domingo, 22 de janeiro de 2017

Cabala En Profundidad



¿Qué es la Cabalá?

La sabiduría de la Cabalá es una herramienta científica para estudiar el mundo espiritual. Para explorar nuestro mundo nos valemos de las ciencias naturales tales como la física, la química y la biología. Pero las ciencias naturales sólo estudian el mundo físico que percibimos con nuestros cinco sentidos. Para comprender completamente el mundo en el cual vivimos necesitamos una herramienta de investigación que pueda explorar la esfera oculta: aquélla que nuestros sentidos no pueden percibir. Esta herramienta es la sabiduría de la Cabalá.

De acuerdo con la sabiduría de la Cabalá la realidad consiste de dos fuerzas o cualidades: el deseo de recibir y el deseo de otorgar o de dar. Ya que el deseo de otorgar desea dar, crea un deseo de recibir. De ahí que su nombre más comúnmente usado sea "el Creador". Por lo tanto la creación entera, incluyéndonos nosotros, implica las manifestaciones de ese deseo de recibir.

Utilizando la Cabalá podemos trabajar con las fuerzas fundamentales de la realidad (recepción y otorgamiento) en beneficio propio. No sólo nos enseña el diseño de la creación, sino cómo podemos volvernos diseñadores, tan omnipotentes y omniscientes como el Diseñador original de la realidad.

¿Quién puede estudiar Cabalá?

Cuando le preguntaron a Rav Kook (gran cabalista del siglo XX y primer Rabino en Jefe de Israel) quién podía estudiar Cabalá, su respuesta fue inequívoca: "Cualquiera que quiera hacerlo." En los últimos cien años todos los cabalistas sin excepción afirmaron claramente en distintas circunstancias que hoy la Cabalá está abierta a todos. Más aún, dijeron que es una herramienta necesaria para resolver la crisis global que ellos habían pronosticado que llegaría y que estamos viviendo hoy día.

De acuerdo a todos los cabalistas, los días del ocultamiento de la Cabalá ya han terminado. La sabiduría de la Cabalá había estado oculta previamente debido a que los cabalistas temían que fuera malinterpretada y utilizada incorrectamente. Y ciertamente, lo poco que ha podido filtrarse ha dado origen a todo tipo de conceptos erróneos acerca de la misma. Hoy, en cambio, esta ciencia se está abriendo a todo aquél que quiera aprender, debido a que los cabalistas afirman que nuestra generación está lista para entender el verdadero significado de la Cabalá y para corregir las malas interpretaciones pasadas.


¿Qué es lo que enseñan los libros de Cabalá?

Los libros de Cabalá enseñan la estructura de los mundos espirituales, y cómo cada uno de nosotros puede alcanzarlos. Un libro de Cabalá puede ser comparado con una guía turística. Si uno desea viajar a una ciudad nueva probablemente quiera usar una guía turística que le indique cuáles son los mejores lugares para visitar, las mejores tiendas de café, los mejores clubes, y adónde no quisiéramos ir debido a que no nos gustará lo que allí encontraremos.

De forma similar los libros de Cabalá nos dicen cómo están construidos los mundos espirituales, cuáles "lugares" son más divertidos, y cuáles no lo son. Claro que éstos no son lugares físicos, sino estados espirituales que cualquier cabalista experimenta.

Otra cosa que los libros de Cabalá nos indican es cómo encontrar la realidad espiritual. Si queremos ir a algún lado en este mundo, necesitamos un mapa a ese lugar y una guía turística para estudiar al lugar en sí. En la espiritualidad los libros de Cabalá nos harán todo el trabajo: nos muestran dónde está el mundo espiritual, nos conducen hasta allí, y nos muestra el entorno.


La Cabalá no es misticismo, es una ciencia.  Es una manera de conectarse directamente con eventos que nos parecen mágicos e insondables porque, en nuestro actual estado de conciencia, no entendemos cómo funcionan. Sería lo mismo que alguien llevara un encendedor a una tribu viviendo en un lugar apartado en donde nunca hubieran visto un artefacto de este tipo. Esta persona sería considerada como el dios del fuego, o alguna mística criatura que puede aparecer llamas en sus manos. Esto significa que se trata simplemente de lo que está oculto y lo que está revelado.

La Cabalá no es magia. La magia implica el uso de Fuerzas Superiores ocultas para manipular a la gente, conseguir lo que se desea y obtener determinados resultados para beneficio personal en detrimento de otra persona.  Sin embargo, es imposible conectarse con las Fuerzas Superiores a menos que el hombre cambie su naturaleza moral interior. El alcance dentro de la Cabalá es una cuestión de transformación interior y no existe la posibilidad de acercarse a esta fuerza sin ese requisito. Por lo tanto, no hay relación alguna, como no sea en la  imaginación.

Solamente unas cuantas personas tienen permitido estudiar la Cabalá y  una de las condiciones es ser judío. Lo anterior no es exacto, ya que todos  los cabalistas  han enseñado a alumnos que no eran judíos de nacimiento. Algunos de los grandes cabalistas, de hecho, fueron gentiles de otras naciones, como Unjelos, el Rabí Akiva y la lista continúa.  Todos los cabalistas aceptaron estudiantes que fueran dignos, no por sus atributos físicos, sino por un atributo interior que se llama "Yejud", o "Yehud" y lo explicaremos más tarde.

Es necesario tener una maestría en sabiduría, Guemará, Mishná, etc., antes de iniciar los estudios de Cabalá.  Si usted no entiende lo que está escrito en la Torá o la Guemará, tampoco entenderá la Cabalá. Por lo tanto, no es que el conocimiento previo de estas sabidurías sea indispensable, es que no se puede descubrir la espiritualidad en estas sabidurías.  Se debe acudir a los libros que hablan sobre espiritualidad de tal forma que el estudiante no la pueda confundir con temas de este mundo, como sería el caso del lenguaje de la Torá, o el lenguaje de las historias en la Haggadá.

En lo que respecta a los amuletos, el uso y manipulación de números y letras para protegerse de la maldad, todo esto es total y completamente opuesto a las enseñanzas de la Cabalá. De hecho, está completamente prohibido. Se considera idolatría intentar utilizar las Fuerzas Superiores por alguna razón egoísta y personal. Por lo demás, no existe nada de lo que uno tenga que protegerse.  Los artículos como el agua bendita, los amuletos, hilos rojos, etc., son cuestiones psicológicas y nada tienen que ver con la Cabalá.

Y finalmente, se relaciona a la Cabalá con las enseñanzas orientales, pues debido a la ignorancia, se la asoció con el Budismo y con algunos aspectos del Hinduismo que tratan abiertamente sobre espiritualidad. Pero se debió a que la espiritualidad, como la explican los libros cabalistas, no se había revelado.


¿Qué es la Cabalá?

A pesar de que sus orígenes se remontan a tiempos ancestrales, a la época de la antigua Babilonia, la sabiduría de la Cabalá ha permanecido virtualmente oculta de la humanidad desde que apareció hace más de cuatro mil años. De hecho, hasta la fecha sólo pocas personas saben realmente lo que es la Cabalá.
Durante milenios se brindó a la humanidad una amplia variedad de servicios bajo el nombre "Cabalá": hechizos, maleficios, e incluso milagros. En realidad, se ha ofrecido todo menos el verdadero método de la Cabalá. Por más de cuatro mil años, el significado de la palabra "Cabalá" ha sido malinterpretado debido a conceptos totalmente equivocados.

Por lo tanto, antes que nada, la sabiduría de la Cabalá tiene que ser esclarecida. El cabalista Rav Yehuda Leib HaLevi Ashlag, Baal HaSulam, nos proporciona la siguiente definición en su artículo, La Esencia de la Sabiduría de la Cabalá:

Esta sabiduría no es ni más ni menos que una secuencia de raícque se descuelgan a manera de causa y efecto en reglas fijas y determinadas, entretejiéndose en una única y exaltada meta descrita como "la revelación de Su Divinidad a Sus criaturas en este mundo".

En un lenguaje más sencillo podemos decir que existe una Fuerza Superior, que abarca todo, o "el Creador", que gobierna el todo lo que existe en la realidad. Todas las fuerzas del mundo descienden de esta fuerza exhaustiva. Algunas de estas fuerzas nos son familiares, tales como la gravedad o la electricidad, mientras que existen fuerzas de un orden Superior que actúan al tiempo que se mantienen ocultas de nosotros.

La Cabalá posee el mapa o el conocimiento sobre estas fuerzas ocultas; la forma en que están estructuradas y la leyes mediante las cuales nos influyen. Nos enseña cómo desarrollar un sentido especial para percibir estas fuerzas y, finalmente, descubrir su único propósito: conducirnos a la revelación del Creador mientras vivimos en este mundo.

La Cabalá en nuestra época

Espiritualidad, La Cabalá en el siglo 21

¿Por qué la espiritualidad?

Los cabalistas descubrieron que nuestros deseos de placer evolucionan a través de cinco etapas:

           *El primer deseo y el más básico es el deseo por tener comida, salud, sexo y una familia. Son los deseos indispensables para nuestra supervivencia.

           *La segunda etapa es la aspiración por adquirir riquezas, pues pensamos que el dinero nos garantiza la supervivencia y una buena calidad de vida.

           *La tercera es el ansia de poder y honor. Disfrutamos al controlar a los demás y a nosotros mismos.

           *En la cuarta etapa aparece el deseo de obtener conocimiento. Pensamos que adquirirlo nos traerá la felicidad.

           *Pero, únicamente cuando aparece la quinta y última etapa del deseo, nos sentimos atraídos por ese “algo” desconocido que se encuentra más allá de nuestro alcance. Sentimos que la unión con este “algo” desconocido puede traernos una alegría más intensa y duradera y vamos en busca de los medios para lograr la conexión. Este deseo por algo más elevado se denomina, “el deseo por la espiritualidad”.

A continuación el doctor Michael Laitman nos da una explicación exhaustiva del proceso.


¿Por qué ahora?

El Zóhar afirma que es específicamente en nuestra era que la sabiduría de la Cabalá sería revelada. Esto se debe a que los deseos de las personas evolucionarían y ellas comenzarían a exigir pruebas de cómo llenar esa necesidad espiritual, exigir el entendimiento y la sensación de una vida pacífica más allá de lo común y corriente. Y sólo la sabiduría de la Cabalá es capaz de llenar esta carencia, esta necesidad.

Mitos acerca de la Cabalá

La Cabalá es comunmente asociada con hilos rojos, meditación, magia y muchas otras cosas. Esta página fue concebida con el fin de aclarar los mitos comunes asociados con la Cabalá
10 mitos sobre Cabalá

1: La Cabalá es una religión

Hecho: La Cabalá es una ciencia, la física de la realidad total. Es una sabiduría que revela la realidad amplia que normalmente está oculta a nuestros sentidos.

Mito 2: La Cabalá está relacionada con hilos rojos y agua bendita.

Hecho: No existe relación alguna. Los hilos rojos, el agua bendita y otros productos son  inventos comerciales lucrativos creados en las últimas dos décadas.

Mito 3: La Cabalá está reservada a una minoría de personas y sólo los hombres mayores de 40 años reciben permiso para aprenderla.

Hecho: Durante el exilio, sólo unos cuantos individuos seleccionados estudiaron la Cabalá. Sin embargo, desde la época del Rabí Issac Luria Ashkenazi, el Ari,  (Siglo 16), está disponible para todos.

Mito 4: La Cabalá maneja la magia

Hecho: La Cabalá no maneja la magia o cualquier otra hechicería; más bien se concentra en la investigación pragmática de la realidad.

Mito 5: La Cabalá es una secta.

Hecho: La Cabalá es una sabiduría y una ciencia abierta a todas las personas sin restricciones.

Mito 6: La Cabalá se relaciona al movimiento "New Age" y es una moda, un fenómeno pasajero.
Hecho: La Cabalá es la sabiduría más antigua de la humanidad. Sus inicios datan de hace aproximadamente 5000 años.

Mito 7: La Cabalá se relaciona al Tarot, la astrología y la numerología.

Hecho: El Tarot, la astrología y la numerología, en su enfoque místico, se asocian erróneamente con la Cabalá.

Mito 8: En Cabalá se utilizan amuletos.

Hecho: En nuestro mundo, no hay objetos físicos que tengan alguna propiedad espiritual. Los amuletos pueden proporcionar a la persona apoyo psicológico.

Mito 9: La Cabalá practica la meditación

Hecho: En la Cabalá no se práctica la meditación. Este fue otro elemento que se relacionó a la palabra Cabalá en medio de la confusión que imperó en los no cabalistas durante los últimos siglos.

Mito 10: Es necesario haber estudiado la Torá y el Talmud antes de acercarse a la Cabalá.

Hecho: Sin la Cabalá, no se puede comprender el sentido espiritual de estos textos pues se puede pensar que se refieren a acontecimientos y acciones físicos.


¿Qué no es Cabalá?

La Cabalá no es religión, misticismo, magia, agua bendita, hilos rojos, amuletos y otros elementos a los que se la asocia.


Tomado de la "Cabalá - Una Visión general básica", la primera de las cinco lecciones del curso para principiantes, Tu primer curso en la Cabalá.


5 cosas que deber saber acerca del Zohar


El libro del Zohar


1)¿Qué es el Zóhar?

El Zóhar es una colección de comentarios sobre la Tora, con el propósito de guiar a aquellas personas que ya han alcanzado elevados niveles espirituales hacia la raíz (u origen) de sus almas.

El Zóhar comprende todos los estados espirituales que experimentan las personas a medida que sus almas evolucionan. Al final del proceso, las almas alcanzan lo que los cabalistas llaman "el final de la corrección", el más alto nivel de la plenitud espiritual.

Aquéllos que no han alcanzado ningún nivel espiritual, puede parecerles que el Zóhar es apenas una compilación de alegorías y de leyendas que pueden ser interpretadas y percibidas en forme distinta por cada individuo. Pero, para aquéllos que han alcanzado elevados niveles espirituales, o sea los cabalistas, el Zóhar es una guía práctica para llevar a cabo acciones internas, con el propósito de descubrir estados de percepción y de sensación más profundos y más elevados.


2) ¿Para quién es el Zóhar?

Como hemos mencionado en la respuesta No. 1, el Zóhar fue escrito por personas que ya habían alcanzado la percepción espiritual. Contiene las representaciones de Rabí Shimón Bar Yojai (Rashbi), que había alcanzado todos los 125 niveles de la escalera espiritual. Rashbi describió el camino espiritual completo y lo tituló Zóhar ("resplandor" en hebreo).

El Zóhar está construido de manera tal que aquéllos que alcancen algún nivel espiritual puedan beneficiarse de lo que lean en él. Previo al estudio del Zóhar uno necesita estudiar otros textos que enseñen cómo comprender con propiedad los textos que están en el Zóhar.


3) ¿Quién escribió el Zóhar y cuándo?

De acuerdo a todos los cabalistas, y como está escrito al principio del libro, el Zóhar fue escrito por Rabí Shimón Bar Yojai (Rashbi), que vivió en los siglos II y III de nuestra era. Existen algunas opiniones en los círculos académicos que afirman que el Zóhar fue escrito en el siglo XI por el cabalista Rabí Moshe de León. Esta opinión la contradijo Rabí Moshe de León mismo, quien afirmó que el libro había sido escrito por Rashbi.

Para el enfoque cabalístico es mucho más importante la cuestión acerca de por qué fue escrito, que quién pudo haberlo escrito. El propósito del Zóhar es ser una guía para las personas, para que alcancen el origen de sus almas.

El camino que conduce al origen del alma de cada uno consiste de 125 etapas. Rabí Yehuda Leib Ha-Levi Ashlag escribe que un cabalista que ha pasado todas estas etapas y que comparte la misma percepción espiritual que el autor del libro, ve claramente que este autor no podría haber sido otro que Rashbi.



4) ¿Por qué estuvo el Zóhar oculto por tanto tiempo?

El Zóhar estuvo oculto durante 900 años, entre el siglo II y el siglo XI de nuestra era, debido a que aquéllos que poseían su sabiduría comprendían que en esos tiempos la gente no lo necesitaba aún, y que por lo tanto mal interpretarían su contenido.

Recién en el siglo XVI de nuestra era apareció un cabalista que explicó los fundamentos de la Cabalá. Este cabalista fue el Santo Ari, Rabbi Isaac Luria Ashkenazi (1534-1572). El Ari afirmaba que de ese momento en adelante la sabiduría de la Cabalá estaba preparada para ser revelada a todo el mundo.

Los comentarios sobre los trabajos del Ari y del Zóhar aparecieron en el siglo XX, el siglo donde se vio la más terrible explosión en la historia de los deseos humanos. Durante este período apareció un alma única, la de Rabí Yehuda Leib Ha-Levi Ashlag (Baal HaSulam). Baal HaSulam explicó la sabiduría de la Cabalá de manera que nuestra generación pudiera entenderla. Más aún, Baal HaSulam fue el único cabalista del siglo XX que escribió comentarios acerca del Zóhar y de los trabajos del Ari.

Esto no significa que no haya habido grandes cabalistas antes de él, sino simplemente que sus trabajos no los comprenden fácilmente los estudiantes contemporáneos. La popularidad actual y la gran demanda por la Cabalá atestigua la disposición de nuestra generación a absorber su mensaje universal, y a comprehender los textos auténticos que hablan acerca de la raíz de nuestras vidas y cómo alcanzarla.



5) ¿Dónde puedo encontrar más acerca del Zóhar?

Aún hoy, el Zóhar no puede ser comprendido y asimilado directamente, sino que se requieren preconceptos de espiritualidad antes de que enfocarse en el libro. El más grande de los cabalistas de nuestros tiempos, Rabí Yehuda Leib Ha-Levi Ashlag (Baal HaSulam), escribió introducciones al Zóhar precisamente para orientar el enfoque a este libro tan profundo, antes de empezar a estudiarlo directamente.

Los artículos cultivan las cualidades espirituales de una persona para percibir la realidad Superior.

Además, los textos aportan conocimiento sobre cómo abordar ciertos términos, frases y conceptos del Zóhar, para maximizar su empleo como una guía para el crecimiento espiritual, evitando perderse en representaciones materializadas que la mente humana está siempre inclinada a formarse.

Bnei Baruj provee no sólo estas introducciones, sino también clases gratuitas sobre las mismas, así como artículos más cortos que describen conceptos del Zóhar y cómo prepararse para el encuentro con estos conceptos.

Descubrir el Zóhar significa descubrir nuestro mundo interior y nuestro potencial ilimitado. ¡Bnei Baruj te desea éxito en tu avance espiritual!

Fuente:www.kabbalah.info

La Cabala



Es difícil hablar de la Cábala. Es un tema que parece misterioso, caótico, secreto. Por lo general, la gente cree que es el patrimonio de algunos viejos judíos que, celosamente, han conservado secretos reservados únicamente para ellos.

Intentemos ver, para empezar, lo que no es la Cábala.

En primer lugar, conviene reformar una opinión errónea, aunque admitida casi universalmente, según la cual se trataría de una doctrina particular que se habría desarrollado principalmente durante la Edad Media; una doctrina de naturaleza mística que avanzaba paralelamente a la tradición bíblica.

La Cábala no es una doctrina, no puede enseñarse, no se desarrolló en un momento preciso de la historia, no nació de la destrucción del segundo Templo de Jerusalén, no proporciona recetas de magia, no sirve para hacer talismanes. No, en relidad se trata de algo muy distinto.

¿Qué es la Cábala?

Acabamos de decirlo, la Cábala no puede ser enseñada sino que se comunica. Aquel que quisiera transmitirla bajo la forma de clases o lecciones, mostraría su ignorancia. La Cábala es universal. Por ello no hay únicamente una Cábala judía; todas las tradiciones suponen una Cábala. Así es como existe una Cábala griega, latina, cristiana (que algunos cristianos poseían).

La Cábala se diferencia según las tradiciones religiosas de aquellos que la poseen. Por ello debemos hablar de la Cábala judía cuando nos referimos a los judíos.

La palabra Cábala procede de una forma intensiva del verbo kabo (1) que significa "recibir". Es exactamente el sentido de la palabra "tradición" (del latín tradere, transmitir de mano a mano). La Cábala es la transmisión de algo. Los cabalistas judáicos son aquellos que han recibido la Cábala. A partir de este momento forman parte de la asamblea cabalista y se denominan mekubalim.

Los doctores de la Cábala citan con frecuencia, para definir lo que han recibido, un fragmento de la Mishna (es decir, de la enseñanza de los rabinos en la época del segundo Templo; la parte más antigua del Talmud). Este texto dice lo siguiente : "Moisés recibió la Torá del Sinaí. Luego, la transmitió a Josué, a los Antiguos; los Antiguos, a los Profetas y los Profetas la transmitieron a los hombres de la gran Asamblea" (es decir al Sanedrín) (2).

¿Qué recibió Moisés?

Lo que recibió Moisés fue simplemente la Torá, es decir la Ley. Así, la Cábala es recibir la Ley.
Observemos que en el texto citado previamente, no se habla en ningún momento del pueblo. Moisés transmite la Torá a Josué; los Antiguos la reciben luego, después los Profetas y, por último, el Sanedrín. Así, el don de la Torá nunca ha sido otra cosa que la herencia de un pequeño número y el pueblo siempre ha sido excluido de él.

Lo que recibió el pueblo, lo que comprendió, no era más que el aspecto exterior: libros, una historia, un culto.

¿Quién ha proporcionado el don de la Tora?

¿Dios? No. Pero sí el Sinaí. En efecto, el texto no dice que Moisés recibió la Torá en o sobre el Sinaí, sino que lo que dice es que la recibió del Sinaí. ¿Cuál es pues esta montaña que ha hecho ese don? Se encuentran dos etimologías posibles de la palabra Sinaí; en primer lugar: arbusto de espinas, en segundo lugar: barro. Así, Moisés habría recibido la Torá de un barro.

Torá procede de iaroh, en hebreo, que significa "regar". También significa "enseñanza".

De todo ello tenemos que concluir que, en el judaísmo, los únicos poseedores de la Ley son los cabalistas. Sin embargo, el texto de la Mishna sobre el que nos apoyamos es muy anterior a la época en que los historiadores piensan que empezó la Cábala. Ello nos prueba, de forma indiscutible, que su autor consideraba que existía una ciencia reservada, a la que el pueblo no tenía acceso y que era la Ley. El pueblo no tenía más que las imágenes exteriores.

¿Cuál es la operación de los Cabalistas?

Esta pregunta y su respuesta se aplican a todas las Cábalas.

La lengua hebraica es muy distinta de nuestras lenguas. Está constituida exclusivamente por consonantes y no posee vocales. Es exactamente la "letra muerta", un cadáver, una piedra dura y seca, una cosa inmóvil de la que no se puede sacar ningún sonido.
Así como en el caso de una flauta es imposible obtener ningún ruido sino es soplando en ella, los textos hebraicos tienen un sentido, a condición de estar vocalizados. Fue con esta idea que J.C. dijo: "La letra está muerta. El espíritu vivifica" y "¿A qué se parece esta generación? Hemos tocado la flauta y no habéis bailado" (Mateo XI, 16 y 17).

Según se vocaliza, se obtienen palabras distintas aunque la letra no cambie. Entonces, ¿cómo saber el método o la forma de leerlo? Esto es precisamente la Cábala el don de la Torá, que consiste en revivificar un texto muerto.

Se trata del mismo caso para cualquier escritura inspirada. Intuímos que tiene un contenido pero no lo entendemos, ya que la letra está muerta y hay que revivificarla.

En cuanto a la tradición hebraica, poseemos un texto vocalizado que es la Masorah. Es una vocalización de la Biblia, pero no es más que una de las posibles lecturas. En efecto, los cabalistas podrían dar varios sentidos distintos de un mismo texto y serían todos correctos porque respetan la letra.

¿De qué forma proceden los Cabalistas?

Hay un manuscrito alquímico según el cual, aquel cuyas manos han tocado esta valiosa materia comprende inmediatamente el sentido de todas las Escrituras. Es a un "sentido", al que hace alusión uno de los Versos de Oro (3): "Establece como conductor el sentido excelente que viene de Arriba".
Y este sentido es un don, el don de la Torá.

Vemos pues, cuán incompleto resulta leer una traducción de los textos religiosos realizada por gramáticos de la lengua, incluso si esta traducción es perfecta desde el punto de vista gramatical.

Ahora comprendemos mejor por qué los judíos se niegan a enseñar la Biblia a aquellos que no saben hebreo. Lo mismo ocurre con los musulmanes y el Corán.
Para resumir, diremos que la Cábala es el don del sentido de las Escrituras y por ello se comunica y no puede enseñarse.

¿Cuál es el objeto de la Cábala?

Es la reunificación del Nombre de Dios. Según la tradición hebraica, en el momento de la transgresión, es decir, de la caída de Adán y Eva, el Nombre de Dios quedó dividido en dos. El problema consiste en reunificarlo.

Todas las palabras de la Biblia, los "carros del Santo, bendito sea", no son, según la Cábala, más que Nombres de Dios.

El conocimiento de estos Nombres de Dios reintegra al cabalista al Paraíso perdido.

Observemos que en hebreo la palabra Paraíso (P.R.D.S.) está compuesta por las primeras letras de las cuatro palabras que se refieren a los cuatro sentidos de la Escritura :

1) Pshat : el sentido sencillo
2) Remez : la alusión (signo)
3) Derash : la explicación
4) Sod : el secreto y los cuatro juntos constituyen el Paraíso.

No se trata de cuatro sentidos distintos, puesto que están todos vinculados al "secreto". Son como los peldaños que conducen a él. Incluso el primer sentido, el sentido sencillo, ya transmite el secreto. Hallar el Paraíso es leer la Escritura como debe ser leída. Aquel que lo consigue vuelve al Paraíso. Entrar en él equivale a poseer los Nombres de Dios, es haber revivificado el texto sagrado y haberlo penetrado. He aquí el Paraíso. No hay otro.

1. KABOL : acusar, quejarse, llorar - en su forma intensiva KIBBEL significa : recibir.
2. Pirqé Aboth,1a.
3. Los Versos de Oro, cuyo autor es Lysis, discípulo de Pitágoras.

Fuente:http://www.hermanubis.com.br

Que Es La Cabala



La Cábala es un método simple y preciso que investiga y define la posición del ser humano en el universo. La sabiduría de la Cábala nos dice porqué existe el hombre, porqué nace, porqué vive, cuál es el propósito de su vida, de dónde viene y adónde va cuando completa su vida en este mundo.

La Cábala es el único método para alcanzar el mundo espiritual. Nos enseña acerca del mundo espiritual, y, al estudiarlo, vamos desarrollando un sentido adicional. Con la ayuda de este sentido podemos establecer contacto con los mundos superiores.

La Cábala no es un estudio abstracto o teórico, sino por el contrario, muy práctico. El hombre aprende acerca de sí mismo, quién es y cómo es. Aprende lo que debe hacer ahora para cambiar, etapa por etapa, paso a paso. Enfoca su investigación hacia su propio interior.

Toda la experimentación se realiza sobre sí mismo, en sí mismo. Es por eso que la Cábala se denomina "La Sabiduría Oculta". A través de ella, la persona sufre cambios internos, ocultos a los ojos de los demás, que sólo ella percibe y conoce. Esta actividad, propia, específica y peculiar ocurre en su interior, y sólo ella la comprende.

La palabra "Cábala" viene de la palabra "laykabbel", recibir. La Cábala describe los motivos de las acciones como "el deseo de recibir". Este deseo se refiere a recibir diversas clases de placeres. Para ello, cada uno está dispuesto, en general, a invertir un gran esfuerzo. La cuestión es: ¿cómo alcanzar el máximo placer pagando el mínimo precio? Cada cual intenta responder a esta pregunta a su manera.

Este deseo de recibir se desarrolla y crece según un orden determinado. Al principio, desea el placer de los sentidos. Luego busca el dinero y el honor. Un deseo aún más poderoso lo vuelve sediento de poder. Más adelante apuntará quizás al pico de la pirámide: la espiritualidad. Quien reconoce la fuerza de este deseo, comienza a buscar los medios de satisfacerlo.

Al pasar por las etapas del deseo, la persona se familiariza con sus habilidades y limitaciones.

La Cábala se ocupa de lo que no podemos apresar ni controlar. No sabemos cómo son creados los sentimientos. Nos maravillamos ante las experiencias de lo dulce, lo amargo, lo agradable, lo áspero, etc. No logramos construir instrumentos científicos para examinar nuestros sentimientos, ni siquiera en el campo de la Psicología, de la Psiquiatría y demás Ciencias Humanas. Los factores de la conducta permanecen ocultos a nuestro entendimiento.

La Cábala es como la matemática de los sentimientos; toma todos nuestros sentimientos y deseos, los divide y da una fórmula matemática exacta para cada fenómeno, a cada nivel, para cada tipo de comprensión y de sentimiento.

Es un trabajo de sentimientos combinados con intelecto. Para los principiantes, utiliza geometría, matrices y diagramas. Los que avanzan encontrarán una ciencia muy exacta que examina los sentimientos. Al estudiar, sentirán cada sentimiento, y a la vez lo comprenderán. Sabrán qué nombre darle, según su poder, dirección y carácter.

La sabiduría de la Cábala es un método antiguo y probado, mediante el cual el ser humano puede recibir una conciencia superior, alcanzando la espiritualidad. Este es su real objetivo en el mundo. Si alguien siente un deseo y un anhelo de espiritualidad, podrá darle cauce mediante la sabiduría de la Cábala, otorgada por el Creador.

La palabra "Cábala" describe la meta del Cabalista: alcanzar todo aquello de lo que el ser humano sea capaz, como ser pensante, la más elevada de todas las criaturas.

sábado, 21 de janeiro de 2017

Biografia Karl Robert Eduard von Hartmann


Karl Robert Eduard von Hartmann (Berlim, 23 de fevereiro de 1842 - Grosslichterfelde, 5 de junho de 1906), foi um filósofo alemão.

Aluno da escola de Artilharia, foi obrigado a abandoná-la por motivos de saúde. Passa, então, aos estudos filosóficos, doutorando-se em 1867. No ano seguinte, publica Filosofia do inconsciente, primeira e mais importante de suas obras, que foi editada inúmeras vezes e que constituiu a base de seus trabalhos posteriores.

Partindo do exame dos resultados das ciências naturais tomando como a indução como método, Hartmann encontra a explicação dos fenômenos da natureza, e especialmente dos fenômenos orgânicos, na tese de um inconsciente criador do mundo, elemento ativo e cego. Análogo à ideia absoluta de Hegel e à vontade absoluta de Schopenhauer, seria, no entanto, anterior e mais abrangente que a ideia e a vontade, que constituiriam, justamente, seus atributos. O inconsciente é o incondicionado, o que não pode explicar-se por meio nenhuma relação, é o absoluto. Terá papel importante na concepção de linguagem como anterior à consciência em Nietzsche (Cf. Da origem da linguagem (Vom Ursprung der Sprache).

Uma vez que Hartmann combina os achados empíricos à sua investigação filosófica, é possível pensar em um conceito fundamental para sua teoria do inconsciente: o instinto. Ele chama de "vidência" o conhecimento imediato acerca de ações futuras que surge aos animais sem nenhuma participação da experiência sensível.

Além dessa contribuição, Hartmann escreveu abundantemente sobre diversos assuntos: teoria do conhecimento, ética, filosofia da ciência, filosofia da religião, teoria dos valores, etc. Ocupou-se da história da filosofia, especialmente da história da metafísica. Entre suas obras, destacam-se:

A filosofia positiva de Schelling como unidade de Hegel e Schopenhauer;
A coisa em si e sua constituição (alemão: Das Ding und seine Beschaffenheit, 1871);
Filosofia do inconsciente (alemão: Philosophie des Unbewussten,1869);
O inconsciente do ponto de vista da fisiologia e da teoria da descendência;
Para a história e fundamentação do pessimismo.


quinta-feira, 12 de janeiro de 2017

Biografia Arthur Schopenhauer


Arthur Schopenhauer (Danzig, 22 de fevereiro de 1788 — Frankfurt, 21 de setembro de 1860) foi um filósofo alemão do século XIX.Ele é mais conhecido pela sua obra principal "O mundo como vontade e representação" (1818), em que ele caracteriza o mundo fenomenal como o produto de uma cega, insaciável e maligna vontade metafísica. A partir do idealismo transcendental de Imannuel Kant, Schopenhauer desenvolveu um sistema metafísico ateu e ético que tem sido descrito como uma manifestação exemplar de pessimismo filosófico. Schopenhauer foi o filósofo que introduziu o pensamento indiano e alguns dos conceitos budistas na metafísica alemã.Foi fortemente influenciado pela leitura das Upanishads,que foram traduzidas pela primeira vez para o latim no início do século XIX.Foi a filosofia de Schopenhauer que serviu de base para toda a obra psicanalítica de Sigmund Freud.

Schopenhauer acreditava no amor como meta na vida, mas não acreditava que ele tivesse a ver com a felicidade.

Ideias

As ideias de Schopenhauer consistem em uma coletânea de pensamentos ditos pessimistas que dizem respeito à vida humana. Segundo o filósofo, esta é regida pela vontade e, sendo, a vontade, uma espécie de Deus presente em todos os humanos sem exceção de nenhum e que necessita sobreviver se usando do desejo sexual para se reproduzir e multiplicar, e devido ao desejo de sempre querer mais, a vontade acaba levando ao sofrimento humano, pois o homem nunca será satisfeito com uma única coisa. Ainda, de vez que a Vontade é surpreendida como a coisa-em-si/essência do ser humano, e em razão do fato de o homem ser, do ponto de vista cósmico, não mais que um tipo de ser em meio a vários outros tipos de seres, Schopenhauer, valendo-se de uma razão analógica, sente-se autorizado a estender essa substância primordial (a Vontade) a todos os demais seres, concebendo-a, assim, como essência não só do homem, mas do mundo.

Schopenhauer procura uma forma de libertação dessa vontade se baseando em escritos budistas e na filosofia oriental, que diz que a única forma de se libertar da vontade é a total renúncia, alcançada no Nirvana. Vale a pena acrescentar que Schopenhauer também identifica esse mecanismo da libertação da vontade no cristianismo genuíno. De todo modo, a sabedoria religiosa que tem por referência é o budismo.

Um mundo cego e irracional

O ponto de partida do pensamento de Schopenhauer encontra-se na filosofia kantiana. Immanuel Kant (1724 – 1804) estabelecera distinção entre os fenômenos e a coisa em si (que chamou noumenon), isto é, entre o que nos aparece e o que existiria em si mesmo. A coisa-em-si (noumenon) não poderia, segundo Kant, ser objeto de conhecimento científico, como até então pretendera a metafísica clássica. A ciência restringir-se-ia, assim, ao mundo dos fenômenos, e seria constituída pelas formas a priori da sensibilidade (espaço e tempo) e pelas categorias do entendimento (a exemplo da categoria da causalidade). Dessas distinções, Schopenhauer concluiu que o mundo não seria mais do que representações, entendidas por ele, num primeiro momento, como sínteses entre o subjetivo e o objetivo, entre a realidade exterior e a consciência humana. Como afirma em O Mundo Como Vontade e Representação,

“Por mais maciço e imenso que seja este mundo, sua existência depende, em qualquer momento, apenas de um fio único e delgadíssimo: a consciência em que aparece.”

Em outra passagem de sua principal obra, Schopenhauer deixa mais clara essa ideia:

''O mundo como representação, isto é; unicamente do ponto de vista de que o consideramos aqui, tem duas metades essenciais, necessárias e inseparáveis. Uma é o objeto; suas formas são o espaço e o tempo, donde a pluralidade. A outra metade é o sujeito; não se encontra colocada no tempo e no espaço, porque existe inteira e indivisa em todo ser que percebe: daí resulta que um só desses seres junto ao objeto completa o mundo como representação, tão perfeitamente quanto todos os milhões de seres semelhantes que existem: mas, também, se esse ser desaparece, o mundo como representação não mais existe.''

Não se pode dizer que essas ideias expressem exatamente o pensamento kantiano, mas, seja como for, Schopenhauer chegou a essas conclusões, partindo do mestre que tanto admirava, bem como, frisa-se, da constatação dessas mesmas verdades na filosofia platônica e na dos Vedas, embora expressas de maneira alegórica e intuitiva, portanto, não do modo conceitual e racional kantiano. De fato, Schopenhauer louva Kant precisamente por haver demonstrado de maneira clara e racional, de uma vez por todas, essas verdades antigas - até então poeticamente manifestas. Schopenhauer, contudo, separa-se, explicitamente, de Kant em um ponto essencial e, a partir daí, constrói uma filosofia original. Para Kant, a coisa-em-si é inacessível ao conhecimento humano, pois encontra-se além dos limites das estruturas do próprio ato cognitivo, entendido como síntese dos dados da intuição sensível, síntese essa realizada pelas categorias a priori do entendimento. Schopenhauer, ao contrário, pretendeu abordar a própria coisa-em-si. Essa coisa-em-si, raiz metafísica de toda a realidade, seria a Vontade.

Segundo o autor de O Mundo como Vontade e Representação, a experiência interna do indivíduo assegura-lhe mais do que o simples fato de ele ser "um objeto entre outros". A experiência interna também revela ao indivíduo que ele é um ser que se move a si mesmo, um ser ativo cujo comportamento manifesto expressa diretamente sua vontade. Essa consciência interior que cada um possui de si mesmo como vontade seria primitiva e irredutível: A vontade revelar-se-ia imediatamente a todas as pessoas como o em-si e a percepção que as pessoas têm de si mesmas como vontades seria distinta da percepção que as mesmas têm como corpo através da percepção externa mediada pelo princípio de razão. Mas isso não significa que Schopenhauer tinha esposado a tese de que as ações corporais e as ações da vontade constituem duas séries de fatos, entendidas as primeiras como causadoras das segundas. Para Schopenhauer, o corpo humano é apenas objetivação da vontade, tal como aparece sob as condições da percepção externa (mediada pelo aludido princípio de razão). Em outros termos, o que se quer e o que se faz são uma e a mesma coisa, vistos, porém, de perspectivas diferentes.

Da mesma forma como nos homens, a vontade seria o princípio fundamental da natureza. Para Schopenhauer, na queda de uma pedra, no crescimento de uma planta ou no puro comportamento instintivo de um animal, afirmam-se tendências, em cuja objetivação se constituem os corpos. Essas diversas tendências não passariam de disfarces sob os quais se oculta uma vontade única, superior, de caráter metafísico (mas entenda-se "metafísica" não no sentido clássico de conhecimento respeitante a algo além e fora da experiência, mas sim do que há de mais primitivo e de íntimo no mundo experienciável) e presente igualmente na planta que nasce e cresce, e nas complexas ações humanas. Essa vontade, para Schopenhauer, é independente da representação e, portanto, não se submete às leis da razão. Ao contrário de Hegel, para quem o real é racional, a filosofia de Schopenhauer sustenta que o real é em si mesmo cego e irracional, enquanto vontade. As formas racionais da consciência não passariam de ilusórias aparências e a essência de todas as coisas seria alheia à razão:

“A consciência é a mera superfície de nossa mente, da qual, como da terra, não conhecemos o interior, mas apenas a crosta.”

O inconsciente representa, assim, papel fundamental na filosofia de Schopenhauer. Sob esse aspecto, o autor de O Mundo como Vontade e Representação antecipou-se a alguns dos conceitos mais importantes da psicanálise fundada por Sigmund Freud (1856-1939).

O próprio Freud reconheceu a importância das ideias de Schopenhauer; em um de seus escritos, afirma que certas considerações sobre a loucura, encontradas no Mundo como Vontade e Representação, poderiam "rigorosamente, sobrepor-se à doutrina da repressão".

Uma palavra ainda sobre o conceito de Vontade. Este é concebido problematicamente por Schopenhauer na medida em que reconhece tomar a vontade pelo fenômeno mais próximo da constituição da coisa-em-si, de modo que, a bem da verdade, Schopenhauer está consciente de que trabalha um tanto quanto metaforicamente com o conceito de vontade, já que, a rigor, sabe que a vontade não é, propriamente, a coisa em si, mas, como quer que seja, ela é o que há de mais semelhante e parecido, no plano da consciência, insiste Schopenhauer, com a coisa em si.

Viver é sofrer

No sistema de Schopenhauer, a vontade é a raiz metafísica do mundo e da conduta humana; ao mesmo tempo, é a fonte de todos os sofrimentos. Sua filosofia é, assim, profundamente pessimista, pois a vontade é concebida em seu sistema como algo sem nenhuma meta ou finalidade (ateleológica), um querer irracional e inconsciente. Sendo um mal inerente à existência do homem, ela gera a dor, necessária e inevitavelmente, sendo aquilo que se conhece como felicidade, por conseguinte, apenas a interrupção temporária de um processo de infelicidade e somente a lembrança de um sofrimento passado criaria a ilusão de um bem presente. Para Schopenhauer, o prazer é momento fugaz de ausência de dor e não existe satisfação durável. Todo prazer é ponto de partida de novas aspirações, sempre obstadas e sempre em luta por sua realização: "Viver é sofrer". Nesse sentido, verifica-se como seu pessimismo não é gratuito, dado que suportado por uma antropologia-metafísica-realista de fundo, apresentando-se, deste modo, como apanágio e característica natural desta.

Mas, apesar de todo seu profundo realismo-pessimista, a filosofia de Schopenhauer aponta algumas vias para a suspensão da dor. Num primeiro momento, o caminho para a supressão da dor encontra-se na contemplação artística. A contemplação desinteressada das idéias seria um ato de intuição artística e permitiria a contemplação da vontade em si mesma, o que, por sua vez, conduziria ao domínio da própria vontade. Na arte, a relação entre a vontade e a representação inverte-se, a inteligência passa a uma posição superior e assiste à história de sua própria vontade; em outros termos, a inteligência deixa de ser atriz para ser espectadora. A atividade artística revelaria as idéias eternas através de diversos graus, passando sucessivamente pela arquitetura, escultura, pintura, poesia lírica, poesia trágica, e, finalmente, pela música. Em Schopenhauer, pela primeira vez na história da filosofia, a música ocupa o primeiro lugar entre todas as artes. Liberta de toda referência específica aos diversos objetos da vontade, a música poderia exprimir a Vontade em sua essência geral e indiferenciada, constituindo um meio capaz de propor a libertação do homem, em face dos diferentes aspectos assumidos pela Vontade.

No Nada, há salvação

A libertação proporcionada pela arte, segundo Schopenhauer, não é, contudo, total e completa. A arte significa apenas um distanciamento relativamente passageiro e não a supressão da Vontade. Para que atinja a libertação, é necessário que o homem ascenda ao nível da conduta ascética, a qual representa uma etapa superior no processo de superação das "dores do mundo".

Com efeito, para Schopenhauer, a mais completa forma de salvação para o homem somente pode ser encontrada na renúncia quietista ao mundo e a todas as suas solicitações, na mortificação dos instintos, na autoanulação da vontade e na fuga para o Nada:

“Desviemos um instante os olhos de nossa própria indigência e de nosso limitado horizonte; levemo-los sobre esses homens que venceram o mundo, nos quais a vontade, atingindo a perfeita consciência de si, se reconheceu em tudo que existe e, livremente, renunciou a si mesma...”

Então, em vez desse tumulto de aspirações sem fim, em vez dessas passagens constantes do desejo ao medo, da alegria ao sofrimento, em vez dessas esperanças sempre inalcançadas e sempre renascentes, que fazem da vida humana, enquanto animada pela vontade, um sonho interrompido, não perceberemos mais do que esta paz, mais preciosa que todos os tesouros da razão, a calma absoluta do espírito, esta serenidade imperturbável, tal como Rafael e Correggio a pintaram nas figuras de seus santos e cujo brilho deve ser para nós a mais completa e verídica anunciação da boa nova: a vontade desapareceu; subsiste apenas o conhecimento".

Ética

Primeiramente, de se dizer que a ética, para Schopenhauer, é a ciência filosófica da vida moral, e, precisamente enquanto saber de natureza científico-filosófica limita-se a dizer o que É, ou seja, a descrever seu objeto - no caso, a realidade moral, caracterizada pela ação desinteressada voltada a respeitar (justiça) e a auxiliar (piedade) o próximo (entendendo-se por próximo não apenas o sujeito-suscetível a sofrimento-humano, mas também o sujeito-suscetível a sofrimento-não-humano). A ética de Schopenhauer não está, contudo, presa à noção de "dever", o que equivale a dizer que não estamos diante de uma ética prescritiva (tal qual, por exemplo, a ética kantiana); Schopenhauer rejeita as formas imperativas de filosofia que são, para ele, formas de coerção - e, dentre outras razões, isso é assaz importante, haja vista colocar Schopenhauer se não numa posição ímpar, então numa posição "alternativa".

Sua ética não se apoia em mandamentos, mas, antes, na noção de que a contemplação da verdade é o caminho de acesso ao bem - não obstante reconhecer a necessidade de se traduzir e erigir as coordenadas morais espontâneas e naturais, emanadas da disposição compassiva, em princípios racionais, a fim de se estabelecer uma vida moral efetiva. Para Schopenhauer, o egoísmo, que faz do homem o inimigo do homem, advém da ilusão de vontades independentes que afirmam seus ímpetos individuais. A superação do egoísmo somente seria possível mediante o conhecimento da natureza única universal da Vontade. Como consequência moral do desaparecimento de sua individualidade, o homem pode tornar-se bom; ao espírito de luta contra os semelhantes, segue-se o espírito de simpatia. Libertado da ilusão do egoísmo, o homem atinge o princípio que é o fundamento de toda verdade moral: "Não prejudiques pessoa alguma, sê bom com todos", princípio este em que se nota, na primeira parte, a virtude cardeal da justiça e, na segunda, a outra virtude cardeal, a piedade.

Essa ética que descreve a moral como prática da justiça e da piedade fundada na comiseração (reservada, relembre-se, à possibilidade de se fixar racionalmente, em princípios, no espírito do agente), segundo Schopenhauer, encontrou sua mais acabada expressão nos evangelhos, onde "ama a teu próximo como a ti mesmo" constitui o princípio fundamental da conduta.

Quanto ao mais, cumpre chamar atenção para o fato de que, malgrado a experiência moral colocar o indivíduo humano em grau de fruir daquela felicidade abnegativa (afinal, o valor da ação moral reside justamente na vontade desinteressada, portanto, na vontade não egoisticamente determinada e, consequentemente, aberta à contemplação), Schopenhauer não propõe a moralidade como "via direta e necessária para a felicidade", ante o fato de a moral constituir-se como tal, para o nosso filósofo, precisamente na medida em que não é expediente comprometido com a felicidade pessoal (aqui, pouco importa se felicidade-satisfação-ilusória ou felicidade-salvação-autêntica). Outra advertência deve ser feita com relação à natureza da ascese do modo como posta por Schopenhauer, porquanto, se ela tem, em mira, imediatamente, a felicidade (mesmo que sob o termo "bem-aventurança"), não há que se falar em natureza moral da ascese, pois uma visa, direta e imediatamente, a proporcionar, ao indivíduo, a felicidade genuína (a ascese), e a outra (a moral), ao "bem do próximo".

Contexto filosófico e cultural

Filho de Heinrich Floris Schopenhauer, comerciante da cidade de Danzig, na Prússia (atualmente Gdansk, na Polônia), o filósofo Arthur Schopenhauer estava destinado a seguir a profissão de seu pai. Por isso, a família nunca se preocupou muito com sua educação intelectual e, quando contava apenas doze anos de idade, em 1800, induziu-o a empreender uma série de viagens importantes para um futuro comerciante. Schopenhauer percorreu a Alemanha, a França, a Inglaterra, a Holanda, a Suíça, a Silésia e a Áustria. Mas seu interesse não foi despertado por aquilo que seu pai mais desejava: o que fez de mais importante, durante essas viagens, foi redigir uma série de considerações melancólicas e pessimistas sobre a miséria da condição humana. Em abril de 1804, visitou o arsenal de Toulon, onde teve contato com os condenados às galés. Ele registrou em seu diário suas impressões sobre essa visita, que o marcou profundamente.Em 1805, a família fixou-se em Hamburgo e o obrigou a cursar uma escola comercial. A morte do pai (presumivelmente cometeu suicídio) permitiu-lhe, contudo, abandonar para sempre os estudos comerciais e voltar-se para uma carreira universitária, como era seu desejo. Assim, Schopenhauer passou a dedicar-se aos estudos humanísticos, ingressando no Liceu de Weimar em 1807; dois anos depois, encontrava-se na faculdade de medicina de Göttingen, onde adquiriu vastos conhecimentos científicos.

Em 1811, na Universidade de Berlim, assistiu aos cursos dos filósofos Schleiermacher (1768-1834) e Fichte (1762-1814). Este último seria, mais tarde, acusado por Schopenhauer de ter deliberadamente caricaturado a filosofia de Kant (1724-1804), tentando “envolver o povo alemão com a neblina filosófica”. Em 1813, Schopenhauer doutourou-se pela Universidade de Berlim com a tese Sobre a Quádrupla Raiz do Princípio de Razão Suficiente.

Nessa época, sua mãe, Johanna Schopenhauer, estabeleceu-se em Weimar, onde começou a obter progressivo sucesso como novelista e passou a freqüentar os círculos mundanos que Schopenhauer detestava e se esforçava por ridicularizar ao máximo. As relações entre os dois deterioraram-se a ponto de Johanna declarar publicamente que a tese de seu filho não passava de um tratado de farmácia; em contrapartida, Schopenhauer afirmava ser incerto o futuro de sua mãe como romancista e que ela somente seria lembrada no futuro pelo fato de ser sua progenitora.

Apesar dessas brigas, Schopenhauer freqüentou durante algum tempo o salão de sua mãe. Ali tornou-se amigo de Goethe (1749-1832), que reconhecia seu gênio filosófico e sugeriu-lhe que trabalhasse numa teoria antinewtoniana da visão. A partir dessa sugestão, Schopenhauer escreveu Sobre a Visão e as Cores, publicado em 1816.

Em 1814, Schopenhauer rompeu definitivamente com a família e, quatro anos depois, concluiu sua principal obra, O Mundo como Vontade e Representação. Em 1819, o livro foi publicado, mas, um ano e meio após, haviam sido vendidos apenas cerca de 100 exemplares. A crítica também não foi favorável à obra.

Durante os anos de 1818 e 1819, Schopenhauer passou uma temporada na Itália: ao voltar, sua situação econômica não era das melhores. Solicitou então um posto de monitor na Universidade de Berlim, valendo-se de seu título de doutor e passando por uma prova que consistia numa conferência. Admitido em 1820, encarregou-se de um curso intitulado A Filosofia Inteira, ou O Ensino do Mundo e do Espírito Humano. O título do curso devia-se, provavelmente, a Hegel (1770-1831), que na época era um dos mais reputados professores da Universidade de Berlim. Tentando competir com Hegel, Schopenhauer escolheu o mesmo horário utilizado pelo rival, mas a tentativa redundou em fracasso completo: apenas quatro ouvintes assistiam a suas aulas. Ao fim de um semestre, renunciou à universidade.

Em 1821, envolveu-se em um acidente que teve desagradáveis conseqüências econômicas e, sobretudo, viria causar-lhe periódica crise de depressão psicológica. Nessa época, o filósofo residia numa pensão, cujos principais locatários, em sua grande maioria, eram senhoritas de idade avançada. Essas pensionistas tinham o desagradável hábito de espionar a chegada de supostas amantes, recebidas por Schopenhauer em seus aposentos. Certa noite, quando uma costureira chamada Caroline-Louise Marquet dedicava-se a esse mister, Schopenhauer, perdendo a paciência, atirou-a escada abaixo. Como resultado, foi processado e acabou sendo condenado a pagar trezentos thalers de despesas médicas. Além disso, ficava obrigado a pagar sessenta thalers anuais, até a morte de Caroline, que somente veio a falecer vinte anos depois. Durante todo esse tempo, Schopenhauer entrava em depressão nervosa, uma vez por ano, todas as vezes que era obrigado a pagar a pensão. Sua revolta dizia respeito menos à quantia desembolsada do que àquilo que sentia como injustiça cometida pelas autoridades.

Entre 1826 e 1833, Schopenhauer empreendeu freqüentes viagens, adoeceu por diversas vezes e tentou uma segunda experiência como professor da Universidade de Berlim. Foi mais uma tentativa fracassada, somente contrabalançada pela crítica elogiosa a seu O Mundo como Vontade e Representação, publicada no periódico Kleine Bücherschau.

Em 1833, depois de muitas hesitações, o filósofo resolveu fixar-se em Frankfurt, onde permanecera até sua morte em 1860. Durante os vinte e sete anos que passou na cidade, levou uma vida solitária, acompanhado por seu cão. Sua predileção por animais era filosoficamente justificada; segundo Schopenhauer, entre os cães, contrariamente ao que ocorre entre os homens, a vontade não é dissimulada pela máscara do pensamento.

Dedicado exclusivamente à reflexão filosófica, Schopenhauer trabalhou intensamente em Frankfurt, redigindo e publicando diversos livros. Em 1836, veio a lume o ensaio Sobre a Vontade na Natureza, que deveria completar o segundo livro de O Mundo como Vontade e Representação. Na mesma época, redigiu também dois ensaios sobre moral. O primeiro, escrito para concorrer a um concurso da Academia de Ciências de Trondheim (Noruega), intitula-se Sobre a Liberdade da Vontade. O segundo, O Fundamento da Moral, concorreu ao concurso da Academia de Copenhague e continha verdadeiros insultos a Hegel e a Fichte, que provocaram escândalo; embora fosse o único concorrente, o livro não foi premiado. Posteriormente, os dois ensaios seriam reunidos sob o título de Os Dois Problemas Fundamentais da Ética e publicados em 1841. Três anos depois, surgiu a segunda edição de O Mundo como Vontade e Representação, enriquecida com alguns suplementos. Apesar disso, não teve sucesso.

O mesmo não ocorreu com a última obra escrita e publicada por Schopenhauer. Intitulava-se Parerga e Paralipomena e continha pequenos ensaios sobre os mais diversos temas: política, moral, literatura, filosofia, estilo e metafísica, entre outros. A obra alcançou inesperado sucesso, logo depois de ser publicada em 1851. A partir daí, a notoriedade do autor espalhou-se pela Alemanha e depois pela Europa. Um artigo de Oxford, publicado na Inglaterra, deu início à grande difusão de sua filosofia. Na França, muitos filósofos e escritores viajaram até Frankfurt para visitá-lo. Na Alemanha, a filosofia de Hegel entrou em declínio e Schopenhauer surgiu como ídolo das novas gerações.

Assim, os últimos anos da vida de Schopenhauer proporcionaram-lhe um reconhecimento que ele sempre buscou. Artigos críticos surgiram em grande quantidade nos principais periódicos da época. A Universidade de Breslau dedicou cursos à análise de sua obra e a Academia Real de Ciências de Berlim propôs-lhe o título de membro, em 1858, que ele recusou.

Dois anos depois, a 21 de setembro de 1860, Arthur Schopenhauer, que Nietzsche (1844 – 1900) chamaria "o cavaleiro solitário", faleceu, vítima de insuficiência cardíaca. Contava, então, com 72 anos de idade.

Pensamentos políticos e sociais

Pensamentos sobre as mulheres

No "Ensaio de Schopenhauer acerca das mulheres" de 1851("Of Women", "Über die Weiber", texto completo), ele expressou sua oposição ao que chamou de "estupidez germano-cristã" sobre questões femininas. Ele argumentou que "está na natureza da mulher obedecer" e se opôs ao poema em honra das mulheres de Friedrich Schiller, "Dignidade das Mulheres" ("Dignity of Women"). O ensaio oferece dois elogios, no entanto: "as mulheres são decididamente mais sóbrias nos seus julgamentos que os [homens] são" e são mais simpáticas aos sofrimentos alheios.

As escritas controversas de Schopenhauer influenciaram várias pessoas, de Friedrich Nietzsche às feministas do século XIX.[7] A análise biológica de Schopenhauer da diferença entre os sexos, e seus papéis separados na luta pela sobrevivência e reprodução, antecipam alguns argumentos que foram posteriormente ventilados por sociobiologistas e psicólogos evolucionários no século XX.

Após o já idoso Schopenhauer ter posado para uma escultura de Elisabet Ney, ele teria dito à amiga de Richard Wagner, Malwida von Meysenbug: "Eu ainda não fiz meu último pronunciamento sobre as mulheres. Eu acredito que, se uma mulher obtiver êxito em se retirar da coletividade, ou preferir se desenvolver além dela, não deixará de progredir até mais do que um homem."

Conceito de Representação e sua relação com a Vontade

O ponto de partida para a compreensão da filosofia de Schopenhauer é o conceito de Representação. Representação, na obra de Schopenhauer, é a atividade fisiológica que ocorre no cérebro de um animal (que pode ser um humano ou outro animal) ao fim da qual temos a formulação de uma imagem percebida pelo sujeito.

A representação é uma tradução que nossos sentidos fazem a partir de informações advindas do "mundo exterior".

Portanto, o mundo que percebemos é uma construção mental; os nossos sentidos recebem comprimentos de ondas do mundo exterior (input), que não são vermelhas ou verdes em si, e então nosso cérebro (entendimento) trabalha para traduzi-las em cores, formas etc...(output). O mesmo ocorrendo com sons, tato etc (no caso do som, o cérebro traduz ondas sonoras em sons). Porém, tal construção não se dá de forma aleatória e desordenada, ela tem como a priori três fatores do entendimento: Espaço, Tempo e Causalidade. O espaço e o tempo são como "óculos do entendimento" através da qual percebemos o mundo. Já o mundo "fora de nossas representações cognitivas" ou "mundo exterior" seria a Vontade. A Vontade, portanto, está além do espaço e tempo e não é regida por causalidade, daí Schopenhauer dizer que a essência do mundo é "irracional" pois não segue o princípio de Razão. Quando a Vontade passa pelos sentidos, e sofre os processos descritos na definição de representação citada acima, torna-se o mundo que vemos em nossa volta. Logo, na filosofia schopenhauriana, não há distinção entre Sujeito (ser que percebe) e objeto (Vontade representada), pois o próprio sujeito, seu corpo, seus pensamentos e sentimentos também são Vontade objetivada. A Vontade atinge seu mais alto grau da consciência humana, quando então ela pode contemplar a si mesma como representação, pode ver a si mesma como num espelho.

Entretanto, o ser humano não percebe esse processo, pois ele acredita ser, devido à limitação dos sentidos, individualizado e independente do mundo, um ser autônomo. Como a Vontade é destituída do princípio de Razão, é criada a ilusão de que cada ser humano, ou animal, é uma vontade particular, em luta com outras vontades, uma luta incessante que culmina sempre em sofrimento, tema recorrente na filosofia de Schopenhauer. Para superar o sofrimento é necessário o reconhecimento de que há somente uma Vontade, independente, livre e essência do Universo. Há a mesma Vontade em um leão, num ser humano ou numa pedra.

Isto de certa forma diminuí um pouco o famoso "pessimismo" de Schopenhauer, pois ele abre a oportunidade de cada ser libertar-se das amarras da Representação. A essência da realidade (Vontade) é o próprio cerne do sujeito, o ser humano, então, leva dentro de si a chave que lhe permite ver a unidade dos fenômenos. Para isto, o ser humano deve contemplar a si mesmo, reconhecer-se como Vontade e notar que sua vida é apenas uma sequencia de fenômenos representados que nada tem a ver com a essência do Ser.

Cronologia

1788 - Nascimento de Schopenhauer em Dantzig, no dia 22 de fevereiro.
Kant: Crítica da razão prática.
1789 - Revolução Francesa
George Washington é o primeiro presidente dos Estados Unidos.
1790 - Kant: Crítica da faculdade de julgar.
1793 - Os Schopenhauer se mudam para Hamburgo.
1794 - Fichte: Fundamentos da doutrina da ciência em seu conjunto.
1800 - Schelling: Sistema do idealismo transcendental.
1800-1805 - Destinado por seu pai ao comércio, Schopenhauer realiza uma série de viagens pela Europa ocidental: Áustria, Suíça, França, Países Baixos, Inglaterra. Isso lhe rende um Diário de viagem e um excelente conhecimento do francês e do inglês.
Napoleão é imperador pela Europa.
Beethoven compõe a Heróica.
1805 - Suicida-se o pai de Schopenhauer; este permanece em Hamburgo, renuncia à carreira comercial para dedicar-se aos estudos nos liceus de Gota e de Weimar, e sua mãe muda-se para Weimar.
Napoleão é rei da Itália.
1807 - Hegel: A Fenomenologia do Espírito.
1808 - Fichte: Discurso à nação alemã.
Goethe: As afinidades eletivas e Fausto (primeira parte).
1811 - Ingresso de Schopenhauer na Universidade de Berlim, onde estuda filosofia.
1813 - Schopenhauer: Da quádrupla raiz do princípio da razão suficiente (tese de doutorado).
Nascimento de Kierkegaard.
1814 - Schopenhauer rompe relações com a mãe e muda-se para Dresden.
Napoleão abdica e se retira para a ilha de Elba.

Morre Fichte.

1815 - Derrota de Napoleão em Waterloo. O Congresso de Viena reorganiza a Europa sob o signo da Santa Aliança.
1816 - Schopenhauer: Da visão e das cores.
1818 - Hegel na universidade de Berlim, onde lecionará até a sua morte.
1819 - Schopenhauer: O mundo como vontade e representação.
1820 - Schopenhauer começa a lecionar em Berlim com o título de privat-dozent. Fracassa.
1825 - Nova tentativa na universidade de Berlim. Novo fracasso. Schopenhauer renuncia à docência e passa a viver daí em diante com a herança paterna.
1830 - Hegel: Enciclopédia das ciências filosóficas (edição definitiva).
1831 - Morre Hegel.
1832 - Morre Goethe.
1833 - Schopenhauer estabelece-se em Frankfurt, onde residirá até sua morte.
1836 - Schopenhauer: Da vontade na natureza.
1839 - Schopenhauer recebe um prêmio da Sociedade Norueguesa de Ciências de Drontheim por uma dissertação sobre "A liberdade da vontade".
1840 - A dissertação "Sobre o fundamento da moral" não recebe prêmio da Sociedade Real Dinamarquesa de Ciências de Copenhague.
1841 - Schopenhauer publica suas duas dissertações de concurso sob o título de Os dois problemas fundamentais da ética.
Feuerbach: A essência do cristianismo.
1843 - Kierkegaard: Temor e tremor.
1844 - Schopenhauer: O mundo como vontade e representação, segunda edição acompanhada de Suplementos.
Stirner: O único e sua propriedade.
Marx e Engels: A sagrada família ou Crítica da crítica crítica contra Bruno Bauer e sócios.
Kiergaard: O conceito da angústia.
Nascimento de Nietzsche.
1846 - Comte: Discurso sobre o espírito positivo.
1848 - Marx e Engels: Manifesto do Partido Comunista.
Revolução na França e na Alemanha. Sua correspondência confirma que Schopenhauer desejou e apoiou a repressão em Frankfurt.
1851 - Schopenhauer: Parerga e Paralipomena. Êxito e primeiros discípulos, Frauenstädt, Gwinner etc.
1856 - Nasce Freud.
1859 - Darwin: A origem das espécies.
1860 - Schopenhauer morre em 21 de setembro

Principais obras

As Dores do Mundo
Sobre a Raiz Quádrupla do Princípio da Razão Suficiente (1813)
Sobre a Visão e as Cores (1815)
O Mundo como Vontade e Representação (1819)
Sobre a Vontade da Natureza (1836)
Os Dois Problemas Fundamentais da Ética (1841)
Parerga e Paralipomena (1851)
Metafísica do Amor/Metafísica da Morte
A Arte de se Fazer Respeitar
A Arte de Insultar
Sobre o Ofício do Escritor
A Arte de Ter Razão ou Como Vencer um Debate sem Precisar ter Razão
A Arte de Ser Feliz
A Arte de Lidar com as Mulheres
Aforismos para a Sabedoria de Vida
Sobre a Vida Universitária
Sobre o Fundamento da Moral
O Livre Arbítrio (Pela Academia Real)

Invocações e Evocações: Vozes Entre os Véus

Desde as eras mais remotas da humanidade, o ser humano buscou estabelecer contato com o invisível. As fogueiras dos xamãs, os altares dos ma...