el deseo de otorgar que llega en esos niveles, nivel tras nivel, hasta alcanzar la igualdad de forma total con el Creador. Y entonces se ve realizado en ellas el Pensamiento de la Creación, que consiste en recibir todo el placer, la ternura y la benevolencia que Él ideó para ellas.

Y además de todo eso, reciben el premio mayor, pues adquieren también la verdadera adhesión con el Creador por medio de la fuerza que adquirieron del deseo de otorgar; como su Creador.

9) De ahora en adelante, no será difícil comprender las palabras del Zohar, como ya ha sido aclarado anteriormente: todos los mundos superiores e inferiores, y todo lo que existe en ellos, fue creado solamente para el hombre. Porque todos estos niveles y estos mundos fueron creados para complementar en las almas la medida de adhesión que les faltaba desde el Pensamiento de la Creación, como ya se aclaró

Que al principio se restringieron y descendieron, nivel tras nivel y mundo tras mundo, hasta llegar a nuestro mundo material, para conducir a las almas al cuerpo de este mundo, que es en su plenitud el deseo de recibir, como las bestias y los animales del campo. Como está escrito: “Cuando el hombre nace, es como una bestia salvaje”. Es el asunto del deseo total de recibir, en el cual no existe absolutamente ningún rasgo de otorgamiento. Y entonces la persona se considera total y completamente opuesta al Creador, de manera que no existe mayor alejamiento que éste.

Luego, con la fuerza del alma que se viste en él, el hombre se ocupa en la Torá y de las Mitzvot, ya que así alcanzará, poco a poco, la forma de otorgamiento, como su Creador, por medio de los eslabones, de abajo hacia arriba, atravesando por todos los discernimientos por los que descendieron en su deslizamiento desde arriba hasta abajo, que consiste solamente en la medida y el alcance de la forma del deseo de otorgar.

Puesto que cada nivel superior significa que está más alejado del deseo de recibir y más cerca solamente al otorgamiento, hasta que alcanza a encontrarse completamente en otorgamiento y no desea recibir ya nada para sí mismo. Entonces el hombre completa su adhesión verdadera con el Creador, porque sólo para esto ha sido creado. Ya que todos los mundos y todo lo que en ellos hay, fueron creados sólo para el hombre.

10) Ahora que han llegado a entender y saber todo esto, ya les está permitido estudiar esta sabiduría sin temor alguno de materializar los conceptos. Ya que los que analizan se confunden mucho, por el hecho de que por una parte ha sido dicho que todo, las Diez Sefirot y los Partzufim, desde el principio de las diez Sefirot de Atzilut hasta el fin de las diez Sefirot de Asiá, son Divinidad y unidad perfectas.

Por otra parte se dice que todos esos mundos son generados, y surgen después de la restricción. ¿Cómo es posible que tal cosa sea concebida en la Santidad? Y también están los números, y Arriba y Abajo, etc., y otros cambios, y ascensos, y descensos, y Zivuguim (copulaciones de la Luz). Pero está escrito: “Yo, YHVH, no he cambiado”.

11) De lo que ya se nos ha aclarado, queda entendido que todos esos ascensos y descensos, restricciones, y números, son considerados solamente con respecto de las vasijas (Kelim) de los receptores, que son las almas. Y hay que discernir en ellos entre el potencial y la acción, como cuando una persona construye una casa, y el acto final se encuentra dentro del pensamiento inicial.

Pero las propiedades de la casa que existe en su pensamiento no se asemejan en absoluto con la casa que debe construirse, pues  la casa concebida es un concepto espiritual o sustancia conceptual. Y se considera la sustancia de la persona pensante. En ese momento la casa es simplemente “potencial”. Pero luego, cuando la construcción de la misma comienza a realizarse, empieza a adquirir una sustancia completamente diferente: madera y ladrillos.

También debemos discernir en las almas entre lo potencial y lo real. El comienzo de su surgimiento desde el Emanador hacia las almas “reales”, ocurre sólo en el mundo de Bria. Y su inclusión en el mundo de Ein Sof antes de la restricción, con respecto al Pensamiento de la Creación, concierne solamente al “potencial” sin absolutamente ninguna manifestación real, como fue aclarado en el inciso 2.

En este sentido se dice que todas las almas estaban incluidas en Maljut de Ein Sof, que se llama “el punto medio”, ya que este punto está incluido “en potencia” en todos los Kelim de las almas que están destinadas a emerger “de hecho” desde el mundo de Bria hacia abajo. Y la primera restricción ocurrió solamente en este punto medio. O sea, precisamente en ese discernimiento y medida considerados “el potencial” de las futuras almas, y en absoluto en sí mismo.

Debéis saber que todas las vasijas de las Sefirot y de los mundos, hasta el mundo de Bria, que descienden y emanan de este punto, o por motivo del Zivug de Jakaá, llamado Or Jozer, también son considerados meramente potenciales, sin ninguna esencia de las almas. Pero estos cambios están destinados a realizarse en el futuro, en aquellas  almas cuya esencia comienza a emanar desde el mundo de Bria hacia abajo, porque allí todavía no emanaron de la esencia del Emanador.

12) Les plantearé una alegoría en términos de este mundo. Por ejemplo, una persona que se cubre y se oculta en todo tipo de envolturas para que su amigo no lo vea y no lo perciba. ¿Se podría concebir acaso que él mismo sea afectado en algo por causa del ocultamiento realizado por la cantidad de envolturas que lo encubren?

Así, por ejemplo, Ein Sof, a quien nosotros llamamos por los nombres de Kéter, Jojmá, Biná, Jésed, Gevurá, Tiféret, Nétzaj, Jod, Yesod, Maljut, son solamente diez coberturas en las cuales Ein Sof se encubre y se oculta. Y aquéllas almas que estén destinadas a recibir de Ein Sof, estarán forzadas a hacerlo en la misma medida que haya sido reservado para ellas por las diez Sefirot. De este modo, las que reciben están afectadas por este número de diez Sefirot, y no por Su Luz, que es una, única, y que no cambia.

Luego, los que reciben se dividen en diez niveles, de acuerdo a las propiedades de estos nombres.  Es más, incluso estos encubrimientos que nombramos, no se encuentran en dicha medida, sino desde el mundo de Bria hacia abajo, ya que solamente allá ya se encuentran las almas que reciben de esas diez Sefirot. Y en los mundos de Adam Kadmon y Atzilut no existe ninguna realidad ni siquiera de las almas, ya que allí éstas se encuentran solamente en forma potencial.

De acuerdo a esto, los diez encubrimientos de los cuales se habla con respecto a Ein Sof, dominan solo en los tres mundos inferiores que se llaman Bria, Yetzirá y Asia. Pero en los mundos de BYA las diez Sefirot son consideradas como Santidad hasta el fin de Asia, del mismo modo que en AK y ABYA antes de la restricción.

La única diferencia radica en las vasijas de las diez Sefirot. En AK y en ATZILUT aún no existe siquiera la revelación del dominio, ya que están allá únicamente en forma “potencial”, y sólo en BYA comienzan los Kelim de las diez Sefirot a manifestar su fuerza oculta y encubierta. Pero en la luz de las diez Sefirot no hay ningún cambio por causa de esos encubrimientos, como lo ya lo hemos aclarado anteriormente, de acuerdo a lo que está escrito en la alegoría: “Yo, Hashem, no cambio”.

13) Y si preguntamos: ya que en AK y Atzilut no existe aún ninguna revelación de la esencia de las almas de los que reciben, entonces ¿de qué sirven esas vasijas que se llaman Eser Sefirot, y a quién ocultan y encubren en esas medidas?

Para esto existen dos respuestas:

1.Que esa es la forma del descenso, como lo podrán encontrar en el contenido del libro.

2.Que también las almas están destinadas a recibir de esas diez Sefirot que se encuentran en AK y Atzilut, por medio del ascenso de los tres mundos BYA hasta ellos (como será escrito en el ítem 163 de La Introducción a la Sabiduría de la Cabalá).  Por lo tanto debemos discernir estos cambios también en AK y Atzilut, de acuerdo con la Luz con la cual están destinadas las diez Sefirot a iluminar a las almas, en cuanto se eleven hasta los mundos BYA. Esto se debe a que entonces recibirán de acuerdo al nivel de esas diez Sefirot.

14. Ha sido aclarado en detalle que el asunto de los mundos, y el inicio, los cambios y el número de eslabones, etc. todo esto fue solamente con respecto a los Kelim que otorgan a las almas y las ocultan y las miden para que puedan recibir de la luz de Ein Sof dentro de sí mismas, de acuerdo a su nivel. Pero no afectan en modo alguno la Luz de Ein Sof, ya que ninguna cobertura puede llegar a afectar a Aquél que es cubierto, sino solamente al otro, que desea sentirlo y recibir de Él, como ya hemos aclarado.

15. En términos generales, y donde sea se encuentren, debemos discernir estas tres nociones en las Sefirot y los Partzufim: Atzmutó, Kelim, y Luces.

Mientras que en Atzilut no existe pensamiento ni percepción de ningún tipo, en las vasijas existen siempre los dos discernimientos opuestos, que son el ocultamiento y la revelación.  Esto se debe a que desde un principio el Kli encubre a Atzmutó de manera tal que estos diez Kelim, que se encuentran en las diez Sefirot, representan diez niveles de ocultamiento.

Pero en cuanto las almas reciben estas vasijas, bajo todas las condiciones que existen en las mismas, estos ocultamientos se convierten en revelaciones para el logro de las almas. Así, los Kelim contienen dos discernimientos opuestos entre sí, que son uno solo. Esto se debe a que la medida de la revelación que existe en el Kli es exactamente igual a la medida del ocultamiento que existe en él. Y mientras más gruesa sea la vasija, tanto más Atzmutó estará ocultando; y revelará también un nivel más elevado. Así vemos que estos dos opuestos son uno solo.

Y las luces en las Sefirot se refieren a la medida del nivel apto de revelarse para el alcance de las almas. Debido a que todo se extiende de Atzmutó, y aún así no existe alcance alguno en Él, sino solamente en las cualidades de los Kelim, existen necesariamente diez Luces en esos diez Kelim. Es decir, diez grados de revelación para aquéllos que reciben dentro de las propiedades de esos Kelim.

De manera que no se puede distinguir entre Su Luz y Atzmutó (Su Esencia), salvo que en Atzmutó no elegiste siquiera alcance alguno ni percepción, aparte de aquello que nos llega de Él, Bendito, por medio de su vestidura dentro de los Kelim de las diez Sefirot. Y del mismo modo, nos referimos a todo aquello que alcanzamos, con el nombre “Luces”.

Invocações e Evocações: Vozes Entre os Véus

Desde as eras mais remotas da humanidade, o ser humano buscou estabelecer contato com o invisível. As fogueiras dos xamãs, os altares dos ma...