terça-feira, 1 de maio de 2018

Ritmo mu


El ritmo mu, también llamado alfa precentral o alfa rolándico​ es la «expresión de la actividad eléctrica oscilante que se registra en las zonas motoras centrales del cerebro».Con respecto a las ondas alfa, es similar en frecuencia y amplitud, sin embargo, varía en cuestión de su topografía e importancia a nivel fisiológico. Se mide mediante una electroencefalografía (EEG) y comúnmente oscila entre los ocho y trece Hz.
Un persona suprime los patrones de este ritmo cuando realiza, observa​ o tiene la intención de realizar una acción motora.​ No obstante, no se suprime con el hecho de abrir los ojos. Esta supresión es llamada desincronización de la onda debido a que las formas de onda del EEG son producidas por un gran número de neuronas actuando en sincronía. Es por ello que algunos investigadores han sugerido una relación entre el sistema de neuronas especulares y la supresión del ritmo mu.
El estudio del ritmo mu es de interés para diversas áreas del conocimiento. Los científicos que estudian el desarrollo neural se interesan en los detalles del desarrollo del ritmo mu, la infancia y niñez y su rol en el aprendizaje.​ Por otro lado, un grupo de investigadores cree que los trastornos del espectro autista están fuertemente influenciados por una alteración en el sistema de neuronas especulares y que la supresión del ritmo mu es una indicación de la reducción de la actividad de la neurona especular.Además, este ritmo es considerado en la investigación y desarrollo de una interfaz cerebro-computadora.
Según Niedermeyer (2005), diversos científicos sospecharon la existencia de un ritmo central especial desde 1930.3​ Primeramente, Jasper y Andrews (1938) reconocieron una «prominente actividad precentral de frecuencia alfa» que se atenuaba con el movimiento. Concluyeron además que era diferente del ritmo alfa occipital. No obstante, las caracterísiticas del ritmo fueron descritas a profundidad por vez primera en la década de 1950 por Henri Gestaut y fueron denominadas «rhythm rolandique en arceau».3​11​ Por otra parte, «las primeras evidencias neurológicas de la atenuación del ritmo mu» las aportaron Gastaut y Bert en 1954.4​ Sus descubrimientos, de que que el ritmo se atenúa con la realización y observación de movimientos, fueron confirmados posteriormente por otras investigaciones.12​ Una de ellos fue un estudio que utilizó una malla de electrodos subdurales en nueve pacientes con epilepsia.

Características

El ritmo mu es un tipo de onda cerebral medida por medio de una electroencefalografía (EEG). En adultos en reposo y con ojos cerrados, además de predominar las ondas alfa y beta, se observa el ritmo mu que oscila entre los ocho y trece Hz. Predomina en la población joven​ y se limita a breves periodos de entre 0.5 y dos segundos. En personas en reposo, puede registrarse en la corteza sensoriomotora.7​ En infantes, el ritmo mu es detectable desde los cuatro a seis meses de edad y alcanza una frecuencia algunas veces tan baja como 5.4 Hz.8​14​ En un total de 2248 personas, Niedermeyer y Koshino (1975) encontraron una prevalencia de 8.1%. De ellas, considerando los grupos de edad, 9.0% tenían entre 0 y 10 años, 13.8% entre 11 y 20, 8.4% entre 21 y 40 y 4.5% más 41 años.
Aunque es similar en frecuencia a las ondas alfa, varían con respecto a su «morfología, distribución y reactividad». El ritmo mu se localiza en las áreas rolándicas, su ritmo es, en la mayoría de los casos, «unilateral y alternante» y no se modifica al abrir los ojos, pero sí al mover la extremidad contralateral.​ En este sentido, Kozelka y Pedley (1993) afirman que el ritmo se atenúa con «estímulo táctil o por medio de movimientos pasivos, voluntarios o reflejos». Incluso, agregan, se logra esta respuesta durante la planeación o preparación de los movimientos. El ritmo mu cae dentro de los parámetros normales. No obstante, se ha encontrado una mayor prevalencia dentro de la población con cefalea, trastornos psiquiátricos y otras condiciones.​ Por otra parte, se piensa que este ritmo puede ser un indicativo del desarrollo de la habilidad de imitar de un infante. Lo anterior cobra importancia debido a que esta habilidad juega un papel importante en el desarrollo de la motricidad, el uso de herramientas y la comprensión de información casual a través de la interacción social.

Neuronas especulares y autismo
Las neuronas especulares fueron identificadas, mediante el registro unicelular, en la corteza ventral premotora y anterior parietal de macacos.​ Algunos estudios encontraron que estos grupos de neuronas se activan cuando los monos realizan y observan a alguien más realizar una tarea simple.​ Es decir, el ritmo mu y las neuronas espejo responden de forma similiar a la realización, observación e imaginación de acciones. Altschuler et al. (1997) fueron los primeros en sugerir una relación entre el ritmo mu y las neuronas especulares. «Cuando ocurre la observación/comprensión, las ondas mu reflejan principalmente la modulación de las neuronas espejo». Por otro lado, se ha sugerido que «la capacidad de asociar la representación visual de una acción observada con la representación motora de esa acción puede conducir al aprendizaje imitativo».
Existe la teoría de que una disfunción en el ritmo mu podría estar relacionada con los trastornos del espectro autista. En personas con autismo, las neuronas espejo se activan (y por lo tanto se suprime el ritmo mu) únicamente cuando es el individuo quien realiza la acción y no cuando la observa. Estos hallazgos han llevado a algunos científicos a ver al autismo como una comprensión trastornada de las intenciones y objetivos de otros individuos debido a problemas del sistema de la neurona espejo.​ A esta idea se le denomina «hipótesis del espejo roto».

P300


La onda P300 (EP300, P3) es un potencial evocado que puede ser registrado mediante electroencefalografía como una deflexión positiva de voltaje con una latencia de unos 300ms en el EEG. La presencia, magnitud, topografía y duración de esta señal se utiliza a veces en la medición de la función cognitiva de los procesos de toma de decisiones. Mientras los correlatos neuronales de este potencial aún están poco claros, la reproductibilidad de esta señal hace que sea una opción común para los test psicológicos tanto clínicos como de laboratorio.

Obtención de la respuesta
Aunque la señal del EEG se adquiere con más fuerza en torno a los electrodos parietales, se ha sugerido que existen interacciones entre las regiones frontales y temporales, así como con algunos lugares del encéfalo profundo. Se piensa que la misma onda p300 está compuesta por dos ondas secundarias conocidas como "señales P3a y P3b". Estos componentes responden individualmente a diferentes estímulos y se ha sugerido que la onda P3a "se origina en los mecanismos de atención frontal dirigidos por estímulo durante el procesamiento de tareas, mientras que la P3b se origina en la actividad parietal-temporal asociada con la atención y parece estar relacionada con el consiguiente procesamiento en la memoria." Algunas veces se denomina potencial evocado "diana (target)" a la P3b, mientras que la P3a sería el potencial "no diana (non-target)".

La señal P300 es un registro agregado de una gran cantidad de neuronas. Aunque es una técnica típicamente no invasiva, se pueden tomar muestras de partes de la señal más directamente de ciertas partes del cerebro mediante electrodos (de ahí la P300 temporal medial o MTL-P300). Esta metodología permite aislar y registrar localmente un área sin el ruido de otras señales adquiridas a través de electrodos sobre la piel del cráneo.3​ En la práctica, la forma de onda de la P300 se debe evocar utilizando un estímulo provisto por alguna de las modalidades sensoriales. Un procedimiento típico es el paradigma odd-ball, en el que un estímulo diana se presenta entre estímulos de fondo más frecuentes. También puede usarse un estímulo distractor para asegurarse de que la respuesta se debe a la diana en lugar de a un cambio en el patrón de fondo. El paradigma odd-ball clásico ha sufrido muchas variaciones, pero al final la mayor parte de los protocolos utilizados para evocar la P300 implica alguna forma de hacer consciente una situación o una toma de decisiones. Se necesita ejercitar la atención en estos protocolos. No se han observado sujetos que efectúen un control fino sobre sus P300.

Origen
Como con cualquier estímulo evocado la P300 se produce mediante corrientes eléctricas en el cerebro. Los distintos potenciales inhibidores y excitadores postsinápticos de múltiples neuronas crean estas corrientes y de ese modo se puede discutir el origen de un potencial con respecto a los efectos de los neurotransmisores que provocan los potencial postsináptico y los dominios anatómicos en los que funcionan.​ La onda se genera directamente como resultado de potenciales postsinápticos a través de las vías glutamatégicas, en la que los receptores de tipo NMDA desempeñan un papel importante. También modulan la actividad P300 influencias acetilcolinérgicas y GABAérgicas, actuando el GABA mediante la producción de potenciales inhibitorios post-sinápticos (PIPS) que tienden a disminuir la amplitud de onda e incrementar la latencia y la acetilconina actuando como modulador con efectos opuestos al GABA. La Norepinefrina, dopamina y serotonina han sido implicadas en la modulación de la P300, pero los resultados son inconsistentes y estas influencias pueden ser menores.

Existe alguna controversia sobre los sustratos anatómicos de la P300. Entre las candidatas estarían estructuras profundas y cercanas del cerebro en el sistema límbico, como la amígdala, hipocampo y giro parahipocampal, así como regiones más dispersas (p.ej. las cortezas parietales superior y posterior, el giro cingulado y la corteza temporoparietal). Los registros intracraneales han dado credibilidad a la teoría de contribuciones ampliamente distribuidas. Una hipótesis vincula la activación de la P300 al locus coeruleus un centro noradrenérgico del tallo cerebral que se encuentra en el puente de Varolio. Desde esta perspectiva el papel del circuito noradrenérgico es potenciar los estímulos significativos para la toma de decisiones ejecutivas. Los orígenes de las ondas componentes (P3a and P3b) aún no están claras. Los estudios mediante fMRI sugieren que estos componentes se pueden localizar en diferentes regiones, en el que la P3a es principalmente un fenómeno de las cortezas frontales e insulares y la P3b se origina de las regiones parietal inferior y temporal.6​ Se ha propuesto que las diferentes regiones también son lugares de procesamiento diferentes para los estímulos "diana" y "distactor" en el paradigma odd-ball. Los investigadores también están divididos en cuanto a si los potenciales evocados en general se generan como un modo inducido por estímulo (las poblaciones neuronales reaccionan disparándose o no ante el estímulo presentado) o en un modo de "reiniciado de fase" (las poblaciones neuronales reaccionan enfocando sus patrones de disparo en una fase particular basado en un estímulo).Una evidencia reciente que se basa en los estudios sobre P300 suegiere que ambos métodos probablemente contribuyen a la formación de un potencial evocado.​ Así pues, la P300 no se distingue por la dinámica de fondo, pero tampoco está completamente explicado por ella. Por tanto, la P300 no está provocada solamente por la reiniciación de la actividad oscilatoria preexistente, sino que más bien está afectada por ella. Ambas explicaciones encajan con la explicación más aceptada para el comportamiento a grandes rasgos de la P300, la hipótesis de actualización de contexto. Se piensa que la P300 representa en este modoelo el cambio físico que subyace al hecho de que las probabilidades ligadas a ciertos resultados se refrescan a la luz de la información contextual más reciente para el sujeto.

Variación en la P300
Se ha implicado a muchos factores en la modulación de la P300. Los trastornos neurológicos muestran típicamente una reducción de la amplitud de la P300 en su conjunto, pero más allá de esto están los cambios que acompañan a la esquizofrenia. Las investigaciones que miden la P300 de la esquizofrenia comparándola con la de controles sanos han mostrado una marcada reducción en la amplitud de P300 sugiriendo un desarreglo de el procesamiento de la información controlada. Estudios recientes que intentan desarrollar las bases para esta reducción han identificiado un polimorfismo puntual en un gen que codifica la catecol-O-metiltransferasa (COMT) una enzima crítica en la eliminación de la dopamina en las regiones corticales del cerebro.

Los descensos en la amplitud e incrementos en el tiempo de latencia también se observan en el envejecimiento normal. Se acepta generalmente que los cambios en la amplitud de la P300 están relacionados con incrementos o bajadas en la intensidad, energía requerida o nivel de excitación ligada a una tarea específica. Los cambios en la latencia han sido peor caracterizados pero aún dan una correlación fuerte con el tiempo de procesamiento necesario para el desempeño de tareas. Las medidas de la onda P300 también pueden variar dependiendo del tiempo de medición. Se han señalado variaciones significativas de la amplitud y latencia basados en el ritmo diurno de los sujetos.​ Estas variaciones precisan de gran cuidado con el uso del P300 como medida diagnóstica. No se sabe si estos cambios están directa o indirectamente relacionados con los de alerta/atención, que están bien documentados en su desarrollo a lo largo del día.

Un punto de partida interesante sería medir las P300 cuando se piensa que se va alterar la toma de decisiones conscientes. Se piensa que los estados hipnóticos y de sueño proporcionan buenas vías para la explicación de este campo. Las personas que son más receptivas a la hipnosis muestran cambios en la amplitud de los potenciales evocados entre los estados normales y los estados llamados de "alucinación obstructiva positivo/negativa". Esto parece estar en línea con la idea de que la P300 está regulada para transmitir decisiones a la conciencia y por ellos parecen sugerir la plausibilidad de una conciencia alterada en los estados hipnóticos.

El alcoholismo también tiende a correlacionarse con una reducción de la amplitud de la P300. Se pueden efectuar comparaciones en las características de la P300 entre sujetos alcohólicos y los que tienen lesiones en el lóbulo frontal, sugiriendo una afectación a largo plazo de las funciones frontales relacionadas con el control ejecutivo.​ Se requieren más investigaciones para asegurar si este tipo este cambio en la P300 es específico del alcoholismo en lugar de una característica de la conducta adictiva en general. Las adiciones relacionadas con el tabaco han sido a menudo relacionadas con la conducta alcohólica y esto es una variable de confusión que aún no ha sido eliminada.

También se ha visto que los subcomponentes de la P300 varían con el género, mostrando las mujeres una amplitud y latencia mayores que los varones. No obstante existe una cantidad significativa de variación entre géneros en ambos subcomponentes y en la misma P300. Gran parte de esto puede deberse a las sutiles diferencias en los equipos de medición y en las técnicas (electrodos, lugares de registro, preparación de la cabellera). Otros investigadores han intentado probar que los daños traumáticos sutiles en la cabeza son típicamente seguidos en las P300 que duran más tiempo que la recuperación conductual. En un estudio que empleaba estudiantes universitarios sanos que habían experimentado un daño cefálico suave en el pasado, los sujetos afectados no revelaban diferencias con los controles en tes de memoria y atención aunque aún mostraban amplitudes reducidas y latencias incrementadas en el marco de un paradigma odd-ball.​ El efecto del daño en la cabeza no se había investigado en ensayos previos y destaca como un posible candidato como variable de confusión para los resultados. La estimulación de secuencias más complicadas que una simple rutina odd-ball muestran variaciones en las características P300. Por ejemplo, cuando se asignan elecciones alatorias a situaciones percibidas como beneficios o pérdidas las P300 demuestran la variabilidad de la magnitud recompensa/perdidas.​ Se ha mostrado que las características de la P300 son independientes de la valencia de un resultado (de si representa pérdida o ganancia). Se piensa que los cambios en la P300 están relacionadas con la evaluación y la revaluación por parte del sujeto de opciones seleccionadas o no seleccionadas.

Aplicaciones
Desde mediados de los años 1980 uno de los usos más discutidos de los potenciales evocados ha sido la detección de mentiras. En una propuesta de prueba para la detección de "conocimientos inculpatorios" se interroga a un sujeto a través de un paradigma odd-ball de un modo similar a como lo sería bajo un típico detector de mentiras. Esta práctica ha recibido recientemente una mayor permisibilidad legal, mientras que la poligrafía ha visto como se reduce su uso, en parte debido a aspectos inconscientes e incontrolables de la P300. La técnica se basa en la provocación reproducible de la onda P300, lo cual es un aspecto central en la idea de la Respuesta Encefalográfica Relacionada con la Memoria y la Codificación (RERMCT) desarrollada por el Dr. Lawrence Farwell.

La investigación científica a menudo descansa en la medición de la P300 para examinar porenciales relativos a eventos, especialmente cuando se trata de la toma de decisiones. Puesto que el deterioro cognitivo a veces esta correlacionado con modificaciones en la P300, la forma de onda a veces se puede utilizar como medida para la eficacia de distintos tratamientos para la función cognitiva. Se ha sugerido su uso como marcador clínico precisamente por estas razones. Hay un amplio rango de usos para la P300 en la investigación científica, que va desde el estudio de la depresión y la drogadicción a los trastornos de ansiedad (Trastorno obsesivo-compulsivo, Trastorno por estrés postraumático, etc).

También se ha propuesto su uso en interfaces computadora-cerebro.​ La P300 tiene un cierto número de cualidades deseables que ayudan a la implementación de tales sistemas:

Primero, la forma de onda es consistentemente detectable y se puede provocar en respuesta a estímulos precisos.
También puede evocarse en casi todos los sujetos con poca variación en las técnicas de medida, lo que podría simplificar los diseños de interfaz y permitir un mayor rango de uso.
La velocidad a la que la interfaz puede operar depende de cómo sea de detectable la señal sin que esto dependa del "ruido". Una característica negativa de la P300 es que la amplitud de la forma de onda necesita el cálculo de la media de muchos registros para aislar la señal. La velocidad conjunta del sistema interfaz depende de esto y de otros pasos de procesamiento post-registro.​ El algoritmo propuesto por Farwell y Donchin proporciona un ejemplo de BCI simple que se basa en los procesos de toma de decisiones inconscientes de la P300 para operar una computadora. Se le presenta a un sujeto una matriz de caracteres de 6X6 y se destacan varias filas o columnas. Cuando una columna o fila contiene el carácter el sujeto desea comunicarse y se provoca la respuesta P300 (puesto que este carácter es "especial" es el estímulo diana descrito en el típico paradigma odd-ball). La combinación de la fila y columna que evoca la respuesta localiza el carácter deseado. Se deben promediar algunos ensayos como este para eliminar el ruido del EEG. La velocidad de iluminación determina el número de caracteres procesados por minuto. Los resultados de estudios que usan esta disposición muestran que los sujetos normales pueden conseguir un 95% de tasa de éxito a unos 3.4-4.3 caracteres/min y las tendencias sugieren que 40 caracteres/min es el límite teórico máximo lograble. Permenece por demostrar si tales sistemas proporcionan resultados similares en pacientes que sufren el síndrome del cautiverio (locked-in syndrome), la principal población de interés para tales dispositivos dirigidos por el cerebro.

Otra vez construido a partir del paradigma odd-ball, el reconocimiento de pautas de habla o sonido es un método bien documentado para suscitar la respuesta P300. Por esto se ha sugerido que la forma de onda puede ser usada en otro campo del diseño de interfaces, la audiología. Se puede usar la P300 como medida de la calidad de los implantes cocleares, puesto que el sonido diana no registrará un potencial relacionado con eventos si se transfiere pobremente por el aparato aduitivo externo.Los ejemplos auditivos pueden proporcionar un método más sencillo de generar Potenciales evocados, así como el silencio es más simple de recrear que la carencia completa de estímulos visuales. Además, la cuestión sobre si se puede se hace consciente de un estímulo visual no es sencillo,. Si el procesamiento visual puede darse sin la conciencia del sujeto, se necesitarán tomar medidas adicionales para determinar los límites de los potenciales evocados acompañantes. Un grupo de investigación ha proporcionado resultados mediante la combinación de imágenes fMRI y potenciales evocados, que comienza a abordar estos temas probando la actividad del cerebro más allá de lo informado por el sujeto.

Mecanismos das ondas elétricas cerebrais


Foi em 1924 que Hans Berger obteve o primeiro traçado eletrencefalográfico humano. Utilizando eletrodos de agulha introduzidos sob o couro cabeludo e um eletrocardiógrafo, Berger descobriu nas áreas occipitais as oscilações de potencial que denominou "ondas alfa". Este pesquisador estudou durante vários anos o eletrencefalograma (EEG) humano, publicando seus trabalhos entre 1929 e 1939. Adrian, em 1934, empreendeu também a análise das ondas cerebrais e de seus trabalhos resultou o interesse que durante e após a segunda guerra mundial levou à aplicação da eletrencefalografia à prática médica e à investigação neurofisiológica.

Embora tenha sido Berger o primeiro a descrever o EEG humano, coube a Caton, fisiologista inglês, descobrir em 1875 que era possível registrar variações de potencial no córtex cerebral. A atividade eletrofisiológica de nervos estava então sendo amplamente estudada na Alemanha e Caton buscava no cérebro fenômenos semelhantes ao potencial de ação, quando verificou que, registrando a diferença de potencial entre dois pontos do córtex cerebral exposto de coelhos, ocorriam espontaneamente oscilações elétricas, as quais podiam ser modificadas por estimulação sensorial. Caton provou que tais potenciais eram de natureza biológica, pois podiam ser abolidos por anóxia, anestesia e morte3.

Se o registro da atividade elétrica cerebral (AEC) é hoje tecnicamente muito fácil, analisar sua significação e seus mecanismos envolve problemas e metodologia muito complexos. Quando Adrian estudou o EEG humano preocupou-se com a origem das ondas, porém pouco mais pôde fazer que concluir pela existência de algum marca-passo subcortical que controla, pelo menos, a sincronia do ritmo alfa. Um exame mais aprofundado da questão revela que a análise objetiva da AEC abrange um conjunto de problemas neuro-fisiológicos muito complicados, dos quais se salientam os seguintes: 1) origem dos potenciais; 2) modificação ou modulação da AEC por estímulos sensoriais, alterações do estado de vigília, de sono, de atenção; 3) significação fisiológica desses fenômenos eletrofisiológicos.

Uma exposição razoavelmente completa sobre todos estes aspectos seria sobremodo longa e talvez pecasse por excesso de informações de difícil assimilação. Limitar-nos-emos, por isso, a discutir alguns aspectos fundamentais dos mecanismos de gênese da AEC.

Eletrofisiologia da membrana neuronal — A membrana celular é constituída por uma dupla camada de lipóides (cujas extremidades polares estão voltadas para dentro e para fora) e uma de proteínas de cada lado, atingindo 80 angstroms de espessura. A combinação de lipóides de cada tipo de membrana parece ser determinada geneticamente; no axônio a parte não polar é constituída principalmente de ácidos graxos com 16 a 20 átomos de carbono e a extremidade polar dos diversos lipóides varia tanto em tamanho como em configuração e carga elétrica. A microscopia eletrônica revelou que, externamente ã membrana celular, os neurônios dispõem de uma outra camada, denominada membrana exterior, cuja opacidade aos elétrons é muito débil, o que dificulta sua identificação. A espessura da membrana exterior é de aproximadamente 75 angstroms e em sua constituição entram predominantemente glicolípides e glicoproteinas.

Devido à diferente composição iônica dos líquidos intra e extracelular estabelece-se, através da membrana celular, uma diferença de potencial que pode ser calculada desde que se conheçam as concentrações de certos íons (potássio, sódio e cloro), sobretudo o potário (K+). A concentração de K + no líquido intracelular é, nos mamíferos, cerca de 40 vezes maior que no extracelular. Esse gradiente de concentração acarreta forte tendência de os íons K + passarem para o lado de fora da membrana. Em virtude de sua mobilidade ser muito maior que a dos aníons a ele ligados no interior da células, o K+ migra para o lado externo, deixando atrás de si os aníons que não conseguem atravessar a membrana por serem de grande porte, se comparados com o K+ . Nessas condições estabelece-se separação de cargas, com a frente positiva no lado externo, determinada pelo K+, em contraposição à negativa interna, deteiminada por íons aspártico, fumárico, glutâmico e outros Isso leva a uma diferença de potencial elétrico através da membrana, sendo a face externa positiva em relação ã interna. A saída de K+ não cresce indefinidamente, porquanto a elevação da diferença de potencial logo começa a opor-se eletrostàticamente à saída de K+ . Como conseqüência disso, em dado momento a força (devida à diferença de concentração) que faz os íons K+ sairem da célula é contrabalançada pela diferença de potencial gerada (e que atrai K+ para dentro). Nesse instante ocorre equilíbrio dinâmico, de tal forma que o número de íons K+ que saem é igual aos que entram na célula. O potencial elétrico que equilibra a força originada pela diferença de concentração de K denomina-se potencial de equilíbrio e pode ser calculado pela equação de Nernst:


na qual E = potencial de equilíbrio para o K ; R = constante dos gases perfeitos; T = temperatura absoluta; F = constante de Faraday; Ki = concentração interna de K+ ; Ke. = concentração externa de K+.

A equação de Nernst estabelece que o potencial de equilíbrio do K + é proporcional ao logaritmo da relação entre as concentrações interna e externa. Esse potencial é aproximadamente igual ao potencial de membrana, medido por intermédio de um eletrodo situado no interior da célula e outro no meio extracelular, quando a célula está em repouso funcional.

Enquanto a concentração de K+ é maior no meio intracelular» a concentração de sódio (Na+ ) é maior no extracelular, onde é mantida em níveis elevados porque a membrana tem um dispositivo metabólico que expulsa ativamente íons Na+ no estado de repouso. Se o neurônio é estimulado a estrutura da membrana se deforma e permite a entrada abrupta de Na. Duas situações podem então ocorrer: se o estimulo é pouco intenso (sub-limiar), a entrada de Na+ reduz o potencial de membrana; se o estímulo é intenso (limiar ou supralimiar), a entrada de Na+ é maciça e promove a inversão do potencial de membrana, pois a separação dos íons de Na+ causa uma diferença de potencial como para o K+ , agora porém com a frente positiva voltada para dentro. No primeiro caso é possível registrar a ativação como pequenas reduções do potencial de membrana (despolarizações, potenciais locais, graduados ou eletrotônicos). Tais potenciais se propagam a apenas poucos milímetros ou frações de milímetro do ponto estimulado. Aumentando-se ligeiramente a intensidade do estimulo a despolarização aumenta e facilita a ativação completa da membrana por outros estímulos sub-limiares. Quando, porém, o estímulo é forte, a despolarização é grande e atinge um valor, denominado limiar, que desencadeia um aumento da permeabilidade da membrana ao sódio, levando à inversão do potencial. Ao contrário do que acontece com os potenciais locais, a inversão é um potencial tudo-ou-nada, uma vez que, depois de atingido o limiar, a intensidade do estimulo não o modifica, desde que seja suficiente para provocar um valor igual ou muito maior do que o limiar. Outra diferença importante entre os dois tipos de resposta é que a inversão se propaga ao longo do axônio com amplitude mais ou menos constante, regenerando-se o processo de um ponto a outro até chegar à extremidade. Nas células nervosas essa onda de inversão propagada denomina-se impulso nervoso c pode ser registrada por meio de eletrodos colocados no lado externo ou um no lado externo e outro no interno. O potencial assim registrado denomina-se potencial de ação, que é a manifestação eletrofisiológica do impulso nervoso.

A velocidade de propagação do potencial de ação varia de acordo com o diâmetro da fibra nervosa e com a natureza do tecido. É maior nas fibras mais grossas (fibras motoras, proprioceptivas, fibras do trato piramidal e do trato vestibulospinal), nas quais pode chegar a 120 metros/segundo, do que nas finas (fibras aferentes cutâneas térmicas e dolorosas). É maior nas fibras nervosas grossas do que nas fibras musculares. Nas fibras finas e curtas do sistema nervoso central é ainda incerto que realmente ocorram impulsos nervosos; é provável que a transmissão seja em grande parte de natureza eletrotônica. De qualquer forma essa velocidade é pequena (frações de milímetro por segundo), mas as distâncias a percorrer são, também, extremamente curtas.

Após a inversão da polarização há inversão do processo iônico e refaz-se a diferença de potencial de repouso da membrana, ficando ela pronta a receber novo estímulo. Fisiologicamente isso podo ocorrer centenas de vezes por segundo. As fibras do trato piramidal, por exemplo, podem conduzir impulsos com a freqüência de 800-1000 por segundo.

A transmissão de informações de um elemento para outro, pelo menos nos vertebrados, se faz por intermédio de um dispositivo anatômico altamente diferenciado, a sinapse. Em invertebrados a transmissão pode ser feita, em muitos sistemas, de uma fibra a outra diretamente, no ponto de justaposição, que freqüentemente é uma decussação. Na maioria dos sistemas neurais, porém, as sinapses são constituídas de elementos especializados que permitem estabelecer as condições de transmissão de informações. A terminação axônica se resolve em múltiplos botões terminais, que perdem a camada de mielina (se a fibra é mielíniea) e se apõem à membrana da célula seguinte. A membrana da terminação denomina-se pré-sináptica e a da célula seguinte chama-se pós-sináptica. Entre ambas existe um delgadíssimo espaço, cheio de líquido intersticial, denominado fenda sináptica. No interior da terminação encontram-se numerosas vesículas que contêm moléculas dissolvidas de substâncias responsáveis pela ativação da membrana pós-sináptica, de acordo com o seguinte mecanismo: em condições de repouso funcional da sinapse algumas vesículas saem da terminação ao acaso e libertam na fenda sináptica o seu conteúdo (chamado genericamente mediador químico); a acetilcolina e a noradrenalina são os únicos até o momento indubitavelmente identificados como mediadores. Entrando em contato com a membrana pós-sináptica o mediador combina-se com certos radicais e da combinação resulta a formação de complexos moleculares, que deformam a membrana permeável ao sódio extracelular, causando pequena despolarização, insuficiente para causar ativação da célula; esse processo repete-se muitas vezes no tempo e no espaço e é detectável eletrofisiològicamente sob a forma de pequenos potenciais (minipotenciais) eletrotônicos. Quando chega um impulso à terminação a libertação do mediador é subitamente multiplicada centenas de vezes, de forma que os minipotenciais se somam e podem atingir o limiar do neurônio. Se isso acontece, um potencial de ação nasce no segmento inicial do axónio e se propaga a toda a célula.

Quando há necessidade de inibir um neurônio o complexo molecular formado com o mediador na membrana pós-sináptica causa aumento da permeabilidade ao K+ ou ao Cl e isso, como seria de esperar, acarreta aumento do potencial de membrana localmente, havendo hiper polarização em vez de despolarização. Os potenciais eletrotônicos de despolarização, implicados na excitação celular, denominam-se potenciais excitatórios pós-sinápticos (PEPS); os envolvidos na inibição são os potenciais inibitórios pós-sinápticos (PIPS). Em suma, pois, os processos de excitação são precedidos de PEPS e os de inibição, de PIPS9,10.



MECANISMO E SIGNIFICAÇÃO FUNCIONAL DAS ONDAS CEREBRAIS

As ondas cerebrais representam a resultante de vários tipos de fenômenos eletrofisiológicos que, por sua vez, refletem numerosas operações neurais. Em que pese a vultosa coleção de dados sobre essas operações e aquelas manifestações ainda não é possível estabelecer se as ondas cerebrais, como fenômenos eletrofisiológicos, desempenham alguma função específica ou se constituem apenas um epifenómeno da atividade neural.

Uma das possíveis funções da AEC é a modificação da excitabilidade dos neurônios pelas correntes resultantes da atividade do conjunto. Há muitas evidências experimentais de que isso ocorre, especialmente no que diz respeito a potenciais muito lentos; mesmo para o ritmo alfa parece certo que a excitabilidade cortical e o tempo de reação a um estímulo aferente sofrem modificações de acordo com a fase da onda alfa que esteja ocorrendo no momento em que se aplique o estímulo. O problema, contudo, está ainda em discussão, porquanto há experiências discrepantes. Ainda que se consiga algum dia demonstrar que as ondas cerebrais atuam sobre os elementos neurais de forma definida, não será fácil saber se suas características (amplitude, freqüência, sentido das correntes, relação de fase entre potenciais de áreas vizinhas) são organizadas deterministicamente para provocarem os efeitos que causam ou se causam tais efeitos secundariamente por terem aquelas características.

Esse problema está longe de ser solucionado. O mecanismo das oscilações, porém, já se esboça como uma associação de fenômenos compreensíveis. A investigação desses mecanismos é sumamente difícil, sobretudo por dificuldades de natureza técnica. É impossível conseguir dados simultâneos de mais do que uns poucos neurônios em uma área cortical qualquer. Considerando-se que a densidade de neurônios pode chegar a milhares por milímetro cúbico pode-se ter idéia da extrema limitação técnica com que nos debatemos. Uma solução parcial dessa dificuldade é analisar as manifestações eletrofisiológicas de fenômenos corticais transitórios e relativamente localizados, os quais discutiremos mais adiante.

Os fenômenos eletrofisiológicos que contribuem para as ondas cerebrais são, ao que tudo indica, tanto as alterações parciais do potencial de membrana dos neurônios corticais (PEPS e PIPS) como suas descargas (potenciais de ação) e outros potenciais muito lentos que podem decorrer do conjunto de ação de agregados neuronais amplos1. Os neurônios corticais, agrupados segundo circuitos muito complexos, interagem uns com os outros. Cada um dos neurônios de um circuito deve entrar em ação nos momentos precisos; há instantes em que determinados neurônios devem estar inibidos, para não inteferirem com o funcionamento de outros; nesses momentos eles recebem impulsos inibidores (hiperpolarizantes) a fim de se tornarem inertes ante os impulsos que lhes chegam de diversas fontes. Por outro lado, alguns neurônios são ativados pelos impulsos de outros, que em certas condições podem ser os mesmos que inibem os primeiros acima referidos. Nem sempre esses neurônios realmente descarregam impulsos, restringindo-se todo o processo apenas a PEPS. O resultado é que as correntes excitadoras e inibidoras, que têm sentidos opostos em relação aos pontos celulares inibidos ou estimulados, se compõem e são registradas como oscilações regulares ou irregulares de potencial. Teoricamente, portanto, é de se esperar que, com dispositivos especiais, se possam surpreender os potenciais elementares cuja composição redunda nas oscilações eletrencefalográficas. De fato, o registro do EEG com filtros que permitem a passagem de faixas estreitas de freqüência demonstra a existência de freqüências de 20, 100, 120, 200 e até 500 Hz nos mesmos pontos em que o registro usual evidencia ritmos de baixa freqüência.

Vejamos agora, sucintamente, quais são as provas experimentais de que as ondas cerebrais representam a composição de potenciais eletrotônicos e potenciais de ação de neurônios corticais.

1. Potenciais locais de superfície — A excitação direta do córtex por estímulos elétricos causa resposta bem típica na superfície, constituída de um potencial negativo de breve duração, seguido de outro positivo de baixa voltagem. Se o estímulo é intenso obtém-se um terceiro potencial, agora negativo, gerando um complexo muito semelhante a certas manifestações de focos epileptógenos. O primeiro potencial se deve à ocorrência de PEPS nos 400-500 micra mais superficiais do córtex; o potencial positivo deve-se à ocorrência de PIPS, aparentemente nas mesmas camadas (Fig. 1). Um eletrodo colocado mais profundamente não registra alterações da AEC ao estímulo fraco e efêmero. Esse fato, além de outros que não cabe aqui referir, introduz séria complicação na interpretação dos potenciais corticais. De há muito se considera que o cérebro se comporta elètricamente como um condutor em volume e que, portanto, as alterações de potencial em certa área podem ser registradas em outras, sempre com modificações de forma, amplitude e fase que dependem da distribuição física das correntes num condutor tridimensional homogêneo. No entanto, esse conceito só tem valor relativo, uma vez que a modificação de posição dos eletrodos não só modifica sua posição em relação às linhas de corrente mas também os põe em contato com as proximidades de outras fontes de potencial. O que é válido para um nervo submetido a estímulos padronizados não pode ser válido para estruturas em que a ativação de um elemento acarreta modificações funcionais em outros, de forma conhecida ou desconhecida.


Grundfest e col. 11 desenvolveram ampla análise dos componentes de potenciais elementares corticais, utilizando drogas que seletivamente alteram um ou outro componente. Esses autores verificaram, por exemplo, que a aplicação tópica de GABA (ácido gama-aminobutírico) no ponto em que se registra um potencial local, obtido por estímulo elétrico direto no córtex cerebral, abole totalmente a resposta negativa, que resulta de PEPS, e evidencia uma positiva, resultante de PIPS. A mesma experinécia, feita no córtex cerebelar, leva à abolição do componente negativo mas não evidencia o positivo (Fig. 2). Essas experiências demonstram não só que um mesmo tipo de potencial, nc caso a resposta local cerebral e a cerebelar, embora semelhantes podem envolver componentes diversos e, portanto, informações distintas, mas também que mesmo um potencial simples pode conter elementos inaparentes porque são mascarados.


O segundo componente positivo da resposta local era tido como ocasionado pela ativação maciça de interneurônios corticais. Mas Yamamoto e Kawai22 verificaram, recentemente, que mesmo esse componente é de origem superficial e, portanto, depende dos dendritos apicais. Esses autores conseguiram isolar e manter viva apenas a carnada molecular de blocos de córtex cerebral, contida em uma lâmina de 200 micra de espessura, e registraram típicos potenciais locais em resposta a estímulos breves. Como a camada molecular contém as ramificações apicais dos dendritos das células piramidais essas experiências confirmaram que respostas locais têm origem nessas fibras e independem das conexões intercorticais; o segundo componente positivo só pode originar-se nas fibras, visto que nessa camada praticamente não há corpos celulares.

2. Potenciais evocados, aumentantes e de recrutamento — A estimulação elétrica ou fisiológica de um órgão sensorial provoca, desde que o estimulo seja brusco e efêmero, um potencial bem característico na área cortical sensorial correspondente. Após curta latência ocorre um potencial positivo breve, seguido de outro negativo de duração maior. A esse complexo seguem-se pequenas oscilações cujas características, como no caso do primeiro e do segundo potenciais, dependem da região em que se localiza o eletrodo receptor ativo.

A excitação iterativa dos núcleos relés talâmicos (VPL, VPM, VL) causa, nas áreas corticais somestésica e motora, potenciais semelhantes aos potenciais evocados porém de amplitudes crescentes (daí o nome de potenciais aumentantes que se lhes dá).

A excitação iterativa a baixa freqüência dos núcleos do sistema reticular talâmico (núcleos intralaminares e da linha média) provoca o aparecimento, em certas áreas corticais, de potenciais de recrutamento, assim chamados porque crescem progressivamente até atingirem certa amplitude e, depois, oscilam periodicamente de voltagem enquanto dura a estimulação. Ao contrário do que ocorre com os potenciais evocados, porém, o primeiro potencial é negativo e o segundo, que surge em geral depois do terceiro ou quarto potencial, é positivo. Essas respostas são idênticas aos potenciais elementares que constituem os fusos tão característicos das primeiras fases do sono.

Por serem potenciais transientes que podem ser seguramente controlados e cronàdos as três modalidades eletrofisiológicas acima descritas foram objeto de múltiplos estudos no sentido de se correlacionarem seus componentes com fenômenos elementares dos neurônios corticais e talâmicos2,8,12,I5,20. Esses estudos demonstraram claramente que existe relação entre as ondas registradas no córtex e as modificações do potencial de membrana de neurônios corticais. Creutzfeldt e col.6, registrando simultaneamente o eletrocorticograma e os potenciais intracelulares de neurônios do córtex visual do coelho, verificaram que as ondas corticais positivas correspondem a despolarizações celulares (PEPS) e as negativas a hiperpolarizacões (PIPS); o mesmo acontece no córtex auditivo mas na área motora ocorre o oposto, possivelmente devido à diversidade dos padrões de conexões ou do tipo de neurônio estudado. No que respeita a potenciais evocados e potenciais aumentantes Uchida20 descreveu, no gato, o mesmo tipo de correlação.

Creutzfeldt e col.8 desenvolveram recentemente engenhosa técnica de análise da correlação entre ondas e potenciais celulares e com ela puderam reforçar suas observações anteriores, ao mesmo tempo em que deixaram claro que essa correlação é mais complexa do que aparenta. Eles extraíram de traçados simultâneos, feitos com macro-elétrodos de superfície e micro-elétrodos intracelulares, potenciais de EEG semelhantes e os superpuseram, de modo a obterem ondas relativamente homogêneas em forma e amplitude. Fazendo o mesmo com os traçados simultâneos obtidos com micro-elétrodos e depois comparando-os, puderam evidenciar claramente que existe correlação entre as duas manifestações eletrofisiológicas. As ondas puramente negativas são quase simétricas em relação ao pico e a atividade celular correspondente é predominantemnte excitadora, agrupando-se as descargas na fase ascendente e na descendente. No tipo com dois componentes (negativo e positivo) a atividade celular é caracterizada sobretudo por PIPS precedido de ativação. A evolução temporal do PIPS corresponde aproximadamente ao potencial positivo de superfície. A simplicidade dessas relações, contudo, é aparente, como se pode depreender das relações encontradas quando os potenciais são precedidos de um ligeiro pré-potencial. Tomando-se o ápice deste como zero vê-se que as descargas se agrupam em fase com êle e ocorre um PIPS em fase com o componente negativo do potencial de fuso (Fig. 3).



ORGANIZAÇÃO DA ATIVIDADE ELÉTRICA CEREBRAL

Os fatos acima descritos mostram que a manifestação eletrofisiológica resultante, que é a onda eletrocortical, pode envolver fenômenos causais diferentes. A manifestação de superfície da AEC em dado instante depende fundamentalmente do número de elementos ativados ou inibidos, das relações de fase temporal entre eles existente e do sentido das correntes originadas. Estas, obviamente, dependem da geometria de disposição dos neurônios, especialmente das interações dos seus prolongamentos. A complexidade destas últimas é impossível de ser totalmente decifrada. No córtex visual do gato, segundo Sholl18, cada fibra aferente entra em contato com cerca de 5.000 neurônios vizinhos. Isso significa que a ativação de uma fibra do trato genículo-calcarino pode alterar a excitabilidade de milhares de pontos sinápticos, o que se realiza por meio de PEPS e PIPS cujas correntes se compõem e contribuem para a AEC local. Embora a atividade de circuitos autóctones, em áreas restritas do córtex seja essencial para seu funcionamento e, conseqüentemente, para condicionar as oscilações da AEC, os impulsos que a eles chegam é que certamente os põem em atividade e estabelecem as interações intra e intercorticais e córtico-subcorticais. Burns4 desenvolveu técnica que permitiu estudar a atividade de pequenos blocos de córtex neuralmente isolados mas com sua circulação funcionante. Nessas condições verificou que o bloco isolado em geral não apresenta oscilações de potencial. Deixando, porém, pequena ponte de córtex de menos de 5 milímetros de largura entre o bloco isolado e áreas vizinhas já era suficiente para que oscilações reiteradas ocorressem, mostrando que a chegada de informações de outras áreas é essencial para que os circuitos locais entrem em ação. Esse fato é forte evidência experimental de que a atividade funcional de uma área cortical depende de sua interação com outras regiões corticais e subcorticais, uma vez que a atividade elétrica é a manifestação da atividade funcional.

Se os potenciais eletrotônicos e os potenciais de ação celulares atingem a superfície com amplitude suficiente para serem registrados, até mesmo através do couro cabeludo, é óbvio que há somação de múltiplos potenciais a cada instante. Quando se estuda a correlação entre os dois fenômenos eletrofisiológicos só é possível fazer o registro de uma ou de poucas células corticais. Disso resulta, como já dissemos acima, grande dificuldade para se estabelecerem com precisão as relações buscadas. Algumas tentativas, feitas por Verzeano e Negishi21, no sentido de se registrar a atividade elétrica de diversos neurônios tridimensionalmente, revelaram que mesmo em um espaço muito diminuto há uma seqüência definida de descarga em elementos distintos. Essa seqüência pode ser reproduzida quando se aplicam estímulos aferentes à área em estudo. Esses autores demonstraram que a ocorrência de ondas sincronizadas em um campo neuronal, registradas por macro-elétrodos, coincide com aumento da freqüência das espículas geradas pelos neurônios individuais e aumento do agrupamento periódico de tais potenciais.

Estabelecido que os potenciais do EEG correspondem à composição de PEPS, PIPS, potenciais de ação e oscilações muito lentas causadas por agregados neuronais corticais, a pergunta que surge em seguida é: por que razão alguns ritmos cerebrais ocorrem com freqüência baixa e com uma regularidade que surpreende, quando se considera o número de elementos corticais em atividade? Há diversas explicações possíveis para esse fenômeno: 1) a oscilação a freqüências regulares é fortuita e deve-se à simples composição de PEPS, PIPS, potenciais de ação e potenciais lentos que por acaso se compõem a tais freqüências; 2) há microcircuitos cerebrais que oscilam primariamente, devido a uma seqüência definida de PEPS, PIPS e potenciais de ação, e da composição ao acaso dessas oscilações primárias resultam os ritmos regulares; 3) há circuitos marca-passos que oscilam deterministicamente em certas freqüências e as impõem a outros circuitos corticais, originando harmônicos e/ou subarmônicos da AEC. O mais provável é que os três mecanismos desempenhem algum papel mas as provas disso ainda são fragmentárias e não permitem estabelecer com certeza a contribuição de cada um.

Eccles 9,10,11 demonstrou que há circuitos talâmicos que tendem a oscilar quando ativados adequadamente. Circuitos análogos podem existir também no córtex cerebral e no sistema límbico. A aplicação de um pulso aferente (estimulação de um nervo sensorial) provoca no complexo ventrobasal do tálamo (conjunto dos núcleos VPM e VPL) ondulação rítmica com descargas superpostas que ocorrem a intervalos sucessivos de 100 milissegundos. A estimulação do córtex somestésico causa na mesma região talâmica potenciais semelhantes. O registro intracelular de neurônios do complexo ventrobasal mostra PIPS de 100-200 milisegundos, seguidos de PEPS e espículas no ápice destes últimos. O registro simultâneo da AEC cortical mostra um potencial evocado por estimulação aferente, seguido de oscilações mais ou menos em fase com as alterações eletrotônicas registradas no complexo ventrobasal. A ablação crônica do córtex não abole as oscilações talâmicas, o que até certo ponto invalida a antiga teoria de que as oscilações que se seguem ao potencial evocado cortical demandam reverberação tálamo-córtico-tálamo-cortical (Fig. 4).



Os fenômenos descritos por Eccles podem ser explicados de acordo com o seguinte esquema: os neurônios do complexo ventrobasal enviam seus axônios ao córtex e recebem axônios do lemnisco medial; colaterais dos axônios eferentes ativam interneurônios inibidores que inervam recorrentemente os neurônios relés. Assim, a informação que é gerada nesses neurônios acaba gerando sua própria inibição recorrente por PIPS. Ao final dos PIPS os neurônios relés estão em fase de hiperexcitabilidade pós-anódica, a qual provoca PEPS. Sob a ação de interneurônios excitadores, que também estavam sob inibição e entram em hiperexcitabilidade pós-anódica, os neurônios relés podem descarregar impulsos; estes provocam ativação dos interneurônios inibidores, repetindo o ciclo. Uma vez que a extensão da inibição dos neurônios relés seja suficientemente grande esse mecanismo, por si só, pode ser responsável pela oscilação (Fig. 5).





A estimulação de núcleos mediais do tálamo provoca respostas de recrutamento cortical desde que a freqüência de estímulos seja baixa; a excitação a alta freqüência provoca dessincronização cortical. O recrutamento assim obtido é semelhante aos potenciais de fuso encontrados durante as primeiras fases de sono. Registrando-se os potenciais intracelulares de neurônios de núcleos ventrais do tálamo os estímulos de baixa freqüência aplicados aos núcleos mediais causam, também, PIPS; sua latência é grande (15-40 ms), o que sugere a existência de cadeias polissinápticas envolvidas na inibição. Com freqüências altas ocorre, porém, despolarização prolongada dos referidos neurônios, evidenciando a atividade de sinapses excitadoras. É importante lembrar que nessas circunstâncias o registro da AEC mostra dessincronização.

As ondas teta, de freqüência na faixa de 4-8 Hz, são características da AEC do hipocampo e outras estruturas límbicas no estado de vigília e na fase paradoxal do sono. Fujita e Sato13 mostraram que há relação entre as ondas teta e os potenciais intracelulares de células piramidais do hipocampo. Cada PEPS com descarga corresponde a urna onda positiva na superficie. Como Eccles havia demonstrado para o complexo ventrobasal, no hipocampo também há poderosa inibição recorrente, que entra em ação quando as células piramidais são estimuladas. A duração dos PIPS registrados é de 200-500 ms. Uma oscilação de potenciais com essa duração realiza-se, como se pode calcular, a freqüências muito baixas. Após o PIPS há um rebote excitador e as células piramidais emitem descargas (Fig. 6).


Os ritmos cerebrais regulares mais característicos, que são o ritmo alfa, o teta límbico e os fusos do sono, talvez sejam causados mediante combinação de fenômenos como os acima mencionados. Estes foram estudados, em geral, sob condições de estimulação elétrica transitória e, por isso, os referidos fenômenos também se apresentam com caráter efêmero. Em condições naturais, quando os ritmos alfa, teta e os fusos de sono ocorrem reiteradamente, deve haver mecanismos que os mantêm. Para o caso dos fusos do sono tais mecanismos são devidos a centros situados em núcleos da linha média e laminares do tálamo e no núcleo caudado. A obtenção de ondulação exatamente igual por estimulação das referidas estruturas é muito sugestiva de que essa localização seja verdadeira. No caso do ritmo teta hipo-campal pelo menos alguns desses circuitos situam-se na área septal. No que diz respeito ao ritmo alfa, porém, a situação dos marca-passos é totalmente desconhecida. Uma das razões disso é que não existe nos animais abaixo do homem modalidade eletrofisiológica que corresponda exatamente ao ritmo alfa, o que impede investigação técnicamente adequada. Os fusos registrados nas áreas frontoparietais dos mamíferos comumente utilizados em laboratorio são tidos, por alguns, como análogos ao ritmo alfa, porém essa afirmação não é correta, uma vez que tanto a morfologia dos potenciais como sua projeção cortical são inteiramente diversas. É certo, contudo, que o ritmo alfa é provocado pela atividade de algum sistema subcortical de projeção bi-hemisférica. Só assim se torna possível explicar a sincronia tão estreita, porém não absoluta, entre os potenciais alfa de ambos os lados. O desenvolvimento das técnicas de correlação 17 permitiu estudo muito acurado das relações de fase dos potenciais. Utilizando essa técnica Liske e col.16 estudaram as relações de fase entre as derivações P3-O1 e P4-O2, concluindo que não existe sincronia absoluta, sendo, porém, a diferença muito pequena; de 42 indivíduos normais examinados, em 24 encontraram precedência de fase no hemisfério cerebral direito (em média de 0,83 milisegundos).

No que tange aos potenciais de natureza patológica, como as descargas convulsivas e as ondas lentas decorrentes de edema cerebral, pouco se sabe sobre como são provocados. A presença de fenômenos inibidores recorrentes, de distribuição tão ampla e de intensidade tão elevada, deve ser importante para impedir que os circuitos corticais entrem em atividade, quer desordenada, quer sincronizada, provocando convulsões. A injeção de metrazol provoca ondas de superfície negativas simultâneas com despolarização celular8. De início esta droga ativa o córtex cerebral via sistema reticular ascendente19, provavelmente interferindo nas conexões dos dendritos apicais5, e depois provoca potenciais bifásicos (positivo-negativos) de grande amplitude. Nesta fase, que se deve à excitação direta do córtex cerebral, há despolarização maciça dos neurônios com potenciais de ação de alta freqüência agrupados 7.

Pelo que acaba de ser exposto conclui-se que o estudo da atividade elétrica cerebral, no que tange aos seus mecanismos, ainda esbarra com sérias dificuldades. Se a origem eletrofisiológica dos potenciais já começa a ser deslindada, graças ao desenvolvimento das técnicas de registro unitário do córtex cerebral e de estruturas subcorticais, os mecanismos operacionais de controle, que modulam as alterações do potencial de membrana em determinados neurônios, são ainda muito mal conhecidos. O prosseguimento dos estudos com micrométodos deverá trazer nos próximos anos dados significativos para a compreensão clara da origem e da função fisiológica das ondas cerebrais.



REFERÊNCIAS

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Departamento de Fisiologia — Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo — Caixa Postal 2921 — São Paulo, SP — Brasil. 
Relatório apresentado ao II Congresso Brasileiro de Eletrencefalografia e Neurofisiologia Clínica (Porto Alegre, 5 a 9 de julho — 1970).

Ondas Cerebrais e os Tons Isocrônicos


O cérebro humano é um órgão complexo em constante trabalho, enviando sinais elétricos, comunicando, construindo novas conexões neurais, etc. Essa atividade elétrica gerada pelo cérebro, também conhecido por “ondas cerebrais”, refletem nossos estados mentais. A realidade não é fruto apenas das influências externas, mas sim, de um processo interno baseado nos nossos pensamentos, percepções e emoções, e assim, diversas frequências variantes manifestam a realidade. Existem cinco tipos diferentes de frequências cerebrais  – Beta, Alfa, Theta, Delta e Gamma.

São ocorrências naturais biológicas em que todos os seres humanos experienciam diferentes estados em diversos momentos do dia, e geralmente um desses estados é dominante. Você sabia que cada onda cerebral possui suas próprias características que representam um estado particular de consciência? Cada um dos estado de ondas cerebrais ocorrem em uma faixa de freqüência específica que é medida em ciclos por segundo (Hz). Cada um dos tipos de ondas cerebrais desempenha um papel fundamental em nosso desenvolvimento mental durante a nossa infância, e hoje, eles desempenham um papel importante na manutenção da nossa saúde e vitalidade como adultos. Hoje vamos falar dos diferentes estados de ondas cerebrais, os benefícios associados e experiências –

Beta (12 à 30 Hz)
A frequência Beta é nosso estado normal de consciência desperta. É associado com altos estados de alerta, raciocínio lógico, capacidade de resolver problemas, concentração, o momento quando a mente está ativamente engajada em atividades mentais. Como por exemplo, uma pessoa em um bate papo, praticando esportes ou fazendo uma apresentação estaria em um estado Beta. A frequência Beta é necessária para o nosso funcionamento eficaz na vida diária. Mas em níveis mais altos, resultam em estresse, ansiedade e inquietação.

A maioria das pessoas passam sua vida desperta em estado beta. Não é de se surpreender que muitas pessoas experimentam altos níveis de estresse no mundo de hoje.

Alfa – (8 à 12 Hz)
As ondas Alfa são mais lentas comparadas às Beta, que se transforma em um estado altamente relaxado de consciência. É um padrão de ondas cerebrais encontrado em pessoas que são naturalmente calmas e criativas. É um estado que parece como se você estivesse sonhando, ou quando se fecham os olhos ao meditar. Esta frequência aumenta a sua imaginação, memória, concentração, criatividade, reduz o stress para que se possa concentrar na aprendizagem e no desempenho. A prática da meditação resulta em um aumento das ondas Alfa, portanto, muitas técnicas de meditação e cura energética utilizam ondas Alfa do cérebro para relaxamento e cura. Até mesmo o uso de Cannabis tem sido associada ao aumento desta frequência no cérebro. Na infância tendemos a ter níveis muito maiores de ondas Alfa do que na fase adulta.

As ondas cerebrais alfa são consideradas as mais saudáveis das ondas cerebrais e o 10 Hz tem sido amplamente aceito como a “mais segura” frequência de ondas cerebrais para exercitar a mente.

Theta – (4 à 7 Hz)
A frequência Theta ocorre durante profundos relaxamentos e meditação, sono leve ou em sonhos lúcidos, incluindo o estado de sono REM. É o renio do subconsciente, onde a mente é capaz de produzir insights profundos, como fortes intuições, auto-cura e unidade – no estado Theta, nossas mentes se conectam com o universo e manifestam as possíveis melhorias da vida. Você também pode experienciar visualizações vívidas, inspiração e criatividade. A menor frequência do cérebro é a que mais facilita o aprendizado. As práticas de meditação e yoga são creditadas como tão relaxantes por induzirem à mente em um estado de transe que passa a gerar ondas Theta. Pessoas tendem a ter experiências paranormais e psíquicas quando o cérebro está repleto de ondas Theta. Boa parte das crianças e adolescentes tendem a ter esse padrão de ondas cerebrais.

Delta – (0.5 à 4 Hz)
As ondas Delta são as mais lentas em frequência, porém as mais altas em amplitude. Observadas em profundidade, sonos sem sonhos, essa frequência é o portal para a mente universal e a consciência coletiva, onde a informação que é recebida está, na maioria das vezes, indisponível ao nível consciente. Os estados mentais nessa frequência têm sido associados há muito tempo com a cura pelo fato do sono profundo ser necessário para os mecanismos de regeneração e auto cura do nosso corpo! Na meditação, as ondas Delta auxiliam o acesso à mente inconsciente. É uma onda cerebral dominante nas crianças (do nascimento aos 24 meses) e nos adultos durante o sono profundo.

Gamma (25 à 100 Hz)
A onda Gamma é a frequência mais rápida em que o cérebro pode funcionar, onde o indivíduo experiencia rajadas de insights e um alto nível de processamento de informação. Experimentos feitos pelos Monges Tibetanos Budistas tem demonstrado a correlação entre estados mentais transcendentais e as ondas Gamma. Quando os monges foram convidados à gerar sentimentos de compaixão, sua atividade cerebral foi para frequência Gamma de uma forma rítmica e coerente. É o estado de ser “in the zone” (algo como “no ponto”), o sentimento de que você é capaz de realizar qualquer coisa.
























Alterando os Estados das Ondas Cerebrais

Todos nós experienciamos essas frequências de ondas cerebrais durante diferentes momentos do nosso dia a dia, o que nos leva à diferentes níveis de consciência. Quando você está acordado, você está em uma frequência de ondas cerebrais diferente comparado à quando você está dormindo. Você pode alternar seus padrões de ondas cerebrais a favor de alcançar outros níveis de consciência. Por exemplo, se você não consegue pegar no sono a noite quando se sente estressado, você pode sincronizar sua onda cerebral à uma frequência correspondente para dormir ouvindo música.

Essa técnica de sincronização das frequências cerebrais com uma estimulação externa de áudio é conhecido como “Brainwave Entrainment” (ou “Arrastamento de Onda Cerebral”). Com esse processo continuado por algum tempo (minutos), as ondas cerebrais são sintonizadas ao som externo e então alcança a frequência particular do nível do som (alfa, theta ou delta). Mas você não precisa de estímulos externos se você pode meditar. Durante a meditação, alcança-se estados de calma e relaxamento, que é o estado Alfa de consciência. À medida que a meditação se aprofunda você se encontra mais calmo e concentrado e o nível das ondas cerebrais chega ao estado Teta e, finalmente, para Delta. Ouvir este tipo de frequência para meditar além de ser ótimo, é surpreendente! 

Formas de Arrastamento de Ondas com Batidas Bineurais (Binaural Beats)

Como o som com uma frequência menor que 20 Hz pode ser audível ao ouvido humano? A resposta está na especialização do som conhecido como Batidas Bineurais. O que essas “batidas” fazem é simples – tocando duas diferentes frequências em cada ouvido (usando fones), o cérebro detecta a diferença entre as duas frequências e sintoniza uma terceira ‘batida bineural’. Então, se você tocar 400Hz no ouvido direito, e 410Hz no ouvido esquerdo, seu cérebro produz uma terceira frequência que pulsa a 10Hz, que é a diferença entre os dois tons. 10Hz é equivalente à frequência Alfa, que gera relaxamento, meditação e pensamento criativo. Binatural Beats podem gerar excelentes resultados e te ajudar de muitas formas.

Existem vários tipos de Binatural Beats, há também aqueles que geram sensações que só são provenientes de uso de enteógenos. Abaixo segue um gráfico que mostra a diferença dos hemisférios antes e depois de uma sincronização com ondas Theta, em estado Normal, Após 15 Minutos e Após 25 Minutos:


Tons Isocrônicos

Os Tons Isocrônicos são ainda mais intensos que as Batidas Bineurais e são considerados mais eficientes. O tom isocrônico é um único tom que liga ou desliga um padrão em particular no cérebro. Cada um dos tons são diferentes e espaçados, sendo capaz de criar uma impressão duradoura no cérebro. Mas você não tem que usar os fones especificamente, pode simplesmente rodar o som em qualquer aparelho e desfrutar de seus benefícios.

Basicamente, com os tons Isocrônicos nossos cérebros tem muito menos trabalho para obter os mesmos efeitos que com as Batidas Bineurais – o que nos permite sentir-nos mais relaxados, obtendo um estado poderoso e pacífico de meditação e maior visão perante o mundo. Muitas pessoas que não respondem bem às Batidas Bineurais, geralmente respondem muito bem aos Tons Isocrônicos. Entretanto, para uma mudança de foco espiritual, você precisa usar os métodos tradicionais de meditação como ferramenta primária para acessar dimensões elevadas.

Onda cerebral II


Onda cerebral ou oscilação neuronal é atividade rítmica ou repetitiva no sistema nervoso central. O tecido neuronal pode gerar atividades oscilatórias de diferentes maneiras, cada um uma delas conduzida por mecanismos de neurônios individuais ou por meio da inteiração entre neurônios. Em neurônios individuais, oscilações podem aparecer também como oscilação na membrana potencial ou como padrões rítmicos, os quais produzem ativação oscilatória de neurônios pós-sinápticos. No nível do reagrupamento neuronal, a atividade de sincronização de um largo número de neurônios pode dar lugar a oscilações macroscópicas, que podem ser observadas por meio de eletroencefalograma. A atividade oscilatória em um grupo de neurônios geralmente surge a partir de um feedback de conexões entre os perônios que resultam na sincronização de padrões. Um exemplo conhecido de oscilação neuronal macroscópica é a atividade alpha. A oscilação neuronal foi observada pela primeira vez por pesquisadores em 1924 (por Hans Berger). Mais de 50 anos depois, o comportamento oscilatório intrínseco foi encontrando em neurônios de vertebrados, mas o seu papel funcional ainda não é completamente compreendido. As possibilidades de atuação da oscilação neuronal incluem vinculação neural, mecanismo de transferência de informação e a geração de motor rítmico de output. Ao longo das últimas décadas, mais conhecimento tem sido adquirido nesse campo, principalmente com o avanço da neuroimagem. A maior parte da pesquisa em neurociência envolve a determinação de como as oscilações são geradas e quais são seus papeis. A atividade oscilatória no cérebro é largamente observada em diferentes níveis de observação e é pensada para desempenhar um papel fundamental no processamento de informação neuronal. Numerosos estudos experimentais sustentam um papel funcional para as oscilações neuronais, no entanto, ainda falta uma interpretação unificada.

Visão Geral

Ondas cerebrais ocorrem no sistema nervoso central em todos os níveis. Em geral, essas ondas podem ser caracterizadas pela sua frequência, amplitude e fase. As propriedades desses sinais, podem ser obtidas usando Análise tempo-frequência. Em oscilações de larga escala, alterações de amplitude são consideradas resultado de alterações de sincronização nas células do sistema nervoso central, também conhecido como sincronização local. Além desta, atividades oscilatórias envolvendo estruturas neurais distantes (neurônios simples ou estruturas de neurônios), podem entrar em sincronia. Oscilações e sincronizações neurais foram associadas a várias funções cognitivas, tais como: transferência de informação, percepção, controle motor e memória. Oscilações neuronais foram mais amplamente estudadas em atividade neural gerada por grandes grupos de neurônios.

Onda cerebral I



Onda cerebral es la actividad eléctrica producida por el cerebro. Estas ondas pueden ser detectadas mediante el electroencefalógrafo y se clasifican en:

ondas delta (1 a 3 Hz)
ondas theta (3,1 a 7,9 Hz)
ondas alpha o ritmo mu (8 a 13 Hz)
ondas beta (14 a 29 Hz)
ondas gamma (30 a 100 Hz)

Ondas delta
Las ondas delta son oscilaciones, resultado de la representación de la actividad cerebral frente al tiempo, estas dada su naturaleza presentan una periodicidad, su rango de frecuencias es de 1-3 Hz, también suelen oscilar entre un rango de 0.1 - 4 Hz. Estas son detectadas en el cerebro humano a través de un electroencefalograma. Normalmente están asociadas con etapas de sueño profundo.
También se puede medir la actividad electromagnética del corazón, donde la presencia de ondas delta se asocia con el síndrome de Wolff-Parkinson-White.
En la actividad cerebral, estas ondas se presentan en las etapas tres y cuatro, en casos de daño cerebral y coma. Las ondas delta se presentan en sueño profundo sin soñar y no están presentes en las otras etapas del sueño (1,2 y de movimiento rápido de ojos)

Onda theta
Las ondas Theta son oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 3.5 y 7.5 Hz que se detectan en el cerebro humano a través de un electroencefalograma.
Normalmente están asociadas con las primeras etapas de sueño, fases 1 y 2. Se generan tras la interacción entre los lóbulos temporal y frontal.

Ondas alfa
Las ondas alfa son oscilaciones electromagnéticas en el rango de frecuencias de 8-13 Hz que surgen de la actividad eléctrica sincrónica y coherente de las células cerebrales de la zona del tálamo, también son llamadas «ondas de Berger», en memoria de Hans Berger, el primer investigador que aplicó la electroencefalografía a seres humanos.
Las ondas alfa son comúnmente detectadas usando un electroencefalograma (EEG) o un magnetoencefalograma (MEG), y se originan sobre todo en el lóbulo occipital durante períodos de relajación, con los ojos cerrados, pero todavía despierto. Se piensa que representan la actividad de la corteza visual en un estado de reposo. Estas ondas se enlentecen al quedarse dormido y se aceleran al abrir los ojos, al moverse o incluso al pensar en la intención de moverse.
Una onda similar a las alfa, llamada mu (μ) es a veces observada sobre la corteza motora y se acelera con el movimiento o incluso con la intención de moverse.

Ondas beta
Las ondas beta son oscilaciones electromagnéticas en el rango más alto de frecuencia (12 Hz-30 Hz) que se detectan en el cerebro humano a través de un electroencefalograma. Están asociadas con etapas de sueño nulo, donde se está despierto y consciente y las ondas son más frecuentes en comparación con las ondas delta, alfa y theta.

Ondas gamma
Las ondas gamma son un patrón de oscilación neuronal que tiene lugar en los seres humanos, cuya frecuencia oscila entre los 25 y los 100 Hz,​ aunque su presentación más habitual es a 40 Hz. Se ha teorizado que las ondas gamma podrían estar implicadas en el proceso de percepción consciente,​ pero no hay acuerdo unánime al respecto.

Historia
Las ondas gamma fueron desconocidas hasta el desarrollo de la electroencefalografía digital, dado que las limitaciones de la electroencefalografía analógica solamente permitían medir y registrar ritmos más lentos que 25 Hz (esto es, de menos hercios). Uno de los primeros informes al respecto procede de un estudio con monos del año 1964, en el que se realizaron grabaciones de la actividad eléctrica de unos electrodos implantados en la corteza visual.